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C I C L O S D E L O S N U T R I E N T E S 689 U N ID A D 4 los electrones en los hábitats microbianos. Este movimiento de los electrones es una forma de electricidad y el proceso podría acabar teniendo una aplicación comercial en la gene- ración de energía (véase Explorando el Mundo Microbiano «Cables microbianos». Las sustancias húmicas (Sección 20.1) también pueden facilitar la reducción microbiana de metales. Como algunos constituyentes del humus alternan entre for- mas oxidadas y reducidas, pueden actuar como lanzadoras que transportan electrones desde la bacteria hasta el lugar de reduc- ción de los óxidos de hierro y manganeso (Figura 20.11). Oxidación microbiana de hierro y manganeso reducidos A pH neutro, el hierro ferroso (Fe2+) se oxida rápidamente de modo abiótico en ambientes óxicos. En cambio, a pH ácido (pH < 4) el Fe2+ no se oxida espontáneamente. Por tanto, buena parte de la investigación sobre la oxidación microbiana del hierro se ha centrado en hábitats ácidos ricos en hierro, en los que los quimiolitótrofos acidófilos como Acidithiobacillus ferrooxidans y Leptospirillum ferrooxidans oxidan Fe2+ a Fe3+ (Figura 20.12). La oxidación de Fe2+ a Fe3+ proporciona un solo electrón, por lo que se produce poca energía ( Secciones 13.9 y 14.15) y estas bacterias deben oxidar grandes cantidades de hierro para poder crecer. En esos ambientes, incluso una población relati- vamente pequeña de células puede precipitar una gran cantidad de minerales de hierro. Aunque el O 2 es el aceptor de electrones más importante desde el punto de vista ambiental, la oxidación del Fe2+ también puede acoplarse a la reducción del NO 3 – por parte de algunos organismos ( Secciones 13.9 y 14.15) y fun- ciona como donador de electrones en la fotosíntesis de algu- nos fotótrofos anoxigénicos ( Secciones 13.9, 14.2, y 14.5). Incluso aunque la oxidación de Mn2+ a Mn4+ pueda ser favo- rable para el crecimiento desde el punto de vista energético, y aunque muchos microorganismos catalizan la oxidación del Mn2+, hasta ahora no se ha demostrado de modo concluyente que ningún organismo obtenga energía de la oxidación del man- ganeso reducido. Reducción bacteriana de óxidos de hierro y de manganeso Algunas bacterias y arqueas utilizan el hierro férrico (Fe3+) como aceptor de electrones en la respiración anaeróbica ( Sección 13.21). Tales organismos suelen tener también la capacidad de utilizar el Mn4+ como aceptor de electrones y algunos pueden reducir uranio oxidado ( Sección 21.3). La reducción de óxidos de manganeso y de hierrro férrico es frecuente en suelos encharcados, turberas y sedimentos lacus- tres anóxicos (Figura 20.10). Cuando el hierro y el manganeso reducidos solubles alcanzan las regiones óxicas, por ejemplo, mediante difusión desde las regiones anóxicas de los sedimen- tos, se oxida químicamente [como, Fe2+ + 1– 4 O 2 + 2 1– 2 H 2 O S Fe(OH) 3 + 2H+] (Figura 20.9). La oxidación química del Fe2+ es muy rápida a pH neutro. Aunque la oxidación química espon- tánea del Mn2+ es muy lenta a pH cercano a la neutralidad, la velocidad de oxidación puede aumentar hasta cinco órde- nes de magnitud cuando la llevan a cabo diversas bacterias e incluso hongos oxidadores de manganeso. Entonces los óxidos e hidróxidos de los metales oxidados precipitan y los metales oxi- dados vuelven a los sedimentos, donde pueden volver a actuar como aceptores de electrones, completando así el ciclo. El hierro (Fe3+) y el manganeso (Mn4+) oxidados son quími- camente muy reactivos. El fosfato queda atrapado en precipita- dos insolubles de fosfato férrico. La oxidación química mediante Mn4+ de compuestos orgánicos persistentes puede suministrar más fuentes de carbono disponibles para el crecimiento micro- biano. Otros metales, como el cobre (Cu), el cadmio (Cd), el cobalto (Co), el plomo (Pb), o el arsénico (As), forman comple- jos insolubles con óxidos de hierro y manganeso que, cuando luego son reducidos, se liberan junto con las formas solubles de esos metales. Recientemente, se ha observado que la superficie y los pedún- culos de células bacterianas que interaccionan con óxidos de hierro y manganeso, como Geobacter, son conductores eléctri- cos y funcionan como «nanocables» para el desplazamiento de MnO 2 Fe(OH) 3 FeOOH Mn2+ O2 Fe2+ Mn2+ Aguas subterráneas reducidas (Fe2+, Mn2+) Soluble Insoluble ÓXICO ANÓXICO Fe2+ Mn4+ Fe3+ Mn4+ AcetatoCO2 Fe3+ Figura 20.10 Reciclaje del hierro y manganeso en un sistema típico de agua dulce. Las bacterias reductoras de metales usan los óxidos de hierro y manganeso de los sedimentos, se usan como aceptores de electrones. Las formas reducidas resultantes son solubles y se difunden a las regiones óxicas del sedimento o de la columna de agua, donde se oxidan por la acción de microorganismos o químicamente. La precipitación de los metales oxidados insolubles devuelve estos metales a los sedimentos y completa el ciclo redox. Humus reducido Humus oxidado Fe2 + Fe3 + Acetato Cell Óxido de hierro CO2 OH OH R O O R Figura 20.11 Papel de las sustancias húmicas del humus como transportadoras de electrones en la reducción microbiana de metales. En el humus, grupos funcionales del tipo de las quinonas son reducidos por bacterias oxidadoras de acetato. El humus reducido puede entonces donar los electrones a óxidos metálicos, originando hierro soluble reducido (Fe2+) y humus oxidado. El ciclo continua a medida que el humus oxidado es reducido de nuevo por las bacterias. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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