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Nódulo linfático

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Nódulo linfático
- Estructura y función.
Los linfonodos son órganos linfoides secundarios insertados en el curso de los vasos sanguíneos. Su función es llevar a cabo las respuestas inmunitarias, inducir la transformación y proliferación de linfocito B y servir como filtros locales del flujo linfático. Son de color blanco grisáceo y ovoides o reniformes; su dimensión varía con la especie, raza y edad. Están localizados en sitios estratégicamente importantes. Desde el punto de vista estructural, se reconoce una corteza externa y una médula interna. La corteza esta formada por folículos de linfocitos B de modo inmunológico inactivos (folículos primarios) o folículos activos (folículos secundarios o germinativos). También se observan macrófagos, así como células reticulares dendríticas. Existe además una región paracortical (corteza interna) dependiente de los linfocitos T, localizada entre los folículos de linfocitos B. En la corteza interna, también hay histiocitos dispersos y células reticulares interdigitantes. 
- Procesos del desarrollo.
Cuando se generan inmunodeficiencias hereditarias que afectan y dañan al timo, el cambio común es la reducción de tamaño de los linfonodos, resultado de la atrofia de la población linfoide. Por otro lado, entre las causas asociadas con el aumento de tamaño de los linfonodos se encuentran diversas etiologías:
Hiperplasia linfoide: Se involucra los folículos, la corteza profunda o ambos, y se desarrolla por la llegada de gran cantidad de antígenos que incrementan el riego sanguíneo, al tiempo que arriban macrófagos y linfocitos al linfonodo. Por lo que, dependiendo de la naturaleza del antígeno, los linfoblastos proliferantes se diferenciarán en linfocitos T o células plasmáticas, lo cual se traduce en el aumento de tamaño del linfonodo (linfadenomegalia). Existe una gran cantidad de antígenos, comúnmente se presenta en brucelosis y tripanosomiasis. 
· Macroscópicamente: los linfonodos tienen aspecto tumefacto, congestionado y adquieren un color rojo-grisáceo con cápsula tensa, y al cortarlos, presentan protuberancias en su parénquima, además la corteza puede estar engrosada. Como consecuencia de la distensión de la cápsula, son particularmente sensibles a la palpación, sobre todo en procesos agudos. Imagen: Linfadenomegalia submaxilar
· Microscópicamente: hay formación de folículos secundarios o centro germinativo y células inmaduras.
Los linfonodos desarrollan linfadenomegalia debido al incremento del número de linfocitos asociados a enfermedades linfoproliferativas, cuyo origen puede ser una hiperplasia folicular (linfocitos B) o difusa (linfocitos T), una hiperplasia atípica (indeterminado benigno o neoplásico) o neoplásico en su totalidad.
· Hiperplasia reactiva difusa: Los linfonodos reactivos con alta celularidad, compuesta sobre todo por linfocitos T, y con una arquitectura por completo difusa, pueden preceder al desarrollo de una respuesta folicular. Los linfonodos de la región pélvica de grandes especies que mueren de trauma genital después de distocia, o bien, potros o becerros que son lesionados al nacer y mueren en los primeros días de vida, pueden desarrollar hiperplasia difusa asociada a un fuerte estímulo antigénico local. O la generarán los animales con tripanosomiasis, o como respuesta compensatoria después de la esplenectomía en vacas con infecciones parasitarias hemotrópicas (babesiosis, theileriosis), e incluso por infecciones en cerdos por Circovirus tipo 2.
· Hiperplasia reactiva folicular: Es la más frecuente y es una respuesta común en un animal que sobrevive por un largo periodo después de una respuesta antigénica inicial. Puede originarse de tumores malignos, reacciones inmunitarias (fármacos) e infecciones virales agudas. Incluyen al virus asociado al síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS), fiebre catarral maligna e inmunodeficiencia felina ocasionada por un lentivirus, en la que los gatos desarrollan el síndrome de inmunodeficiencia adquirida y en fases agudas de la enfermedad suelen desarrollar linfadenomegalia generalizada, secundaria a hiperplasia folicular.
· Macroscópicamente: linfoadenomegalia regional, es decir, de aquellos que drenan el tejido afectado. Tumefactos y congestionados, sensibles a la palpación. 
· Microscópicamente: se caracteriza por la expansión de la región cortical debido al incremento en el número y tamaño de los folículos linfoides secundarios, muchos con centros germinales activos que producen células plasmáticas, además de numerosas células inmaduras más grandes que los linfocitos y con muchas figuras mitósicas. También se elevarán los histiocitos que contengan restos de origen bacteriano o derivados de células necróticas, además de las células plasmáticas en los cordones medulares. Imagen: Presencia de histiocitos.
· Histiocitosis sinual: hay distensión de sinusoides linfáticos, puede ser causado por nódulos de drenaje de cáncer (carcinoma de mama). Morfológicamente, se observa hipertrofia de células de revestimiento endotelial y los senos repletos de histiocitos.
- Procesos degenerativos.
La atrofia de los linfonódulos puede deberse a infecciones virales, agentes tóxicos, radiaciones, estados de desnutrición, y neoplasias. 
· Atrofia senil: se observa con frecuencia en peros, gatos y primates viejos. En la atrofia de los linfonódulos ocurre una reducción moderada de su tamaño y pigmentación marrón oscura medular; la capsula y las trabéculas medulares se hacen más gruesas, y hay reducción en la población de los centros germinativos.
· Virus de moquillo canino: la corteza de los linfonódulos afectados (traqueobronquiales y periféricos) puede exhibir necrosis y depleción linfoides importantes, entre los 6 y 9 días después de la exposición viral.
· Atrofia por caquexia: se conserva la arquitectura, pero hay una reducción marcada de la densidad celular; los centros germinativos se reducen. Hay fluidos proteináceos (cordones y senos medulares) y pigmentos en macrófagos (lipofucsina)
- Procesos inflamatorios.
· Linfadenitis aguda: usualmente resulta de un linfonodo regional que drena un sitio de inflamación y se infecta, por ejemplo, los linfonodos retrofaringeos mediales en rinitis aguda, los linfonodos traqueobronquiales en neumonía, y el linfonodo supramamario en mastitis aguda. Entre su etiología se pueden nombrar la salmonelosis, toxoplasmosis y microrganismos piogénicos.
· Macroscópicamente: Están aumentados de tamaño y pueden tener consistencia de suave con una cápsula tensa o firme, dependiendo de la cantidad de edema y exudado. La superficie de corte puede estar roja por la hiperemia de los vasos sanguíneos locales, la sangre que fue drenada de un sitio con inflamación, hacia los senos o la hemorragia. En ocasiones, los vasos linfáticos aferentes se inflaman (linfangitis). 
El parénquima linfoide puede protruirse y estar cubierto de sangre, linfa o exudado purulento, este último como resultado de bacterias piógenas como Streptococcus equi en equinos, Streptococcus sp en cerdos y Trueperella pyogenes en vacas y borregos.
· Microscópicamente: el linfonodo está hiperémico. En estados iniciales, los senos suelen estar distendidos por linfa y exudado, así como por neutrófilos y eritrocitos, y que después de un día o más, se verán abundantes macrófagos, que ocuparán los senos, en especial los medulares. Imagen: linfadenopatía por toxoplasma.
En enfermedades septicémicas como en el ántrax bovino, los linfonodos se congestionan y todos los senos linfáticos subcapsulares a los medulares están llenos de sangre.
· Linfadenitis crónica: La linfadenitis crónica puede ser una linfadenitis supurativa con abscesos encapsulados como en la linfadenitis caseosa ovina una reacción granulomatosa focal o difusa, o mixta, como una mezcla de microabscesos y fibrosis, hiperplasia linfoide folicular, plasmacitosis e histiocitosis de los senos. En su etiología se puede nombrar la brucelosis, mastitis bacteriana, parvovirosis canina, pseudotuberculosis, histoplasmosis, leishmaniasis, circovirosis porcina y pitiosis.· Macroscópicamente: los abscesos varían en tamaño, desde pequeños, sin que provoquen un incremento en el tamaño del linfonodo, o bien, grandes, incluso lo suficiente como para ocupar la totalidad del linfonodo. Son firmes, endurecidos y de aspecto seco. 
· Microscópicamente: se hallan microabscesos y abscesos, fibrosis, hiperplasia linfoide folicular, plasmocitosis en cordones medulares e histiocitosis en los senos. Capsula plegada, proliferación de septos de colágeno y depleción de septos de colágeno. 
· Linfadenitis granulomatosa: La linfadenitis granulomatosa es focal como en la tuberculosis, focal coalescente como en la blastomicosis y criptococosis; o difusa como en la histoplasmosis. El Circovirus porcino tipo 2 induce una linfadenitis granulomatosa con proliferación difusa de macrófagos en los folículos linfoides y la corteza profunda.
· Linfadenitis granulomatosa focal: Tradicionalmente, la tuberculosis causada por Mycobacterium bovis desarrolla una linfadenitis granulomatosa focal, aunque otros miembros patógenos del complejo Mycobacterium avium también lesionan de forma semejante a vacas y cerdos. En la demodicosis crónica un granuloma formado por un cuerpo extraño se desarrolla alrededor de Demodex, que drenará hacia un linfonodo regional desde el área de la piel afectada con demodicosis crónica, aunado a una marcada hiperplasia folicular. 
· Macroscópicamente: las lesiones en las vacas son pálidas, caseosas y usualmente mineralizadas. Imagen: Lesión granulomatosa en un linfonodo
· Microscópicamente: los granulomas exhiben restos necróticos centrales rodeados por una capa de macrógafos epitelioides entremezclados con células gigantes de Langhans y linfocitos. En la periferia de esta capa de linfocitos y particularmente en lesiones antiguas, el granuloma está rodeado de una cápsula de tejido conectivo fibroso. Imagen: linfadenitis crónica por tuberculosis
· Linfadenitis granulomatosa difusa
· Síndrome de desgaste multisistémico post destete (PCV-2): causado por Circovirus porcino tipo 2, se caracteriza por la proliferación focal coalescente o difusa de macrófagos en los folículos linfoides y la corteza profunda.
· Macroscópicamente: linfadenopatía generalizada.
· Microscópicamente: exhibe nódulos de hiperplasia linfoide, cambio inespecífico; además de numerosos cuerpos de inclusión de aspecto botrioide en el citoplasma de macrófagos, característicos de la infección por PCV-2.
· Linfadenitis granulomatosa focal coalescente
· Infecciones por hongos
· Histoplasmosis: es ocasionada por Histoplasma capsulatum. Es una enfermedad difusa del sistema fagocítico-mononuclear, donde proliferan con abundancia los macrófagos en una amplia variedad de tejidos, incluyendo los linfonodos.
· Macroscópicamente: Los linfonodos crecen de manera uniforme y la arquitectura normal se oscurece.
· Microscópicamente: El tejido linfoide asociado a la submucosa del intestino se infiltra de numerosos macrófagos que contienen múltiples levaduras en su citoplasma. El tejido linfoide cortical normal se verá reemplazado por granulomas coalescentes.
- Procesos neoplásicos.
· Neoplasias primarias
· Linfoma: El término linfoma denota proliferación neoplásica de linfocitos, precursores de estos, o de células provenientes del tejido linfoide, resultado de la diferenciación anormal. Los linfomas forman un grupo heterogéneo de tumores, originados, ya sea en el sistema retículo-histiocítico, en el sistema linfático, que incluye al linfoma tipo no-Hodgkin (LNH), y a la granulomatosis maligna o enfermedad de Hodgkin. 
En medicina veterinaria forman parte de los denominados tumores de células redondas, que incluyen al mastocitoma, histiocitoma, sarcoma histiocítico, tumor venéreo transmisible y plasmocitoma. El término LNH refiere un grupo de enfermedades que se manifiestan por la proliferación neoplásica de células linfoides, sin considerar la localización primaria del tumor o el inmunofenotipo de las células neoplásicas. El origen, desarrollo y diseminación de la enfermedad es a partir de los linfonodos, el bazo, el timo, o el tejido linfoide asociado con mucosas y, a partir de estos, proliferar, o extenderse a otros tejidos. 
El linfoma se ha descrito con amplitud en todas las especies domésticas y, en general, se ha establecido que la distribución difiere entre animales jóvenes y adultos. En vacas adultas y en gatos de jóvenes a adultos, se ha asociado a infecciones por oncovirus y retrovirus. En el caballo numerosos reportes se inclinan hacia la signología, patología clínica y descripción histológica. En el perro se ha descrito como una de las neoplasias más comunes, que va del cinco al siete por ciento del total de las neoplasias, y hasta el 85 % de los tumores hematopoyéticos.
La incidencia se incrementa con la edad, en un rango de cinco a nueve años, aunque hay casos registrados desde los seis meses de edad, asimismo, la proporción entre géneros durante el desarrollo de la neoplasia es similar; aunque en un estudio se describe un porcentaje de aparición significativamente mayor en hembras ovariohisterectomizadas. La literatura refiere que la predisposición por raza es menor en animales mestizos que en razas puras, como lo son Bóxer, Cocker spaniel, Bulldog inglés, Terrier escocés, Cobrador dorado, Cobrador de labrador, San Bernardo, Basset hound, Airedale terrier, Poodle, Rottweiler, Dachshund y Pomerania.
· Macroscópicamente: se manifiesta por linfadenomegalia local o generalizada, con grados de severidad. Los linfonodos exhiben consistencia firme o suave, principalmente cuando presentan edema; la cápsula suele estar severamente distendida. Al corte, la superficie es sólida, de blanca a ligeramente amarilla con pérdida de la definición de la región medular y cortical, a veces con evidencia de nódulos no encapsulados de tamaño variable, además de zonas oscuras que corresponderán a necrosis. Imagen: Linfoma canino, superficie de corte de un linfonodo cuya región cortical y medular están ausentes; la superficie es sólida y blanca con zonas oscuras de hemorragia entremezcladas.
· Microscópicamente: la población se compone de células linfoides con variación en su madurez –en el patrón denso con apariencia de “cielo estrellado” dada la presencia de numerosos macrófagos con cuerpos apoptósicos en su citoplasma–. La cantidad de citoplasma, forma, tamaño y disposición de los núcleos dependerá del subtipo celular predominante; el índice mitósico suele ser elevado, sin embargo, puede ser variable y correlacionarse con el grado de malignidad. Imagen: nódulo linfático infiltrado por un linfoma Hodgkin. 
· Neoplasias secundarias
Los carcinomas típicamente se extienden a los linfonodos regionales, al menos al inicio. La vía hematógena es la forma más común de metástasis de los sarcomas, pero se ha visto en carcinomas con metástasis sistémicas. Los carcinomas metastásicos en los linfonodos son comunes y podrían considerarse como un hallazgo inicial antes de la extensa diseminación de la neoplasia. Una lista de algunos tumores metastásicos incluye a los carcinomas: de células escamosas, el mamario, el de células transicionales, el gástrico, el pulmonar, los sarcomas, el melanoma maligno y el mastocitoma.
Si el tumor indujo una respuesta inflamatoria en su sitio primario, por ejemplo, secundaria a una ulceración ocasionada por la infiltración de un carcinoma de células escamosas, es posible que se observe una linfadenitis aguda en los linfonodos regionales.
Histológicamente, las células neoplásicas aisladas o en grupos, viajan a través de los vasos linfáticos aferentes y se depositan en los senos, usualmente los subcapsulares. En ese sitio, las células neoplásicas proliferan y, finalmente, ocuparán la totalidad del linfonodo. Asimismo, se pueden desprender células neoplásicas e implantarse en otros linfonodos de la cadena linfática.

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