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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/343316745 Las ciencias sociales frente al acontecimiento:: reflexiones desde la filosofía francesa contemporánea Chapter · July 2020 DOI: 10.2307/j.ctv14jx95r.5 CITATIONS 5 READS 218 1 author: Ligia Tavera Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede México 24 PUBLICATIONS 83 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Ligia Tavera on 24 June 2021. The user has requested enhancement of the downloaded file. https://www.researchgate.net/publication/343316745_Las_ciencias_sociales_frente_al_acontecimiento_reflexiones_desde_la_filosofia_francesa_contemporanea?enrichId=rgreq-a242b159df1926e7cb67b91386d11141-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM0MzMxNjc0NTtBUzoxMDM4MDM0MDUzMTIwMDAwQDE2MjQ0OTgwMTIwNTY%3D&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/publication/343316745_Las_ciencias_sociales_frente_al_acontecimiento_reflexiones_desde_la_filosofia_francesa_contemporanea?enrichId=rgreq-a242b159df1926e7cb67b91386d11141-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM0MzMxNjc0NTtBUzoxMDM4MDM0MDUzMTIwMDAwQDE2MjQ0OTgwMTIwNTY%3D&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-a242b159df1926e7cb67b91386d11141-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM0MzMxNjc0NTtBUzoxMDM4MDM0MDUzMTIwMDAwQDE2MjQ0OTgwMTIwNTY%3D&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Ligia-Tavera?enrichId=rgreq-a242b159df1926e7cb67b91386d11141-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM0MzMxNjc0NTtBUzoxMDM4MDM0MDUzMTIwMDAwQDE2MjQ0OTgwMTIwNTY%3D&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Ligia-Tavera?enrichId=rgreq-a242b159df1926e7cb67b91386d11141-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM0MzMxNjc0NTtBUzoxMDM4MDM0MDUzMTIwMDAwQDE2MjQ0OTgwMTIwNTY%3D&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/institution/Facultad_Latinoamericana_de_Ciencias_Sociales_sede_Mexico?enrichId=rgreq-a242b159df1926e7cb67b91386d11141-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM0MzMxNjc0NTtBUzoxMDM4MDM0MDUzMTIwMDAwQDE2MjQ0OTgwMTIwNTY%3D&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Ligia-Tavera?enrichId=rgreq-a242b159df1926e7cb67b91386d11141-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM0MzMxNjc0NTtBUzoxMDM4MDM0MDUzMTIwMDAwQDE2MjQ0OTgwMTIwNTY%3D&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Ligia-Tavera?enrichId=rgreq-a242b159df1926e7cb67b91386d11141-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM0MzMxNjc0NTtBUzoxMDM4MDM0MDUzMTIwMDAwQDE2MjQ0OTgwMTIwNTY%3D&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf Debatir la sociología Ligia Tavera Fenollosa Nelson Arteaga Botello (Coordinadores) debatir la sociología.indd 3debatir la sociología.indd 3 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México Primera edición: julio de 2020 D.R. © 2020, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede México Carretera al Ajusco 377, Héroes de Padierna, Tlalpan, 14200 Ciudad de México www.flacso.edu.mx | public@flacso.edu.mx ISBN 978-607-8517-64-0 Las investigaciones aquí reunidas forman parte del proyecto institucional Mesas de Diá- logo del Debate Renovado e Innovador de las Ciencias Sociales, obras científicas de di- vulgación producto de una serie de seminarios organizados por la Flacso México. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización por escrito de los editores, en términos de la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, de los tratados interna- cionales aplicables. Impreso y hecho en México. Printed and made in Mexico. 306 D433 Debatir la sociología / Ligia Tavera Fenollosa, Nelson Arteaga Botello, (coordinadores). -- México, FLACSO México, 2020. 157 páginas ; 24 cm. ISBN: 978-607-8517-64-0 (Serie Debate Renovado e Innovador de las Ciencias Sociales) 1. Sociología – Congresos, Conferencias, etc. 2. Sociología Cultural – Congresos, Con- ferencias, etc. 3.- Sociología Política – Congresos, Conferencias, etc. 4.- Sociología – Inves- tigaciones – Congresos, Conferencias, etc. 5. Feminismo – Aspectos Sociales – Congresos, Conferencias, etc. -- 6. Ciencia y Tecnología – Aspectos Sociales – Congresos, Conferencias, etc. I. Tavera Fenollosa, Ligia, coordinadora. II. Arteaga Botello, Nelson,1969-, coordinador. III. Serie. debatir la sociología.indd 4debatir la sociología.indd 4 7/22/20 09:427/22/20 09:42 Derechos reservados Las ciencias sociales frente al acontecimiento: reflexiones desde la filosofía francesa contemporánea Ligia Tavera Fenollosa Flacso México debatir la sociología.indd 21debatir la sociología.indd 21 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México debatir la sociología.indd 22debatir la sociología.indd 22 7/22/20 09:427/22/20 09:42 Derechos reservados [23] Introducción El acontecimiento ha dejado de ser un simple fenómeno empírico para con- vertirse en una categoría social. Las ciencias sociales han abandonado “aquella actitud epistémica que el filósofo Alain Badiou resumió como la proclividad a arrojar el acontecimiento al reino de la ‘pura empiria de lo que adviene’ y re- servar las construcciones conceptuales al examen de las estructuras” (Serul- nikov, 2012, p. 96). Numerosos trabajos recientemente publicados atestiguan el renovado interés de la filosofía, la historia, la sociología, la antropología y los estudios literarios por las nociones de evento, acontecimiento, ruptura, discontinuidad, bifurcación (Žižek, 2014, 2001; Dosse, 2013; Bessin, Bidart y Grossetti, 2010; Boisset y Corno, 2006; Quéré, 2006; Parent, Tourer, Alexan- dre y Frédéric, 2004; Bensa y Fassin, 2002). De acuerdo con una paradoja frecuentemente encontrada en la historia de las ideas, es en el momento en que una tesis llega a los ámbitos más ale- jados de su punto de partida, cuando se opera, precisamente en el punto de partida, una revolución que cambia radicalmente la tesis. De esta forma las ciencias sociales se modelan a partir de un esquema mecanicista, estático y causal tomado de la física, cuando esta ciencia, la física, se transforma y plan- tea el problema de la historia y del acontecimiento (Morin, 1972, p. 6). La tesis de la expansión del universo y en especial la de su creación a partir de un evento originario ocurrido hace seis mil millones de años reintro- duce en el estudio del cosmos las nociones de acontecimiento, singularidad y contingencia. El universo físico está, sin duda, compuesto por elemen- tos constantes, regulares y repetitivos, pero al mismo tiempo es un acon- tecimiento por su carácter singular y phénoménal. El cosmos, como señalara Edgar Morin, es al mismo tiempo “universo y evento”. Su desarrollo no obe- dece a una lógica dialéctica interna, a la manera hegeliana. Al contrario, la naturaleza singular y evolutiva del mundo es inseparable de su naturaleza ac- cidental y acontecimental. Este mismo carácter contingente y acontecimental de los fenómenos fí- sicos se observa en el nivel micro en el que la partícula-unidad exhibe ciertos debatir la sociología.indd 23debatir la sociología.indd 23 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México 24 Ligia Tavera Fenollosa elementos como la discontinuidad, la indeterminabilidad y la improbabilidad propios del evento (Morin, 1972, pp. 6-8). En suma, “a nivel astronómico-cós- mico, al nivel de historia de la física y al nivel de la observación microfísica, vemos que las características propias y favorables al evento: actualización, im- probabilidad, discontinuidad, accidentalidad, se imponen en la teoría científi- ca” (Morin, 1972, p. 8). Por el contrario, en tanto que han buscado una cientificidad a la manera de la física clásica, las ciencias sociales han preferido, las más de las veces, demostrar que el evento no es tal; que la novedad no es tan novedosa; que su surgimiento se inscribe dentro de una perspectiva histórica, unatradición cul- tural o una lógica social. Una vez más, los cientistas sociales se [han] esforza- do por reducir la sorpresa del acontecimiento: lo que sucedió estaba inscrito en el pasado, inmediato o lejano. A posteriori, el acontecimiento pudiera haber sido previsto… (Bensa y Fassin, 2002, p. 5). Por lo que, si bien en su investigación empírica, las ciencias sociales han sido confrontadas constantemente por eventos, acontecimientos, rupturas y bifurcaciones, en sus debates teóricos les han dejado muy poco espacio. Es el caso de la sociología, pues buena parte de esta disciplina, sobre todo aquella de matriz durkhemiana, se fundó en contra de las explicacio- nes sociales que enfatizaban la contingencia y los acontecimientos, en fa- vor del estudio de la estructuras, los patrones y las regularidades. Incluso la sociología weberiana que al ser concebida como una ciencia histórica no adoptó, como la francesa, una posición de rechazo frente a la contingen- cia de lo social, rara vez analiza las singularidades históricas en clave de acontecimiento.1 Sin embargo, después de un largo eclipse, el acontecimiento ha reco- brado una extraordinaria prominencia en aquellas tradiciones sociológicas afines a él y ha irrumpido con fuerza en aquellas que lo rechazaban, no se 1 Lo anterior no significa que no existan antecedentes importantes dentro de la discipli- na cercanos a la perspectiva acontecimental. Por ejemplo, el trabajo de Simmel, en par- ticular aquel relacionado con la “acción recíproca”, la “aventura” y con su “perspectiva genética” en el estudio de los fenómenos sociohistóricos, introdujo a la teoría social al- gunas de las preocupaciones retomadas recientemente en Francia con respecto al lugar de los eventos y acontecimientos, de la contingencia, de las rupturas y los puntos de quiebre o turning points en el estudio de los procesos sociales (Bessin, Bidart y Grossetti, 2010, p. 25). debatir la sociología.indd 24debatir la sociología.indd 24 7/22/20 09:427/22/20 09:42 Derechos reservados Las ciencias sociales frente al acontecimiento 25 interesaban en él o lo habían tematizado de manera insuficiente.2 El “re- torno” o “renacimiento” de la noción de acontecimiento ha sido particular- mente intenso en Francia en donde su cuestionamiento, subteorización y rechazo fueron más radicales y en donde se han desarrollado en los últimos años las propuestas y los debates más interesantes en torno a este concep- to y a su importancia para las ciencias sociales. Así, el propósito de este capítulo es ofrecer una cartografía conceptual sobre la noción de acontecimiento tal y como ha sido recuperada recien- temente en la filosofía francesa, con algunas referencias al trabajo de his- toriadores y sociólogos también franceses. El fin del recorrido consiste en identificar sus posibles contribuciones al estudio de los fenómenos socia- les, en particular a la comprensión de la acción social, el sujeto y el cambio social, temas clásicos dentro de la sociología que requieren ser pensados de una manera renovada e innovadora. El capítulo inicia con una breve discusión sobre el concepto de acon- tecimiento. A continuación se discute su recuperación como “ruptura ins- tauradora”. Posteriormente se presenta la hermenéutica del acontecimiento para después abordar la relación entre sujeto y acontecimiento. En las dos últimas secciones se aborda la experiencia del acontecimiento y la relación acontecimiento/estructura. El texto concluye con unas reflexiones finales. ¿Qué es un acontecimiento? En su sentido más laxo el evento o acontecimiento es un “hecho diverso”, es todo aquello que de una manera u otra “tiene lugar” o “llega”: “la aparición de un cometa en el cielo nocturno, un eclipse solar, la lluvia en un día so- leado, un tsunami, un nacimiento, un accidente, una muerte súbita” (Greisch, 2014, p. 41). Puede hacer referencia tanto “a un desastre natural devastador”, al “escandalo más reciente provocado por una celebridad”, “al triunfo del pueblo o a un cambio político despiadado”, así como “a la intensa experiencia de una obra de arte o a una decisión íntima” (Žižek, 2014, p. 15). 2 Del otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, la influencia del pragmatismo, el interac- cionismo y la fenomenología en la sociología norteamericana, así como el diálogo entre esta y la historia favorecieron la acogida de la noción de evento como una categoría cen- tral en el análisis de los procesos sociales desde finales de los años noventa del siglo pa- sado. Destaca en este sentido el trabajo pionero de William Sewell Jr., (1996a, 1996b) y de Andrew Abbott (1992, 1990) y el trabajo reciente de Robin Wagner-Pacifici (2017). debatir la sociología.indd 25debatir la sociología.indd 25 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México 26 Ligia Tavera Fenollosa La noción de acontecimiento comprende entonces una variedad grande de fenómenos: naturales, sociohistóricos, políticos, culturales, biográficos, individuales y colectivos, ínfimos y trascendentales. Sin embargo, sea cual sea su naturaleza, escala o intensidad un acontecimiento no es una ocurren- cia, un suceso o un fenómeno cualquiera. El acontecimiento se define, en un primer momento, por su impredecibi- lidad, su ininteligibilidad y su novedad. Para que la afirmación de un evento como acontecimiento pueda tener lugar, primero debe pasar algo indescifra- ble dentro de los códigos establecidos en una situación dada (Badiou, 2006; Bensaid, 2004, p. 104). Esta afirmación supone que aquello que sucede o acontece no es nunca, en sí mismo, un acontecimiento. A diferencia de un hecho, la ocurrencia de un acontecimiento no se pue- de predecir a partir de las descripciones de los fenómenos que lo preceden. El acontecimiento es azaroso por naturaleza y se caracteriza por la imprede- cibilidad de lo que habría podido o no ser. Es decir, un acontecimiento no se puede anticipar fuera de una situación singular, ni tampoco puede deducir- se de esta: “no puede ser reducido a una situación (previa) ni deducido de ella, ni es tampoco generado por ella. Surge “de la nada” (la nada que era la verdad ontológica de esta situación anterior)” (Žižek, 2001, p. 147, citado en Fernández, 2016, p. 18). ¿Cómo determinar si aquello que llega o tiene lugar es indescifrable den- tro de los códigos establecidos? El filósofo Alain Badiou nos ofrece la si- guiente respuesta: Si es posible decidir, usando las reglas del conocimiento existentes, que el enunciado “este acontecimiento pertenece a la situación” es verdadero o falso, entonces no se trata de un acontecimiento (Camargo, 2010, p. 103), pues una de las características del acontecimiento es que inau- gura su propio régimen de conocimiento. En consecuencia, la verdad a la que da lugar al acontecimiento “no pue- de entenderse sino como un axioma de verdad, que en cuanto tal constituye su propia base de sustento; se presenta al mundo sin ningún antecedente co- nocido, como un aparecido, un extraño que le grita al mundo he aquí A, des- de ahora, nunca desde antes” (Camargo, 2010, pp. 103-104). En síntesis, el acontecimiento: […] es ese principio múltiple que, al presentarse, exhibe la inconsistencia sub- yacente en todas las situaciones, y en un instante arroja al pánico, sus clasifi- caciones constituidas. La novedad de un evento se expresa en el hecho de que interrumpe el régimen normal de la descripción del conocimiento, que siempre se basa en la clasificación de lo conocido, e impone otro tipo de procedimiento debatir la sociología.indd 26debatir la sociología.indd 26 7/22/20 09:427/22/20 09:42 Derechos reservados Las ciencias sociales frente al acontecimiento 27 a quien admite que, justo aquí en este lugar, algo hasta ahora sin nombre ocurrió real y verdaderamente (Meillassoux, 2011, p. 2). El acontecimiento como ruptura instauradora Uno de los rasgos distintivos de lanoción de acontecimiento, tal y como es desarrollada tanto en la filosofía como en la historiografía francesas de fina- les del siglo xx y principios del xxi, es que retoma como antecedente la noción griega de kairós (Dosse, 2013), que introduce simultáneamente la idea de rup- tura y la de apertura. El acontecimiento sería así una “ruptura instauradora” (Tavera, 2019, p. 165). El acontecimiento como ruptura A diferencia de un hecho histórico, los acontecimientos no se reducen a una fecha ubicada en una línea de tiempo. Por el contrario, los acontecimientos “inauguran el tiempo y lo temporalizan” (Romano, 2008, citado en Jay, 2012, p. 152). Su tiempo, como diría Jay (2012), no es el presente o el pasado, sino el futuro. La ruptura del acontecimiento divide el tiempo en un antes y en un después, por lo que el presente del acontecimiento existe únicamente como un parteaguas entre dos mundos (Bensa y Fassin, 2002). Además, el acontecimiento impone un cambio de ritmo que establece una temporalidad nueva. Para sus contemporáneos el acontecimiento “mar- ca siempre el inicio de una nueva era” (Bensa y Fassin, 2002, p. 5). En opi- nión de Badiou, “la potencia del acontecimiento reside en su capacidad de engendrar un tiempo exclusivo, propio, una programación (retro) causal que redirige la temporalidad existente hacia su núcleo irresuelto” (Fernández, 2016, p. 18). Esta nueva temporalidad altera las relaciones tanto con el pasado como con el futuro. El acontecimiento reabre el campo de la memoria (el pasado) y el campo de lo posible (futuro). Con respecto al pasado, los acontecimientos: inauguran retroactivamente su propia posibilidad: la idea de que el surgimien- to de lo radicalmente nuevo cambia retroactivamente el pasado; no el pasado real, por supuesto (no estamos en el campo de la ciencia ficción), sino las posi- bilidades pasadas, o bien, para enunciarlo en términos más formales, el valor de las proposiciones modales acerca del pasado (Žižek, 2003, citado en Tavera, 2019, p. 166). debatir la sociología.indd 27debatir la sociología.indd 27 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México 28 Ligia Tavera Fenollosa Con respecto al futuro, los acontecimientos abren la puerta a futuros po- sibles que pueden o no concretarse. En ese sentido, “acontecimiento” y “ad- venimiento” aparecen como las dos caras de una misma moneda (Romano, 2008). “Los acontecimientos deben entenderse como inauguradores de su propia historia, como advenimientos que abren la puerta a aventuras posibles en un futuro que aún no está determinado por completo” (Jay, 2012, p. 152). De tal suerte que la ruptura que introduce el acontecimiento además de ser una ruptura en la temporalidad, es también una ruptura en términos de inteligibilidad. El acon- tecimiento desencadena una nueva inteligibilidad, hacía el pasado dando un nuevo sentido al mundo preexistente y hacia el futuro introduciendo una nue- va serie de posibilidades que hasta el momento parecían imposibles (Tavera, 2019, p. 166). Finalmente, conviene recordar junto con Quéré (2006) que el aconte- cimiento desborda el lugar, momento y circunstancias de su aparición. Es- pacialmente porque puede producir efectos muy lejos del lugar en el que acontece y temporalmente porque, como se señaló líneas arriba, el aconte- cimiento tiene repercusiones tanto hacia el pasado como en el futuro, o más precisamente l’avenir, aquello que está por llegar.3 El acontecimiento como apertura Una característica importante de la noción de acontecimiento, tal y como es recuperada en la filosofía francesa contemporánea, es la de “apertura” de un mundo nuevo. Los acontecimientos reconfiguran el sentido del mundo que les antecede y en ese sentido, son portadores de un nuevo mundo, que nada permitía predecir. El acontecimiento se caracteriza entonces por la carga de posibilidades que lleva en él mismo. En palabras de Badiou: Lo importante aquí es subrayar que un acontecimiento no es la realización de una posibilidad interna a la situación o que dependa de leyes transcendentales 3 Como lo señala Vinolo, resulta necesario distinguir entre el futuro y aquello que está por venir, entre le futur et l’avenir, pues el futuro es la simple prolongación causal del presente mientras que l’avenir es, al contrario, aquello imprevisible que sucederá y que nos golpea- rá reconfigurando nuestro mundo (2013, p. 58). debatir la sociología.indd 28debatir la sociología.indd 28 7/22/20 09:427/22/20 09:42 Derechos reservados Las ciencias sociales frente al acontecimiento 29 de un mundo. Un acontecimiento es la creación de nuevas posibilidades. Se si- túa no simplemente al nivel de los posibles objetivos, sino al nivel de la posibi- lidad de los posibles. Esto podemos también decirlo así: en relación con una situación o un mundo, un acontecimiento abre la posibilidad de lo que, desde el estricto punto de vista de esa situación o de la legalidad de ese mundo, es propiamente imposible (Badiou, 2009, p. 191; Leveque, 2011, p. 87). A diferencia de los hechos, el acontecimiento no se inscribe en el mundo y lejos de ser explicado por el mundo, el acontecimiento abre nuevos mun- dos (Romano, 1998, p. 56; Vinolo, 2013, p. 57). Mientras que los hechos son explicados por un contexto que les precede, “todo aquello que podemos sa- ber del mundo, no nos dice nada sobre el acontecimiento pues el aconte- cimiento no conoce un contexto previo. Por supuesto, ocurre siempre en el mundo y por consiguiente en un contexto, pero este último no nos dice nada sobre él” (Vinolo, 2013, p. 57). El acontecimiento, en su sentido acontecial, es en efecto aquello que ilu- mina su propio contexto y no recibe en lo absoluto su sentido de él: no es la consecuencia explicable a partir de los posibles preexistentes. Por el contra- rio, el acontecimiento reconfigura los posibles que lo preceden y significa para el adveniente, el advenimiento de un mundo nuevo (Romano, 1998, p. 55; Vi- nolo, 2013, p. 56). El acontecimiento, queda claro, no es un hecho y, por lo tanto, no es ex- plicable a partir de sus causas ni comprensible a la luz de su contexto explica- tivo. El acontecimiento es aquello que acaece y que cambia tanto el sentido como la experiencia del mundo que le precede. Por consiguiente, el aconteci- miento se entiende mejor a la luz de aquello que hace posible y no en función de aquello que lo hizo posible. El tiempo modal del acontecimiento no es ni el presente ni el futuro, sino el pasado. El acontecimiento solo existe en el pasado y no podemos más que hacer una lectura retrospectiva de él, pues aquello que hizo posi- ble, los mundos posibles que abrió, únicamente puede comprenderse en retrospectiva. La hermenéutica del acontecimiento El acontecimiento remite a un punto de torsión, de ruptura, de quiebre “sin garantías ontológicas ni sostén alguno en la cadena causal, que excede a sus causas y cuyo espacio separa (o más concretamente anula) la contigüidad debatir la sociología.indd 29debatir la sociología.indd 29 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México 30 Ligia Tavera Fenollosa entre causa y efecto” (Fernández, 2016, p. 18). Como lo señalara Claude Ro- mano, aunque no están completamente exentos de causación antecedente, sus “causas no los explican, o bien, si los ‘explican’, solo y siempre dan ra- zón del hecho y no del acontecimiento en su sentido acontecial” (Romano citado en Tavera, 2019). El acontecimiento es un fenómeno de orden hermenéutico en un do- ble sentido: “no sólo exige ser comprendido (y no explicado por sus causas), sino que es él mismo fuente de sentido (source de sens)” (Quéré, 2006, p. 188). El acontecimiento, nos recuerda el sociólogo Louis Quéré, posee un poder de revelación o de develación que da lugar a un nuevo tipo de comprensión, una comprensión del mundo a partir del acontecimiento, que pone de mani- fiesto el poderhermenéutico de la ruptura que introduce. De suerte que “el acontecimiento manifiesta algo de su propio pasado y de su propio contexto que sin él habría quedado oculto” (Quéré, 2006, p. 192). En consecuencia, el análisis acontecial se interesa menos por los ante- cedentes de los acontecimientos o por sus causas que por su interpretación. “Pasamos así de un esquema de explicación causal en el que el evento se in- terpreta en su sentido ascendente —por sus causas— a una interpretación descendente de carácter hermenéutico en el que el evento se interpreta por sus huellas” (Tavera, 2019, p. 164). Ahora bien, no se trata de una “hermenéutica de los símbolos”, ya que los rastros que dejan los acontecimientos no son ni simples efectos, ni sim- ples signos, sino de una “hermenéutica de las huellas” o en términos de Claude Romano de una hermenéutica évenémential, en tanto que el aconte- cimiento es en sí mismo una huella significante y su realidad es indisolu- ble de su interpretación (Romano, 1999, p. 198; Greisch, 2014, p. 49; Dosse, 2010, p. 19). Dos aspectos interesa resaltar aquí. Por un lado, aunque la realidad del acontecimiento es indisoluble de su interpretación, para Romano el acontecimiento “trae consigo el horizonte de posibilidades interpretati- vas a la luz de las cuales se dibuja y decide su significado” (Romano, 1999, p. 162; Greisch, 2014, p. 48). El acontecimiento es, en ese sentido, “el ori- gen del sentido del mundo tal y como surge después del acontecimiento y con el acontecimiento” (Romano, 1998, p. 83; Greisch, 2014, p. 50). Por otra parte, tal y como lo señala Dosse, el acontecimiento es como el Fénix que nunca desaparece verdaderamente, pues al dejar múltiples huellas “retor- na sin detener la interpretación de su presencia espectral con los aconte- cimientos ulteriores, provocando configuraciones cada vez más inéditas” (Dosse, 2010, p. 20). debatir la sociología.indd 30debatir la sociología.indd 30 7/22/20 09:427/22/20 09:42 Derechos reservados Las ciencias sociales frente al acontecimiento 31 Acontecimiento y sujeto El acontecimiento solo puede ser calificado como tal de manera retros- pectiva por una “intervención interpretante”. Dos cosas son importantes de mencionar con respecto a este punto. La primera es que la necesidad de una intervención interpretante le otorga al acontecimiento cierta fragilidad. La fragilidad del acontecimiento radica en la sospecha de que no ha suce- dido nada, excepto la ilusión de novedad. Así, el acontecimiento corre el riesgo de ser anulado, ignorado o negado. La segunda es que, como hemos señalado anteriormente, el acontecimiento es indecible en relación con el conocimiento existente, por lo que su reconocimiento es un acto que perte- nece más al mundo de la militancia y el activismo que al del conocimiento y la ciencia. Frente al acontecimiento, nos dice Badiou, existen tres posibles posi- cionamientos: la fidelidad, el ocultamiento y la negación. Cada uno de ellos da lugar a tres diferentes sujetos intervinientes: el sujeto fiel, el sujeto oscu- ro y el sujeto reaccionario. El sujeto fiel acepta desplegar las posibilidades abiertas por el acontecimiento. El sujeto oscuro, por el contrario, rechaza esas mismas posibilidades y se adhiere al mundo anterior al acontecimiento, mientras que el sujeto reaccionario lo niega y se comporta como si el acon- tecimiento nunca hubiese tenido lugar. El sujeto fiel es aquel que apuesta por la existencia del acontecimiento y, habiendo decidido seguir sus consecuencias, afirma “algo realmente ha su- cedido” entonces se pregunta “¿qué debo hacer para permanecer fiel a lo que ha sucedido?4 El sujeto oscuro reconoce que algo ha realmente sucedido, pero coloca su fidelidad en el mundo preexistente al acontecimiento y por tanto se pregunta ¿qué debo hacer para permanecer fiel al mundo anterior al acontecimiento? El sujeto reaccionario niega que algo haya realmente suce- dido y por tanto no se plantea pregunta alguna. El sujeto interviniente no es un simple observador del acontecimiento, pues sin la intervención de quien admite que, “justo aquí en este lugar, algo hasta ahora sin nombre ocurrió real y verdaderamente” el carácter aconte- cimental del acontecimiento se desvanece. Entonces, tal y como lo seña- la Žižek, no hay “ninguna mirada cognitiva neutral que pueda discernir el 4 La cuestión para el sujeto fiel es preguntarse: ¿“qué pintar si el cubismo es una nueva forma y no una impostura”; “cómo actuar si 1789 es una revolución y no un desorden”, “cómo cambiar nuestra vida juntos si este proceso es un encuentro amoroso y no una aventura?” (Meillassoux, 2011, p. 3). debatir la sociología.indd 31debatir la sociología.indd 31 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México 32 Ligia Tavera Fenollosa acontecimiento de sus efectos: desde siempre hay una decisión implícita (Ži- žek, 2001, p. 147, citado en Fernández, 2016, p. 18). Por otra parte, dado que, como hemos señalado anteriormente, el acon- tecimiento es indecible en relación con el conocimiento existente, su reco- nocimiento e interpretación son un acto de militancia más que una actividad intelectual, al punto de que Badiou define al militante como un “centinela del vacío al que instruye el acontecimiento”. Es por ello que “el ser frágil del evento, por lo tanto, se mantiene en una huella que solo un discurso militan- te, y no un erudito, puede extraer”. Existe para Badiou un cuarto tipo de sujeto, aquel que surge con el acon- tecimiento. Se trata en este caso del acontecimiento que produce un ser que hasta entonces era inexistente. Es decir, un ser cuya existencia había sido profundamente negada por la situación.5 Para Badiou el acontecimiento que trae a la existencia aquello inexistente —en el sentido badiouano— en la si- tuación, es el acontecimiento de máxima intensidad, aquel que obliga a re- considerar retrospectivamente toda la historia de sus predecesores: Es la resurrección de Cristo, la toma de la Bastilla, la insurrección de Octubre, o también, el outing de los sans papiers que se salen de su condición de víctimas clandestinas para convertirse en actores; el de los desocupados que salen del rango de la estadística para volverse sujetos de resistencia; el de los enfermos que no se resignan a ser simples pacientes sino se proponen pensar y actuar su propia enfermedad (Bensaid, 2004 [s.p.]). Conviene recordar aquí, junto con Louis Quéré, que el acontecimien- to se inscribe tanto en el orden hermenéutico como en el de la experiencia. El acontecimiento da lugar a experiencias que son fuentes de identidad para aquellos a quienes les acontece. “Abriendo un horizonte de sentido y aportando con él posibilidades interpretativas, el acontecimiento permite a quien se encuentra expuesto a él, descubrir algo de sí mismo y de su si- tuación y profundizar en la comprensión de sí mismo y del mundo” (Quéré, 2006, p. 202). 5 Badiou distingue entre el multiple-being del ser el cual es eternamente presente, inmóvil e invariable y su aparición en múltiples mundos diferentes. Badiou llama existencia a la intensidad del ser en un mundo particular. A diferencia del ser, la existencia admite una in- finidad de variaciones entre un mundo y otro. Para Badiou el ser aparece con diferentes intensidades en diferentes mundos. Así, el mismo ser puede existir con gran fuerza en un mundo y ser prácticamente inexistente en otro (véase Meillassoux, 2011, p. 8). debatir la sociología.indd 32debatir la sociología.indd 32 7/22/20 09:427/22/20 09:42 Derechos reservados Las ciencias sociales frente al acontecimiento 33 La experiencia del acontecimiento Las cosas “son lo que son”, mientras que los acontecimientos “nos hacen re- accionar”. Los “tomamos a pecho” y “nos hacen reflexionar, incluso si desa- fían nuestro poder de entendimiento y ponen a prueba nuestra inteligencia en términosde leyes, reglas y orden” (Greisch, 2014, p. 45). Más aún, tal y como señala Louis Quéré, “el acontecimiento provoca una experiencia”, a tal punto que puede convertirse en referente dentro de una trayectoria de vida, individual o colectiva, por el tipo de ruptura —en la temporalidad y en la in- teligibilidad— que introduce (Quéré, 2006, p. 199). Las ciencias sociales no han evaluado con seriedad el lugar de los acon- tecimientos en la estructuración de la experiencia tanto individual como co- lectiva. Al decir de Quéré son tres las principales razones que explican esta situación: el énfasis en el sujeto como agente, el principio de causalidad y la atribución subjetiva de sentido. En su opinión, las ciencias sociales descuidan con demasiada frecuencia el hecho de que la experiencia es un compuesto de actuar y de padecer (agir et pâtir) y se centran fundamentalmente en los sujetos y sus motivaciones para la acción en detrimento de la dimensión del sufrimiento. En consecuencia, frecuentemente desconocen el hecho de que los agentes se ven afectados por los eventos y por los cambios que ocurren, en el curso mismo de la ac- ción, en su situación y en el entorno. Una segunda razón es que las ciencias sociales han entendido el even- to principalmente bajo la categoría de hecho y le aplican de manera pri- vilegiada el esquema de causalidad. Una tercera razón es que, cuando se trata de situar el evento en el orden de los significados, razonan espontá- neamente en términos de la atribución de sentido por parte de los sujetos, y hacen de estos sujetos la fuente del sentido y la medida de los aconteci- mientos (Quéré, 2006, pp. 186-187). Es la condición de “pasibilidad” de los sujetos entendida como su sus- ceptibilidad a ser tocados, afectados, perturbados o conmovidos por lo que sucede, la que hace de la confrontación a los acontecimientos una experien- cia. La discontinuidad o ruptura que introduce el acontecimiento provoca sorpresa y, por tanto, emociones. Lo anterior implica que la “individualidad del acontecimiento” está de- terminada también por las reacciones, respuestas y, en un sentido más am- plio, por las experiencias que suscita. El acontecimiento entra al ámbito de la experiencia como término de una transacción. El poder hermenéutico del acontecimiento se manifiesta debatir la sociología.indd 33debatir la sociología.indd 33 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México 34 Ligia Tavera Fenollosa en una transacción inmediata con su realidad: “El acontecimiento y aquel a quien acontece son ambos cosas que “devienen” en el marco de una transac- ción, aunque su “devenir” sea muy diferente” (Quéré, 2006, p. 201).6 Acontecimiento y estructura Esta breve cartografía conceptual estaría incompleta si no incorporáramos una breve discusión en torno a la relación entre acontecimiento y estructura, retomada de la historiografía francesa contemporánea. La insatisfacción con la hegemonía de la historia estructural, que en Francia se identificaba con la Escuela de los Annales, abre paso a la revalora- ción del acontecimiento como categoría analítica. Sin embargo, la noción de acontecimiento que retorna no es la de la histoire événementielle criticada por los Annales (Ricoeur, 1992; Dosse, 2013). El acontecimiento puramente descrip- tivo “infrasignificativo” de la tradición positivista es sustituido por un acon- tecimiento “sobresignificativo” (Trebitsch, 1998, p. 33) y la oposición entre explicaciones profundas de carácter estructural y la concepción simplificada de la historia, que tiende a eliminar la causalidad estructural del devenir his- tórico, remplazándola por la simple filiación y seriación de los acontecimien- tos, se desdibuja dando paso a nuevas relaciones entre evento y estructura (Tavera, 2019, p. 163). Mientras que desde la histoire événementielle las nociones de estructura y acontecimiento eran consideradas como opuestas, en la nueva historia aconte cial han dejado de ser mutuamente excluyentes para convertirse en conceptos analíticamente interdependientes, al grado de que es justamente el carácter estructurado de la vida social el que hace posible el reconocimien- to de un acontecimiento (Morin, 1972; Koselleck, 1990; Ricoeur, 1992). En su regreso, “el acontecimiento aparece como el componente creador, como la contraparte necesaria en la pareja estructura-acontecimiento” (Ricoeur, 1992, p. 29). Una reflexión similar la encontramos en la obra del filósofo Alain Ba- diou para quien la noción de acontecimiento es inseparable de la noción de situación o “estado de la situación”. Esta noción, como el resto de la obra de Badiou tiene como sustrato una ontología de lo social que se basa en las matemáticas, particularmente en la teoría de conjuntos de Georg Cantor. Se- 6 En este sentido, contrariamente a lo que sostiene Paul Ricoeur, el poder hermenéutico del acontecimiento no pasa necesariamente por su relato o su “puesta en intriga”. debatir la sociología.indd 34debatir la sociología.indd 34 7/22/20 09:427/22/20 09:42 Derechos reservados Las ciencias sociales frente al acontecimiento 35 gún la teoría de conjuntos, existe siempre un “exceso de subconjuntos” es decir, formas de ordenar los elementos. Este exceso es anárquico y peligroso y requiere ser controlado. Para ello todas las situaciones se estructuran dos veces. Los elementos de un conjunto se estructuran primero por algún proce- dimiento de conteo, pero cada estructura es a su vez “re-presentada” por una metaestructura a la que Badiou llama “el estado de la situación”. El “Estado” o “estado de la situación” es el sistema de las coacciones que limitan precisamente la posibilidad de los posibles. Se dirá del mismo modo que el Estado preescribe lo que, en una situación dada, es lo imposible den- tro de esa situación, a partir de la preescripción formal de lo que es posible. El Estado es siempre la finitud de la posibilidad, y el acontecimiento, su infi- nitización (Leveque, 2011, p. 88). De tal suerte que el evento se analiza en pareja, en su relación, en la dis- posición con una situación. Pero, a diferencia de la propuesta narrativista del acontecimiento (cfr. Ricoeur), Badiou propone invertir la perspectiva y en lu- gar de orientar los esfuerzos de conceptualización hacia la estructura señala que es el acontecimiento el que debe ser pensado primero, pues no existe un sitio acontecial en sí mismo. Es en relación a un “estado de la situación” que un conjunto de elementos se constituye en un sitio (site) y es justamente el acontecimiento el que da lugar al primero (Boisset, 2016, p. 63). Consideraciones finales Como concepto, el acontecimiento exhibe dos cualidades epistemológicas notables. Por una parte, su longevidad en la historia de las ideas y, por la otra, su anarquía conceptual. La primera le confiere una riqueza histórica y una crí- tica matizada y diversa, mientras que la segunda, lejos de convertirlo en un caballo de Troya disciplinario de un discurso particular en el espacio crítico, es una llave de entrada a otras disciplinas como la filosofía o la historiografía. ¿Cuáles son las posibles contribuciones de las reflexiones y los aportes teóricos presentados en esta breve cartografía —y, por ello, obligadamente, simplificada y parcial— sobre la noción de acontecimiento, tal y como ha sido recuperada recientemente en Francia, a la comprensión de la acción so- cial, el sujeto y el cambio social? ¿Puede un concepto “fuerte” de aconteci- miento ayudarnos a comprender mejor el mundo en el que vivimos? A continuación apuntaré de manera casi telegráfica, y a modo de es- bozo, algunas de las posibles contribuciones de una sociología que tome en serio la noción de acontecimiento: una perspectiva acontecial de los debatir la sociología.indd 35debatir la sociología.indd 35 7/22/20 09:427/22/20 09:42 © Flacso México 36 Ligia TaveraFenollosa fenómenos sociales, es decir una mirada de lo social centrada en la noción de acontecimiento invita a considerar seriamente la dimensión impredeci- ble, contingente y novedosa de la acción, —una realidad constante e inevi- table a la que individuos y colectividades se enfrentan día con día—, una realidad idónea para pensar la acción social. En términos del sujeto, esta misma perspectiva permite recuperar den- tro del análisis sociológico la condición de “pasibilidad” —que no de pa- sividad— de los sujetos entendida, como señalé líneas arriba, como su susceptibilidad a ser tocados, afectados, perturbados o conmovidos por lo que sucede en el mundo que les rodea. Adicionalmente, permite, a través de la noción de acontecimiento ampliar nuestra mirada sobre los proce- sos de subjetivación. Lo anterior, sin desconocer la centralidad del sujeto como “intervención interpretante” y sin cualquier monismo metodológico que postule la primacía de la estructura, el sistema o la sociedad sobre el agente, actor o individuo, o viceversa Finalmente, la noción de acontecimiento presentada en este trabajo nos brinda herramientas que nos ayudan a formular una teoría sociológica más atenta a la forma de producirse los cambios en la historia y en la política. Referencias Abbott, A. (1992). From causes to events: Notes on narrative positivism. 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