Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
MEDICINA INTERNA PARA INTERNISTAS EL INTERNISTA Editores Manuel Ramiro H Alberto Lifshitz G José Halabe Cherem Alberto C Frati Munari Coeditores María Guadalupe Castro Martínez Ricardo Juárez Ocaña Alberto F. Rubio Guerra Olga Lidia Vera Lastra Asisclo de Jesús Villagómez Ortíz Tomo 7 El IntErnIsta. MEdIcIna IntErna para IntErnIstas cuarta edición, 2013 prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio, sin autorización escrita del editor. derechos reservados © 2013 Manuel ramiro H.-Edición y Farmacia José Martí 55, col. Escandón, 11800 Miguel Hidalgo, ciudad de México. www.nietoeditores.com.mx www.revistasmedicasmexicanas.com.mx IsBn: 978-607-7548-33-1 Coordinación editorial y corrección ortotipográfica: Arturo A. Peña Diseño y formación: Elidé Morales del Río Este libro se terminó de imprimir en agosto del 2013 en ARTGRAPH. Av. Peñuelas No. 15-D, Col. San Pedrito Peñuelas, C.P. 76148, Querétaro, Qro., México. Teléfono: (442) 220-8969. NOTA debido a que la medicina es una ciencia en desarrollo constante, a medida que surjan nuevos conocimientos se requerirán cambios terapéuticos. Los autores y editores de esta obra se han esforzado para que los cuadros referentes a la dosificación medicamentosa sean precisos y coincidan con lo establecido en la fecha de publicación. Sin embargo, ante los posibles errores humanos y cambios en la medicina, ni los editores ni cualquier otra persona que haya participado en la elaboración de este libro garantizan que la in- formación contenida en ella sea precisa o completa, tampoco son responsables de errores u omisiones, ni de los resultados que con dicha información se obtengan. Por lo tanto, convendría recurrir a otras fuentes de información, sobre todo, deberá consultarse la hoja informativa que se adjunta con cada medicamento. Lo anterior es particularmente importante con respecto a fármacos nuevos o de prescripción no frecuente. Contenido SeCCión Xi ......................................................................................... 1045 enfermedades del sistema nervioso Director de área Manuel Ramiro H. MEDICINA INTERNA PARA INTERNISTAS EL INTERNISTA Tomo 7 165. Cefalea 1047 Yolanda Téllez PaTiño 166. Migraña 1049 Yolanda Téllez PaTiño 167. Cefalea tensional 1053 VícTor Hugo olmedo cancHola, JaVier VillagroY 168. Cefaleas secundarias 1056 VícTor Hugo olmedo cancHola, JaVier VillagroY 169. Síncope 1062 manuel ramiro H., Paola guerrero maYares 170. Vértigo 1066 manuel ramiro H., ricardo Juárez ocaña 171. Disfasia y afasia 1069 HécTor manuel gonzález sanToYo 172. Parálisis facial 1072 eloY medina ruiz 173. Hipertensión intracraneal 1075 miguel a. arreola PereYra, manuel ramiro H. 174. Trastornos de la memoria 1079 VícTor a. de la garza esTrada, ana PaTricia rodríguez zulueTa 175. Estupor y coma 1085 elVira g. alexánderson rosas, alfredo israel serVín caamaño 176. Encefalopatía tóxico-metabólica 1089 elVira g. alexánderson rosas, oscar rosaldo abundis, Julio maYorga camargo Sección Xi enfermedades del sistema nervioso Director de área Manuel Ramiro H. 177. Úlceras por decúbito 1095 manuel ramiro H., ricardo Juárez ocaña 178. Enfermedad de Parkinson 1097 VícTor a. de la garza esTrada, maría micaela marTínez balbuena luz odeTTe Villegas PicHardo 179. Esclerosis múltiple 1116 VicTor Huggo córdoVa Pluma 180. Esclerosis lateral amiotrófica 1122 VícTor Huggo córdoVa Pluma 181. Mielitis 1125 Paola guerrero maYares, manuel ramiro H. 182. Miastenia grave 1128 asisclo de J. Villagómez orTiz manuel ramiro H. 183. Demencia 1132 ocTaVio curiel Hernández, maribel sáncHez PomPa, ismael aYala Hernández 184. Convulsiones 1144 manuel ramiro H., Yolanda Téllez PaTiño 185. Neoplasias del sistema nervioso central 1154 miguel ángel arreola PereYra, manuel ramiro H. 186. Tumores de la médula espinal 1164 Paola guerrero maYares, manuel ramiro H. 187. Traumatismo craneoencefálico 1167 asisclo de J. Villagómez orTiz, carlos liJTzain s. 188. Neuropatías 1174 asisclo de J. Villagómez orTiz 189. Síndrome de Guillain-Barré 1177 asisclo de J. Villagómez orTiz, manuel ramiro H. 190. Radiculopatías 1181 Hugo mendieTa zerón l., manuel ramiro H. 191. Enfermedades por priones. Encefalopatías espongiformes, demencias trasmisibles 1183 ocTaVio curiel Hernández 192. Enfermedad vascular cerebral 1187 manuel ramiro H., Pilar PrieTo seYfferT, José de Jesús sardiñas Hernández 1047 Cefalea < 165. cefalea Yolanda Téllez PaTiño EPIDEMIOLOGÍA Y CAUSAS Se estima que aproximadamente 75% de la población mundial sufre cefalea; sin embargo, sólo 5% de los pacientes solicita ayuda médica. El objetivo principal del médico que se en- cuentra ante un paciente con cefalea es determinar si ésta es de tipo primario o forma parte del cuadro clínico de alguna enfermedad. Habitualmente es un síntoma benigno, aunque en ocasiones es manifestación de algún padecimiento grave. La cefalea puede ser resultado de: 1) Distensión, tracción o dilatación de arterias intracerebrales o extracerebrales. 2) Tracción o desplazamiento de venas intracraneales grandes o de su envoltura dural. 3) Compresión, tracción o inflamación de pares craneales o nervios espinales. 4) Espasmo, inflamación o traumatismo de músculos craneales y cervicales. 5) Irritación meníngea y aumento de la presión intracraneal. 6) Perturbación de las proyecciones serotoninérgicas intracerebrales. CLASIFICACIÓN La cefalea puede clasificarse en dos grandes grupos: a) primaria, en la cual no es posible identificar una causa orgánica, y b) secundaria, que es la asociada con una variedad de causas orgánicas. Existe una clasificación elaborada por la International Headache Society (IHS) que pro- porciona una amplia posibilidad de precisión para establecer un diagnóstico (cuadro 165.1). DIAGNÓSTICO Es necesario conocer ciertas características de la cefalea ya que orientan a un diagnóstico más certero. Es importante conocer la edad de inicio; por ejemplo, la migraña aparece frecuen- temente entre la segunda y tercera décadas de la vida mientras que las cefaleas que inician tardíamente generalmente tienen causas orgánicas. La localización orienta hacia el sitio de origen en la mayoría de los casos; si se encuentra en una estructura extracraneal la correspon- dencia con el lugar del dolor es muy precisa, en tanto que las lesiones en senos paranasales, ojos y vértebras cervicales se manifiestan con un dolor menos localizado. Las alteraciones de la fosa posterior producen un dolor habitualmente posterior, mientras que las supratentoriales provocan más a menudo dolor frontotemporal. La intensidad de la cefalea rara vez tiene valor diagnóstico, ya que el paciente suele de- finir una crisis de migraña como el dolor de cabeza más intenso de su vida, en tanto que la producida por un tumor cerebral no es particularmente intensa. La duración es de gran utilidad ya que un aneurisma roto produce una cefalea instantánea, progresiva e intensa; las crisis de cefalea en racimos alcanzan de tres a cinco minutos, permanecen 45 minutos como máximo y posteriormente remiten, en tanto que los episodios de migraña aumentan a lo largo de las ho- ras y pueden mantenerse incluso días. Algunos signos y síntomas asociados deben tenerse en cuenta: aura, náusea, vómito, congestión nasal, anorexia, cambios en el hábito intestinal, entre otros, ya que estos pueden orientar igualmente al diagnóstico. Asimismo, debe considerarse la presencia o ausencia de afección neurológica como parestesias, afasia, diplopia, pérdida visual, vértigo o hemianopsia, ya que pueden vincularse con causas específicas. La exploración física debeincluir palpaciones minuciosas del cráneo, mandíbula y cuello, así como inspecciones detalladas de la cavidad oral y de los oídos. No debe faltar un examen cuidadoso del fondo del ojo. Deben realizarse pruebas para determinar el estado mental, así como agudezas visual y auditiva. Finalmente, se deben practicar evaluaciones cardiopulmo- nar y abdominal completas. El objetivo principal del médi- co que se encuentra ante un paciente con cefalea es deter- minar si ésta es de tipo primario o forma parte del cuadro clínico de alguna enfermedad. La intensidad de la cefalea rara vez tiene valor diagnóstico, ya que el paciente suele definir una crisis de migraña como el dolor de cabeza más intenso de su vida, en tanto que la produ- cida por un tumor cerebral no es particularmente intensa. 1048 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso Cuadro 165.1. clasificación de la cefalea Migraña Sin aura con aura: aura típica con migraña, aura típica con cefalea no migrañosa, aura típica sin cefalea Migraña familiar hemipléjica Migraña hemipléjica esporádica Migraña basilar Síndromes periódicos infantiles Migraña retiniana complicaciones de migraña Posible migraña Cefalea tensional episódica crónica Que no reúne criterios Cefalea en racimos y hemicraneana crónica paroxística cefalea en racimos Hemicraneana paroxística crónica Que no reúne criterios Formas varias no asociadas con lesión estructural idiopática Por compresión externa Por estímulo frío cefalea benigna al toser Benigna de esfuerzo Asociada a la actividad sexual Cefalea relacionada con traumatismo craneal Postraumática aguda Postraumática crónica Cefalea relacionada con padecimientos vasculares isquemia cerebrovascular aguda Hematoma intracraneal Hemorragia subaracnoidea Malformación vascular no rota Arteritis Dolor de la arteria carótida o vertebral Trombosis venosa Hipertensión arterial Asociada con otras alteraciones Cefalea relacionada con padecimientos no vasculares Hipertensión intracraneal Hipotensión intracraneal infección intracraneal Sarcoidosis Punción intratecal neoplasias intracraneales Asociada con otros padecimientos Cefalea relacionada con el uso de sustancias inducida por el uso o exposición aguda inducida por el uso o exposición crónica Por suspensión aguda de sustancias Por suspensión crónica de sustancias Asociada con sustancias de acción no conocida Cefalea relacionada con infección no encefálica Viral Bacteriana Relacionada con otro tipo de infección Cefalea relacionada con trastornos metabólicos Hipoxia Hipercapnia Hipoxia e hipercapnia Hipoglucemia Procedimientos de diálisis Relacionada con otras alteraciones metabólicas Cefalea o dolor facial relacionado con alteraciones del cráneo, cuello, ojos, oídos, nariz, senos paranasales, boca, dientes y otras estructuras craneales Huesos del cráneo cuello Ojos Oídos nariz y senos paranasales Mandíbula, dientes y estructuras afines Articulación temporomandibular Neuralgias, dolor del tronco nervioso neuralgia persistente neuralgia del trigémino neuralgia del glosofaríngeo neuralgia del nervio intermedio neuralgia occipital neuralgia del laríngeo superior De causas centrales Cefalea no clasificable AUXILIARES PARA EL DIAGNÓSTICO Los estudios de laboratorio aportan información mínima. En contraste, los estudios de gabine- te son capaces de auxiliar ampliamente en la búsqueda del tipo de cefalea y su causa. La tomografía axial computada de cráneo está indicada para descartar lesiones estructu- rales como tumores, abscesos, hidrocefalia o hemorragia. Esto es particularmente importan- te cuando se presenten síntomas neurológicos o alteraciones mentales asociadas con cefalea persistente o recurrente y cuyo tratamiento con analgésicos comunes no ha sido eficaz. La resonancia magnética nuclear se solicita cuando se sospecha lesión del tallo cerebral o de la unión occipitocervical, para visualizar la región hipofisaria, tratándose de padecimientos desmielinizantes o para evaluar la región retrofaríngea y facial; ya que en estos niveles la 1049 Migraña < resolución de este estudio es mayor en comparación con la que se obtiene a través de una tomografía computada de cráneo. La punción lumbar debe realizarse en presencia de signos y síntomas que sugieran in- fección del sistema nervioso central, cuando se sospeche de hemorragia o existan datos que sugieran aumento de la presión intracraneal. El electroencefalograma es importante cuando hay cambios continuos o periódicos del estado mental; por ejemplo confusión, déficit en la memoria y cambios en la personalidad. Otros estudios que se recomiendan, aunque no en forma rutinaria, son: arteriografía ca- rotídea cuando exista sospecha fuerte de aneurisma, vasculitis, enfermedad vascular cerebral u otro trastorno que deba evaluarse mediante el estudio de la circulación cervical y cerebral; ecografía, que debe indicarse en los casos en que la cefalea se acompañe de eventos neuroló- gicos periódicos y cuando se considere necesario conocer el flujo sanguíneo carotídeo. Finalmente, se recomienda realizar potenciales evocados, sensoriales, auditivos y visua- les, cuando la cefalea se acompañe de alteraciones neurológicas como en el síndrome de poscontusión cerebral, cefalea con déficit visual significativo y en aquella que se asocie con síntomas sensoriales. TRATAMIENTO El tratamiento incluye una amplia gama de medicamentos que deberán seleccionarse una vez que se tenga el diagnóstico de certeza. Sin embargo, es importante utilizar medicamentos sin- tomáticos que incluyen antiinflamatorios no esteroides desde el inicio, sobre todo cuando las crisis sean frecuentes o incapacitantes. LECTURAS RECOMENDADAS • Headache. Classification Subcommittee of the International Headache Society. The International Classification of Headache Disorders: 2nd edition. Cephalalgia 2004;24(Suppl 1):9-160. • Rasmussen BK. Epidemiology of headache. Cephalalgia 2001;21(7):774-7. 166. Migraña Yolanda Téllez PaTiño DEFINICIÓN Es una cefalea primaria, episódica y típicamente unilateral, asociada con disfunción neuroló- gica, autonómica y gastrointestinal. Alterna con intervalos libres de dolor y casi siempre es provocada por estímulos estereotipados. DATOS EPIDEMIOLÓGICOS La migraña tiene prevalencia muy alta que afecta a individuos en edad productiva. Se consi- dera que su incidencia más alta se ubica en personas entre 25 y 55 años de edad; afecta a más de 17% de las mujeres y a 6% de los varones, con una relación de 3:1. Se estima que aproximadamente 23 millones de personas sufren migraña en Estados Uni- dos y, de éstas, 11 millones tienen incapacidad para el trabajo relacionada directamente con las crisis de migraña. Por todo lo anterior es imperante efectuar un diagnóstico oportuno y establecer un tratamiento adecuado. FISIOPATOLOGÍA Desde 1930 Graham y Wolff realizaron estudios encaminados a explorar las características vasculares del padecimiento. Demostraron que la administración de ergotamina reducía la La migraña tiene prevalencia muy alta que afecta a indivi- duos en edad productiva. Se considera que su incidencia más alta se ubica en personas entre 25 y 55 años de edad. Es importante utilizar medi- camentos sintomáticos que incluyen antiinflamatorios no esteroides desde el inicio, sobre todo cuando las cefaleas sean frecuentes o incapacitantes. 1050 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso amplitud de la pulsación de la arteria temporal y que este efecto a menudo, pero no constan- temente, se asociaba con una reducción de la intensidad del dolor. En estudios posteriores se recabaron resultados similares y en la actualidad se acepta que la patogenia de la migraña puede dividirse en tres partes: la primera es la generación cerebral; la segunda puede definirsecomo la activación vasomotora en la que las arterias, tanto de adentro como fuera del cere- bro, pueden contraerse o dilatarse; la tercera es la activación de las células del núcleo caudal trigeminal y la posterior liberación de neuropéptidos vasoactivos, incluida la sustancia P y el péptido gen relacionado de calcitonina en las terminaciones vasculares del nervio trigémino. Esta última fase proporciona un mecanismo razonable de inflamación de tejidos blandos y del dolor a la presión de los vasos que acompañan a las crisis de migraña. CLASIFICACIÓN La International Headache Society realizó una revisión de los criterios de diagnóstico de crisis de migraña en 2002 y en 2003 publicó la nueva clasificación basada en el consenso de expertos y en estudios clínicos y epidemiológicos. Esta clasificación, a diferencia de la anterior, incluye un nuevo subtipo denominado migraña crónica con criterios específicos de diagnóstico. En el cuadro 166.1 se muestra la clasificación actual de migraña, en tanto que en los cuadros 166.2-4 se enumeran los criterios para la migraña sin aura, con aura y crónica, respectivamente. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Desde la década de los 80 del siglo pasado se estableció que durante el episodio de migraña es posible identificar cinco fases que comprenden: pródromo, aura, cefalea, término de la cefalea y posdromo. El pródromo ocurre en aproximadamente 60% de los episodios de migraña, a menudo horas o incluso días antes de la instalación de la cefalea; incluye síntomas neurológicos como fotopsia, fonofobia e hipersomnia, psicológicos tales como depresión, irritabilidad, euforia, fatiga y somnolencia. Existen también síntomas de tipo constitucional que incluyen tortícolis, sed, poliuria, anorexia, diarrea o estreñimiento y retención de líquidos. Posteriormente, en cerca de 20% de los individuos que sufren migraña se presenta aura, que consiste en síntomas neurológicos focales que se presentan en el curso de cinco a 20 minu- tos y se caracterizan por fenómenos visuales, sensitivos o motores; también pueden afectar las funciones del tallo cerebral y al lenguaje. El aura más común es de tipo visual y se caracteriza por la presentación de un anillo de luces centelleantes de distribución hemianóptica que puede extenderse hasta afectar todo el campo visual. El adormecimiento y la sensación de hormigueo Cuadro 166.1. clasificación de la migraña Migraña sin aura Migraña con aura Aura típica con migraña Aura típica con cefalea no migrañosa Aura típica sin cefalea Migraña familiar hemipléjica Migraña hemipléjica esporádica Migraña basilar Síndromes periódicos infantiles Migraña retiniana Complicaciones de migraña Migraña crónica estado migrañoso Aura persistente sin infarto infarto migrañoso Migraña que desencadena crisis convulsivas Probable migraña La patogenia de la migraña puede dividirse en tres partes: la primera es la generación cerebral; la segunda puede definirse como la activación vasomotora en la que las arterias, tanto de adentro como fuera del cerebro, pueden contraerse o dilatarse; la tercera es la activación de las células del núcleo caudal trigeminal y la posterior liberación de neuropéptidos vasoactivos. El pródromo ocurre en aproxima- damente 60% de los episodios de migraña, a menudo horas o incluso días antes de la instalación de la cefalea; incluye síntomas neurológicos como fotopsia, fono- fobia e hipersomnia, psicológicos tales como depresión, irritabilidad, euforia, fatiga y somnolencia. 1051 Migraña < Cuadro 166.2. criterios para el diagnóstico de la migraña sin aura Cuadro 166.3. criterios para el diagnóstico de la migraña con aura A. Por lo menos cinco episodios que reúnan los requisitos de los incisos B, C y D B. Cefalea en las últimas 4 a 72 horas, sin tratamiento o con tratamiento sin éxito C. Cefalea con dos de las siguientes características cuando menos: • Localización unilateral • Tipo punzante • intensidad moderada a grave, que limite o impida las actividades cotidianas • Que se incremente con la actividad física tal como subir escaleras D. Que se acompañe de cuando menos una de las siguien- tes características: • náusea • Vómito • Fotofobia • Fonofobia E. Cuando menos una de las siguientes: • Que el interrogatorio, el examen físico y la exploración neurológica no sugieran otra enfermedad • Que el interrogatorio, el examen físico y la exploración neurológica sugieran una enfermedad semejante pero que no reúnan el resto de las características • Que exista un trastorno subyacente, pero que el episodio de cefalea no ocurra en relación con éste A. Por lo menos dos episodios que deben reunir las características del inciso B B. Por lo menos tres de las siguientes características: • Que uno a más de los síntomas del aura sean completamente reversibles, indicando disfunción focal cortical o del tallo • Que por lo menos un síntoma del aura aparezca gradualmente en un lapso no mayor de cuatro minutos y el resto ocurra en sucesión • ningún síntoma de aura será mayor de 60 min • La cefalea prosigue al aura, con un intervalo menor de 60 min, pero en general ocurre simultáneamente C. Por lo menos una de las siguientes características: • Que el interrogatorio, el examen físico y la exploración neurológica no sugieran otra enfermedad • Que el interrogatorio, el examen físico y la exploración neurológica sugieran una enfermedad semejante, pero que no reúnan el resto de las características • Que exista una enfermedad subyacente, pero que el episodio de cefalea no ocurra en relación con ésta Cuadro 166.4. criterios para el diagnóstico de la migraña crónica A. Frecuencia igual o mayor a 15 días por mes, durante los tres últimos meses B. cuando menos dos episodios deben reunir los criterios para migraña sin aura c. no atribuible a otra enfermedad de un lado de la cara con extensión al brazo y mano ipsilaterales es el fenómeno somatosenso- rial más común que manifiesta aura. Puede ocurrir hemiparesia y, si el hemisferio dominante es el afectado, se puede encontrar afasia o disfasia. La fase de cefalea se caracteriza por ser unilateral, de instalación gradual, de carácter punzante hasta en 85% de los casos; aún cuando 40% de los pacientes refiere cefalea bilateral de inicio. La intensidad del dolor es variable; sin embargo, la mayoría refiere límites de dolor de 5 o más en una escala de 0 a 10. Generalmente el dolor aumenta con los movimientos de la cabeza o con la actividad física. Puede presentarse a cualquier hora del día pero ocurre con mayor frecuencia al levantarse por la mañana. La duración aproximada en los adultos va de 4 a 72 horas. La cefalea por migraña invariablemente se acompaña de otros síntomas. En 90% de los pacientes ocurre náusea y 33% de los pacientes refiere vómito. Otros síntomas sistémicos incluyen visión borrosa, congestión nasal, anorexia, tenesmo vesical, diarrea, có- licos abdominales, poliuria, sensación de frío y transpiración aumentada. Algunos pacientes experimentan hiperexcitabilidad sensorial manifestada por fotofobia, fonofobia y osmofobia. Puede presentarse edema localizado en el cuero cabelludo, cara y regiones periorbitarias. También son comunes la disminución en la capacidad de concentración, depresión, fatiga, ansiedad, nerviosismo e irritabilidad. Las dos últimas fases de la migraña, término de la cefalea y posdromo, se caracterizan por disminución del dolor y sensación de cansancio, indiferencia y malhumor, respectivamente. Otros pacientes tienen euforia en el posdromo.Con base en lo anterior, y apoyados en la clasificación de migraña de la International Headache Society, es posible llegar al diagnóstico en forma oportuna sin necesidad de em- plear auxiliares paraclínicos como radiografía de cráneo, electroencefalograma, tomografía Las dos últimas fases de la migraña, término de la cefalea y posdromo, se caracterizan por disminución del dolor y sensa- ción de cansancio, indiferencia y malhumor, respectivamen- te. Otros pacientes tienen euforia en el posdromo. 1052 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso axial computada o resonancia magnética de cráneo. Asimismo, el diagnóstico diferencial de la migraña es limitado, aunque debe tenerse en cuenta la cefalea ocasionada por tumores intra- craneales, la sinusitis aguda y el glaucoma, principalmente. TRATAMIENTO Un tratamiento eficaz depende de varios factores. En principio, el médico debe tener la certeza del diagnóstico, después se instruye al paciente para identificar los factores precipitantes en forma particular. Definitivamente, el empleo de fármacos continúa siendo la base del trata- miento antimigrañoso y la terapia farmacológica puede ser aguda (de tipo abortiva y sintomá- tica) o preventiva. El tratamiento del dolor agudo está encaminado a detener la progresión de las fases de la migraña; incluye analgésicos, antieméticos, ansiolíticos, antiinflamatorios no esteroides, ergotamina, corticosteroides, tranquilizantes mayores, narcóticos, agonistas selectivos de los receptores 5 hidroxitriptamina 1 (5HT1) y recientemente se han incluido fármacos que dis- minuyen la concentración de glutamato y refuerzan la acción del ácido gama-aminobutírico (GABA). La elección del tratamiento sintomático depende de la gravedad y frecuencia de la cefalea, del tipo de síntomas asociados, la presencia de algún padecimiento subyacente y la respuesta individual de cada paciente. La combinación de analgésico, antiemético y ansiolítico es exito- sa para el tratamiento agudo ya que se logra un efecto integral. Del grupo de los antiinflama- torios no esteroides la indometacina vía rectal y el ketorolaco vía intravenosa dan excelentes resultados en el tratamiento agudo. Los agonistas de receptores selectivos de 5HT1, denominados en forma genérica tripta- nos, han demostrado su eficacia para el control agudo de las crisis de migraña, administrados por vía subcutánea o sublingual. El inconveniente de estos fármacos es que están contrain- dicados en los casos de cardiopatía isquémica o angina de Prinzmetal concomitantes y en la migraña de tipo vertebrobasilar. Recientemente, el empleo de medicamentos anticonvulsivos que disminuyen la concen- tración de glutamato y refuerzan la acción de ácido gamma-aminobutírico (específicamente el topiramato) ha demostrado eficacia para el control del dolor agudo, lo cual se explica por el efecto que tiene sobre el glutamato que, como se sabe, es un neurotransmisor excitatorio, así como sobre el GABA, que es neurotransmisor inhibitorio. Cuando los medicamentos antes mencionados fallan o tienen alguna contraindicación pueden emplearse corticosteroides como prednisona o dexametasona pero su uso debe limi- tarse de uno a tres días por mes por sus efectos secundarios. PREVENCIÓN El tratamiento preventivo de la migraña debe considerarse bajo las siguientes circunstancias: a) cuando ocurren dos o más episodios por mes que incapacitan al enfermo durante tres días o más; b) cuando la medicación sintomática esté contraindicada o sea ineficaz y c) cuando el tratamiento sintomático se requiera más de dos veces por semana. Con este fin se incluyen bloqueadores beta-adrenérgicos, antagonistas de los canales de calcio, antidepresivos, antagonistas de serotonina y algunos anticonvulsivos. La elección debe individualizarse tomando en cuenta posibles enfermedades subyacentes. Los bloqueadores beta-adrenérgicos son el grupo de fármacos que se emplea más frecuen- temente como profiláctico, con una eficacia entre 60 y 80%. Son especialmente recomendados en pacientes con angina e hipertensión arterial concomitante. Del grupo de los antagonistas de los canales de calcio la flunarizina ha demostrado mayor eficacia, aunque su empleo esté limitado por los efectos secundarios. Se han utilizado amitrip- tilina (10 a 120 mg) y nortriptilina (10 a 75 mg) también con buenos resultados. Recientemente se han usado topiramato y gabapentina en la prevención de la migraña; los reportes de los resultados no son concluyentes ni homogéneos pero hay algunos que indican buenos resultados, especialmente en la migraña con aura. Definitivamente, el empleo de fármacos continúa siendo la base del tratamiento antimigrañoso y la terapia farmacológica puede ser aguda (de tipo abortiva y sintomática) o preventiva. La elección del tratamiento sinto- mático depende de la gravedad y frecuencia de la cefalea, del tipo de síntomas asociados, la presencia de algún padecimien- to subyacente y la respuesta individual de cada paciente. El tratamiento preventivo de la migraña debe considerarse bajo las siguientes circunstancias: a) cuando ocurren dos o más episodios por mes que incapaci- tan al enfermo durante tres días o más; b) cuando la medicación sintomática esté contraindicada o sea ineficaz y c) cuando el tra- tamiento sintomático se requiera más de dos veces por semana. 1053 Cefalea tensional < Si existe indicación para tratamiento preventivo éste debe individualizarse e iniciarse con medicamentos que tengan los menores efectos secundarios y avanzar si no se tienen buenos resultados. La dieta tiene una función crucial en la prevención no farmacológica. Las sustancias de la dieta que actúan directamente sobre los vasos sanguíneos incluyen aminas, nitritos, nitratos, glutamato sódico y alcohol, en tanto que aquellos que actúan de manera indirecta son cafeína, nicotina, cornezuelo de centeno y los inhibidores de la monoaminooxidasa. Asimismo, deben tenerse en cuenta otros factores que pueden desencadenar un ataque de migraña: ayuno, uso de anticonceptivos orales y menstruación. LECTURAS RECOMENDADAS • Ashkenazi A, Silberstein SD. The evolving management of migraine. Cur Opin Neurol 2003;16(3):341-345. • Headache Classification Subcommittee of the International Headache Society. The International Classification of Headache Disorders. 2nd edition. Cephalalgia 2004;24(Suppl 1)149-160. • Lampl C, Bonelli S, Ransmayr G. Efficacy of topiramate in migraine aura prophylaxis: preliminary results of 12 patients. Headache 2004; 44(2):174-176. • Lance JW. Headache and face pain. Med J Austral 2000; 172(9):450-455. • Silberstein SD, Goadsby PJ. Migraine: preventive treatment. Cephalalgia 2002; 22(7):491-512. • Silberstein SD, Neto W, Schmitt J, Jacobs D. MIGR-001 Study Group. Topiramate in migraine prevention: results of a large controlled trial. Arch Neurol 2004; 61(4):490-495. 167. cefalea tensional VícTor Hugo olmedo cancHola, JaVier VillagroY INTRODUCCIÓN La cefalea de origen tensional es más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. Habitualmente inicia entre la tercera y cuarta décadas de la vida; es raro observarla en niños y adolescentes. En casi la tercera parte de los sujetos que sufren cefalea tensional se pueden reconocer también rasgos ansiosos depresivos. Hasta el momento no se ha logrado establecer con certeza cuál es la incidencia de este padecimiento, en virtud de que la mayoría de los sujetos que la presentan de forma crónica se automedican analgésicos para el alivio de los sín- tomas. La denominación cefalea tensional viene a reemplazar los términos cefalea por estrés, por tensión, por contracción muscular o cefalea psicógena. Antiguamente se consideraba que la contractura sostenida de los músculos pericraneales era la causa de la cefalea tensional. El impactosocial de la cefalea tensional no es tan grande como el de la migraña; sin embargo, en un estudio publicado en JAMA, en 1998, se concluyó que los pacientes con cefalea tensional pierden entre 9 y 27 días de trabajo anualmente. EPIDEMIOLOGÍA Es difícil conocer con exactitud los aspectos epidemiológicos de la cefalea tensional debido a la diversidad de su cuadro clínico y a que la mayor parte de los sujetos que la padecen no acude al médico. En un estudio escandinavo se ha informado que hasta en dos tercios de la población general puede identificarse al menos un episodio de cefalea tensional al año. Con respecto al sexo la proporción mujer:hombre es de 2:1; en relación con la edad el padecimien- to se identifica con mayor frecuencia entre los 30 y 39 años; en personas mayores los cuadros empiezan a disminuir y a hacerse más esporádicos. La denominación cefalea tensional viene a reemplazar los términos cefalea por estrés, por tensión, por contracción muscular o cefalea psicógena. 1054 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso FISIOPATOLOGÍA Se desconocen de manera precisa los mecanismos que desencadenan la cefalea tensional; sin embargo, se acepta de manera general que el origen es multifactorial. Las variaciones entre pacientes y aún en un solo paciente son tantas que es posible que estos mecanismos sean di- námicos y cambiantes. Entre dichos factores se cuentan el papel que juegan el ácido nítrico y el aumento de la sensibilidad del individuo. En el cuadro 167.1 se enumeran algunos agentes desencadenantes comúnmente asociados con la cefalea tensional. CUADRO CLÍNICO La cefalea tensional se caracteriza por dolor de cabeza recurrente, con una duración que puede variar de sólo algunos minutos hasta la cronicidad. El dolor suele ser generalizado en todo el cráneo; sin embargo, es más frecuente que el paciente lo refiera en la región del vértice o en la región occipital con irradiación hacia los músculos del cuello. El carácter del dolor normal- mente es mal descrito, referido en términos vagos tales como: “siento la cabeza presionada”, “siento como si la cabeza estuviera rodeada por una cinta y la apretaran”, “siento muy pesada la cabeza”, o por la percepción de que la cabeza “está hinchada” o de que “va a explotar”. Entre esas sensaciones vagas existen también episodios paroxísticos, de dolor intenso gene- ralizado, que pueden llegar a sugerir migraña sin aura si se localizan primordialmente en uno de los lados de la cabeza. Habitualmente es un dolor crónico que se presenta en la mañana al despertar, aunque también puede ser vespertino, con duración de varias horas; al inicio suele ser intermitente y después continuo. La localización puede ser hemicraneana o bilateral, con irradiación hacia el cuello, la región occipital o el vértice, raras veces se extiende hasta la frente. Algunos enfer- mos pueden referir hipersensibilidad al tacto en la región cervical. El dolor puede disminuir o desaparecer cuando el paciente está distraído, realizando al- guna actividad que lo divierte o mientras duerme. La exacerbación ocurre en situaciones de estrés o disgusto. El interrogatorio dirigido revela que el paciente presenta cansancio fácil y dificultad para la atención; la gran mayoría presenta trastornos del sueño y rasgos depresivos. La International Headache Society (IHS) ha establecido los criterios de diagnóstico y de clasificación de la cefalea tensional presentados en el cuadro 167.2. Las técnicas de diagnóstico por imagen raramente son requeridas para el diagnóstico de las cefaleas con un patrón estable por más de 6 meses y exploración neurológica normal; sin embargo, deben considerarse en algunos casos: examen neurológico anormal, dolor atípico o que no cumple con los criterios de clasificación. El estudio de elección es la resonancia magnética con y sin contraste; sin olvidar que en los pacientes en los que se quiere descartar hemorragia debe de usarse de manera temprana la tomografía sin contraste. Cuadro 167.1. Factores desencadenantes cambios en los hábitos de alimentación; ayuno prolongado cafeína, quesos añejos, alcohol, chocolate, nueces, glutamato de sodio Sueño excesivo o falta del mismo; cambios en los hábitos de sueño, desórdenes del sueño (bruxismo, síndrome de apnea/hipopnea, síndrome de piernas inquietas, parasomnia) Hormonas ováricas (menstruación, anticonceptivos, embarazo, menopausia) cambios en el ambiente (ruido, luz, temperatura) ejercicio Alergias nicotina estrés Higiene postural pobre Problemas de visión La cefalea tensional se caracteriza por dolor de cabeza recurrente, con una duración que puede variar de sólo algunos minutos hasta la cronicidad. El dolor suele ser generalizado en todo el cráneo; sin embargo, es más frecuente que el paciente lo refiera en la región del vértice o en la región occipital con irradiación hacia los músculos del cuello. Las técnicas de diagnóstico por imagen raramente son requeridas para el diagnóstico de las cefaleas con un patrón estable por más de 6 meses y exploración neurológi- ca normal; sin embargo, deben considerarse en algunos casos: examen neurológico anormal, dolor atípico o que no cumple con los criterios de clasificación. 1055 Cefalea tensional < Cuadro 167.2. criterios de diagnóstico y clasificación de la cefalea tensional (clasificación internacional de las cefaleas 2; icHD-2 por sus siglas en inglés) A. Al menos 10 episodios que cumplan con los criterios B a E, por lo menos 3 meses al año el número de días al mes con cefalea determina el subtipo: cefalea tensional episódica infrecuente (cTei): 1 ataque al mes cefalea tensional episódica frecuente (cTeF): de 1 a 14 ataques al mes cefalea tensional crónica (cTc): más de 15 ataques al mes B. Cefalea que dura de 30 minutos hasta 7 días para cefalea episódica; cefalea de horas o continua para cefalea tensional crónica C. Al menos 2 de las siguientes características a. Dolor opresivo no pulsátil b. intensidad leve o moderada c. Localización bilateral d. no agravado por la actividad física D. Las siguientes características (ambas) deben de estar presentes a. Sin náuseas o vómito (anorexia permitida) b. Ausencia de fotofobia o fonofobia (una de las dos puede estar presente) E. No se puede atribuir la cefalea a otra patología DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL La cronicidad, las características clínicas y la ausencia prácticamente total de datos en la ex- ploración física nos debe hacer pensar en cefalea tensional; sin embargo, es necesario hacer énfasis en la posibilidad de estar ante una migraña sin aura, la cual no presenta cronicidad y además se acompaña de foto- y fonofobia, lo mismo que de náuseas y vómitos. Otras enfer- medades que debemos descartar antes de emitir el diagnóstico de cefalea tensional son los procesos otorrinolaringológicos, la cefalea postraumática y las alteraciones en la estructura de la columna cervical. Aunque los estudios de neuroimagen, como la tomografía axial com- putada y la resonancia magnética nuclear, no son de utilidad en el diagnóstico de la cefalea tensional, pueden ayudar a tranquilizar al enfermo al confirmar que no existen alteraciones cerebrales estructurales. TRATAMIENTO En virtud de que la fisiopatología de la cefalea tensional no se encuentra claramente definida tampoco existe un tratamiento único que pueda recomendarse. Las formas de tratamiento que hasta el momento se han utilizado con éxito relativo incluyen terapia conductual y tratamiento farmacológico. En la terapia conductual se incluyen todas las medidas tendientes a disminuir las postu- ras que incrementen la contracción de los músculos cervicales y del macizo facial; de igual manera, debe hacerse énfasis en evitar situaciones de estrés psicológico. El paciente debe comprenderque es una situación crónica pero controlable, que normalmente existen agentes desencadenantes y que debe reconocerlos y evitarlos, así como comprometerse a seguir el tratamiento estipulado y evitar el abuso o sobredosificación de medicamentos. Asimismo, se han ideado estrategias para la aplicación de estas terapias conductuales. Los pacientes que más se benefician son: • Pacientes con cefalea tensional crónica o de intensidad moderada • Con visitas frecuentes a los servicios de salud (consulta o urgencias) • Con patrón de aumento de los síntomas • Con falta de adherencia al tratamiento o politerapia • Con falta de respuesta satisfactoria a farmacoterapia • Con sentimientos negativos asociados con la cefalea • Con comorbilidades psiquiátricas En el tratamiento farmacológico se han utilizado los antiinflamatorios no esteroides (AINE) como aspirina, naproxeno, diclofenaco y relajantes musculares en dosis habituales, En virtud de que la fisiopatología de la cefalea tensional no se encuentra claramente definida tampoco existe un tratamiento úni- co que pueda recomendarse. Las formas de tratamiento que hasta el momento se han utilizado con éxi- to relativo incluyen terapia conduc- tual y tratamiento farmacológico. 1056 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso por largo tiempo. Dado que en estos enfermos subsiste casi siempre un fondo ansioso y de- presivo se ha ensayado también el uso de antidepresivos, principalmente tricíclicos, como la amitriptilina, y se ha encontrado que la combinación de AINE y amitriptilina proporciona, en términos generales, buenos resultados en las cefaleas tensionales crónicas. Finalmente, se han propuesto 5 métodos alternativos de terapia que necesitan de un poco más de revisión para su implementación, pero que parecen muy promisorios: • Uso de toxina botulínica • Acupuntura • Terapias físicas y de relajación • Atención oromandibular • Otras (hipnoterapia, aceite de menta) LECTURAS RECOMENDADAS • Adams y Víctor. Cefalea y otros dolores craneofaciales. En: Principios de neurología. Séptima edición, México: McGraw-Hill Interamericana 2004: 180-189. • Anderson CD, Frank RD. Migraine and tension headache: Is there a physiological difference? Headache 1981;21:63-72. • Ashina M, et al. Effect of the inhibition of nitric oxide synthetase on chronic tension type headache: a random- ized crossover trial. Lancet 1999;353:287-289. • Donald B. Penzien, et al. Behavioral Interventions for Tension-type Headache: Overview of Current Therapies and Recommendation for a Self-management Model for Chronic Headache. Current Pain and Headache Reports 2004;8:489–499. • Headache classification subcommittee of the International Headache Society. The International Classification of Headache Disorders: 2nd edition. Cephalalgia 2004;24(Suppl 1):9. • Marc E. Lenaerts. Alternative Therapies for Tension-type Headache. Current Pain and Headache Reports 2004;8:484–488. • Schulman EA, Silberstein SD. Symtomatic and prophylactic treatment of migraine and tension-type headache. Neurology 1992;42(Suppl 2):16. 168. cefaleas secundarias VícTor Hugo olmedo cancHola, JaVier VillagroY Se denomina cefalea secundaria la producida por modificaciones estructurales lesivas o fun- cionales de las zonas que pueden causar dolor en la cabeza (cuadro 168.1). La International Headache Society (IHS) estableció, en la segunda edición de la clasifi- cación internacional de las cefaleas (primera revisión) los criterios para el diagnóstico de las cefaleas secundarias: A. Cefalea con una o más de las siguientes características (incluyendo siempre C y D). B. Demostración de otra afección capaz de causar la cefalea. C. La cefalea ocurre en estrecha relación temporal con la patología demostrada. D. La cefalea disminuye notoriamente o desaparece por completo dentro de los 3 meses siguientes al tratamiento exitoso de la enfermedad base o a su remisión espontánea. Las situaciones clínicas que pueden producir cefalea son muchas; a continuación se pre- sentan algunas en las que la cefalea es significativa. CEFALEAS POSTRAUMáTICAS La patogenia suele ser multifactorial. La cefalea puede ser causada por una excesiva con- tracción muscular, por atrapamiento de terminaciones nerviosas sensitivas en lesiones, heri- das o cicatrices, por empeoramiento de una cefalea primaria previa y por afección simpática cervical. Se denomina cefalea secundaria la producida por modificaciones estructurales lesivas o funcio- nales de las zonas que pueden causar dolor en la cabeza. 1057 Cefaleas seCundarias < Cuadro 168.1. estructuras craneales que pueden o no causar dolor Estructuras craneales que producen dolor • cuero cabelludo • Músculos epicraneales, fascia y músculo • Arterias extracraneales e intracraneales extracerebrales • Porciones proximales de los grandes troncos arteriales intracraneales extracerebrales • Senos venosos • nervios sensoriales o mixtos, con terminaciones nerviosas nociceptivas Estructuras craneales que no producen dolor • Tejido cerebral • epéndimo • Plexos coroideos • Las venas piales • Díploe Las cefaleas postraumáticas tienen características particulares que no comparten con nin- gunas otras cefaleas secundarias. En la mayoría de las ocasiones las cefaleas secundarias se diagnostican de manera definitiva sólo después de que la enfermedad original se cura o des- aparece; en esos casos la relación temporal entre afección y cefalea es parte del diagnóstico mismo. Otro punto importante es que las cefaleas postraumáticas pueden persistir incluso después de superada la fase aguda de una enfermedad. Normalmente las cefaleas postraumáticas cursan con fenómenos agregados como mareo, falta de concentración, nerviosismo, cambios de personalidad e insomnio (síndrome postrau- mático). Hasta 80% de éstas podría pasar por cefalea tensional y, en algunos casos, el trauma- tismo en sí es el factor desencadenante de dolores tipo migraña o cefalea en racimos. Existen ciertos factores que orientan a mal pronóstico después de un traumatismo de crá- neo o una lesión de latigazo. Factores mecánicos como la posición de la cabeza al momento del impacto, así como la zona del mismo (rotación o inclinación) aumentan la posibilidad de cefaleas postraumáticas. No existe una relación directa o inversa en cuanto a la severidad del traumatismo y la severidad de la cefalea postraumática. A continuación se describe brevemente la clasificación y los criterios para el diagnóstico de las cefaleas postraumáticas según la segunda edición de la clasificación internacional de las cefaleas (primera revisión). Cefalea postraumática aguda I. Cefalea postraumática aguda atribuida a traumatismo craneal moderado o severo. A. Cefalea, sin características típicas, criterios C y D completos. B. Trauma craneal con al menos uno de los siguientes: 1. Pérdida del estado de alerta por más de 30 minutos 2. Escala de Glasgow < 13 3. Amnesia postraumática por más de 48 horas. 4. Demostración imagenológica de lesión cerebral postraumática (hematoma, hemorragia, contusión o fractura). C. Cefalea dentro de los 7 días posteriores al traumatismo o después de la recupera- ción del estado de alerta. D. Uno de los siguientes: • Resolución dentro de los 3 meses posteriores al traumatismo. • Persistencia pero sin que hayan pasado 3 meses desde el traumatismo. II. Cefalea postraumática aguda atribuida a traumatismo craneal leve. A. Cefalea, sin características típicas, criterios C y D completos. B. Traumatismo craneal con todos los siguientes: 1. Sin pérdida del estado de alerta o de menos de 30 minutos de duración. 2. Escala de Glasgow ≥ 13. 3. Diagnóstico de contusión. Normalmente las cefaleas pos- traumáticas cursan con fenómenos agregados comomareo, falta de concentración, nerviosismo, cambios de personalidad e insom- nio (síndrome postraumático). 1058 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso C. Cefalea dentro de los 7 días postraumatismo. D. Uno de los siguientes: • Resolución dentro de 3 meses posteriores al traumatismo. • Persistencia pero sin que hayan pasado 3 meses desde el traumatismo. III. Cefalea postraumática aguda atribuida a fenómeno de latigazo. A. Cefalea, sin características típicas, criterios C y D completos. B. Historia inmediata de mecanismo de aceleración/desaceleración súbita del cuello. C. Cefalea dentro de los 7 días posteriores al traumatismo. D. Uno de los siguientes: • Resolución dentro de los 3 meses posteriores al traumatismo. • Persistencia pero sin que hayan pasado 3 meses a partir del traumatismo. Cefalea postraumática crónica La cefalea postraumática crónica debida a traumatismo craneal se subdivide, igual que la aguda, en atribuida a traumatismos craneales severo o leve; tiene incluso los mismos criterios de diagnóstico. La única diferencia está en los criterios D, donde el tiempo de presentación es mayor a 3 meses después del traumatismo. Lo mismo vale para las cefaleas postraumáticas crónicas atribuidas a fenómeno de latigazo. Cefalea postraumática atribuida a hematoma intracraneal Se subdivide en atribuida a hematoma epidural o subdural. La diferencia está en el tiempo de presentación postraumatismo: de minutos a 24 horas en el caso de la epidural y de 24 a 72 horas en la subdural. Ambos tipos deben de cumplir con los siguientes criterios: cefalea, sin características típicas, evidencia imagenológica de lesión y que la cefalea postraumática persista hasta por 3 meses después de la evacuación del hematoma. Cefalea poscraneotomía Cefalea de intensidad variable pero máxima en el área de la craneotomía. Inicio dentro de los primeros 7 días poscraneotomía y persistencia por más de 3 meses. CEFALEA EN LOS ACCIDENTES CEREBROVASCULARES En el caso de las cefaleas por accidente cerebrovascular siempre debe existir, además de la relación temporal, demostración imagenológica por tomografía o resonancia. En el caso de los ataques transitorios de isquemia (ATI) la cefalea debe iniciar y ceder con el mismo criterio de ATI < 24 horas. Hemorragia subaracnoidea La cefalea es el principal síntoma secundario a la irrupción brusca del flujo sanguíneo en el espacio subaracnoideo. Puede deberse a la rotura de un aneurisma o a otra causa. Habitual- mente se refiere como una cefalea de instalación súbita, muy intensa, en la nuca o en la región occipital. Se puede acompañar de signos focales por contigüidad, por formación de hematoma o por espasmo próximo a la lesión. Disección de arterias cerebrales en su porción extracraneal Ocurre principalmente en la carótida interna, en el cuello, secundaria a traumatismo. El dolor hemicraneal y el síndrome de Horner (ptosis palpebral, anhidrosis y miosis ipsilateral) pueden ser las primeras manifestaciones. Trombosis venosa En las trombosis de los grandes senos venosos (como el longitudinal superior o el recto) la cefalea se asocia con hipertensión intracraneal. En las producidas en el seno lateral, sin hiper- tensión intracraneal, el dolor suele restringirse al cuello y la región retroauricular. En la trom- bosis del seno cavernoso el dolor aparece en la región orbital, se puede afectar la primera rama del nervio trigémino, hay proptosis ocular con inyección de los vasos y parálisis oculomotora. En el caso de las cefaleas por accidente cerebrovascular siempre debe existir, además de la relación temporal, de- mostración imagenológica por tomografía o resonancia. 1059 Cefaleas seCundarias < Cefaleas vasculares diferentes a las del accidente cerebrovascular Arteritis de células gigantes, arteritis temporal o de Horton Es motivo de cefalea en la sien, sobre todo en adultos mayores. El diagnóstico temprano se establece por la ceguera vascular u otras complicaciones. Carotidinia Produce dolor hemicraneal propagado desde el mismo lado cervical anterior. Es común el dolor irradiado a cara y oído. Por lo general los antiinflamatorios no esteroides son efectivos en estos casos. Hipertensión arterial sistémica La hipertensión arterial sistémica aguda produce cefalea en casos de encefalopatía hiperten- siva, preeclampsia, feocromocitoma y síndrome carcinoide. La hipertensión arterial crónica, leve o moderada, no produce cefalea directamente. La cefalea se describe como pulsátil, bi- temporal, con irradiación a la nuca y exacerbada por el ejercicio; además de estar acompañada por acúfenos, fosfenos o mareo. CEFALEA EN MODIFICACIONES ANORMALES DE LA PRESIÓN DEL LÍqUIDO CEFALORRAqUÍDEO Hipertensión intracraneal benigna Antes se le denominaba pseudotumor cerebri. La cefalea es su síndrome cardinal y no tiene características especiales, por lo que a menudo se confunde con otras cefaleas. Puede cursar con visión borrosa, tinnitus pulsátil, diplopía y dolor a los movimientos oculares. Dentro de la fisiopatología se considera la velocidad excesiva de formación de líquido cefalorraquídeo, el aumento de la presión venosa intracraneal, la disminución en la absorción de líquido cefalorraquídeo y el aumento de líquido intersticial cerebral. La presentación idiopática es la más común y su fisiopatología no está bien determinada. La obesidad y la hipervitaminosis A son factores de riesgo. El diagnóstico se hace por examen del fondo de ojo que permite detectar la disminución de la pulsación venosa en la papila o edema incipiente en el disco óptico. La confirmación diagnóstica requiere de la exclusión de otros padecimientos. Una presión inicial por punción lumbar mayor de 250 mmH2O es altamente sugestiva de este trastorno. El abordaje terapéutico es multifactorial y puede incluir: Disminución de peso. • Acetazolamida 1 a 4 g/día. • Furosemida 40 a 160 mg/día. • Punciones lumbares repetidas. • Válvula de derivación. • Descompresión de la vaina del nervio óptico. Hipotensión del líquido cefalorraquídeo El dolor se debe a la tracción de estructuras craneales sensibles al dolor. Por lo general aparece después de una punción lumbar, pero puede ocurrir también de manera espontánea. La cefalea puede modificarse con los cambios de posición, exacerbándose con la bipedes- tación y atenuándose en decúbito. Puede acompañarse de náusea, vómito, diplopia horizontal, vértigo, alteraciones auditivas, dolor cervical o radicular, disgeusia o hipo. Se considera que puede producirse por tres mecanismos: • Disminución de la producción de líquido cefalorraquídeo. • Aumento en la absorción de líquido cefalorraquídeo. • Fístula de líquido cefalorraquídeo secundaria a: a. Rotura de la membrana aracnoidea. b. Rotura de quiste epidural. c. Porosidad en la vaina dural de un nervio. La hipertensión arterial sistémica aguda produce cefalea en casos de encefalopatía hipertensiva, preeclampsia, feocromocito- ma y síndrome carcinoide. La hipertensión arterial crónica, leve o moderada, no produ- ce cefalea directamente. La cefalea puede modificarse con los cambios de posición, exacerbándose con la bipedesta- ción y atenuándose en decúbito. 1060 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso d. Avulsión traumática. e. Derivación que drene en exceso. La tomografía axial computada generalmente es normal, se pueden encontrar alteraciones del líquido cefalorraquídeo como pleocitosis (200 células aproximadamente), elevación de proteínas (sin pasar de 100 mg/dL). En la resonancia magnética nuclear con gadolinio se puede apreciar disminución del ta- maño de las amígdalas cerebelosas. La resonancia magnética nuclear espinal permite identi- ficar la fístula y permite ver el refuerzo dural y líquido extradural. La principal prueba diag- nóstica es la tomografía axialcomputada con mielografía. De las fístulas 80% se encuentra en la región torácica. El tratamiento puede ser conservador con reposo absoluto, antiinflamatorios no esteroi- des, cafeína e infusiones epidurales de solución salina o glucosada. Los taponamientos hemá- ticos tienen éxito en más de 90% de los casos. INFLAMACIONES INTRACRANEALES Meningitis infecciosa La cefalea es el síntoma cardinal, junto con el vómito, los signos de rigidez espinal y los datos sugestivos de proceso infeccioso. La punción lumbar esclarece el diagnóstico en la mayoría de los casos. Procesos inflamatorios no infecciosos Por lo general la cefalea está presente, pero no orienta al diagnóstico; puede ocurrir en en- fermedades como sarcoidosis, enfermedades del colágeno, carcinomatosis meníngea o por meningitis química. Cefalea y tumores intracraneales La cefalea es un síntoma importante en dos tercios de todos los pacientes que tienen tumor cerebral pero no es el síntoma de inicio más común en los adultos. El dolor no tiene caracte- rísticas específicas: por lo general es profundo y no pulsátil. Los ataques de dolor duran de unos cuantos minutos a más de una hora y pueden presentarse varias veces al día; se pueden exacerbar con los movimientos y con los cambios de posición. Por esta razón, a la gran ma- yoría de los pacientes con cefaleas recurrentes o crónicas se les realizan estudios de imagen. En pacientes adultos con cefalea recurrente que han sido catalogados como con migraña, sin cambios recientes en su patrón, sin historial de convulsiones o datos de focalización, no están indicados los estudios de imagen. CEFALEA POR INGESTIÓN O SUPRESIÓN DE SUSTANCIAS Las personas que toman ergotamina, triptanos o cualquier otro medicamento durante varias semanas, para controlar cefaleas de tipo migrañoso, pueden padecer cefalea crónica diaria. Cuanto más potente sea el medicamento en cuestión y se requieran menos dosis para el control de la cefalea, el medicamento tardará más en inducir cefalea crónica diaria. La cefalea ocurre cuando las concentraciones séricas del medicamento se encuentran por debajo de su dosis terapéutica (“cefalea de rebote”), pero también puede ocurrir estando den- tro de las dosis terapéuticas. Es más común cuando no hay un buen control horario para la ingestión del medicamento. La forma más común de estas cefaleas es de tipo migrañoso, pero puede ser también de tipo tensional. Los siguientes criterios son de utilidad para determinar si una cefalea migrañosa puede transformarse en cefalea crónica diaria con el abuso de las siguientes sustancias por más de un mes: • Uso de analgésicos comunes: más de 1 000 mg de aspirina o paracetamol (o su equi- valente de otro analgésico) más de cinco veces a la semana. • Uso compulsivo de analgésicos: más de tres tabletas por día por más de tres días a la semana. La cefalea es un síntoma impor- tante en dos tercios de todos los pacientes que tienen tumor cerebral pero no es el síntoma de inicio más común en los adultos. Las personas que toman ergota- mina, triptanos o cualquier otro medicamento durante varias semanas, para controlar cefaleas de tipo migrañoso, pueden padecer cefalea crónica diaria. 1061 Cefaleas seCundarias < • Uso de opioides: más de una tableta diaria, más de dos veces por semana. • Uso de ergotamina: 1 mg más de dos días por semana (la cefalea por rebote secun- daria al abuso de ergotamina se identificó antes que la producida por el abuso de antiinflamatorios no esteroides). Sustancias que pueden producir cefalea por ingestión-supresión Alimentos o aditivos Nitritos de ciertas salchichas Glutamato sódico de algunas comidas “chinas” Aspartame de algunos edulcorantes artificiales Tóxicos Inhalación de monóxido de carbono Gases de pegamentos, barnices y pinturas Medicamentos Vasodilatadores Antihistamínicos Acido nicotínico Antagonistas del Ca Agotamiento de catecolaminas por reserpina, tetrabenazina Teofilina Hidralacina Antiinflamatorios no esteroides Ranitidina Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina Betabloqueadores Hormonas exógenas Hábitos Cafeína Tabaco Alcohol CEFALEA RELACIONADA CON EL ABUSO DE MEDICAMENTOS Antes se le conocía como cefalea de rebote, inducida por drogas o por abuso de medicamen- tos. Normalmente se debe al uso poco juicioso y en exceso de medicamentos que sirven para el control de las cefaleas. Se debe principalmente a una reacción idiosincrática del paciente que utiliza un medicamento en grandes cantidades. Se describe como una mezcla de dolor migrañoso y cefalea tensional. Es de importancia capital reconocer a los pacientes con este tipo de cefalea ya que no se benefician del tratamiento y son proclives a tener reacciones se- cundarias adversas. En todos los casos se cumplen los siguientes criterios: A. Cefalea por más de 15 días al mes cumpliendo C y D completos. B. Sobreuso regular por 3 meses o más de uno o más medicamentos para el control de las cefaleas. C. Aumento de la cefalea durante el uso del medicamento. D. La cefalea revierte o disminuye a su patrón habitual dentro de los 3 meses posteriores a la discontinuación del medicamento. Los siguientes medicamentos cumplen con dichas características: (Uso 10 o más días al mes durante 3 meses o más) • Ergotamina • Triptanos (cualquier formulación) • Opiáceos La cefalea medicamentosa se debe principalmente a una reac- ción idiosincrática del paciente que utiliza un medicamento en grandes cantidades. Se descri- be como una mezcla de dolor migrañoso y cefalea tensional. 1062 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso • Combinación de analgésicos (Uso 15 días o más al mes por más de 3 meses) • Analgésicos simples CEFALEA RELACIONADA CON INFECCIÓN Y FIEBRE La cefalea suele formar parte del síndrome febril y puede suceder por varios mecanismos: 1. Pirógenos exógenos que liberan un gen presente en el sistema mononuclear fagocita- rio capaz de sintetizar interleucina-I que puede producir cefalea. 2. Algunas veces los microorganismos o sus toxinas tienen tropismo por los núcleos del tronco cerebral desencadenantes de la crisis de migraña. 3. Activación de plaquetas por bacterias gramnegativas y repercusión sobre la serotoni- na. CEFALEA RELACIONADA CON LA ACTIVIDAD SEXUAL También conocida como cefalea sexual benigna o cefalea coital benigna. Se refiere a la cefalea producida durante el acto sexual (incluyendo la masturbación). Existen tres tipos de cefalea relacionada con la actividad sexual: 1. Tipo insidioso: dolores en la cabeza y el cuello que se intensifican conforme la exci- tación aumenta. 2. Tipo explosivo: de instalación súbita y severa, que ocurre segundos antes de alcanzar el orgasmo. 3. Tipo postural: similar al producido por hipotensión del líquido cefalorraquídeo. Como tratamiento lo habitual es solicitar que se suspenda la actividad sexual entre dos y tres semanas. Esto habitualmente rompe la predisposición al ataque. En casos que el malestar continúe se utilizan betabloqueadores como el propranolol en dosis bajas de 40 a 80 mg al día, dividido en dos dosis y alternando con la abstinencia sexual por dos o tres semanas. La indo- metacina también ha mostrado efectos benéficos, así como la reducción del estrés y la fatiga. LECTURAS RECOMENDADAS • Garret A, Fitzgerald, M. The Coxibs, selective inhibitors of Cyclooxygenase-2. N Eng J Med 2001;345:433- 442. • Hass D. Headache associated with sexual activity and with exercise. Headache Cybertext 2002;1:1-5. • Hass D. Medication-abuse headaches from excessive use of analgesics, ergotamine, triptans, or other headache alleviative drugs. Headache Cybertext 2002;1:7-12. • Headache classification subcommittee of the International Headache Society. The International Classification of Headache Disorders: 2nd edition,1st. revision. Cephalalgia 2005;25:460-465. • Liaño-Rieira M, Liaño-Martínez H. Cefalea. Medicine 2004;37:53-59. • Schwartz BS, Stewart WF, Simon D, Lipton RB. Epidemiology of tension-type headache. JAMA 1998;279(5):381-3. • Wouter I. Schievink M. Spontaneous dissection of the carotid and vertebral arteries N Eng J Med 2001;344:898- 906. 169. Síncope manuel ramiro H., Paola guerrero maYares INTRODUCCIÓN El síncope es una alteración que se caracteriza por la pérdida brusca y transitoria de la con- ciencia con alteraciones del tono muscular que, en la mayoría de los casos, produce caídas. Se debe a una disminución súbita de la irrigación cerebral que en muchas ocasiones es general La cefalea sexual benigna se refiere a la cefalea producida durante el acto sexual (inclu- yendo la masturbación). 1063 Síncope < El síncope es una alteración que se caracteriza por la pérdida brusca y transitoria de la con- ciencia con alteraciones del tono muscular que, en la mayoría de los casos, produce caídas. Se debe a una disminución súbi- ta de la irrigación cerebral. El síncope más frecuente es el neuromediado o síncope reflejo (aproximadamente 60% de los casos) que puede desencadenarse por factores múltiples que activan reflejos cardíacos depresores. pero que también puede circunscribirse al tallo o a los hemisferios cerebrales. Se resuelve espontáneamente sin secuelas neurológicas. Es un cuadro clínico común. Aproximadamente 40% de la población ha sufrido un cua- dro de síncope en algún momento de su vida por lo que conforma alrededor de 1 y 3% de las urgencias de un hospital. Es más frecuente en pacientes ancianos ya que en personas mayores de 75 años de edad la incidencia anual es superior a 5%. CUADRO CLÍNICO Es fundamental un adecuado análisis del cuadro clínico para establecer el manejo diagnóstico y terapéutico de un paciente con síncope. Esto permite evitar, en pacientes con el primer o uno de los primeros episodios sintomáticos, la trivialización del episodio (lo que provoca que pue- dan presentarse nuevos síncopes) o que se someta al paciente a una serie de estudios costosos, más o menos molestos y angustiantes, en el afán de precisar un diagnóstico que podía haberse establecido o sospechado claramente con el solo concurso de los recursos clínicos. Las causas de síncope se enuncian en el cuadro 169.1. El síncope más frecuente es el neuromediado o síncope reflejo (aproximadamente 60% de los casos) que puede desencadenarse por factores múltiples que activan reflejos cardíacos depresores. Es muy importante precisar los fenómenos que preceden, acompañan y siguen al cuadro súbito de caída y pérdida de la conciencia. Habrá que precisar la forma de inicio del episodio; en general, sucede con el paciente en posición erguida. Si el episodio se inicia con el paciente recostado o dormido es muy probable que no se trate de síncope, o al menos no de uno neuro- mediado (reflejo) sino otra afección como crisis convulsiva o epilepsia, entre otras; o bien que se trate de un síncope de origen cardíaco. Cuadro 169.1. causas de síncope Causas neurocardiogénicas Vasovagal Situacional Micción Defecación Deglución Tos Síndrome del seno carotídeo neuralgias Trigémino Glosofaríngeo Medicamentos ejercicio Problemas psiquiátricos Hipotensión ortostática Disminución del gasto cardiaco Obstrucción del flujo estenosis aórtica cardiomiopatía hipertrófica Mixoma Arritmias enfermedad del seno Bloqueo A-V Bradicardia por medicamentos Taquicardia ventricular Taquicardia supraventricular Enfermedades neurológicas Migraña isquemia cerebral transitoria causa desconocida 1064 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso Normalmente el paciente relata síntomas sugestivos de hipoperfusión cerebral como mareo, acúfeno, desvanecimiento y “empañamiento de la vista” ocasionado por la dismi- nución del flujo retiniano. La duración del síntoma puede ser sugestiva de la causa, en los cuadros debidos a arritmias es sumamente corto e incluso inexistente; en cambio, en los que la causa es neuromediada o por hipotensión ortostática los individuos lo pueden relatar claramente. La actividad que el sujeto realizaba cuando se inició el cuadro puede ser muy orien- tadora, como en el caso del síncope de origen vasovagal, en el que el paciente lo puede relacionar directamente con dolor, situaciones emocionales extremas, algunas maniobras médicas como la flebotomía, la aplicación parenteral de medicamentos o la posición erecta prolongada y fija. En los casos consecutivos a hipotensión ortostática un cambio brusco de posición puede relacionarse con el inicio del cuadro. Desde luego, la relación con la mic- ción, la defecación, la deglución o, menos frecuentemente, con la tos, resultan fundamenta- les para establecer la causa. Las palpitaciones pueden sugerir causas arrítmicas; sin embargo, en algunas ocasiones los pacientes con síncope vasovagal pueden sentir palpitaciones por taquicardia al inicio de la crisis. Precisar la duración de la pérdida de la conciencia y lo acontecido durante ella también es importante. En los casos consecutivos a alteraciones neuromediadas la duración suele ser breve y no se acompaña de alteraciones musculares (o éstas son discretas); puede haber au- mento del tono muscular y movimientos anormales de corta duración y poca extensión. Los síncopes consecutivos a disminución del gasto cardíaco suelen ser más prolongados, en las crisis convulsivas los movimientos anormales son más amplios y prolongados. La mordedura de la lengua y la micción orientan hacia crisis convulsiva. La recuperación en los síncopes neuromediados suele ser rápida y total; en contraste, en otras situaciones dicha recuperación suele ser más lenta y progresiva. FISIOPATOLOGÍA La disminución del gasto cerebral es el centro de la causalidad en el síncope. En los casos neuromediados sucede un desequilibrio entre la vasodilatación periférica y la bradicardia pre- cipitados por el dolor, la fatiga o situaciones precisas como la micción y la deglución, tos, estornudos o situaciones altamente emocionales. Las causas de la activación que conduce a estancamiento periférico con vasodilatación y cambios en la frecuencia cardíaca no se han precisado, pero pudieran ser consecutivas a activación inapropiada de barorreceptores cardio- pulmonares o del sistema renina-angiotensina. El síncope del seno carotídeo puede favorecer- se con la ingestión de propanolol, metildopa y digital. La disminución del gasto cardíaco es la causa directa en los síncopes de origen cardíaco y su duración y pronóstico tienen relación directa con la severidad de la causa. Algunas crisis de isquemia cerebral transitoria, especial- mente en el territorio basilar, pueden incluir al síncope en su sintomatología. En general se acompañan, además, de vértigo (por el territorio incluido); algo similar sucede en los casos de migraña. DIAGNÓSTICO El cuadro clínico es fundamental para el establecimiento de las causas del síncope; sin em- bargo, existen algunas situaciones en las que no resulta suficientemente esclarecedor. Una vez establecido el diagnóstico sindromático, sí la forma en que se inicia y se acompaña son claras (síncope vasovagal, micción, deglución, hipotensión ortostática), eso será suficiente evidencia para iniciar las medidas terapéuticas y preventivas secundarias; desde luego, si se ha descarta- do razonablemente la participación cardíaca (examen físico, electrocardiograma). Los casos de síncope en que la participación cardíaca resulte factible deberán estudiarse con métodos progresivamente agresivos hasta llegar al conocimiento de la causa (monitor de Holter, ecocardiograma, gammagrafía, cateterismo, pruebas electrofisiológicas). En los casos en que se sospecheenfermedad vascular cerebral será necesario establecer el diagnóstico por La disminución del gasto cerebral es el centro de la causalidad en el síncope. Los casos de síncope en que la participación cardíaca resulte factible deberán estudiarse con métodos progresivamen- te agresivos hasta llegar al conocimiento de la causa. 1065 Síncope < métodos de imagen, incluido Doppler carotídeo, con el objeto de iniciar las medidas de pre- vención secundaria del problema circulatorio cerebral. Las pruebas con la mesa inclinada (o de Tilt) que intentan desencadenar el cuadro clínico deberán reservarse para los casos en que, descartada la participación cardíaca, no se haya podido establecer una causa; muchos de esos casos son de origen neuromediado y la prueba resulta esclarecedora. En los casos en que durante la pérdida de conciencia se presenten movimientos anormales es preferible realizar estudios para descartar las causas de crisis convulsivas más frecuentes, según la edad del paciente, realizando las pruebas de imagen y electrofisiología más adecuadas. El diagnóstico de hipotensión ortostática podrá establecerse cuando se encuentre una di- ferencia de 30 mmHg o más entre la tensión arterial sistólica con el paciente recostado e incorporado o de 10 mmHg en la tensión sistólica. En los ancianos el síncope reviste dificultades diagnóstica y terapéutica particulares; en general, la etiología es multicausal con participación cardíaca y neurológica, lo mismo que consecutiva a la polimedicación. En todo caso los pacientes deben ser estudiados de manera individualizada. TRATAMIENTO En los casos de síncope neuromediado o reflejo la prevención resulta fundamental; se debe evitar o disminuir la exposición a la causa desencadenante (dolor, cansancio, etcé- tera). En la mayoría de los casos debidos o secundarios a la micción sucede cuando, al incorporarse después de una período más o menos largo de reposo, el individuo se dirige inmediatamente a orinar, lo que en general se tratará de evitar. En los casos ligados a la deglución se deberá evitar el atragantamiento y hablar durante las comidas. Se recomien- da también aumentar la ingesta diaria de líquidos para evitar deshidratación, no restringir la sal en la dieta, evitar sitios encerrados y calientes, evitar estar de pie por períodos muy prolongados o, según la ocupación del paciente, utilizar medias elásticas firmes hasta la rodilla. En los casos de síncope neuromediado repetitivo algunos medicamentos betabloquea- dores como el pindolol (5 a 10 mg cada 24 horas), el atenolol (50 mg cada 24 horas) o la fludrocortisona, pueden resultar de utilidad; también se ha administrado paroxetina, entre 10 y 40 mg diariamente, por su acción selectiva en la inhibición de la recaptura de serotonina, la carbamacepina y la clopiramina pueden dar resultados satisfactorios en los casos de dolor crónico que desencadena síncope. En los casos secundarios a disminución del gasto cardíaco se deberán realizar todas las medidas necesarias, ya sean farmacológicas, electrofisiológicas o quirúrgicas, para intentar restablecer dicho gasto. En los secundarios a isquemia cerebral transitoria dan resultados muy satisfactorios las medidas terapéuticas y preventivas, especialmente el uso de antia- gregantes. LECTURAS RECOMENDADAS • Brignole M, et al. Guidelines on management (diagnosis and treatment) of syncope. Eur Heart J 2001;22:1256- 1306. • Dolz-Aspas R, et al. Síncope: muchos estudios y pocos diagnósticos. Rev Clin Esp 2004;204:9-13. • Farwwell DJ, Sulke AN. Does the use of a syncope diagnostic protocol improve the investigation and manage- ment of syncope? Heart 2004;90:52-58. • Kapoor WN. Current evaluation and management of syncope. Circulation 2002;106:1606-1609. • Kenry RA. Syncope in the elderly: diagnosis, evaluation and treatment. J Card Electrrophysiology 2003;14(9 suppl):S74-S77. • Lamarre-Cliché M. Drug treatment of orthostatic hypotension because of autonomic failure or neurocardiogenic syncope. Amer J Card Drugs 2002;2:23-25. En los casos de síncope neuro- mediado o reflejo la prevención resulta fundamental; se debe evitar o disminuir la exposición a la causa desencadenante (dolor, cansancio, etcétera). 1066 < EnfErmEdadEs dEl sistEma nErvioso 170. Vértigo manuel ramiro H. ricardo Juárez ocaña INTRODUCCIÓN El equilibrio en las diferentes posiciones del cuerpo se debe a la integración de la información proporcionada, en conjunto, por el órgano vestibular, la visión, los propioceptores musculares y las articulaciones. Cada órgano vestibular que se encuentra dentro del hueso temporal con- siste en tres conductos semicirculares y dos estructuras de otolitos, el utrículo y el sáculo; los primeros detectan la aceleración angular y los segundos la lineal. Estos órganos poseen células pilosas; los movimientos de la cabeza hacen que la endolinfa estimule a las células pilosas y que el estímulo se trasmita, los conductos semicirculares son tres orientados en ángulo recto con respecto a los otros y en imagen en espejo, en relación con los contralaterales, por lo que el movimiento de rotación de la cabeza que excita un conducto inhibe al análogo del lado opuesto, el utrículo y el sáculo captan la aceleración lineal de acuerdo con la gravedad, dada su disposición. Las fibras nerviosas viajan en la porción vestibular del VIII par craneal, las fibras que provienen de diferentes porciones terminan en el ángulo pontobulbar aunque hay fibras que viajan directamente al cerebelo, las fibras eferentes que son inhibidoras viajan por la misma vía. Los fascículos de la sensibilidad corporal profunda completan las vías aferentes, ambas tienen conexiones bilaterales a la corteza cerebral. El equilibrio es un proceso subconsciente pero, si hay alguna anormalidad, se torna en un fenómeno consciente o se produce vértigo. El vértigo no es una enfermedad sino un síndrome al que se describe como alucinación de movimiento, al percibir que los objetos se mueven alrededor del sujeto o bien que el sujeto lo hace alrededor de los objetos; se acompaña, en general, de otros síntomas como náusea y de manera más o menos constante de algunos signos como palidez y sudoración. Desde el punto de vista fisiopatológico es la alteración del sistema de percepción de la orientación, relacionado con la capacidad para determinar y coordinar la posición del cuerpo en el espacio en concordancia con la fuerza gravitacional terrestre, y para precisar los cambios a que es sometida la orientación. El vértigo puede ser causado por alteraciones en el aparato vestibular periférico o central. En general, el vértigo de origen periférico es más intenso, se desencadena con los movimien- tos, es intermitente y los síntomas acompañantes se manifiestan intensamente. En general, el médico se entrevista con el paciente fuera del episodio de vértigo, por lo que precisar los datos de cómo ocurre, los fenómenos que lo desencadenan, los síntomas que lo acompañan y el tiempo de duración, tanto del episodio como de los fenómenos asociados, resulta fundamental. El examen físico deberá ser particularmente minucioso para descubrir lesiones neurológi- cas focales o descartar su existencia, lo mismo que el examen cardiovascular, toda vez que el síndrome podría confundirse con síncope y éste se acompaña, con frecuencia, de alteraciones cardíacas. En términos generales, si existe vértigo acompañado de datos focales se deberá estudiar al paciente, incluso con pruebas de imagen, para descartar un tumor intracraneal. Si no exis- ten datos focales y no se puede precisar el diagnóstico clínico se deberán realizar, entre otras pruebas, audiometría y electronistagmografía. En la cama del paciente se pueden realizar algunas pruebas que son auxiliares valiosos,
Compartir