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BOLETÍN INIA N~ 67 ISSN 0717 - 4829 ANTECEDENTES PARA LA PRODUCCIÓN DE FORRAJES CONSERVADOS EN LA REGIÓN DE MAGALLA.N ES OSCAR STRAUCH B. INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS BOLETÍN Nº 67 ISSN 0717 - 4829 GOBIERNODECHllt INIA ANTECEDENTES PARA LA PRODUCCIÓN DE FORRAJES CONSERVADOS EN LA REGIÓN DE MAGALLANES Osear Strauch B. Centro Regional de Investigación Kampenaike Punta Arenas, Chile, 2001. Autores: Osear Strauch B. Ing. Agrónomo Investigador en Praderas Mejoradas Centro Regional de Investigación Kampenaike Director Responsable: Raúl Lira F. lng. Agrónomo (MSc.) Director Centro Regional de Investigación Kampenaike Comité Editor Regional: Adriana Cárdenas B., Comunicadora Francisco Sales Z., Médico Veterinario Editor Externo: Mariela Garay V.,UMAG Boletín INIA Nº 67 Este Boletín fue editado por el Centro Regional de Investigación Kampenaike, Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Ministerio de Agricultura. Publicación patrocinada por la Seremi de Agricultura XII Región y financiada por el FNDR, Proyecto "Investigación en Producción, Conservación y Utilización de Forrajes, XII Región''. Código BIP: 20142293-0. Permitida su reproducción total o parcial citando la fuente y el autor. Diseño y diagramación: Lorena Mardones D. Impresión: INIA-Kampenaike Cantidad de ejemplares: 50 Punta Arenas, 2001. INDICE 1. Introducción .. . . . .. .. . . . .. .. . . . . . . . .. .. . . . . . . . . . .. .. .. . . . . . . . .. .. .. .. .. .. .. .. . . . . . .. .. . . . .. . . . . . . . .. . . . 1 2. La Oferta de Forraje ............................................................................... 2 3. La Suplementación Estratégica . . . . .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. ...... .. .. . . . . . . . . 3 4. Conservación de Forraje ........................................................................ 4 4.1 Momento de cosecha ........................................................................ 5 4.2 Técnicas de conservación ................................................................. 8 4.2.1 Henificación ............................................................................ 8 4.2.2 Ensilado ................................................................................... 15 5. Consideraciones Económicas ................................................................. 22 6. Conclusiones .......................................................................................... 23 Literatura Citada ........................................................................................ 25 l. INTRODUCCIÓN La baja productividad y alta estacionalidad del rubro pecuario en la Patagonia se debe principalmente a la baja y dispar disponibilidad de forraje a través del año, con nulas tasas de crecimiento en invierno. Una forma tradicional para aminorar la restricción invernal, es no utilizar el sector de invernada en período estival ---se utiliza para ello veranadas-y así se acumula forraje en pie para la etapa invernal siguiente. Esta práctica, permite una abundante acumulación de forraje, sin embargo, el gran período de rezago y luego una deficiente utilización del forraje, provoca una alta senescencia y disminución de la calidad nutritiva de la pradera y muerte de plantas. Si bien, esta estacionalidad se debe principalmente a efectos climáticos, se ha determinado que es posible intervenirla en cierta medida con la aplicación de tecnologías simples (uso de veranadas e invernadas, pastoreos de temporada, forraje rezagado en pié) y más intensivas como siembra de determinadas especies forrajeras, la fertilización de praderas, el riego y la estrategia que se tratará en forma especial en este boletín la Conservación de Forrajes. Sin embargo, aún bajo las mejores condiciones obtenidas con las tecnologías simples y más intensivas (salvo conservación de forrajes), se tiene un período crítico prolongado entre junio y octubre de baja oferta forrajera dónde las especies pratenses no crecen y la calidad y cantidad de pasto es limitante para la producción animal en uno de los momentos de más altos requerimiento en hembras gestantes (último tercio de gestación). Para mejorar la oferta de forraje a través del año y poder entregar alimento de buena calidad nutritiva en períodos crítico de la producción ganadera de la zona, existen recursos que se cosechan en verano como: praderas naturales, mejoradas o sembradas o cultivos suplementarios (avena, cebada, alfalfa, etc.). La conservación de forraje, se puede definir como la técnica que permite almacenar forraje que excede en producción en una época, para ofrecerlo en momentos críticos, en lo posible con la menor pérdida ya sea de cantidad o calidad nutritiva, de diferentes formas de acuerdo al método utilizado. Los métodos comunes de conservación de forrajes son las parvas, fardos de heno (pasto seco), últimamente el ensilaje tipo silo pack y menos utilizadas las parvas de ensilaje. 2. LA OFERTA DE FORRAJE La pradera natural se caracteriza por un corto período de crecimiento (Covacevich, 2001 ), que se inicia activamente a fines de octubre para decaer a fines de diciembre y tener un breve repunte en otoño (Gráfico 1 ). Gráfico l. Variación de la tasa de crecimiento diaria del Coironal. Crecimiento Relativo 0,05 0,04 0,03 0,01 O,OQ .. 0,01 -0,02 Variación de la tasa de crecimiento relativo del coironal* diciembre enero Primavera Verano • K!;i ms producidos por f<g ms presente Fuente: Covacevich (2001) Otol'lo La producción de los pastizales naturales ( coironales) fluctúa en general entre 350 y 850 kilos de materia seca por hectárea, dependiendo principalmente de la caída pluviométrica (Ver acumulación de forraje en sector Río Tranquilo en el Gráfico 2), sector y tipo de suelo. En la zona húmeda, como Río Pérez, Río Verde, Isla Riesco, Río Tranquilo, algunos sectores de Ultima Esperanza y sur de Tierra del Fuego, las praderas presentan mayores rendimientos (hasta 8 ton MS/ha/año ), especialmente las que fueron sembradas en el pasado o fertilizadas (INIA, 1988). Sin embargo, la oferta de forraje en la pradera natural es siempre muy estacional. Por otra parte los sectores de vega, presentan altas producciones de forraje que se acumulan en el verano, dónde es posible consechar sobre 3,5 ton MS/ha/año de forraje de adecuada calidad nutritiva (Strauch et al., 2000). Este forraje puede constituir un recurso importante para elaborar forraje conservado, pero normalmente se subutiliza. 2 Gráfico 2. Acumulación de forraje (cojín) en las invernadas de diferentes Estancias de Magallanes . 3500 3000 2500 -ti-Ovejero s o Fuente : Elaborado de fNlA ( 1982) -~Ayelén N D -ti-Armonía ~ Rfo Tranquilo E F M A Por otra parte, existe la posibilidad de producir forraje en base a cultivos suplementarios cuya a lta producción en términos de volumen y calidad nutritiva complementan la producción de la pradera. Los rendimientos observados en avena y cebada sobrepasan las 8 ton MS/ha al corte (Strauch y Suárez, 200 l ), mientras que en el cultivo de alfalfa estas alcanzan entre l O y 15 ton MS/ha/año con dos cortes (Strauch y Covacevich, 2000) . 3. LA SUPLEMENTACIÓN ESTRATÉGICA Bajo condiciones de praderas naturales, incluso las más productivas de la región, no es posible satisfacer las demandas energéticas normales de las ovejas madres (Covacevich, 2001 ), lo que se traduce, especialmente en las zonas más áridas y frías en corderos de bajo peso, respecto a lo que el mercado requiere actualmente (> 13 kg al gancho). Esta situación sería aún más crítica si se establece un sistema de producción con v ientres de mayor prolificidad que la Corriedale. Esto exp lica en gran parte el bajo porcentaje de panc1on local, típico de explotaciones extensivas, que se considera 'adecuado ' cuando alcanza el 85% (aunque el potencial de la raza es superiora 100%) con un peso promedio de las canales de los corderos de 11 kg (SEREMJ de Agricultura XII Región, 1998), hoy día considerado insuficiente para un importante sector del mercado. 3 Por otra parte, en los sistemas de producción bovinos -aunque orientados a la crianza fundamentalmente- las pérdidas por animal al final del invierno, pueden llegar a más de 20 kg de peso (Raúl Lira, antecedente no publicado), afectando la posibilidad de ofrecer ganado gordo de calidad para el consumo local especialmente a inicios de primavera. Estas presiones implican un cambio algo más importante que la aplicación de una técnica aislada, puesto que aunque la solución obvia al problema es la suplementación con forraje invernal, ésta sola práctica representa un salto cualitativo hacia la intensificación del sistema, donde se requiere manejar aspectos complementarios como la fertilidad de suelos, infraestructura, equipamiento y desde luego la aplicación de técnicas adecuadas de Conservación de Forrajes. La elaboración de henos o ensilajes, son alternativas vigentes, aunque de un costo importante para esta austral región. Debe considerarse el beneficio al que puede conducir este manejo sobre la sobrevivencia y productividad en ovinos. Las lecciones del Terremoto Blanco en 1995 fueron claras (muerte de animales, app. 360.000 ovinos y 17.000 bovinos). El conjunto requiere evaluaciones económicas exactas de las diversas opciones de inversión, porque el precio del producto sigue siendo comparativamente bajo. A modo de recuerdo actualmente los Programas de Bonificación a las siembras y fertilización de praderas del Ministerio de Agricultura, mejoran la factibilidad económica para la Conservación de Forraje a nivel predial. 4. CONSERVACIÓN DE FORRAJES La elección de la alternativa para conservación está dada por las características agroecológicas, el nivel de intensificación predial, el objetivo del sistema productivo y la disponibilidad de maquinaria, etc. En Magallanes, es posible identificar al menos cuatro recursos importantes de alto rendimiento: la pradera natural de vega, la pradera sembrada o fertilizada, alfalfa y cereales, tales como la cebada o la avena, siendo el último el más difundido como pasto seco entre los ganaderos especialmente para la alimentación de equinos. No existe un método de conservación de forrajes que permita garantizar una calidad del producto final (heno, ensilaje) similar o superior a la del forraje utilizado como materia prima. Es así como una forrajera de bajo valor nutritivo al momento de cosecha en general, no será nunca un material de buena calidad, independiente de Ja tecnología de conservación aplicada. Por otro lado, si el 4 forraje que se va a conservar es de buena calidad, se conseguirá un forraje conservado satisfactorio, siempre que el proceso sea llevado a cabo adecuadamente. La especies forrajeras destinadas a la conservación deben tener cierta "habilidad" para ser conservadas en buena forma como ensilaje (la conservación del forraje es similar a lo que sucede en la elaboración del chucrut) y que son: i) una adecuada cantidad de carbohidratos solubles y ii) una baja resistencia a la acidificación. Al respecto, en orden después de las ballicas anuales y perennes se encuentran en un nivel medio las gramíneas tales como el bromo y el pasto ovillo y como especies de menor "ensilabilidad" la avena y a las leguminosas, como el trébol rosado y la alfalfa (Extractado de Elizalde, 1997). En la henificación en cambio, altamente dependiente del clima tiene como punto crucial la tasa de pérdida del agua que pueda lograr una determinada especie, ya que a menor tiempo de secado en el potrero, menores serán las pérdidas de materia seca y calidad del forraje. Se señala que la tasa de deshidratación depende de la especie forrajera, su estado vegetativo, contenido de humedad, relación tallo-hoja y la estructura del forraje tendido y del sistema de segado, siendo mayor al acondicionar el forraje. Se han encontrado diferencias significativas en la tasa de deshidratación entre especies de gramíneas, por ejemplo, la festuca se caracteriza por una velocidad de secado notoriamente mayor que la ballica perenne. 4.1 Momento de Cosecha El estado de desarrollo de la planta, en el momento de la cosecha, es más importante que el método de cosecha y almacenamiento sobre la calidad del forraje conservado (tanto henos como ensilajes). De ahí entonces, que la consideración realmente significativa a tener en cuenta para obtener el mejor resultado de los procesos, sea cosechar cada cultivo en la etapa de madurez más adecuada. Esto significa que desde el punto de vista de la planta, se realice el corte en el momento que no afecte la sobrevivencia de la misma y de otras especies asociadas al cultivo. Por otro lado desde el punto de vista del animal, dependiendo de sus requerimientos (necesidades nutricionales diarias), será conveniente cosechar un forraje de una u otro calidad. Así por ejemplo un novillo en fase de engorda en invierno necesita un forraje suplementario de 5 buena calidad si el objetivo es ganar peso, en cambio para mantener una vaca u oveja en invierno, un suplemento de mediana calidad, será suficiente. Por lo tanto dependiendo del objetivo del uso del forraje, se deben considerar además aspectos de la especie forrajera. Por ejemplo, si bien durante la etapa vegetativa los porcentajes de digestibilidad (mientras mayor es Ja digestibilidad mayor es el contenido de energía) se mantienen estables, por cada día que transcurre luego del estado de bota (encañado) en las gramíneas se puede registrar una pérdida de digestibilidad promedio de 0,5% (en Lolium sp. 0,36% en las hojas y 0,70% en los tallos), mientras los aumentos de materia seca pueden alcanzar en promedio 150 kg diarios por hectárea (Dent y Aldrich, 1968 citados por Elizalde, 1997). En el caso de praderas permanentes, dependerá de la zona y de las condiciones climáticas de la temporada, existiendo alguna información que sugiere cortar entre el mes de diciembre-enero en praderas pasto ovillo-trébol blanco en Punta Arenas (Strauch et al., 2000; INIA, 1982). Es decir en la medida que el estado fenológico avanza, el rendimiento aumenta y calidad nutritiva disminuye. Una evaluación realizada en Puerto Natales sobre una siembra de forrajeras perennes (asociada con avena) ocurrió lo anterior (Gráfico 3) afectándose además Ja población de trébol blanco cuando el corte de Ja avena se realizó tarde, resultado que confirma que no solo debe considerarse la fecha de corte desde el punto de vista del rendimiento y calidad nutritiva sino además del efecto sobre los componentes de Ja futura pradera permanente (esto en siembras asociadas). La mayoría de los autores coinciden en que el estado fenológico óptimo para cortar un forraje de alta calidad en las gramíneas como pasto ovillo, ballicas, festucas debiera ser el estado de emergencia de espiga. Por otro lado en el caso cereales como avenas, cebadas, se prefiere en estado de grano pastoso, en general en febrero-marzo en Magallanes. 6 Gráfico 3. 10000 - 8000 - 6000 - 4000 - 2000 - o Variación del rendimiento, de la calidad nutritiva de avena forrajera asociada a forrajeras perennes y efecto de la fecha de corte sobre la población de trébol blanco en la segunda temporada. Ea. Sava, Puerto Natales. ...... .¡ .. .. .. .. .. .. Producción de .. .. ... forraje .. .. .. (kg MS ha·1¡ .. .. PC :7,4 PC: 16,9 EM: 2,59 EM: 3,0 1 1 1 ENE FEB · · Trébol Blanco N E U; .5 e: "' ¡¡:: .. .. "" .. .... .. .. PC: 7,1 EM: 2,51 1 1 ABR ... ... ... 60 50 40 30 20 10 o Nota: PC: Proteína cruda(%); EM: Energía metabolizable (Mcal/kgMS) Fuente : Strauch et al., (2000) En el caso del cultivo de alfalfa es importante señalar que ésta almacena reservas en sus raíces (corona) lo que le permite reiniciar el rebrote después de cada corte.Esta acumulación de reservas se hace máxima cuando existe un 50% de floración, momento en el cual la alfalfa ha disminuido en forma importante su valor nutritivo (Gráfico 4), respecto a estados fenológicos más tempranos (ejemplo estado botón). Por ello es recomendable cortar la alfalfa cuando los rebrotes de la corona presentan una altura de 3 a 5 cm y que en Magallanes ocurre antes del 10% de floración. Incluso, dependiendo de las condiciones climáticas, la floración en esta región ocurre tarde o no se presenta. En resumen, el momento de cosecha de algunas forrajeras para "mantener animales" puede ser: en alfalfa este momento ocurre en la primera semana de enero y el segundo corte en la primera semana de marzo; en cereales de grano pequeño (por ejemplo avena, cebada), cuando el estado de grano es pastoso (fines de febrero-marzo, dependiendo de la variedad). Pastos naturales de vega o de praderas sembradas pueden ser cosechados desde enero en adelante. 7 Gráfico 4. Contenido de nutrientes en alfalfa cosechada en diferentes estados de madurez (Promedio temporadas, 1996/97 y 1997/98). Ea. Nevada, San Gregorio. 2,7 2,5 Energía U)' ~2,3 .X: :¡;¡ ~2,1 .!l! ~1,9 e: w 1,7 1,5 botón 10%flor 30%flor 50%flor Nota: PC: Proteína cruda(%); EM: Energía metabolizable (Mcal/kgMS) Fuente : FONTEC-INIA (1998) 4.2 Técnicas de Conservación 22 20 18 ~ o 16 @' 5' ~ ~ Proteína 14 ~ 12 10 100%flor En la conservación de los forrajes, son inevitable las pérdidas de masa vegetal y la disminución del valor nutritivo respecto al forraje original. Por consiguiente, los objetivos fundamentales en la conservación, son dos: i) minimizar las pérdidas de materia seca y ii) disminuir el empobrecimiento del valor nutritivo del forraje. Los sistemas de conservación tienen algunas ventajas y desventajas que dependen del objetivo, del clima del lugar, de la disponibilidad de recursos, maquinaria, etc. A continuación se detalla la henificación y el ensilado como técnicas válidas para Magallanes, con algunos antecedentes locales y recomendaciones básicas para su elaboración. 4.2.1 Henificación El heno se define como aquel forraje que está lo suficientemente seco como para almacenarse sin problemas de descomposición en un área protegida de la 8 humedad. El objetivo de la henificación es disminuir lo más rápido posible el contenido de agua de la planta (normalmente de 75-80% se debe bajar a 20% para aminorar pérdidas de materia seca y calidad nutritiva del forraje. El método más corriente para deshidratar el forraje consiste en exponer el forraje al sol y viento en el potrero, por un período de tiempo variable, que depende de la especie, método de secado y condiciones climáticas. En esta región se realiza henificación de fardos rectangulares (25 a 30 kg) que se almacenan en galpón o simplemente en parvas al aire libre. Otras opciones son enfardar fardos gigantes redondos que utilizan el mismo equipo silo pack (no se plastifican), existiendo además fardos rectangulares gigantes ( 450 kg) que no son comunes en Chile. Las pérdidas pueden llegar a ser de gran importancia durante la henificación tanto en calidad como cantidad, dependiendo de las condiciones climáticas y que pueden no ser las más apropiadas en el verano en Magallanes (incluso las lluvias se concentran más en esta época, aunque de baja intensidad). El daño que ocurre cuando el forraje cortado se moja, es más severo cuando el pasto esta parcialmente seco; ya que, alarga el período de respiración (las plantas se auto consumen al estar cortadas). Aún cuando las condiciones climáticas son óptimas las pérdidas son importantes. Un estudio realizado en Magallanes, reveló que las pérdidas de materia seca (forraje físico), proteína y energía metabolizable pueden llegar incluso bajo condiciones óptimas de clima a 281, 13 y 8% respectivamente, al comparar el forraje en pie respecto al heno almacenado en galpón (Strauch y Gallegos, 2000). El efecto de la lluvia sobre el valor nutritivo del heno ocurre de dos formas: a través del lavado de gran parte de lo nutrientes solubles en agua y por otra parte, a través de una severa disminución de consumo voluntario del heno, dando lugar a una menor respuesta productiva (esto es más importante cuando se alimentan animales de altos requerimientos en alimentación, ej. vaca lechera, novillo en engorda). Se puede producir un heno de buena calidad cuando las condiciones climáticas lo permiten, existiendo un riesgo en Magallanes durante todo el verano. Es más difícil henificar a fines de verano (marzo) por ello sería más recomendable ensilar en ese momento. 1 Por cada 100 kg de materia seca de alfalfa en pie en terreno se obtuvieron 72 kg de materia seca de heno de alfalfa en galpón después de 3 meses de almacenamiento. 9 No obstante, cuando no se requiere un forraje conservado de alta calidad el heno es una opción, especialmente porque, existe la maquinaria a nivel local. Este forraje es menos recomendable bajo sistemas ganaderos intensivos (engorda de novillos, corderos), ya que en este caso es necesario una mayor calidad del forraje conservado y se debería recurrir a técnicas como el ensilaje (parva o silo pack) que permiten producir un alimento de mayor calidad nutritiva, ya que la técnica es menos dependiente del clima. Diversas prospecciones de la calidad de los forrajes conservados en la zona sur (décima y undécima región) del país dónde las lluvias son abundantes, indican que la calidad nutritiva de los henos es menor que la de los ensilajes (diversos autores citado por Elizalde, 1997). Evaluaciones locales promedio de calidad nutritiva de diversos henos de cereales y pradera natural en la región revelan altos contenido de energía metabolizable (±2,5 Mcal/kg MS) con niveles bajos de proteína (±7,5%), (antecedentes no publicados). Al comparar diferentes técnicas de conservación de alfalfa en Magallanes desarrollados en el Centro Regional de Investigación Kampenaike, se observó una calidad superior en el ensilaje tipo silo pack, seguido del heno y finalmente parva de heno (Gráfico 5). Gráfico 5. Calidad nutritiva de alfalfa en estado fresco y conservado con diferentes métodos. 17~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ 16 15 ¡¡¡¡¡ !111, 14 '!. 13 ú 12 ¡i... 11 10 9 8..¡._--'----~~---'----~~~---""'---r-~-----"'"---+ Fresco Silo pack Heno Nota : PC: Proteína cruda(%); EM: Energía metabolizable (Mcal/kgMS) Fuente : Extractado de Strauch et al., (2000) 10 Parva 2,5 2,4 ,__ [FJ 2,3 ~ ~ ~ 2,2 COI .., ~ M 2,1 '-' ~ 2 r...i 1,9 Debido a que el proceso de henificación en las zonas húmedas está permanentemente ligado a la posibilidad de pérdidas del material debido a la inestabilidad climática, es que se hace necesario adaptar y crear estrategias específicas que disminuyan dichos riesgos. ESTRATEGIAS PARA OPTIMIZAR EL PROCESO DE HENIFICACIÓN La estrategia base en el proceso de henificación es lograr que el forraje pierda humedad lo antes posible, el Gráfico 6 señala la pérdida de humedad en alfalfa en dos sistemas de segado, con y sin acondicionador, observándose la ventaja del acondicionado. A continuación se señalan prácticas que benefician a este proceso: 1. La densidad del forraje a segar. En la medida que exista un menor volumen de forraje por unidad de superficie el secado es más rápido. Esta situación es desventajosa cuando se desea cosechar abundante volumen (ver punto 3). 2. Técnica de segado. Las segadoras acondicionadoras permiten un secado más rápido del forraje (Gráfico 6 ), debido al efecto positivo del quebrado de tallos sobre la tasa de pérdida de humedad. Son recomendables las acondicionadoras de tipo rodillo en leguminosas y las de martillos para tratar gramíneas (estas últimas son de menor costo). El uso de una segadora de martillos en leguminosas incrementa las pérdidas de hojas respecto a una segadora convencional (Strauch y Gallegos,2000), sin embargo, para disminuir este efecto se recomienda regular la segadora a menos del 50% de su capacidad de acondicionado. Se han obtenido importantes diferencias en la tasas de pérdida de humedad entre segadoras, 1,2 % por hora en segadora sin acondicionador respecto a 1,8% por hora con acondicionador durante el primer día, es decir un 50% de diferencia. Por otra parte es importante que la segadora deje lo más esparcido el forraje sobre la superficie y que no forme hileras. Si se forman hileras muy marcadas como ocurre con las segadoras de tambor, es recomendable patear (esparcir el forraje con un rastrillo) después de unas 12 horas de secado. Es importante considerar que no todos los rastrillos hileradores permiten patear. 11 Gráfico 6. Variación del contenido de humedad en alfalfa sometida a dos sistemas de segado. Enero del 2000, Kampenaike, Punta Arenas. Segado a las 10:00 AM • 20+-~--..~~....-~-.-~~..--~......-~--.~~-.-~-;::w.-~...,;:oo~~·L..,..·~---. o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 Horas post segado Fuente : Strauch et al., (2000) 3. Técnica de hilerado. No es conveniente realizar un hilerado con un forraje muy seco, sino cuando contenga aproximadamente un 50-60% humedad, así existe menor pérdida de hoja y hay menor efecto del viento sobre la hilera (la desordena); en Magallanes este manejo se puede realizar a las 30- 35 horas de segado en alfalfa cuando el clima es favorable. Por otro lado no se recomienda unir hileras, ya que aunque podría ahorrar el tiempo de enfardado, tiene efectos negativos sobre la disminución de la tasa de secado (mientras la hilera es más densa la tasa de secado es menor) y además el exceso de movimiento del forraje incrementa la pérdida de hojas. Si se cuenta con una enfardadora de boca ancha, es posible hilerar de tal forma que estas no queden unidas, sino como dos cordones separados levemente. Los rastrillos hileradores de tipo rotativo son muy rápidos, sin embargo, en leguminosas provocan una alta pérdida de hoja; por lo tanto para estas forrajeras un rastrillo de tipo estrella es más satisfactorio. En algunas vegas es difícil lograr un buen hilerado, especialmente cuando el relieve es disparejo (mogotes). 4. Uso de caballetes de deshidratación. Esto puede ser utilizado a pequeña escala y permite un secado del pasto sin mayores riesgos ocasionados por lluvias, debido a que el agua escurre superficialmente en el pasto. Los caballetes de deshidratación consisten en dos rejillas formadas por cuatro 12 cintas o varas horizontales de 1,6 m de largo y por dos verticales de 1,5 m las que se ubican en el potrero formando un caballete en el cual se coloca el pasto, lográndose finalmente una pequeña parva de pasto con paso de aire entre las rejas. Siebald et al., (1985), realizaron en la zona de Osorno una experiencia con caballetes de deshidratación, utilizando una pradera constituida por trébol rosado (Trifolium pratense) y gramíneas perennes observándose niveles levemente superiores en proteína y energía al utilizar caballetes respecto al sistema tradicional (Cuadro 1 ). Una experiencia en uso de caballetes de deshidratación para la producción de alfalfa, se realizó en la comuna de San Gregorio (FONTEC-INIA, 1998); no se observaron efectos significativos del uso de caballetes sobre la calidad del heno, resultado que puede explicarse por el efecto que pudo tener el viento sobre la pérdida de hojas al estar el forraje más expuesto en el caballete (Gráfico 7). Gráfico 7. Calidad nutritiva de heno de alfalfa, elaborado bajo tres sistemas (Promedio 2 temporadas). 16 15 11 10 -+-----'- O Proteína Tradicional Fuente : FONTEC-INIA (1998). Caballete 11 Energía 2,5 m ::J (1) 2,4 ca iii' 3:: 2,3 2,2 m- C' o ~ C' iD 2,1 ~ ~ ....__ __ 2 ~ Acondicionado 5. Guarda del forraje. En zonas lluviosas es importante almacenar el forraje bajo techo o eventualmente encastillar al aire libre y cubrir con plástico utilizado normalmente para la confección de silo u otro especializado de mayor calidad (Foto 1). En esta región, debido a las bajas precipitaciones en general, no se esperan importantes pérdidas (menor 5%) si se encastilla al aire libre sin uso de plástico. Además resulta favorable privilegiar una parva de gran tamaño y de forma piramidal. 13 Cuadro l. Contenido de materia seca, proteína y digestib ilidad de dos formas de des hi dratac ió n de la pradera, para la obtención de heno . Heno corriente Heno de caballete Fuente: Siebald et al., ( 19 85) Materia seca (%) 85,4 85,3 Proteína total(%) 9,6 ll, 1 Digestibilidad in vitro (%) 65, 1 67,0 Foto l. Fardos gigantes de heno cubie rtos con un film, para protegerlos de la nieve en invierno. ldaho , USA . Un resumen de consejos prácticos para la elaboración de heno se presentan en el Cuadro 2. 14 Cuadro 2. ¿Cómo optimizar el proceso de henificación? Práctica Justificación Beneficio Pérdida más rápida de la Corte temprano en la Permite un secado humedad mañana durante todo el día. Si Menos pérdidas por hay rocío se debe respiración esperar. Menos probabilidades de daño or lluvia Acondicionar el Incrementa la tasa de Las anteriores, más mayor forraje secado cantidad y calidad del forraje cosechado Hilerado ancho (no Incrementa la tasa de Las anteriores suQerQoner hileras 2 secado Hilerado semi- Incrementa la tasa de Las anteriores, más menor húmedo (40-50% de secado pérdida de hojas (en humedad2 leguminosas2 Enfardado 20% de Optimiza la Menos caída de hojas humedad preservación Inhibe desarrollo de hongos Ma¿:or cantidad ¿: calidad 4.2.2 Ensilado El ensilado es un método de conservac1on húmedo bajo condiciones anaeróbicas (no debe existir aire), donde el forraje fermenta y se producen ácidos que lo preservan. Para que este proceso de conservación se lleve a cabo, se deben producir una serie de reacciones bioquímicas en el forraje, debidas a la acción de enzimas producidas por la propia planta en la fase de respiración aeróbica inicialmente y anaeróbica después y también por la actividad enzimática de las bacterias acompañantes en la segunda fase del proceso (fermentación). En esta fase de respiración hay degradación de parte de los azúcares solubles e incluso de proteínas, donde el forraje se calienta y que sólo se detiene con un pH inferior a 4. Si el forraje se compacta fuertemente y de modo rápido, expulsando el aire, la temperatura interior alcanzará sólo a 20ºC aproximadamente (ensilado frío). Cuando la compactación se hace más lentamente y no se logra expulsar el oxígeno de la masa, la temperatura puede alcanzar entre 40º - 60º C (ensilado caliente), donde se registrarán fuertes pérdidas de energía. 15 Al finalizar la fase de respiración se imcia el proceso de fermentación propiamente tal, acidificándose la masa por medio de la producción de ácido acético esto lo realizan bacterias del grupo de las coliformes, las que presentan una temperatura óptima de l 8-25ºC y no son resistentes a la acidez, desapareciendo cuando el pH baja hasta 4,2. Al seguir disminuyendo el pH, comienzan a proliferar las bacterias lácticas cuyo óptimo desarrollo ocurre a valores de pH entre 3 y 4, necesitando un ambiente rico en carbohidratos solubles y ausencia de oxígeno. Alcanzado ese nivel de acidez, se interrumpe y estabiliza el proceso, completándose la fase de fermentación. El pH del ensilado juega un papel importante en la conservación, ya que al descender por debajo de 4, impide el desarrollo de la fermentación butírica que causan pudrición. Si no se acidifica la masa lo suficiente, se inicia la descomposición debido a la actuación de bacterias del género Clostridium, que se desarrollan entre los 20 y 40ºC, en competencia con las bacterias lácticas. Esta fermentación indeseable suele ir acompañada de descomposición de proteínas y aminoácidos (proteólisis), con formación de amoníaco y elevación delpH, produciéndose fermentaciones hasta que desaparecen los componentes energéticos. Se deben tomar una serie de medidas al momento de ensilar, por ejemplo mantener ausencia de oxígeno para limitar las pérdidas por respiración celular, compactando bien el forraje y expulsando el aire. Se puede compactar con tractor o caballos, para favorecer una fermentación láctica, impidiendo el desarrollo de fermentaciones indeseables (ej. butírica). El forraje, ya cortado y puesto en el silo, continúa su proceso de respiración, puesto que las células están aún vivas, produciéndose C02 y calor. En una primera fase el consumo de oxígeno a partir del aire presente en la masa ensilada, así como la producción de C02, favorecen las condiciones anaeróbicas esenciales para el posterior desarrollo de las bacterias lácticas. El forraje debe ser picado en lo posible de 2 a 3 cm (las ensiladoras con repicador son superiores a las sin repicador tipo "Ticki", aunque de menor costo, ver Foto 2) y cosechado con un nivel no muy bajo de humedad ya que de esta forma se compacta mejor y por lo tanto se optimiza la fermentación. Hay que evitar la entrada de tierra con el forraje (regular altura de la ensiladora). Entre las alternativas de forrajes conservados como ensilajes en la región se han · desarrollado silos tipo parva, silos en rama y últimamente el silo pack. 16 Foto 2. Proceso de ensilado con picadora de forrajes sin repicador (tipo Ticki) sobre una pradera permanente. Puerto Varas, Xª Región. ENSILAJE EN PARVA En la región esta técnica no es usada masivamente, ya que en general la maquinaria que se requiere no existe y la posibilidad práctica de distribuir el ensilaje durante el invierno es escasa, debido a la falta de maquinaria (carros de arrastre, tractor, caballos de trabajo, etc.). Sin embargo es posible simplificar el proceso manteniendo sectores de producción y conservación de forraje cercanos a los campos dónde se van a utili zar de tal fom1a de confeccionar los silos dentro de l campo lo que facilita la entrega del suplemento sin la necesidad de utilizar maquinaria (Foto 3). También está la posibilidad de implementar silos más complejos que la parva como el tipo Zanja (requiere movimiento de tierra) o Canadiense (es necesario construirlo de madera o cemento). Equipos para la cosecha. Las "chopper" o cortadoras de forraje , acopladas a un tractor, cuentan con un sistema que permite ir cargando el material directamente al carro que se engancha detrás de éste equipo. En el mercado existe una amplia gama de este tipo de maquinaria, con sistema de picado de diferente complejidad. 17 Foto 3. Silo tipo parva de cebada. Puerto Natales, XII Región. En general, se requiere de un tractor para acoplar la chopper y el caiTo recibidor, otro tractor para el acarreo de los caITos y un tercero para el apisonamiento del silo (se pueden realizar caballos). En cuanto al personal mínimo necesario, se requiere de 3 tractoristas, un ayudante en la chopper (controla la direcc.ión del caño para asegurar un buen llenado o puede ser acc ionada hidráulicamente), y dos personas para ayudar a la descarga de los carros, distribución del material dentro del silo, colocación de plásticos, etc. La capacidad de los carros es variable dependiendo del modelo y pueden ser de 4 a 6 toneladas de material recién cortado y el número de carros a usar dependerá del tiempo de llenado de cada uno de ellos, del tiempo requerido para el transporte de los carros hacia y desde el silo y del tiempo requerido para la descarga y apisonamiento. El rendimiento de cosecha es función del volumen de forraje en la pradera y de la dotación de maquinarias en función del tamaño del si lo y de la distancia entre éste y el lugar de cosecha. El diseño de los carros es importante para la velocidad de vaciado. Se prefieren carros de barandas altas, acorde con la altura del extremo final del soplador de la chopper, lo que es importante para no perder material cortado cuando el tractor tiene que dar vuelta o girar (Las Ticki operan con un carro propio de autodescarga con capacidad de 5 a 8 m\ El tiempo de vaciado de los carros debe ser considerado y no debiera ser superior a 5 minutos. Para ello se pueden 18 acondicionar los carro convencionales del predio para ser descargados por la parre posterior o por sus costados usando un sistema de cadenas que se acopla al tractor el que al tirar de éstas produce el vaciado del carro. Existen carros de descarga automática, que se pueden obtener de la adaptación de los convencionales, ver Foto 4. / Foto 4. Carro de arrastre modi.,ica.do para dcs-::arguc automático e!1 el proceso de ensilado. Llenado y sellado. Una vez casechado el material, se debe procurar un rápido llenado, una firme compactación y un sellado efectivo que impida la entrada de aire. Esta tarea debe realizarse 10 más rápidamente posible. Entre los factores más importantes que determinan la calidad <le las ensilajes de la zona sur del país, se encuentran la duración del pro':eso de ensiiado (Elizalde et al., 1990). Es importante que el proceso sea de corta d!lración porque existen pérdidas de energía digestible en esta etapa, por un deterioro aeróbico y posterior calentamiento. Estas pérdidas son perfectamente evitables y fluctúan entre un 1 O - 15% aproximadamenre. Por lo tanto se debe procurar que llegado el mmnerito, e:stén todos los elementos que ayudan a controlar ~sta faena. ~os equi1Jo8, tr~ctpr~s, carros, etc., deberán 19 estar en buen estado y en número adecuado. Una buena organización de este trabajo hará mucho por la calidad del producto. Una vez llenado el silo se procede a sellarlo y a taparlo. El sellado se realiza con mangas de polietileno de baja densidad de por lo menos l 00 micrones. El ancho de las mangas deberá estar de acuerdo con el tamaño del silo y deberá ser colocada incluyendo las paredes y la parte superior, a fin de impedir el contacto del material con el aire, con el agua y tierra de las paredes. Para silos de gran tamaño las mangas deberán traslaparse por lo menos por 40 cm. Una vez sellado el silo, éste se tapa con algún material pesado (arena en sacos, maderas, neumáticos viejos, no utilizar tierra ya que se congela y se pega al plástico). Es importante que los silos queden convexos en su parte superior para impedir la acumulación de agua de lluvias. Por eje.mplo, Riveros y Wernli (1985) encontraron que al ensilar una pradera permallente, con un . 20% de 'materia seca, usando silos parva; las pérdidas disminuyeron considerablemente al cubrirlos con polietileno. (Cuadro 3). Cuadro 3. Pérdidas de materia seca ertensilajes parva de praderas con .tres métodos de sella.do del silo; ' Pérdidas de descomposición (putrefacción), % Pérdidas de fermentación, respiración y lixiviación, % Pérdidas Totales, % Fuente: Riveros y Wernli (1985). ENSILAJE TIPO SILO PACK Método de sellado · Cubierto Cubierto con con tierra polietileno 11,5 38,0 49,5 2,2 21, l 23,3 ,Polietileno de cubierta y piso 1,6 15, l 16, 7 El silo pack es un sistema de conservación de forraje en cilindros gigantes que pueden pesar de 500 a 900 kilogramos y forrados en plástico. Es posible elaborar silos pack con un material húmedo (ensilaje) o semi húmedo (henilaje ). Donde más se justifica la elaboración del silo pack, es en aquellas zonas en que las continuas lluvias no permiten un rápido secado del forraje para producir el 20 tradicional heno. El mismo equipo puede envolver pasto seco (rollo de heno), donde es posible prescindir del plástico. Al cortar leguminosas (Ej.: alfalfa, trébol rosado), es conveniente premarchitar por un período corto de tiempo (mínimo 6 horas en alfalfa) el forraje previo a la confección del silo pack para llegar a un 40 a 50% de materia seca, iniciando la labor de segado en la mañana. Es posible acelerar el proceso de premarchitamiento con una segadora acondicionadora. La ventajade ensilar más húmedo es que se acorta la exposición del forraje al ambiente, se pierde menos hoja y se obtiene un forraje de mejor calidad, pero el peso de los silos es mayor ya que guarda una importante cantidad de agua. El hilerado es conveniente realizarlo en la mitad del proceso de premarchitamiento. Los silos pack deben ser cilíndricos para permitir un mejor sellado del film (plástico). La aplicación del film debe ser muy rápida, en lo posible antes de tres horas de enrollado. El film debe ser de alta calidad, resistente a los rayos ultra violeta y con capacidad autoadhesiva y de estiramiento -por lo menos en un 50 por ciento--, lo que permite adaptarse mejor a la superficie y eliminar el aire. Es necesario aplicar de 2 a 3 envolturas (esto equivale entre 4 y 6 capas de film al utilizar una superposición de un 50% •), sin embargo, es dependiente de las condiciones de almacenamiento y del tiempo de permanencia del silo al aire libre. Sin embargo, el uso de este film, que es de alto costo, se evita al elaborar heno con el mismo equipo. Es conveniente controlar periódicamente las roturas del film que puedan ocasionar animales, aves, etc., sellándolas con cinta de envolver. MAQUINARIA UTILIZADA La elaboración de silo pack requiere de un importante parque de maquinarias: Un tractor con acoplamiento hidráulico (sobre 60 HP), segadora, rastrillo, rotoempacadora, rotoenvofvedora, pluma para levantar este tipo de silos, aunque se pueden construir de bajo costo acoplado al levante hidráulico. • En términos prácticos se deben realizar entre 22 y 34 vueltas completas de la tornamesa de la rotoempacadora para lograr 2 o 3 envolturas respectivamente. 21 Algunas reglas prácticas para obtener un silo pack de alta calidad: • Enrollar con la mayor presión permitida por la rotoenfardadora cuidando producir un rollo denso y cilíndrico. • En alfalfa y pradera natural empaquetar el forraje cuando tenga una cantidad de materia seca comprendida entre el 40 y el 50 por ciento. • No realizar el empaquetado bajo la lluvia. • Utilizar film de calidad. • Lograr superposición del film del 50 por ciento entre las sucesivas capas, asegurando que todo el rollo tenga por lo menos 2 a 3 capas de cobertura (Para ensilajes o henilajes). • Controlar periódicamente los silo pack y tapar las roturas que se produzcan en la cobertura. • Consumir rápidamente los silos que presentan defectos en su envoltura o conservación. • El almacenaje de los silos en el campo puede hacerse apilando de a dos sobre sus caras y aislándolos del contacto directo de los animales mediante un cerco (eléctrico o fijo). 5. CONSIDERACIONES ECONÓMICAS Actualmente, la producción de ensilaje tipo silo pack es de mayor costo que la elaboración de heno; incluso pocas empresas prestan el servicio. La compra de equipo pastero propio solo se justifica con grandes superficies de cosecha (es conveniente asociarse para la compra de equipos). El parque de maquinarias requerido para elaborar silo pack consiste en: un tractor con acoplamiento hidráulico (sobre 60 HP), segadora (ideal con acondicionadora de rodillos para alfalfa), rastrillo, rotoempacadora, rotoenvolvedora, pluma para levantar este tipo de silos, aunque se pueden construir de bajo costo acoplado al levante hidráulico. Estimaciones de costos variables2 (promedio de 10 años) en 5 ha de producción de diferentes alternativas de forrajes conservados se señalan en el Cuadro 4. Tradicionalmente se ha recomendado mantener por vientre un fardo de 25 kg de heno como resguardo invernal. Es decir, un costo de entre $1.13 7 y $1.286 por 2 $a Octubre del 2001. Supone contratación de servicios: siembra (con bonificación estatal) y cosecha del forraje. 22 oveja, al conservar alfalfa. El silo pack es una alternativa de mayor costo (30% superior), que puede producir un forraje de mayor calidad y ser de fácil manejo en un predio mecanizado (por ello el requisito es contar con un mayor grado de mecanización predial). Cuadro 4. Costos variables de producción de forrajes conservados bajo dos superficies de cosecha con un nivel intermedio (NI) de rendimiento, $ octubre del 2001. $Fardo o $Fardo o Forraje conservado $ kg MS Silo pack $ kg MS Silo pack Superficie cosechada, ha 5 10 Heno alfalfa 61 1.286 54 1.137 Silo pack alfalfa 78 23.257 71 21.369 Heno vega 70 1.488 60 1.273 Heno avena 93 1.981 89 1.882 U$ : 700.- Fuente : Extractado de Novoa y Strauch (2001). 6. CONCLUSIONES Existen importantes diferencias en la oferta de pasto entre zonas ecológicas y entre años por efecto del clima en Magallanes, que repercuten fuertemente la producción agropecuaria. En general, resulta útil rezagar campos para alimentar el ganado en invierno, sin embargo, la cantidad y la calidad de ese forraje es normalmente inadecuada para mantener un animal en buen estado. Especialmente para la oveja, en el último tercio de gestación, la situación es más crítica, ya que requiere una mejor alimentación (cantidad y calidad). Se aceptan pérdidas de gordura, sin embargo, en algunos predios por estar ubicados en sectores dónde cae abundante nieve, o se encuentren muy sobre talajeados, los índices productivos se pueden afectar de manera tal que pueden llegar incluso a la muerte de los animales (Ej. Cerro Guido, agosto del 2001 ). Bajo estas condiciones, la conservación de forraje constituye un seguro alimenticio vital que puede aminorar notablemente los efectos de un invierno crudo y 'mejorar o al menos mantener' los índices, especialmente en el caso de razas de mayores requerimientos de alimentación. 23 La elaboración de henos o ensilajes, son alternativas vigentes, aunque de un costo importante para esta austral región. Debe considerarse el beneficio al que puede conducir este manejo en la sobrevivencia y productividad en ovinos. Como complemento a este manejo predial, actualmente los Programas de Bonificación a las siembras y fertilización de praderas, mejoran la factibilidad económica para la Conservación de Forraje. Se debe considerar que no todos los predios pueden producir estos alimentos en forma rentable, sin embargo, existen zonas en la región donde es factible elaborar este producto con facilidad; que a futuro pueden convertirse en "Centros productores de forrajes". Predios ubicados en zonas de clima más riguroso, o que quieran mejorar índices productivos o iniciar un sistema más intensivo, el resguardo forrajero es un manejo que debe plantearse y asumirlo como un costo más del sistema productivo. 24 LITERATURA CITADA Covacecich, N. 2001. Guía de manejo de Coironales. Bases para el planeamiento de la estancia. Boletín Técnico Nº 47. INIA Kampenaike, 23 p. Elizalde, H.F.1997. Producción y Utilizacion de forrajes conservados. IN: Intercambio de experiencias de pastoreo y conservación de forrajes, III Reunión Grupo Regional Patagónico de Ecosistemas de Pastoreo. INTA-FAO-INIA. (Eds) Becker, F. et al. Bariloche, 11al13 de Noviembre de 1997. Pp. 19-34. Elizalde, H.F.; Hargreaves, A.; Dumont, J.C.; Lanuza, F.; Catrileo, A.; Klein, F. e Hiriart, M. 1990. Prospección sobre la calidad de los forrajes conservados como ensilaje en la zona sur. Agricultura Técnica. Nº 50: 83-88. FONTEC-INIA (1998). Informe Final Proyecto "Determinación de Normas de Producción de alfalfa para Magallanes. INIA. 1982. Plan de Estudio Desarrollo Tecnológico Agropecuario Vol: VI Unidad de Trabajo Nº 3 Distritos Agroclimáticos: Antecedentes. Instituto de Investigaciones Agropecuarias - SERPLAC XII Región, Punta Arenas, Chile. 44 p. INIA. 1988. Investigación Tecnológica Agropecuaria XII Región. 3ª Etapa. Volumen II. Sistemas Ganaderos. Instituto de Investigaciones Agropecuarias - Intendencia XII Región, Punta Arenas, Chile. 154 p. Novoa, R. y Strauch, O. 2001. Antecedentes técnicos y económicos de la producción y conservación de forrajes en la Región de Magallanes y Antártica Chilena. Boletín Técnico Nº48.Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Kampenaike. Ed. Covacevich et al. 42 p. Riveros, E. y Wernli, C. 1985. Variaciones en la calidad del ensilaje de pradera naturalizada húmeda en el interior de silos parva con diferentes sellados. Avances en Producción Animal. Nº 10. p. 59. SEREMI de Agricultura XII Región. 1998. Estadísticas Ganaderas años 1996-1997 Región de Magallanes y Antártica Chilena. E. Adriana Rivera, FUCOA XII Región. Siebald, E.; Matzner, M. e Hiriart, M. 1985. Obtención de heno de buena calidad mediante uso de caballetes. CRI-Remehue. IPA Nº 4. 25 Strauch, O. y Gallegos, R. 2000. Métodos de henificación de alfalfa en la región de Magallanes. XXV Reunión Anual de la Sociedad Chilena de Producción Animal (SOCHIPA A.G.) Puerto Natales, 18 al 20 de Octubre del 2000. Pp. 91-92. Strauch, O.; Novoa, R. Lira, R.; Covacevich, N. y Siebald, E. 2000. Informe Final proyecto Investigación en producción, conservación y utilización de forrajes conservados, XII Región. Primera etapa. Código BIP 20142293-0. FNDR-INIA. Unidad Técnica SEREMI de Agricultura XII Región.122 p. Strauch, O. y Covacevich, N. 2000. Riego en Magallanes. Períodico Chileriego. Octubre Nº2. Comisión Nacional de Riego. (Eds) De Miguel et al., Pp. 30-32. Strauch, O. y Suárez, A. 2001. Cereales de grano pequeño para conservación de forraje en la región de Magallanes. XXVI Reunión Anual de la Sociedad Chilena de Producción Animal (SOCHIPA A.G.), Santiago, 27 al 29 de julio 2001. Pp. 244-245. Otras Publicaciones Strauch, O. 2000. Antecedentes del cultivo de Alfalfa en Magallanes. Informativo Nº 2 Instituto . de Investigaciones Agropecuarias, INIA Kampenaike. Ed. Covacevich et al., Septiembre del 2000. Strauch, O. 2000. Alternativas de uso de la alfalfa en Magallanes. Informativo Nº 3 Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Kampenaike. Ed. Covacevich et al., Septiembre del 2000. Strauch, O. 2000. Tecnología silo pack para la conservación de alfalfa en Magallanes. Informativo Nº 4. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Kampenaike. Ed. Covacevich et al., Noviembre del 2000. Strauch, O. y Covacevich, N. 2001. Antecedentes para el establecimiento y regeneración de praderas. Boletín Técnico Nº47. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Kampenaike. Ed. Covacevich et al. 35 p. 26
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