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BOLETÍN INIA N~ 67 ISSN 0717 - 4829 
ANTECEDENTES PARA LA 
PRODUCCIÓN DE FORRAJES 
CONSERVADOS EN LA REGIÓN DE 
MAGALLA.N ES 
OSCAR STRAUCH B. 
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS 
BOLETÍN Nº 67 ISSN 0717 - 4829 
GOBIERNODECHllt 
INIA 
ANTECEDENTES PARA LA PRODUCCIÓN DE FORRAJES 
CONSERVADOS 
EN LA REGIÓN DE MAGALLANES 
Osear Strauch B. 
Centro Regional de Investigación Kampenaike 
Punta Arenas, Chile, 2001. 
Autores: 
Osear Strauch B. 
Ing. Agrónomo 
Investigador en Praderas Mejoradas 
Centro Regional de Investigación Kampenaike 
Director Responsable: 
Raúl Lira F. 
lng. Agrónomo (MSc.) 
Director Centro Regional de Investigación Kampenaike 
Comité Editor Regional: 
Adriana Cárdenas B., Comunicadora 
Francisco Sales Z., Médico Veterinario 
Editor Externo: 
Mariela Garay V.,UMAG 
Boletín INIA Nº 67 
Este Boletín fue editado por el Centro Regional 
de Investigación Kampenaike, Instituto de Investigaciones 
Agropecuarias, Ministerio de Agricultura. 
Publicación patrocinada por la Seremi de Agricultura XII Región y financiada 
por el FNDR, Proyecto "Investigación en Producción, Conservación y 
Utilización de Forrajes, XII Región''. Código BIP: 20142293-0. 
Permitida su reproducción total o parcial 
citando la fuente y el autor. 
Diseño y diagramación: Lorena Mardones D. 
Impresión: INIA-Kampenaike 
Cantidad de ejemplares: 50 
Punta Arenas, 2001. 
INDICE 
1. Introducción .. . . . .. .. . . . .. .. . . . . . . . .. .. . . . . . . . . . .. .. .. . . . . . . . .. .. .. .. .. .. .. .. . . . . . .. .. . . . .. . . . . . . . .. . . . 1 
2. La Oferta de Forraje ............................................................................... 2 
3. La Suplementación Estratégica . . . . .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. ...... .. .. . . . . . . . . 3 
4. Conservación de Forraje ........................................................................ 4 
4.1 Momento de cosecha ........................................................................ 5 
4.2 Técnicas de conservación ................................................................. 8 
4.2.1 Henificación ............................................................................ 8 
4.2.2 Ensilado ................................................................................... 15 
5. Consideraciones Económicas ................................................................. 22 
6. Conclusiones .......................................................................................... 23 
Literatura Citada ........................................................................................ 25 
l. INTRODUCCIÓN 
La baja productividad y alta estacionalidad del rubro pecuario en la Patagonia 
se debe principalmente a la baja y dispar disponibilidad de forraje a través del 
año, con nulas tasas de crecimiento en invierno. Una forma tradicional para 
aminorar la restricción invernal, es no utilizar el sector de invernada en período 
estival ---se utiliza para ello veranadas-y así se acumula forraje en pie para la 
etapa invernal siguiente. Esta práctica, permite una abundante acumulación de 
forraje, sin embargo, el gran período de rezago y luego una deficiente 
utilización del forraje, provoca una alta senescencia y disminución de la calidad 
nutritiva de la pradera y muerte de plantas. 
Si bien, esta estacionalidad se debe principalmente a efectos climáticos, se ha 
determinado que es posible intervenirla en cierta medida con la aplicación de 
tecnologías simples (uso de veranadas e invernadas, pastoreos de temporada, 
forraje rezagado en pié) y más intensivas como siembra de determinadas 
especies forrajeras, la fertilización de praderas, el riego y la estrategia que se 
tratará en forma especial en este boletín la Conservación de Forrajes. Sin 
embargo, aún bajo las mejores condiciones obtenidas con las tecnologías 
simples y más intensivas (salvo conservación de forrajes), se tiene un período 
crítico prolongado entre junio y octubre de baja oferta forrajera dónde las 
especies pratenses no crecen y la calidad y cantidad de pasto es limitante para la 
producción animal en uno de los momentos de más altos requerimiento en 
hembras gestantes (último tercio de gestación). 
Para mejorar la oferta de forraje a través del año y poder entregar alimento de 
buena calidad nutritiva en períodos crítico de la producción ganadera de la zona, 
existen recursos que se cosechan en verano como: praderas naturales, mejoradas 
o sembradas o cultivos suplementarios (avena, cebada, alfalfa, etc.). 
La conservación de forraje, se puede definir como la técnica que permite 
almacenar forraje que excede en producción en una época, para ofrecerlo en 
momentos críticos, en lo posible con la menor pérdida ya sea de cantidad o 
calidad nutritiva, de diferentes formas de acuerdo al método utilizado. Los 
métodos comunes de conservación de forrajes son las parvas, fardos de heno 
(pasto seco), últimamente el ensilaje tipo silo pack y menos utilizadas las parvas 
de ensilaje. 
2. LA OFERTA DE FORRAJE 
La pradera natural se caracteriza por un corto período de crecimiento 
(Covacevich, 2001 ), que se inicia activamente a fines de octubre para decaer a 
fines de diciembre y tener un breve repunte en otoño (Gráfico 1 ). 
Gráfico l. Variación de la tasa de crecimiento diaria del Coironal. 
Crecimiento 
Relativo 
0,05 
0,04 
0,03 
0,01 
O,OQ 
.. 0,01 
-0,02 
Variación de la tasa de crecimiento relativo del 
coironal* 
diciembre 
enero 
Primavera Verano 
• K!;i ms producidos por f<g ms presente 
Fuente: Covacevich (2001) 
Otol'lo 
La producción de los pastizales naturales ( coironales) fluctúa en general entre 
350 y 850 kilos de materia seca por hectárea, dependiendo principalmente de la 
caída pluviométrica (Ver acumulación de forraje en sector Río Tranquilo en el 
Gráfico 2), sector y tipo de suelo. 
En la zona húmeda, como Río Pérez, Río Verde, Isla Riesco, Río Tranquilo, 
algunos sectores de Ultima Esperanza y sur de Tierra del Fuego, las praderas 
presentan mayores rendimientos (hasta 8 ton MS/ha/año ), especialmente las que 
fueron sembradas en el pasado o fertilizadas (INIA, 1988). Sin embargo, la 
oferta de forraje en la pradera natural es siempre muy estacional. Por otra parte 
los sectores de vega, presentan altas producciones de forraje que se acumulan en 
el verano, dónde es posible consechar sobre 3,5 ton MS/ha/año de forraje de 
adecuada calidad nutritiva (Strauch et al., 2000). Este forraje puede constituir 
un recurso importante para elaborar forraje conservado, pero normalmente se 
subutiliza. 
2 
Gráfico 2. Acumulación de forraje (cojín) en las invernadas de diferentes 
Estancias de Magallanes . 
3500 
3000 
2500 
-ti-Ovejero 
s o 
Fuente : Elaborado de fNlA ( 1982) 
-~Ayelén 
N D 
-ti-Armonía ~ Rfo Tranquilo 
E F M A 
Por otra parte, existe la posibilidad de producir forraje en base a cultivos 
suplementarios cuya a lta producción en términos de volumen y calidad nutritiva 
complementan la producción de la pradera. Los rendimientos observados en 
avena y cebada sobrepasan las 8 ton MS/ha al corte (Strauch y Suárez, 200 l ), 
mientras que en el cultivo de alfalfa estas alcanzan entre l O y 15 ton MS/ha/año 
con dos cortes (Strauch y Covacevich, 2000) . 
3. LA SUPLEMENTACIÓN ESTRATÉGICA 
Bajo condiciones de praderas naturales, incluso las más productivas de la 
región, no es posible satisfacer las demandas energéticas normales de las ovejas 
madres (Covacevich, 2001 ), lo que se traduce, especialmente en las zonas más 
áridas y frías en corderos de bajo peso, respecto a lo que el mercado requiere 
actualmente (> 13 kg al gancho). Esta situación sería aún más crítica si se 
establece un sistema de producción con v ientres de mayor prolificidad que la 
Corriedale. 
Esto exp lica en gran parte el bajo porcentaje de panc1on local, típico de 
explotaciones extensivas, que se considera 'adecuado ' cuando alcanza el 85% 
(aunque el potencial de la raza es superiora 100%) con un peso promedio de 
las canales de los corderos de 11 kg (SEREMJ de Agricultura XII Región, 
1998), hoy día considerado insuficiente para un importante sector del mercado. 
3 
Por otra parte, en los sistemas de producción bovinos -aunque orientados a la 
crianza fundamentalmente- las pérdidas por animal al final del invierno, pueden 
llegar a más de 20 kg de peso (Raúl Lira, antecedente no publicado), afectando 
la posibilidad de ofrecer ganado gordo de calidad para el consumo local 
especialmente a inicios de primavera. 
Estas presiones implican un cambio algo más importante que la aplicación de 
una técnica aislada, puesto que aunque la solución obvia al problema es la 
suplementación con forraje invernal, ésta sola práctica representa un salto 
cualitativo hacia la intensificación del sistema, donde se requiere manejar 
aspectos complementarios como la fertilidad de suelos, infraestructura, 
equipamiento y desde luego la aplicación de técnicas adecuadas de 
Conservación de Forrajes. 
La elaboración de henos o ensilajes, son alternativas vigentes, aunque de un 
costo importante para esta austral región. Debe considerarse el beneficio al que 
puede conducir este manejo sobre la sobrevivencia y productividad en ovinos. 
Las lecciones del Terremoto Blanco en 1995 fueron claras (muerte de animales, 
app. 360.000 ovinos y 17.000 bovinos). 
El conjunto requiere evaluaciones económicas exactas de las diversas opciones 
de inversión, porque el precio del producto sigue siendo comparativamente 
bajo. A modo de recuerdo actualmente los Programas de Bonificación a las 
siembras y fertilización de praderas del Ministerio de Agricultura, mejoran la 
factibilidad económica para la Conservación de Forraje a nivel predial. 
4. CONSERVACIÓN DE FORRAJES 
La elección de la alternativa para conservación está dada por las características 
agroecológicas, el nivel de intensificación predial, el objetivo del sistema 
productivo y la disponibilidad de maquinaria, etc. En Magallanes, es posible 
identificar al menos cuatro recursos importantes de alto rendimiento: la pradera 
natural de vega, la pradera sembrada o fertilizada, alfalfa y cereales, tales 
como la cebada o la avena, siendo el último el más difundido como pasto seco 
entre los ganaderos especialmente para la alimentación de equinos. 
No existe un método de conservación de forrajes que permita garantizar una 
calidad del producto final (heno, ensilaje) similar o superior a la del forraje 
utilizado como materia prima. Es así como una forrajera de bajo valor nutritivo 
al momento de cosecha en general, no será nunca un material de buena calidad, 
independiente de Ja tecnología de conservación aplicada. Por otro lado, si el 
4 
forraje que se va a conservar es de buena calidad, se conseguirá un forraje 
conservado satisfactorio, siempre que el proceso sea llevado a cabo 
adecuadamente. 
La especies forrajeras destinadas a la conservación deben tener cierta 
"habilidad" para ser conservadas en buena forma como ensilaje (la 
conservación del forraje es similar a lo que sucede en la elaboración del 
chucrut) y que son: 
i) una adecuada cantidad de carbohidratos solubles y 
ii) una baja resistencia a la acidificación. 
Al respecto, en orden después de las ballicas anuales y perennes se encuentran 
en un nivel medio las gramíneas tales como el bromo y el pasto ovillo y como 
especies de menor "ensilabilidad" la avena y a las leguminosas, como el trébol 
rosado y la alfalfa (Extractado de Elizalde, 1997). 
En la henificación en cambio, altamente dependiente del clima tiene como 
punto crucial la tasa de pérdida del agua que pueda lograr una determinada 
especie, ya que a menor tiempo de secado en el potrero, menores serán las 
pérdidas de materia seca y calidad del forraje. Se señala que la tasa de 
deshidratación depende de la especie forrajera, su estado vegetativo, contenido 
de humedad, relación tallo-hoja y la estructura del forraje tendido y del sistema 
de segado, siendo mayor al acondicionar el forraje. Se han encontrado 
diferencias significativas en la tasa de deshidratación entre especies de 
gramíneas, por ejemplo, la festuca se caracteriza por una velocidad de secado 
notoriamente mayor que la ballica perenne. 
4.1 Momento de Cosecha 
El estado de desarrollo de la planta, en el momento de la cosecha, es más 
importante que el método de cosecha y almacenamiento sobre la calidad del 
forraje conservado (tanto henos como ensilajes). De ahí entonces, que la 
consideración realmente significativa a tener en cuenta para obtener el mejor 
resultado de los procesos, sea cosechar cada cultivo en la etapa de madurez más 
adecuada. Esto significa que desde el punto de vista de la planta, se realice el 
corte en el momento que no afecte la sobrevivencia de la misma y de otras 
especies asociadas al cultivo. Por otro lado desde el punto de vista del animal, 
dependiendo de sus requerimientos (necesidades nutricionales diarias), será 
conveniente cosechar un forraje de una u otro calidad. Así por ejemplo un 
novillo en fase de engorda en invierno necesita un forraje suplementario de 
5 
buena calidad si el objetivo es ganar peso, en cambio para mantener una vaca u 
oveja en invierno, un suplemento de mediana calidad, será suficiente. 
Por lo tanto dependiendo del objetivo del uso del forraje, se deben considerar 
además aspectos de la especie forrajera. Por ejemplo, si bien durante la etapa 
vegetativa los porcentajes de digestibilidad (mientras mayor es Ja digestibilidad 
mayor es el contenido de energía) se mantienen estables, por cada día que 
transcurre luego del estado de bota (encañado) en las gramíneas se puede 
registrar una pérdida de digestibilidad promedio de 0,5% (en Lolium sp. 0,36% 
en las hojas y 0,70% en los tallos), mientras los aumentos de materia seca 
pueden alcanzar en promedio 150 kg diarios por hectárea (Dent y Aldrich, 1968 
citados por Elizalde, 1997). En el caso de praderas permanentes, dependerá de 
la zona y de las condiciones climáticas de la temporada, existiendo alguna 
información que sugiere cortar entre el mes de diciembre-enero en praderas 
pasto ovillo-trébol blanco en Punta Arenas (Strauch et al., 2000; INIA, 1982). 
Es decir en la medida que el estado fenológico avanza, el rendimiento aumenta 
y calidad nutritiva disminuye. Una evaluación realizada en Puerto Natales sobre 
una siembra de forrajeras perennes (asociada con avena) ocurrió lo anterior 
(Gráfico 3) afectándose además Ja población de trébol blanco cuando el corte de 
Ja avena se realizó tarde, resultado que confirma que no solo debe considerarse 
la fecha de corte desde el punto de vista del rendimiento y calidad nutritiva sino 
además del efecto sobre los componentes de Ja futura pradera permanente (esto 
en siembras asociadas). 
La mayoría de los autores coinciden en que el estado fenológico óptimo para 
cortar un forraje de alta calidad en las gramíneas como pasto ovillo, ballicas, 
festucas debiera ser el estado de emergencia de espiga. Por otro lado en el caso 
cereales como avenas, cebadas, se prefiere en estado de grano pastoso, en 
general en febrero-marzo en Magallanes. 
6 
Gráfico 3. 
10000 -
8000 -
6000 -
4000 -
2000 -
o 
Variación del rendimiento, de la calidad nutritiva de avena forrajera 
asociada a forrajeras perennes y efecto de la fecha de corte sobre la 
población de trébol blanco en la segunda temporada. Ea. Sava, 
Puerto Natales. 
...... 
.¡ .. .. .. .. .. .. Producción de .. .. ... 
forraje .. .. .. 
(kg MS ha·1¡ .. .. 
PC :7,4 
PC: 16,9 EM: 2,59 
EM: 3,0 
1 1 1 
ENE FEB 
· · Trébol Blanco 
N 
E 
U; 
.5 e: 
"' ¡¡:: .. .. 
"" .. .... .. .. 
PC: 7,1 
EM: 2,51 
1 1 
ABR 
... 
... 
... 
60 
50 
40 
30 
20 
10 
o 
Nota: PC: Proteína cruda(%); EM: Energía metabolizable (Mcal/kgMS) 
Fuente : Strauch et al., (2000) 
En el caso del cultivo de alfalfa es importante señalar que ésta almacena 
reservas en sus raíces (corona) lo que le permite reiniciar el rebrote después de 
cada corte.Esta acumulación de reservas se hace máxima cuando existe un 
50% de floración, momento en el cual la alfalfa ha disminuido en forma 
importante su valor nutritivo (Gráfico 4), respecto a estados fenológicos más 
tempranos (ejemplo estado botón). Por ello es recomendable cortar la alfalfa 
cuando los rebrotes de la corona presentan una altura de 3 a 5 cm y que en 
Magallanes ocurre antes del 10% de floración. Incluso, dependiendo de las 
condiciones climáticas, la floración en esta región ocurre tarde o no se presenta. 
En resumen, el momento de cosecha de algunas forrajeras para "mantener 
animales" puede ser: en alfalfa este momento ocurre en la primera semana de 
enero y el segundo corte en la primera semana de marzo; en cereales de grano 
pequeño (por ejemplo avena, cebada), cuando el estado de grano es pastoso 
(fines de febrero-marzo, dependiendo de la variedad). Pastos naturales de vega 
o de praderas sembradas pueden ser cosechados desde enero en adelante. 
7 
Gráfico 4. Contenido de nutrientes en alfalfa cosechada en diferentes estados 
de madurez (Promedio temporadas, 1996/97 y 1997/98). Ea. 
Nevada, San Gregorio. 
2,7 
2,5 
Energía 
U)' 
~2,3 
.X: 
:¡;¡ 
~2,1 
.!l! 
~1,9 
e: w 
1,7 
1,5 
botón 10%flor 30%flor 50%flor 
Nota: PC: Proteína cruda(%); EM: Energía metabolizable (Mcal/kgMS) 
Fuente : FONTEC-INIA (1998) 
4.2 Técnicas de Conservación 
22 
20 
18 
~ o 
16 
@' 
5' 
~ 
~ 
Proteína 
14 ~ 
12 
10 
100%flor 
En la conservación de los forrajes, son inevitable las pérdidas de masa vegetal 
y la disminución del valor nutritivo respecto al forraje original. Por 
consiguiente, los objetivos fundamentales en la conservación, son dos: 
i) minimizar las pérdidas de materia seca y 
ii) disminuir el empobrecimiento del valor nutritivo del forraje. 
Los sistemas de conservación tienen algunas ventajas y desventajas que 
dependen del objetivo, del clima del lugar, de la disponibilidad de recursos, 
maquinaria, etc. A continuación se detalla la henificación y el ensilado como 
técnicas válidas para Magallanes, con algunos antecedentes locales y 
recomendaciones básicas para su elaboración. 
4.2.1 Henificación 
El heno se define como aquel forraje que está lo suficientemente seco como 
para almacenarse sin problemas de descomposición en un área protegida de la 
8 
humedad. El objetivo de la henificación es disminuir lo más rápido posible el 
contenido de agua de la planta (normalmente de 75-80% se debe bajar a 20% 
para aminorar pérdidas de materia seca y calidad nutritiva del forraje. 
El método más corriente para deshidratar el forraje consiste en exponer el 
forraje al sol y viento en el potrero, por un período de tiempo variable, que 
depende de la especie, método de secado y condiciones climáticas. En esta 
región se realiza henificación de fardos rectangulares (25 a 30 kg) que se 
almacenan en galpón o simplemente en parvas al aire libre. Otras opciones son 
enfardar fardos gigantes redondos que utilizan el mismo equipo silo pack (no se 
plastifican), existiendo además fardos rectangulares gigantes ( 450 kg) que no 
son comunes en Chile. 
Las pérdidas pueden llegar a ser de gran importancia durante la henificación 
tanto en calidad como cantidad, dependiendo de las condiciones climáticas y 
que pueden no ser las más apropiadas en el verano en Magallanes (incluso las 
lluvias se concentran más en esta época, aunque de baja intensidad). El daño 
que ocurre cuando el forraje cortado se moja, es más severo cuando el pasto esta 
parcialmente seco; ya que, alarga el período de respiración (las plantas se auto 
consumen al estar cortadas). Aún cuando las condiciones climáticas son óptimas 
las pérdidas son importantes. Un estudio realizado en Magallanes, reveló que 
las pérdidas de materia seca (forraje físico), proteína y energía metabolizable 
pueden llegar incluso bajo condiciones óptimas de clima a 281, 13 y 8% 
respectivamente, al comparar el forraje en pie respecto al heno almacenado en 
galpón (Strauch y Gallegos, 2000). 
El efecto de la lluvia sobre el valor nutritivo del heno ocurre de dos formas: a 
través del lavado de gran parte de lo nutrientes solubles en agua y por otra parte, 
a través de una severa disminución de consumo voluntario del heno, dando 
lugar a una menor respuesta productiva (esto es más importante cuando se 
alimentan animales de altos requerimientos en alimentación, ej. vaca lechera, 
novillo en engorda). 
Se puede producir un heno de buena calidad cuando las condiciones climáticas 
lo permiten, existiendo un riesgo en Magallanes durante todo el verano. Es más 
difícil henificar a fines de verano (marzo) por ello sería más recomendable 
ensilar en ese momento. 
1 Por cada 100 kg de materia seca de alfalfa en pie en terreno se obtuvieron 72 kg de materia seca de heno de 
alfalfa en galpón después de 3 meses de almacenamiento. 
9 
No obstante, cuando no se requiere un forraje conservado de alta calidad el 
heno es una opción, especialmente porque, existe la maquinaria a nivel local. 
Este forraje es menos recomendable bajo sistemas ganaderos intensivos 
(engorda de novillos, corderos), ya que en este caso es necesario una mayor 
calidad del forraje conservado y se debería recurrir a técnicas como el ensilaje 
(parva o silo pack) que permiten producir un alimento de mayor calidad 
nutritiva, ya que la técnica es menos dependiente del clima. 
Diversas prospecciones de la calidad de los forrajes conservados en la zona sur 
(décima y undécima región) del país dónde las lluvias son abundantes, indican 
que la calidad nutritiva de los henos es menor que la de los ensilajes (diversos 
autores citado por Elizalde, 1997). Evaluaciones locales promedio de calidad 
nutritiva de diversos henos de cereales y pradera natural en la región revelan 
altos contenido de energía metabolizable (±2,5 Mcal/kg MS) con niveles bajos 
de proteína (±7,5%), (antecedentes no publicados). 
Al comparar diferentes técnicas de conservación de alfalfa en Magallanes 
desarrollados en el Centro Regional de Investigación Kampenaike, se observó 
una calidad superior en el ensilaje tipo silo pack, seguido del heno y finalmente 
parva de heno (Gráfico 5). 
Gráfico 5. Calidad nutritiva de alfalfa en estado fresco y conservado con 
diferentes métodos. 
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16 
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Fresco Silo pack Heno 
Nota : PC: Proteína cruda(%); EM: Energía metabolizable (Mcal/kgMS) 
Fuente : Extractado de Strauch et al., (2000) 
10 
Parva 
2,5 
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~ ~ 2,2 COI .., ~ M 
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1,9 
Debido a que el proceso de henificación en las zonas húmedas está 
permanentemente ligado a la posibilidad de pérdidas del material debido a la 
inestabilidad climática, es que se hace necesario adaptar y crear estrategias 
específicas que disminuyan dichos riesgos. 
ESTRATEGIAS PARA OPTIMIZAR EL PROCESO DE 
HENIFICACIÓN 
La estrategia base en el proceso de henificación es lograr que el forraje pierda 
humedad lo antes posible, el Gráfico 6 señala la pérdida de humedad en alfalfa 
en dos sistemas de segado, con y sin acondicionador, observándose la ventaja 
del acondicionado. 
A continuación se señalan prácticas que benefician a este proceso: 
1. La densidad del forraje a segar. En la medida que exista un menor 
volumen de forraje por unidad de superficie el secado es más rápido. Esta 
situación es desventajosa cuando se desea cosechar abundante volumen (ver 
punto 3). 
2. Técnica de segado. Las segadoras acondicionadoras permiten un secado 
más rápido del forraje (Gráfico 6 ), debido al efecto positivo del quebrado 
de tallos sobre la tasa de pérdida de humedad. Son recomendables las 
acondicionadoras de tipo rodillo en leguminosas y las de martillos para 
tratar gramíneas (estas últimas son de menor costo). El uso de una segadora 
de martillos en leguminosas incrementa las pérdidas de hojas respecto a una 
segadora convencional (Strauch y Gallegos,2000), sin embargo, para 
disminuir este efecto se recomienda regular la segadora a menos del 50% de 
su capacidad de acondicionado. Se han obtenido importantes diferencias en 
la tasas de pérdida de humedad entre segadoras, 1,2 % por hora en segadora 
sin acondicionador respecto a 1,8% por hora con acondicionador durante el 
primer día, es decir un 50% de diferencia. Por otra parte es importante que 
la segadora deje lo más esparcido el forraje sobre la superficie y que no 
forme hileras. Si se forman hileras muy marcadas como ocurre con las 
segadoras de tambor, es recomendable patear (esparcir el forraje con un 
rastrillo) después de unas 12 horas de secado. Es importante considerar que 
no todos los rastrillos hileradores permiten patear. 
11 
Gráfico 6. Variación del contenido de humedad en alfalfa sometida a 
dos sistemas de segado. Enero del 2000, Kampenaike, 
Punta Arenas. 
Segado a las 10:00 AM • 20+-~--..~~....-~-.-~~..--~......-~--.~~-.-~-;::w.-~...,;:oo~~·L..,..·~---. 
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 
Horas post segado 
Fuente : Strauch et al., (2000) 
3. Técnica de hilerado. No es conveniente realizar un hilerado con un forraje 
muy seco, sino cuando contenga aproximadamente un 50-60% humedad, 
así existe menor pérdida de hoja y hay menor efecto del viento sobre la 
hilera (la desordena); en Magallanes este manejo se puede realizar a las 30-
35 horas de segado en alfalfa cuando el clima es favorable. Por otro lado no 
se recomienda unir hileras, ya que aunque podría ahorrar el tiempo de 
enfardado, tiene efectos negativos sobre la disminución de la tasa de secado 
(mientras la hilera es más densa la tasa de secado es menor) y además el 
exceso de movimiento del forraje incrementa la pérdida de hojas. Si se 
cuenta con una enfardadora de boca ancha, es posible hilerar de tal forma 
que estas no queden unidas, sino como dos cordones separados levemente. 
Los rastrillos hileradores de tipo rotativo son muy rápidos, sin embargo, en 
leguminosas provocan una alta pérdida de hoja; por lo tanto para estas 
forrajeras un rastrillo de tipo estrella es más satisfactorio. En algunas vegas 
es difícil lograr un buen hilerado, especialmente cuando el relieve es 
disparejo (mogotes). 
4. Uso de caballetes de deshidratación. Esto puede ser utilizado a pequeña 
escala y permite un secado del pasto sin mayores riesgos ocasionados por 
lluvias, debido a que el agua escurre superficialmente en el pasto. Los 
caballetes de deshidratación consisten en dos rejillas formadas por cuatro 
12 
cintas o varas horizontales de 1,6 m de largo y por dos verticales de 1,5 m 
las que se ubican en el potrero formando un caballete en el cual se coloca el 
pasto, lográndose finalmente una pequeña parva de pasto con paso de aire 
entre las rejas. Siebald et al., (1985), realizaron en la zona de Osorno una 
experiencia con caballetes de deshidratación, utilizando una pradera 
constituida por trébol rosado (Trifolium pratense) y gramíneas perennes 
observándose niveles levemente superiores en proteína y energía al utilizar 
caballetes respecto al sistema tradicional (Cuadro 1 ). Una experiencia en 
uso de caballetes de deshidratación para la producción de alfalfa, se realizó 
en la comuna de San Gregorio (FONTEC-INIA, 1998); no se observaron 
efectos significativos del uso de caballetes sobre la calidad del heno, 
resultado que puede explicarse por el efecto que pudo tener el viento sobre 
la pérdida de hojas al estar el forraje más expuesto en el caballete (Gráfico 
7). 
Gráfico 7. Calidad nutritiva de heno de alfalfa, elaborado bajo tres 
sistemas (Promedio 2 temporadas). 
16 
15 
11 
10 -+-----'-
O Proteína 
Tradicional 
Fuente : FONTEC-INIA (1998). 
Caballete 
11 Energía 2,5 
m 
::J 
(1) 
2,4 ca 
iii' 
3:: 
2,3 
2,2 
m-
C' o 
~ 
C' 
iD 
2,1 ~ 
~ ....__ __ 2 ~ 
Acondicionado 
5. Guarda del forraje. En zonas lluviosas es importante almacenar el forraje 
bajo techo o eventualmente encastillar al aire libre y cubrir con plástico 
utilizado normalmente para la confección de silo u otro especializado de 
mayor calidad (Foto 1). En esta región, debido a las bajas precipitaciones en 
general, no se esperan importantes pérdidas (menor 5%) si se encastilla al 
aire libre sin uso de plástico. Además resulta favorable privilegiar una parva 
de gran tamaño y de forma piramidal. 
13 
Cuadro l. Contenido de materia seca, proteína y digestib ilidad de dos 
formas de des hi dratac ió n de la pradera, para la obtención 
de heno . 
Heno corriente 
Heno de caballete 
Fuente: Siebald et al., ( 19 85) 
Materia 
seca (%) 
85,4 
85,3 
Proteína 
total(%) 
9,6 
ll, 1 
Digestibilidad 
in vitro (%) 
65, 1 
67,0 
Foto l. Fardos gigantes de heno cubie rtos con un film, para 
protegerlos de la nieve en invierno. ldaho , USA . 
Un resumen de consejos prácticos para la elaboración de heno se presentan en el 
Cuadro 2. 
14 
Cuadro 2. ¿Cómo optimizar el proceso de henificación? 
Práctica Justificación Beneficio 
Pérdida más rápida de la 
Corte temprano en la Permite un secado humedad 
mañana durante todo el día. Si Menos pérdidas por 
hay rocío se debe respiración 
esperar. Menos probabilidades de daño 
or lluvia 
Acondicionar el Incrementa la tasa de 
Las anteriores, más mayor 
forraje secado 
cantidad y calidad del forraje 
cosechado 
Hilerado ancho (no Incrementa la tasa de 
Las anteriores 
suQerQoner hileras 2 secado 
Hilerado semi-
Incrementa la tasa de 
Las anteriores, más menor 
húmedo (40-50% de 
secado 
pérdida de hojas (en 
humedad2 leguminosas2 
Enfardado 20% de Optimiza la 
Menos caída de hojas 
humedad preservación 
Inhibe desarrollo de hongos 
Ma¿:or cantidad ¿: calidad 
4.2.2 Ensilado 
El ensilado es un método de conservac1on húmedo bajo condiciones 
anaeróbicas (no debe existir aire), donde el forraje fermenta y se producen 
ácidos que lo preservan. 
Para que este proceso de conservación se lleve a cabo, se deben producir una 
serie de reacciones bioquímicas en el forraje, debidas a la acción de enzimas 
producidas por la propia planta en la fase de respiración aeróbica inicialmente y 
anaeróbica después y también por la actividad enzimática de las bacterias 
acompañantes en la segunda fase del proceso (fermentación). 
En esta fase de respiración hay degradación de parte de los azúcares solubles e 
incluso de proteínas, donde el forraje se calienta y que sólo se detiene con un 
pH inferior a 4. Si el forraje se compacta fuertemente y de modo rápido, 
expulsando el aire, la temperatura interior alcanzará sólo a 20ºC 
aproximadamente (ensilado frío). Cuando la compactación se hace más 
lentamente y no se logra expulsar el oxígeno de la masa, la temperatura puede 
alcanzar entre 40º - 60º C (ensilado caliente), donde se registrarán fuertes 
pérdidas de energía. 
15 
Al finalizar la fase de respiración se imcia el proceso de fermentación 
propiamente tal, acidificándose la masa por medio de la producción de ácido 
acético esto lo realizan bacterias del grupo de las coliformes, las que presentan 
una temperatura óptima de l 8-25ºC y no son resistentes a la acidez, 
desapareciendo cuando el pH baja hasta 4,2. 
Al seguir disminuyendo el pH, comienzan a proliferar las bacterias lácticas 
cuyo óptimo desarrollo ocurre a valores de pH entre 3 y 4, necesitando un 
ambiente rico en carbohidratos solubles y ausencia de oxígeno. Alcanzado ese 
nivel de acidez, se interrumpe y estabiliza el proceso, completándose la fase de 
fermentación. 
El pH del ensilado juega un papel importante en la conservación, ya que al 
descender por debajo de 4, impide el desarrollo de la fermentación butírica que 
causan pudrición. Si no se acidifica la masa lo suficiente, se inicia la 
descomposición debido a la actuación de bacterias del género Clostridium, que 
se desarrollan entre los 20 y 40ºC, en competencia con las bacterias lácticas. 
Esta fermentación indeseable suele ir acompañada de descomposición de 
proteínas y aminoácidos (proteólisis), con formación de amoníaco y elevación 
delpH, produciéndose fermentaciones hasta que desaparecen los componentes 
energéticos. 
Se deben tomar una serie de medidas al momento de ensilar, por ejemplo 
mantener ausencia de oxígeno para limitar las pérdidas por respiración celular, 
compactando bien el forraje y expulsando el aire. Se puede compactar con 
tractor o caballos, para favorecer una fermentación láctica, impidiendo el 
desarrollo de fermentaciones indeseables (ej. butírica). El forraje, ya cortado y 
puesto en el silo, continúa su proceso de respiración, puesto que las células 
están aún vivas, produciéndose C02 y calor. En una primera fase el consumo 
de oxígeno a partir del aire presente en la masa ensilada, así como la producción 
de C02, favorecen las condiciones anaeróbicas esenciales para el posterior 
desarrollo de las bacterias lácticas. 
El forraje debe ser picado en lo posible de 2 a 3 cm (las ensiladoras con 
repicador son superiores a las sin repicador tipo "Ticki", aunque de menor 
costo, ver Foto 2) y cosechado con un nivel no muy bajo de humedad ya que de 
esta forma se compacta mejor y por lo tanto se optimiza la fermentación. Hay 
que evitar la entrada de tierra con el forraje (regular altura de la ensiladora). 
Entre las alternativas de forrajes conservados como ensilajes en la región se han · 
desarrollado silos tipo parva, silos en rama y últimamente el silo pack. 
16 
Foto 2. Proceso de ensilado con picadora de forrajes sin repicador 
(tipo Ticki) sobre una pradera permanente. Puerto Varas, Xª 
Región. 
ENSILAJE EN PARVA 
En la región esta técnica no es usada masivamente, ya que en general la 
maquinaria que se requiere no existe y la posibilidad práctica de distribuir el 
ensilaje durante el invierno es escasa, debido a la falta de maquinaria (carros de 
arrastre, tractor, caballos de trabajo, etc.). Sin embargo es posible simplificar el 
proceso manteniendo sectores de producción y conservación de forraje cercanos 
a los campos dónde se van a utili zar de tal fom1a de confeccionar los silos 
dentro de l campo lo que facilita la entrega del suplemento sin la necesidad de 
utilizar maquinaria (Foto 3). También está la posibilidad de implementar silos 
más complejos que la parva como el tipo Zanja (requiere movimiento de tierra) 
o Canadiense (es necesario construirlo de madera o cemento). 
Equipos para la cosecha. Las "chopper" o cortadoras de forraje , acopladas a 
un tractor, cuentan con un sistema que permite ir cargando el material 
directamente al carro que se engancha detrás de éste equipo. En el mercado 
existe una amplia gama de este tipo de maquinaria, con sistema de picado de 
diferente complejidad. 
17 
Foto 3. Silo tipo parva de cebada. Puerto Natales, XII Región. 
En general, se requiere de un tractor para acoplar la chopper y el caiTo 
recibidor, otro tractor para el acarreo de los caITos y un tercero para el 
apisonamiento del silo (se pueden realizar caballos). En cuanto al personal 
mínimo necesario, se requiere de 3 tractoristas, un ayudante en la chopper 
(controla la direcc.ión del caño para asegurar un buen llenado o puede ser 
acc ionada hidráulicamente), y dos personas para ayudar a la descarga de los 
carros, distribución del material dentro del silo, colocación de plásticos, etc. La 
capacidad de los carros es variable dependiendo del modelo y pueden ser de 4 a 
6 toneladas de material recién cortado y el número de carros a usar dependerá 
del tiempo de llenado de cada uno de ellos, del tiempo requerido para el 
transporte de los carros hacia y desde el silo y del tiempo requerido para la 
descarga y apisonamiento. El rendimiento de cosecha es función del volumen 
de forraje en la pradera y de la dotación de maquinarias en función del tamaño 
del si lo y de la distancia entre éste y el lugar de cosecha. 
El diseño de los carros es importante para la velocidad de vaciado. Se prefieren 
carros de barandas altas, acorde con la altura del extremo final del soplador de 
la chopper, lo que es importante para no perder material cortado cuando el 
tractor tiene que dar vuelta o girar (Las Ticki operan con un carro propio de 
autodescarga con capacidad de 5 a 8 m\ El tiempo de vaciado de los carros 
debe ser considerado y no debiera ser superior a 5 minutos. Para ello se pueden 
18 
acondicionar los carro convencionales del predio para ser descargados por la 
parre posterior o por sus costados usando un sistema de cadenas que se acopla al 
tractor el que al tirar de éstas produce el vaciado del carro. Existen carros de 
descarga automática, que se pueden obtener de la adaptación de los 
convencionales, ver Foto 4. 
/ 
Foto 4. Carro de arrastre modi.,ica.do para dcs-::arguc automático e!1 el 
proceso de ensilado. 
Llenado y sellado. Una vez casechado el material, se debe procurar un rápido 
llenado, una firme compactación y un sellado efectivo que impida la entrada de 
aire. Esta tarea debe realizarse 10 más rápidamente posible. Entre los factores 
más importantes que determinan la calidad <le las ensilajes de la zona sur del 
país, se encuentran la duración del pro':eso de ensiiado (Elizalde et al., 1990). 
Es importante que el proceso sea de corta d!lración porque existen pérdidas de 
energía digestible en esta etapa, por un deterioro aeróbico y posterior 
calentamiento. Estas pérdidas son perfectamente evitables y fluctúan entre un 
1 O - 15% aproximadamenre. 
Por lo tanto se debe procurar que llegado el mmnerito, e:stén todos los elementos 
que ayudan a controlar ~sta faena. ~os equi1Jo8, tr~ctpr~s, carros, etc., deberán 
19 
estar en buen estado y en número adecuado. Una buena organización de este 
trabajo hará mucho por la calidad del producto. 
Una vez llenado el silo se procede a sellarlo y a taparlo. El sellado se realiza con 
mangas de polietileno de baja densidad de por lo menos l 00 micrones. El ancho 
de las mangas deberá estar de acuerdo con el tamaño del silo y deberá ser 
colocada incluyendo las paredes y la parte superior, a fin de impedir el contacto 
del material con el aire, con el agua y tierra de las paredes. Para silos de gran 
tamaño las mangas deberán traslaparse por lo menos por 40 cm. Una vez 
sellado el silo, éste se tapa con algún material pesado (arena en sacos, maderas, 
neumáticos viejos, no utilizar tierra ya que se congela y se pega al plástico). Es 
importante que los silos queden convexos en su parte superior para impedir la 
acumulación de agua de lluvias. 
Por eje.mplo, Riveros y Wernli (1985) encontraron que al ensilar una pradera 
permallente, con un . 20% de 'materia seca, usando silos parva; las pérdidas 
disminuyeron considerablemente al cubrirlos con polietileno. (Cuadro 3). 
Cuadro 3. Pérdidas de materia seca ertensilajes parva de praderas con 
.tres métodos de sella.do del silo; ' 
Pérdidas de descomposición 
(putrefacción), % 
Pérdidas de fermentación, 
respiración y lixiviación, % 
Pérdidas Totales, % 
Fuente: Riveros y Wernli (1985). 
ENSILAJE TIPO SILO PACK 
Método de sellado 
· Cubierto Cubierto 
con con 
tierra polietileno 
11,5 
38,0 
49,5 
2,2 
21, l 
23,3 
,Polietileno de 
cubierta y 
piso 
1,6 
15, l 
16, 7 
El silo pack es un sistema de conservación de forraje en cilindros gigantes que 
pueden pesar de 500 a 900 kilogramos y forrados en plástico. Es posible 
elaborar silos pack con un material húmedo (ensilaje) o semi húmedo (henilaje ). 
Donde más se justifica la elaboración del silo pack, es en aquellas zonas en que 
las continuas lluvias no permiten un rápido secado del forraje para producir el 
20 
tradicional heno. El mismo equipo puede envolver pasto seco (rollo de heno), 
donde es posible prescindir del plástico. 
Al cortar leguminosas (Ej.: alfalfa, trébol rosado), es conveniente premarchitar 
por un período corto de tiempo (mínimo 6 horas en alfalfa) el forraje previo a la 
confección del silo pack para llegar a un 40 a 50% de materia seca, iniciando la 
labor de segado en la mañana. Es posible acelerar el proceso de 
premarchitamiento con una segadora acondicionadora. La ventajade ensilar 
más húmedo es que se acorta la exposición del forraje al ambiente, se pierde 
menos hoja y se obtiene un forraje de mejor calidad, pero el peso de los silos es 
mayor ya que guarda una importante cantidad de agua. El hilerado es 
conveniente realizarlo en la mitad del proceso de premarchitamiento. 
Los silos pack deben ser cilíndricos para permitir un mejor sellado del film 
(plástico). La aplicación del film debe ser muy rápida, en lo posible antes de 
tres horas de enrollado. 
El film debe ser de alta calidad, resistente a los rayos ultra violeta y con 
capacidad autoadhesiva y de estiramiento -por lo menos en un 50 por 
ciento--, lo que permite adaptarse mejor a la superficie y eliminar el aire. Es 
necesario aplicar de 2 a 3 envolturas (esto equivale entre 4 y 6 capas de film al 
utilizar una superposición de un 50% •), sin embargo, es dependiente de las 
condiciones de almacenamiento y del tiempo de permanencia del silo al aire 
libre. Sin embargo, el uso de este film, que es de alto costo, se evita al elaborar 
heno con el mismo equipo. 
Es conveniente controlar periódicamente las roturas del film que puedan 
ocasionar animales, aves, etc., sellándolas con cinta de envolver. 
MAQUINARIA UTILIZADA 
La elaboración de silo pack requiere de un importante parque de maquinarias: 
Un tractor con acoplamiento hidráulico (sobre 60 HP), segadora, rastrillo, 
rotoempacadora, rotoenvofvedora, pluma para levantar este tipo de silos, 
aunque se pueden construir de bajo costo acoplado al levante hidráulico. 
• En términos prácticos se deben realizar entre 22 y 34 vueltas completas de la tornamesa de la 
rotoempacadora para lograr 2 o 3 envolturas respectivamente. 
21 
Algunas reglas prácticas para obtener un silo pack de alta calidad: 
• Enrollar con la mayor presión permitida por la rotoenfardadora 
cuidando producir un rollo denso y cilíndrico. 
• En alfalfa y pradera natural empaquetar el forraje cuando tenga una 
cantidad de materia seca comprendida entre el 40 y el 50 por ciento. 
• No realizar el empaquetado bajo la lluvia. 
• Utilizar film de calidad. 
• Lograr superposición del film del 50 por ciento entre las sucesivas 
capas, asegurando que todo el rollo tenga por lo menos 2 a 3 capas de 
cobertura (Para ensilajes o henilajes). 
• Controlar periódicamente los silo pack y tapar las roturas que se 
produzcan en la cobertura. 
• Consumir rápidamente los silos que presentan defectos en su envoltura 
o conservación. 
• El almacenaje de los silos en el campo puede hacerse apilando de a dos 
sobre sus caras y aislándolos del contacto directo de los animales 
mediante un cerco (eléctrico o fijo). 
5. CONSIDERACIONES ECONÓMICAS 
Actualmente, la producción de ensilaje tipo silo pack es de mayor costo que la 
elaboración de heno; incluso pocas empresas prestan el servicio. La compra de 
equipo pastero propio solo se justifica con grandes superficies de cosecha (es 
conveniente asociarse para la compra de equipos). El parque de maquinarias 
requerido para elaborar silo pack consiste en: un tractor con acoplamiento 
hidráulico (sobre 60 HP), segadora (ideal con acondicionadora de rodillos para 
alfalfa), rastrillo, rotoempacadora, rotoenvolvedora, pluma para levantar este 
tipo de silos, aunque se pueden construir de bajo costo acoplado al levante 
hidráulico. 
Estimaciones de costos variables2 (promedio de 10 años) en 5 ha de producción 
de diferentes alternativas de forrajes conservados se señalan en el Cuadro 4. 
Tradicionalmente se ha recomendado mantener por vientre un fardo de 25 kg de 
heno como resguardo invernal. Es decir, un costo de entre $1.13 7 y $1.286 por 
2 $a Octubre del 2001. Supone contratación de servicios: siembra (con bonificación estatal) y cosecha del 
forraje. 
22 
oveja, al conservar alfalfa. El silo pack es una alternativa de mayor costo (30% 
superior), que puede producir un forraje de mayor calidad y ser de fácil manejo 
en un predio mecanizado (por ello el requisito es contar con un mayor grado de 
mecanización predial). 
Cuadro 4. Costos variables de producción de forrajes conservados 
bajo dos superficies de cosecha con un nivel intermedio 
(NI) de rendimiento, $ octubre del 2001. 
$Fardo o $Fardo o 
Forraje conservado $ kg MS 
Silo pack 
$ kg MS 
Silo pack 
Superficie cosechada, ha 5 10 
Heno alfalfa 61 1.286 54 1.137 
Silo pack alfalfa 78 23.257 71 21.369 
Heno vega 70 1.488 60 1.273 
Heno avena 93 1.981 89 1.882 
U$ : 700.-
Fuente : Extractado de Novoa y Strauch (2001). 
6. CONCLUSIONES 
Existen importantes diferencias en la oferta de pasto entre zonas ecológicas y 
entre años por efecto del clima en Magallanes, que repercuten fuertemente la 
producción agropecuaria. En general, resulta útil rezagar campos para alimentar 
el ganado en invierno, sin embargo, la cantidad y la calidad de ese forraje es 
normalmente inadecuada para mantener un animal en buen estado. 
Especialmente para la oveja, en el último tercio de gestación, la situación es 
más crítica, ya que requiere una mejor alimentación (cantidad y calidad). 
Se aceptan pérdidas de gordura, sin embargo, en algunos predios por estar 
ubicados en sectores dónde cae abundante nieve, o se encuentren muy sobre 
talajeados, los índices productivos se pueden afectar de manera tal que pueden 
llegar incluso a la muerte de los animales (Ej. Cerro Guido, agosto del 2001 ). 
Bajo estas condiciones, la conservación de forraje constituye un seguro 
alimenticio vital que puede aminorar notablemente los efectos de un invierno 
crudo y 'mejorar o al menos mantener' los índices, especialmente en el caso de 
razas de mayores requerimientos de alimentación. 
23 
La elaboración de henos o ensilajes, son alternativas vigentes, aunque de un 
costo importante para esta austral región. Debe considerarse el beneficio al que 
puede conducir este manejo en la sobrevivencia y productividad en ovinos. 
Como complemento a este manejo predial, actualmente los Programas de 
Bonificación a las siembras y fertilización de praderas, mejoran la factibilidad 
económica para la Conservación de Forraje. Se debe considerar que no todos los 
predios pueden producir estos alimentos en forma rentable, sin embargo, existen 
zonas en la región donde es factible elaborar este producto con facilidad; que a 
futuro pueden convertirse en "Centros productores de forrajes". Predios 
ubicados en zonas de clima más riguroso, o que quieran mejorar índices 
productivos o iniciar un sistema más intensivo, el resguardo forrajero es un 
manejo que debe plantearse y asumirlo como un costo más del sistema 
productivo. 
24 
LITERATURA CITADA 
Covacecich, N. 2001. Guía de manejo de Coironales. Bases para el 
planeamiento de la estancia. Boletín Técnico Nº 47. INIA Kampenaike, 23 p. 
Elizalde, H.F.1997. Producción y Utilizacion de forrajes conservados. IN: 
Intercambio de experiencias de pastoreo y conservación de forrajes, III Reunión 
Grupo Regional Patagónico de Ecosistemas de Pastoreo. INTA-FAO-INIA. 
(Eds) Becker, F. et al. Bariloche, 11al13 de Noviembre de 1997. Pp. 19-34. 
Elizalde, H.F.; Hargreaves, A.; Dumont, J.C.; Lanuza, F.; Catrileo, A.; 
Klein, F. e Hiriart, M. 1990. Prospección sobre la calidad de los forrajes 
conservados como ensilaje en la zona sur. Agricultura Técnica. Nº 50: 83-88. 
FONTEC-INIA (1998). Informe Final Proyecto "Determinación de Normas de 
Producción de alfalfa para Magallanes. 
INIA. 1982. Plan de Estudio Desarrollo Tecnológico Agropecuario Vol: VI 
Unidad de Trabajo Nº 3 Distritos Agroclimáticos: Antecedentes. Instituto de 
Investigaciones Agropecuarias - SERPLAC XII Región, Punta Arenas, Chile. 
44 p. 
INIA. 1988. Investigación Tecnológica Agropecuaria XII Región. 3ª Etapa. 
Volumen II. Sistemas Ganaderos. Instituto de Investigaciones Agropecuarias -
Intendencia XII Región, Punta Arenas, Chile. 154 p. 
Novoa, R. y Strauch, O. 2001. Antecedentes técnicos y económicos de la 
producción y conservación de forrajes en la Región de Magallanes y Antártica 
Chilena. Boletín Técnico Nº48.Instituto de Investigaciones Agropecuarias, 
INIA Kampenaike. Ed. Covacevich et al. 42 p. 
Riveros, E. y Wernli, C. 1985. Variaciones en la calidad del ensilaje de 
pradera naturalizada húmeda en el interior de silos parva con diferentes 
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SEREMI de Agricultura XII Región. 1998. Estadísticas Ganaderas años 
1996-1997 Región de Magallanes y Antártica Chilena. E. Adriana Rivera, 
FUCOA XII Región. 
Siebald, E.; Matzner, M. e Hiriart, M. 1985. Obtención de heno de buena 
calidad mediante uso de caballetes. CRI-Remehue. IPA Nº 4. 
25 
Strauch, O. y Gallegos, R. 2000. Métodos de henificación de alfalfa en la 
región de Magallanes. XXV Reunión Anual de la Sociedad Chilena de 
Producción Animal (SOCHIPA A.G.) Puerto Natales, 18 al 20 de Octubre del 
2000. Pp. 91-92. 
Strauch, O.; Novoa, R. Lira, R.; Covacevich, N. y Siebald, E. 2000. Informe 
Final proyecto Investigación en producción, conservación y utilización de 
forrajes conservados, XII Región. Primera etapa. Código BIP 20142293-0. 
FNDR-INIA. Unidad Técnica SEREMI de Agricultura XII Región.122 p. 
Strauch, O. y Covacevich, N. 2000. Riego en Magallanes. Períodico 
Chileriego. Octubre Nº2. Comisión Nacional de Riego. (Eds) De Miguel et al., 
Pp. 30-32. 
Strauch, O. y Suárez, A. 2001. Cereales de grano pequeño para conservación 
de forraje en la región de Magallanes. XXVI Reunión Anual de la Sociedad 
Chilena de Producción Animal (SOCHIPA A.G.), Santiago, 27 al 29 de julio 
2001. Pp. 244-245. 
Otras Publicaciones 
Strauch, O. 2000. Antecedentes del cultivo de Alfalfa en Magallanes. 
Informativo Nº 2 Instituto . de Investigaciones Agropecuarias, INIA 
Kampenaike. Ed. Covacevich et al., Septiembre del 2000. 
Strauch, O. 2000. Alternativas de uso de la alfalfa en Magallanes. Informativo 
Nº 3 Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Kampenaike. Ed. 
Covacevich et al., Septiembre del 2000. 
Strauch, O. 2000. Tecnología silo pack para la conservación de alfalfa en 
Magallanes. Informativo Nº 4. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA 
Kampenaike. Ed. Covacevich et al., Noviembre del 2000. 
Strauch, O. y Covacevich, N. 2001. Antecedentes para el establecimiento y 
regeneración de praderas. Boletín Técnico Nº47. Instituto de Investigaciones 
Agropecuarias, INIA Kampenaike. Ed. Covacevich et al. 35 p. 
26

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