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796 P A T O G E N I C I D A D E I N M U N O L O G Í A proteínas del complejo principal de histocompatibilidad (MHC, del inglés major histocompatibility complex). Las pro- teínas del MHC se encuentran en las superficies de las célu- las huésped y las hay de dos tipos (Figura 24.5). Todas las células del huésped muestran proteínas MHC I cuya misión es presen- tar péptidos de virus y otros patógenos intracelulares para su reconocimiento inmunológico. Además, las APC (macrófagos, 24.3 Inmunidad adaptativa En los vertebrados, los fagocitos responsables de la inmunidad innata desencadenan a menudo la activación de la inmunidad adaptativa. A diferencia de la inmunidad innata, la adaptativa se activa de forma específica para reconocer las característi- cas de ciertas moléculas del patógeno llamadas antígenos. En la inmunidad adaptativa, los receptores específicos de los pató- genos se producen en grandes cantidades y solo después de la exposición al patógeno o a sus productos. La primera exposición a un antígeno genera una respuesta inmunitaria adaptativa primaria: el contacto con el antígeno estimula el crecimiento y multiplicación de las células reactivas frente al antígeno, creando clones, grandes números de célu- las idénticas, todas ellas reactivas frente a aquel antígeno. Estos clones persisten durante años y aporta inmunidad específica a largo plazo. Los linfocitos reactivos frente al antígeno se dividen en célu- las T y células B y cada tipo de célula, sea B o T, produce una proteína receptora exclusiva que interacciona con un solo antí- geno. Por tanto, estas proteínas receptoras tienen especificidad para ese antígeno. Las de las células T que se unen al antígeno se denominan receptores de células T (TCR, del inglés T cell receptor); los anticuerpos de la superficie celular de las célu- las B son los receptores de las células B (BCR, del inglés B cell receptors). A diferencia de la inmunidad innata, la adaptativa se induce solo cuando es activada por un antígeno exclusivo de un pató- geno. Por ejemplo, el antígeno polisacarídico del LPS de una bacteria gramnegativa determinada es exclusivo de ese género bacteriano y a veces incluso exclusivo de una especie dentro del género. Por ejemplo, un clon de un linfocito que interac- ciona con un polisacárido del LPS de Salmonella no interac- cionará con los polisacáridos del LPS de otras bacterias. Los azúcares terminales que constituyen los polisacáridos del LPS de Salmonella spp. Son antígenos de identificación exclusiva y no se comparten con otras bacterias, ni tan solo con otras ente- robacterias gramnegativas como Escherichia coli o Shigella spp. Una segunda exposición al mismo antígeno activa los clones de células reactivas frente al antígeno y genera una respuesta inmunitaria más fuerte y rápida, denominada respuesta inmu- nitaria adaptativa secundaria, cuyo máximo se alcanza tras varios días (Figura 24.4) y cuyos productos atacan al patógeno rápidamente para destruirlo. Este aumento rápido de la inmuni- dad adaptativa tras una segunda exposición al antígeno se llama memoria inmunitaria. Por último, el sistema inmunitario adaptativo muestra tolerancia, la incapacidad adquirida para generar una respuesta inmunitaria contra antígenos propios. La tolerancia asegura que la inmunidad adaptativa esté dirigida a agentes externos que pueden suponer una amenaza auténtica para el huésped, y no a las propias proteínas del hospedador. Presentación de antígenos y células T La inmunidad adaptativa comienza con la interacción de las células T con antígenos peptídicos de células infectadas. Las células infectadas que son reconocidas por primera vez por las células T pueden ser los mismos fagocitos que participan en la respuesta inmunitaria innata. Por medio de su TCR, la célula T puede reconocer péptidos, pero solo si estos están asociados con ciertas proteínas de la propia célula infectada denominadas Exposición al antígeno Reexposición al antígeno Caída lenta de la respuesta inmunitaria 0 100 200 C é lu la s y a n ti c u e rp o s d e l s is te m a a d a p ta ti v o Tiempo (días) Respuesta secundariaRespuesta primaria Figura 24.4 Respuesta inmunitaria adaptativa primaria y secundaria. La respuesta primaria induce células inmunitarias y anticuerpos. Los antígenos en el día 0 y en el día 100 deben ser idénticos para inducir una respuesta secundaria. La respuesta secundaria puede aumentar más de 10 veces el número de las células inmunitarias y la concentración de anticuerpos. Inflamación Liberación de citocinas Lisis de la célula diana Liberación de perforinas y granzimas Célula presentadora de antígenos Fagocitosis Destrucción del patógeno Procesamiento de antígenos MHC Ι TCR Antígeno del patógeno Antígeno del patógeno Linfocito Th1 Citocinas Presentación del antígeno Perforina Granzima Linfocito Tc MHC ΙΙ TCR Figura 24.5 Inmunidad de células T. Las células presentadoras de antígeno, como algunos fagocitos de la inmunidad innata, ingieren, degradan y procesan los antígenos. Después presentan los antígenos a las células T, que secretan citocinas que activan la respuesta inmunitaria adaptativa. Entres células T que responden al antígeno están las células inflamatorias colaboradores (o T-helper) (Th1) y las células T-citotóxicos (Tc). Las Th1 producen perforinas y granzimas, unas proteínas que penetran en las células diana cercanas, lisándolas. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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