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ASTROLOGIA_EGOICA_Joshua_S_Santos

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Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 1 - 
 
 
 
 
AA SSTTRROOLLOOGGÍÍAA EEGGOOIICCAA 
 
JJOO SSHHUUAA SS.. SSAA NNTTOO SS 
©© FFee bb rree rroo 22000044 
 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 2 - 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Nada nuevo hay bajo la luz de lo divino; solo cada quien elige el 
camino que recorre para recordar 
 
 INTRODUCCIÓN 
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PRÓLOGO 
 
ASTROLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN FILOSÓFICA 
 
La Ast r ología es un gr an legado de la Sabidur ía Ant igua. El Zodiaco - los doce signos 
ast r ológicos que t odo el mundo conoce -, simbolizan el camino de la evolución que t odos 
hemos de r ecor r er event ualment e. El zodiaco r epr esent a el mundo y las dist int as 
exper iencias que t enemos que vivir par a alcanzar el conocimient o por el cual se supone que 
nos encont r amos en él. Nuest r a r elación con el mundo ext er ior es de conocimient o, dicen los 
f ilósof os, est amos aquí par a apr ender . Y los planet as y el ascendent e r epr esent an el equipaj e 
int er ior con que cont amos par a adquir ir lo. El zodiaco con sus casas es el camino de la vida y 
t odo lo que ello r epr esent a. Los planet as, act ivados por la ener gía que el Sol les f acilit a, 
envían sus vibr aciones que se agr upan alr ededor del sent ido del yo, el ascendent e, par a 
f or mar al individuo y pr opor cionar le las her r amient as necesar ias par a enf r ent ar se a la vida. 
El mensaj e divino, con t odo su pr oyect o, par t e pur o del Sol, su absolut a unidad se 
mult iplica al pr oyect ar se en los planet as y sur gen las diver sas cat egor ías del ser humano: el 
sent ido del yo, el int elect o y la ment e, las emociones, las capacidades f ísicas, la consciencia y 
la int uición espir it ual. Per o par a llegar hast a nosot r os esas ener gías t ienen que at r avesar 
ant es por dos cir cunf er encias concént r icas, la ext er ior , que es el cint ur ón zodiacal, y la 
int er ior , que son las casas del zodiaco. En el cent r o geomét r ico de ambas se encuent r a el 
individuo, que r ecibe, no las ener gías planet ar ias pr imor diales, sino lo que queda de ellas 
después de haber at r avesado sucesivament e ambos cint ur ones. 
Except o en los signos donde gobier nan (Mar t e en Ar ies, Venus en libr a, et cét er a), las 
ener gías se det er ior an, se ven somet idas a la ent r opía; y su det er ior o se mult iplica al 
at r avesar después las casas del zodiaco, las exper iencias cot idianas que t ant o per t ur ban. En 
el moment o del nacimient o, dependiendo de la sit uación planet ar ia, se conf igur a una 
per sonalidad; así como t ambién un ár ea específ ica de exper iencias: las r epr esent adas por los 
signos habit ados por planet as, que simbolizan los deseos, y las casas act ivadas por las 
pr esencias planet ar ias, que indican las ár eas de act ividad f ísica y cot idiana. La car t a nat al es 
de alguna maner a la document ación que r ecibe t odo individuo al nacer : le explica quien es, con 
que pat r imonio cuent a y que exper iencias le son más adecuadas. Per o el ego, el ascendent e, 
con la aut oconsciencia que r ecibe, y por t ant o en vir t ud de su liber t ad, y de su sabidur ía, 
ser á quien t ome f inalment e las decisiones. Una cosa es lo que nos dict a la r azón, algo 
obj et ivo, y ot r a dif er ent e la emoción, lo subj et ivo, que es lo que somos y lo que act úa 
f inalment e, de ahí el er r or . Aunque no cabe duda que las leyes de la conduct a, como la 
causalidad f ísica, ya llevan implícit a la f inalidad. 
Si exist e un ar t íf ice del univer so, mi opinión es que los ast r os r epr esent an la expr esión 
de su volunt ad, de su j ust icia, de su ecuanimidad; mediant e ellos gobier na el mundo. Y la 
ast r ología es la ciencia que explica el pr oceso de la exist encia de los ser es humanos. 
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El Zodiaco muest r a el amplio abanico de exper iencias y deseos que la Exist encia concede 
al ser humano en t oda su magnit ud, exper iencias que cr uzan por los ámbit os de la f amilia, de 
la amist ad, del t r abaj o, de la cr eat ividad, de la espir it ualidad... Per o hay que t ener en cuent a 
que ent r e ambos, ent r e la ment e y los obj et os, ent r e el mundo y nosot r os, ent r e las 
exper iencias vit ales y el individuo, hay un cor r elat o. No puede exist ir uno sin el ot r o, como la 
der echa no exist e sin la izquier da ni lo alt o sin lo baj o. El mundo ext er ior gener a la f r agancia 
en cor r elat o con la capacidad ment al de disf r ut ar la, como la f or ma y la f igur a con el placer 
est ét ico, o igual que la emoción de af ect o encuent r a un ser ext er ior sobr e el que volcar se. 
El hombr e nace en Ar ies al mundo f ísico cuando la evolución lo per mit e, y culmina en Piscis 
su pr oceso evolut ivo al nacer al mundo espir it ual. Y en cada una de sus exist encias descubr e 
pr ogr esivament e alguna par t e del laber int o zodiacal; que es lo mismo que conocer se a si 
mismo debido a la cor r elación exist ent e. Laber int o que se ilumina en alguno de sus t r amos en 
cada encar nación con la llegada event ual de las luces que par t en de los ast r os. Ellos nos 
act ivan en el moment o del nacimient o aquella par t e de la exist encia humana que se 
cor r esponde con nuest r o nivel evolut ivo y nuest r o kar ma. Hacia esos signos, iluminados por 
planet as, dir ige la per sona inevit ablement e su exper iencia, aunque depende de su sabidur ía la 
maner a de int er pr et ar las t endencias que le mar ca su car t a ast r al. De sus decisiones 
depender án sus act os, y de ést os su devenir , su bienest ar , su malest ar … 
El Ascendent e es el ego, símbolo de la per sonalidad emer gent e, que desplaza las 
coor denadas esenciales, los punt os car dinales univer sales, a los suyos pr opios. La consciencia 
univer sal indivisa sur ge limit ada y par cial a t r avés del ego, del ascendent e, que es el cr eador 
de la dualidad suj et o-obj et o, de la separ ación. El ego vivencia el bien común como bien 
per sonal, y la dist ancia ent r e ambos concept os, la dif er encia ent r e el ego y nuest r o ser 
super ior , nuest r a conciencia, r epr esent a el camino que nos queda por r ecor r er . En el caso 
inver osímil de coincidencia de la car t a nat al con los ej es car dinales del zodiaco, y de cada 
planet a en su signo, nos encont r ar íamos f r ent e a un ser que r ealment e habr ía alcanzado la 
per f ección, cualquier cosa que ello signif ique. 
El Zodiaco posee cuat r o cuadr ant es bien dif er enciados, y cada uno de ellos, con sus t r es 
signos cor r espondient es, simboliza un campo de consciencia bien dif er enciado. El pr imer 
cuadr ant e, Ar ies, Taur o y Géminis, r epr esent a a la per sona, los cuer pos f ísico, emocional y 
ment al de los que emer ge el Ego; y sus planet as r egent es, Mar t e, Venus y Mer cur io, llenan de 
vida e iluminan las ár eas de exper iencia cor r espondient es. El segundo cuadr ant e, Cáncer , Leo 
y Vir go, con sus planet as r egent es la Luna, el Sol y Mer cur io, simboliza la f amilia y el ser vicio 
que ello implica. El t er cer cuadr ant e del Zodiaco, Libr a, Escor pión y Sagit ar io, con sus 
planet as r egent es Venus, Mar t e y J úpit er , r epr esent an la exper iencia del mundo, que se vive 
sensualment e en Libr a, se r egener a en Escor pio y se univer saliza en Sagit ar io. En el cuar t o 
cuadr ant e se despier t a la vida int er ior , la vida espir it ual que solo el iniciado, con su ambición 
de super ación y su volunt ad puede alcanzar . En Capr icor nio, Sat ur no empuj a a la pur if icación 
y el pago de las deudas pendient es que se necesit a par a acceder a la t r anscendencia, que se 
exper iment a int elect ualment e en Acuar io y se culmina en sent imient o amor oso en Piscis. 
El Zodiaco comienza por Ar ies, el principio de las cosas; Mar t e, su r egent e, suminist r a la 
ener gía que empuj a y mueve la exist encia mat er ial, t ambién el cuer po f ísico que comienza la 
evolución con su volunt ad de ser indiscr iminada. 
Taur o simboliza los deseos emocionales que llevan a una volunt ad concr et a; y que 
necesit an de la ener gía de Venus par a af lor ar a la exper iencia. 
 INTRODUCCIÓN 
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Géminis simboliza la est r uct ur a ment al, la int eligencia concr et a y la r azón. Regido por 
Mer cur io complet a la est r uct ur a de la per sona y conf ier e el sent ido de ent idad f r ent e a los 
demás. 
Una vez f or mado el individuo, como cualquier ot r a célula, busca enseguida la per pet uación. 
De est a maner a sur gen Cáncer y Leo, la Luna y el Sol, lo f emenino y lo masculino, la madr e y 
el padr e del zodiaco, el poder cr eat ivo y el poder r ecept ivo baj o cuyo imper at ivo se gener a el 
mundo. Vir go simboliza el sent ido de ser vicio que la ent idad, o núcleo, así f or mado, pr ecisa, 
es el deseo de sublimación de la exper iencia f ísica en ar as del deber ; la culminación ét ica de 
la per sona al alcanzar la pur eza mor al. 
Con los seis signos ant er ior es se complet a la disponibilidad del individuo hacia la 
exper iencia ext er ior del mundo. Ya cuent a con un cuer po f ísico, ot r o emocional y ot r o ment al, 
así como con una est r uct ur a f amiliar y una ent idad social. A par t ir de ahí, en Libr a, baj o la 
inf luencia de Venus, descubr e y exper iment a la belleza, el ar t e, el amor y la amist ad. De la 
vida sensual se gener an mult it ud de apegos y aver siones que pasan a incor por ar se de alguna 
maner a al mundo subconscient e y ocult o, Escor pio. Sagit ar io, animado por J úpit er , es el signo 
expansivo por excelencia, el más benevolent e. Empuj a hacia las act ividades nobles. Él t r at a 
de dignif icar las cosas, incit a a r eest ablecer , mediant e la exper iencia gener osa y conscient e, 
lo individual en lo univer sal. Él ayuda a la per sona a elevar se, la empuj a a somet er se al j uicio 
de Sat ur no y t r anscender las cosas. Capr icor nio es el signo del I niciado, que mediant e la 
ambición espir it ual y la aust er idad sublima la nat ur aleza humana. Sat ur no se asient a en 
Capr icor nio, y desde allí cumple su f unción r est r ict iva, es el Señor del Kar ma, el f iscal, que 
enj uicia al alma def endida por J úpit er . Él apr ueba, o desapr ueba, el paso hacia las 
exper iencias mas espir it uales, que sur gen en el siguient e signo una vez super ada la I niciación. 
En Acuar io se despier t a la ment e cósmica, la int uición de lo t r ascendent e y t r ansper sonal. 
La ment e individual de Mer cur io se t r ansf or ma, un oct et o mas ar r iba, en Ur ano, en ment e 
univer sal. Y en Piscis, r egido por Nept uno, se alcanza el f inal de la evolución. Venus se 
sublima, t ambién un oct et o mas ar r iba, en Nept uno, es decir , el amor individual se 
t r ansf or ma y t r ansciende en Amor Univer sal y se pr oduce la Comunión Míst ica. 
Como conclusión, habr ía que dej ar clar o que no se puede concebir el viaj e de la exist encia 
individual, el camino del Zodiaco, como algo lineal por lo que se asciende poco a poco, hay que 
ver lo como un camino cíclico y espir al, por que t odos damos vuelt as y vuelt as en t omo a él a lo 
lar go de múlt iples exist encias, aunque en cada una, por el sent ido de pr ogr eso que la espir al 
implica, pasamos por los signos con una visión mas elevada. De est e modo, en cada ciclo 
exper iment amos dif er ent es aspect os de cada uno de ellos. La ambición que car act er iza a 
Capr icor nio se puede expr esar t ant o en la consecución de poder social como de conocimient o 
espir it ual. Como en Venus es posible exper iment ar el amor desde múlt iples per spect ivas. O 
como la cr eat ividad de Leo se puede expr esar t ant o como pat er nidad como cr eación 
ar t íst ica. O igual que la vit alidad de Ar ies se puede manif est ar como agr esividad. O como la 
sensibilidad emocional de Taur o se puede vivenciar t ant o como apego como con muest r as de 
ext r emo car iño y sensibilidad. Todos los signos t ienen sus ext r emos posit ivo y negat ivo, uno 
oper a a f avor de la evolución y ot r o en cont r a: uno es guiado por la r azón y el af ect o, y ot r o 
por el egoísmo. Uno despier t a est ados de ánimo de bienest ar y aut oest ima, y ot r o de 
aver sión y apego. Y la Ast r ología, la viej a y ant igua ciencia, t an vilipendiada por el 
pensamient o r acionalist a moder no como mal int er pr et ada en sus f ines por muchos adept os, 
apunt a sabiament e al t ipo de exper iencias que hemos de super ar . No nos habla de nuest r o 
pat r imonio ext er ior , sino del int er ior , no habla de logr os mundanos, sino de capacidades de 
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consciencia. No nos condiciona de una f or ma det er minist a, simplement e nos dice quiénes 
somos y qué hemos de apr ender , qué es vivir , par a ser f elices. 
 
Fernando Díez 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Todo propósito sembrado es recogido a su tiempo. 
 
Est e libr o es una met áf or a de una exist encia, una r ealidad vivida por el aut or en sí mismo, 
de que t odas las cosas son en f unción del cr ist al con el que se las mir e y que ese cr ist al lo ha 
f abr icado uno mismo exist encia t r as exist encia, una exper iencia t r as ot r a, añadiendo 
sombr as y luces, pasiones y vir t udes, def ect os er r át icos y descubr imient os que r ozan a 
veces la f ant asía; ese cr ist al nos ident if ica en nuest r a per sonalidad en la exist encia act ual y 
nos limit a en nuest r o modo de r elacionar nos con el ent or no y de compr ender nos en la 
int imidad, hast a que llegamos a asimilar de qué est á hecho nuest r o per sonal pr isma, por que 
ent onces es que ya nos hemos at r evido a cont emplar lo sin t emor ; después, inmediat ament e, 
uno se plant ea que quier e conocer cómo se f abr icó y por qué y se vuelve ar t esano de sí 
mismo, puliendo, r ecor t ando, equilibr ando, yendo una y ot r a vez de dent r o hacia af uer a, 
buscando buenos pulidor es y especialist as de j oyas y de f uer a hacia dent r o, pr egunt ándose 
qué puede hacer uno por su pr opio cr ist al, par a que se vuelva más t r anspar ent e y la esencia 
no se quede bloqueada en su int er ior ; un día descubr es que sólo est abas aliment ando una zona 
oscur a del mismo, o una par t e, o una pr oyección que no er a nada más que eso, una sombr a de 
alguna ot r a luz, ext er na, int er na, que más da, per o lo descubr es, y desde ese inst ant e t e 
dedicas a liber ar t u cr ist al de car gas que empiezas a compr ender que t e per t enecen. 
Est e libr o es una ayuda a esa labor , que sólo puede r ealizar se desde dent r o de uno, desde 
la alquimia per sonal donde el ent or no es una f ér t il t ier r a, inmensa e inconmensur able en su 
r iqueza, apor t ando exper iencias sobr e las que incr ement ar la pr opia, ayudando a madur ar lo 
que ver de est aba, ayudando a r ecolect ar los f r ut os pr opios y ayudando a ver aquello par a lo 
cual ant es uno est aba ciego. 
Paso a paso, t ant o el est udiant e como el exper t o en ast r ología podr á encont r ar una 
f uent e, esper o, de pr opuest as de búsqueda y de encuent r o, una guía út il par a el seguimient o, 
acoso y der r ibo de la máscar a pr opia, aunque por supuest o no hay int ención de dest r ucción, 
sino de int egr ación de aquello que uno mismo ha gener ado, ent onces las f or mas ar caicas caen 
por su pr opio peso, no exist e el enemigo, t an solo nuest r a limpia int ención de conocer nos nos 
ayudar á en el caminar cor r ect o del aut odescubr imient o del cont enido pr opio; no hay enemigo, 
r epit o, pues cuando las f uer zas opuest as son r eint egr adas, la división desapar ece, cuando las 
t ensiones son ent endidas y uno se aplica en la vida cotidiana en su r esolución, sólo queda la 
acción cor r ect a o incor r ect a, el amor compar t ido o esquivado, la ignor ancia ha de ir dando 
paso pr ogr esivament e a la sabidur ía que nos cont iene, las f or mas han de ceder ant e la 
r ealidad; la ver dad se esconde y es esquiva, es cier t o, per o no por ello imposible de alcanzar 
 INTRODUCCIÓN 
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desde uno y en uno, pues ser á la única que quede f inalment e; t odo lo demás ha de 
desapar ecer . 
Las complej ísimas est r uct ur as egoicas no nos han de hacer desf allecer en nuest r o 
esf uer zo por det er minar quién conduce nuest r a locomot or a de la vida, per o es necesar io 
exponer que est a apr oximación ast r ológica a t al análisis int elect ivo sólo supone una vist a 
ext er na de las posibles f uer zas que cont enemos y de cómo son usadas por los egos que las 
r et ienen en su libr e expr esión y det er minan una f or ma ilusor ia de exist encia. 
Examinar est as manif est aciones a lo lar go de doce signos ast r ológicos y doce casas, con 
sus r espect ivas r elaciones es como int ent ar det er minar desde f uer a el cont enido de doce 
vagones de un lar go y pesado t r en; sólo r ecor r iéndolos una y ot r a vez podr emos det er minar 
cuál es el que act úa como locomot or a y por qué y sobr e t odo hacia dónde nos dir ige. 
Est a visión ast r ológica es por lo t ant o par a el lect or una ayuda sobr e cómo y hacia adónde 
dir igir su mir ada, per o es una “r ef er encia ext er na”, en cuant o a que sólo se int er ior iza a 
t r avés de la pr opia exper iencia del individuo, que es quien en últ ima inst ancia dispone de las 
llaves que conect an las puer t as ent r e los vagones, abr en las vent anas y un día t al vez 
consigue con la más impor t ant e ej er cer el mando sobr e la locomot or a, decidiendo desde ese 
día los car r iles por los que cir cular . 
Los vagones est án sin duda int er r elacionados unos con ot r os y hemos de separ ar par a 
compr ender sus signif icados individuales; unir después t odo el conj unt o y disolver las f uer zas 
que los separ an, f or ma par t e de la alquimia de t r ansmut ación más pr of unda. Tan sólo conf ío 
en que est e pequeño mapa cont enga las inst r ucciones suf icient es par a ayudar t e a cont inuar 
t u búsqueda y encuent r o. Feliz viaj e, disf r ut a del t r ayect o y si consigues hacer lo t uyo, no 
olvides compar t ir lo en int imidad. 
 
Descubr e el impulso necesar io par a pr egunt ar t e sobr e t u pr opia exist encia, t en 
per sever ancia par a per manecer en la búsqueda t ant o t iempo como haga f alt a hast a que las 
pr imer as r espuest as clar as apar ezcan, plant éat e las iniciales pr egunt as t ant as veces como 
sean necesar ias y desecha aquellas r espuest as que pr ovengan de la ment e conocida, pues 
posiblement e sean bast ant e super f iciales y t an solo t r ansit or ias, pr imer as r espuest as 
apar ent ement e lógicas par a ent ender bases del compor t amient o humano y del t uyo pr opio; 
avanza conociendo t us or ígenes, de dónde par t ist e, cómo son t us padr es y abuelos, dónde se 
encuent r an t us r aíces f amiliar es y que t ipo de bases t e han apor t ado y cómo t ú las has 
implement ado en t u vida; plant éat e ent onces que quier es hacer t u con t odo ello y cómo 
puedes desar r ollar t u pr opia independencia y sent ido de individuación dent r o del ent or no en 
el que t e hallas; no olvides t us r esponsabilidades cot idianas y encuent r a en el ser vicio y la 
ent r ega al ot r o un punt o de r ef er encia cuando las cosas no mar chen del t odo bien, pues t al 
vez t e hayas sobr epasado en el peso que t e has dado a t i mismo y a un pr imigenio encuent r o; 
pon a pr ueba lo que ya has apr endido de t i mismo en el cont act o con los demás, per o sin 
int ent ar imponer f uer a lo que dent r o hallast e, pues t us conclusiones no han de conver t ir se en 
las de ot r os, r ecapacit a sobr e las r elaciones humanas como f uent e inagot able de exper iencia 
en donde se pone a pr ueba t u cr ecimient o per sonal y la evolución alcanzada hast a la f echa; si 
per sist en los conf lict os, valor a la capacidad que t ienes de cambiar los; pr opón, pr opont e 
nuevas f or mas de valor ar la vida y de t r ansmut ar lo denso, encuent r a nuevos f ocos de valor 
en t u vida, dej ando at r ás los pr imer os ver dader os cadáver es de t i mismo; desar r olla nuevas 
f ilosof ías de vida más abier t as y conf ía en que la vida apor t a a cada cual la ver dader a 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 8 - 
j ust eza más allá de los conf lict os per sonales y las discusiones ment ales, abandona la ment e 
inf er ior y no des impor t ancia a las t r ibulaciones cot idianas, desar r olla t u pr opio dest ino ya 
liber ado del ent or no un poco más y már cat e met as a alcanzar exent as de los deseos del ego y 
sin las necesidades del r econocimient o social; encuent r a en la unión gr upal nuevas f uent es de 
apr endizaj e y valor a la liber t ad que hace unir se a la gent e en f ines comunes; r et ír at e 
siempr e un t iempo a medit ar en soledad sobr e los ciclos r ecor r idos y sobr e el caos que has 
encont r ado y el or den que has gener ado colabor ando al apor t ar lo descubier t o, analiza desde 
t u int er ior las r aíces pr of undas de t u subconscient e que mot ivar on t us r eacciones, encuent r a 
t u luz y t u sombr a. 
Reinicia est e ciclo descubr iendo nuevas f acet as cada año, cada mes, cada semana, cada 
día. 
De la sombr a a la luz, de la oscur idad de las f or mas a la liber ación que ot or ga la ver dad, 
de dent r o hacia af uer a y de f uer a hacia dent r o, de lo cer cano a lo lej ano y desde lo dist ant e 
hacia lo ínt imo, eliminando bar r er as ent r e ‘el ser ’ y el ‘no ser ’, par a discer nir desde la 
volunt ad pr opia, par a enor gullecer nos de nuest r o dest ino y no sólo par a cumplir lo sino par a 
llegar a t r ascender lo. Par a ser lo que somos en consciencia de lo que f uimos y de lo que 
llegar emos a ser ; con sombr as per o sin miedos a at r avesar las, con dudas, per o sin t emor a 
r esolver las. Vacila, amigo, per o j amás t e det engas hast a llegar a conocer t e t an ínt imament e 
que ninguna dif er encia exist a ent r e dent r o y f uer a, ent r e bueno y malo, ar r iba o abaj o…, 
t odo es UNO, y ese Uno es un Or den inf init o dent r o del cual has de r econocer t e inmer so. 
 INTRODUCCIÓN 
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SIMBOLOS DE LOS PLANETAS 
SOL SATURNO 
LUNA QUI RÓN 
MERCURI O URANO 
VENUS NEPTUNO 
MARTE PLUTÓN 
J ÚPI TER QUAOAR Q 
 
SÍMBOLOS DE LOS SIGNOS ASTROLÓGICOS 
ARI ES LI BRA 
TAURO ESCORPI O 
GÉMI NI S SAGI TARI O 
CÁNCER CAPRI CONI O 
LEO ACUARI O 
VI RGO PI SCI S 
SÍMBOLOS DE LOS ASPECTOS MAYORES O PRINCIPALES 
TRÍ GONO 
CONJ UNCI ÓN 
CUADRATURA 
OPOSI CI ÓN 
SEXTI L 
 FUNDAMENTOS 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 11 - 
 
 
 
 
CAPÍTULO -1- 
 
FUNDAMENTOS DE LA ASTROLOGÍA EGOICA 
 
La const r ucción del ser humano baj o el punt o de vist a ast r ológico. Un nuevo enf oque par a 
la det er minación, análisis e iluminación de las sombr as que nos habit an. 
 
Un canal de inf or mación que esper a ser desvelada se encuent r a inher ent ement e asociado 
al ser humano desde su nacimient o, es su mapa nat al, un esquema de la mat emát ica univer sal 
que nos habla de ciclos, de inf luencias planet ar ias, apor t ando una valiosísima inf or mación 
sobr e el camino y los designios de cada per sona. 
Con la Ast r ología pueden ent ender se las lecciones que debemos de apr ender e int egr ar , 
los posibles t r aumas y f r ust r aciones que el individuo deber á super ar y nos dice además 
' cuándo' , y ' cómo' lo har á. Ello no aboca a la ast r ología al det er minismo, sino que muest r a una 
evolución pot encial de la voluntad humana y de su desar r ollo a lo lar go de la vida. 
Los dist int os niveles de int er pr et ación per mit en conducir al ser humano desde los niveles 
más básicos de su exist encia, a nivel mat er ial, pasando por la compr ensión de su nat ur aleza, 
descubr iendo las mot ivaciones emocionales y psicológicas, hast a llegar a los más pr of undos 
secr et os de su desar r ollo en la t ier r a, desvelando los secr et os del Alma. La ast r ología egoica 
nos habla de las cor r ient es ener gét icas del cuer po humano, de su movimient o y de sus 
implicaciones; nos habla igualment e de la nat ur aleza de la esencia del ser humano, de su 
or igen y del desar r ollo y evolución que deber á encar ar en su act ual encar nación, nos habla del 
bagaj e kár mico que puede ar r ast r ar y de sus deber es y obligaciones ineludibles par a 
complet ar su f or mación en est e planet a escuela, avivando el r ecuer do de las decisiones 
t omadas par a llegar hast a aquí. 
 
El pr imer inst int o del hombr e cuando se r econoce inmer so en una ext ensa llanur a, o ant e 
elevadas mont añas, es el de r econocer el t er r eno por el que pisa, saber de sus conf ines y 
alcanzar sus límit es. Numer osas expediciones a lo lar go de la hist or ia han ser vido par a que el 
planet a t ier r a f uer a habit ado en t oda su ext ensión, se han ut ilizado par a la mej or 
compr ensión del hábit at que ést e ocupa y han hecho r econocer a muchos de sus habit ant es la 
pequeñez de ést os con r elación a la madr e nat ur aleza. Per o par a ot r os, ha supuest o algo muy 
cont r ar io, un int enso, imper t ur bable y cuasi inf init o est ado de per manent e lucha cont r a ést a, 
en un vano int ent o por alcanzar t odos sus conf ines y más allá de ést os de dominar los, de ser 
capaz de sobr evivir en los ambient es más inhóspit os y de habit ar en ellos, baj o cualquier t ipo 
de condiciones climat ológicas y mucho ant es incluso de plant ear se el der echo de per manecer 
allí donde hubier a llegado. Hoy en día se concr et a clar ament e en la conquist a del espacio 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 12 - 
ext er ior ; una met a que a t odo el mundo par ece f ascinar , per o que super a inexor able cualquier 
súplica de r et r aso, en pos del empleo más ur gent e de los f ondos económicos, pues se olvida el 
mundo de las pr ior idades y con ello, al pr opio mundo, su hambr e, sus inj ust icias y su sed de 
equilibr io; per o, ¿qué es lo que hace al mundo olvidar se de sí mismo?, EL I NSTI NTO DE 
DOMI NACI ÓN; más allá de la conquist a, más allá de haber llegado, el hombr e se 
aut opr oclama con el der echo de CONQUI STAR lo alcanzado, de hacer par a sí aquello que 
nunca lo f ue y a menudo con ello, a sus habit ant es, sus cost umbr es y, por desgr acia, su 
pasado. 
Es est e inst int o desmesur ado de conquist a pr imer o y de dominación después, iniciales 
egos hacen su apar ición dent r o del mundo de ARI ES, pr imer signo del Zodiaco, y 
dir ect ament e r elacionado con los pr imer os impulsos del hombr e en su r elación con su hábit at , 
la nat ur aleza; dent r o de ella y a menudo con no pocas f alsas int enciones, exculpado de 
ambiguas int enciones, el hombr e ha super ado sus miedos y se ha adent r ado en ext ensas 
ár eas desconocidas, ha viaj ado y poblado nuevos t er r it or ios, per o en ese ansia se olvidó del 
polo complement ar io al de la conquist a, que es el r espet o por lo conquist ado y, en su def ect o, 
ha ej er cido la dominación. El desar r ollo de los pr imer os pueblos enmar cados en un ámbit o 
socio cult ur al hace unos 8.000 años conf or ma est e mundo de Ar ies de conquist ador es y 
guer r er os, pioner os en abar car nuevas t ier r as que necesit ar on de mucho cor aj e y valent ía 
par a sobr evivir en ellas y mar car una línea de par t ida de lo que dar íamos en llamar unos 
milenios después: la civilización. 
Así, una vez dominado (Ar ies), el ser humano ha necesit ado poseer lo (Taur o) y que t odos 
supier an que er a suyo, dist r ibuyendo pr opiedades, asignando las t ier r as. Más allá, una vez se 
ha sent ido segur o con su per t enencia, se ocupó de conocer lo (Géminis), de saber los por qués 
de sus límit es, del cont enido de sus t ier r as, de la alt it ud exact a de sus mont añas y hast a el 
caudal de sus r íos. Una vez dominado, poseído y conocido, necesit ó sent ir se segur o (Cáncer ), 
gener ar lo a imagen y semej anza pr opia, pues no se cont ent ó con t ener lo sino se pr eocupó en 
no per der lo j amás y par a ello buscó incesant ement e el poder imit ar lo y post er ior ment e 
ident if icar lo como suyo, igualar lo, cocr ear lo (Leo), deseando ser copar t ícipe de la cr eación, 
t r ansf or mando el ent or no a su medida y acor de a sus necesidades. Y ent onces, alguien 
decidió que podía salt ar se las r eglas de la nat ur aleza (Vir go). 
Conseguido t odo ello, ese algo o alguien se consider ó con der echo a j uzgar lo que en ese 
nuevo ent or no conoció como bueno o malo (Libr a), desechando mediant e la cr ít ica lo que no le 
gust ó. Par a ello, ut ilizó su poder de t r ansf or mación (Escor pio), ocult ando el f r ut o de su lucha 
cont r a nat ur a y dest r uyendo t odo a su paso, sin par ar se en pensar en las consecuencias de su 
compor t amient o, derrochando (Sagit ar io) los r ecur sos y malgast ando lo que le er a dado por 
nada. No cont ent o, deseó cont rolar (Capr icor nio) y poner límit e a nat ur a, levant ando diques y 
const r uyendo pr esas, llegando a cr eer se la ilusión de poder mejorar (Acuar io) las leyes de 
nat ur a. Y por f in, cuando un día se sent ó a r ecapacit ar sobr e el ciclo de su vida, opt ó por 
emplear el poder de olvidar (Piscis) el daño que había causado. Es un ciclo que par ece 
r epet ir se et er nament e y aunque al día de hoy somos inf init ament e más conscient es de t odo 
ello, la r ueda sigue gir ando incansablement e; ahor a la exper iencia es mucho más r ápida, los 
cambios se suceden más por capr icho del ser humano que por los ciclos int r ínsecos de la 
pr opia nat ur aleza; la adapt ación al ent or no desapar ece por que el ent or no pasa a ser 
dominado, t r ansf or mado, subyugado al mundo de deseos y necesidades de cada quien. 
 
 FUNDAMENTOS 
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Al igual que la psicología act ual nos per mit e diseccionar los múlt iples compor t amient os del 
ser humano, f unción de su educación, lugar de cr ecimient o y f undament alment e de las 
r elaciones humanas que sost iene dur ant e su cr ecimient o, la ast r ología egoica nos per mit e 
pr of undizar en los or ígenes de los pr econdicionamient os del ser humano y, más allá de su 
pur o análisis, llegar a compr ender cuáles son esas cadenas que a menudo ést e se aut oimpone, 
desconociendo su potencial de dest rucción de esas máscaras. Compr ender los 
f uncionamient os de nuest r os pr incipales egos nos per mit e libr ar nos de ellos. Reconocer los es 
vencer los. Saber encont r ar los y def inir los es el pr imer paso par a r econocer los. Una vez 
admit ida su vir t ual exist encia, una vez super ada la t er r ible bar r er a que supone la ignor ancia 
en t odas sus f or mas, sólo nos quedar á enf r ent ar nos a la segunda par t e de est a inf init a 
cont ienda: nuest r os t emor es y miedos a vivir sin nuest r os conocidos egos; ent onces, puede 
que el t emor a lo desconocido, que nunca vacío, pueda inundar nos de t al maner a que ahogue 
nuest r o impulso inicial de vivir más allá de aquello que empezamos a ser conscient es ‘no 
somos’. 
 
 
Esquema nº 1 
BASES DE LA ASTROLOGÍA EGOICA 
La búsqueda de la esencia, aquello que un individuo es más allá de la per sonalidad, conlleva 
el análisis y descubr imient o de aquello que ' no es' ; el medio f undament al par a est e t r abaj o 
ser á el ' r econocimient o' de aquellas paut as per sonales de conduct a; ' r econocer ' que somos 
deuna u ot r a maner a nos pr opor cionar á el cr it er io suf icient e par a ' decidir ' qué hacer con 
nuest r os egos. 
Por t ant o, exist e una doble t ar ea a elabor ar enmar cada en una act it ud cot idiana de 
aut oobser vación y per cat ación de quienes somos, a t r avés del: 
Reconocimiento de los egos mediante el análisis de la car t a nat al y del compor t amient o. 
Decisión de t r ansf or mación a t ravés del act o de la voluntad per sonal. 
Es decir : 
1º Reconocer el f uncionamient o de nuest r os egos. Dar les ‘nombr e’. 
2º Vencer los = dar les luz. 
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SI GNOS 
Vibr ación cuánt ica est able. 
Telón de f ondo del escenar io de t u vida. 
Car act er íst icas de la manif est ación 
CASAS 
Ár ea de exper iencia del Alma, dónde ha elegido vivir y cómo. 
El por qué y el par a qué per manecen vedados par a el no iniciado 
ASPECTOS 
Const r ucción de la per sonalidad, a t r avés de la cual se manif iest a 
el Alma. 
Cor por eidad y r esult ados sobr e la misma. 
El PASO EVOLUTI VO ACTUAL. 
El Alma expr esándose en lo denso. 
La const r ucción o disolución de cont enidos del Alma 
 
METODOLOGÍA 
• Los egos se localizan at endiendo al signo que ocupa cada uno de los planet as de 
la car t a nat al y de las r elaciones, aspect os, ent r e ellos. 
• Dos o más planet as en un mismo signo implicar á que ambos coexist en y se 
manif iest an conj unt ament e. 
• Los aspect os r ecibidos por los planet as indicar án las r elaciones, o no, 
exist ent es ent r e los dist int os egos, es decir , cómo unos se comunican con 
ot r os, conociendo su exist encia r elat iva. Los aspect os son especialment e 
int er esant es, puest o que apor t an una dif icult ad añadida a la localización y 
det er minación del ego, al mezclar se ent r e sí más de uno. Par a un aspect o dado 
ent r e dos planet as, exist e un ego dominador que r ige a los r espect ivos egos 
at r ibuibles a cada planet a, como ver emos en el capít ulo de egos combinados. 
• Las casas nat ales ser án las ár eas de expr esión o manif est ación de los egos 
per sonales. 
 
Recuer da: 
EGO = ACTI TUD SUBCONSCI ENTE. 
YO = MANI FESTACI ÓN CONSCI ENTE. 
 
El “yo egoit izado” es un yo en sombr a, una manif est ación que apar t e del ego 
aliment ándose de la luz que somos. 
 FUNDAMENTOS 
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Esquema nº 2 
EGOS EN FORMACIÓN 
Veamos el inicio de la f or mación de pat r ones egoicos desde el punt o de vist a ast r ológico: 
Las mot ivaciones básicas cont enidas en el mundo de los deseos (Ar ies) nos llevan a 
desar r ollar f alsas necesidades, un conj unt o de vagas ideas que apr isionan el alma, como la 
necesidad de ser pr ot egido por la madr e o el padr e, par a poder sent ir nos segur os; en el polo 
opuest o est á la aut oaf ir mación o poder per sonal y el punt o medio que hay que at r avesar 
consist e en el r econocimient o de que somos débiles y vulner ables pues el ego ocult o es aquél 
que no quier e r econocer que puede mor ir , el miedo a la muer t e nos hace depender de la 
pr ot ección mat er na / pat er na. 
Las necesidades básicas (Taur o) nos hacen cr ear aspiraciones, es decir , pensamos y 
r ef lexionamos sobr e cómo deber ía ser nuest r a vida y qué deber íamos obt ener par a 
sat isf acer nuest r o mundo de necesidades (Taur o) y así nos aut oimponemos met as y 
obligaciones par a llegar a sent ir nos segur os, quer idos o amados, cr eando una vida ent er a 
alr ededor de esa necesidad y acept ando pat r ones ment ales que la r egir án; el mundo del air e 
queda así f or mado par a r esponder al mundo de las necesidades. Un ej emplo animal lo t enemos 
en el pt er odáct ilo (pr imer saur io volador ), que gener ó sus alas al necesit ar el saur io 
t er r est r e desde el que evolucionó mayor r apidez par a alcanzar a sus pr esas. Una necesidad 
(Taur o) nos hace gener ar un ent or no (Géminis) donde cumplir la, al igual que un ent or no 
modela un t ipo de necesidades. 
La idealización de una aspir ación (que sat isf aga el mundo de las necesidades) nos lleva a 
vivir una PASI ÓN , de f or ma que dediquemos nuest r a ener gía vit al a aliment ar esa pasión, 
hast a que ést a viva nuest r a pr opia vida; el deseo se t r ansf or mó así en pasión, sat isf aciendo 
una cot a muy alt a de necesidad. 
Al desar r ollar la pasión que nos vive, ej er cemos el poder de discr iminación sobr e t odo 
aquello que nos r odea, int egr ándolo, o no, dent r o de la exper iment ación de est a pasión; 
aquello que se salga de la misma, t odo lo que no est é acor de a nuest r a ya par t icular f or ma de 
vivir el mundo est ar á suj et o a ser DOMI NADO, ej er ciendo el poder que nos f luye desde la 
pasión que nos vive; los que discr epen ser án dominados, ya que no t ienen nuest r os mismos 
deseos, ni r esponden a nuest r as necesidades, ni conf luyen con nuest r as aspir aciones, ni les 
vive la misma pasión que a nosot r os. Una vez dominados, es necesar io ej er cer el cont r ol 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 16 - 
(Vir go) sobr e lo conquist ado, pues debemos asegur ar nos que no se escapa de las r eglas que 
imponemos par a disf r ut ar de la dominación. Per o siempr e hay algo que se escapa de cualquier 
t ipo de cont r ol, y sur ge el enf r ent amient o (Libr a), la división, y el ciclo se r epit e. 
Pues llegado a est e punt o ya debier a el lect or haber se dado cuent a que ‘nosot r os’ son los 
‘egos’ y que quien se r ebela en Libr a es el ‘ot r o’. En el signo 7º el ego se hace conscient e de 
que t ambién exist en ‘los demás’ y empieza a dudar sobr e lo exper iment ado hast a el moment o, 
ya que ‘ot r os’ signif ica ‘ot r os punt os de vist a’ ot r as r ef lexiones sobr e la pr opia vida, y la 
división pr ovoca el pr imer gr an aj ust amient o de la exist encia: ‘los demás' . 
 
 
 
SI GNO EGOS ORI GI NALES DE FORMACI ÓN 
ARI ES Mundo egoico de los deseos Básicos 
TAURO Mundo egoico de las necesidades 
GEMI NI S Mundo egoico de las aspir aciones 
CANCER Mundo egoico de las pasiones 
LEO Mundo egoico de las dominaciones (poder ) 
VI RGO Mundo egoico del cont r ol sobr e aquello que se ha 
dominado 
LI BRA Mundo egoico del enf r ent amient o (cuando el ot r o 
se niega a ser cont r olado) 
ESCORPI O Mundo egoico de la dest r ucción 
SAGI TARI O Mundo egoico de la evasión (r espect o de la 
dest r ucción gener ada) 
CAPRI CORNI O Mundo egoico del or den (nueva est r uct ur ación) 
ACUARI O Mundo egoico de las ideologías. Par a r esponder a 
un nuevo or den 
PI SCI S Mundo egoico del sacr if icio. Falsas imágenes 
 
 FUNDAMENTOS 
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PROPUESTA PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 
 
 
SI GNO 
PERSONAL 
PREGUNTAS PARA I NTROSPECCI ÓN 
ARI ES ¿Cuáles son mis deseos? 
TAURO ¿Cómo son mis necesidades? 
GEMI NI S ¿Cuáles son mis aspir aciones? 
CANCER ¿Qué pasión me vive más? 
LEO ¿Dónde y cómo ej er zo mi poder per sonal? 
VI RGO ¿Qué es aquello que más me gust a cont r olar ? 
LI BRA ¿Dónde y con quien más me enf r ent o? 
ESCORPI O ¿Qué es lo que más suelo dest r uir - 
t r ansf or mar ? 
SAGI TARI O ¿De qué me evado / huyo / declino 
r esponsabilidad? 
CAPRI CORNI O ¿Dónde impongo mi or den? 
ACUARI O ¿Cuáles son mis ideologías, en qué cr eo? 
PI SCI S ¿Dónde y cómo me sacr if ico? 
Par a apoyar la r espuest a a la pr egunt a cor r espondient e de debe 
t ener en cuent a: 
• Qué casas-cúspides- caen sobr e mi signo per sonal. 
• Qué planet as est án en el signo per sonal. 
• Los aspect os que r eciben esos planet as y desde dónde 
 
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LAS DISTINTAS MANIFESTACIONES DE LOS YOES DEL SOL EN LOS 
DIFERENTES SIGNOS 
 
SI GNO 
 
Manif est ación conscient e. 
Yoes 
Modelo de Tipif icación psicológica 
M.T.P. 
Ar ies Yo soy Valiente' Exist o por que lucho' . Yo 
def iendo al mundo 
EL MUNDO ESTÁ EN GUERRA. ¡¡HAY 
QUE LUCHAR¡¡ 
Taur o Yo soy f ir me y seguro. 
' Tengo por que exist o' . Yo doy 
segur idad al mundo 
EL MUNDO ES I NSEGURO Y HE DE 
PROTEGERLO 
Géminis Yo soy inteligente 
' Pienso, luego exist o' . Yo doy 
ideas al mundo 
HARÉ QUE EL MUNDO ESCUCHE LO 
QUE TENGO QUE DECI R 
Cáncer Exist o por que siento 
‘Yo le doy un hogar al mundo’ 
VOY A HACER SENTI R AL MUNDO 
Leo Yo soy dif erente 
‘Me dif er encio, luego exist o. 
Yo le doy una ident idad al 
mundo’ 
EJ ERZO MI VOLUNTAD PARA QUE 
EL MUNDO SEA COMO YO SOY 
Vir go Yo soy capaz 
‘Ref lexiono, luego exist o. 
Yo le hago r ecapacit ar al 
mundo’ 
AL MUNDO LE HACE FALTA MI 
CAPACI DAD DE ANÁLI SI S 
Libr a Yo vivo por que me adapto. 
‘Yo equilibr o al mundo’ 
EL MUNDO ESTÁ DESEQUI LI BRADO 
Escor pio Yo soy int enso 
‘Yo int ensif ico la exper iencia 
al mundo’ 
EL MUNDO ESTÁ DORMI DO. VOY A 
DESPERTARLO 
Sagit ar io Yo r epr esent o la Verdad. 
‘Expongo la ver dad al mundo’ 
EL MUNDO ES TODO MENTI RA. VOY 
A CAMBI ARLO 
SOL 
 
 
 
Capr icor nio Yo soy est ructurador. 
‘Doy su sit io al mundo’ 
EL MUNDO ESTÁ DESORDENADO Y 
NECESI TA DE MI S REGLAS. VOY A 
I MPONERLAS 
 FUNDAMENTOS 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 19 - 
Acuar io Yo soy libre. 
‘Yo liber o al mundo’ 
EL MUNDO ES ESCLAVO Y 
NECESI TA DE MI S I DEOLOGÍ AS 
Piscis Yo soy sensible y míst ico. 
‘Yo hago sent ir al mundo’ 
EL MUNDO ES I NSENSI BLE 
 
Ha de ent ender se que el YO asociado al EGO sur ge cuando la excesiva ident if icación con 
la car act er íst ica o modelo que se viene a vivir pr ovoca una desconexión con el mundo r eal, 
evit ando desar r ollar el r est o de cualidades y cent r ando al individuo en un ár ea limit ada: 
 
Por ej emplo: en Ar ies; ser muy valient e no debe implicar cr eer que los demás son muy 
cobar des por que ent onces sent ir emos la imper iosa necesidad de guer r ear por alguien que 
igual nunca solicit ó ni pr ecisó de ser def endido o que incluso debier a él mismo haber 
desar r ollado su pr opio valor def endiendo su der echo a la vida. 
Apar ecen y desapar ecen así consider aciones a evaluar par a cada signo zodiacal. 
 
ESENCIAS Y EGOS DE LOS SIGNOS ASTROLÓGICOS 
SI GNO “ESENCI A”. 
Manif estación en Luz 
“EGO”. 
Manif estación en sombra 
ARI ES 
 “ESPÍ RI TU DE VI DA”. 
Se desar r olla a t r avés de la gest ación 
(nuevas semillas, nuevos pr oyect os, 
concebir un hij o, pr oponer nuevas 
f or mas de exper iment ar la vida,...) 
“EL DESTRUCTOR”. 
El deseo de dominación y conquist a 
debe dar paso a la int egr ación de 
uno en la vida y en el ent or no 
TAURO 
“ESPÍ RI TU DE SANTI DAD”. 
Se alcanza aplicando la sagr ada 
paciencia 
"EL POSEEDOR". 
El deseo de acapar ación debe dar 
paso al buen uso y 
apr ovechamient o r acional de los 
r ecur sos nat ur ales, par a alcanzar 
el desar r ollo (Ar ies) sost enido, 
const ant e (Taur o) 
GÉMI NI S 
“ESPÍ RI TU DE CONOCI MI ENTO”. 
Se desar r olla a t r avés de la r ef lexión 
y el apr endizaj e const ant e 
"EL I GNORANTE" 
Aliment ado a t r avés de la 
dist or sión del conocimient o y el 
engaño. Deseo de conocer 
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SI GNO “ESENCI A”. 
Manif estación en Luz 
“EGO”. 
Manif estación en sombra 
CÁNCER 
“ESPÍ RI TU DE MANI FESTACI ÓN”. 
Se desar r olla a t r avés de la humildad, 
pr ot egiendo a la nat ur aleza y a sus 
r ecur sos 
"EL I MI TADOR". 
Deseo de cr eación a imagen y 
semej anza. Deseo de gener ar lo 
igual. 
LEO 
“ESPÍ RI TU DE FUERZA”. 
Se desar r olla a t r avés de un cor azón 
bondadoso que apor t a calor a la 
exist encia 
"EL I NDI VI DUALI STA". 
Deseo de cr ear de f or ma 
independient e y alej ado de la 
manif est ación unit iva 
VI RGO 
“ESPÍ RI TU DE SERENI DAD”. 
Se desar r olla a t r avés de la 
acept ación de las Leyes Univer sales, 
que r ever ber an o se t r ansf or man a su 
vez en leyes t er r enales 
"EL CRÍ TI CO". 
Aliment ado por el deseo de 
cr eer se con el der echo de j uzgar 
lo bueno y lo malo 
LI BRA 
“ESPÍ RI TU DE ECUANI MI DAD”. 
Desar r ollado a t r avés de una 
impar cialidad equilibr ada en est a 
exist encia dualizada 
"EL PARCI AL". 
Aquél que inclina la balanza a su 
int er és pr opio en lugar de hacia el 
bien común 
ESCORPI O 
“ESPÍ RI TU DE PODER”. 
Se desar r olla aplicando la ener gía de 
t r ansf or mación y r egener ación 
"EL DESTRUCTOR". 
Aliment ado por el deseo de 
cambiar las cosas sin saber qué o 
cómo o hacia dónde 
SAGI TARI O 
“ESPÍ RI TU DE ESPERANZA”. 
Se desar r olla aliment ando el 
alt r uismo 
"EL DERROCHADOR" 
Se aliment a viviendo el día a día 
sin pensar en las consecuencias 
sobr e el mañana 
CAPRI CORNI O 
“ESPÍ RI TU DE REALI ZACI ÓN” "EL PODER DE CONTROLAR". 
Aliment ado por el deseo de 
imponer y dominar 
ACUARI O 
“ESPÍ RI TU DE VERDAD”. 
Se alcanza desar r ollando consciencia 
sobr e la vida y nuest r os act os y 
pensamient os 
"EL PODER DE MEJ ORAR LA 
NATURALEZA" 
PI SCI S 
“ESPÍ RI TU DE AMOR 
I NCONDI CI ONAL”. 
Se desar r olla con la compasión sobr e 
t odo lo cr eado 
"EL PODER DE OLVI DAR EL 
DAÑO HECHO” 
 
 FUNDAMENTOS 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 21 - 
 
 
 
O, en f unción de los 7 pecados capit ales: 
SOL Sober bia 
LUNA Per eza 
MERCURI O Envidia 
VENUS Gula 
MARTE I r a 
J ÚPI TER Luj ur ia 
SATURNO Avar icia 
 EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 23 - 
 
 
 
 
CAPÍTULO -2- 
 
EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS 
 
 
Est udiar la conf or mación humana baj o la ley del t r es conlleva a ent ender que t r es son los 
pr incipales dest inos que pueden pr epar ar se y ‘super poner se’ par a llegar a compr ender y 
complet ar la exper iencia del ser humano. 
El pr imer o, const r uido sobr e BASE SOLAR. Est e dest ino es el pr incipal de t odos y 
r epr esent a el mot or y búsqueda pr incipal del ser humano; cont iene la esencia de su 
apr endizaj e y “mot iva” adecuadament e al suj et o en el desar r ollo de su f unción solar , es 
decir , del desar r ollo de la luz que es en el ent or no en el que vive. Est a f unción solar per mit e 
el desar r ollo de una consciencia emer gent e individual, y desde ella, el desar r ollo de una 
conciencia gr upal, f r ut o de la unión de t odas las individuales; sin el desar r ollo de esa f unción 
pr incipal solar no se puede desar r ollar compr ensión alguna que suponga un movimient o 
evolut ivo; por ello, compr ender la f unción solar per mit e el desar r ollo de la especie; t odos 
est án involucr ados en ese desar r ollo como una suma de las conciencias individuales; esas 
conciencias individuales se alcanzan por desar r ollo de la FUNCI ÓN SOLAR, es decir , 
ent endiendo y aplicando el complej o ent r amado que a veces r esult a de int er pr et ar la posición 
del sol en la car t a nat al, es decir , par a qué se ha nacido como f unción pr imor dial, como 
car act er íst ica básica de apr endizaj e y movimient o evolut ivo. 
Esa f unción r epr esent a t ant o el pot encial ser humano como las t r abas que encont r ar á en 
ese desar r ollo, puest o que el pr opio ej er cicio de esas capacidades cont endr á en sí mismo los 
impediment os básicos con los que se encont r ar á; esa f unción r epr esent a por lo t ant o el 
pr incipal punt o de anclaj e de la exper iencia de cada ser humano y debe ser r espet ada al 
máximo, como ent endiendo que sin esa f unción, el desar r ollo de esa exist encia car ecer ía de 
valor par a el cosmos, puest o que es el cosmos al complet o el que diseña esa f unción, par a esa 
labor , par a ese lugar en específ ico; t odo est á or denado y esa f unción individual t iene su lugar 
y su espacio en el univer so de lo divino y más en concr et o en est a t ier r a de apr endizaj e; sin 
eldesar r ollo de la f unción solar el individuo car ece de su pr opia r ealidad y puede sent ir se 
aislado, separ ado del r est o, conf undido o menospr eciado en sí mismo al no ent ender cuál es 
su localización en la vida de la cual par t icipa. 
Ent ender est a f unción r epr esent a adquir ir los valor es asociados a su localización, es 
decir , compr ender los valor es f undament ales implicados es la pr opia exper iencia; si uno es 
Ar ies, deber á ent ender que pionizar en un campo en concr et o es su f unción y que esa labor 
de iniciación const ant e ser á la que le conducir á a ent ender mej or su posición; la f unción solar 
es la “pr emiat ur a” de la exist encia, el r egalo mej or con el cual un individuo, en pr incipio 
aislado, puede encont r ar se puest o que supone el paso f undament al a “SER LO QUE ES”, sin 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 24 - 
pr ej uicios ni vacilaciones; ser lo que uno es conduce a per vader en ar monía con lo cr eado y en 
la Tier r a, lo que se conoce como f elicidad, bienest ar o dicha, puest o que la ar monía de ser lo 
que uno es conduce inexor ablement e a par t icipar de un or den ult er ior ; esa f unción solar 
conduce a la f elicidad por lo t ant o; conocer la es el pr imer paso par a desar r ollar la y 
desar r ollar la conduce al bienest ar . 
 
• La f unción solar es beneplácit o del individuo; ést o quier e decir que no puede, ni debe, 
ser suplant ada por ninguna ot r a per sona; nadie puede desar r ollar lo que t u vienes a 
apr ender , puest o que el salt o de conciencia es pr er r ogat iva t uya; nadie puede ampliar 
t u pr opia per spect iva ni hacer t e ent ender lo que por t i mismo has de compr ender ; 
ayudar , siempr e, hacer lo por t i, nunca; es imposible. 
 
• La f unción evolut iva consta de t res partes f undamentales, dent r o de las cuales la 
más impor t ant e es la f unción solar , es decir , el ej er cicio de la act ividad car act er izada 
según la posición del sol en la car t a nat al. La segunda en impor t ancia ser ía la 
FUNCI ÓN NODAL, es decir , el movimient o incluido en compr ender los or ígenes y los 
f ut ur os movimient os a desar r ollar ; la f unción nodal ayuda a compr ender el r esult ado 
de nuest r as acciones pasadas y de dónde venimos j ust o en la ant er ior exist encia, 
r epr esent a por ello el salt o ACTUAL a dar ; la evolución es una suma de escalones; los 
nodos lunar es nos hablan DEL ESCALÓN ACTUAL, no apor t an más r ef er encia que esa, 
que es la más impor t ant e a conocer ahor a; no nos hablan de ot r as exist encias en 
gener al, nos hablan de la ant er ior y por lo t ant o t ambién de la act ual; sobr e qué hacer 
ahor a en ést a en est e moment o; t ampoco se r ef ier en a ’un f ut ur o’, se r ef ier en a ‘una 
act it ud de pr esent e inst ant áneo’, que es donde se pueden ej er cer los cambios y los 
movimient os int eligent es; la f unción nodal o de los nodos lunar es nos habla de una 
‘pr oyección’, de un movimient o de evolución ‘paso a paso’ y nos habla de nuest r o ‘paso 
act ual’, ni del ant er ior ni de los f ut ur os en pr óximas encar naciones, ést o es, una 
‘r ef er encia muy válida de pr esent e inst ant áneo’, que se puede aplicar y compr ender 
dent r o de est e cont ext o, no se debe gener alizar demasiado abr iendo las puer t as a la 
suma de exper iencias ant er ior es, no¡¡, el nodo sur lunar nos habla de una r ef er encia de 
nuest r o ‘pasado inmediat o’ y por ello el f ut ur o ser á f ut ur o inmediat o, no t ant o de una 
pr oyección lej ana e inalcanzable, sino de una ser ie de pasos cor t os a dar en el 
pr esent e inmediat o, que j unt os compondr án a modo de mecano el peldaño a avanzar . 
 
La f unción solar y la f unción lunar se unen ar mónicament e a t r avés de la exper iencia de 
las casas; combinar la int er pr et ación de la f unción solar en la casa más la f unción lunar en las 
casas apor t a una clar a int er pr et ación del dest ino per sonal de cada ser humano; es como un 
“act o de conciliación” de uno con uno mismo; ese act o de ‘ent endimient o’, de ‘mea culpa’, ha de 
ser compr endido a t r avés de desar r ollar una int er pr et ación ent r e la casa del ascendent e, 
más la casa del Sol, más las casas de los nodos lunar es; t odo ello unido en ar monía da una 
r ef er encia r ápida del dest ino del ser humano; el r est o son las componendas y ar t ilugios a 
ext r aer de est a int er pr et ación, puest o que ser án los f undament os de la exper iencia par a 
compr ender los pr imigenios signif icados; no se debe de per der de vist a est a int er pr et ación 
de las f unciones evolut ivas, puest o que ent onces el puzzle ser á más dif ícil de r ealizar . 
 
 EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS 
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Ej emplo: SOL EN CASA TERCERA. 
 
La posición de casa t er cer a del Sol nos indica la necesidad de r ef er ir la exist encia al 
valor de la comunicación; se ot or gar á a las palabr as un signif icado específ ico, un alt ísimo 
valor a su r ango de comunicación; t odo lo que se escuche y t odo lo que se hable ser á de 
car áct er muy impor t ant e, ser á la ident idad (solar ) de exist encia; la vida est á cent r ada en el 
valor de la comunicación y en el sent ido que se dé a las palabr as, t ant o las que se escucha 
como las que salen por la boca; es la f r ecuencia más alt a de vibr ación y por ello ese r ango de 
exper iencia est á asociado f uer t ement e al apr endizaj e; t odo gir a en t or no a la casa en la cual 
se encuent r a el sol; nada hay más impor t ant e y nada puede ser menos escuchado; t odo lo que 
t enga que ver con la comunicación sobr esale dent r o de la f unción evolut iva; apr ender a 
comunicar se, apr ender a comunicar es el ej e y cent r o del desar r ollo evolut ivo; sin ello, su 
vida car ecer ía de signif icado; por ello la int er pr et ación de su FUNCI ON ha de cent r ar se en 
que la per sonalidad se ent er e de la impor t ancia que da a las palabr as y a los pr ocesos de 
apr endizaj e, concr et os, dir ect os y específ icos, no se puede andar por las r amas (casa 9ª ) ni 
divagar ni elabor ar t eor ías r ar as y escapist as, ha de concent r ase en su cot idianidad y en la 
elabor ación de una comunicación acer t ada, esa es la par t e más impor t ant e de su f unción 
evolut iva; así, desde luego, la int er pr et ación de las casas alcanza un impor t ant e est adio, 
puest o que dependiendo de dónde caiga el sol est ar emos hablando de la pr imor dial t ar ea del 
ser humano. 
 
La f unción evolut iva depende a su vez de la cor r ect a int egr ación de t odos est os 
concept os y aplicaciones que he coment ado. 
 
El gr ado de int egr ación, el gr ado e implicación del individuo con esas f unciones (que no son 
t ar eas, puest o que no son de obligado cumplimient o), ese gr ado de implement ación conj unt a, 
unida ent r e sí, depender á del GRADO DEL ASCENDENTE, de su posición en o por signo 
zodiacal y de la evolución de ést e año t r as año; cada año se dispone de un ascendent e 
r enovado, como pr oponiendo un nuevo punt o de vist a, dif er ent e, una nueva lupa desde donde 
cont emplar el mundo que nos r odea; por ello, a veces el gr ado del ascendent e mar ca una 
‘similit ud’ o un ‘ant agonismo’ inicial r ef er ido a la maner a de desar r ollar la f unción evolut iva 
común (la suma de las t r es); ést o es, a t r avés del ascendent e podr emos ver “qué t ipo de 
f acilidades” t endr á el suj et o par a el ent endimient o y desar r ollo t ant o de la f unción solar 
como de la f unción nodal; el ascendent e es la puer t a que per mit e un alt o, medio o baj o gr ado 
de int egr ación; por eso hay per sonas que r ealizan más t ar de esa int egr ación consigo mismas, 
hay per sonas que lo hacen a una t empr ana edad y ot r as que lo t ienen más dif ícil o no lo 
r ealizan nunca; el gr ado del ascendent e mar car á el nivel de facilidad o dif icult ad inicial que el 
suj et o t endr á par a valor ar su posición r elat iva en la vida y nos hablar á de cómo esa 
int egr ación podr á llevar se a cabo, o no; t endr á más f acilidad en la medida en que el gr ado del 
ascendent e y el signo per mit an ent ender y desar r ollar esa f unción, sean sumat or ios ’par a esa 
f unción‘ o supongan una cont r amedida, un peso o una t r aba que el suj et o t iene (por algo) par a 
ese desar r ollo; el gr ado del ascendent e MARCARÁ EL NI VEL DE I NTEGRACI ÓN de la 
f unción solar con la f unción nodal, indicando un CAMI NO a desar r ollar , una f or ma en la cual 
ambas f unciones han de ser unidas, unas r ef er encias sobr e cómo unir las de una maner a 
ar mónica, aunque no siempr e indique que sea sencillo; ar monizar esas f unciones a t r avés del 
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gr ado del ascendent e mar car á la f acilidad o la dif icult ad, el gr ado de int er acción ent r e los 
element os int er puest os, cómo unir los, cómo ensamblar los, cómo acer car los, ser á t odo ello 
indicado desde el punt o de vist a del gr ado del ascendent e. Los pr imer os gr ados, del uno al 
diez, nos hablan siempr e de inicios, de pr opuest as de vida, de exper iencias abier t as y de 
r esumir unas f unciones o f or mas específ icas; son caminos abier t os de apr endizaj e y son las 
pr imer as pr uebas, como sender os que se abr en par a que t u los r ecor r as y gozan de un 
consider able gr ado de liber t ad, no est án suj et os a leyes muy est r ict as y pueden ser 
liger ament e modif icados en f unción de las necesidades per sonales; el individuo puede 
r edir igir la ener gía en ellos cont enida a deseo pr opio, puest o que no son cont enedor es de una 
especif ica iner cia, son punt os de par t ida de exper iencias abier t as. 
Los gr ados del diez al veint e son de un nivel de dif icult ad algo super ior , la exper iencia ya 
ha t enido lugar en un ámbit o concr et o y el suj et o exper iment a ya cier t o kar ma asumido por 
las acciones pasadas; dir íamos que goza de un 50 % de liber t ad r espect o al t ema t r at ado y 
ot r o 50% est á suj et o a leyes concr et as que debe r espet ar ; el gr ado de liber t ad es medio y la 
exper iencia que indica el ascendent e est á a medio const r uir ; la liber t ad por ello es inf er ior al 
decanat o ant er ior . 
Respect o al últ imo decanat o del ascendent e la cosa es más ser ia, no es que goce de menos 
liber t ad, sino que la exper iencia est á más concr et a, más específ ica, más det er minada en un 
sent ido concr et o; no se puede ni se debe alt er ar el signif icado cont enido en esos gr ados y 
r espet ar lo es f undament al par a el ej er cicio de la f unción evolut iva; r epr esent an los ‘punt os 
de compr omiso’, ‘los punt os de apuest a f ir me’, los punt os de conf lict o cuando no se at iende a 
su signif icado; son por ello nor malment e punt os de no poca t ensión y de un signif icado si no 
más pr of undo sí más evident e, más explícit o, más det er minado a un t ipo concr et o de 
exper iencia ineludible; son punt os de cier t a t ensión en el zodíaco por que cont ienen un t ipo de 
exper iencia a asumir cuant o ant es, su signif icado no puede ser eludido ni puede ser 
volunt ar iament e t r ast ocado; r epr esent an el ej er cicio de una volunt ad det er minada en la 
consecución de unos f ines concr et os mar cados sobr e la base solar y sobr e el f undament o 
lunar ; la int er pr et ación de est os punt os se puede por lo t ant o r ealizar con más sever idad que 
la cor r espondient e a los gr ados del pr imer y segundo decanat o del signo del ascendent e. 
Aplicar est e cur so de la int er pr et ación ast r ológica cor r esponde a saber usar bien el 
zodiaco en sus par t es, par a const r uir después el t odo; no se debe alt er ar est os signif icados 
ni sus int er pr et aciones puest o que ello conlleva usualment e a per der el r umbo y el cont enido 
de la r ica inf or mación ast r ológica; exist e un mapa, y est as t r es f unciones pr imor diales han de 
ser int er pr et adas pr imer o, en est e or den que es el mar cado por la unión de la f unción solar , 
más la f unción nodal, baj o el punt o de vist a int er pr et at ivo de la f unción del ascendent e; ést e 
es el or den a r espet ar y ello mar car á unas cualidades y unas f unciones a avivar , puest o que ya 
est án ahí, list as par a su act ivación. 
 
Tabla r esumen: 
TRES DESTI NOS SUPERPUESTOS 
BASE SOLAR Exper iencia vit al. La Luz del alma 
NODOS LUNARES El r esult ado de nuest r as acciones; el 
escalón act ual; el pr óximo movimient o 
 EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS 
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BASE DEL 
ASCENDENTE 
El r it mo de nuest r a f unción evolut iva; 
cómo compr ender nos; el ‘abc’ del 
movimient o; la r epet ición de los ciclos; el 
or den en que usamos nuest r as cualidades 
y car act er íst icas pr incipales; el or den que 
asignamos al uso de nuest r os r ecur sos; 
desde qué f unciones elabor amos la vida; 
con qué r ecur sos cont amos y cuándo los 
aplicamos 
 
La LUNA r epr esent a la necesidad de exper iencias ESPEJ O, donde cont emplar nos. Lo que 
necesit amos SENTI R y VI VI R en el cuer po par a ent ender nuest r o dest ino. La LUZ 
PROYECTADA EN LOS ESPEJ OS. El CONTACTO CON EL MUNDO. LA EXPERI ENCI A 
I NDI RECTA. Es el espej o f uer a que no soy yo per o que necesit o cont emplar par a 
r econocer me. 
 
Exist en CUATRO ELEMENTOS f undament ales asociados al apr endizaj e del ser humano 
en la Tier r a y a la int er r elación de ést e con el ent or no que le r odea: el pr imer o, el AGUA, de 
la que, según se sost iene al día de hoy, par t ió t oda la vida; posiblement e est e element o sea el 
más conocido puest o que en su apar iencia es el más simple, de est r uct ur a conocida desde 
hace mucho t iempo, aunque de cualidades aún por descubr ir (r ecient ement e se dice que se ha 
obt enido un nuevo agua capaz de disolver hast a los más densos alquit r anes y muy út il par a 
cont r ar r est ar los ef ect os de la cont aminación). El agua, ese element o simple per o t an út il… 
nos bebemos un vaso de agua y ni somos conscient es siquier a de la impor t ancia de mant ener 
el agua en su est ado pur o, sin cont aminar . Damos por hecho de que siempr e va a est ar ahí, 
por que “siempr e ha est ado”. 
La TI ERRA es el segundo element o; r epr esent a t odas las f or mas que pueden ser 
adopt adas de f or ma f ísica, est r uct ur ada, compact a, sólida, est able y f ir me; la pr imer a 
ident if icación ser ía las r ocas de las mont añas, la piedr a sólida sobr e la que se est r uct ur a la 
vida que conocemos como ‘t er r est r e’ en oposición de la vida mar ít ima, que se desar r olla en los 
océanos. La Tier r a es el sinónimo de lo est able y de lo f ir me, de la est r uct ur a que un ser 
humano alcanza por su ident if icación con lo que es const r uíble, f or mat ivo, est r uct ur able, et c, 
… 
La t ier r a se asocia con el element o air e en la medida en que se necesit a una conexión con 
est e element o par a sobr evivir f uer a del agua; t odas las especies que sur gier on desde el agua 
t ienen una cosa en común: su necesidad de adapt ar se a un medio en el que había que 
apr ovechar la ener gía ext r aíble del oxígeno cont enido en el air e. Los moder nos est udios de 
evolución nos cuent an que, desde el mar , especies det er minadas de peces conquist ar on t ant o 
el air e como la t ier r a; algunas especies de peces desar r ollar on f or mas pr imigenias de alas 
par a escapar en el air e dur ant e unos segundos de sus depr edador es mar inos. Ot r as especies 
lo hicier on más dir ect ament e a t r avés de las playas, desar r ollando alet as similar es a pat as 
par a desplazar se por las ar enas y de ahí se convir t ier on en anf ibios. Por eso sost engo que el 
pr imer element o a consider an en una car t a nat al, esel AGUA, y desde esa agua, 
r epr esent at iva del pasado, de lo t r adicional, de nuest r os or ígenes y de nuest r a cult ur a 
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milenar ia, podemos invest igar el r est o de element os, ver y est udiar su pr esencia o sus 
ausencias y analizar sus equilibr ios. 
 
• En el agua encont r ar emos nuest r os or ígenes. 
• En el air e y en la t ier r a nuest r as f or mas de desar r ollo, los campos que elegimos de 
exper iment ación, los caminos a andar o por r ecor r er , los sender os que elegimos 
conocer . 
• En el f uego nuest r a int ención, nuest r a capacidad de t r ansf or mación o la ausencia 
par cial de ella. 
 
Hay per sonas muy ‘air e’, muy ment ales, con muchos dones par a el int elect o, par a el 
desar r ollo cognit ivo, par a el análisis y diagnóst ico r acional; son capacidades inher ent es al ser 
humano; a veces est as per sonas se convier t en en t r emendas cr ít icas sobr e los demás, 
pensador es empeder nidos, per sonas int r over t idas que piensan mucho per o hacen poco. 
Los que desar r ollan más la Tier r a son per sonas más segur as, f ir mes y est ables, a menudo 
eminent ement e pr áct icas, que a veces llegan a conver t ir se en ser es humanos muy encer r ados 
en sus pr opias convicciones, def inibles a pr ior i por que siempr e hacen lo mismo, muy f ir mes, 
per o a veces muy obsolet as, ant icuadas, que no han sabido adapt ar se a las cir cunst ancias de 
los cambios y que pr ef ier en lo conocido aunque dolor oso que lo desconocido e impr evisible: 
son las per sonas de Tier r a, pr evisibles, pr edef inibles, est r uct ur adas y pr áct icas. 
Ent r e el Agua y la Tier r a el paso f ue r elat ivament e sencillo; la t ier r a est aba ahí, al 
f inalizar las olas de los mar es quedaba un espacio por r esolver , por conocer , por ident if icar , 
por conquist ar y la vida se abr ió paso a t r avés de pequeños pececillos (aún hoy exist en) que 
gener ar on un puent e ent r e ambos mundos, como mar cando un sello inf or mat ivo: es posible 
t r asladar se ent r e mundos apar ent ement e t an dispar es, que en su conj unt o f or man un Todo 
específ ico y bien or denado, per o par ece r ealment e imposible r espir ar al mismo t iempo en el 
agua y en la t ier r a, ¿ver dad?, per o la evolución de las especies nos dio y nos da una 
inf or mación r ica y pr ecisa: la vida par t ió de los océanos y esa vida f ue capaz de gener ar se a 
sí misma y conquist ar ot r os mundos, ot r os espacios, dent r o del espacio t r idimensional, per o 
suj et as a leyes dif er ent es; la evolución nos habla de un CAMBI O DE ELEMENTOS, una 
t r ansf or mación de la est r uct ur a int er ior que da paso a gener ación de nuevas especies. Es 
f ácil plant ear se aquí si la especie humana r epr esent a el f inal de est a or denada evolución, o 
de si sólo somos un paso más ent r e especies. 
El agua f ue el or igen, la Tier r a, el desar r ollo, el air e, el complement o per f ect o par a 
alcanzar ot r as r ealidades más lej anas, par a f uncionar como un punt o de equilibr io per f ect o 
ent r e la dualidad gener ada. Toda la exist encia es dual, ar r iba, abaj o, dent r o, f uer a, blanco, 
negr o, per o si la obser vamos más de cer ca, es t r init ar ia; t odo element o dispone de su 
complement ar io, per o t ambién de su equilibr ador que da posibilidad a la exist encia de los dos 
ant er ior es; así, el air e se convir t ió en un espacio que t ambién debía ser conquist ado par a 
mant ener ese equilibr io pr imigenio; posiblement e el air e f ue conquist ado t ant o desde el agua 
como desde la Tier r a, dando lugar a las especies volador as. 
 
El AI RE en la ast r ología r epr esent a la palabr a dada, el act o explicado, la conciencia t ant o 
a nivel individual como gr upal, el cont act o cer cano que posibilit a el conocimient o de las 
f or mas; decir lo que voy a hacer implica acer car me al ot r o ant es de hacer nada; el air e es un 
 EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS 
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medio de acer camient o, es un medio de desar r ollo de posiciones r elat ivas, de cont act o de 
gr upos, de comunicación ent r e las f or mas; así, con el r azonamient o, pesamos, medimos, 
cuant if icamos y cat alogamos las f or mas que conocemos; es un medio de cont act o ent r e lo 
exist ent e, de conocimient o, de est r uct ur a y de ampliación de las f or mas t er r enales; una 
est r uct ur a se gener a o f abr ica en lo f ísico (t ier r a); per o puedo imaginar , ampliar las f or mas, 
cambiar las, conocer ot r as posibilidades; es el medio por el cual conocemos, nos conocemos e 
int er cambiamos nuest r as opiniones, nuest r a cult ur a, elabor amos eso que llamamos SABER y 
nos ident if icamos por nuest r os nombr es: es, f undament alment e, un medio de intercambio, 
cult ur alment e hablando, per sonalment e t ambién, ident if icando lo que quer emos decir nos 
expr esamos y ganamos mut uament e; en las ant iguas cult ur as est e aspect o ‘air e’ de 
ident if icación de posibilidades, de conocimient o de caminos, de explor ación de t er r it or ios 
f ue básico par a la expansión de la especie humana; per o se da igualment e en las manadas de 
especies animales cuando ‘migr an’ en busca de nuevos pr ados, de zonas más calient es par a 
pasar el invier no o par a conseguir lugar es donde anidar y cr iar o conseguir zonas más r icas en 
aliment o; ese desplazamient o que hacen los salmones que at r aviesan medio globo par a mor ir 
en el mismo r ío del que par t ier on se cor r esponder ía con esa f unción ‘air e’ de movimient o, de 
dir ección, de explor ación y de ampliación de los lugar es donde la vida se desar r olla, con el 
pr opio f in y obj et ivo de ‘ext ender se’, de enseñor ear los t er r it or ios disponibles. 
 
Llegamos al FUEGO. El element o más impor t ant e dent r o de la ‘t r ama evolut iva’, per o a su 
vez el menos f ácil de ident if icar y menos sencillo de desar r ollar y mucho menos de cont r olar . 
El f uego es el element o f undament al del movimient o, de la acción y del impulso necesar io 
par a seguir un plan que desde luego par ece pr edet er minado; por que ¿no habr ía que 
pr egunt ar se de dónde nace el impulso que conlleva a un pez a salir del agua? … y mor ir … 
El impulso nace de dent r o y podr íamos decir que r enace a cada inst ant e por que cada 
inst ant e nos hemos de planear lo que quer emos hacer con eso de lo que disponemos… a cada 
inst ant e nos hemos de pr egunt ar hacia dónde ir , o qué hacer con t al o cual asunt o… A cada 
inst ant e hemos de DECI DI R, y en ello r adica el poder del f uego, en la capacidad de asumir 
nuest r a disponibilidad a t omar decisiones int eligent es, dot adas de un plan y enmar cadas en 
un ent or no: eso es decidir de maner a conscient e, no aleat or ia, no ciegament e, no ar r ast r ada 
por int enciones o mot ivaciones aj enas, sino por la pr opias car act er íst icas individuales, esas 
que nos hacen únicos e ir r epet ibles; lo que uno decida t al vez, segur o, no lo habr ía decidido el 
ot r o, o al menos no en la misma maner a y f or mas, así que cada ser vivo es único en un 
element o: el f uego, la capacidad de hacer de maner a individual con los r ecur sos en ese 
moment o disponibles, r ecur sos que son car act er íst icas f ísicas, car act er íst icas ment ales y 
r ecur sos emot ivos o sensibles; es decir , el f uego es quien domina el r est o de element os, en 
cuant o que es quien decide qué hacer con ellos, hacia dónde dir igir los, la maner a, el cómo; 
ent endido ést o, se puede ent ender que per sonas con ‘poco f uego’ en su car t a nat al sean 
per sonas apr ensivas o t emer osas, dest inadas en gr an par t e a obedecer a ot r os, encasilladas 
en sí mismas, incapaces de salir hacia lo ext er ior , de most r ar se y de compar t ir se desde su 
pr opia insegur idad; son per sonas dot adas con pocas capacidadespar a gest ionar sus r ecur sos 
y por lo t ant o gener alment e t emer osas de la exist encia, de su pr opia vida y por lo t ant o de 
los demás; per sonas inact ivas, indolent es, t emer osas del cambio y que les cuest a mucho 
ar r ancar hacia delant e, como que se sient en mej or par adillas y quiet as por que les at er r a 
mover se; mover se signif ica par a est as per sonas desplazar se por un t er r it or io t ot alment e 
insegur o, inest able y sobr e t odo son per sonas car ent es de f e, car ecen del mínimo 
convencimient o de que exist e una r ealidad más allá de lo que ven o sient en y como no pueden 
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cr eer en ella, se quedan par ados y quiet os, pr esas de sí mismos y a veces hacen pr esa de la 
misma maner a a ot r os; son insegur os, inest ables y a veces de car áct er violent o por que no 
ent ienden que los demás SI t ienen der echos al libr e movimient o, a la ‘capt ur a’ de su pr opia 
vida, a la libr e est imación de cómo gest ionar sus pr opios r ecur sos y r ecur r en a las más 
incr eíbles t r et as par a convencer al ot r o de que no haga nada; son impasibles r espect o a la 
vida y pr ef ier en mor ir que cambiar algo en sus vidas: t emer osas y r ecelosas en ext r emo 
por que no compr enden si pr act ican su f acilidad par a el movimient o y el cambio. Son per sonas 
angust iadas en la vida, de la vida y por la vida, por que aquello de lo que car ecen es lo que más 
les apr iet a. 
El f uego es el r emedio cont r a la car encia, por que posibilit a la nueva ger minación; así, 
cuando un bosque necesit a ser r egener ado, el f uego de un incendio lo devuelve a un est ado 
del que r enace y las semillas ent er r adas en la t ier r a r et oman un nuevo or den y t odo vuelve a 
comenzar ; por ello el f uego est á asociado a los NUEVOS PRI NCI PI OS, al impulso necesar io 
par a r ecomenzar muchas veces desde cer o y volver a empezar ; el f uego, su ener gía, posibilit a 
esa nueva ger minación desde lo nat ur al, esper ando un nuevo or den; las per sonas con f uer t e 
car áct er de f uego son pioner as, iniciador as de nuevos pr oyect os, no t emen empezar desde la 
nada y sólo aspir an a r ecomenzar , no se par an en el r esult ado de aquello que comienzan; son 
las ener gías de r enovación y son t an necesar ias como el r est o. Quien nada comienza, siempr e 
est ar á obsolet o en sí mismo; quien nada t er mina, no ver á la f or ma de aquello que comenzó; si 
el f uego viene acompañado del element o t ier r a, se puede consider ar que lo comenzado t endr á 
un t ér mino, y un f in, un obj et ivo cumplido, un dest ino (siempr e par cial) alcanzado: si el 
element o f uego no cont iene un mínimo de agua y t ier r a a su lado, es posible que no se pueda 
cont r olar , que se espar za sin límit es y que la incapacidad de dominar se y cont r olar se a sí 
mismo pr oduzca per sonas muy ext r alimit adas, sin cont r ol, sin per cepción de sus pr opios 
act os y en el ext r emo más dur o, locos, par anoicos o degener ados que no saben lo que hacen, 
dest r uct or es t ant o de la pr opiedad como de la vida aj ena. 
 
Los cuat r o element os se r ecogen en la ast r ología a t r avés de los doce signos zodiacales, 
desde ARI ES, hast a PI SCI S de la siguient e maner a: 
 
Fuego: ARI ES, LEO, SAGI TARI O 
Tier r a: TAURO, VI RGO, CAPRI CORNI O 
Air e: GÉMI NI S, LI BRA, ACUARI O 
Agua: CÁNCER, ESCORPI O, PI SCI S 
 
Así mismo, t ambién podemos hablar de una est r uct ur a básica asociada a los planet as más 
dir ect ament e asociados con la per sonalidad, los más cer canos al planet a Tier r a y los que 
def inen el car áct er de cada individuo con más nit idez, a saber : 
 
Sol: FUEGO 
Luna: AGUA 
Mer cur io: AI RE 
 EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 31 - 
Venus: TI ERRA 
Mar t e: FUEGO 
 
Los planet as más lej anos del cent r o del sist ema solar y por lo t ant o de nuest r o planet a, se 
conocen como planet as gener acionales o t r ansper sonales; son Ur ano, Nept uno y Plut ón, así 
como r ecient ement e Quaoar . Su inf luencia gener acional indica un det er minado t ipo de 
movimient o, per o no específ ico; por ello, indican una dir ección a seguir , per o no det er minan el 
element o concr et o a usar par a alcanzar el desar r ollo de esa dir ección; por ello, no cr eo que 
se les pueda asignar un element o específ ico, aunque sus r egencias sí lo indiquen, es decir , el 
signo zodiacal al que se encuent r an más dir ect ament e r elacionados. I gual pasar ía con los 
planet as int er medios, J úpit er , Sat ur no y Quir ón. J úpit er amplif ica y expande t odo que t oca 
y por esa f unción específ ica podr íamos decir que se le asociar ía con el element o air e; per o si 
at endemos a su r egencia, Sagit ar io, vemos que est á asociado al element o f uego. Si 
pr of undizamos un poco más, ver emos que esa f unción amplif icador a es independient e del 
element o sobr e el que act úa, es decir , amplif ica t ant o el air e como el f uego, mient r as que 
cuando J úpit er act úa sobr e el agua o la Tier r a apor t a un cier t o convencimient o sobr e sí 
mismo, es decir , apor t a ‘dosis de est r uct ur a’, de manif est ación, como per mit iendo la 
exper iencia sobr e aquello que cont act a o sobr e el ár ea donde se encuent r a posicionado; 
apor t a f e sobr e la mat er ia o el campo de exper iencia, un pr incipio de est r uct ur a que se 
manif est ar á después con Sat ur no. J úpit er amplif ica mej or los signos de air e y f uego por que 
ést os son más sencillos de amplif icar ; el agua y la Tier r a son más densos y por ello su 
est r uct ur ación depende más de las emanaciones sat ur ninas. 
Los element os cont enidos en los cinco planet as per sonales nos hablan de los ‘r ecur sos’ 
disponibles; el r est o de planet as sociales y t r ansper sonales implican ‘capacit aciones’, es 
decir , el uso que hacemos de los mismos. 
 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 32 - 
SOL 
SOL = VOLUNTAD. 
Nos indicar á de f or ma global "por dónde t r ansit ar ", qué es lo que hemos venido a cumplir 
como "pr imer pr opósit o de exist encia", qué desar r ollar , qué abandonar , qué int egr ar y qué 
desechar , qué at r ibuir se a uno mismo y qué r econocer en los demás; nos ayudar á a ver 
nuest r a pr opia luz y t ambién descubr ir la en los que nos r odean, nos ayudar á a encont r ar 
nuest r o dest ino y t ambién a descubr ir el de los demás. 
El Sol en posiciones de f uego nos hablar á de qué t ipo de f uer zas emplear emos en est a 
ingent e labor ; por ej emplo, en el signo de: 
• ARI ES: palabr a clave: "Reconocimient o”; el que siembr a semillas de ener gías 
r enovadas. 
• LEO: palabr a clave: "I nt egr ación"; el que t r ansmit e ent usiasmo por la vida. 
• SAGI TARI O: palabr a clave: "Ext er ior ización". Fuer za de la sabidur ía; el que 
ot or ga el poder del Or den j ust o. 
Son ener gías inalt er ables al paso del t iempo que el suj et o deber á apr ender a r econocer 
en sí mismo, int egr ar las, asimilar las o usar las hacia los demás, dependiendo de qué aspect os 
r eciba el Sol nat al. 
 
Expr esión en Luz: 
Volunt ad, aut or idad, poder . I dent idad conscient e. Yo int er no e 
individual. Gener osidad, decisión, lider azgo, el padr e, yo soy 
Expr esión en sombr a: 
Or gullo, ar r ogancia, anhelo excesivo de ser especial 
SOL 
 
 Pr imer t r abaj o iniciát ico: 
Renunciar al or gullo, a la ar r ogancia y al deseo excesivo de ser 
especial. El medio es a t r avés de esf or zar se en ser más 
cr eat ivo 
 
 EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS 
Autor: Joshua S. Santos www.astrologiaegoica.es - 33 - 
 
LUNA 
LUNA: LAS PRUEBAS DEL CAMI NO que mot ivar án a nuest r a 
volunt ad. 
Es el complement o per f ect o del Sol; sin la Luna no se 
desar r ollar ían las f uer zas cr eador as del Sol, pues el aliment o 
r ecibido dur

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