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Miradas sobre el acompañamiento tutorial

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Miradas sobre el 
acompañamiento tutorial
Doctorado en Educación y Sociedad
Universidad de La Salle
Bogotá, D. C., 2019
Amparo Novoa Palacios
Johann Pirela Morillo
e-ISBN digital: 978-958-5486-56-0
Primera edición: Bogotá, D. C., septiembre del 2019
© Universidad de La Salle
© Amparo Novoa Palacios
© Johann Pirela Morillo
Edición
Ediciones Unisalle
Cra. 5 n.º 59A-44, Edificio Administrativo, 3.er piso
PBX: (571) 348 8000. Extensiones: 1224 y 1226
edicionesunisalle@lasalle.edu.co
Dirección editorial
Alfredo Morales Roa
Coordinación editorial
Andrea del Pilar Sierra Gómez 
Corrección de estilo 
Sabina Ojeda
Diseño y diagramación
Milton Ruiz
Impresión 
Panamericana Formas e Impresos 
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro 
por cualquier procedimiento, conforme a lo dispuesto por la ley.
Hecho en Colombia. 
Novoa Palacios, Amparo
Miradas sobre el acompañamiento tutorial / Amparo Novoa Palacios, Johann Pirela Morillo. - 
Primera edición. - Bogotá : Ediciones Unisalle, 2019.
 98 páginas ; 24 cm. 
 
 Incluye referencias bibliográficas.
 ISBN 978-958-5486-56-0 (digital)
 
 1.Tutoría (enseñanza) 2. Orientación estudiantil en educación superior 3. Tutores y tutoría 
(educación) 4. Formación profesional de maestros I. Pirela Morillo, Johann II. Título
CDD: 378.1794 ed.22
CEP-Universidad de La Salle. Oficina de Bibliotecas
Contenido
Prólogo. Tutor, tutorado y tutoría doctoral 7
Capítulo 1. Mirada antropoepistémica del 
acompañamiento tutorial 15
Capítulo 2. Mirada pedagógica del 
acompañamiento tutorial 37
Capítulo 3. Mirada lasallista del 
acompañamiento tutorial 59
Capítulo 4. Mirada didáctica del 
acompañamiento tutorial 83
Esta obra ha sido posible gracias al apoyo ofrecido 
por la doctora Blanca Hilda Prieto, directora del 
Doctorado en Educación y Sociedad.
Nuestra gratitud y aprecio.
Los autores
[9]
Prólogo. Tutor, tutorado y tutoría doctoral
¿Qué es un doctorado? Esta no es una pregunta difícil de res-
ponder desde una aproximación a su definición clásica. Al res-
pecto, se puede decir que es el grado académico que garantiza la 
capacidad de proponer y ejecutar proyectos de investigación in-
dependientes, y de dirigir el trabajo de otros. Desde otra perspec-
tiva, se expone que el doctorado debe estar comprometido con la 
innovación teórica y metodológica, así como con las apuestas de 
generación de conocimiento de frontera en los diversos campos del 
saber. De manera más sintética, un doctorado es el formador de in-
vestigadores e intelectuales. Sin embargo, la pregunta sobre su de-
finición se problematiza si se formula así: ¿cuál es la naturaleza de 
un doctorado en y del sur del continente americano?
Pensar en un doctorado con estas características nos remite al 
contexto que lo envuelve y en el que se despliega su identidad, 
en nuestro caso, Colombia y Latinoamérica, el sur geográfico y 
cultural. Ser del norte o del sur no es irrelevante, al contrario, es 
una realidad que configura una forma de ser y de vivir; una cos-
movisión y, a la vez, una “sensovisión” o manera de sentirse en 
el mundo. En consecuencia, se trata de crear o recrear las defini-
ciones clásicas del doctorado en plena sintonía con el sentir y el 
modo propio de ser y vivir de los pueblos y culturas latinoameri-
canos y caribeños. El hecho de que un doctorado sea del sur im-
plica un proceso educativo distinto en la forma de situarse ante la 
naturaleza, la persona, la cultura, la ciencia y la sociedad, con sus 
10 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
correspondientes necesidades, problemas y desafíos, en compara-
ción con los del norte.
Pensar un doctorado desde el nicho geográfico que nos corres-
pondió como destino en lo universal es lo que han realizado los 
doctores Amparo Novoa Palacios y Johann Pirela Morillo —miem-
bros del equipo científico del Doctorado en Educación y Sociedad 
de la Universidad de La Salle de Bogotá, D.C.— en su libro Miradas 
sobre el acompañamiento tutorial sin proponérselo de modo explíci-
to. Si bien el eje central del texto gira en torno al tutor, al tutorado 
y a la tutoría doctoral, el ejercicio de pensar sobre la propia práctica 
hace brotar una idea nueva de doctorado más acorde y pertinente 
tanto para los doctorandos como para el contexto en el cual nace 
y se hace. 
El abordaje de la tutoría, entendida como el acompañamiento a 
un sujeto que construye una tesis doctoral, desde cuatro dimensio-
nes —la antropoepistémica, la pedagógica, la lasallista y la didácti-
ca— es una expresión de la búsqueda de un estilo formativo doctoral 
que responda cada vez más con pertinencia y coherencia a la rea-
lidad del país. Pertinencia concebida como esa capacidad del doc- 
torado para responder de modo proactivo a las necesidades del me-
dio, con el fin de transformar el contexto en el cual opera, según 
el marco de valores que lo inspira y define. La coherencia se com-
prende como el grado de correspondencia entre lo que el doctora-
do declara que es y lo que efectivamente realiza, como el grado de 
correlación existente entre los propósitos y sus políticas, estrategias 
y recursos disponibles.
¿Qué es una tesis doctoral? Los autores del presente libro la en-
tienden como la síntesis y la creación de conocimiento, fruto del 
acompañamiento tutorial en la formación de los programas. Es-
ta tesis no solo integra saberes disciplinares y metodológicos, si-
no también experienciales. Aúna en un todo lo cognitivo junto 
con los entramados vitales, el conocimiento experto y los sueños 
 11
Prólogo
y expectativas de los sujetos involucrados. La tutoría desarrolla su 
potencialidad humanizadora en este marco de referencia, median-
te el trabajo colaborativo, a partir de la interacción dialógica. Así, 
la tutoría es intercambio, relación cara a cara, conversación a dúo 
para descubrir algo. 
Desde los albores del discurrir histórico de las universidades se 
puede rastrear la existencia del hecho tutorial. Siempre ha habido 
tutores, tutorados y acompañamiento en los campus, como valiosas 
herramientas para la formación de los futuros profesionales. Con el 
transcurrir de los siglos, la tutoría ha devenido en una de las prácti-
cas pedagógicas clásicas universitarias, la cual supone una relación 
personal entre un maestro experto (tutor) y un estudiante aprendiz 
(tutorado), quienes, mediante el diálogo y la discusión, buscan al-
canzar una meta concertada. 
Vale la pena recordar que una de las prácticas agrícolas más an-
tiguas de la humanidad es el tutoreo (sic), actividad que consiste en 
brindar soportes (tutores) a los cultivos a través de estacas, cuer-
das, alambres o anillos para que las plantas crezcan de modo ade-
cuado; así se evita que los frutos u hojas toquen el suelo, lo cual 
permite obtener mejores resultados. El tutoreo es fundamental para 
lograr unas cosechas abundantes y óptimas. Los cultivadores de la 
vid desde tiempos inmemoriales perfeccionaron los tipos de tutor 
y sus usos para brindar apoyo y obtener unas uvas de gran calidad. 
En nuestros campos del trópico, el maracuyá y la badea son buenos 
ejemplos del empleo de esta técnica ancestral. En los cultivos, los 
tutores son elementos temporales, útiles en tanto la planta adquiere 
fuerza, se desarrolla vigorosa y produce frutos. Cuando han cum-
plido su tarea, estos se retiran. 
Esta práctica de cultivo del campo es inspiradora para com-
prender la importancia y, a su vez, la caducidad del hecho tutorial. 
El tutor es fundamental para el tutorado, pero, cuando este puede 
seguir su camino con autonomía, aquel debe hacerse a un lado; 
12 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
casi que desaparecer. Ha cumplido su función. En los doctora-
dos, la relación entre el tutor y el tutorado se basa en conversacio-
nes académicas que pueden ser lejanas, cercanas o prospectivas. 
Las primeras se tejen cuando se dialoga sobre los antepasadosque 
constituyen la cultura e historia de una ciencia o saber en particu-
lar. Las segundas, cuyos contenidos los proporciona el día a día, 
las componen los acontecimientos que fluyen sin cesar y confor-
man la actualidad científica o social. Las terceras se centran en 
narraciones que sueñan y adelantan el porvenir de los objetos de 
estudio e investigación. En la conjunción de las tres, doctor y doc-
torando encuentran la ruta segura para tener conversaciones efec-
tivas y sacar adelante la tesis.
Con la conversación académica tutorial se instauran en la coti-
dianidad los diálogos organizados, sistemáticos, pero abiertos, so-
bre los temas centrales de la tesis doctoral. Algunos son perennes, 
de siempre, otros son nuevos. Sean lo uno o lo otro, son medios 
para repensar lo rutinario o lo establecido. Así, se inician conver-
saciones que incluyen tanto los discursos teóricos en boga, las pro-
blemáticas que afloran de las nuevas sensibilidades y los sucesos 
históricos en curso, como las exigencias de transformación que 
suscitan los escenarios y tendencias contemporáneos. Unas y otras 
permiten mantener una sana tensión en la búsqueda de las mejores 
alternativas para realizar la investigación, cuyo producto final será 
la tesis doctoral.
En los doctorados, el seminario investigativo en grupo y el 
acompañamiento tutorial personalizado constituyen los núcleos 
de la tarea formativa. Estas dos prácticas son tan connaturales al 
doctorado que la arquitectura universitaria ha diseñado espacios 
y ambientes específicos para cada una: el aula con mobiliario ti-
po sala de consejo o junta directiva para el seminario y el cubí-
culo convenientemente amoblado para un intercambio privado 
entre dos personas para la tutoría. Más frecuente el primero que 
 13
Prólogo
el segundo en nuestros campus, razón por la cual la tutoría se ve 
desplazada al estudio del tutor, a la mesa del pasillo o a la primera 
cafetería que se encuentre a mano, lo cual no favorece la concen-
tración que tal técnica requiere. Y, cuando no es posible el cara a 
cara presencial, vienen en su ayuda las múltiples posibilidades de 
la virtualidad con su relacionalidad a distancia, deslocalizada y no 
atada a la temporalidad.
Con sabiduría y experticia, Amparo Novoa Palacios y Johann 
Pirela Morillo nos obsequian unas páginas ricas en enfoques y es-
trategias, en las que tutores y tutorados podrán confrontar el itine-
rario del acompañamiento tutorial recorrido para profundizarlo, 
revisarlo e, indudablemente, perfeccionarlo. Este ejercicio se pue-
de efectuar en cuatro movimientos: el antropoepistémico, desde la 
categoría de encuentro como locus donde desaparecen las postu-
ras “yoístas” para dar paso a la configuración de unas “nosoístras”; 
el pedagógico, desde los criterios de simetría, circunstancialidad y 
comovilización; el lasallista, con su característico estilo educativo 
que privilegia la relación como acompañamiento sororal y frater-
nal; y el didáctico, con sus dimensiones metodológicas y opera-
tivas, como las arqueologías intelectuales, las cartografías y los 
informes de avance. 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial, consagrado a ese rito 
iniciático de la investigación de alto nivel, es un libro provocador 
en la medida en que, al avanzar en su lectura, invita a mirarse en 
el espejo de la propia práctica para cuestionarla y relanzarla; es un 
texto que hacía falta en el ámbito doctoral colombiano. A todos 
aquellos vinculados al tercer nivel de los estudios superiores uni-
versitarios les permitirá debatir sobre la naturaleza específica de un 
doctorado en contexto, mediados por el repensar, el ser y el queha-
cer del tutor, del tutorado y de la tutoría, cuya meta última, como 
bien lo señalan los autores, es “la maduración de las competen-
cias investigativas que van imprimiendo progresivamente grados 
14 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
de autonomía en la construcción del conocimiento, siguiendo cri-
terios de rigurosidad, calidad, pertinencia e innovación”. 
Hermano Fabio Humberto Coronado Padilla, FSC
Exvicerrector académico 
Universidad de La Salle
Mirada 
antropoepistémica 
del acompañamiento 
tutorial
[17]
Introducción
El presente capítulo le ofrece al lector diferentes aspectos 
orientados a construir una fundamentación teórica que se trasluce 
como una mirada antropoepistémica sobre el acompañamiento tu-
torial en el contexto de la formación de tercer nivel. Así, se realiza 
una aproximación conceptual a las categorías de tutoría y acompa-
ñamiento; luego, a la luz de la experiencia sobre la práctica tutorial, 
se esboza la comprensión que de ellas se tiene. 
Para continuar, se aborda la actitud mediadora que se infiere del 
aporte de la pedagogía de la mediación, la cual ha sido una garantía 
para mejorar el acompañamiento a los estudiantes. Acto seguido, 
se plantean los argumentos que fundamentan la epistemología en 
diálogo con la antropología, con el fin de proponer una mirada an-
tropoepistémica del acompañamiento tutorial. Para comprenderla, 
se necesitan algunas disposiciones actitudinales que prioricen la 
empatía y el diálogo en el proceso formativo. 
Aproximación conceptual
Resulta de interés ver que los procesos de enseñanza-aprendizaje 
en la Universidad de La Salle —de modo concreto, en el Doctorado 
en Educación y Sociedad que se dicta en la sede de Bogotá, D. C. 
Colombia— se centran en las necesidades y expectativas que los 
estudiantes plasman en una propuesta investigativa (proyecto), la 
18 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
cual constituye un punto de inicio para generar el proceso de cua-
lificación necesario, que se atiende, de manera más expedita, cuan-
do comienza la etapa de la tutoría. Por esta razón, las categorías de 
tutoría y acompañamiento merecen una indagación detallada, que 
se hará de forma separada por una cuestión metodológica, sabien-
do que, en el contexto de La Salle, la tutoría y el acompañamiento 
hacen referencia tanto al estudiante como al profesor. Además, se 
han erigido como temas y medios relevantes no solo para garanti-
zar la calidad, sino también la excelencia educativa en el programa.
¿Qué se entiende por tutoría? Rastreando el concepto
La palabra tutoría procede del latín. En su raíz, posee tres núcleos 
que se determinan de la siguiente manera: tueri, que es sinónimo 
de proteger o velar; tor, que se puede definir como agente; y el sufi-
jo ia, que significa cualidad. Por esto, se deduce que la tutoría es la 
autoridad que se confiere para cuidar de una persona. No obstante, 
esta delimitación conceptual no permite superar el significado po-
lisémico de este término, lo cual ha llevado a realizar una variedad 
de investigaciones que ofrecen definiciones, clasificaciones y fun-
ciones distintas. 
Existen unos antecedentes orientados a desarrollar bases con-
ceptuales y metodológicas sobre lo que se ha entendido por tutoría. 
López Gómez (2017) tiene un estudio riguroso sobre el concepto y 
su finalidad, en el que señala que esta ha sido una labor clásica del 
mundo universitario, afirmación que soporta con la rica literatu-
ra que existe sobre sus diversas significaciones y finalidades, en la 
que se destacan tesis de autores como Fernández (2007), Aguilera 
(2010), García Antelo (2010), Amor Almedina (2012), Miraflores 
(2009), López Martín (2012), Pérez (2013), entre otros. Asimismo, 
se resaltan los proyectos de investigación de Vidal et al. (2001), 
 19
Mirada antropoepistémica del acompañamiento tutorial
Michavila et al. (2003, 2011), García Nieto et al. (2004, 2005, 
2006, 2007), Torrego et al. (2005), Sancho Sora et al. (2006), y los 
artículos y monografías escritos en los últimos años por Álvarez 
González (2008), Boronat, Castaño y Ruiz (2005), Cano (2008), 
Cid y Pérez (2006), Feixas et al. (2010), Gairín et al. (2004, 2009), 
García Nieto (2008), García, Troyano y Martínez (2011),Lázaro 
(2008), Lobato, Del Castillo y Arbizu (2005), Pantoja y Campoy 
(2009), Román (2004), Sanz Oro (2009), Sobrado (2008), Solá y 
Moreno (2005), Zabalza y Cid (2006), entre otros. Pese a este desa-
rrollo, se continúa indagando sobre su significado, lo cual eviden-
cia que es un tema apremiante en la actualidad. 
En medio de la pluralidad de sentidos, y con consciencia de 
que no es un objeto de investigación consumado, se señala que, 
en el contexto educativo, la tutoría es un elemento personalizado e 
individualizador. Por lo general, esta va más allá de la instrucción 
formal y abarca todas las experiencias que permiten alcanzar una 
educación integral; en consecuencia, se considera una interven-
ción contextual. Al respecto, Van Veen, Martínez Ruiz y Sauleda 
Parés (1997) expresan: “se debe subrayar como un atributo esen-
cial en su delimitación conceptual la caracterización de la tutoría 
como una intervención muy contextualizada y específicamente di-
señada” (p. 124). 
La tutoría genera procesos reflexivos que tienen presente la vida 
del estudiante y las motivaciones que lo han conducido a decidir 
su futuro a través de la formación académica. Además, implica di-
señar un método personalizado que incentive y posibilite la culmi-
nación de la investigación que ha sido acompañada, mediante la 
didáctica —enseñanza-aprendizaje—, que se construye de manera 
individualizada y no puede ser modelo de imitación para otros es-
tudiantes. Asimismo, supone una relación personal en la que la ac-
ción docente se circunscribe a una auténtica intervención educativa 
potenciada por el diálogo y la discusión. 
20 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
Sobre lo expuesto, Alcón (2003) dice: “la finalidad de la tutoría 
es el conocimiento personal y académico de los estudiantes para 
ofrecerles procesos de reflexión. En este sentido, el diálogo y la dis-
cusión es [sic] la base de la acción tutorial” (p. 88). De este modo, 
la tutoría no se puede considerar solo una intervención contextual-
académica, puesto que implica la existencia autobiográfica de la 
persona que está siendo guiada de manera integral, a quien se le de-
be facilitar el mejor aprendizaje para que cambie la realidad a partir 
de la problemática que ha podido identificar y que ha plasmado en 
una propuesta investigativa. 
Desde esta perspectiva, Apple (1996) señala que la educación 
no se debe limitar a lo instruccional ni a transmitir conocimien-
tos: tiene que trascender hacia la transformación de la realidad y el 
desarrollo personal, dado que, por medio de esta, se adquiere una 
comprensión de las dimensiones de la vida diaria, en la cual está 
inmersa la condición humana.
Así, la tutoría también se comprende como un escenario de cre-
cimiento mutuo entre el tutor y el tutorado, puesto que la expe-
riencia indica que el primero entra en un proceso de desaprender 
lo aprendido para insertarse en la novedad que trae el segundo. Por 
lo tanto, la tutoría es una técnica personal y académica en la que el 
tutor hace referencia a:
un profesor de carácter privado que auxilia, de forma individualiza-
da y en diversos ámbitos, al desarrollo de un alumno, sin que ello 
signifique que está a cargo de un sujeto o que éste no tiene capacida-
des o autoridad propia. De tal manera que, en la tutoría, el mentor 
contribuye en el desarrollo del tutorado, sin perder de vista que este 
último también posibilita el desarrollo profesional del tutor. Es así 
que ambos logran un crecimiento y conciencia personal, aún y cuan-
do el objeto básico es el crecimiento del tutorado. (García-Córdoba, 
Trejo-García, Flores-Rosete y Rabadán-Calvillo, 2007, p. 42)
 21
Mirada antropoepistémica del acompañamiento tutorial
Como se ha dicho que la tutoría es un escenario de crecimien-
to mutuo, no se puede perder de vista que esta tiene como ob-
jetivo desarrollar capacidades para el aprendizaje dirigidas a la 
solución de problemas y a la maduración intelectual del tutorado. 
Por consiguiente, el tutor acompaña al estudiante en el camino 
que le permite consolidar la construcción del conocimiento a la 
luz de su realidad existencial y social, es decir, lo guía de modo 
integral, debido a que, “más que enseñar, atiende, facilita y orien-
ta al estudiante en su proceso formativo, pudiendo ser objeto de 
atención cualquiera de las facetas o dimensiones que inciden en el 
mismo (aspectos académicos, actitudinales, personales, sociales)” 
(Pérez Boullosa, 2006, p. 134). 
Grosso modo, se han ofrecido algunos aspectos de corte compren-
sivo sobre lo que se entiende por tutoría. Se resalta que quien la ejer-
ce debe asumir una actitud de acogida, escucha, diálogo, libertad y 
autonomía, con el rol de cuidador, orientador, guía y acompañante. 
¿Qué se entiende por acompañamiento? 
Rastreando el concepto
La pedagogía nació de la mano del niño al que llevaban a la escuela 
en la Grecia antigua. Un esclavo era identificado como un paida-
gogo, quien guiaba y acompañaba. Con esta comprensión se ubica 
el sentido de acompañar, que se amplía con lo que ofrece Ghouali 
(2007) al explorarlo. El autor afirma que significa: 
unirse con alguien para ir a donde él va y al mismo tiempo que él. Sub-
yacentemente acompañar se define como el proceso que dinamiza 
tres lógicas: relacional, espacial y temporal. Del establecimiento de un 
vínculo primero sobre la base de una meta, se deriva la definición mí-
nima de acompañar: ir con, ir hacia —que traduce conceptualmente 
22 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
relacionalidad y temporalidad—. La relación de acompañamiento es en-
tonces definida por un conjunto de características propias: *Asimétri-
ca: pone frente a frente al menos a dos personas de “desigual poder”. 
*Contractualizada: instaura una comunicación disimétrica en el fondo 
de paridad. *Circunstancial (temporal, ocasional): es apropiada “en un 
mundo dado”. *Co-movilizadora: supone que los partenaires1 estén el 
uno y el otro en camino. (las cursivas son del autor) (pp. 208-209)
Es sugerente ver que Ghouali aborda el concepto de acompañar 
a partir de las tres dimensiones que posibilita el encuentro entre dos 
personas (relacional), en un contexto al cual le da sentido (ocasional) 
y en un tiempo histórico concreto (temporal). Esto permite entender 
que el acompañamiento es una acción que involucra la totalidad de la 
persona con unas coordenadas espaciotemporales (figura 1.1).
Figura 1.1. Coordenadas espaciotemporales de la acción de acompañar
Fuente: los autores. 
1 Hace relación a los interlocutores, a los sujetos involucrados en el encuentro: acom-
pañante y acompañado.
Acompañar,
proceso dinámico
RELACIONAL
Asimétrica-
disimétrica
TEMPORAL
Circunstancial
ESPACIAL
Comovilizadora
 23
Mirada antropoepistémica del acompañamiento tutorial
Al citar a Ardoino, Ghouali (2007, pp. 209-210) plantea algu-
nas comprensiones sobre el acompañamiento desde el empleo que 
se le ha dado. En el campo de la música, este es una parte accesoria 
instrumental que completa una melodía y le da valor, lo que supo-
ne una relación armónica entre el acompañado y la persona que lo 
acompaña, así como un vínculo jerárquico en el que se acompaña 
al sujeto, quien da el ritmo de la melodía. Por otra parte, en el ám-
bito deportivo existe el coach (entrenador), quien asigna los movi-
mientos y capacidades, ve de modo simultáneo todos los aspectos 
de una competencia y debe integrar los eventos y adaptarse, lo que 
remite a la problemática del dominio, de la maestría, es decir, a la 
necesidad de reajustarse. En los campos jurídico y social, la pala-
bra hace referencia a la noción de tutoría. En el sistema educativo, 
representa una relación adaptada y personalizada que se ha vincu-
lado a los estudiantes frágiles y con dificultades.
Desde el área semántica, la palabra acompañar se construye a 
partir de tres sinónimos: conducir, guiar y escoltar, los cuales remi-ten a tres registros semánticos del acompañamiento, a su vez, estos 
señalan unas prácticas que se identifican en los modelos tradicio-
nales de educación (figura 1.2).
Figura 1.2. Visión semántica de la palabra acompañar
Fuente: los autores.
A
co
m
pa
ña
r Sinónimos
Conducir
Escoltar
Guiar
Iniciática
Terapéutica
Mayéutica
Registros semánticos Modelos tradicionales
Dirección
Protección
Consejo -
orientación
24 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
De lo dicho se infiere que el acompañamiento supone una re-
lación que capacita para comprender lo que el otro puede sentir a 
través del diálogo, lo cual da paso a una conexión que posibilita la 
unión con alguien; así, se entiende que este se asienta desde un ne-
xo intersubjetivo, que implica empatía y disposición para caminar 
con el otro y acoger las transformaciones conjuntas.
Aproximación epistemológica 
El acompañamiento tutorial se fundamenta en la relación interna en-
tre las dos categorías (acompañamiento y tutoría); además, en este 
caso, se basa en un contexto educativo-académico en el que la fun-
ción de la tutoría está determinada por el acompañamiento que se le 
brinda al estudiante. En consecuencia, hablar del acompañamiento 
tutorial presupone caminar en un escenario de crecimiento que lleva 
consigo unirse a otro para guiar dejándose guiar e ir hacia el objetivo 
planteado en el proceso de investigación, el cual se caracteriza por 
articular la libertad con la autonomía y la exigencia con la flexibili-
dad, aspectos que se implementan cuando existe disposición para 
mediar y encontrar soluciones al problema abordado. En este senti-
do, no se deben buscar protagonismos que obnubilen el crecimiento, 
el desarrollo y la maduración existencial e intelectual del estudiante 
y del tutor, lo cual implica abarcar la integralidad del individuo a 
partir del conocimiento mutuo generado en una interacción perso-
nal que propicia confianza, cercanía, empatía y comunicación.
Este conocimiento no se sustenta tanto en los resultados y pro-
ductos como en el proceso que se vive, el cual, según Goldman 
(1986), es confiable y conduce a la verdad. Se trata de defender la 
verdad en la búsqueda del saber. El autor, creador de la epistemolo-
gía social, plantea cuestiones teóricas y prácticas frente a este tema. 
En lo teórico señala la justificación testimonial, la posibilidad de 
 25
Mirada antropoepistémica del acompañamiento tutorial
desacuerdo razonable entre dos o más personas ante una evidencia 
empírica y la agregación racional de juicios fácticos, es decir, pro-
cedimientos de agregación de creencias individuales en creencias 
colectivas, preservando la racionalidad de la opinión grupal. La ver-
dad aquí se interpreta en correspondencia con las representaciones 
conceptuales del mundo. Sobre la epistemología, el autor expone: 
epistemology, as I conceive it, divides into two parts: individual epis-
temology and social epistemology. Individual epistemology —at 
least primary individual epistemology— needs help from the cogni-
tive sciences. Cognitive science tries to delineate the architecture of 
the human mind-brain, and an understanding of this architecture is 
essential for primary epistemology. Social epistemology needs help 
from various of the social sciences and humanities, which jointly 
provide models, facts, and insights into social systems of science, 
learning, and culture. (p. 1)
De este modo, la epistemología individual se comprende co-
mo el conocimiento vinculado al proceso de creencias personales, 
las cuales acontecen en el interior del sujeto cognoscitivo, y la so-
cial hace referencia a las relaciones interindividuales orientadas a la 
producción de enunciados verdaderos.
Por otra parte, se sabe que existen muchas teorías sobre la ver-
dad, pero estas no son objeto de estudio en el presente libro, lo que 
interesa saber es que existe un nexo entre la racionalidad epistémi-
ca y la verdad en función de la mediación. En este sentido, Bunge 
(1985) afirma:
la racionalidad teórica no es un fin, sino un medio. En particular, es 
un medio para alcanzar la verdad o hacer uso (bueno o malo) de ella. 
A su vez, la verdad es tanto un bien intrínseco como una herramienta 
26 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
para la acción: normalmente queremos saber la verdad porque so-
mos naturalmente curiosos, y la necesitamos para dirigir racional-
mente nuestra conducta. (p. 28)
Hay que resaltar el papel que se le da a la racionalidad epis-
témica o teórica como un medio para alcanzar la verdad, que se 
comprende como la correspondencia entre las proposiciones y la 
realidad, la cual se concibe de diferentes modos. Esta situación no 
es ajena a los procesos investigativos que se cobijan en el acompa-
ñamiento tutorial, donde la capacidad de inquirir y la curiosidad 
son excelentes motivadores para fundamentar la creación de cono-
cimiento y sustentar la tesis. 
Aproximación epistémico-antropológica
El acompañamiento tutorial produce conocimiento desde el en-
cuentro interpersonal, porque es un espacio que prioriza la forma-
ción personalizada. Así, el saber que se forja durante el desarrollo 
de la investigación toma el contexto social como un referente esen-
cial para crear conocimiento, es decir, en el proceso confluyen tan-
to el conocimiento individual como el colectivo. Este asunto es 
evidente en el presente caso de estudio, debido a las opciones que 
brinda el Doctorado en Educación y Sociedad, en el cual se prio-
riza la elección de problemáticas que se puedan investigar y trans-
formar para impactar en la realidad con soluciones concretas. Con 
esta perspectiva, la propuesta de Goldman (1986) sobre la episte-
mología social desde el veritismo permite entender que: 
social epistemology is concerned with the truth-getting impact of di-
fferent patterns and arrangements of social intercourse. For example, 
 27
Mirada antropoepistémica del acompañamiento tutorial
there are different possible forms or styles, of interpersonal argu-
ment, debate or controversy […] The task social epistemology, as 
I conceive it, is to evaluate the truth-conducive or truth inhibiting 
properties of such relationships, patterns, and structures. (p. 5) 
Esto significa que es necesario superar la epistemología clásica, 
que se ha centrado en el conocimiento lógico y en métodos para es-
tablecer la verdad o falsedad de los enunciados. No obstante, la com-
prensión del conocimiento ha ido adquiriendo acepciones distintas, 
según el campo disciplinar (Moreno Jiménez, 2008, p. 11) y el con-
texto social que se viva o se quiera abordar. Además, la persona es 
sujeto de conocimiento, puesto que moviliza sentidos y significados 
sobre la realidad, la cual constituye el suelo epistemológico de la pro-
ducción de métodos, conocimientos y formas de entender y relacio-
narse con el mundo. De acuerdo con Sánchez Rodríguez (2016), hoy: 
la actividad científica lleva implícitas de manera inescindible las emo-
ciones, las representaciones, las visiones de mundo y las culturas de los 
sujetos, por lo que no es posible hallar un sujeto cognoscente despren-
dido de su subjetividad para la producción de conocimiento. (p. 17)
Ya se afirmó que en las tutorías el encuentro es el escenario pa-
ra crear conocimiento. Esto lleva a plantear que en la categoría de 
encuentro se posiciona un principio epistémico-antropológico co-
mo punto de partida para producir saber, lo cual supone que en el 
encuentro académico —acompañamiento tutorial— confluyen as-
pectos de orden existencial e intelectual que se deben atender. Es-
tos aspectos emergen de posturas “yoístas” hacia la configuración 
de unas “nosoístras”, en las que el yo se emancipa hacia el tú, y se 
configura el tejido existencial e intelectual que reclama el nosotros 
en la comunidad. De este modo, el encuentro es el espacio donde 
acontece la reflexión e investigación continua;además, es el lugar 
28 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
donde el lenguaje es el medio vital para socializar la experiencia y 
aprender de modo colectivo.
Autores como Mercer (1997) indican que el conocimiento no es 
solo una construcción mental individual, sino también una pose-
sión conjunta que se comparte de forma efectiva. Para el autor, la 
historia de las ideas muestra que el descubrimiento, el aprendizaje 
y la resolución creativa de los problemas rara vez son actividades 
individuales. La producción conjunta de conocimientos y expe-
riencias evidencia mayores niveles de elaboración, en virtud de que 
se dan procesos de validación y retroalimentación: 
en cualquier momento en que se hable, se tiene que pensar qué de-
cir y qué se oye. Hay que emplear un poco de tiempo para pensar, 
lo que ha dicho la gente, lo que ha dicho uno mismo y lo que se de-
bería decir en futuras ocasiones. Y algunos de los pensamientos más 
creativos aparecen cuando la gente está hablando en grupo (de aquí 
la popularidad del brainstorming como técnica creativa). (p. 5) 
En este marco, el acompañamiento tutorial pone de relieve una 
interconexión de repertorios cognitivos y experienciales: se dan en-
cuentros entre varias mentes; esto contribuye a la construcción de 
saber, lo cual da como resultado el vasto y dinámico recurso de co-
nocimiento que se denomina cultura. Con esta perspectiva, el len-
guaje emerge como un elemento articulador, desde las funciones 
cultural (comunicar) y psicológica (pensar), para posibilitar la forma 
social del conocimiento. 
En este sentido, Peñaloza (2005) habla sobre la construcción 
de un currículo integral; parte de la necesidad de integrar en los 
procesos formativos la hominización, la socialización y la cultu-
rización. Para los tres aspectos resulta vital desarrollar un pensa-
miento compartido mediante el lenguaje, no solo como expresión 
 29
Mirada antropoepistémica del acompañamiento tutorial
y comunicación, sino también como un mediador en la experiencia 
vivida y compartida, que lleva a materializar el conocimiento. 
En el acompañamiento tutorial para la formación doctoral con-
vergen estos tres factores, en virtud de que los seres humanos se 
realizan y construyen a partir de la vivencia compartida, mediante 
la cual se activan acciones de existencia y coexistencia. En cuanto 
a la socialización, el proceso formativo que se hace por medio del 
acompañamiento es posible a partir de acciones, con las cuales se 
estimulan actitudes de curiosidad intelectual, interacción, encuen-
tro y reencuentro para generar espirales de retroalimentación. De 
esta manera, la coconstrucción del conocimiento asume como sus-
trato la experiencia vivida entre dos o más personas en un proceso 
que, además, apoya el descubrimiento de las trayectorias formati-
vas. Las razones expuestas ubican el acompañamiento tutorial en el 
encuentro, abordado como un locus antropoepistémico que garan-
tiza el desarrollo humano y educativo para comunicar y pensar lo 
que se investiga (figura 1.3). 
Figura 1.3. El encuentro como un locus antropoepistémico
Fuente: los autores.
CULTURIZACIÓN
Libertad -
autonomía.
Comunicar -
pensar.
HOMINIZACIÓN
Desarrollo humano
y educativo.
Humaniza al 
mundo.
ENCUENTRO,
LOCUS
Antropoepistémico
PROCESO
formativo
SOCIALIZACIÓN
Acompañamiento
Yo - tú
Nosotros
30 
Miradas sobre el acompañamiento tutorial
Como complemento a esto, Planella (2011) concibe el acompa-
ñamiento como una categoría humana y sociológica importante. No 
solo considera la dimensión profesional desde un enfoque instru-
mental, sino también la necesaria conexión con los universos (las 
concepciones del mundo y sus cosmovisiones) y realidades incardi-
nadas en los contextos de las personas, quienes tienen necesidades 
sociales que implican encontrarse de modo permanente para cons-
truir y compartir significados que, luego, se revierten en la produc-
ción del conocimiento sobre las realidades referenciales, las cuales 
aspiran a superar y transformar. 
Según el autor, la filosofía del acompañamiento social se susten-
ta en pilares que conforman una manera muy precisa y particular 
de entender el trabajo con las personas. Algunas de las característi-
cas de este acompañamiento se podrían aplicar al acompañamien-
to como mediación y encuentro entre personas que comparten sus 
visiones del mundo mediante el lenguaje. Estas son:
1. El acompañamiento social se fundamenta en una demanda 
hecha con libertad. En el caso del tutorial, en el contexto 
de la formación doctoral, la libertad imprime autonomía y 
madurez a quien configura un proyecto personal y acadé-
mico de vida.
2. Se acompaña a las personas, se camina a su lado. Caminar 
con otro conduce a aportar una mirada crítica y reflexiva 
para elaborar-reelaborar, construir-deconstruir y definir-re-
definir de manera permanente el proyecto personal y aca-
démico de vida. 
3. El objetivo privilegiado es conectar a las personas con la co-
munidad. Esta característica implica un acompañamiento tu-
torial en la formación doctoral con una visión situada que 
 31
Mirada antropoepistémica del acompañamiento tutorial
conlleva, además, el compromiso de construir un conoci-
miento que atienda a las necesidades no solo para explicarlas, 
sino para superarlas y transformarlas. Esto alude a que el en-
cuentro para construir con otros asume como principio esen-
cial la búsqueda permanente de un conocimiento pertinente.
4. Busca ofrecer a las personas con necesidades sociales los 
mismos recursos que poseen los demás ciudadanos. Con 
esto, el acompañamiento tutorial en la construcción del co-
nocimiento que se expresa en la tesis doctoral se ubica en 
una perspectiva de equidad, calidad e inclusión, es decir, se 
coconstruye un saber que contribuye a incrementar las po-
sibilidades que todos tienen de beneficiarse de los procesos 
de participación.
5. La persona es protagonista de su proyecto de vida; así, 
acompañar constituye una mirada y un monitoreo de las es-
crituras singulares que los actores de la formación doctoral 
imprimen en el discurrir del proceso formativo.
Ante estas características, el estudiante se posiciona como un 
investigador y un creador de conocimiento; no se trata de que sea 
creativo, sino “creador”. Las palabras del psicoanalista Anzieu, ci-
tado por Mancoksky (2009), le dan relevancia a esto: “uno crea 
apoyándose sobre algo, apoyándose contra: una época, las ideas 
recibidas, un método. Sin embargo, uno no puede crear completa-
mente solo. Uno corre el riesgo de ser alcanzado por la locura. Para 
crear uno tiene necesidad de un amigo” (p. 203). 
En consecuencia, el acompañamiento tutorial, cuyo funda-
mento antropoepistémico da preeminencia al encuentro como 
el lugar donde se origina la comunidad y se posiciona el senti-
do auténtico de acompañar, también necesita cualificarse con el

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