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El enano de Uxmal En el municipio de Santa Elena, en el estado de Yucatán, se ubica un importante yacimiento arqueológico de la cultura maya: la antigua ciudad Uxmal u Óoxmáal. Esta leyenda maya trata de dar una explicación sobre el origen de algunas de las construcciones ubicadas allí, como “La Pirámide del Adivino”. Al mismo tiempo, contiene una enseñanza acerca de las diferencias y los prejuicios. Cuenta la leyenda que, durante el imperio de Uxmal, en la ciudad de Kabah, vivió una anciana hechicera que cuidaba de un huevo que había encontrado. Tanto lo protegió que, un buen día, nació un niño de él. El niño era muy pequeño y la mujer lo cuidó como suyo. Pasado un tiempo, el niño no crecía y, al salirle barba, la hechicera descubrió que era un enano. La anciana pasaba horas y horas custodiando un caldero. Un día, el enano quiso descubrir qué había allí dentro. Pronto, halló en su interior un instrumento llamado Tunkul y, al tocarlo, el sonido se escuchó por toda la ciudad. Incluso en el palacio del rey de Uxmal. Según una vieja profecía, al sonar el Tunkul, el mandatario de turno tenía que dejar el poder en manos de quien tocara el instrumento. El rey mandó a encontrar al responsable. Pronto, sus sirvientes llevaron al niño al palacio. Una vez allí, el rey no podía creer que aquel pequeño niño fuera el próximo aspirante a gobernar. Por ello, le ordenó hacer tres pruebas para demostrar su valía con el objetivo de derrotarlo. El joven consiguió superar con éxito todas las pruebas y fue proclamado rey. Desde su posición, mandó a construir el conocido templo de “la casa del gobernador” y un hogar para su madre llamado “la casa de la anciana madre” y “el templo del adivino”. Estas construcciones se pueden apreciar en el complejo de Uxmal.
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