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El texto de sardi estudia los libros de texto para escuela primaria entre 1900 y 1940, partiendo de la idea de que los libros de texto no representan un conocimiento puro, sino que están inscriptos dentro de un contexto sociopolítico y cultural concreto, que en este caso es el del proyecto nacionalista del centenario. El objetivo de los libros de texto, entonces, es lograr la unidad identitaria de la nación, asimilando a la gran cantidad de inmigrantes que habitaban la argentina en esa época. De todas maneras, se da una lucha entre este fuerte intento homogeneizador promovido desde el estado, y algunas posturas contrahegemónica. MIRADAS EN TORNO AL LIBRO DE LECTURA En 1904, el inspector general Pablo Pizzurno realiza un informe en el que se ve la preocupación en torno a quien selecciona los libros, si es que hay que darle cierta libertad a los maestros, ya que esto puede escapar a la perspectiva oficial. El modelo finalmente adoptado fue el sistema de lista: los maestros escogían entre una serie de libros autorizados. En el informe el autor critica la idea del libro como autorretrato del curriculum: plantea al libro de texto como acompañante del maestro en el proceso de enseñanza, pero pensado como un dispositivo autónomo. Por último, discute acerca de la autoridad académica que debe seleccionar los libros. En el mismo informe se presentan instrucciones a los docentes para que tengan en cuenta en la elección de textos en donde se apunta a cuestiones didácticas, pedagógicas y epistemológicas. Se insiste en que el libro sea adecuado para niños de primaria, sea sencillo, sin que este recargado de datos y detalles. Además se pone énfasis en que el libro presente un punto de vista homogéneo, en consonancia con la visión del mundo oficial. Desde el CNE(consejo nacional de educación) se insiste en la cuestión de los libros de texto, y se plantea una dicotomía entre dos sectores. Por un lado, quienes privilegian lo experimental en detrimento de los libros de texto y a favor de la figura del docente y su autonomía; y otros que se guían únicamente por la autoridad del libro. Por otro lado, también desde el CNE se establecen las pautas para que los libros sean aprobados. Hay un fuerte énfasis en la dimensión sociolingüística y en el uso de ilustraciones para enfatizar la construcción identitaria. En lo que refiere a las provincias, se aclara que los libros deberán “contrarrestar la negativa influencia del guaraní y a extinguir la funesta flora verbal que esta lengua primitiva origina y que invade el lenguaje popular”. En 1939, otro informe del CNE establece pautas acerca de los libros de texto. Aquí se pone énfasis en la orientación nacionalista, formación moral y carácter del lector, lenguaje, calidad de impresión. Se sigue insistiendo en la orientación patriótica que deben tener los libros de texto como formador de las identidades nacionales: se entiende al niño como futuro ciudadano comprometido con los valores nacionales, y al libro de texto como “la primera fuente para beber y asimilar la nacionalidad”. En este sentido, la propuesta de Pizzurno es que el libro de texto sea el instrumento que dispare el estudio y promueva la formación de una actitud investigativa. Pero con la advertencia de que los textos respondan al rigor científico, evitando los textos de “imaginación” (tensión entre el pensamiento lógico y el imaginativo). Los libros deben enseñar valores pero sin que parezca en un tono dogmatico. Recupera al relato como instrumento para llegar al lector desde la vía de las emociones, y educar también en la nacionalidad y valores patrióticos. Esta es la visión oficial y de numerosos sectores de la cultura. De todas maneras, existen otras visiones, como la de los maestros nucleados en la revista La Obra, pertenecientes al movimiento de la Escuela Nueva, que se opone a las posturas normalistas y positivistas, propone centrar la atención en el niño y tomar al maestro como guía y compañero. Proponen eliminar la materia ortografía, cambiar la manera de corregir con tinta roja, promover el trabajo simultáneo en el aula y la práctica de escritura. Los maestros que escribían en la revista La Obra, entonces, se opusieron en todo este periodo a las políticas educativas oficiales. Ejemplos: Juan Carlos Onieva rescata la dimensión estética y literaria de los libros de lectura para lograr conquistar a los lectores en la escuela. Apuntar a la afectividad, a la vida cotidiana o a la ficción, soslayando la educación patriótica y el pragmatismo didáctico. Carlos Cornejo. El libro no debe ser solo instructivo, sino que debe brindar conocimientos diluidos en narraciones novelescas o en la atmosfera de una evocación sentimental de una creación fantástica. A través de la ficción el lector se involucra desde lo emocional y lo estético. Jorge Gabrielli propone un “libro del porvenir”: una revista que aporte semanalmente temas nuevos para los alumnos, escrita por los mismos y por los maestros. Este es un modo de responder a las necesidades de la escuela en el día a día de la vida escolar, alejándose de los programas oficiales que terminan por asfixiar los deseos de aprender. Otras críticas a aparecen en la revista EMEC, por ejemplo en lo que respecta el fin comercial de los textos por sobre el pedagógico. En síntesis, el libro de lectura es un instrumento que organiza la practica escolar, legitima los saberes que lo conforman, regla los modos de pensarse como alumno y como sujeto de una comunidad de pertenencia, normaliza la población escolar que ingresa en la escuela. El libro de texto es el territorio de la imposición simbólica y de la institucionalización de las relaciones entre saber y poder en la escuela. LOS LIBROS DE LECTURA Y DIVERSIDAD DE GENEROS LIBROS DE LECTURA POR ANTONOMASIA Son aquellos que organizan los contenidos en una rutina didáctica con ciertas pautas establecidas, como estar organizados por lecciones, dentro de cada lección el texto, y luego ejercitaciones practicas, vocabulario utilizado, biografía del autor del texto. Un ejemplo de esto es Nuestra Patria, de Carlos Octavio Bunge, publicado en 1910, como parte del discurso hegemónico sobre la nación en el año del centenario. El libro está dividido en 4 partes: la tradición y la historia del pueblo argentino, la poesía argentina, el país argentino, cuadros y fases de la vida argentina. En el texto de sardi se muestran varios ejemplos, en su mayoría destinados a consolidar la identidad argentina, la moral y los valores patrióticos. Hay un caso particular que va en contra de este discurso y es El libro del idioma, de Pedro Enriquez Ureña y Narciso Binayán, en donde el énfasis esta puesto en la unidad iberoamericana mas que en lo nacional: “una utopía americana que concilie lo nacional con lo universal, lo autóctono con lo ajeno para constituir una historia cultural que nutra al hombre y lo haga libre”. A su vez relativiza la enseñanza de la gramática en la escuela, ya que los autores consideran que estos conocimientos se aprenden por fuera de esta institución. LIBRO DE COSAS Estos se componen por lecciones, textos de temas diversos sin ningún tipo de relación didáctica. Acumulación de contenidos sin conexión unos con otros con el objetivo de que el alumno saberes nuevos de manera acumulativa. Acá también se exponen diversos ejemplos en donde predomina el discurso de la época. LA NOVELA PEDAGOGICA En este género los contenidos curriculares se van introduciendo a partir de la historia del protagonista de ficción. Un ejemplo es Historia de un niño, de Francisco Sanchez de Gusman, 1908, en el que se relata la historia de una familia francesa que viene a la argentina. En esta novela se pone énfasis en el respeto a la bandera y los símbolos patrios. La escuela tiene un lugar importante, como medio para salir de la ignorancia, para ser libre y autónomos, y endonde se enseñan los valores morales. Lo que se intenta con este género es ser mas persuasivo, a partir del relato ficcional, en la transmisión de los valores cívicos, morales, etc. ANTOLOGIA O TROZOS SELECTOS En su mayoría son recopilaciones de textos de autores argentinos, en los que se intenta hacer un recorrido nacionalista y patriótico. Entre estos se incluyen tanto descripciones de paisajes, como hechos históricos, poesía, biografías de próceres, etc. LIBROS COMPLEMENTARIOS Son libros pensados para usarse en tiempos de lectura libre o en las fiestas o rituales escolares. Un ejemplo es Patria y Belleza, lectura sugerida para reforzar el sentimiento nacional luego de los hechos de la Semana Trágica. El texto contiene contenidos variados como la fauna, la flora, espacios geográficos, símbolos patrios, educación moral. CONCLUSION Los libros escolares ponen en escena cuales fueron las prácticas de lectura y escritura que generaron estos dispositivos en el espacio áulico como también muestran las concepciones que docentes, escritores y funcionarios tienen en torno al texto escolar. Por otro lado, la diversidad de géneros muestra la necesidad de aplicar textos distintos para situaciones pedagógicas específicas Por último, un aspecto que sobresale es que los libros se pensaron como instrumento para la formación identitaria. Los libros son instrumentos que mediatizan el trabajo docente y en el que se imprimen determinadas visiones del mundo con el objetivo de moldear un sujeto particular, aunque de todos modos hubo ciertas voces que discutieron con este discurso oficial, intentando llevar acabo otras propuestas en relación con la práctica docente y los niños lectores.
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