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1 Trabajo de grado: ¿Qué tienes tú, que no tengo yo? abordando la problemática de rechazo entre pares, a partir del trabajo colaborativo, la comunicación asertiva y el proyecto de aula en el grupo 301 (J.M) I.E.D Antonio Nariño. Presentado por: MARIA PAULA PINZON SILVA ANGIE NICOL SANTANA Integrantes del Semillero de Investigación Alunantes Docente director: Gary Gari Muriel Universidad Distrital Francisco José de Caldas Facultad de Ciencias y Educación Licenciatura en Pedagogía Infantil 2 CONTENIDO INTRODUCCIÓN 4 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 6 2.1 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 8 3 JUSTIFICACIÓN 8 4. OBJETIVOS 11 4.1 OBJETIVO GENERAL 11 4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 11 5. DELIMITACIÓN Y CONTEXTO 12 6. MARCO DE REFERENCIA 16 6.1 ANTECEDENTES 16 6.1.1 Rechazo entre pares 16 6.1.2 Trabajo colaborativo: 26 6.1.3 Comunicación asertiva 32 7. MARCO TEÓRICO 36 7.1. Rechazo entre pares 36 7.2 Trabajo colaborativo 42 7.3 Comunicación Asertiva: 48 8. DISPOSITIVO METODOLÓGICO 56 8.1 Enfoque de investigación Crítico-Social 58 8.2 Modalidades de investigación 60 3 Investigación Acción Educativa 60 Etnografía Escolar. 66 8.3 Estrategia Pedagógica 68 Proyecto de aula 68 8.4 Procedimiento de recolección de datos 75 Observación participante 75 Diario de Campo 76 9. ANÁLISIS DE INFORMACIÓN 78 9.1 Rechazo entre pares 78 9.2 Trabajo colaborativo y el rol de las docentes en formación 84 9.3 Comunicación asertiva 88 10. CONCLUSIONES 92 10.1 Rechazo entre pares 92 10.2 Trabajo colaborativo 93 10.3 Comunicación asertiva 94 11. BIBLIOGRAFÍA 96 4 INTRODUCCIÓN Este proyecto de investigación surge a partir del reconocimiento de una problemática dentro del curso 301 del Colegio Antonio Nariño J.M, en donde se logra identificar, por medio de las observaciones y las intervenciones realizadas, las formas de trato y comunicación instaurados que generan dinámicas de rechazo entre pares. Si bien es cierto que no todos los seres humanos se logran relacionar de la misma manera, es importante iniciar señalando que el rechazo es una forma de autodestrucción, al evitar la interacción con los demás y es allí en donde se busca encajar y realizar acciones que generen o no, empatía con sus pares. Es por esta razón que nuestro proyecto buscó, en primera medida, identificar los factores que inciden en estas formas de relacionarse entre compañeros en el grado 301 y, en segundo lugar, generar escenarios donde se propenda al fortalecimiento de las formas de relacionarse mediante el trabajo colaborativo y el trabajo continuo en el desarrollo de una comunicación asertiva. Lo anterior se propuso teniendo en cuenta que cuando se habla de la asertividad, esta se encuentra relacionada con las formas que tenemos para expresar nuestras emociones y, por ende, hacerlas respetar sin necesidad de invalidar a ese otro; así consideramos necesario que se generaran espacios en el aula en donde se potenció la comunicación, como un medio para solucionar conflictos. En este sentido, las categorías escogidas (Rechazo entre pares, trabajo colaborativo y comunicación asertiva) fueron las que vehiculizaron nuestros objetivos del proyecto 5 investigativo. Estas se ampliarán en el apartado de la justificación pedagógica, donde se intentará exponer la pertinencia de las mismas, sirviéndose de investigaciones previas que se han adelantado sobre la problemática estipulada. Todo el proceso investigativo se desarrolló en nuestra doble condición de estudiantes de la LPI e integrantes del Semillero de Investigación Alunantes, por lo cual el trabajo en las distintas etapas de su desarrollo se presentó a nombre del semillero y la licenciatura en diferentes eventos nacionales e internacionales. 6 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Es necesario reconocer que los procesos de comunicación y las dinámicas que se tejen en las formas de relacionarse que se instauran dentro de la escuela, se dan a partir del intercambio de experiencias en las que influye el contexto, las pautas de crianza y las relaciones que logran construir con sus compañeros y maestros. De manera que la pregunta de investigación surge a partir de las observaciones realizadas en el curso 301 en donde se logró evidenciar que las formas de comunicarse y relacionarse con sus compañeros se basaban en su gran mayoría en conductas de rechazo constante, especialmente enfocadas a unos estudiantes en particular con los que ninguno se mostraba dispuesto a trabajar ni a compartir, no obstante sí había una constante burla, rechazo, agresión verbal y emocional y, en algunos casos, agresión física. Consecuencia de ello, se manifestaban constantes situaciones de llanto e insultos dentro del aula, producto de la incomprensión que tenían los niños más afectados ante la indiferencia y las agresiones de sus compañeros, o bien, con castigos por parte de la maestra titular que, como expondremos posteriormente,son respuestas breves y temporales que no logran solucionar de fondo estas situaciones o dinámicas que adoptan unos estudiantes en contra de otros. Es menester resaltar que en esta exploración pedagógica, se logró evidenciar la importancia del entorno y su influencia dentro del aula de clase, permitiéndonos así, identificar las formas en las que se relacionaban los niños como pares en este contexto particular que fue la 7 I.E.D Antonio Nariño y la maestra titular como acompañante y orientadora del proceso pedagógico. Así, identificar que dentro del aula de clases comúnmente se priorizan los saberes, la adquisición de unos conocimientos curriculares y no existe una preocupación por las experiencias extraescolares se constituyó en un punto de partida. Lo anterior debido a que la preocupación de la maestras con las que compartimos el escenario escolar siempre estuvo centrada en el desarrollo de contenidos y no en las dificultades que presentaban los estudiantes en las formas de relacionarse entre ellos mismos, lo cual no es una situación que se deba trivializar cuando se evidencian casos de acoso, agresión, y rechazo, tal como sucedía hacía varios integrantes de este grupo. Esta dinámica, desde nuestra perspectiva, empezó a demandar una inmensa importancia para trabajar con los niños y niñas del curso 301 en pro de la valoración de la diferencia dentro del aula, logrando a su vez que repercutiera en mejores formas de relacionarse y vivir su cotidianidad. Es allí en donde se hizo necesario realizar un esfuerzo, respecto a generar estrategias pedagógicas, que nos permitieran aprovechar todos los espacios con el grupo, buscando que se trascendiera de los aspectos estructurales o el desarrollo cognitivo, que es la prioridad de la escuela, y que por el contrario se diera cabida a diferentes actividades que nutrieran nuestro proyecto con el fin de lograr procesos de acercamiento e intercambio de saberes entre los niños del curso, buscando la prevalencia del respeto, la buena comunicación, y el aprovechamiento de las diferencias que existían dentro del aula. 8 Por último, es importante mencionar que la escuela se ha convertido en un escenario en el cual se tejen con mayor frecuencia conductas autodestructivas, que deben ser abordadas con rigor investigativo, teniendo en cuenta las particularidades de cada contexto para comprender y, en nuestro caso, transformar estas formas de relacionarse del grupo de estudiantes con el cual se desarrolló el proyecto de investigación. 2.1 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ● Teniendo en cuenta la situación descrita en el apartado anterior, formulamos la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo Transformar las relaciones de rechazo existentes en los estudiantes del curso 301 de la IED Antonio Nariño (JM) mediante el trabajo colaborativo y la comunicación asertiva? 3 JUSTIFICACIÓN Como se menciona en ítems anteriores, la pregunta problema surge a partir de la observación y evidencia de las dinámicas de rechazo entre pares en el curso 301 que se encontraron presentes de manera latente, dado que los adultos (docentes y practicantes) ejercen un control importante sobre las conductas de los niños y niñas dentro del aula, sin que eso sea una solución real en sus formas de relacionarse. La construcción del proyecto de aula se propuso como estrategia pedagógica, basada en la validación de la experiencia y saber de sus pares, evitando las vías coercitivas y fomentando el 9 trabajo colaborativo como medio para fortalecer la comunicación asertiva y la adecuada expresión de las emociones. En este sentido, es importante aclarar que nuestro ejercicio de investigación y práctica formativa no tuvo como objetivo, ni era nuestra función como practicantes, cuestionar las dinámicas y el desarrollo de la formación escolar que establecen las docentes titulares dentro de las aulas. No obstante, la observación permitió señalar algunas problemáticas que se dan en la escuela y que no se atienden con la importancia merecida. Como se ha problematizado en numerosas ocasiones, la escuela ha enfocado sus esfuerzos en el desarrollo cognitivo de los estudiantes como si fuera esta la única dimensión importante del desarrollo humano, dejando de lado aspectos fundamentales como las habilidades para vivir armoniosamente en comunidad y que propendan por mejores formas de ser y habitar el mundo. Contrario a la priorización del desarrollo cognitivo, Según Delgado “Un trabajo docente de calidad impulsa la participación auto-educativa de los estudiantes y los capacita para compartir y crear conocimientos en solidaridad; desarrolla habilidades, y por tanto, genera aprendizajes indispensables para desenvolverse en la vida diaria” (2007, p.10) Tal como se aborda desde el planteamiento del problema, las relaciones destructivas no son conductas triviales sino que, en efecto, deterioran cada vez con mayor fuerza la estabilidad psicológica y emocional de los estudiantes (niños y adolescentes) e incluso pueden poner en peligro la vida misma de muchos de ellos. 10 Al respecto la escuela, y nosotras como docentes en formación, debemos cuestionar estas realidades que se agolpan ineludiblemente en nuestro quehacer pedagógico; en primer lugar, porque en este caso particular es el epicentro en el cual emergen estas dinámicas precarias y, en segundo lugar, porque estamos plenamente convencidas que el aula de clases se convierte en un escenario privilegiado para identificar problemáticas que emergen en ella y que, en algunos casos, pueden ser el reflejo de las situaciones sociales y familiares en las que conviven los niños y niñas fuera de la escuela. En consecuencia debemos propender por des- aprehenderlas y transformarlas en mejores formas de relacionarse entre ellos, y con personas externas al aula 301. 11 4. OBJETIVOS 4.1 OBJETIVO GENERAL Transformar las relaciones de rechazo existentes en los estudiantes del curso 301 mediante el trabajo colaborativo y la comunicación asertiva entre pares. 4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ● Reconocer por medio del trabajo colaborativo las virtudes y defectos de los estudiantes con el fin de comprender y valorar las diferencias que existen entre ellos. ● Construir en el proyecto de aula un escenario posibilitador para el reconocimiento del otro ● Potenciar el desarrollo de la comunicación asertiva en la solución de conflictos dentro del aula 12 5. DELIMITACIÓN Y CONTEXTO Localidad de Engativá Historia: En materia de la Historia de la localidad puede decirse hoy en día que, pese a que en algunas reseñas del Departamento Administrativo de Planeación se afirma que Engativá fue fundada en el año 1537 por Diego Romero, se ha comprobado a través del tiempo que este sector de “Engativá” nunca fue de interés hispánico dado que estuvo conformado por los indígenas Muiscas quienes en provecho del humedal Jaboque, y lo que en esa época se conocía como el río Funza, configuraban y llevaban a cabo todas las actividades de cultivo, cosa que no convenía ni hacía parte de la planificación de la colonia: “Leyes de Indias, más exactamente la Ley Tercera, del Título VII, del Libro IV, ordenaba que no se fundaron poblados en inmediaciones de pantanos y lagunas para evitar peligros asociados a animales venenosos e infecciosos” (Tomado de “Diagnósticos locales con participación social” de la secretaría de salud del Distrito, facilitado por el Archivo Distrital) Actualidad: En la actualidad Engativá se encuentra ubicada al noroccidente de la ciudad con una asignación de estratos comprendidos entre 3 y 4, limita al norte con la localidad de Suba, con el rio Juan Amarillo y el Humedal Jaboque de por medio; al oriente con las localidadesde Barrios Unidos y Teusaquillo, con la Avenida del Congreso Eucarístico de por medio; al sur con la 13 localidad de Fontibón, con las Avenidas José Celestino Mutis y Jorge Eliécer Gaitán de por medio; y al occidente con los municipios de Cota y Funza, con el río Bogotá de por medio. En aspectos de interés para la comunidad en general, vale la pena resaltar que para el 2019 en el segundo semestre del año, la alcaldía de Engativá tiene proyectos tanto de formación como de exposición artística y cultural para personas desde los 6 años y sin ningún límite de edad que se llevan a cabo en salones comunales, colegios del Distrito y espacios abiertos. Adicional a ello existe un convenio con la Filarmónica de Bogotá, en donde año a año se abren inscripciones para el Centro de Formación Filarmónica de Engativá para jóvenes entre los 7 y 17 años El principal medio de comunicación con la alcaldía es a través del correo electrónico participacionalengativa@gmail.com y los medios de divulgación respecto a la información de eventos, programaciones, noticias y demás se hace a través de pautas en emisoras locales, afiches, volantes, la página web y redes sociales oficiales. I.E.D Antonio Nariño: El Colegio Antonio Nariño se encuentra ubicado en el barrio San Marcos en la localidad de Engativá. Para su delimitación abordaremos cada uno de los lugares, resaltando los aspectos demográficos, territoriales, educativos y culturales que más relevancia tienen dentro del contexto de los estudiantes de la Institución El colegio cuenta con un manual de convivencia en donde se especifica los símbolos que lo representan (una bandera y un escudo), el P.E.I que corresponde a un “desarrollo integral 14 humano, de jóvenes creativos dinámicos y autónomos para una sociedad cambiante”(Colegio Antonio Nariño. 2019) por otro lado encontramos la misión la cual es preparar a sus estudiantes a partir del respeto y el reconocimiento de los derechos humanos en la búsqueda de una educación de calidad enfocada a la formación de ciudadanos críticos y comprometidos con su sana convivencia , la visión se encuentra enfocada al año 2022 en donde buscan ser una institución líder en la formación de derechos humanos comprometidos con el cuidado del entorno y el buen manejo de las TIC y por último encontramos valores que deben tener los estudiantes que pertenezcan a su institución los cuales recaen en la autonomía, la alteridad, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la justicia y la democracia desde allí buscan una formación integral que se oriente a lo humanístico, científico, artístico. Dentro de este manual también se especifican los derechos y deberes con los que cuenta cada estudiante y el procedimiento que deben seguir para hacer cumplir cada una de estas reglas y a su vez se especifican cuáles deben ser los compromisos que deben tener los padres al matricular a sus hijos en la institución. Curso 301 J.M: El curso 301 J.M de la Institución Antonio Nariño se encontraba conformado por 28 estudiantes. Se caracterizaba por ser un grupo participativo y por lo general siempre estaban proponiendo nuevas actividades para desarrollar dentro del salón de clase. Respecto a sus formas de relacionarse se hacían evidentes las agresiones y las dinámicas de rechazo aunque, en ocasiones, podían verse actitudes de solidaridad tales como compartir sus útiles escolares o sus 15 loncheras. Sin embargo, estas actitudes de solidaridad y compañerismo no estaban dirigidas hacia todos los integrantes del grupo, sino bajo una interacción que privilegiaba a algunos y dejaba por fuera a varios de ellos, e incluso lo hacían bajo la presión que ejercían los adultos ya que la mayor parte del tiempo les estaban indicando lo que estaba bien y lo que no, según el criterio y la perspectiva de maestro, usando el observador como estrategia de corrección a lo que consideraban malos comportamientos. En múltiples oportunidades buscaban la manera de hacer ver mal la participación de sus compañeros que no tenían un rol central dentro del grupo, los aportes que daban a la clase por medio de burlas o señalamientos. De igual manera, les era bastante difícil trabajar con compañeros a los cuales no estaban acostumbrados encontrando excusas que justificaban el por qué no se podían separar. Si bien reconocían en sus compañeros ciertos potenciales, no aceptaban el hecho de compartir ciertos espacios con ellos. Durante el tiempo en el cual se desarrolló la investigación, en el marco de la práctica formativa sus intereses estaban dirigidos hacia el juego, el baile, las manualidades, el teatro entre otros. Les gusta la música urbana, viajar, no les gustaba leer, y menos escribir, la mayoría de ellos vivían solamente con la mamá o con los abuelos, por lo cual el acompañamiento por parte de un adulto en la realización de las tareas y las actividades que se asignaban para la casa, era muy reducida. 16 Durante la fase de interacción, el plantel contaba con un programa que ofrecía la secretaría de educación en donde se les ofertaba una serie de actividades como gimnasia, fútbol, baloncesto, literatura entre otras, en donde el niño era libre de participar en alguna de estas 6. MARCO DE REFERENCIA 6.1 ANTECEDENTES Para la construcción de nuestro marco de referencia nos hemos remitido a diferentes artículos y trabajos de grado en su mayoría de maestrías dedicadas a diferentes campos de la pedagogía y educación. Se han registrado los antecedentes según las categorías establecidas en nuestro proyecto investigativo en el orden correspondiente: Rechazo entre pares, trabajo colaborativo y por último comunicación asertiva; de modo que puedan contribuir a la comprensión del problema planteado, y tal como se plantea en los objetivos: Transformar estas dinámicas de rechazo. 6.1.1 Rechazo entre pares Teniendo en cuenta las categorías mencionadas anteriormente, se realiza un sondeo que nos permite encontrar referentes que aportan a la comprensión de la problemática relacionada con el rechazo entre pares hallada en el curso 301. En este orden de ideas se dio prioridad a rastrear la magnitud que tiene la problemática estudiada en diferentes contextos escolares, para lo cual la investigación de Gómez, (2018) se constituye en nuestro primer referente. Éste resultó de gran importancia, dado que dicho trabajo aborda cómo las situaciones y dinámicas de rechazo entre pares, se han ido convirtiendo en conductas cada vez más generalizadas entre escolares que 17 destruyen y afectan de forma negativa sus relaciones interpersonales, pero también se considera una conducta autodestructiva. De este modo, y Según la OMS (2017) citada en el artículo en mención, “el suicidio se ha convertido en la segunda causa de defunción” Gómez. (2018) y los niveles de insatisfacción escolar son evidentes en la mayoría de niños, niñas y jóvenes de la actualidad pues no encuentran en el aula un escenario privilegiado para la construcción de relaciones que aporten positivamente a sus vidas personales. Esto se convierte para nosotras en un horizonte investigativo porque, desde nuestra perspectiva, el escenario del aula de clases es en efecto un lugar privilegiado para fortalecer las relaciones con los otros, y por supuesto consigo mismo, optando por las dinámicas de reconocimiento y respeto hacia los demás. En estas posibilidades estuvo centrado el proyecto revisado que tuvo lugar en la ciudad de Manizales. En dicho trabajo se trazaron objetivos tales como el fortalecimiento de las competencias intrapersonales, interpersonales y sociales, bajo la convicción que en la amalgama de esos tres aspectos nacen los conflictos de violencia (física o simbólica) y también en ellos, surge la posibilidad de transformación Dicho proyecto seinició en el año 2017 con niños y jóvenes del departamento de Caldas que tuvieran entre 10 y 17 años de edad y que desearan participar en grupos de interés en donde pudieran manifestarse, expresarse a partir del despliegue de su creatividad, con el propósito de impactar el contexto en el cual se encontraban. 18 Cabe destacar que además de ser este proyecto un referente, se convirtió en una motivación para nosotras como practicantes, ya que a través de los centros de interés, de la escucha activa y de la voluntad para buscar oportunidades de diálogo y reflexión se crearon escenarios en los cuales los niños y jóvenes podían compartir las enormes dificultades que presentaban en relación a las configuraciones familiares; factor que desembocaba en menores oportunidades para encontrar a alguien cercano para compartir sus problemas y en general, para buscar ayuda y apoyo emocional. A partir de estas problemáticas, el proyecto liderarte se enmarcó en enfoques constructivistas que buscaban fortalecer y analizar tres áreas fundamentales a saber: Área intrapersonal, área interpersonal y área social. Respecto al área intrapersonal destaca que “hacen referencia a la relación más íntima de todas, la relación consigo mismo y denotan esa construcción permanente de valores, virtudes y habilidades, pero además pone de manifiesto los aspectos por mejorar, los temores y las angustias de cada uno”, Instituto Caldense para el Liderazgo (2013), en (Gómez, N. 2017, p.2). De igual manera, se desarrolla la importancia de las relaciones interpersonales basadas en el respeto, la validación, la escucha y el fortalecimiento; para dar lugar a unas relaciones sociales enriquecedoras. La importancia que le dan al área intrapersonal, consideramos es un aporte significativo para nuestro proceso, ya que en el momento de plantear la problemática existen opiniones sesgadas que en ocasiones generan juicios de valor tanto hacia los niños rechazados, como hacia los niños agresores. Además es muy importante trabajar en esta área para que los procesos que se 19 desarrollen dentro del aula, puedan nutrir y fortalecer a cada individuo y, posterior a ello, lograr cambios más amplios en el aula de clase. Es decir, en esta propuesta el punto de partida -que para nuestro trabajo investigativo es el aporte más importante- es la relación consigo mismo para permitir la reflexión, crítica y transformación de las relaciones con sus pares. Para el desarrollo del proceso se programaron encuentros de formación y talleres dirigidos en los cuales se hacía exploración y auto-reconocimiento para la construcción del auto- concepto. Posterior a ello el proceso se orientó a fortalecer la capacidad y disposición para trabajar en grupo, identificación de habilidades para el liderazgo para la transformación de conflictos a través de un pensamiento crítico e innovador, flexibilización para atender a la diversidad y empatía para relacionarse con los demás. Finalmente, y como resultado, se creó un blog digital en el cual se consignaban y se compartían con la comunidad los aprendizajes, las tareas y en general todas aquellas actividades que se consideraban de impacto positivo para su contexto. El segundo antecedente que se ha abordado es una investigación titulada: La Competencia Social en Relación con el Rechazo de los pares en Niños de Educación Primaria. Urrutia, D. (2007) Así pues, este antecedente es fundamental en el desarrollo de nuestro trabajo, dado que, en primer lugar, define el rechazo por parte de iguales como el desagrado que manifiestan los niños pertenecientes a un grupo hacia uno o varios de sus miembros y, en segundo lugar, demuestra que el nivel de rechazo o popularidad de los niños de educación primaria está relacionado con el grado de competencia social que poseen. 20 Al respecto, encuentra que el nivel de rechazo o popularidad -siendo este último el término que acoge para referirse a los altos niveles de aceptación entre pares- tiene que ver con la destreza que posee el niño para iniciar y mantener relaciones asertivas con sus iguales, con el nivel de influencia positiva que ejerce sobre los demás, y por último con la facultad que emplea al elegir estrategias efectivas para enfrentar y resolver problemas. Esta destreza, es lo que la autora denomina competencia social mediante la cual los niños y niñas afrontan las diversas situaciones de relacionamiento con sus pares en edad escolar. El desarrollo de esta competencia, según esta autora, se constituye en un factor determinante de las relaciones de aceptación o rechazo entre pares. De este modo explica que los chicos poco aceptados entablan relaciones conflictivas que, como consecuencia, suelen presentar problemas de ajuste, tendencia a permanecer solos, a no interactuar con los demás y a mostrar desagrado por la escuela. Adicionalmente, según sus estudios, se demuestra que la mayor parte de los niños rechazados por sus iguales se mantienen en esta posición a través del tiempo, aún al cambiar de grupo o al finalizar los ciclos escolares, pues una vez uno o unos niños son identificados por los demás como el o los rechazados, los demás compañeros empiezan a manifestar y reforzar comportamientos negativos hacia ellos En relación a nuestro proyecto investigativo, esto es efectivamente lo que se observó en el aula de clases, puesto que el rechazo estaba mucho más marcado y de forma permanente hacia unos casos particulares en los que ningún grupo de trabajo quería acogerles y así había sido desde el inicio de la etapa escolar, o bien, desde que habían ingresado a la I.E.D. Antonio Nariño. 21 No obstante, la competencia social no corresponde a un factor que no pueda abordarse dentro del aula de clases, por el contrario, pueden emprenderse diversas estrategias que el docente considere pertinentes para contribuir a que todos los niños y niñas alcancen una competencia social satisfactoria, encontrando y construyendo herramientas necesarias para interactuar con otros, respondiendo al medio social y cultural al cual pertenece. Como se menciona en líneas anteriores, estas estrategias deben favorecer el desarrollo de las relaciones asertivas con sus iguales, el nivel de influencia positiva que ejercen sobre los demás, y las facultades para elegir estrategias efectivas para enfrentar y resolver problemas. Todo esto a través de diferentes estrategias de trabajo que permitan a cada estudiante encontrar sus fortalezas y le hagan sentirse valioso dentro de un grupo escolar. Es importante resaltar que, entre la información hallada de esta investigación en relación a nuestro interés investigativo, encontramos que entre más rechazado es el sujeto, tiende a aislarse, a manifestar un menor grado de preocupación por los demás y a carecer de aptitudes de liderazgo, a diferencia de los niños populares o admirados por sus compañeros, quienes tienden a ejercer el liderazgo emprendiendo nuevas actividades e incluyendo a otros compañeros. Aunque es imprescindible reconocer que el estudio del rechazo entre pares, requiere de una contextualización y una caracterización particular, también es de gran importancia conocer cuáles son las generalidades halladas en estas situaciones en diversos contextos escolares. En esta investigación es posible comprender por qué el rechazo entre pares se hace más evidente en contra de unos estudiantes más que en otros, así como las posibles dificultades a las que comúnmente se enfrenta el docente al momento de abordar estas problemáticas, y en esta 22 medida, tal como sucedió en nuestro proyecto investigativo, empezar a plantear estrategias pedagógicas que correspondan al contexto en el cual se desarrolla el proceso. Continuando con esta categoría,el tercer y último referente que hemos decidido retomar es el trabajo investigativo de Monjas, Sureda y García (2010) El rechazo entre iguales en la educación primaria: Una panorámica general. Artículo en el cual se aborda la trascendencia de este fenómeno en la escuela primaria, sin embargo, se inicia la investigación con la importancia de las relaciones entre pares, para así dar lugar al estudio del rechazo entre ellos. El primer planteamiento que consideramos clave para el desarrollo de nuestro trabajo investigativo es “Los iguales contribuyen al conocimiento y validación del yo, ya que en las actividades conjuntas se facilita la reflexión sobre uno mismo” (Monjas, Sureda y García, 2010 p.8) Así pues, entre las características más importantes de las relaciones entre pares, los autores destacan las competencias sociales relacionadas con el manejo de los conflictos interpersonales, la asertividad, la prosocialidad y la construcción de principios relacionados a la justicia, la benevolencia y la reciprocidad. Añaden también, que otra experiencia vital es hacer que sus iguales se conviertan o no en sus confidentes de vida. No obstante, antes de llegar a ello, los niños y niñas deben participar cotidianamente en diversas situaciones que influyen significativamente en el adecuado o inadecuado modo de socialización y que determinan las dinámicas que se tejen entre ellos y sus iguales tales como saludar a un compañero, buscar a los amigos para jugar, guardar turno para entrar en clase, pedir ayuda cuando se necesita, consolar a un niño que está triste, divertirse juntos, etc. 23 Estas situaciones son generalmente conflictivas y tensionantes para los niños en la escuela primaria, y unos las sortean con mayor o menor dificultad que otros, sin embargo son necesarias dado que se constituyen en una fuente inagotable de aprendizaje y de desarrollo de habilidades que determinan sus formas de relacionamiento no solo en la escuela sino en su vida adulta. Por lo general los niños aprenden a desenvolverse y a resolver estas situaciones por experiencia directa, o bien, por imitación al ver cómo lo hacen sus compañeros más habilidosos. Es necesario agregar que no todas las interacciones se logran desarrollar de forma satisfactoria y de allí nacen las dinámicas de rechazo entre pares, siendo producto de que los resultados no sean positivos ni deseables. Expuesto el panorama general, sobre la importancia de las relaciones entre pares, no es difícil argumentar por qué un niño o niña rechazado, excluido o ignorado recibe efectos o resultados dramáticos no solo durante el período escolar, sino que causa impacto negativo durante el resto de su vida. Se hace mención a que estas dinámicas de rechazo entre pares, y las inadecuadas formas de relacionamiento, pueden provocar infinidad de dificultades para desempeñarse satisfactoriamente en el período escolar, y los efectos pueden prolongarse a lo largo de sus vidas. Así como ser rechazado conduce al abandono o fracaso escolar, al contaminar la motivación para asistir a la escuela, también en etapas posteriores se pueden experimentar sensaciones de incapacidad al alcance de metas, y el desajuste en diferentes escenarios sociales. 24 En este trabajo investigativo se abordan múltiples aspectos importantes que permiten comprender que estas dinámicas de rechazo entre pares se presentan con cierta frecuencia en edades escolares. Sin embargo, y así como se ha sustentado desde la formulación y planteamiento de la problemática de nuestra investigación, este es un asunto que debe ocupar a los docentes, puesto que las afectaciones a quienes son rechazados son de gran proporción. Ponen de manifiesto que siendo el rechazo entre pares un proceso interpersonal, se deben estudiar dos aspectos fundamentales de dicho proceso. Por un lado, las características de los niños rechazados, y por otro, el contexto en el que tiene lugar el rechazo. Entre los aportes que desarrollan, se encuentra que las relaciones entre iguales tienen lugar en diferentes niveles: individual, diádico y grupal. Esto permite estudiar y comprender que el rechazo entre pares puede darse de forma heterogénea y en los niveles mencionados, para identificar mejores estrategias de abordar la problemática en aras de su transformación, dado que como ellos lo plantean, en este tipo de investigaciones se hace necesario comprender las características de los estudiantes rechazados, sin perder de vista el contexto particular en el que ocurre. En nuestro proceso con los niños y niñas del curso 301, generalmente se ha concebido el aula de clase como un contexto particular. No obstante, dentro de un aula de clase, se dan diferentes niveles de relacionamiento que inciden en dicho contexto. Estos niveles de rechazo aportan significativamente a nuestro trabajo investigativo, puesto que permiten tener un panorama más amplio para la comprensión de estas formas problemáticas de relacionamiento entre pares, teniendo en cuenta que los diferentes niveles se presentan en 25 correspondencia a las diferentes situaciones que se producen dentro del escenario escolar, y las posibilidades de trabajo en las acciones pedagógicas que se proponen. Aunque el rechazo sea una dinámica constante y permanente, siempre puede buscarse alternativas de trabajo que propendan por la transformación de las mismas. Estos niveles nos permiten buscar distintas alternativas de trabajo que contribuyan a los objetivos propuestos. Para ello, y en correspondencia con la importancia de la identificación de los niños que son víctimas de rechazo por parte de sus pares, relacionan algunas de sus características más comunes. Estamos de acuerdo con Monjas, Sureda, y García (2010) en que no hay un perfil prototípico de los estudiantes, aunque la mayoría de ellos coincidan con algunos patrones de conducta que vale la pena tener en cuenta, tales como “bajas tasas de conductas pro sociales; altas tasas de conductas agresivas o disruptivas, altas tasas de conductas de falta de atención y/o inmaduras, altas tasas de conductas de ansiedad y evitación, escaso nivel de actividad, menor autoestima, disfrutan menos de las actividades de clase, y en general se muestran insatisfechos” p. 125 El reflejo de estas conductas se evidencia en la poca colaboración, el mal manejo que tienen hacia la frustración, conductas violentas, indisciplina, evitar hablar o hacerlo de últimas, reflejar satisfacción, no ser elegidos, focalizar los rechazos, etc. Por último, es importante mencionar que en los hallazgos de la mencionada investigación se evidencian las consecuencias de las dinámicas de rechazo, entre las cuales se destacan las limitaciones en las oportunidades de aprendizaje, dificultades para la validación de sí mismos, el fracaso o la insatisfacción e incluso el abandono escolar. 26 Así mismo, los autores se apoyan en Bierman, (2004) para concluir que las experiencias que los niños y niñas tienen con los iguales y su interpretación de estas experiencias, también afectan el desarrollo de su identidad, de sus creencias sobre el mundo social, y a las representaciones personales que elaboran del mundo social. Es decir que, mientras que para los niños y niñas rechazados, estas dinámicas producen efectos dramáticamente negativos en sus vidas y los demás entornos sociales, por ende las experiencias interpersonales positivas, los niños queridos y aceptados por sus iguales se sienten seguros, vinculados y desarrollan mayores capacidades adaptativas, y en general fortalecen la competencia social, para el desarrollo integral. 6.1.2 Trabajo colaborativo: Se asumió la categoría de trabajo colaborativo como uno de los medios por los cuales se pretenden lograrlos objetivos planteados a través de la provocación de situaciones en las cuales se prioricen y se fortalezcan las relaciones basadas en el respeto, las posturas y opiniones diversas de los estudiantes, el intercambio de saberes; y que sea a partir de las experiencias con las que ellos cuentan, que se construyan o adquieran nuevos conocimientos ya que en muchas ocasiones es el maestro o adulto, lo que primero anula, excluye y promueve el rechazo. En este sentido el trabajo colaborativo, se convierte en una forma interesante para construir un diálogo colectivo, socializar y enriquecer tanto sus saberes escolares como sus saberes cotidianos. En este orden de ideas, el primer artículo de referencia en el cual nos basamos, es Un acercamiento al trabajo colaborativo (Glinz, 2005) en el cual se destaca la importancia de esta 27 forma de trabajo, en la medida en que el ser o sujeto que aprende no crece en relación a la dimensión cognitiva exclusivamente, sino que en el proceso de interacción con sus pares, se transforma como ser humano ya sea de manera positiva o negativa. Según la autora, en el trabajo colaborativo, se abre la posibilidad de generar un vínculo comunicativo entre pares, en el cual se amplían las perspectivas sobre el otro y sobre sí mismo. En la estrategia de trabajo colaborativo: “Durante el inicio de la actividad y al interior del grupo, los integrantes intercambian información, tanto la que activan (conocimientos previos), como la que investigan. Posteriormente trabajan en la tarea propuesta hasta que han concluido y comprendido a fondo todos los conceptos de la temática abordada, aprendiendo así a través de la cooperación” (Glinz, 2005, p. 2) Según la autora, en la estrategia de trabajo colaborativo existen 3 estructuras que la conforman: la competencia, la cooperación y el individualismo. La competencia es lo que la autora describe como el “Si yo gano, tu ganas” (Glinz, 2005, p. 4) y tiene que ver con el medio por el cual los estudiantes tratan de alcanzar una o varias metas concretas, a través de la participación de cada uno de ellos; por su parte, la cooperación es el medio a través del cual los estudiantes logran la interdependencia positiva ya que a través de su interacción se potencia el crecimiento personal y social; y por último el individualismo en el cual se proporciona únicamente un crecimiento para cada uno de los integrantes de forma diferente. 28 Para que esto sea posible, el aula durante el trabajo colaborativo debe convertirse en un espacio en el que se permita la expresión oral a través de actividades dispuestas para que los estudiantes puedan debatir, compartir y generar ideas acerca de una situación particular o de un tema de estudio. En este escenario según (Glinz, 2005) se fortalecen a su vez elementos como la cooperación, la responsabilidad, la comunicación, el trabajo en equipo, y por último la autoevaluación, frente a la cual explica la importancia respecto a que cada grupo evalúe su desempeño, equilibrando los aciertos y desaciertos con la intención de mejorar sus propios procesos. Cabe resaltar además, que el trabajo colaborativo puede darse de manera formal e informal, incluso en un mismo escenario escolar, en dependencia de los objetivos a los cuales el docente se propone hacer llegar a los estudiantes. Adicionalmente, en el trabajo colaborativo formal el docente tiene un rol más activo, en la medida en que aporta a través de conceptos, estrategias y métodos que pueden facilitar o ayudar a obtener los resultados que se esperan dentro de cada actividad, y sigue de cerca el progreso y las dificultades que se dan dentro de los grupos de trabajo. Por otra parte, para el trabajo colaborativo de manera informal se pretende, sobre todo, que los estudiantes puedan relacionarse de forma cordial y tratar de visualizar las potencias y las dificultades que se pueden presentar en cada contexto y en cada escenario. En este tipo de trabajo colaborativo, se intentan identificar y corregir los errores que no atienden a los procesos académicos sino además sus formas de relacionamiento. 29 En este sentido, la función del trabajo colaborativo informal (aún en el contexto escolar) es de fortalecer el apoyo entre estudiantes y maestro, pero no solo en el aspecto académico sino social, y así generar vínculos de asistencia y estímulo permanente. Para finalizar, la autora menciona dentro de sus reflexiones, el enorme reto que representa que los estudiantes puedan llegar a la meta del conocimiento. Es decir, la capacidad para saber la pertinencia de lo que aprenden puesto que esto depende en buena medida de la actitud y disposición de cada uno de los integrantes de los grupos. Sin embargo, resalta que en general este método de trabajo favorece la interacción entre pares, al tiempo que provee a los alumnos de destrezas para descubrir, construir y transformar tanto los contenidos conceptuales, así como las formas de socialización de su realidad circundante. El segundo referente que se ha retomado es Cómo aprovechar el aprendizaje colaborativo en el aula (Collazos, C. y Mendoza, J. 2006). En este artículo, antes de profundizar en cómo aprovechar esta forma de trabajo o de aprendizaje, define qué puede considerarse o qué criterios determinan una dinámica de colaboración en el aula. Al respecto, los autores afirman que es una situación en la cual los estudiantes o “aprendices” interactúan entre sí, cumpliendo criterios como la sincronicidad y la negociabilidad. En esta situación deben reemplazarse las situaciones jerarquizadas en las que comúnmente uno o unos participantes (principalmente el maestro) impone ideas y puntos de vista, por aquellas interacciones en las cuales la base de todo es la negociación y la 30 argumentación de cada uno de los integrantes, procurando convencer a los demás para lograr consensos y acciones que convengan a los grupos en general: “La colaboración, en un contexto educativo, es un modelo de aprendizaje interactivo que invita a los alumnos a caminar codo a codo, a sumar esfuerzos, talentos y competencias, mediante una serie de transacciones que les permitan llegar juntos al lugar señalado” (Collazos, C. y Mendoza, J. 2006, p.5) En este sentido, los autores se apoyan en Johnson & Johnson (1998) para desarrollar la idea de que sea el maestro quien impulse y promueva esta forma de trabajo, ya que no siempre los grupos interactúan de forma colaborativa y por ello es necesario que se desarrolle de forma intencional y constante para que gradualmente dichos grupos puedan constituirse en grupos colaborativos, de alto rendimiento, y capaces de lograr los objetivos que se trazan al interior de ellos. Dicho de otro modo, para trabajar en colaboración, hay que aprender a hacerlo puesto que el objetivo no consiste en reunir a una cantidad de estudiantes a ejecutar unas acciones específicas, sino que el propósito real subyace en lograr el aprovechamiento de las potencias y las diferencias que se encuentran en el aula. Se diferencia la colaboración efectiva en aspectos tales como: “la necesidad de compartir información que lleve a entender conceptos y obtener conclusiones; la necesidad de dividir el trabajo en roles complementarios y la necesidad de compartir el conocimiento en términos explícitos” (Collazos, C. y Mendoza, J. 2006, p.7) 31 Todo esto puede resumirse en un aspecto que los autores denominan la interdependencia al depender positivamente unos de otros de forma concreta, y con el mismo nivel de importancia, pues le otorga un sentido al trabajar colaborativamente. La interdependencia es la primera fórmula para lograr un trabajo colaborativo dentro del aula y aprovechar al máximo esta estrategia de aprendizaje. Cuandose fomenta de forma correcta esta interdependencia, según los autores se maximiza el aprendizaje individual dado que cuando se alcanza el nivel de responsabilidad requerido en cada uno de los estudiantes no solo se hace consciente que se depende del rol que desempeñan los otros, sino que además los demás dependen del trabajo que yo pueda desarrollar en beneficio de todos. El fomento de actitudes positivas que conlleven a esta forma de trabajo de manera exitosa también tiene relación con el rol que asumen los maestros en medio de las acciones pedagógicas. Para ello el maestro que propenda por el trabajo colaborativo para maximizar el aprendizaje, debe evitar el miedo a perder el cubrimiento de los contenidos, pérdida del control de la clase, el ego del dominio de los conocimientos y la falta de conocimiento sobre las técnicas que favorecen los procesos del trabajo colaborativo. Por el contrario, y para que haya en realidad un aprovechamiento de esta forma de trabajo, el maestro debe esforzarse por diseñar materiales y ambientes de aprendizaje en los cuales los estudiantes hallen oportunidades para acceder a los contenidos de forma altamente autónoma, pero sin olvidar que los objetivos académicos están a su cargo y bajo su responsabilidad, sin perder de vista que una perspectiva es la del trabajo cooperativo, en la cual 32 básicamente se hace una división de tareas; otra diferente es la de trabajo colaborativo en la que se busca, tal como se ha mencionado anteriormente estructurar una interdependencia positiva que dé como resultado una cohesión grupal. 6.1.3 Comunicación asertiva Continuando con los antecedentes, para tratar esta categoría, se aborda el artículo Relaciones interpersonales adecuadas mediante una comunicación y conducta asertivas (Naranjo, M. 2008) La autora expone la necesidad de reafirmar la identidad propia para la creación de relaciones interpersonales que puedan hacer frente a las conductas pasivas o agresivas, que en la mayoría de casos desembocan en diversos comportamientos destructivos, de rechazo, discriminación y en general del no reconocimiento respetuoso de los otros, esto mediante la creación de estrategias que fortalezcan la conducta y la comunicación asertiva. Al respecto, Naranjo, M. encuentra que “la persona asertiva evita que la manipulen, es más libre en sus relaciones interpersonales, posee una autoestima más alta, tiene más capacidad de autocontrol emocional y muestra una conducta más respetuosa hacia las demás personas” (2008, p.5) En este orden de ideas comprendemos que el deber del docente dentro del aula implica en primera instancia el fortalecimiento de la identidad propia, el reconocimiento abierto y genuino de las cualidades, virtudes y limitaciones de cada individuo dentro del contexto escolar, y en esta medida obtener una conducta y una comunicación crítica y responsable consigo mismo y con las 33 personas que le rodean. No obstante, y como se aborda anteriormente, el imperativo del saber academizado en la agenda del maestro está priorizado sobre cualquier otra posibilidad dentro del aula. En este referente se explica de modo general sobre diversas definiciones de asertividad. Con este fin, analiza cómo para algunos autores la asertividad la conciben como la conducta que posibilita la disminución de la ansiedad, otros la consideran como la defensa de los derechos propios y algunos como la habilidad para expresar sentimientos y pensamientos. El artículo resulta clave dadas las claridades conceptuales generales de las categorías que aborda, pero además de lo que se entiende actualmente por comunicación asertiva en contextos escolares. Al respecto afirma que: “Resulta imperioso, no permitirles a las demás personas ni permitirse a sí mismo o a sí misma, conductas devaluativas que atenten contra la integridad del yo. Cuando se puede estar en una relación de intimidad sin dejar de lado la identidad propia, cuando se puede ser amable sin sacrificio personal, cuando se establecen otras relaciones sin violar las normas y convicciones propias, se está poniendo en práctica la asertividad, se es afirmativo” (Naranjo, M. 2008, p.4) Es decir que lo que se intenta en el desarrollo de la comunicación asertiva es el equilibrio entre la identidad o las formas de pensar propias, y los derechos e integridad de los demás. Así mismo enfatiza en que la asertividad o la carencia de la misma no es un rasgo de la personalidad, sino que en efecto, es una habilidad social que debe potenciarse. 34 Por último, desarrolla un concepto importante que retoma de Güell y Muñoz (2000). Ellos analizan la autoafirmación como principio fundante de esta habilidad dado que es la libertad con la que se expone una posición, punto de vista o se sostiene una relación dialógica mediada por la autonomía y la madurez. Lo contrario a la afirmación, es entonces “inhibirse o anularse” La autoafirmación, según la autora tiene una estrecha relación con la autoestima al no permitir bajo ningún escenario ser manipulado y, en consecuencia, sentirse más libre y digno en las interacciones sociales. No obstante, aceptan que las personas con las cuales se relaciona, tienen exactamente el mismo derecho de ser reconocidas y valoradas. Siguiendo con la categoría de comunicación asertiva, se aborda la investigación titulada La comunicación asertiva para la resolución de conflictos en niñas y niños del contexto escolar. (Ruíz, L. 2019) La autora de la investigación en mención, inicia recordando que la educación históricamente ha tenido que plantearse el interrogante sobre el tipo de ciudadanos que quiere formar, teniendo en cuenta la época, el contexto, entre otros. En resumen, la educación siempre está ligada al desarrollo de la sociedad y en consecuencia debe atender a todas las dimensiones de desarrollo. En la época actual, el concepto de asertividad tiene mayor sentido dados los cambios culturales que se están viviendo tales como la diversidad en los estilos de vida, la inmensa importancia que tienen ahora los derechos humanos, la reivindicación de los derechos de la 35 mujer y todos los movimientos de oposición al mundo tradicional. Así, formar niños y niñas que se conviertan en ciudadanos asertivos, demanda una gran urgencia. Para definir la asertividad, la autora recurre a la comparación inicial con lo que no lo es: inhibición y agresividad; Siendo estos dos extremos opuestos, a los cuales no corresponde el concepto de asertividad, analiza la definición mencionando que ser asertivo se caracteriza por la capacidad para emitir o comunicar un mensaje relacionado con sus sentimientos o pensamientos de forma concreta y directa sin violentar los derechos de los demás. Contrario a la comunicación asertiva, en los contextos escolares abunda la comunicación precaria que se convierte en terreno fértil para la discordia, la agresión y la violencia. No obstante, la autora menciona que para lograr una comunicación asertiva no deben evitarse los conflictos, aunque comúnmente se tenga una connotación negativa de ellos. Hace referencia al conflicto como la oportunidad de interacción en la que a través de un buen manejo puede resultar el aprendizaje de nuevos conocimientos, la construcción de nuevas estrategias y la amplitud del modo como se concibe el mundo. Por último, menciona que el fomento o el fortalecimiento de la comunicación asertiva en el contexto escolar puede alcanzarse a través de prácticas constantes e intencionadas que conduzcan hacia la escucha activa, la adecuada expresión y gestión de las emociones, hacer referencia a los derechos propios y reconocer los derechos de los demás sin pretender vulnerarlos, aprender a decir no y valorar las críticas que otras personas puedan hacer. 36 7. MARCO TEÓRICO. Parael desarrollo del marco teórico se llevó a cabo una revisión documental que nos permitió, en primer lugar, comprender a través de los aportes de diferentes autores los conceptos de las categorías que se han construido para el presente trabajo investigativo. Así pues, este marco se construyó con la intención de concebir el problema investigativo de manera seria y comprometida como docentes en formación, que prescinden de la intuición y la opinión para encaminarse en una concepción pedagógica y adecuadamente argumentada de la problemática Adicionalmente, esta construcción nos permitió también, encontrar estrategias pedagógicas para encaminar bien las acciones dentro de la práctica formativa, y lograr los objetivos que nos propusimos dentro de la misma 7.1. Rechazo entre pares: Encontrar actualmente espacios que están permeados por la violencia se ha convertido en algo tan común, que ni siquiera nos lleva a preguntarnos qué ocasiona este tipo de comportamientos, en donde en vez de justificar un accionar en el que se opta por violentar la integridad del otro, se olvida tomar el diálogo como una estrategia importante para resolver conflictos, y además comprender las razones por las cuales se manifiestan. Si bien la escuela es un espacio en el que el niño como sujeto autónomo reconoce e interpreta las reglas que constituyen a la institución, este en algunos casos también se encuentra dispuesto a romperlas sin observar a quienes afectará en su actuar, en donde será inevitable 37 encontrar el que callará solamente para evitarse posibles problemas o para ser aceptado en aquel grupo popular comprendiendo que “La agresión es una acción u omisión que de modo intencional causa daño o dolor a una persona (o amenaza con causar)” (Chaux, E. 2012) y es que no querer ser señalado, se ha convertido en el mayor reto de un niño al ingresar a una institución de educación ya que es muy difícil no encontrar grupos en el que se segrega a las personas que no cumplen con las mismas características o expectativas implantadas por la sociedad. En múltiples casos, hasta los maestros son los principales agentes que propician el rechazo entre pares, comprendiendo el niño que el juicio de valor que lanza el maestro es tan fuerte, que incluso llevar un huevo como merienda porque los padres no tienen los medios económicos para brindar otros alimentos, se puede convertir en un motivo de burla para la maestra y sus compañeros. Es fundamental estipular también que construir conocimiento debe acontecer de manera igualitaria porque muchas veces demostrar saber, puede generar que alguna estudiante sea rotulada de sabelotodo, mientras que no saber algo, en cierto momento, puede generar que alguien sea señalado como el poco inteligente del grupo. En este orden de ideas, para comprender a profundidad la propuesta del autor con el fin abordar y solucionar la agresión en la escuela, nos remitimos primeramente a la comprensión que hace de los conceptos de intimidación, hostigamiento y acoso escolar, de los cuales menciona que “se produce cuando de manera reiterada y sistemática estudiantes que tienen más fuerza o son más atrevidos hostigan y amedrentan mediante maltrato físico, verbal o relacional a los más 38 débiles o tímidos, contando con la aprobación o pasividad del resto del grupo” (Chaux, E. 2012, p. 17) Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente retomamos el enfoque de cultura ciudadana que el autor desarrolla, como una oportunidad de buscar soluciones al rechazo entre pares que se presenta cada vez con mayor frecuencia dentro de las aulas de clase. Para esto se hace necesario partir de tres premisas que corresponden respectivamente a: autoregularse, regular y comprender los intereses del otro; generando así una estrategia en la cual, tanto la maestra como los medios y espacios del aula usados por los estudiantes, sean agentes mediadores durante todo este proceso, estableciendo, de esta manera un vínculo indisociable entre aprendizaje y convivencia. “El enfoque de cultura ciudadana descansa en la capacidad de regularse y regular a los otros vía emociones y razones sin olvidar que los ciudadanos tienen intereses” (Chaux, E. 2012, p. 21) Cabe aclarar que este tipo de interacciones se deben realizar con la intencionalidad que los niños decidan de manera autónoma ser parte del proceso planteado por la maestra, enfocados en disminuir las diferencias y resaltar las cualidades de cada uno de los integrantes, señalando que no siempre tenemos días buenos y es deber de todos respetar cuando nuestro compañero no se siente bien, puesto que no todos nos expresamos de la misma manera. De igual manera se enfatiza en que al hablar debemos tener en cuenta todo aquello que decimos, ya que una mala palabra podría generar un conflicto con ese otro. Para lo anterior, es menester establecer que el concepto de violencia no se puede reducir a los golpes exclusivamente, sino que, por el contrario, una mala palabra y una actitud negativa pueden considerarse como un acto violento hacia el otro. 39 En este sentido, Chaux (2012) propone que para mantener una buena convivencia dentro del salón de clase se hace necesario tener en cuenta unas competencias que están enfocadas a solucionar posibles conflictos y mantener una actitud pacífica dentro del salón de clase, siendo la primera el manejo de la ira, ya que aquel niño que es capaz de gestionar sus sentimientos frente a determinadas situaciones, es capaz de no prolongar el conflicto; la segunda competencia planteada es la empatía, según la cual el niño es capaz de comprender y respetar el dolor o afectación que atraviesa su compañero y brindarle una ayuda; también encontramos la toma de perspectiva que se encuentra ligada a la capacidad de escucha, permitiendo a los niños expresar sus posiciones pero además a escuchar la de sus compañeros de manera respetuosa, y convirtiendo aquellas opiniones en generación creativa de opciones y en posibles estrategias para adquirir nuevos conocimientos o mitigar el rechazo que se presenta en el aula de clase, en donde incluso deberán considerar las consecuencias al tomar las decisiones ya sean en grupo o de manera individual, teniendo siempre como enfoque un pensamiento crítico que les permita argumentar el por qué eligieron esas posturas; por último encontramos la asertividad en la cual todos somos partícipes de la construcción de nuevos espacios de conocimientos a partir del trabajo en grupo, superando la segregación de algunos compañeros, para construir nuevos conocimientos desde lo que piensa, siente y manifiesta cada individuo. A continuación, pasamos a la tesis doctoral de Andrés (2013) titulada Intervención socioemocional en alumno rechazado de primer curso de educación primaria; para continuar en la comprensión del concepto de rechazo entre pares. 40 En dicho trabajo investigativo la autora menciona que para comprender el fenómeno de rechazo entre pares se debe en primer lugar ver las posiciones que puede ocupar un estudiante en un aula regular, dependiendo de las nominaciones que manifiestan los compañeros. Con nominaciones, hace referencia a las apreciaciones positivas o negativas, y pueden conocerse a través de talleres en los cuales se cuide de no perjudicar la autoestima de ningún estudiante. En este orden de ideas, los estudiantes pueden ser rechazados, ignorados, controvertidos, o ser considerados del promedio. El estudiante rechazado suele recibir un gran número de nominaciones negativas y es muy común que se impliquen en comportamientos violentos, disruptivos y que no puedan atender y ajustarse a las normas del salón de clases. De esta manera, el estudiante ignorado no recibe un número significativo de nominaciones de ningún tipo. Ni positivas, ni negativas y no son elegidos por sus compañerospara ninguna actividad, por lo cual pasan desapercibidos y son muy poco sociables. Por otra parte, el estudiante controvertido recibe comúnmente una gran cantidad de nominaciones tanto positivas como negativas, y aunque no necesariamente ocupan una posición privilegiada si causan un alto impacto social, y son influyentes entre sus compañeros. Por último, el estudiante promedio obtiene un número moderado de nominaciones, razón por la cual no son especialmente aceptados ni rechazados en el grupo de estudiantes; y tampoco son influyentes. Partiendo de lo anterior, la tesis doctoral evidencia que de los colegios públicos de la ciudad de Valladolid, en los cuales se desarrolló la investigación, el 20% de los alumnos ocupan la posición de rechazados, lo cual demuestra la dimensión de la problemática dado que “son 41 bastantes los niños en contexto escolar que no encuentran compañeros con los cuales generar un vínculo de amistad” (Andrés, 2013, p. 37) Adicional a ello, se demuestra en la investigación mencionada que los estudiantes rechazados obtienen las peores valoraciones de sus maestros en comparación con los otros estudiantes, asunto que se vuelve aún más problemático para quien recibe esta apreciación, puesto que la carga emocional incrementa y afecta dramáticamente. No obstante, siendo la competencia social un conjunto de habilidades, desde el aula pueden abordarse para transformar dichas interacciones precarias puesto que no se nace siendo tímido, agresivo, introvertido, sino que son conductas que cada individuo va adoptando según las experiencias que atraviesa y el modo como se enfrenta a ellas. Para ello, es fundamental tener en cuenta que las habilidades sociales comprenden 3 elementos claves. El primero son los elementos cognitivos, relacionados con lo que se piensa; el segundo, los elementos emocionales que tienen que ver con lo que se siente; y por último los elementos conductuales que son lo que se hace o lo que se dice como producto de los dos elementos anteriormente mencionados. Finalmente, menciona la autora, que, para fortalecer la competencia social, habrá que buscar estrategias que permitan la correlación de estos elementos y, por supuesto, el análisis del contexto y sus necesidades particulares. Sin embargo manifiesta que aunque la lista de habilidades es muy amplia, existen por lo menos tres, que deberían introducirse sin excepción en el currículo educativo para la infancia y la adolescencia: 42 La negociación es la primera de las habilidades imprescindibles, para que los estudiantes puedan coexistir articulando sus intereses propios y los intereses de los demás, y en las situaciones conflictivas se desplieguen las estrategias necesarias para que todos los involucrados se sientan satisfechos o, al menos, tenidos en cuenta. La segunda habilidad es la asertividad y supone “la expresión de los propios derechos y opiniones sin vulnerar los derechos de los otros, y es también una expresión abierta de nuestras preferencias, de manera que lleve a otros a tomarlas en cuenta”. (Andrés, 2009, p. 72) Para finalizar, la autora menciona la tercera habilidad indispensable en el currículo para evitar y transformar el rechazo en edades escolares, que es el comportamiento pro-social y se entiende como todas aquellas acciones y actitudes que tienen como función la ayuda voluntaria a las personas con las que se comparte un entorno. Es muy importante el factor de la voluntad y la libertad para lo cual deben ampliarse los escenarios de reflexión a través de los cuales los niños y las niñas comprendan a profundidad la importancia que tiene en los otros la forma como se relacionan. Ejemplos de pro-socialidad en la infancia es el compartir, proteger, ayudar y cooperar con otros de forma genuina y desinteresada. Estos planteamientos de la autora se convirtieron en elementos muy importantes en el desarrollo de las acciones que abordamos en el curso 301, durante el desarrollo de nuestra practica formativa. 43 7.2 Trabajo colaborativo: Si bien es necesario reconocer que en la actualidad la escuela ha centrado su interés en la construcción de saberes y la apropiación de los mismos de manera individual y no colectiva, entendiendo lo colectivo desde la capacidad que tiene el sujeto para intercambiar las ideas con otros y a partir de ahí construir nuevos conocimientos desde una postura crítica, es necesario reconocer el esfuerzo que realizan algunos profesores para generar conocimientos a partir del trabajo colaborativo como estrategia que posibilita el intercambio de experiencias . Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, David W Johnson y Roger T Johnson (1998) nos proponen el aprendizaje colaborativo en el aula, como una estrategia que permite a los sujetos complejizar sus conocimientos a partir de la interacción con ese otro en búsqueda de un bien común. Sin embargo después de leerlo nosotras nos permitimos realizar una asociación en cuanto al significado del trabajo colaborativo haciendo énfasis en aspectos y requerimientos como el papel activo de los estudiantes, que podrían estar dispuestos a colaborar entre sí para conseguir un objetivo en común, como lograr identificar si realmente se está dando un trabajo colaborativo y cuáles podrían ser las estrategias que nos permiten que se dé. Al respecto, estos autores señalan que “En una situación cooperativa, los individuos procuran obtener resultados que sean beneficiosos para ellos mismos y para todos los demás miembros del grupo” (Johnson D y Johnson R. 1987) Estos autores plantean tres estrategias que nos podrían servir para desarrollar adecuadamente el trabajo colaborativo. En efecto, ellos realizan la aclaración de que no se puede reducir la concepción de trabajo colaborativo a solamente juntar a un par de estudiantes, 44 ya que lo que se busca realmente es generar estrategias en donde grupos o células de trabajo, tengan que darle solución a las diferentes dificultades que se puedan presentar dentro de ese proceso, por ejemplo, escoger a uno de ellos como líder quien será el intermediario en los diferentes conflictos y aciertos que tengan dentro del grupo, quien coordine los tiempos para hablar y quien a partir de los procesos de socialización que se lleven dentro del grupo, pueda tramitar las pautas de respeto entre todos, contribuyendo a dinamizar de qué manera se trabajará para conseguir el objetivo. En ese caso se debe tener en cuenta que algunos aportarán dentro de este proceso o simplemente se sentaran a entorpecer lo que se quiere lograr y es allí en donde el maestro juega un papel fundamental ya que es él quien generará estrategias que a medida que transcurra las actividades vinculen a los estudiantes que se muestran con desinterés a lo que se les plantea. Pues como lo señalan los autores revisados “No hay nada mágico en el trabajo en grupo. Algunos tipos de grupos facilitan el aprendizaje de los alumnos y mejoran la calidad de vida en el aula. Otros entorpecen el aprendizaje y provocan insatisfacción y falta de armonía en la clase” (Johnson D y Johnson R. 1987, p. 27) Una de las estrategias planteadas es que si se quiere fomentar el trabajo colaborativo dentro del aula de clase, se hace necesario que la materia o el proyecto en el que se quiera implementar gire en torno a generar ambientes que faciliten el mismo, y esto a su vez le da paso a la siguiente estrategia, en donde cada clase estará dirigida a la adquisición de un saber pero a su vez a potenciar el trabajo colaborativo y como última estrategia estos autores plantean que se 45 debe identificar cuáles son las razones por las que algunos estudiantes se resisten al trabajo colaborativo, y con ello a diagnosticar e intervenir para aumentar la eficacia del trabajo. Adicionalmente, los autores desarrollanuna serie de elementos que necesariamente debe tener el aprendizaje colaborativo para considerarse como tal, posibilitando que las estrategias anteriormente mencionadas puedan tener efecto positivo. El primer elemento al cual los autores hacen mención es el de la interdependencia positiva que es la base de esta estrategia de trabajo. Para ello el docente debe fijar tanto objetivos como tareas claras para que los estudiantes puedan desarrollar y comprender la importancia de su compromiso para el éxito individual y grupal; de este primer elemento, deriva el siguiente que es la responsabilidad individual y grupal, puesto que cada integrante debe corresponder, y nadie puede aprovecharse ni aventajarse del trabajo de otro; el tercer elemento esencial del trabajo cooperativo es la interacción estimuladora, los grupos deben funcionar simultáneamente como apoyo escolar y un sistema de respaldo personal, para ello deben fomentarse actitudes como el compartir los recursos existentes, promover la sincera admiración, ayuda, respaldo y felicitación a cada compañero; el cuarto elemento es la enseñanza de habilidades interpersonales para poder crear ambientes de confianza, reciprocidad, asertividad, manejo de conflictos, entre otros, en este punto resaltan que es más compleja esta estrategia de trabajo, que la estrategia de tipo competitiva o individualista, sin embargo, los resultados son mucho más importantes en el trabajo cooperativo. Por último, los autores mencionan la evaluación grupal como elemento esencial del trabajo cooperativo, pues a través de ella determinan el avance del proceso que emprendan y así 46 mismo se identifican las acciones positivas de las negativas en búsqueda de mejores resultados. Para contribuir a la comprensión de esta categoría, se retoma el libro de Santagadea (2007) titulado Educación participativa, el método del trabajo en grupos. Lo primero que quisimos retomar de este trabajo, es el significado del vocablo grupo. Al respecto el autor menciona que el concepto grupo, “está asociado a las ideas de cuerpo y fuerza. A lo primero por el sentido que implica reconocerse como miembro móvil y dependiente del conjunto; a lo segundo porque la motivación para agruparse tiene relación con el propósito de prestarse ayuda mutua, compensando la debilidad del individuo aislado” (Santagadea, 2007, p.11) Partiendo de esto, el autor plantea la importancia del desarrollo de la participación estudiantil basada en la organización, la capacitación y la comunicación entre estudiantes y profesores. Puede tomarse como ejemplo significativo de la educación participativa o el trabajo colaborativo a la “pedagogía dialogada” que se practica en Suecia y en la cual tanto los maestros como los alumnos planifican la acción educativa partiendo del contexto en el que se encuentran, sus fortalezas, debilidades y problemáticas de la vida real. Para la educación participativa, así como el crecimiento y desarrollo pleno de los grupos es imprescindible que haya una adecuada distribución del poder, y para ello la conducción del grupo hacia las relaciones democráticas es un camino que resulta efectivo. Las relaciones democráticas, a las cuales hace referencia el autor, se hacen posibles a través del liderazgo positivo en donde se le otorga a todos los integrantes del grupo sugerir 47 soluciones y rutas de trabajo. Es en estas las relaciones democráticas donde se incentiva la capacidad participativa de los alumnos, se aprende en colectividad compartiendo unos con otros y el proceso se caracteriza por ser ameno y agradable. En este sentido, y para contribuir al desarrollo de las relaciones democráticas, el autor expone cinco técnicas para el trabajo en grupo, enfatizando que no son las técnicas en sí mismas las que producen efectos positivos, sino los procesos que se tejen haciendo uso de ellas. La primera técnica es la de diálogos simultáneos, en esta se postula que todos los estudiantes conforman parejas o grupos de máximo 3 personas para responder a una pregunta o situación específica, o bien, para formularla, esta técnica es apropiada para garantizar la participación de todos los integrantes del grupo y además resulta sumamente motivador; por otra parte, la segunda técnica propone los grupos de discusión y pueden estar conformados entre cuatro y veinte estudiantes, esta estrategia generalmente sirve para que el grupo manifieste sus necesidades, intereses, sugerencias y preguntas; asimismo, se plantea el uso del panel, en esta forma de trabajo la intención es que haya una amplia participación, aunque el grupo de panelistas sea un grupo más pequeño, la participación se logra con la intervención inicial de los panelistas, y la posterior apertura a preguntas y observaciones por parte del auditorio, esta técnica también es conocida como estrategia Foro; La cuarta es la mesa redonda, que se conforma preferiblemente en grupos desde 4 a 8 personas (aunque pueden ser más) en donde se tratan los temas más informales con ayuda de un moderador; por último, encontramos el examen por comisión, que consiste en una especie de entrevista pública, en esta técnica, un grupo muy 48 pequeño se hace cargo de adelantar una temática específica y los demás integrantes cumplen la función de panelistas que interrogan y hacen comentarios hacia los expertos. Por último, en nuestro proceso de interacción con el grupo de 301, estas interesantísimas estrategias, se convirtieron en orientaciones que contribuyeron al desarrollo más armónico de las acciones planeadas y desarrolladas a lo largo de la interacción, aunque en algunos momentos no siempre fue posible adecuarlas debido a las dificultades que se generaban entre algunos estudiantes. 7.3 Comunicación Asertiva: Partiendo de los múltiples artículos, estudios e investigaciones desarrolladas en contextos escolares en los que el rechazo entre pares se presenta de forma permanente y afecta de forma considerable a algunos de los estudiantes de algún contexto particular, se contempla la comunicación asertiva como vía para transformar estas dinámicas entorpecedores de las relaciones interpersonales entre pares, dentro de un escenario educativo. En este sentido, para esta categoría el primer trabajo que revisamos para nuestro marco teórico, se titula Asertividad y escucha activa en el ámbito académico (Elizondo, 1990). Lo primero que es importante señalar es que, para la autora, el concepto de asertividad es: “la habilidad de expresar tus pensamientos, sentimientos y percepciones, de elegir cómo reaccionar, y de hablar por tus derechos cuando es apropiado. Esto con el fin de elevar la autoestima, y de ayudarte a desarrollar tu 49 autoconfianza para expresar tu acuerdo o desacuerdo cuando crees que es importante, e incluso pedir a otros un cambio en su comportamiento ofensivo” (Elizondo, 1990, p.17) Esta investigación, ayuda a comprender los componentes de la comunicación asertiva, puesto que la autora especifica que la comunicación no se reduce exclusivamente al lenguaje oral, sino que tiene otros aspectos como el visual que incluye también el gestual, el corporal, el vocal y por último el verbal. La autora plantea que el lenguaje visual puede asumirse como uno de los componentes de la comunicación asertiva, y al respecto expresa cómo el contacto visual refleja la intensidad de un sentimiento o emoción y denota el grado de atención que se está prestando y recibiendo en cualquier interacción. Así, por ejemplo, un contacto visual inadecuado “puede denotar ansiedad, deshonestidad, vergüenza, aburrimiento o desconcierto” (Elizondo, 1990, p.2) De este modo explica la autora cómo quienes reciben el mensaje, reaccionan al mismo ya sea evadiendo, anulando, o bien, tomando ventaja de las situaciones presentadas convirtiéndose en provocaciones
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