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¿Quién necesita «identidad»? → Hall ▪ Hall, que se inscribe en la concepción constructivista poniendo el acento en el discurso como elemento que organiza toda la vida social ▪ En los últimos años se registró una verdadera explosión discursiva en torno del concepto de «identidad», al mismo tiempo que se lo sometía a una crítica minuciosa ▪ El texto da cuenta del proceso simultáneo de “explosión discursiva” y “crítica minuciosa” a que ha sido sometido el concepto de “identidad” y opta a su vez por una crítica del término desde la deconstrucción y muy cercana al campo psicoanalítico ▪ La deconstrucción se ha realizado en el interior de varias disciplinas, todas ellas críticas, de la noción de una identidad integral, originaria y unificada. ▪ Necesidad de Hall a retornar el debate ya que las posturas criticas apuntan a reemplazar conceptos inadecuados por otros más verdaderos mientras que el enfoque deconstructivo somete a borradura los conceptos claves. Esto indica que ya no son útiles –“buenos para ayudarnos a pensar”- en su forma originaria y no reconstruída. Pero como no fueron superados y no hay otros conceptos enteramente diferentes que puedan remplazarlos, no hay más remedio que seguir pensando con ellos (13-14 ▪ Es decir, que la identidad ya no nos es útil, dentro del paradigma inicial en que se le generó, pero no ha sido reemplazada aún por un nuevo concepto que cumpla una función explicativa similar ▪ Otra posible vía enunciada por Hall sería la de la “irreductibilidad del concepto de identidad” (14), pensada en relación con la cuestión de la agencia y de la política, en el campo de “una teoría de la práctica discursiva, en el sentido foucaultiano. Es en este campo que se reitera la “identificación”, como un “intento de rearticular la relación entre sujetos y prácticas discursivas” (15) ▪ El discurso del feminismo y la crítica cultural influidos por el psicoanálisis desarrolló la cuestión de la subjetividad y sus procesos inconscientes de formación. Un yo incesantemente preformativo (objetivo) fue postulado por corrientes del posmodernismo ▪ Mediante el uso de algunos mecanismos psicoanalíticos de origen freudiano, Hall se propone un desplazamiento del concepto de identidad, de lo esencialista a lo estratégico y posicional, lo que lo conduce a que este …no señala ese núcleo estable del yo que, de principio a fin, se desenvuelve sin cambios a través de todas las vicisitudes de la historia; el fragmento del yo que ya es y sigue siendo siempre “el mismo”, idéntico a sí mismo a lo largo del tiempo. Tampoco es –si trasladamos esta concepción esencializadora al escenario de la identidad cultural- ese “yo colectivo o verdadero que se oculta dentro de los otros muchos ‘yos’, más superficiales o artificialmente impuestos, que un pueblo con una historia y una ascendencia compartidas tienen en común” (Hall, 1990)… (17) El sometimiento de la identificación a un proceso de “historización radical”, al cambio y a la transformación, inserta la preocupación de Hall en el campo poscolonial más que con un origen en un pasado histórico ▪ las identidades tienen que ver con las cuestiones referidas al uso de los recursos de la historia, de la lengua y la cultura en el proceso de devenir y no de ser; no “quienes somos” o “de donde venimos” sino en que podríamos convertirnos, cómo nos han representado y como atañe ello al modo como podríamos representarnos. Las identidades se constituyen dentro de la representación y no fuera de ella (17-18). ▪ Las identidades se constituirían entonces dentro de la “narración del yo”, de la manera como nos representamos y somos representados. ▪ Precisamente porque las identidades se construyen dentro del discurso y no fuera de él, debemos considerarlas producidas en ámbitos históricos e institucionales específicos en el interior de formaciones y prácticas discursivas, mediante estrategias enunciativas específicas. Por otra parte, emergen en el juego de modalidades específicas de poder ▪ De igual modo las identidades se construyen a través de la diferencia: “sólo pude construirse a través de la relación con el Otro, la relación con lo que él no es, con lo que justamente le falta, con lo que se ha denominado su afuera constitutivo (…)” (Hall, 2003: 18). De ese modo toda identidad tendría un “margen”, en forma de exceso, cuya homogeneidad interna más que fundacional es una forma construida de cierre: “Si (…) una objetividad logra afirmarse parcialmente, sólo lo hace reprimiendo lo que la amenaza. Derrida demostró que la constitución de una identidad siempre se basa en la exclusión del algo y el establecimiento de una jerarquía violenta entre los dos polos resultantes” (19). Hall→ La identidad no es algo que se tiene, no se refiere a un núcleo duro e inmutable, sino que se construye estratégica y posicionalmente frente a un otro constitutivo. En nuestros días, las identidades están “cada vez más fragmentadas y fracturadas” (p. 17) ▪ La identidad es un proceso excluyente a través del cual los sujetos definen un “yo/nosotros” en la medida en la que son capaces de identificar un “otro/otros”, es decir, otros sujetos que sean ajenos a sus estándares. La identidad es pues, un fenómeno que incluye a varios sujetos dentro de un grupo a través de la exclusión de otros ▪ Hall desarrolla las preocupaciones de diversos teóricos sobre el tema de la identidad y lo contrapone con el de identificación. La diferencia fundamental entre ambos términos es que el primero da la idea de estabilidad, y el segundo en cambio, de dinamismo. ▪ El enfoque discursivo ve L identifiacion como una construccion, q siempre esta en proceso. ▪ Tras un profundo debate con Althusser, Lacan y Foucault, Stuart Hall se niega a aceptar la proposición de Foucault de que “en el hombre nada – ni siquiera su cuerpo- es suficientemente estable para servir de base al autorreconocimineto o a la posibilidad de comprender a otros hombres” (Cit. en Hall, 2003: 28-29), con lo que penetra en un amplio debate sobre el cuerpo.
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