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ANTECEDENTES DE LA VALORACIÓN ADUANERA

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La valoración aduanera es el proceso por el cual se determina el valor en aduana de las mercancías que se importan o exportan. El valor en aduana es la base imponible para el cálculo de los derechos e impuestos que gravan el comercio exterior. La valoración aduanera tiene una gran importancia económica y jurídica, ya que afecta al nivel de protección arancelaria, a la recaudación fiscal, a las estadísticas de comercio exterior y a la aplicación de medidas de política comercial. 
Los antecedentes de la valoración aduanera se remontan al siglo XIX, cuando los países empezaron a adoptar sistemas aduaneros basados en el valor de las mercancías y no en su peso o cantidad. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando se establecieron normas internacionales para armonizar los criterios y métodos de valoración aduanera. El primer intento fue el Convenio de Bruselas de 1950, que introdujo el concepto de valor normal o de mercado como base para la valoración aduanera. Este convenio fue ratificado por unos 40 países, pero no logró una aplicación uniforme ni una aceptación universal. 
En 1979, en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), se negoció el Acuerdo sobre Valoración en Aduana, que entró en vigor en 1981. Este acuerdo estableció un sistema de valoración aduanera basado en el precio de transacción de las mercancías importadas, es decir, el precio efectivamente pagado o por pagar por ellas. El acuerdo también previó métodos alternativos de valoración para los casos en que no se pudiera utilizar el precio de transacción, así como disposiciones sobre asistencia técnica, cooperación y solución de diferencias. El acuerdo fue adoptado por más de 100 países y representó un avance significativo hacia la simplificación y transparencia de la valoración aduanera. 
En 1994, con la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Acuerdo sobre Valoración en Aduana se incorporó al Acuerdo sobre la OMC como uno de los acuerdos multilaterales sobre el comercio de mercancías. El acuerdo se mantiene vigente y es aplicable a todos los miembros de la OMC, que actualmente son 164. El acuerdo cuenta con un Comité Técnico sobre Valoración en Aduana, integrado por expertos de las administraciones aduaneras, que se encarga de examinar las cuestiones técnicas y prácticas relacionadas con su aplicación. El acuerdo también dispone de un mecanismo de solución de diferencias para resolver las controversias que puedan surgir entre los miembros sobre su interpretación o cumplimiento.
La valoración aduanera es el proceso mediante el cual se determina el valor en aduana de las mercancías que se importan o exportan. Este valor es la base para el cálculo de los derechos e impuestos que se aplican a las operaciones comerciales internacionales. El análisis argumentativo sobre los antecedentes de la valoración aduanera tiene como objetivo explicar los principales conceptos, principios y normas que rigen esta materia, así como los problemas y desafíos que se han presentado a lo largo de la historia.
Los antecedentes de la valoración aduanera se remontan al siglo XVIII, cuando se empezaron a establecer sistemas arancelarios basados en el valor de las mercancías, en lugar de en su peso o volumen. Sin embargo, no existía una metodología uniforme para determinar ese valor, lo que generaba arbitrariedad, inseguridad jurídica y distorsiones en el comercio. Por ello, a partir del siglo XIX, se iniciaron diversos intentos de armonización y simplificación de las normas de valoración aduanera, tanto a nivel bilateral como multilateral.
Uno de los hitos más importantes fue la firma del Convenio Internacional para la Simplificación y Armonización de los Regímenes Aduaneros (Convenio de Kyoto) en 1973, que estableció un sistema de valoración basado en el precio de transacción entre el comprador y el vendedor, es decir, el precio efectivamente pagado o por pagar por las mercancías. Este sistema se consideró más justo, transparente y acorde con la realidad del mercado. Sin embargo, el Convenio de Kyoto no fue ratificado por todos los países, lo que provocó una coexistencia de diferentes regímenes de valoración.
Para resolver esta situación, se negoció el Acuerdo sobre Valoración en Aduana (AVA) en el marco de la Ronda Uruguay del GATT (1986-1994), que entró en vigor en 1995. El AVA adoptó el sistema de valoración basado en el precio de transacción del Convenio de Kyoto, pero con algunas modificaciones y precisiones. Además, el AVA estableció un mecanismo de solución de diferencias y un comité técnico para supervisar su aplicación e interpretación. El AVA es actualmente el instrumento jurídico internacional más relevante en materia de valoración aduanera, al que están sujetos todos los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
No obstante, la aplicación del AVA no está exenta de dificultades y controversias, ya que existen factores que pueden afectar al precio de transacción o que requieren ajustes o métodos alternativos para determinar el valor en aduana. Algunos ejemplos son las transacciones entre partes vinculadas, las condiciones restrictivas o especiales del contrato, las comisiones y gastos accesorios, las regalías y derechos de licencia, las mercancías sujetas a dumping o subsidios, o las mercancías intangibles o sin precio. Estos aspectos han sido objeto de debate y negociación entre los países y han dado lugar a diversas decisiones, recomendaciones y directrices del comité técnico del AVA.
En conclusión, la valoración aduanera es un tema complejo y dinámico, que ha evolucionado a lo largo del tiempo para adaptarse a las necesidades y exigencias del comercio internacional. El análisis argumentativo sobre sus antecedentes permite comprender mejor su origen, desarrollo y situación actual, así como los retos y oportunidades que plantea para los operadores económicos y las administraciones aduaneras.

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