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GG Tony Morgan Visual merchandising Escaparates e interiores comerciales 2a edición actualizada Visual merchandising Escaparates e interiores comerciales Tony Morgan GG® Visual merchandising 2ª edición actualizada Título original: Visual Merchandising. Window and in-store displays for retail, 2nd edition. Publicado originalmente por Laurence King Publishing Ltd., Londres, 2011 Diseño: Kerrie Powell Traducción de Glòria Bohigas / Marta Rojals Diseño de la cubierta: Toni Cabré/Editorial Gustavo Gili, SL Fotografia de la contracubierta: © Andrew Meredith Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. La Editorial no se pronuncia, ni expresa ni implícitamente, respecto a la exactitud de la información contenida en este libro, razón por la cual no puede asumir ningún tipo de responsabilidad en caso de error u omisión. © del texto: Tony Morgan, 2008, 2011 para la edición castellana: © Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2008, 2011 ISBN: 978-84-252-2 Página 2 Un escaparate titulado “Espejo Espejo” atrae a la clientela con sus reflejos, Selfridges (Londres). Editorial Gustavo Gili, SL Rosselló 87-89, 08029 Barcelona, España. Tel. (+34) 93 322 81 61 Valle de Bravo 21, 53050 Naucalpan, México. Tel. (+52) 55 55 60 60 11 Índice 6 Prólogo 8 La historia del visual merchandising 16 La función del visual merchandiser 19 El trabajo diario del visual merchandiser 20 Formación 21 El visual merchandising en los grandes almacenes 24 El visual merchandising en las cadenas de tiendas 26 El visual merchandising en los establecimientos pequeños 27 Medir el éxito 28 Diseño de tiendas 30 ¿Qué es el diseño de tiendas? 31 ¿Por qué es importante el diseño de una tienda? 32 ¿Quién diseña la tienda? 34 ¿Cómo funciona el diseño de una tienda? 36 Análisis de una tienda: Kurt Geiger 40 Escaparates 44 Características de los escaparates 50 Proyectar un escaparate 54 Temas y esquemas 61 Presupuesto 62 Accesorios 68 El proyecto para un escaparate 74 Análisis de una tienda: Au Printemps 78 Color 84 Preparativos previos 86 Montar un escaparate 90 Análisis de una tienda: Louis Vuitton 92 Iluminación 94 Señalización y gráficos 100 Calendario 104 Control de calidad, mantenimiento y presupuesto 106 Análisis de una tienda: Fortnum & Mason 110 El visual merchandising en el interior 114 Adyacencia de artículos 116 Distribución en planta 124 Análisis de una tienda: Matthew Williamson 128 Expositores 140 Sistemas murales 144 Presentación de productos 150 Análisis de una tienda: Flight 001 156 Exposiciones interiores y estands de temporada 160 Puntos de venta y ventas complementarias 162 Artículos rebajados 163 Señalización y etiquetaje 170 Iluminación 172 Ambiente 174 Control de calidad, mantenimiento y presupuesto 175 Visual merchandising virtual 178 Análisis de una tienda: Topshop 182 Los maniquís 186 Modelado 188 La compra de maniquís 190 Estilismo 195 Sujeción 196 Agrupación 197 Mantenimiento 198 El estudio del visual merchandiser 201 La caja de herramientas del visual merchandiser 202 Seguridad y salud 203 Tabla de iluminación 204 Glosario 205 Bibliografía 206 Índice onomástico y de materias 208 Créditos fotográficos y agradecimientos 6 Derecha Un maniquí recostado en una chaise longue en Rootstein (Nueva York). A primera vista, esta figura tiene una apariencia casi humana. “Lo que ha de estimularse es la imaginación. Cuando ocurre, lo demás es fácil. La mercancía siempre guiará”. Joe Cotugno, director creativo, Bloomingdale’s Si alguna vez se ha detenido ante una tienda para admirar su escaparate, se ha sentido cautivado por un producto al pasar frente a unos grandes almacenes o ha hecho una pausa para leer la información en el directorio de un establecimiento, significa que el visual merchandising ha logrado llamar su atención. Si ha llegado a comprar un artículo al hacer un alto en su paseo por la calle o después de entrar en una tienda, entonces es que ha sucumbido a su influjo. Durante años, los profesionales creativos que lograban que los escaparates resultaran atrac- tivos para los comerciantes y su clientela eran conocidos como escaparatistas. Los equipos de escaparatistas desempeñaban una función única y muy codiciada en cualquier estable- cimiento. Algunas veces con un presupuesto generoso –y siempre con gran talento–, se en- cerraban misteriosamente en su estudio o se escondían detrás de las cortinas de los esca- parates para llevar a cabo obras de arte sor- prendentes y llamativas ante la admiración de los clientes y los profesionales del sector. En la década de 1980, posiblemente a causa de la recesión global y la amenaza del comer- cio electrónico, los dueños de los estableci- mientos comerciales empezaron a cuestionar la cantidad y calidad de esos departamentos que no generaban ningún beneficio. En conse- cuencia, empezaron a pedir a los escaparatis- tas que supervisaran de forma creativa los per- cheros y estantes de los artículos rebajados; así nació el visual merchandiser. Aunque al principio rara vez se les tomaba en serio debido a lo indeterminado de su función, los visual merchandisers pronto empezaron a diseñar nuevas secciones con “líneas de visión”, “puntos focales” y “hot shops”. Había nacido un nuevo léxico comercial y pronto el interior de las tiendas tuvo el mismo brillo que los esca- parates. Hoy, los visual merchandisers inspiran respeto y son profesionales muy buscados en el sector, ya que no solo ofrecen un servicio, sino que también son una fuente de inspiración y potencian el componente comercial de cual- quier producto. Este libro pretende ilustrar y for- mar a alumnos y comerciantes en el funciona- miento del visual merchandising. Incluye tanto el arte del escaparatismo como la disposición y la organización en el interior de las tiendas; además, analiza las herramientas que ayudarán a alcanzar el éxito a quien aspire a realizar este trabajo. Mediante el análisis de ejemplos concretos y de gráficos realizados específicamente para este libro, junto con las fotografías de los mejores escaparates e interiores de tiendas de todo el mundo, este libro pretende demostrar la efi- cacia del visual merchandising para mejorar la imagen de marca de una tienda y promover el consumo. Prólogo La historia del visual merchandising 10 Arriba Esta pescadería-pollería expone su mercancía agrupando sus productos de forma artística; el diseño no estaría fuera de lugar en el ámbito del visual merchandising contemporáneo. Abajo En este llamativo y galardonado escaparate, diseñado por Thomas Heatherwick para Harvey Nichols (Londres), los elementos que lo componen atraviesan el vidrio para extenderse hacia la calle. 11 NEW IMAGE GREYSCALE Los primeros propietarios de tiendas intentaron atraer al público con una ostentosa exhibición de su nombre en el exterior del establecimiento o con una muestra de sus artículos en el escaparate o en mesas en medio de la calle, para significar que el negocio estaba abierto al público y que se sentían orgullosos de sus productos. Hasta hoy, las carnicerías siguen llenando sus escaparates de carne fresca y esto les sir- ve tanto para atraer a la clientela como para exponer la mercancía que está a la venta. Las floristerías no solo recargan sus escaparates con los más bonitos ramos, sino que empujan estos hasta la acera para que su aroma y sus colores tienten al peatón a cruzar el umbral de la tienda. Asimismo, para demostrar su talento y su popularidad, algunas barberías acercanun sillón con un cliente desprevenido a la ventana de su establecimiento. En la década de 1840, gracias a la aparición de una nueva tecnología que permitía la fabrica- ción de lunas de vidrio de gran tamaño, los almacenes pudieron llevar el arte del escapa- ratismo a un nivel superior al utilizar sus gran- des escaparates como escenarios, algunos de ellos tan teatrales como un espectáculo de Broadway. Actualmente, en muchas ocasio- nes, los colores, los accesorios y la ilumina- ción ambiental eclipsan arrogantemente los artículos que se ponen a la venta, ya que el visual merchandising va más allá de su papel de mero soporte de los productos para conver- tirse en una forma artística que provoca reac- ciones. Establecimientos como los grandes almacenes Harvey Nichols de Londres han pedido la colaboración de conocidos diseñado- res y artistas para llevar a cabo vistosos pro- yectos en los que la mercancía se convierte en el componente de una obra de arte. Con una vasta colección de artículos a la venta y una gran cantidad de espacio para exponerlos, Arriba A finales del siglo XIX, la majestuosidad arquitectónica de los grandes almacenes Bon Marché de París ofrecía una impactante experiencia comercial a su clientela. Abajo La delicada exposición de pañuelos en un escaparate de Selfridges en la década de 1920 despliega, para la época, talento e imaginación. La historia del visual merchandising 12 Arriba El prêt-à-porter apareció en la década de 1960. En 1959, Mary Quant fue una de las primeras diseñadoras que utilizó el escaparate de su tienda en Londres para presentar sus colecciones y promover tendencias sociales. 13 los pioneros del escaparatismo fueron los gran- des almacenes. Este fenómeno, relativamente reciente, se inició en Francia, aunque, incluso allí, durante muchos años, los grandes almace- nes solo existían en la capital, París. Fue Aristi- de Boucicaut quien tuvo la idea de crear este tipo de establecimiento comercial. Su intención era fundar una tienda donde se vendiera todo tipo de artículos y donde el público atraído hacia ella pudiera pasear libremente en esta “ciudad dentro de la ciudad”. En 1852, Boucicaut abrió los primeros grandes almacenes del mun- do: Le Bon Marché. El concepto de grandes almacenes se extendió posteriormente a Estados Unidos, donde se abrieron las célebres galerías que han llegado hasta nuestros días: Macy’s en Nueva York en 1858, Marshall Field’s en Chicago en 1865, Bloomingdale’s en Nueva York en 1872 y Wanamaker’s en Filadelfia en 1876. No se puede atribuir en concreto a ningún comercio o gran almacén el mérito de haber creado el primer escaparate de índole teatral para llamar la atención, aunque podemos citar a varios individuos que ayudaron a establecer las pautas que aún rigen hoy en día. Fue el empresario estadounidense Gordon Sel- fridge quien tuvo la iniciativa de llevar el concepto de galería comercial –y con él, el lenguaje del visual merchandising– al Londres de la época eduardiana. Tras dejar su cargo como director general de los lujosos almacenes Marshall Field’s de Chicago y emigrar a Inglaterra, llegó a Londres con la intención de construir un moderno y anhe- lado emporio comercial, proyectado para satisfa- cer las necesidades del nuevo programa. El 15 de marzo de 1909, los londinenses asis- tieron a la presentación del sueño valorado en 400.000 libras de Gordon Selfridge. Selfridges se convirtió en el punto de referencia del comercio británico. Sus enormes escaparates de vidrio se llenaron de los mejores productos que podía ofrecer su dueño. Selfridge también revolucionó el mundo del visual merchandising al iluminar los escaparates cuando se hacía de noche e incluso cuando la tienda estaba cerra- da, para que el público pudiera contemplar la presentación de los productos al regresar a casa después de asistir al teatro. Selfridge también incorporó algunas innovacio- nes en el interior del local, como, por ejemplo, un mostrador donde se vendían bebidas y hela- dos a los clientes más sociables y una sala más tranquila para los menos comunicativos. Nunca perdió una oportunidad para promocionar su negocio. Cuando en julio de 1909, Louis Blériot hizo un aterrizaje forzoso en un campo abierto cerca de Kent, después de atravesar el Canal de la Mancha, Selfridge hizo que el avión fuera transportado en un tren que partió a las 2 de la madrugada y lo expuso en sus escaparates aquella misma mañana a las 10. Cincuenta mil personas hicieron cola para verlo aquel día. Hacia 1928, Selfridges había duplicado el tama- ño de sus instalaciones para convertirse en los almacenes que hoy conocemos, gracias a la publicidad exagerada y al éxito de su creador. Abajo Aunque los abrigos que se exhiben en este escaparate de la década de 1950 en Printemps (París) pueden parecer elegantes, los maniquís adoptan una pose demasiado rígida y no están agrupados de manera que hayan entablado una relación entre sí. La historia del visual merchandising Arriba Quizá no parezca una instalación demasiado innovadora si la juzgamos con criterios actuales, pero el escaparate de Marshall Field de principios de la década de 1900 causó sensación entre el público de la época en Chicago. 14 En la década de 1920, tuvo lugar una explosión de creatividad en el mundo del arte y la moda, que también se extendió al arte del escaparatis- mo, y una vez más, fue París quién lideró el cami- no. Como respuesta a la frustración de ver que sus cuadros solo podían ser contemplados por personajes ricos y famosos, muchos jóvenes artistas de la ciudad dieron a conocer su talento al gran público. Pronto, los grandes almacenes parisinos se llenaron de temas inspirados en el Art Déco y los diseñadores de moda encontraron una innovadora y estimulante pasarela estática donde mostrar sus creaciones. Los grandes almacenes de la Quinta Avenida de Nueva York siguieron su ejemplo. En la década de 1930, el artista del surrealismo Salvador Dalí desarrolló los primeros escaparates creati- vos en Estados Unidos: dos escaparates para la tienda Bonwit Teller. El arte en la calle tomó una nueva dimensión cuando presentó sus escapa- rates, a los que dio el nombre de “Narciso”, pero quizá fue un poco demasiado lejos: sus escan- dalosos montajes fueron retirados tras recibir algunas quejas. Sin embargo, el fracaso de Dalí no impidió que otros artistas en ciernes iniciaran sus carreras como escaparatistas. Andy Warhol empezó en las tiendas de Nueva York cuando aún iba a la universidad; Jasper Johns, James Rosenquist y Robert Rauschenberg trabajaron en este campo en la década de 1950. No fueron solo los grandes almacenes los que siguieron el nuevo estilo de diseño de escapara- tes. A medida que la moda se alejaba de la alta costura para exhibirse en las avenidas comer- ciales, y que evolucionaban nuevas tendencias sociales, los diseñadores de moda daban mayor importancia a sus escaparates. Pierre Cardin, Mary Quant y Vivienne Westwood son solo algu- nos de los modistos que, mediante el mensaje que transmitía el diseño de sus escaparates, dic- taron a la juventud de entonces el grupo social al que debían pertenecer. Terence Conran estuvo extremadamente aten- to a los rápidos cambios de tendencia. En 1964, fundó un establecimiento para compe- tir con las nacientes boutiques de moda, aun- que con otro tipo de producto: el mobiliario. El londinense barrio de Chelsea se había converti- do en el epicentro de la moda y la cultura juvenil y Conran no dudó en capitalizarlo. En su primera tienda, unas paredes totalmente blancas crea- ban una sensación de espacio que fue toda una revelación para sus clientes. Quienes visitaban su emergente imperio pronto vivieron la expe- riencia de sus lámparas de techo, su pavimen- to de baldosas y sus cafeterías. Actualmente, Habitat sigue manteniendo su presencia en las calles británicas, junto con otras tiendas como Liberty y Harvey Nichols,establecimientos que, aunque algunas veces olvidamos, allanaron el camino a los comercios que existen hoy en día; en Nueva York, el equivalente sería Barneys. Arriba Hacia la década de 1970, la decoración de escaparates empezó a reflejar el espíritu de la época. En este ejemplo de Printemps (París), los maniquís y las peanas de espejo con aspecto de esferas de discoteca están en consonancia con la moda de aquellos años. Abajo La marca de moda estadounidense Banana Republic presenta escaparates llamativos que incorporan accesorios atractivos y un estilo contundente para que resulten innovadores a la vez que comerciales. 15 El desarrollo tecnológico de la década de 1990, así como el nacimiento de supermarcas como Gucci y Prada, convirtió los escaparates en máquinas propagandísticas. Con enormes pre- supuestos de marketing, estas grandes marcas llevaron a cabo masivas campañas de publicidad en las que aparecían los rostros y los cuerpos más deseados del mundo. En los escaparates de las tiendas de moda, los maniquís que duran- te décadas habían servido para exhibir sus pren- das quedaron obsoletos y fueron sustituidos muchas veces por enormes fotografías de famo- sas modelos de pasarela. Los desfiles de moda de las principales capitales de mundo se mostra- ban simultáneamente desde pantallas de televi- sión de alta tecnología, y el uso inteligente de la iluminación no solo realzaba el producto, sino que ayudaba a crear el ambiente adecuado. Gracias a los experimentos y a la experiencia de los escaparatistas del pasado, los visual merchandisers de hoy pueden trabajar con una gran diversidad de técnicas que ya han sido suficientemente probadas. Los que trabajan en las grandes cadenas comerciales que proli- feran por doquier están reintroduciendo mani- quís en los escaparates, ya que reconocen que es la mejor opción para exponer las últimas tendencias de forma similar en todos sus esta- blecimientos. La cadena española Zara, por ejemplo, utiliza técnicas de escaparatismo tra- dicionales, y sus innovadores escaparates y su inteligente estilismo están situados al nivel de las principales marcas de lujo. Ahora que parece que las marcas de ropa no solo han tomado el control de las calles comer- ciales de las grandes ciudades, sino que se han infiltrado además en pueblos y ciudades más pequeñas, sus innovadoras técnicas de visual merchandising también ejercen un gran impacto en la competencia. En la última déca- da, las marcas han ampliado las fronteras del visual merchandising. Ahora, exponen sus ar- tículos dentro de las tiendas para impulsar las ventas e influir en el consumidor y también han introducido nuevas técnicas: DJ que ponen su música en tiendas de ropa urbana; restauran- tes informales al lado de secciones de moda; libros y revistas en otros departamentos más allá; y desfiles de modelos a los que, además de los interesados en la moda y los expertos, pueden asistir las personas que aprovechan la hora del almuerzo para ir de compras. Actualmente, hay marcas que han creado su pro- pia tienda, pero también hay establecimientos que se han convertido en una marca por dere- cho propio y han llenado su local también con prendas de otras firmas, en la idea de que esta combinación aumentará las ventas. Esto es espe- cialmente aplicable a los grandes almacenes, como Selfridges, Printemps y Macy’s. En cual- quier caso, la función del visual merchandiser es comunicar al público un mensaje a través de los escaparates y de la exposición y la organización de artículos en el interior del establecimiento. En el siglo XXI, el reto a la supremacía de la tien- da tradicional es Internet. Comprar desde casa no solo es más cómodo, sino que también suele implicar un precio más competitivo. Las tiendas están más presionadas que nunca para conse- guir que el cliente vaya a su establecimiento y compre, por lo que el visual merchandiser es una pieza esencial para lograr atraer y retener su atención. Por suerte, ir de compras siem- pre ha sido una actividad social, y la emoción que suscita siempre será el elemento esen- cial de la experiencia del consumidor. Tanto si la idea del comprador es encontrar una ganga inesperada como un artículo que hace tiempo que busca, o incluso reunirse con sus amigos o amigas con motivo de realizar las compras, el papel del comerciante es garantizar que compre y que disfrute de una experiencia positiva, lo que puede lograrse con la ayuda de un buen visual merchandiser. Arriba En los grandes almacenes de mayor tamaño, las colecciones de moda masculina como Alexander McQueen, John Galliano y Dior se agrupan en una zona para crear la sección de caballeros. La organización de la planta demuestra que se ha hecho un cuidadoso uso del visual merchandising; cabe destacar la inteligente situación de los expositores, la claridad de la señalización y la ubicación de la ventana detrás del mostrador de caja, que crea un punto focal para los clientes que acceden al departamento. La historia del visual merchandising óLa funcion del visual merchandiser 18 La función del visual merchandiser es el de incrementar las ventas: primero, consiguiendo que los compradores entren en la tienda gracias a la fuerza del escaparate y, a continuación, mediante la disposición de los artículos en el interior. Todo ello debe animarlos a permanecer en el establecimiento, a comprar y a disfrutar de una experiencia positiva que les haga regresar. Las personas que deseen iniciar una carrera en el mundo del visual merchandising han de tener sentido comercial, además de ser creati- vas, comprensivas e indiscutiblemente trabaja- doras. Dedicar muchas horas, tener que lidiar con colegas y clientes obstinados y trabajar contrarreloj son algunas de las características de este trabajo. Por otro lado, tener amplios conocimientos sobre las tendencias de la moda, así como de las corrientes sociales, po- líticas y económicas, resultará muy útil. Los establecimientos comerciales ya no se limitan a seguir los dictados de las revistas de moda; las tendencias que marcan el estilo de vida son tan importantes como la ropa. El lugar donde una persona pasa sus vacaciones o la música que escucha en su iPod pueden influir en su elección del establecimiento donde rea- lizar sus compras. Ante todo, es muy importante mantener un punto de vista imparcial. Es posible que una tienda de éxito ya disponga de una fórmula creativa propia y su director de visual merchan- dising, aunque esté dispuesto a escuchar dis- tintas sugerencias al respecto, preferirá contratar a alguien que posea un sentido comercial para colaborar con el equipo existente. Una visión no subjetiva y una actitud poco dogmática hacia el artículo resultan indispensables. Un buen visual merchandiser puede trabajar con el producto más horrible del mundo y aun así obtener gran- des resultados. Arriba El uso de maniquís con poses poco comunes e imágenes gráficas aplicadas a la pared y al suelo crean una impactante exposición interior en Lane Crawford de Hong Kong. “Nosotros estamos entre bastidores para escenificar y crear el efecto general, mientras que los compradores escriben la historia y proporcionan los contenidos. Es de nuestra competencia hacer que estos cobren vida”. Alannah Weston, directora creativa, Selfridges 19 Tanto si el visual merchandiser desarrolla su labor para unos grandes almacenes, como para una tienda multimarca o una boutique independiente, deberá gestionar y supervisar la presentación visual de los escaparates y la disposición de productos en el interior del establecimiento. Esto implicará una buena coordinación con el departamento de compras para saber qué artículos se han adquirido y cómo pueden promocionarse. Además de proyectar la distribución en cada planta de los artícu- los de la nueva temporada, los visual merchandisers deberán establecer la normativa general en esteámbito para todo el establecimiento. Entre sus principales tareas diarias está la de garantizar la reposición de artículos en los expositores, verificar la correcta señalización, así como comprobar que están limpios, bien iluminados y mantie- nen una buena presencia. A fin de maximizar sus recursos, los grandes equipos de visual merchandising pueden de- signar funciones específicas para cada uno de sus miembros. Los profesionales que trabajan en boutiques o tiendas pequeñas no solo debe- rán decorar los escaparates, sino encargarse de la limpieza periódica de los cristales exterio- res. La responsabilidad de un visual merchandi- ser raramente se acaba en la operación de vestir a los maniquís. El trabajo diario del visual merchandiser La función del visual merchandiser Arriba Una escaparatista da los últimos toques a una agrupación de artículos antes de ajustar la iluminación, limpiar el escaparate y examinarlo desde el exterior. 20 Quienes van a dedicarse a esta profesión siguen un curso de visual merchandising en una escuela y luego adquieren experiencia en una tienda, o bien buscan trabajo directamente en un establecimiento para adquirirla. Hay varios cursos de visual merchandising. En ellos, los estudiantes aprenden a agrupar ar- tículos, crear y montar escaparates, y organi- zar una planta de un comercio. Muchos cursos también ofrecen conocimientos básicos sobre el uso del color, la iluminación y la identidad de marca. A través de ejercicios prácticos y de teoría, estos cursos de dos años de duración proporcionan una buena formación en este campo y el alumno acaba sus estudios con una titulación útil y reconocida. También se ofrecen cursos de corta duración a futuros propietarios que optan por una vía rápida de acceso al tema y desean conocer algunos aspectos específicos del visual mer- chandising. Como en muchas otras profesiones, la expe- riencia laboral es valiosa. En este sector, es habitual recurrir a estudiantes para ocupar mu- chos puestos de trabajo. Como explica Mark Briggs, director creativo de Harrods en Londres, “Los estudiantes que hacen sus prácticas en Harrods llegan a conocer todos los aspectos del visual merchandising. Tienen la oportunidad de tratar con cualquier categoría de producto por lo que no solo conocen todos los artículos, sino que pueden decidir en qué área preferirán trabajar: hogar, moda, alimentación o belleza”. Briggs forma expertos para cada categoría de productos; un escaparatista de moda no tiene que ser necesariamente un experto en dispo- ner y agrupar cacerolas, por ejemplo. Según la época del año y el plan de trabajo del equipo de visual merchandising, los jóvenes estudiantes en prácticas pueden ayudar a montar un escaparate o recibir el encargo de limpiar el almacén. De un modo u otro, su ta- rea suele ser reconocida, y en una carrera en la que los profesionales cambian de estableci- miento con frecuencia, los puestos de trabajo acaban siendo ocupados por aquellos que tie- nen la suerte de estar en el lugar y el momento adecuados. Además, los equipos de visual merchandising suelen confiar en toda la planti- lla para cumplir su ajetreado calendario. Formación “Los criterios visuales y de merchandising son extremadamente importantes para nosotros. Nuestro equipo recibe formación permanente, incluidos seminarios sobre estilismo en cada temporada y visitas a nuestros establecimientos para garantizar que existe una coherencia a escala nacional. Para garantizar unos estándares comunes en este ámbito, proporcionamos a todo el personal una ‘biblia’ en la que se incluye la normativa visual de la compañía y las directrices que han de seguir todas sus secciones y departamentos. Elaboramos unas líneas directivas muy detalladas de los aspectos visuales y las enviamos cada mes a todas las tiendas. Al final de cada temporada, evaluamos todos los establecimientos del país y elaboramos un informe crítico específico para cada instalación”. John Gerhardt, director de servicios creativos, Holt Renfrew 21 Por la amplia gama de productos que tienen a su disposición, los grandes almacenes proporcionan una excelente formación y amplios conocimientos a los principiantes. La experiencia que se obtiene al trabajar en un equipo ya establecido es inestimable. Tradicionalmente, los recién llegados a un equi- po de visual merchandising de unos grandes almacenes suelen empezar vistiendo maniquís o como ayudantes. Los directores de departa- mento suelen advertir el potencial de cada per- sona y promover a quienes pueden llegar a ser futuros directores o directoras de equipo. Les animarán a desarrollar sus habilidades comu- nicativas y ejecutivas, y a empezar por la ges- tión de un presupuesto y el diseño completo de un proyecto de escaparates antes de promo- verlos a un cargo de mayor responsabilidad. Es posible que los escaparatistas que prefieran el trabajo práctico y creativo no deseen empren- der una función más ejecutiva, a causa de la gestión burocrática que ello implica. Los gran- des almacenes suelen disponer de su propio equipo de visual merchandising, que obedece las líneas dictadas por el establecimiento prin- cipal de la cadena, aunque el director regional controla el presupuesto y se encarga de la con- tratación de personal. Mark Briggs de Harrods contrata a la mayoría de las 67 personas de su equipo cuando aún están estudiando. Tras un período de prácticas, siguen ayudándolo a montar unos dos kilóme- tros de escaparates y a exponer los artículos a la venta en una superficie de 92.903 m2. Según Briggs, una buena estructura organizativa es esencial para el funcionamiento del sistema. “Comunicación es la palabra clave”, explica. “Cada semana programo una reunión con los directores de equipo para explicar los con- ceptos y las promociones futuras, y hacer- les sentir parte de la gran familia que es Harrods”. Harrods cuenta con dos equipos de visual mer- chandising independientes, uno para las expo- siciones interiores y otro para los escaparates. Algunas veces, el visual merchandiser tiene la oportunidad de escoger en cuál de ellos prefie- re trabajar, pero en otras se incorporará al equipo que más se adecue a sus méritos y a sus capacidades. Trabajar en ambas catego- rías ofrece al futuro profesional una experien- cia laboral más amplia para el futuro. El visual merchandising en los grandes almacenes Arriba En este montaje interior de Lane Crawford (Hong Kong), se utilizan unos enormes marcos como atrezo para generar un atrezo teatral. La función del visual merchandiser Abajo También en Lane Crawford, unos maniquís impecablemente vestidos interactúan con artículos del hogar para configurar montajes teatrales. 22 Estructura habitual del equipo de visual merchandising de unos grandes almacenes: Director/gerente sénior Responsabilidades Definir y supervisar la aparien- cia visual del establecimiento. Coordinarse con el director del departamento de compras para garantizar que se promociona el artículo adecuado. Trabajar estrechamente con el director de operaciones para garantizar que las distribucio- nes de las plantas se proyec- tan correctamente. Mantenerse en contacto con el director de marketing para que el equipo de visual merchan- dising apoye las campañas de promoción de productos del establecimiento. Controlar las nóminas y el pre- supuesto de visual merchan- dising. Comprar maniquís y otros accesorios. Contratar a personal cualifi- cado. Controlar la señalización y el diseño gráfico de la tienda. Gerente Responsabilidades Dirigir el equipo. Coordinarse con el departa- mento de compras y el de marketing. Mantenerse en contacto con el director del departamento de visual merchandising. Diseñar e implementar los es- caparates y los montajes interiores. Interactuar con el equipo de diseño gráfico. Coordinarse con los directores de planta. Conocer a sus competidores. Mantenerse en contactocon las marcas. Visual merchandiser sénior Responsabilidades Formar a los miembros júnior del equipo. Actuar como puente entre el gerente de visual merchandi- sing y el director de planta. Mantenerse al día sobre las tendencias y estilos clave. Mantener el nivel de calidad de la exposición de productos. Estar en contacto con el equi- po de diseño gráfico. Formar al personal de planta. Trabajar estrechamente con las marcas para garantizar una adecuada representación del producto. Visual merchandiser júnior Responsabilidades Mantener el nivel de calidad de la exposición de productos. Estar al día sobre las tenden- cias de moda. Trabajar estrechamente con el personal de planta para garan- tizar que se cumplen directri- ces visuales. Estar al corriente de las mar- cas y entenderlas. Presentar los artículos de for- ma creativa y orientada siem- pre al incremento de las ventas. Además, el departamento de visual merchandising incluye un importante equipo de apoyo: Carpinteros En unos grandes almacenes, el carpintero no se limita a construir accesorios en el ta- ller, sino que es sumamente necesario para montar y des- montar escaparates y exposi- tores de interior. Un carpintero profesional y altamente cualifi- cado sabrá también cuándo un accesorio necesita un acaba- do de gran calidad por estar situado en un lugar donde el público lo someterá a un es- crutinio de cerca, o cuándo es posible hacer una concesión porque el objeto solo será con- templado desde delante y a través de un cristal. Los car- pinteros que forman parte de un equipo de visual merchandi- sing han de poder trabajar con otros materiales además de la madera, así como construir un atrezo mediante técnicas di- versas. Pintores Aparte de lo obvio —pintar es- caparates—, un pintor que tra- baje en un equipo de visual merchandising deberá realizar una gran variedad de tareas. Muchos son expertos en efec- tos pictóricos y —junto con los carpinteros— se encargan de dar los últimos toques para ha- cer más atractivos los exposi- tores o escaparates. Mozos Puede parecer un lujo contra- tar a mozos que ayuden en las operaciones de carga y descar- ga. Sin embargo, asegurarse de que los muebles y accesorios valiosos entran y salen de una pieza del escaparate resulta esencial. La mayoría de los mo- zos también se encargan de organizar y mantener el alma- cén en el que se guardan expo- sitores y maniquís. Diseñadores gráficos Los equipos internos de diseño gráfico están desapareciendo para dar paso a agencias ex- ternas que no solo dan ideas, sino también ponen a disposi- ción del establecimiento sus equipos técnicos y su expe- riencia para crear ilustraciones. Sin embargo, las ventajas de disponer de un equipo de dise- ño gráfico interno son incues- tionables. A diferencia de los equipos externos, sus miem- bros conocen a la perfección la imagen global del estable- cimiento y, sin duda, tenerlos cerca para realizar cualquier prueba y poderla editar al mo- mento, ahorra mucho tiempo. Tanto si se trata de un equipo externo como interno, el equipo de diseño gráfico es responsa- ble de la aplicación coherente del grafismo de la tienda a las etiquetas de precios, carteles e información promocional. Derecha Unos pinceles y latas de pintura usados como atrezo complementan las medias de colores brillantes de Selfridges (Londres) y enfatizan el tema “colorista” del escaparate. Para realizar este concepto, el equipo de visual merchandising al completo debe estar implicado: desde el gerente a los diseñadores gráficos. 24 El visual merchandising de las cadenas de tiendas suele tener la misma estructura que en los grandes almacenes. Sin embargo, lo normal no es que cada establecimiento disponga de un especialista en merchandising, sino que un profesional o equipo de profesionales se desplace de tienda en tienda, cubriendo determinadas zonas del país. En épocas especiales, como Navidad y temporada de rebajas, pueden contratarse otros merchandisers que refuercen el equipo. Pero, en general, el merchandising lo lleva a cabo una sola persona. Al trabajar bajo las órdenes de un gerente de área, el visual merchandiser de una cadena de tiendas será contratado en la oficina principal de la firma y luego seguirá una trayectoria similar a la del especialista que trabaja en unos grandes almacenes. Estos puestos de trabajo suelen ser más ade- cuados para las personas organizadas y a las que les gusta viajar –incluso viajar al extranjero ya que, en muchos casos, las tiendas bajo su supervisión estarán en otro país–. Por supues- to, los que trabajan para una cadena extranjera tendrán que viajar a la oficina principal para asistir a reuniones de trabajo. Un visual merchandiser que trabaje para una cadena recibirá directrices y asesoramiento por parte de la oficina central de la compañía. Allí, el director de visual merchandising diseña y planifica los proyectos de instalación de es- caparates y expositores interiores para toda la cadena; posteriormente, comunica las activi- dades a los especialistas de cada área. Las tiendas internacionales como Gap siguen este procedimiento. La oficina central de Gap en Es- tados Unidos elabora las directrices para garantizar la coherencia de la marca. Posterior- mente, comunica la estrategia de marca y las directrices visuales a los directores de mer- chandising de cada país en los que existen tiendas Gap, quienes a su vez delegan las ta- reas correspondiente en los miembros de su equipo responsables de cada una de ellas. La tienda principal de la cadena –en general, la más grande y destacada– suele exhibir unos escaparates más elaborados. Puesto que ge- neralmente el tamaño de los escaparates es distinto en cada establecimiento, el diseño deberá ser adaptado. Los escaparates más simples y económicos también obedecen a li- mitaciones de presupuesto, como, por ejem- plo, la utilización de material impreso para crear el telón de fondo para los productos y que puede ser instalado por un único visual merchandiser. La comunicación es un elemento esencial para el visual merchandiser que trabaja en una ca- dena, pues es el medio para asegurarse de que todos los establecimientos lanzan el pro- ducto en sus escaparates al mismo tiempo. Las actividades promocionales también exigen coordinación y planificación. Una de las actividades cotidianas del visual merchandiser de una cadena de tiendas es co- municar la estrategia visual a los encargados de todos los establecimientos de la compañía, así como al personal de plantilla que se dedica al mantenimiento de los escaparates y los ex- positores interiores. La señalización y el eti- quetado también son supervisados por el visual merchandiser. El visual merchandising en las cadenas de tiendas 25 La función del visual merchandiser Arriba La planta de esta tienda Zara en Salamanca (España) ha sido proyectada cuidadosamente. Un conjunto de maniquís y prendas dobladas es el punto de referencia en el centro de la tienda, mientras que a su alrededor se ha dejado suficiente espacio para que los clientes se puedan mover con facilidad. Abajo En esta tienda Topshop de Liverpool (Reino Unido), unos maniquís adoptan poses teatrales bajo un techo del que cuelgan las letras metálicas de la marca. A su alrededor se colocan las prendas de última tendencia que se han podido contemplar en los maniquís. 26 Arriba Last Footwear, una tienda en Brighton (Reino Unido), incorpora muebles y accesorios de segunda mano. La escalera que se utiliza para exponer los cinturones es una solución muy eficaz. Las pequeñas tiendas recurren en ocasiones a un visual merchandiser independiente para promocionar sus artículos. Estos profesionales pueden cambiar el aspecto y el ambiente de cualquier establecimiento en cuestión de horas. Al cobrar sus honorarios por proyecto, acostumbran a ser rápidos y eficientes. La mayoría de estos creativosse han formado en equipos de reconocido prestigio y tienen sus propios contactos para fabricar accesorios y rótulos. Un profesional independiente puede estar especializado en escaparatismo o en visual merchandising interior, aunque también en ambos servicios. Algunos también se especializan en estilismo de moda, mientras que otros destacan en la agrupación de productos. Antes de contratarlos, vale la pena examinar su currículum en el que aparecerán fotografías de sus trabajos. La mayoría de los profesionales independien- tes encuentran trabajo gracias al boca a boca: un buen escaparate es la mejor herramienta de marketing tanto para la tienda como para su creador. Evidentemente, cuanto más prepara- do esté un profesional, más trabajo tendrá. En algunas ocasiones, el profesional indepen- diente puede detectar el potencial creativo de un miembro de su plantilla e impulsarle a de- corar escaparates u organizar expositores in- teriores. Sin estudios formales, puede resultar arriesgado; el visual merchandiser amateur no tendrá de quién aprender y además puede ad- quirir malos hábitos que, a la larga, no se trans- mitirán adecuadamente a un buen equipo de visual merchandising. En las pequeñas tiendas o boutiques, es aconsejable que un miembro de la plantilla siga un breve curso sobre esta materia. El visual merchandising en los establecimientos pequeños 27 No siempre es fácil medir el éxito de un escaparate o la efectividad de un expositor interior. A pesar del esfuerzo que le dediquen los especialistas en merchandising, los comerciantes pueden ser muy competitivos en su propio establecimiento. Un escaparate bien presentado generará un aumento de ventas, pero el éxito quizá se atribuya al departamento de compras, por haber seleccionado los artículos correctos. En cambio, de un escaparate mal solucionado se culpará sin lugar a dudas al visual merchandiser. En el plan de negocio general, es importante que los comerciantes sean conscientes, por un lado, de que es posible que un escaparate no genere un aumento repentino de las ventas; y que, por otro lado, es más importante para la evolución de la marca el efecto a largo plazo del uso coherente de buenos escaparates y de buenos expositores en el interior. A veces se obtienen ganancias rápidas; sin embargo, un plan estructurado y factible, que debería incluir una preparación previa y la asignación de per- sonal, resulta mucho más realista para asegu- rar que las ventas y la reputación e imagen del establecimiento se ven favorecidas por el vi- sual merchandising. Establecer una relación profesional con los clientes y con el personal de la tienda ayudará indudablemente al visual merchandiser a demostrar su valía y su expe- riencia. Juntos, llegarán a compartir los éxitos que se deriven del visual merchandising. Medir el éxito Arriba En Colette (París), unos bustos simples pero efectivos inspiran e informan a la clientela sobre las últimas tendencias de temporada. Las colecciones están situadas estratégicamente a su lado. La función del visual merchandiser Diseño de tiendas 30 Varios grandes almacenes de todo el mundo se han convertido en espectaculares emporios comerciales. Con sus enormes y fastuosas fachadas, Harrods en Londres –cuyos miles de bombillas eléctricas resplandecen como un paraíso para el comprador– y la Samaritaine, el mayor centro comercial de París, han resistido bien el paso del tiempo. Sin embargo, con la aparición del visual merchandising en la década de 1980, los comerciantes advirtieron la necesidad de ofrecer a su clientela una experiencia similar en el interior de los establecimientos. Para conseguirlo, ha sido esencial el diseño de tiendas. Actualmente, muchas marcas de moda dedican tanto tiempo y dinero al diseño de sus tiendas como a las colecciones. El diseño vincula todos los aspectos del visual merchandising: escaparates e interiorismo, así como mobiliario, accesorios e iluminación. Los visual merchandisers, arquitectos e inte- rioristas deben trabajar de forma coordinada para crear un entorno estimulante que impulse las ventas, y también sea un telón de fondo donde los visual merchandisers demuestren su talento. No tendría sentido que un arquitec- to proyectara el interior de una tienda sin haber entendido antes las necesidades del visual merchandiser. Un buen proyecto debe exhibir los productos de la mejor forma posible. Las circulaciones, la iluminación y la señalización son elementos que han de someterse a dis- cusión incluso antes de diseñar el mobiliario y los accesorios principales. ¿Qué es el diseño de tiendas? Abajo En esta tienda, proyectada por William Russel para Alexander McQueen en Milán, se ha prestado gran atención a la iluminación. Las lámparas, incluidos todos sus enchufes, bombillas e instalaciones, quedan completamente escondidas en el techo y a lo largo de revelar un escenario está situada frente a un espacio con butacas fijas y crea una especie de sala teatral que dota al establecimiento de un cierto ambiente cuyo fin es atraer a los consumidores. Arriba Los arquitectos de Prada (Nueva York), Rem Koolhaas-OMA, no se limitaron a ofrecer un buen telón de fondo para los productos, sino que proyectaron un espacio comercial que puede convertirse en un teatro con solo tocar un botón. La rampa que se abre para las paredes perimetrales. Un pilar con un banco circular alrededor, que se utiliza como elemento central para organizar las circulaciones, sirve como punto de referencia de todo el espacio, mientras que la luz difusa ofrece un agradable telón de fondo para cualquier colección de moda. 31 El diseño contribuye a reafirmar una imagen de marca y a sustentar una estrategia comercial. Los comerciantes confían en el diseño para atraer a la clientela. Mientras que algunos prefieren un diseño más sutil, a otros les gusta inspirar y sorprender con proyectos que generan una gran reacción entre el público. Antes de escoger el camino que va a seguir, un comerciante debería considerar el perfil de su clientela. Es probable que los compradores tra- dicionales no se sientan inclinados a entrar en unos grandes almacenes de tipo futurista y contemporáneo. La mayoría de las grandes ca- denas siguen un formato probado cuando abren una sucursal. Los establecimientos de prestigio reconocido, como Marks & Spencer, probablemente se resentirían si abrieran una tienda de vanguardia de repente: el riesgo se- ría demasiado alto y podría enervar a sus fieles seguidores. Sin embargo, hay veces en que puede ser conveniente romper el molde. En septiembre de 2003, por ejemplo, los grandes almacenes Selfridges adoptaron un aspecto mucho más contemporáneo y se apartaron del estilo de principios del siglo xx de su edificio en Oxford Street (Londres) con un estilo futurista en la tienda que abrieron en Birmingham. El edificio formaba parte de la remodelación del centro comercial de Bullring en los años sesen- ta. Con centenares de discos plateados ador- nando su forma orgánica, la nueva tienda es alabada o criticada por los habitantes de la lo- calidad, pero, tal como le habría gustado a Gor- don Selfridge, no deja indiferente a nadie y todo el mundo tiene una opinión formada al respecto. ¿Por qué es importante el diseño de una tienda? Arriba El proyecto de Future Systems para Selfridges en Birmingham, que abrió sus puertas en 2003, se ha convertido en un icono de la arquitectura de la ciudad. Al igual que la tienda más emblemática de la cadena en Oxford Street en Londres, Diseño de tiendas el nombre del establecimiento no aparece en la entrada. Según Gordon Selfridge, no era necesario, ya que todo el mundo llegaría a conocer el edificio por su imagen. El nuevo establecimiento de Birmingham sigue este mismo precepto mediante un estilo espectacular. 32 Los propietarios de un establecimiento contratarán los servicios de un arquitecto,ya sea para proyectar un nuevo establecimiento o para reformar un edificio existente o rehabilitar parte de un local. En general, se dejarán asesorar por un arquitecto experimentado en proyectos comerciales, diferentes de los de viviendas, ya que deben tener en cuenta el acceso público. En la mayoría de los casos, optarán por elegir un profesional con experiencia en el proyecto de establecimientos comerciales y teniendo en cuenta sus conocimientos y los proyectos que haya desarrollado. En algunos casos, sin embargo, se encargará el proyecto a un joven talento. Al proyectar una tienda, muchos arquitectos utilizan su estilo característico, que, en gene- ral, es la razón por la que alguien ha contratado sus servicios en primera instancia. Cuando el famoso fabricante de cristal francés Baccarat invitó al célebre arquitecto y diseñador Philippe Starck a proyectar su sede central en París, los directores posiblemente ya habían previsto que su lujoso pero excéntrico proyecto suscita- ría reacciones intensas entre su fiel clientela. Starck también diseñó una exclusiva colección de cristal para ponerla a la venta en la tienda. Antes de iniciar el proyecto, cuanta más infor- mación reciba el arquitecto sobre el producto y la marca, más fácil le será entender qué se espera de él. Un arquitecto necesita conocer los artículos que se pondrán a la venta y su stock, puesto que las diferentes zonas de ex- posición deben ser funcionales y también inte- grar un concepto global. Conocer qué productos van a quedar en una ubicación adyacente es también clave para crear un espacio coheren- te. Y, por supuesto, es necesario incorporar al proyecto final los indispensables mostradores de caja, los almacenes y oficinas. Todo ello es la labor de un visual merchandiser (véase capí- tulo 5). El arquitecto empezará elaborando diferentes ideas de concepto para que el cliente las apruebe: las ideas iniciales casi nunca son lo que el cliente espera. Una vez aprobado el an- teproyecto, el arquitecto dibujará las plantas y elaborará un calendario para la ejecución de las obras, así como el indispensable presu- puesto. El arquitecto puede proponer la empre- sa constructora y otros especialistas para acondicionar la tienda y supervisará todo el proceso. La empresa constructora aportará al- bañiles, electricistas, pintores y carpinteros; en ellos recae la responsabilidad de garantizar que se cumplan los plazos previstos para la apertura de la tienda. Derecha El agua y la electricidad no suelen combinar bien, aunque en este caso, en la parisina Maison Baccarat, Starck colgó una araña de luces dentro de un acuario de estilo contemporáneo y ha creado un elemento visual extravagante y llamativo. Abajo En este caso, Philippe Starck diseñó una yuxtaposición de modernas vitrinas exentas sobre un fondo de pintura al fresco tradicional, en armonía con el carácter de las colecciones de Baccarat. Arriba Con un uso inteligente del espacio en la densa ciudad de Tokio, Astrid Klein y Mark Dytham han proyectado una pasarela suspendida sobre la calle para Undercover Lab. ¿Quién diseña la tienda? 34 El principal objetivo del diseño de una tienda es mostrar los productos de la mejor forma posible. Esto se logra mediante una combinación de ambiente, funcionalidad y un interiorismo acogedor. Cada tienda es diferente según el producto que ofrezca: en un supermercado será más importante la funcionalidad, mientras que a una boutique de artículos de lujo le interesará crear un ambiente exclusivo. Los pequeños comerciantes pueden asumir el riesgo de promover un diseño interior más rompedor. Algunos de los proyectos más ima- ginativos del mundo se encuentran en Japón. En las calles de Tokio se esconden algunas de las tiendas más interesantes del mundo, inclu- so en callejuelas secundarias, en vez de ocupar el centro del escenario en las principales vías comerciales. Japón es un crisol de creatividad, donde espacios pequeños pueden transformar- se en galerías comerciales. El Sony Centre en el barrio de Ginza (Tokio) es un emporio tecno- lógico interactivo: el cliente puede probar los últimos aparatos y programas informáticos, las pantallas de plasma cubren el techo y la infor- mación interactiva muestra avanzadas ideas. La tienda A Bathing Ape en Japón vende sobre todo ropa informal y complementos de moda expuestos en estanterías de metacrilato fija- das a un pavimento de cristal que deja entrever el sótano. Por sus artículos poco convenciona- les y por el diseño de sus tiendas, la marca ha alcanzado un estatus de culto no solo en Ja- pón, sino en todo el mundo. Completamente opuesta en lo que a espacio se refiere, Habitat abrió su establecimiento más emblemático en Regent Street (Londres) en 2006, en un edificio que había sido una sala de cine (así como una iglesia y un merca- do de carne), donde la reina Victoria vio su pri- mera película. Tom Dixon, director creativo de Habitat, introdujo elementos contemporáneos en la arquitectura original. La combinación de lo antiguo con lo nuevo dio como resultado un espacio muy atractivo y una visión fascinante del pasado victoriano de la ciudad. Durante años, la tienda Corso Como de Milán ha atraído gentes de la moda de todo el mundo. Aunque está escondida al final de una calle sin pretensiones, la primera impresión del cliente al entrar en el establecimiento es la amplitud del espacio. Una cafetería descubierta ocupa el patio, que da acceso a la tienda y a un res- taurante. Unas escaleras conducen a la librería y a un espacio para exposiciones en la primera planta. Los expositores y las lámparas no son ni los más costosos ni innovadores —la mayo- ría fueron en su momento muebles o lámparas retro—, pero en conjunto crean un entorno úni- co. No todos los establecimientos requieren un gran presupuesto; las tiendas más estimulan- tes suelen ser resultado de proyectos ingenio- sos e interesantes. ¿Cómo funciona el diseño de una tienda? Arriba La famosa sección de calzado femenino de Saks Fifth Avenue (Nueva York) presenta colores tenues y neutros junto con elementos metálicos para que destaquen los productos. Una impresionante instalación de elementos de vidrio cuelga del techo y produce un efecto espectacular. Derecha En la tienda Habitat de Regent Street (Londres) se ha aprovechado al máximo la arquitectura original de una antigua sala de cine. El resultado es un establecimiento comercial contemporáneo con un telón de fondo muy tradicional, en un entorno llamativo y acogedor. 36 Rebecca Farrar-Hockley es directora creativa y de adquisiciones de la zapatería de lujo Kurt Geiger. Además de tener varias tiendas independientes en el Reino Unido, la compañía también posee destacadas concesiones en Harrods, Selfridges y otros importantes grandes almacenes, como La Rinascente en Milán. La nueva tienda insignia de la marca en Covent Garden (Londres) ha sido diseñada por John Field, consultor de visual merchandising, junto con el despacho de arquitectos Found Associates, con quienes Kurt Geiger ya había trabajado con éxito en el pasado. Rebecca Farrar-Hockley, John Field y Richard Found, director ejecutivo de Found Associates, analizan a continuación los temas clave que han de tenerse en cuenta al abordar el proyecto de un establecimiento comercial y sus expecta- tivas respecto al visual merchandising. Sobre el hecho de proyectar una tienda para Kurt Geiger a la vez que se tiene siempre en mente el visual merchandising Rebecca Farrar-Hockley (RFH): Las zapaterías son un gran reto para los diseñadores y especia- listas en visual merchandising ya que lo más importante es la exposición del producto. Los clientes no compran zapatos como comprarían ropa porque no cogen sin más el producto y se lo llevan hasta el mostrador de caja; tampoco se pueden exponer todas las tallas de zapatos en una estantería, y muchas veces el producto es demasiadocaro para dejarlo sin vigilancia. De hecho, toda la tienda es como un gran esca- parate. Es evidente que la correcta presenta- ción afecta a las ventas; no hay lugar para el error. Es importante destacar que las tiendas de Kurt Geiger están diseñadas de tal forma que necesitan poca decoración. Debido a la canti- dad de tiendas que tenemos, sería difícil mante- nerlas de forma eficiente. Por ello, lo que más nos conviene es un proyecto sencillo y eficaz. Sobre la colaboración entre comerciante y diseñador Richard Found (RF): Siempre le pedimos al clien- te un encargo detallado por escrito, porque eso le obliga a pensar sobre sus exigencias y nece- sidades. Este programa nos ayuda a dar mayor consistencia a nuestras respuestas. RFH: Es sumamente importante que ambas partes tengan una fuerte relación profesional. En todos nuestros proyectos, Richard ha enten- dido las complicaciones del sector y conoce a la perfección la imagen de marca que quere- mos dar. Análisis de una tienda: Kurt Geiger Arriba Los techos de espejo reflejan los maniquís dispuestos con posturas teatrales, de forma que contribuyen a generar una sensación de amplitud. 37 Arriba Las estanterías retroiluminadas atraen la mirada del cliente hacia los productos, mientras que el uso de espejos hace que la tienda parezca más grande. 38 Arriba izquierda Los maniquís, situados sobre grandes escalones, conducen al cliente hasta la planta inferior. El conjunto no solo aporta teatralidad a la tienda, sino que también constituye un importante centro de atención en el espacio de ventas. Arriba derecha En la zona alta de la escalera se ha colocado una especie de araña de luz hecha con 200 modelos de zapatos “imprescindibles”: una forma auténtica de marcar estilo que refuerza el concepto de la marca. Sobre el volumen de existencias RF: Es importante tener claro qué cantidad de artículos es necesario exhibir en la tienda. Sería inútil proyectar una tienda bonita, pero poco práctica. RFH: El crecimiento futuro también es importante y debe tenerse en cuenta. Mi cometido es que aumenten las ventas y hacer una buena factura- ción. En el futuro, podría necesitar introducir otros productos que consumen superficie de ventas. Sobre la necesidad de diseñar expositores y elementos fijos RF: Tres o cuatro configuraciones suficiente- mente probadas son las que dan mejores resul- tados. Por ejemplo, no tiene sentido modificar la altura de las estanterías si funciona bien en otras tiendas. RFH: Cuando trabajaba para otra empresa, tuve que hacerme cargo de un departamento que había sido diseñado con una gran canti- dad de elementos adicionales, supuestamente destinados a reforzar el visual merchandising. Sin embargo, me di cuenta de que los exposi- tores eran suficientes por sí solos, ya que el producto resultaba visualmente muy potente y no era necesario añadir nada. Los mejores expositores se confunden con el fondo, lo que permite que el producto destaque. Sobre los elementos clave John Field (JF): En la tienda de Covent Garden quisimos introducir un elemento clave: una es- pecie de araña de luces hecha con zapatos, situada en la zona alta de la escalera y que también se refleja en el techo de espejos. Fue construida con metacrilato y acero inoxidable por una empresa especializada del oeste de Londres, más conocida por sus escaleras a medida. La araña se compone de 200 zapatos colocados alrededor de unas líneas verticales de lámparas de tubo de Paulmann, cuya inten- sidad se mantiene baja para conferir un halo de luz interior cálido. 39 Arriba Los dos sofás rojos situados junto a una pared de zapatos retroiluminados son unos elementos visuales contundentes, a la vez que prácticos y visualmente estéticos. Abajo Los expositores elevan los zapatos y, además, están diseñados para mostrarlos con una inclinación de 45 grados: una buena opción para que los modelos destaquen de forma individual. Sobre el uso del color RF: Un telón de fondo relativamente neutro ofre- ce opciones mucho más flexibles en las que si- tuar los productos. Las paredes de colores fuertes pueden entrar en conflicto con los zapa- tos de colores. JF: La textura de los materiales utilizados permi- te que destaque la calidad de los zapatos y apor- ta una mayor flexibilidad a la hora de presentar las colecciones por formatos y combinada de di- ferentes maneras. Para los zapatos de tacón de aguja más deslumbrantes podemos utilizar plexi- glás, piedra volcánica roja y acero inoxidable puli- do espejo, y para los estilos más urbanos y des- enfadados, madera lijada y fieltros industriales. Sobre la iluminación RF: Todos los aspectos del diseño son crucia- les. Si fallas en una cosa, fallas en todo el con- junto. La iluminación es uno de los aspectos más importantes del proyecto. Una mala ilumi- nación puede cambiar la apariencia de un pro- ducto; una luz amarilla sobre piel marrón puede dar un aspecto rojizo al zapato. La iluminación que evita la luz demasiado blanca proporciona un efecto global más delicado. Sobre la identidad de marca RFH: Prefiero marcar un hilo conductor que se convierta en sinónimo de Kurt Geiger, que tener que aplicar un formato idéntico a cada tienda. RF: El tamaño y la posición del local también dictan hasta dónde se puede llegar con el con- cepto del diseño. La tienda de Regent Street, a diferencia del establecimiento de Liverpool, es un edificio histórico catalogado. El proceso de desarrollo del proyecto incluye muchas impli- caciones legales y requisitos constructivos. Escaparates 42 No hay duda de que los escaparates ayudan a incrementar las ventas si son atractivos e innovadores. Son el único gran recurso de marketing de un establecimiento en el que no es necesario gastarse dinero, aparte de los costes iniciales, ya que forman parte de la arquitectura de la tienda. Por lo tanto, vale la pena aprovecharlos al máximo. Muchos establecimientos siguen invirtiendo buena parte de su presupuesto de marketing para crear obras de arte; otros presentan sus productos de forma sencilla pero efectiva. Sin embargo, hay algunos que nunca explotan todo el potencial de sus escaparates. Tanto si se trata de escaparates de grandes dimensiones, por ejemplo, los de los grandes almacenes, como de una simple vitrina en la entrada de una tienda, es necesario proyectarlos al detalle. Un escaparate bien resuelto no solo es un reclamo para entrar en una tienda, sino que refuerza la imagen de marca del establecimiento. Puede actuar como una herramienta publicitaria y dar una idea de lo que puede comprarse en la tienda. Según el tipo de establecimiento, deberán to- marse en consideración distintos factores para realizar un escaparate en cada momento. En consecuencia, serán distintas las licencias creativas que se le permitirán al visual mer- chandiser. Unos grandes almacenes (o incluso una pequeña tienda) pueden querer llamar la atención mediante un escaparate con un tema pensado a ese efecto. Este tipo de escaparate no suele estar basado únicamente en el pro- ducto, sino que también está guiado por la ne- cesidad del departamento de compras o de marketing de promocionar una tendencia o un artículo determinado del que han comprado mucho o bien en el deseo de que sea la base de una campaña de promoción. Un escaparate basado en un producto puede aplicarse tanto en unos grandes almacenes como en un pe- queño establecimiento, pero suele ser el prefe- rido de las cadenas de tiendas, donde la necesidad de llegar al mercado de masas re- sulta esencial. Sea cual sea la fuerza impulsora detrás de un escaparate, deben tenerse en cuenta una se- rie de consideraciones con respecto al proyec- to que incluyen el tipo de escaparate, la mejor forma de agrupar los productos, la posibilidad o no de introducir un tema o un esquema de conjunto, y el uso de accesorios, iluminación, gráficos y señalización. “Si Selfridges fuera una revista, sus escaparatesserían la portada”. Alannah Weston, directora creativa, Selfridges Arriba El escaparate “Punk y futuro” de Selfridges presenta una imagen contemporánea de la época punk. Los tubos de neón y los maniquís de colores brillantes fueron el tema principal de todos los escaparates de la tienda de Londres. Derecha Este escaparate está compuesto por líneas simples y formas de atrevidos colores para promover un revival de la moda de la década de 1960. 44 Antes de iniciar el proyecto de un escaparate, es preciso conocer el espacio y la profundidad de la que se dispone, así como las características prácticas que condicionan qué se exhibe y cómo se exhibe. Tamaño y estilo de un escaparate La escala del escaparate es uno de los pará- metros que influyen en el resultado final del trabajo que se realice con él. No hay unas me- didas o formas estándares en los escapara- tes que dan a la calle; todos son distintos. Los escaparates de mayor tamaño requieren más artículos y atrezzo; otros pueden necesitar me- nos. Además de por la escala, hay diferencias en los estilos. Los más comunes son el esca- parate cerrado, el escaparate abierto por de- trás y el escaparate-vitrina. También debe pensarse en las tiendas que no disponen de escaparate. Escaparates cerrados Suelen hallarse en los grandes almacenes. Ce- rrados por una gran luna de vidrio en la facha- da (frente al público en la calle), una pared en la parte posterior, dos paredes laterales y una puerta, estos escaparates parecen una habita- ción. Su decoración resulta muy interesante precisamente porque solo se puede captar la atención del público desde un ángulo: la calle. Los escaparates cerrados requieren ser plani- ficados cuidadosamente. Por su considerable tamaño, se necesitará una gran cantidad de productos para llenarlos; los elementos de atre- zo también serán grandes e incluso desmonta- bles, lo que incrementará su coste. Sin embargo, pueden exhibirse artículos caros siempre que la puerta esté protegida y los clientes no pue- dan acceder a ellos e interferir en la presenta- ción. Desde el punto de vista del diseño, la decoración debe ser frontal, ya que solo se con- templará desde un ángulo. Escaparates abiertos por detrás Estos escaparates no tienen pared trasera y pueden disponer de paredes laterales. Son la opción preferida para muchos comercios por- que permiten contemplar el interior de la tienda desde fuera. Sin embargo, por esta misma ra- zón, el interior debe estar cuidado y atractivo en todo momento. Son escaparates más difíciles de realizar porque se ven desde el exterior y el interior. En ellos, a diferencia de los escaparates cerrados, los artículos de lujo no están protegi- dos, por lo que no resultarán adecuados para este tipo de escaparate. Otra circunstancia para tener en cuenta es la posibilidad de que los usuarios toquen los artículos expuestos. Sin escaparate Los centros comerciales suelen tener locales sin escaparate. Fuera del horario comercial, la parte frontal del establecimiento está expuesta a la vista del público con una única persiana metálica de separación. Al no haber ni puerta ni ningún tipo de división que frenen la entrada de los clientes, en este tipo de establecimientos se pretende que el público acceda al interior y circule libremente. Parece, pues, que no exista ningún requisito de diseño en este sentido; sin embargo, es adecuado que los artículos se exhiban justo en la entrada, con presentaciones orientadas a atraer a los consumidores. Características de los escaparates 45 Arriba Un escaparate cerrado puede tratarse como un escenario, tal como se muestra en esta imagen de Selfridges (Londres), donde el montaje se orienta hacia el público: al consumidor que pasea por la calle. Escaparates Abajo Al igual que los escaparates cerrados, los escaparates abiertos por detrás deben orientarse hacia el cliente en la calle, pero, dado que permiten ver el interior del local, tanto el escaparate como la tienda necesitan un buen mantenimiento, como sucede en esta tienda de Stella McCartney en Nueva York. 46 Escaparates inclinados Son escaparates inclinados hacia la entrada. Este tipo de escaparate está desapareciendo gradualmente, pero es importante recordar que las agrupaciones y artículos deben situar- se en paralelo respecto al cristal y no a la ace- ra o la calzada. La razón es que hay más posibilidades de que los clientes se detengan y se queden de pie delante del escaparate an- tes de acceder a la tienda; también ofrece la ventaja de permitir trabajar con toda la superfi- cie del vidrio. Escaparates en esquina Como se extienden por toda una esquina, los grupos de artículos deben situarse en la mis- ma. Un uso inteligente de las agrupaciones de artículos dirigirá los pasos del consumidor a uno y otro extremo del escaparate y hacia la entrada de la tienda. Escaparates en arcada La puerta del establecimiento queda retirada respecto al escaparate, por lo que una parte de la presentación debe orientarse a la calle para llamar la atención del consumidor, y otra parte situarse en la zona que conduce a la puerta, para incitar al cliente a cruzar el umbral del establecimiento. Escaparates-vitrina Los establecimientos especializados en artícu- los de pequeñas dimensiones, como joyas, suelen instalar vitrinas para llamar la atención del público. Estos escaparates en miniatura se sitúan a la altura de la vista para permitir un examen detallado de la mercancía. Arriba derecha Un escaparate en esquina atrae la atención desde dos direcciones. Por ello, es importante garantizar que sean llamativos desde cualquiera de ellas, como este de Bershka en San Sebastián (España). Arriba izquierda La entrada de una tienda con escaparates en arcada queda más lejos de la calzada, por lo que, en este caso, la función del escaparatista es orientar los pasos del consumidor hacia el interior del establecimiento, como en Max Studio de Los Ángeles. Abajo Situada al nivel de la vista, la vitrina es el mejor recurso para exhibir artículos pequeños y valiosos; así lo demuestra Cartier en los grandes almacenes Selfridges (Londres). 47 Escaparates Arriba En el escaparate de Nike en Pekín (China), tres maniquís de estilo deportivo corren y saltan. Sus posturas teatrales refuerzan la idea de la marca, mientras que el uso exclusivo de productos de color rojo remite al logo de Nike. Si se trabaja en un escaparate con una altura libre especialmente grande, los maniquís pueden elevarse sobre una base para ayudar a llenar el espacio. Montaje de un escaparate Antes de diseñar un escaparate, el visual mer- chandiser debe conocer todas las herramien- tas y demás recursos que están a su alcance. Idealmente, un especialista con experiencia preferirá trabajar sobre una especie de lienzo en blanco que posea ciertas características. Paredes de madera Un escaparate cerrado siempre se beneficiará de disponer de paredes resistentes y opacas. La pared trasera supone un buen telón de fon- do para la presentación visual de artículos. Al igual que las paredes laterales, su superficie debe ser lisa para que pueda pintarse o forrar- se en función del diseño del escaparate. Todas las paredes tienen que ser lo suficientemente resistentes como para admitir clavos o torni- llos. Tableros de madera para el pavimento Los tableros desmontables de DM son fáciles de retirar y cubrir, ya sea con moqueta, tela o PVC. También admiten clavos y tornillos. La po- sibilidad de alterar el pavimento de un escapa- rate puede cambiar radicalmente la apariencia de la presentación. Algunos pequeños estable- cimientos prefieren un pavimento que pueda pintarse cada vez que cambia el concepto del escaparate, mientras que otros optan por un pavimento fijo de madera o piedra que perma- nece inalterable al modificar el diseño. Ambos son aceptables, pero hay que tenerlos en cuenta al hacer el proyecto del escaparate.Un pavimento de piedra no resultará adecuado para fijar un maniquí, ya que no será posible clavar clavos en su superficie (véase página 193). Malla en el falso techo Una malla metálica pintada del mismo color que el techo para que no destaque es de vital importancia en cualquier escaparate, ya que es el soporte en el que colgar carteles, acce- sorios o incluso maniquís. A la larga, evita per- forar el techo para sujetar tornillos y efectuar tareas de mantenimiento cada vez que se cam- bia el escaparate. Puerta con cerradura En un escaparate cerrado, una puerta oculta no solo permitirá entrar y salir de él, sino tam- bién mantener a resguardo cualquier artículo caro. Idealmente, la mejor situación de una puerta en un escaparate cerrado es la pared lateral, y no la pared posterior, donde domina- ría la presentación y sería visible desde la ca- lle. También se recomienda que disponga de una cerradura de buena calidad. 48 Iluminación Muchos de los mejores escaparates son in- cluso más atractivos y llamativos gracias a un uso inteligente de la iluminación. Esto solo es posible si el escaparate está equipado con lu- minarias de gran calidad. Más adelante, anali- zaremos los requisitos de iluminación (véase página 90). Tomas eléctricas Es muy conveniente equipar el escaparate con tomas de corriente. Estas se ocultarán a uno u otro lado del escaparate, cerca del vidrio. Como en el caso de la puerta, es mejor que no sean visibles en la pared del fondo. También es aconsejable instalar un par de tomas en el techo, también cerca del vidrio y ocultas a la vista. Estores Muchos escaparatistas prefieren ejecutar sus proyectos sin ser vistos por el público. Un estor ocultará también el desorden causado por el montaje o el desmontaje de un escaparate. Fácil acceso Trasladar grandes accesorios o muebles hasta el escaparate no costará ningún esfuerzo si la puerta es lo suficientemente ancha. El visual merchandiser también necesita espacio para poder trabajar en la parte trasera del esca- parate. Altavoces En muchos comercios de gran tamaño o en grandes almacenes, la seguridad es esencial. Mientras el visual merchandiser esté trabajan- do en el escaparate, es importante que se mantenga en contacto con el exterior a través de los avisos que se transmiten por los alta- voces. Sistema de extinción de incendios Se sabe de incendios que se han iniciado en un escaparate a causa de un empalme de cables defectuoso o de una lámpara sobrecalentada. Un sistema de rociadores contra incendios ayu- da a prevenir estos accidentes. Arriba Pintada del mismo color que el techo, la malla metálica puede utilizarse como soporte de raíles electrificados, así como de accesorios y artículos, una técnica utilizada en el caso de la fotografía. 49 Escaparates Raíl electrificado Malla metálica Raíl anterior Raíl central Puerta camuflada Pavimento de paneles desmontables Raíl lateral Arriba Una vez instalados todos los elementos esenciales, puede iniciarse el montaje del escaparate. 50 Una vez familiarizados con el telón de fondo —el escaparate—, podemos empezar a proyectar. En este momento, es necesario considerar la finalidad última de la presentación. ¿Se quiere escandalizar, atraer o provocar una reacción del espectador, tal y como han hecho grandes almacenes, como Barneys de Nueva York o Harvey Nichols de Londres? Hay muchas razones por las que un visual merchandiser puede optar por diseñar un escaparate de una forma determinada, pero ante todo debe asegurarse de que el escaparate refleja el producto que se comercializa en la tienda o siente empatía por él. Muchas veces, los escaparates adoptarán la forma de una historia e incorporarán elemen- tos o accesorios (véanse páginas 62-67) que o bien tienen algo en común con el producto que se comercializa o no guardan ninguna relación con él aunque mantienen un equilibrio artístico entre los accesorios y el producto. Algunos es- tablecimientos prefieren transmitir su mensaje mediante escaparates que no exhiben ningún producto, pero aun así venden la imagen de la tienda o se hacen eco de un acontecimiento que tiene lugar en el interior; con este fin se han utilizado obras de arte, performances en directo y montajes animados. En las épocas de rebajas, es habitual utilizar solo los productos que están a la venta para crear un escaparate. Teniendo en cuenta todos esos factores, el vi- sual merchandiser considerará qué opción se adecua mejor a un proyecto determinado. Proyectar un escaparate Arriba En este escaparate “políticamente correcto”, compuesto por elementos gráficos y un maniquí, la tienda Topshop de Londres se asegura de que sus clientes sepan que no venden pieles reales de animales. Comunican su mensaje mediante un abrigo creado con muñecos de peluche. “El primer paso para proyectar un escaparate es definir un tema y el espíritu en que se desean presentar los artículos. Luego, tiene que encontrarse LA idea: aquella idea especial que marcará la diferencia en términos visuales”. Franck Banchet, director creativo, Printemps 51 Abajo Cuando el grupo de pop británico Florence + The Machine recibió el encargo del diseño de un escaparate para Selfridges (Londres), decidieron inspirarse en su tema de éxito Between Two Lungs [Entre dos Escaparates Arriba Los escaparates no siempre se utilizan para promocionar un producto determinado. Pueden proyectarse para que los compradores potenciales se detengan a admirarlos, como este de Printemps (París), donde unos bailarines actúan en directo. pulmones]. En la imagen, un maniquí yace con unos pulmones de neón expuestos al público. 52 No siempre es fácil proyectar un escaparate que produzca en los consumidores un efecto emocional que a la vez les incite a pensar. Alannah Weston de Selfridges (Londres) cree que la ejecución y el lenguaje que se utilizan en un escaparate son elementos básicos. “Una ejecución impecable es muy importante para obtener un buen escaparate”, comenta. “No hay que presentar demasiadas ideas, la com- posición debe ser excelente y se debe ser ca- paz de contar una historia; estos son conceptos muy importantes al proyectar un escaparate. Aquí en Selfridges tenemos la suerte de tener tantos escaparates que podemos crear una narración a través de ellos, tanto literal como abstracta. También se trata de desarrollar un vocabulario con el que dirigirse al cliente que contempla el escaparate. El vocabulario puede estar compuesto por una serie de colores, for- mas o texturas. No tienes demasiado tiempo para captar la atención del público; necesitas atraerlo al instante cuando pasa por delante, pero, al mismo tiempo, los escaparates deben incorporar ciertos detalles que llamen la aten- ción de los clientes para hacer que se deten- gan. Y, por supuesto, los escaparates deben ser informativos”. A Alannah también le gusta contar con la cola- boración de artistas y profesionales del mundo creativo para proyectar sus escaparates. “Una de nuestras estrategias creativas es colaborar con otros profesionales, tanto si eso significa trabajar con un diseñador de moda para crear un escaparate en concreto o incorporar a nues- tro equipo a un artista famoso para llevar a cabo todo un proyecto”, añade. “Aportan un gran talento a nuestro establecimiento. Sabe- mos cómo trabajar con ellos y cómo conseguir lo mejor de ellos. Es bueno tener la mente abierta y buscar otros puntos de vista”. Arriba En sus escaparates “Punk futuro”, que pueden resultar algo inquietantes a algunos clientes, Selfridges de Londres entremezcló provocativamente el sexo y los artículos de menaje. 53 Escaparates Arriba y abajo Diseñados por David LaChapelle, unos pechos hinchables llenan un escaparate de Selfridges en Londres para promover el lado más sórdido de la ciudad de Las Vegas en una campaña que se prolongó durante un mes bajo el título de “Vegas Supernova”. El objetivo era
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