Logo Studenta

_Anatomia con Orientacion Clinica (1595)

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

que normalmente protege al ojo.
La pérdida de tono muscular en el párpado inferior da lugar a su caída, con
separación (eversión) de la superficie del bulbo ocular y desecación de la córnea.
El ojo queda sin protección frente al polvo y las pequeñas partículas. La irritación
del ojo no protegido da lugar a un lagrimeo excesivo, aunque ineficaz. También
se forma un exceso de líquido lagrimal cuando se obstruye el aparato lagrimal, lo
que impide que el líquido alcance la parte inferior del bulbo ocular. El paciente a
menudo se seca los ojos constantemente para enjugar las lágrimas, lo que
aumenta la irritación.
Inflamación de las glándulas palpebrales
Cualquiera de las glándulas palpebrales puede inflamarse y quedar
tumefacta por infección u obstrucción de sus conductos. Si se obstruyen los
conductos de las glándulas ciliares, aparece en el párpado una tumefacción
supurada (con producción de pus) roja y dolorosa, un orzuelo. También pueden
formarse quistes de las glándulas sebáceas del párpado, denominados chalazión.
La obstrucción de una glándula tarsal produce una inflamación, o chalazión
tarsal, que protruye hacia el bulbo ocular y roza contra él en el parpadeo.
Hiperemia de la conjuntiva
La conjuntiva es incolora, excepto cuando sus vasos están dilatados y
congestionados («inyectados en sangre»). La hiperemia conjuntival se
produce por irritación local (p. ej., por la acción del polvo, el cloro o el humo). La
conjuntivitis, o inflamación de la conjuntiva («ojo rosado»), es una infección
contagiosa frecuente del ojo.
Hemorragias subconjuntivales
Las hemorragias subconjuntivales son frecuentes y se manifiestan en forma
de manchas de color rojo claro u oscuro, situadas profundamente a la
conjuntiva bulbar o en su interior. Las hemorragias pueden ocurrir por
traumatismos o inflamación. Los golpes en el ojo, el sonarse la nariz con excesiva
violencia, los paroxismos de tos o los estornudos demasiado intensos pueden
producir hemorragias por rotura de pequeños capilares subconjuntivales.
Desarrollo de la retina
La retina y el nervio óptico se desarrollan a partir de la copa óptica, una
evaginación del prosencéfalo embrionario, la vesícula óptica (fig. C8-24
A). Al evaginarse del prosencéfalo (fig. C8-24 B), la vesícula óptica arrastra
consigo las meninges en desarrollo. Por lo tanto, el nervio óptico está revestido
por las meninges craneales y constituye una extensión del espacio subaracnoideo
(fig. C8-24 C). La arteria y la vena centrales de la retina cruzan el espacio
subaracnoideo y discurren dentro de la parte distal del nervio óptico. La capa
celular pigmentaria de la retina se desarrolla a partir de la capa externa de la copa
óptica, y la capa nerviosa a partir de la capa interna (Moore et al., 2016).
1638
https://booksmedicos.org
https://booksmedicos.org
	booksmedicos.org
	Push Button0:

Continuar navegando