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accesoria se originan varios conductos que desembocan en el conducto parotídeo principal. Bloqueo del nervio mandibular Para bloquear el nervio mandibular se inyecta un agente anestésico cerca de él, donde entra en la fosa infratemporal. En el abordaje extrabucal, se introduce la aguja a través de la incisura mandibular de la rama de la mandíbula, para llegar a la fosa infratemporal (v. fig. 8-67 B). Con la inyección suele lograrse la anestesia de los ramos auriculotemporal, alveolar inferior, lingual y bucal del NC V3. Bloqueo del nervio alveolar inferior Con el bloqueo del nervio alveolar inferior se anestesia dicho nervio, ramo del NC V3. La inyección del anestésico se realiza en torno al foramen mandibular, la abertura del conducto mandibular en la cara medial de la rama de la mandíbula (v. fig. 8-75). Este conducto da paso al nervio alveolar inferior, y a la arteria y la vena homónimas. Si el bloqueo es satisfactorio, quedan anestesiados todos los dientes mandibulares hasta el plano medio. También se anestesian la piel y la mucosa del labio inferior, la mucosa y las encías alveolares labiales y la piel del mentón, que reciben inervación del nervio mentoniano, ramo del nervio alveolar inferior (fig. 8-79 A). El bloqueo del nervio alveolar inferior puede causar problemas, como la inyección del anestésico en la glándula parótida o en el arco pterigoideo medial. Esto afectaría a la capacidad de abrir la boca (trismo pterigoideo). Luxación de la articulación temporomandibular Al bostezar o al abrir excesivamente la boca para tomar un gran bocado, la contracción excesiva de los músculos pterigoideos laterales puede producir una luxación anterior de las cabezas de la mandíbula (con desplazamiento por delante de los tubérculos articulares) (fig. C8-31). En esta posición, la mandíbula permanece descendida y es imposible cerrar la boca. Es más frecuente que un golpe lateral en el mentón con el puño cerrado cuando la boca está abierta luxe la articulación temporomandibular en el lado que recibe el golpe. La luxación de la articulación temporomandibular puede acompañarse de una fractura de la mandíbula. La luxación posterior es rara por la dificultad que supone la presencia del tubérculo posglenoideo y el potente ligamento lateral intrínseco. En las caídas o golpes directos sobre el mentón, habitualmente se fractura el cuello de la mandíbula antes de que se produzca una luxación. Debido a la estrecha relación de los nervios facial y auriculotemporal con articulación temporomandibular, en las intervenciones quirúrgicas hay que ser precavidos para proteger los ramos del nervio facial superpuestos a la articulación y los ramos articulares del nervio auriculotemporal que penetran en su parte posterior. En las lesiones de los ramos articulares del nervio auriculotemporal que inervan la articulación temporomandibular, por luxación traumática y rotura de la cápsula articular y del 1666 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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