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FIGURA 8-77. Drenaje linfático de los labios. La linfa del labio superior y de las partes laterales del labio inferior drena en los nódulos submandibulares. La linfa de la parte media del labio inferior drena en los nódulos submentonianos. La zona de transición de los labios (considerada habitualmente como el labio propiamente dicho), de color que varía de pardo a rojo, continúa hasta la membrana mucosa bucal (mucosa labial) para transformarse en la mucosa que cubre la porción vestibular intrabucal de los labios (fig. 8-78). Los frenillos labiales son pliegues de la mucosa, de bordes libres, situados en la línea media; se extienden desde la encía vestibular hasta la mucosa de los labios superior e inferior, y el del labio superior es de mayor tamaño. A veces existen otros frenillos más pequeños lateralmente en las regiones vestibulares premolares. Las arterias labiales superior e inferior, ramas de la arteria facial, se anastomosan entre sí en los labios para formar un anillo arterial (v. fig. 8-24; tabla 8- 5). El pulso de estas arterias puede palparse si se pinza ligeramente el labio superior o inferior entre los dos primeros dedos. El labio superior está irrigado por ramas labiales superiores de las arterias facial e infraorbitaria. El labio inferior recibe irrigación de ramas labiales inferiores de las arterias facial y mentoniana. El labio superior está inervado por los ramos labiales superiores de los nervios infraorbitarios (del NC V2). El labio inferior recibe inervación de los ramos labiales inferiores de los nervios mentonianos (del NC V3). La linfa del labio superior y las partes laterales del labio inferior drena sobre todo en los nódulos linfáticos submandibulares (fig. 8-77), mientras que la linfa de la parte medial del labio inferior drena inicialmente en los nódulos linfáticos submentonianos. Las mejillas presentan esencialmente la misma estructura que los labios, con los que se continúan. Las mejillas forman las paredes móviles de la cavidad bucal. Anatómicamente, la cara externa de las mejillas constituye la región de la mejilla, bordeada anteriormente por las regiones labial y mentoniana (labios y mentón), superiormente por la región cigomática, posteriormente por la región parotídea, e inferiormente por el borde inferior de la mandíbula (v. fig. 8-14). La prominencia de la mejilla se halla en la unión de las regiones cigomática y de la mejilla. El hueso cigomático subyacente a la prominencia, y el arco cigomático que lo continúa posteriormente, se conocen habitualmente como el «pómulo» (v. fig. 8-3). Los profanos consideran que las regiones cigomática y parotídea también forman parte de 1671 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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