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Ghislaine Saint-Pierre Lanctôt ediciones vesica piscis ¡Realiza rme! a esta Tierra? ¿Qué demonios he venido a hacer i Hay dos cosas que son evitables: el impuesto sobre la renta y la muerte. ii 1. La vida: ¿sobrevivir o vivir? Una decisión 2. Orden: prioridad del principio femenino 3. Religión / Espiritualidad / Divinidad 4. Ley: Justicia / Justeza 5. Política: de la democracia a la personocracia 6. Dinero: Finanzas / Economía/Industria / Comercio 7. Salud sin límites / Eterna juventud / Inmortalidad 8. Educación / Comunicación / Medios de comunicación / Cultura 9. Familia / Pareja / Hijos 10. Sociedad: paraíso en la Tierra, aquí y ahora Doy conferencias, seminarios y talleres en inglés y francés sobre temas diversos: Sitio web: www. personocratia.com Correo electrónico: ghislaine@personocratia.com Teléfono: 1 (450) 297-3930 Fax: 1 (450) 297-0233 Dirección: P.O. Box 309 Waterloo, Québec, Canada J0E 2N0 E.D.E.F. Entidad Divina En Formación. Esto es lo que soy yo. Llevo sesenta años deambulando por este planeta en busca de la verdad. He pa- sado por la experiencia de desempeñar dis- tintos roles: desde médica a oradora pasando por empresaria, madre y autora. Y, después de todas estas experiencias, he vuelto al punto de partida, he llegado a casa. Ahí es donde se halla la verdad. Está dentro de mí. Ghislaine Saint-Pierre Lanctôt Ofrezco sesiones de orientación a individuos, grupos y empresas. Se imparten cursos de «Conciencia divina aplicada» disponibles en varios países. Para más detalles, véase mi sitio web. iii Ghislaine Saint-Pierre Lanctôt ¡Realizar me! iv “Que diable suis-je venue faire sur cette terre?” Copyright © 2001, 2006 Ghislaine Lanctôt “What the hell am I doing here anyway?" Copyright © 2002 Ghislaine Lanctôt ¿Qué demonios he venido a hacer a esta tierra? Copyright © 2007 por Ediciones Vesica Piscis Apartado de Correos 1083 18697 La Herradura - España Tel : 958 64 00 28 Fax : 958 82 72 70 edito@vesicapiscis.eu www.vesicapiscis.eu Portada: Robert Munck Concepción gráfica y maqueta: Shivaw Traducción: Anna Renau Bahima del Poema: Maria Mendez Revisión: Sylvie Duran y Maria Pia Ambrosetti Ilustraciones: Sébastien Gingras Alisa, la yegua soberana, es obra de Thierry Sauer Y también su cría Aliseta Realisa, la yegua alada, fue creada por Jac Lapointe ISBN-13: 978-84-934597-6-5 Primera impresión: abril 2007 Impreso en Estonia Depósito Legal – GR.613/2007 Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta obra puede reproducirse ni transmitirse de ninguna forma ni por ningún medio, ya sea electrónico o mecánico, incluyendo la fotocopia, escaneamiento, grabación o duplicación mediante cualquier sistema de almacenamiento o recuperación de información sin previo permiso por escrito de las ediciones Vesica Piscis excepto para la inclusión de breves citas siempre y cuando se dé a la fuente el debido crédito. 1 Dedico cariñosamente este libro a: Fernande Saint-Pierre y Jean Lanctôt, los padres que son mi creación. Gracias por permitirme sobrevivir. Valérie, Caroline, Emmanuelle y Guillaume, los hijos de mi reproducción. Gracias por enseñarme a vivir. France, que vive a mi lado. Gracias por acompañarme en la actualización de mi divinidad. 2 Gracias a todos los que contribuyeron a crear este libro. Deseo hacer extensiva mi gratitud, en particular, a: Thierry, por haberme prestado a Alisa, la yegua soberana, y a Aliseta, su cria. Joachim, por tus revisiones y correcciones pertinentes. Shivaw, por tu entusiasmo y creatividad. Didier, por la valiosa información que suministraste. Jacques, por tus juiciosos consejos. Micheline, por tus brillantes cálculos. Vittoria, por clasificar los libros. France, por tu selección de artículos Guylaine, André, Sophie, Jean, Angèle, Gina, Henriette, Rèjuta, por vuestra lectura asidua y vuestras sugerencias apropiadas. Alain-René por el toque final. 3 PRÓLOGO INTRODUCCIÓN PREGUNTA DIRECTA, ¡RESPUESTA DIRECTA! 13 «EL GRAN RETRATO» 19 UN MAPA DE CARRETERAS 21 BEL, LA OVEJA BLANCA 26 REBEL, LA OVEJA NEGRA 28 BLANCA O NEGRA, UNA OVEJA ES UNA OVEJA 30 ALISA, LA YEGUA SOBERANA 40 REALISA, LA YEGUA ALADA 44 CON O SIN ALAS, UNA YEGUA ES UNA YEGUA 46 LA TRANSFORMACIÓN 54 LAS LLAVES DEL PARAíSO 73 LA ESCUELA DE LA VIDA 74 LA ENCARNACIÓN 76 LA CONCIENCIA 80 EL PRINCIPIO FEMENINO 89 EL SENTIDO DE LA VIDA 107 NI BIEN NI MAL, TODO ES DIVINO 112 EL PENSAMIENTO CREA 119 LA HUMANIDAD 134 INSTRUCCIONES DE USO 139 MI DIVINIDAD EN LO COTIDIANO 141 LEY: LA JUSTICIA Y LA JUSTEZA 142 LA POLÍTICA 156 LA ECONOMÍA Y LAS FINANZAS 173 LA INDUSTRIA Y EL COMERCIO 188 LA RELIGIÓN, LA ESPIRITUALIDAD Y LA DIVINIDAD 203 LA FAMILIA, LA PAREJA Y LOS HIJOS 212 LA SOCIEDAD 236 EPÍLOGO: La cabra de la Sra. Seguin 250 BIBLIOGRAFÍA 253 ÍNDICE ALFABÉTICO 257 ÍNDICE DE MATERIAS 4 www.personocratia.com 5 “Lo había olvidado... Peee-ro ahora me acuerdo.”* Ella le dio razón: "Acuérdate del tiempo sin tiempo, de eterna juventud, cuando eras yegua alada, resuelta, liberada viviendo tu poder en plenitud." "Ahora recuerdo", dijo, y se lo agradeció. Y al llegar al aprisco reunió a todos los borregos que encontró: «¡Emancipémonos! ¡Basta ya de dejarse esquilar sin rechistar para su solo beneficio! Yo decido ejercer mi propio oficio.» Y así el borrego negro recorrió el mundo entero y su lana ofreció. Caminaba entusiasta y sin cansarse y sus patas volvieron a alargarse. Se atrevió a galopar y a saltar y sus alas volvieron a brotar. Era la yegua alada, íntegra y realizada. Los poetas recuperaron su inspiración, y los borregos, la creación. ¡ADIÓS, SEGURIDAD! ¡VIVA LA LIBERTAD! *A lo largo del libro he escrito "Peee-ro" para emular el modo en que una oveja podría pronunciar la conjunción «pero». PRÓLOGO Érase una vez un hermoso animal, en realidad era un alma encarnada en una yegua alada. Un ser corpóreo y espiritual, ligero como el aire, y más veloz que el viento. «Princesa desde el día de su nacimiento» y desbordante de creatividad, la llamaban ETERNIDAD. Un día el hombre llegó, organizó la sociedad, jerarquizó, alteró verdad y dignidad, dividió y venció, estableció la ley y se hizo rey. Prohibió, a la vez, a lo largo del día galopar y volar con alegría. Las alas de la yegua se atrofiaron. Al no trotar, sus patas se acortaron. También prohibió el trabajo independiente. La yegua vio su pelo reluciente convertido en lana. El amo la vendió de buena gana, era un gran beneficio sin hacer ni un pequeño sacrificio. Así dejó de ser la yegua alada, soberana, dorada, y quedó convertida en un borrego, negro, con ojos pero casi ciego. Y pactó sin honor y por necesidad un trueque: dio su lana por seguridad. Y así fue, tras el muro, se sentía seguro; pasó el tiempo, la esquila se hizo más frecuente, la comida escaseaba, se sentía indigente. Y con gran desamparo y amargura decidió acudir a Madre Natura y abrirle su corazón. 6 Las referencias a personas sirven tanto para hombres como para mujeres, independientemente del género gramatical. Mi empleo del femenino, pues, tiene como única finalidad facilitar la lec- tura del presente libro sin dejar de subrayar la prioridad que otorgo al principio femenino. (NdA) Hablo en yo, en forma femenina, tuteo, creo… Para dirigirme a ti, lectora, he decidido: • variar mi nombre. Por un deseo de autenticidad, he retomado la ortografía original de mi apellido sin variar la pronunciación. Además, he añadido el apellido de mi madre, Saint-Pierre, con el fin de subrayar la integración de mi principio femenino; • hablar en mi nombre en lugar de utilizar el “nosotros” o el “vosotros”, puesto que lo que en este libro comparto contigo es mi experiencia personal y mi propia visión de las cosas.. Las hago mías, no nuestras, y, todavía menos, vuestras; • restablecerel orden divino en la gramática situando lo femenino por encima de lo masculino. Te invito a dejar de identificarte con un género limitado a tu sexo y a darte cuenta de que eres todo, femenino y mascu- lino, a la vez; • derribar el muro jerárquico de la cortesía, que nos separa, y tutearte. To- das las personas somos de naturaleza divina, idénticas en esencia, iguales; • crear palabras nuevas, como: alma-oroso/a: adjetivo que describe el amor que proviene del alma, del corazón, del interior, en oposición al amor que viene del exterior. personocracia: sistema político que reconoce el poder de la persona. matrimonio en lugar de patrimonio, palabras resultantes de matria en lugar de patria, la feminización de satria en lugar de fratria, otras ya existentes Egoliat: el personaje de mi supervivencia, caricatura de mi ego colosal. } 7 Siete años después Siete años después de haber escrito La mafia médica1, heme aquí de nuevo para retomar el hilo donde lo había dejado. Este es el epílogo, una fábula titulada: “Lo recuerdo... Peee-ro lo había olvidado.” Es la historia de una yegua alada que se comportaba como una oveja porque había olvidado... Obedecía al pastor para obtener su protección. Un día se dio cuenta de que éste la estaba explotando desvergonzadamente ¡y que acabaría comiéndosela! Así que se fue a ver a la Madre Naturaleza en busca de consejo. La Madre Naturaleza le recordó que ella, de hecho, era una yegua alada con poder ilimitado que había olvidado su auténtica naturaleza. Desde entonces actuó de acuerdo con ésta y abandonó la falsa seguridad del redil ¡para hallar su libertad! Esta es mi historia, tu historia, nuestra historia. Tenemos sed de libertad; sin embargo, nos pasamos todo el tiempo aprisionadas por creencias condicionadas y paralizadas por el miedo. La libertad y las restricciones no van a la par. Están constantemente en desacuerdo. Y puesto que tanto la una como las otras son nuestras continuas compañeras, ya tenemos las condiciones servidas para que se produzca un duelo permanente. Así pues, como las ovejas, sufrimos, nos desgastamos y al final morimos. Sin embargo, como la yegua alada, también nosotras somos ilimitadas e inmortales… Peee-ro, como la oveja, también lo hemos olvidado. Ha llegado el momento de que demos el salto, de que despertemos de nuevo a nuestra verdadera naturaleza, ¡de que reconozcamos nuestra divinidad innata! Otra persona Aun cuando esté siguiendo desde donde lo dejé hace siete años, yo ya no soy la misma persona: nada más lejos. Y, para el caso, tú tampoco. Todos hemos crecido, cada cual a su manera, en nuestro propio entorno. Ya no tenemos la misma actitud ante las cosas; nuestro nivel de conciencia ha cambiado. Estos últimos años me han permitido integrar profundamente las nociones de soberanía personal y divinidad interior que he ido proponiendo en La mafia médica. Las aplico en mi vida diaria. En este libro comparto contigo el camino recorrido en esta experiencia. INTRODUCCIÓN 8 Siete años de asimilación Me he pasado los últimos siete años asimilando mi SOBERANÍA INDIVIDUAL. Cada día practico el comportarme como el ser divino que soy. Pienso de forma divina, hablo de forma divina y actúo de forma divina. Durante el primer año estuve mayoritariamente ocupada en lidiar con el Colegio de Médicos (la Junta Médica). Me habían citado para una acción disciplinaria a raíz de la publicación de La mafia médica. No me cogió por sorpresa que se levantasen cargos contra mí, todo lo contrario. Al fin y al cabo, había desacatado la política oficial. Las vistas se convertirían en un simulacro de juicio. Todo el mundo conocía el resultado antes incluso de que comenzase: ¡culpable de los cargos! Comparecí ante los tribunales sin abogado. Experimenté todo un abanico de emociones: reí, lloré, me impacienté, improvisé, me tambaleé, me contuve, declaré que era una médica «libre» y por último, simplemente, me fui. ¡Menuda experiencia!2 A partir de entonces estuve cuatro años viajando, dando charlas y organizando talleres por toda Norteamérica y Europa. Me encantó. La de la soberanía individual es una idea fascinante que llena a todo el mundo de entusiasmo. Me complacía enormemente compartir mis pensamientos con creyentes y escépticos por igual. Recuerdo con mucho cariño a todos los que respondieron de forma tan espontánea y entusiasta, que me apoyaron en un momento en que me sentía muy sola. Gracias. Durante este tiempo, descubrí también a muchas personas maravillosas que me enseñaron muchísimo. Con David Icke3, 14, 15, llegué al fondo de la conspiración y los orígenes de las grandes familias que gobiernan el mundo. Ryke Geerd Hamer4,6 me ayudó a comprender cómo funciona la supervivencia animal. Gracias a Drunvalo Melchizédek5, aprendí geometría sagrada. Con la ayuda de Valiant y otros autores8, 9, 10, 11, descubrí que la Tierra era hueca. Con Eldon Warman, comprendí las manipulaciones legales del impuesto sobre la renta que convierten a los seres humanos en esclavos. Me di cuenta con Jasmuheen7 de que la necesidad de comer y beber para sobrevivir era una mera creencia: podemos hallar todo el sustento que necesitamos en el prana, una fuerza vital. Dos autores, Clotilde Bersone12 y David Yallop13, me ayudaron a comprender la noción de que no hay ni bien ni mal: todo es una experiencia divina. Hice mi aprendizaje de soberanía individual. A veces creía comprenderlo bien; otras, no estaba tan segura. Mi paso de ser una conciencia rebelde a una conciencia soberana fue a veces pedregoso, pero nunca me dejé llevar por la duda. Experimenté la bancarrota personal. Cancelé mis cuentas bancarias para siempre. Dejé de pagar el impuesto sobre la renta. Me deshice de todas mis tarjetas de «plástico»: de Medicare*, de la seguridad social, del permiso de conducir y de crédito. Me negué «conscientemente» a pagar multas, comparecí ante los tribunales, fui a prisión y tuve que realizar trabajo comunitario de pintora. Lo significativo fue que me curé de mi papel de salvadora. Había querido salvar el mundo. Imagínate mi decepción al darme cuenta de que todo el mundo tiene el poder de salvarse a sí mismo. Era hora de que me concentrase en salvarme a mí misma. Me alegro de haberlo hecho. Entonces estuve lista para empezar este libro en el que quería compartir mis experiencias. * En los EE.UU., organismo y programa estatal de asistencia sanitaria a personas mayores de 65 años. (NdT) 9 Una continuación Prosigo allí donde me quedé con La mafia médica. Recuerda La pesadilla de ayer La realidad de hoy El sueño de mañana la sumisión colectiva la soberanía individual la solidaridad universal de las ovejas de la yegua soberana de la yegua alada Estos son los distintos niveles de conciencia humana que determinan nuestro estado de salud así como el de la sociedad en general. Eso es lo que explicaba en La mafia médica donde concluía que solamente un cambio en la conciencia individual puede conducir a la salud ilimitada y ayudar a sanar los sistemas sanitarios en general. A juzgar por el continuado deterioro de dichos sistemas, he llegado a la conclusión de que el mensaje no llegó o que nunca fue comprendido. De hecho, la reacción al libro, tanto a favor como en contra, fue tal que la gente, por el contrario, se fijó únicamente en la parte mala: el infierno en el que vivimos. No oyeron la parte buena: el paraíso que estamos a punto de crear. La Mafia Médica trata del sistema médico en particular. ¿Qué demonios he venido a hacer a esta tierra? trata de todos los sistemas. Son idénticos. Una vez entiendo el funcionamiento de uno los entiendo todos. No voy a repetir aquí la explicación del funcionamiento de los sistemas. En esta ocasión me centro en nuestra auténtica naturaleza divina y nuestra capacidad de crear sin límites. Describo las fases de la transformación de nuestra conciencia. Comparto contigo mi aprendizaje y reveloatajos que descubrí para evitar el sufrimiento con que me encontré a lo largo del camino de la vida. Incluyo un mapa de carreteras, El Gran Retrato, y un manual de instrucciones para que te ayude en tu viaje por este planeta. Por supuesto, de ti depende si quieres continuar estando sujeta a los caprichos y prescripciones de otros o si quieres dirigir tus propias experiencias. 10 Unos cuantos detalles A lo largo de los años he ido acumulando una enorme biblioteca de libros y artículos para citar como referencias. Y entonces, hace unos meses soñé que me desprendía de mis libros, artículos, notas y referencias. Me hizo sentir muy bien. Me di cuenta de que no quería ir arrastrando todo ese peso. Así que decidí limitarme en esta obra únicamente a unas pocas referencias y citas. En cualquier caso, el conocimiento está dentro de ti. Lo que ves, oyes o lees sólo hace que resuene más. Prueba de ello es un comentario que recibí una y otra vez acerca de La mafia médica: «Gracias por decir en voz alta lo que yo siempre he sentido muy en el fondo». Te invito a que abras tu mente, escuches y permitas que se asiente el polvo; después recordarás únicamente las cosas que tengan sentido para ti: tu propia verdad. Simplemente, ¡no tires al niño con el agua del baño! La mayoría de ejemplos que utilizo proceden de mi entorno inmediato. Pero no hay necesidad de preocuparse: está sucediendo exactamente lo mismo en todo el planeta. Cambia los nombres y lugares y verás que los ejemplos pueden trasponerse a tus circunstancias. Creando a Diesa Durante muchos años creí en la existencia de un Dios exterior: una entidad masculina todopoderosa que crea, juzga, castiga a los malos y recompensa a los buenos. Me sometí a todo eso. Entonces, un día me rebelé contra la autoridad de los representantes de dicha entidad en la Tierra, contra la religión, y abandoné mi lealtad a los unos y a la otra. Pero no abandoné mi búsqueda de lo absoluto, del amor todopoderoso e infinito... de lo divino. Finalmente descubrí mi yo interior y me di cuenta de que la divinidad se halla, intrínseca, en el interior de todo y de todos. Adquirí conciencia de que yo soy divina, como lo es todo el mundo. Peee-ro, había olvidado quién soy. Ahora lo recuerdo: soy una entidad divina creadora y mi nombre es Diesa. Si te gusta el nombre úsalo. Si no, invéntate otro. La divinidad es el espíritu UNO que crea TODO cuanto existe. (Cuando hay muchos espíritus se los conoce como dioses y diosas.) Si el espíritu es ÚNICO y se halla DENTRO de todos y de todo, al espíritu INTERNO se lo denomina «creatriz» y está unido a su creación, la materia. Creatriz y creación son idénticas e indivisibles. Tanto el espíritu como la materia son divinos. Esta es la divinidad interna. Esta es Diesa. Si el espíritu es ÚNICO y se halla FUERA de todos y de todo, al espíritu EXTERNO se lo denomina creador y gobierna sobre su criatura, la materia. Creador y criatura son dos entidades distintas y aparte. Únicamente el espíritu es divino. Esta es la divinidad externa ilusoria. Se la conoce como Dios, Alá, Yahvé, Krishna, etc. 11 ¡Despierta! ¡Ha llegado la hora! • Hora de despertar de tu sueño, de levantar el velo de la ilusión. Hora de abrir tu corazón, agudizar tu conciencia, ver la realidad oculta tras el velo de las apariencias. Hora de encontrar tu verdadera naturaleza y comportarte como una persona divina. Hora de celebrar la vida y no la muerte. Hora de difundir las buenas noticias. Hora de bailar con alegría, en lugar de ir arrastrándote penosamente. Hora de dejar atrás las canciones de amor que ensalzan la dependencia y el sufrimiento: ¿acaso el amor es mejor cuanto más duele? Hora de cantar sobre el amor a uno mismo. Hora de regocijarse por el fin del sufrimiento humano ¡y pregonar a los cuatro vientos la libertad y magnificencia de la humanidad! • Hora de dejar a un lado el «Juicio Final» profetizado por algunas religiones, en el que descubres si vas a ir al Cielo o al infierno. Lo que estas religiones no han mencionado jamás es que tú eres divina y que vas a elegir si entrar de un salto en el paraíso del amor o hundirte en el infierno del miedo. • Hora de poner fin a la simple supervivencia, alimentada por el miedo a una muerte inevitable. Hora de que el género humano se nutra de amor e inmortalidad. Hora de romper las ataduras de las antiguas creencias que te aprisionan y te convierten en esclava, creencias como la de que tienes que comer y beber para sobrevivir. Es tan errónea como aquella según la cual la muerte es inevitable. Eres un ser inmortal divino. Lo eres todo, lo puedes todo, lo sabes todo y estás en todas partes. • Hora de dar un cambio radical de dirección, de lo absurdo a lo que sea de sentido común. Hora de dejar de creer que la fuerza y la coacción traen el orden. Hora de dejar de repetir expresiones y frases como «las fuerzas de la paz» o «para tener paz prepárate para la guerra». Hora de dejar de financiar guerras cuando lo que realmente quieres es paz. Hora de darte cuenta de que no necesitas protección a menos que tengas miedo: nada de miedo, nada de protección, nada de leyes, nada de tribunales, nada de prisión, nada de ejércitos... sólo paz, amor y riqueza sin límites para todos. ¡Ese es nuestro verdadero destino! • Hora de que la conciencia humana dé el mayor salto que jamás haya dado. Estás pasando de un reinado del miedo a uno del amor. Es el regalo más bonito que podrías haberte hecho a ti misma. También tú puedes elegir aceptarlo o rechazarlo. ¡Depende de ti! Mi decisión de «vivir a toda costa» fue tomada hace varios años. Me la repito a mí misma cada día. He entregado a mi alma las riendas para conducir mi vida. Dejo que ella me lleve y me dirija. Tengo, por fin, un modo de vida más suave. Ya no tengo que comprender, luchar ni resistirme. Vivo de acuerdo con lo que yo hago que suceda. Puedo asegurarte que la vida es más simple y sencilla. Es divina. ¡Pruébalo! 12 13 ¿Qué demonios he venido a hacer a esta Tierra? ¡Realizarme! Esto voy a hacerlo en dos fases: - Recordar quién soy. - Manifestar mi ser en la materia. Primero: recuerdo quién soy Soy una entidad divina, Diesa. Todas lo somos. Peee-ro, lo había olvidado. Vivía en la ilusión de que yo era un ser inferior a un Dios externo: un ser limitado, vulnerable y mortal. Y por ello, buscaba fuera de mí misma, aspirando a encontrar seguridad, protección, seguros y garantías... de felicidad, paz, bienestar, abundancia y amor, una búsqueda que me costó muy cara y me dejó insatisfecha. Yo sobrevivía en un mundo en guerra, en que el miedo era amo y señor, cuando lo único que tenía que hacer era recordar y reestablecer el contacto con mi divinidad interior. Segundo: manifiesto mi ser en la materia El espíritu únicamente puede existir a través de su manifestación concreta en la materia. Para hacer real mi divinidad me comporto como un ser divino en todos mis PENSAMIENTOS, PALABRAS Y ACCIONES. Eso es lo que se denomina espiritualizar la materia. Y así es como hago divino mi cuerpo: no saliendo de él y escapando, no negando o huyendo de mis miedos; no, todo lo contrario: afirmando y enfrentándome a éstos. Todos esos miedos que envenenan mis pensamientos, palabras y acciones, uno a uno, los identifico, los acojo y los trasformo. No les hago la guerra, hago las paces con ellos. PREGUNTA DIRECTA, ¡RESPUESTA DIRECTA! 14 Mi madre se pasó muchas noches cavilando sobre la pregunta: ¿A qué conduce todo esto de estar en la Tierra? Cuando le di la respuesta se cerró en banda. Se negó a reconocer que ella es Diesa. Eso era demasiado para ella, o es lo que pensaba. A lo sumo, podía estar de acuerdo en la idea de ser Diesa en parte, pero no totalmente. Encuentro que este tipo de reticencia está bastante extendido. Hacer real la propia divinidad interior no es demasiado para nadie. Pero sí es un extraordinario desafío. Por lo que a mí respecta, yo siempre he sido de desafíos, y estees el más grande. Me pasé años buscando lo absoluto en la materia. A pesar de poner mi correspondiente dosis de audacia, valor y tenacidad, no llegué a lograrlo nunca hasta que miré en mi interior. Fue entonces cuando comencé a ir en la dirección contraria, hacia el espíritu. Desde entonces he practicado y he estado aprendiendo a comportarme como Diesa. No es exactamente fácil, ¡pero es divertido! Cuanto menos me preocupo por la supervivencia, más vivo. Cuanto menos utilizo mis habilidades de superviviente, que tantos años me costó adquirir y afinar, mejor me siento. ¡Me encanta apostar por la divinidad! ¿Estás dispuesta a jugártela? El ser humano puede elegir El humano se sitúa entre dos mundos: el animal y el divino. Se distingue del de los animales por su capacidad de elegir. Puedo elegir comportarme (pensar, hablar, actuar) mediante el amor o mediante el miedo. Puedo ser consciente de mi naturaleza divina o cegarme a ella. Ese es mi libre albedrío. ANIMAL + ELECCIÓN = HUMANO + CONCIENCIA = DIVINO reino animal condicionado por el temor reino divino regido por el amor humanos pueden elegir entre 15 LOS ANIMALES no tienen ninguna elección. No tienen conciencia de su naturaleza divina. Están totalmente condicionados por su instinto de supervivencia. Ante el miedo meramente reaccionan atacando o huyendo para escapar de la muerte. Atacan o se defienden automáticamente según la reacción para la supervivencia programada en su cerebro biológico. • LOS SERES HUMANOS tienen elección. Pueden tener conciencia de su naturaleza divina. Pueden ir más allá de su instinto de supervivencia precondicionado. Ante el peligro tienen la opción de: lanzarse a la guerra (como los animales) o tener paz (como lo divino). Sus acciones externas reflejarán su condición interna: guerra interior, guerra exterior; paz interior, paz exterior. Todo proviene del interior y sale al exterior. La paz interior se define como vivir en armonía con la propia naturaleza divina. Ante el peligro ¿Diesa tiene miedo? No. ¿Se lanza ella a la guerra? No. Los seres humanos tienen la opción de comportarse así o de vivir en desarmonía con su naturaleza divina, lanzarse a la guerra internamente y después externamente. • • LOS SERES DIVINOS son perfectamente conscientes de sí mismos. Se comportan de acuerdo con su divinidad. Piensan, hablan, se comportan como Diesa. Están en paz consigo mismos, por dentro y por fuera. Son 100% amor y 0% miedo. Saben que el miedo no existe, que es una mera ilusión. La única realidad es el amor. Están en paz con lo que han creado, crean y crearán. Son la vida y van a una con ella. • • • Sobrevivir como un robot, programado por el miedo a la muerte … DEC ISIÓ N DEC ISIÓ N OPCIÓN DIVINAOPCIÓN ANIMAL SER MORTAL SER INMORTAL Vivir como una creatriz, sin límites, alimentada por el amor a la vida… He desterrado para siempre de mi vocabulario la expresión: “No tengo elección.” Cuando adquirí conciencia de que empleando esta expresión estaba negando mi divinidad y limitándome a la opción animal no volví a pronunciarla jamás. Me digo siempre a mí misma: “Sí tengo elección.” ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? 16 Diesa es vibración Ella lo crea todo a su propia imagen y semejanza. Ella es a la vez creatriz y creación. La vibración de la creatriz es invisible. La vibración de la creación es visible. Diesa es la raíz de todo La vibración de la creatriz es la más sutil y su frecuencia, la más elevada. Es el espíritu invisible que se halla en la raíz de todo. Para quedar encarnado en el cuerpo humano el espíritu invisible - baja su frecuencia de vibración... y se convierte en el alma invisible, - baja más su frecuencia... y se convierte en el cuerpo invisible: espiritual, mental y emocional, - baja más aún su frecuencia... y se convierte en el cuerpo visible: físico. TO DO ES V I B R A C I Ó N Ya sea espíritu o materia, alma o cuerpo, invisible o visible, Diesa siempre sigue siendo Diesa. 17 Una conclusión cuádruple 1. Diesa creatriz y Diesa creación son una y la misma entidad divina. No hay ninguna división ni jerarquía. Todo es divino. Todo es perfecto. Yo soy divina. 2. Diesa puede elevar o bajar a voluntad su frecuencia de vibración. Ella puede pasar de lo invisible a lo visible y viceversa. Por lo tanto, yo puedo materializar y desmaterializar mi cuerpo a voluntad. 3. Diesa crea a su imagen y semejanza. Todo se crea del mismo modo, incluida yo. Peee-ro, lo había olvidado... Yo me consideraba una pobre pecadora manchada del pecado original. Me veía destinada a sufrir y morir. Creé un mundo de sufrimiento y muerte, a imagen y semejanza de los pensamientos que albergaba sobre mí misma. 4. Lo único que tengo que hacer es salir del mundo de ilusión en el que me encuentro, adquirir conciencia de mi auténtica naturaleza divina, recrear, a mi propia imagen y semejanza, el Paraíso en la Tierra. De paraíso a paraíso Paraíso en la Tierra: un mundo de felicidad, alegría, igualdad, abundancia, salud, paz ¡y amor sin límites! Eso es con lo que siempre he soñado. Y no soy la única. En algún lugar de las profundidades de mi corazón, estoy segura de que existe el paraíso. Pero, ¿cómo encontrarlo? Adán y Eva conocían el Paraíso en la Tierra, o eso nos han contado. Ellos vivían en él. Entonces, ¿cómo es que nosotros ya no estamos allí? Porque ellos cometieron un error, o así va la historia. Comieron del fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y el mal. Dios los castigó. Los echó del paraíso y los condenó a trabajar con el sudor de su frente. Desde entonces Adán y Eva, junto con sus descendientes, han llevado la marca del pecado original. Esperan con sufrimiento al salvador que un día vendrá y abrirá de nuevo las puertas del paraíso. Esta historia es muy bonita, pero tiene poco sentido cuando la contemplo desde la perspectiva de Diesa. Falta un dato fundamental: que Adán y Eva eran divinos. Ellos y sólo ellos tomaron la decisión de abandonar el Paraíso para experimentar la dualidad del bien y el mal y adquirir conciencia de su indivi-dualidad. Cada uno de ellos es su propio salvador. Todo cuanto necesitan es adquirir conciencia de ese hecho de que el Paraíso es la conciencia de su divinidad interior. Cuanto más deprisa se corra la voz más deprisa conoceremos todos el Paraíso en la Tierra, ¡aquí y ahora! Llamando al sentido común… 18 19 «EL GRAN RETRATO» Un mapa de carreteras UN MAPA DE CARRETERAS 21 BEL, LA OVEJA BLANCA 26 REBEL, LA OVEJA NEGRA 28 BLANCA O NEGRA, UNA OVEJA ES UNA OVEJA 30 ALISA, LA YEGUA SOBERANA 40 REALISA, LA YEGUA ALADA 44 CON O SIN ALAS, UNA YEGUA ES UNA YEGUA 46 LA TRANSFORMACIÓN 54 21 El Gran Retrato es el mapa de carreteras de mi viaje por la Tierra. Me dice DE DÓNDE HE VENIDO, DÓNDE ESTOY, ADÓNDE VOY. Me permite localizar con exactitud dónde estoy en cualquier momento del tiempo, y encontrar mi camino, cualquiera que sea mi situación. Ahora que ya sé para qué estoy en esta Tierra, ahora que he respondido a la pregunta QUÉ, El Gran Retrato me ayuda a vivirlo en mi vida cotidiana. Responde a la pregunta CÓMO. Ahora puedo actuar en consecuencia. Busco modos de hacer mi viaje de la forma más eficaz posible con el fin de alcanzar mi objetivo: la AUTORREALIZACIÓN. No es absolutamente necesario disponer de un mapa de carreteras, pero resulta una herramienta inestimable para hacer el viaje de forma eficaz. Me ha ayudado a dejar de girar en círculos y hacer kilómetros y kilómetros sin avanzar jamás. Mientras pensé que era mortal estuve corriendo una carrera contrarreloj. "¿Lo conseguiré antes de morirme?" Estaba sometiéndome a mí misma a un enorme estrés, forzándome a hacerlo todo volando. ¡Ya no! La conciencia de mi inmortalidad física me ha cambiado la vida. Puedo hacer todo lo que quiera hacer, experimentar todo lo que quiera experimentar, alcanzar mi objetivo de autorrealización a mi propio ritmoy velocidad. Al fin y al cabo, tengo toda la eternidad por delante... No obstante, sí vivo en el tiempo y el espacio. Me encuentro en el umbral de la mayor mutación de la humanidad en tanto que la conciencia de ésta está cambiando. No me esperará. Así que me doy prisa. No lo hago corriendo por miedo a perder el autobús, sino estando preparada en todo momento, asegurándome de que todos y cada uno de mis pensamientos, palabras y obras van a la par con mi destino final: la realización de la divinidad de mi morada interna. El Gran Retrato es sencillo y fácil. Úsalo diariamente. "¡No salgas de casa sin él!” Bon voyage! UN MAPA DE CARRETERAS 22 Los cuatro niveles de la conciencia humana ¿Por qué cuatro niveles, cuando hay tantos como individuos, y cuando cada individuo cambia de nivel a cada momento de su existencia? Respuesta: Para simplificar las cosas y cortar camino hacia los puntos esenciales. Un mapa de carreteras no muestra casas individuales: ofrece una perspectiva general de todo el territorio. Nos permite ver dónde estamos, identificar adónde queremos ir y elegir la ruta que nos llevará hasta allí. ¿Por qué el empleo de animales para representar los distintos niveles de conciencia? Respuesta: Para ilustrar y aportar un poco de diversión. De hecho, solamente hay dos animales: ovejas y yeguas. Lo que se pretende mostrar con el gráfico es la TRANSFORMACIÓN de una oveja en una yegua. Más bien como una oruga que se transforma en mariposa, una mutación genética. Puede que hayan transcurrido miles de años tratando de mejorar a la oruga, cambiando el color de sus pelos, su longitud, el tamaño de sus pies, su duración de vida, su resistencia, su conducta..., pero sigue siendo una oruga. Pasar de oveja blanca a oveja negra es sólo un cambio. Pasar de oveja a yegua... ¡Eso es otra cosa totalmente distinta! Ya es hora de tirar todas mis creencias y anteriores experiencias al cubo de la basura, de abandonar todas esas técnicas de supervivencia que he desarrollado para aplazar el fatídico día del juicio final. Tengo que dar plantón a la muerte para poder vivir. Ello implica un nuevo nacimiento, nada menos. Abandono la oscuridad del vientre materno y salgo impulsada hacia la luz. El feto muere para dar vida al bebé. Esta es la transformación que yo estoy a punto de llevar a cabo. Así es como funciona siempre la naturaleza. Una vez renacida, creceré, me saldrán alas y echaré a volar. Eso es para lo que estoy en esta Tierra. 23 La descompartimentación ¡Y ahora, un trabalenguas! La compartimentación es lo que obtenemos de la racionalización. Con todas las interminables divisiones y compartimentos hemos perdido de vista nuestra vida en general y la sociedad en la que vivimos. Nuestras instituciones han quedado tan compartimentadas que ya no tienen ni pies ni cabeza para nadie. Se espera de nosotras que hagamos lo que se nos dice sin comprensión alguna, sin saber siquiera de dónde proceden las órdenes o a quién estamos sirviendo. La sociedad es un reflejo de las personas que la constituyen. Nuestras instituciones son nuestro espejo. Pueden decirnos muchísimo acerca de nuestra salud interior. El Gran Retrato pone fin a la compartimentación y a lo absurdo de ésta. Es una síntesis de la historia de la humanidad —de principio a fin— en una sola hoja de papel. Puedes verlo todo de un vistazo. Uso del Gran Retrato - Úsalo en cualquier momento. - Es único para corazones rotos: reactiva el amor al yo. - Excelente antídoto para el estrés, la fatiga, la enfermedad y la infelicidad. - Fantástico para la indecisión, pesadumbre, depresión e incluso desesperación. - Especialmente recomendado para síntomas como la impotencia, la rabia y el sufrimiento. - Especialmente útil en casos de trastornos visuales: cuando no ves lo que ven los demás. - Herramienta perfecta en caso de divorcio o rupturas. - Doblar la dosis en época de crisis. - Efectos secundarios descritos: falta de seriedad, no conformismo, falta de deferencia, sinceridad, sensibilidad, compasión, responsabilidad, calma, creatividad, empoderamiento, carcajadas... Sólo uno puede resultar incontrolable: las carcajadas. Una sola regla La única regla que debo obedecer es escuchar a mi corazón. El Gran Retrato es un mapa de carreteras que proporciona información, opciones y caminos disponibles. No prescribe la dirección a tomar ni el camino a seguir. Las respuestas a estas preguntas se hallan en mi corazón. Lo único que tengo que hacer es escucharlo. Una advertencia Llamando al sentido común… 24 Nuestra antigua dualidad del bien y el mal puede llevarnos a asociar los colores empleados en El Gran Retrato con mal = gris, y bien = amarillo. Y entre ellos, la zona blanca de la transformación, que juzga y condena. Tales asociaciones son completamente erróneas. Todo es divino, desde la oveja blanca hasta la yegua alada. Lo único en lo que difieren es en su nivel de conciencia de su naturaleza divina. La sección gris representa la ausencia de conciencia: confunde la ilusión con la realidad. Se trata del mundo material que ha prevalecido durante miles de años. La sección amarilla representa la conciencia individual de nuestra naturaleza divina. Da prioridad a la realidad invisible y sabe que la ilusión visible «seguirá el palo». Se trata del mundo espiritual al que podemos decidir que queremos ir. No es mejor una que la otra: es una cuestión de conciencia. El mundo material da prioridad a la materia sobre el espíritu. Va en contra del fluir de la vida. Es complicado y difícil. El mundo espiritual da prioridad al espíritu sobre la materia. Se mueve con el flujo de la vida. Es fácil y sencillo. El objetivo de la transformación no es eliminar el gris. Por el contrario, el objetivo es G A MATERIAMATERIA ESPIRÍTUESPIRÍTU cuerpo alma MATERIAMATERIA cuerpo alma ESPIRÍTUESPIRÍTU separación dualidad unidad por inclusión incluir el gris, amarillear (amar) el gris (miedo), espiritualizar la materia, hacer que ésta vibre a la misma frecuencia que el espíritu. Yo soy la que elige mi dirección. El mapa de carreteras me ofrece las posibles rutas. Yo decido cuáles quiero tomar. ¡Que tengas buen viaje! Me llamo Bel y represento a la mayoría de ovejas. 25 PRESENTÉMONOS... Yo soy Bel Yo soy Rebel Yo soy Alisa Yo soy Realisa 26 Soy blanca, con el pelo rizado y superlimpia. Soy idéntica a las demás: pienso, hablo y actúo como las demás. Formo parte del rebaño y lo sigo sin hacer preguntas. Estoy convencida de que hago lo correcto porque «todo el mundo lo hace». Impongo mi verdad y exijo que los demás la secunden. Soy muy engreída e intolerante. Soy de lo más normal que hay. Cumplo y funciono dentro de las normas prescritas. Respeto los criterios establecidos por las ovejas respetables. Soy una oveja consciente y pertenezco a una sociedad decente. Sigo la moda, leo los periódicos, miro la televisión. Trabajo para garantizar mi seguridad y la de mi familia. Obedezco la ley, pago mis impuestos, defiendo mi país. Y exijo que los demás hagan lo mismo. Soy políticamente correcta: en lo que respecta a la religión, a la familia, al espíritu, a las ovejas. Yo soy Bel, uno de los muertos vivientes, un zombi, una condenada a cadena perpetua a trabajar de nueve a cinco: esa es la historia de mi vida. No tengo conciencia propia. Como un ramo de flores secas, allí estoy, aún con buen aspecto, pero cortada de mis raíces. Creo que estoy viva, Peee-ro estoy desconectada de mi alma. Voy en piloto automático, soy una criatura de sociedad: un robot. Me dejo engañar por mi propia actuación sin ni siquiera darme cuenta. Llevo disfraces y acabo convirtiéndome en esos personajes. Soy padre, pastor, médico, abogado, político, líder sindical, adolescente, abuelo, jubilado, intelectual, empleado, artista, funcionario, deportista, gurú, activista, profesor, líder de banda, líder espiritual, humanista... Interpreto incansablemente mi papel. No hago preguntas. Dios,las autoridades o el tiempo lo pondrán todo en su sitio. Se me deja atrás en mi inconsciencia. Yo soy Bel. Me regodeo en la inacción. No hago olas. Soy como todas las demás, así que no destaco. Estoy agarrotada por el miedo. Pago cualquier precio para que se me deje en paz. No corro ningún riesgo. Mantengo la "omerta". Sé guardar secretos: secretos de familia, secretos profesionales, sociedades secretas, documentos secretos, vergüenza secreta... Odio el cambio. Las cosas seguras no son perfectas, pero ¡podrían ser peores! Mientras tenga un techo sobre la cabeza y tres comidas decentes al día puedo considerarme bastante afortunada. ¡Piensa en los que viven en el Tercer Mundo! Quiero que las cosas se queden como están, estoy totalmente a favor de la estabilidad: el statu quo. Nunca me inmiscuyo porque «el tiempo dará con una solución». Formo parte de la mayoría silenciosa. BEL, LA OVEJA BLANCA 27 Yo soy Bel, creo en las autoridades. Confío en ellas: ¡son BUENAS para mí! Velan por mi bienestar y me protegen. No todo el mundo es igual. Algunos son superiores y yo estoy contenta de que me gobiernen. De lo contrario reinaría el caos y la anarquía, y eso me aterroriza. Los individuos se aprovechan unos de otros, de modo que necesitamos rotundamente pastores que nos protejan a unos de otros. Pienso que es normal tener jerarquías: pastores y ovejas, los dominadores y los dominados, los ricos y los pobres, los poderosos y los débiles. Yo soy sumisa. Me pongo bajo la orientación de las autoridades. Yo creo que necesitamos perros policía para que mantengan el orden. Yo obedezco ciegamente las órdenes y ofrezco a las autoridades los frutos de mis trabajos. Soy una esclava con una corona en la cabeza: ¡me llaman democracia! Yo soy Bel, obtengo zanahorias como recompensa por mi obediencia y para animarme a seguir sirviendo al pastor. Son ventajas que tengo sobre las demás ovejas. Soy ascendida y subo un peldaño en la escalera del éxito, entrando en el rango de los privilegiados. Incluso puedo aspirar a alcanzar el estatus de pastor, algún día. Yo vivo el Sueño Americano. Las autoridades se aseguran mi obediencia y lealtad alimentando mis sueños. Me tienen corriendo detrás de tres tipos de zanahorias: poder, riqueza y prestigio (zanahorias PDP). 1. La zanahoria del PODER. Al fin puedo dominar a las demás ovejas. Se me confiere autoridad sobre ellas. Me admiran y me temen. Mis responsabilidades hacen que me sienta importante. Ahora me toca a mí dar órdenes y exigir obediencia. Ya no soy sólo una oveja anónima del montón: soy alguien, soy influyente, ¡tengo peso! 2. La zanahoria del DINERO. Mi ascenso conlleva beneficios económicos: bonificaciones, mejor sueldo, incentivos, cuentas de gastos de representación. Tengo acceso a información interna que puede resultar muy provechosa. Mi estilo de vida mejora: vivo en una casa más grande, cambio de coche. Impresiono a las demás ovejas. Soy un ejemplo a seguir. 3. La zanahoria del PRESTIGIO. Mi ascenso me reporta un prestigio añadido: títulos, licenciaturas, diplomas, medallas, honores. Sobresalgo de entre la multitud. Se habla de mí en los medios de comunicación. Incluso mis tarjetas de visita y membretes atestiguan mi estatus: presidenta, directora ejecutiva, Dra., obispa, interventora, auditora, recaudadora de impuestos, ministra... Las demás ovejas me llaman «doctora», «Consejo de Eruditos», «Su Excelencia», «reverenda», «Su Alteza», «lady», «Su Santidad», «sargenta», «generala», «Su Señoría»... Soy respetada, admirada e incluso venerada por las demás ovejas del redil. Algún día podría tocarles a ellas... La zanahoria suprema: el PARAÍSO para la eternidad. Y al final hay una zanahoria más, ¡la máxima! Esta zanahoria es la adecuada para ascender al paraíso para toda la eternidad, a condición, por supuesto, de que haya llevado una vida ejemplar de obediencia y sumisión y de que acepte morir. Esta zanahoria es tan grande que no hay ningún modo de que pueda tenerla mientras siga con vida, es una zanahoria póstuma. Es tan extraordinaria que bien vale el sacrificio de toda una vida en la Tierra. D 28 Me llamo Rebel y soy diferente al rebaño de ovejas blancas. Mi lana es negra. Yo destaco. Tengo una fuerte personalidad. Yo no me limito a tragarme todo lo que me dan de comer. Yo pienso por mí misma, hago preguntas y hallo respuestas. Opongo resistencia a la presión del rebaño y a veces muestro oposición. Me niego “a hacer lo que hacen las demás, porque todo el mundo lo hace”. Soy Rebel, se me considera anormal. Yo no cumplo las normas prescritas. Soy una inconformista, un bicho raro. Cuando la multitud va en una dirección yo salgo en otra. Se me mira con recelo. Yo hago lo que me place. Si hubiese de volver atrás para ser como las ovejas blancas me moriría. Yo soy Rebel, yo sobrevivo manteniendo los ojos abiertos. Veo lo que pasa. La sociedad, los sistemas, la gente, sé cómo funciona todo. Hay ganadores y perdedores. Yo soy lista y sé bajarme en el momento oportuno. Finjo estar de acuerdo, me pongo un disfraz, interpreto el papel, pero nunca me dejo engañar. Estoy muy bien equipada para hacer frente a las situaciones difíciles. He dado con unos cuantos medios de protección de primera. Tengo mi propia clase de armas y sé luchar. La vida es una sola y larga batalla. Si dejo de luchar muero. Yo soy Rebel, yo reacciono como un relámpago engrasado. Veo lo que pasa y si estoy en contra me enfrento, protesto, opongo resistencia, lucho, denuncio, me manifiesto, acuso, condeno, boicoteo, voy a la huelga... Hago olas: las cosas no pueden seguir así, las cosas tienen que cambiar. Me abro camino lo mejor que puedo por entre un mundo plagado de obstáculos. Salvo el pellejo y salvo mi alma. Hago acuerdos para asegurarme la supervivencia. Hay veces en que exploto y muestro mi verdadera naturaleza: a veces, Don Quijote; a veces, Juana de Arco; a veces, Robin Hood... Me meto en problemas, pero ese es el precio que tengo que pagar por mantenerme erguida. Yo soy Rebel, no me fío de las autoridades externas. NO son BUENAS para mí. Afirman que me están protegiendo y utilizan eso como excusa para quitarme mis derechos y mi propiedad. El Gran Dinero hace girar el mundo. Las leyes están hechas para los ricos. Nombra un político y habrás nombrado a un mentiroso. Quedo atrapada en la porquería. Peee-ro, ¿qué alternativa hay? Las autoridades mantienen el orden; son un mal necesario. Sin embargo, tienen que ser reorganizadas, hay que ejercer presión sobre ellas para servir mejor a los intereses del pueblo. Tenemos que mantener la lucha contra la pobreza, la enfermedad, la injusticia social, la falta de honradez, la violencia...; utilizar todos los medios que tengamos a nuestra disposición: investigaciones, comisiones, tribunales de justicia, resistencia pasiva, huelgas de hambre, desobediencia civil...; hacer que entren buenos pastores que tengan la voluntad de velar por el bienestar de sus ovejas; traer de vuelta la verdadera democracia. No abandonemos la lucha. Organicémonos. Unidos lo lograremos. REBEL, LA OVEJA NEGRA 29 Yo soy Rebel, una disidente, yo no me someto a las autoridades. Autoridad es sinónimo de enemigo ¡y yo estoy en guerra! Si hubiese de pasar por el aro me moriría. Siempre he sido desobediente: primero, con mis padres; después, en la escuela, y ahora, más aún. Puede que eso, a veces, me metiese en problemas, pero también me da muchísima satisfacción. Hago trampas con los impuestos, me las arreglo para burlar la ley, cobro bajo mano... Incluso he montado mi propia organización paralela para competir con el sistema establecido. Sólo tengo que asegurarme de que no me pillen, eso sí me asusta. Yo soy Rebel, recibo castigos por mi desobediencia. Los pastores se sienten amenazados por las disidentes y las golpean para disuadir a las demás ovejas. Si merezco que se tome la molestia, el pastor tratará de ganárseme con zanahorias PDP, como ascensos y prestigiosos títulos de empleo. «Todo el mundotiene un precio». Si no lo valgo o me muestro demasiado rebelde hay tres palos para hacerme volver al camino recto: la exclusión, el desposeimiento y la eliminación (palos EDE). 1. El palo de la EXCLUSIÓN. Soy excluida del rebaño, desacreditada, ridiculizada o difamada. No se me ahorra nada. Pierdo a mis amigos, a mis colegas, a mi familia. Ya no formo parte del grupo: se acaban las invitaciones, la información y el apoyo. Es como si tuviese la fiebre aftosa. Las otras ovejas se mantienen a distancia y me abandonan a mi suerte. Pierdo mi reputación. Ni una zanahoria más para mí, jamás. El miedo a la exclusión por sí solo ya es suficiente, el 95% de las veces, para llevar rápidamente a cualquier «oveja descarriada» de vuelta a la fila, para blanquear a la oveja negra hasta que sea como la nieve. 2. El palo del DESPOSEIMIENTO. Soy desposeída de mis derechos y de mi propiedad. Lo recibo por todos lados: auditorías de impuestos, juicios, recuperación de bienes impagados, malas clasificaciones crediticias, multas, interposición de acciones judiciales... No se escatiman esfuerzos para arrebatarme la propiedad: casa, ahorros, sueldo, posesiones, empleo... Se me priva del derecho a ejercer mi profesión u ocupación. Incluso mis derechos como madre pueden serme retirados si no me someto al pastor. Todo resulta muy efectivo. 3. El palo de la ELIMINACIÓN. Se me saca de la circulación por minar los intereses del rebaño o, es más, los del pastor. Bajo el pretexto de proteger a las ovejas blancas, por el bien común, el pastor dispone de dos clases de prisiones: una con barrotes o una institución psiquiátrica, una cárcel sin barrotes. En ambos casos las ovejas negras son «retenidas» allí hasta haber sido debidamente blanqueadas. Y si todo lo demás falla y el pastor sigue encontrándome demasiado incordiante amaña mi desaparición: accidente de avión o de coche, envenenamiento o una bala salida de la nada... El palo supremo: el INFIERNO para la eternidad. El último y el más grande de todos los palos es la amenaza de arder en el infierno para la eternidad si desobedezco los mandamientos de la Iglesia, que casualmente concuerdan con los del pastor. Este miedo me ha acompañado durante mucho tiempo y aún roe a la mayoría de mis congéneres negras. Es el miedo que hace que todos aquellos que puedan querer desasirse de la garra de la Iglesia se pregunten a sí mismos: ¿Es mejor someterse y sufrir a lo largo de toda una vida o arder en el infierno para la eternidad? 30 ¿Qué nos separa, a Bel de Rebel? —EL COLOR DE NUESTRA LANA. Ambas somos ovejas. ¿Qué nos hace iguales, a Bel y a Rebel? —NUESTRA NATURALEZA ANIMAL. Ambas somos animales. ¿Cuál es la característica que tenemos en común, Bel y Rebel? —NUESTRA INCONSCIENCIA. Ninguna de las dos somos conscientes de nuestra divinidad interior. La inconsciencia Ambas, Bel y Rebel, ignoramos nuestra naturaleza divina. Nos consideramos pobres, débiles e indefensos animales, presa fácil de los fuertes y sujetas a sus leyes. Estamos condenadas a trabajar con el sudor de nuestra frente y a luchar por nuestra supervivencia. Abandonadas a nosotras mismas, vamos a morir. No somos nada. Nos hallamos impotentes. Tenemos miedo. La reproducción Ambas, Bel y Rebel, podemos hacer únicamente copias de los originales de otros. Nos enorgullecemos de nuestra capacidad de crear vida, cuando, de hecho, lo único que estamos haciendo es, simplemente, reproducirnos para asegurar la supervivencia de la especie. Solamente re-transmitimos la misma información de la que estamos dotadas. ¡Si hasta fuimos elegidas para ser las primeras en ser clonadas! Estamos convencidas de que el auténtico creador está allí fuera, en alguna parte, y nos pasamos toda la vida buscando. Miramos en todas partes excepto dentro de nosotras. Estudiamos tablillas antiguas. Tratamos de descodificar nuestros genes. Nos volvemos hacia la Biblia y otras escrituras sagradas. Dirigimos nuestra mirada a la mitología así como a las estrellas. Hacemos todo cuanto podemos para encontrar pistas de este ilusorio creador, este creador de infausta memoria que, al final, es el responsable de todo lo que nos pasa, o eso creemos nosotras. La superioridad del principio masculino Ambas, Bel y Rebel, creemos que la única verdad es lo que experimentamos físicamente mediante nuestros cinco sentidos. Únicamente la materia visible tiene alguna importancia. Lo invisible no existe o, si existe, tiene una importancia secundaria, si es que tiene. Hemos elegido reconocer la superioridad del principio masculino y favorecer el «tener» visible sobre el «ser» invisible, la supervivencia sobre la vida. Sobre todo y en primer lugar, la supervivencia a cualquier precio. BLANCA O NEGRA, UNA OVEJA ES UNA OVEJA 31 El síndrome del rebaño Ambas, Bel y Rebel, somos ovejas vulnerables e impotentes codiciadas por el gran lobo malo. A nosotras mismas debemos el hecho de formar parte o ser miembros de un rebaño. Todas apiñadas, podemos plantarle cara y defendernos. La Unión hace la fuerza, es el lema de Bélgica. «Juntos venceremos», declaran los sindicatos. «Unios para salir de debajo...», proclaman otras organizaciones, sociedades secretas, religiones, familias, comunidades, compañías, fraternidades y partidos políticos. Todos estos distintos tipos de rebaños se ven como formas válidas de hacer frente al enemigo y proporcionar protección en la selva en la que vivimos. Y pobre del que esté marcado para la exclusión, porque fuera del rebaño no hay salvación. Ese es nuestro mayor miedo. Solos somos presa de toda clase de depredadores, y vamos a morir. Mientras permanezcamos dentro del seno del rebaño, con nuestra propia especie, sobrevivimos. Es restringido, de acuerdo, pero no tenemos alternativa: sin el rebaño somos carne muerta. Las autoridades Ambas, Bel y Rebel, tenemos el convencimiento de que un rebaño necesita un pastor, una autoridad, que lo conduzca y lo alimente. Yo, Bel, pienso que el pastor es BUENO, que sirve a nuestros intereses. Yo, Rebel, pienso que es MALO, que trabaja en contra de éstos. Sea como sea, las dos creemos que necesitamos un pastor que nos guíe y que garantice nuestra protección y seguridad. Sin él la supervivencia es imposible, nos moriríamos de hambre. Los lobos se nos comerían vivas. Reinaría el caos y la anarquía. Gracias al pastor se mantiene el orden. No tenemos nada que temer porque nuestros derechos están «garantizados». Tenemos dos recursos soberanos de los que siempre podemos echar mano: la Biblia y la Constitución. La esclavitud sin cadenas Ambas, Bel y Rebel, encontramos normal dar nuestra lana al pastor, a cambio de comida y protección. Yo, Bel, lo hago sin quejarme: me ofrezco de buen grado para que me esquilen. Yo, Rebel, pienso que el pastor se lleva demasiada lana por lo que él da a cambio: yo chillo y pataleo por lo injusto que me parece y me esfuerzo por hacérselo comprender mientras trato de evitar que me esquilen demasiado a menudo. El pastor me acusa de trabajar ilegalmente y manda tras de mí al perro policía. Y por tanto, también yo cedo y acabo siendo bien esquilada. Pero, al mismo tiempo, al pastor también le aterrorizan los disidentes como yo: si no hay esquileo no hay lana, sin lana no hay dinero, ¡y al pastor se le acabó todo! Hubo un tiempo en que estuvimos encadenadas; después, un día nos sublevamos. Enfrentado a esta amenaza, el pastor nos entregó el poder de dirigir. Ahora son las ovejas las que mandan. Ya no necesitamos cadenas. Somos libres. Somos las amas. Somos las que decidimos en nombre de la mayoría. ¡Larga vida a la DEMOCRACIA! 32 La jerarquía Ambas, Bel y Rebel, creemos que las ovejas no son iguales: las hay grandes y pequeñas, fuertes y débiles, inteligentes y estúpidas, trabajadoras y vagas, sanas y enfermas, buenas y malas, dominantes y dominadas. Por eso existen jerarquías sociales: políticas, económicas, religiosas, espirituales, artísticas, deportivas, en los medios de comunicación,intelectuales, etc. También encontramos normal que los poderes y posesiones de las ovejas no sean iguales: están las ricas y las pobres, las maestras y las discípulas, las bien alimentadas y las hambrientas, las privilegiadas y las no privilegiadas. La DESIGUALDAD e INEQUIDAD sociales son inevitables. Forman parte de nuestra naturaleza. La minoría controla a la mayoría Ambas, Bel y Rebel, aceptamos que la minoría controle a la mayoría. Es muy revelador observar que el 1% de la población — y eso, calculando por lo bajo — domina y explota al otro 99% mientras consigue que piensen que la verdad es lo contrario. ¡Toda una hazaña! ¡Es lo de DIVIDE Y VENCERÁS! Mientras las ovejas están ocupadas peleándose entre ellas por el motivo que sea no se dan cuenta de que su amo, el pastor, su protector y proveedor, está esquilándoles la lana del lomo. Muy astutamente, se las arregla para que las ovejas estén siempre a la greña unas con otras: abundan las guerras por la ideología, la religión, el territorio, los recursos naturales o en defensa de los oprimidos. Las autoridades provocan falsos enfrentamientos y financian a los dos lados. Las ovejas incautas caen en la trampa. Así es como han sido las cosas durante miles de años, y sigue funcionando. En la jerarquía social, cada oveja es a la vez DOMINADORA Y DOMINADA: una domina a la otra, la cual, a su vez, es dominada desde arriba. Acceder a dominar significa acceder a ser dominada. Es una lucha sin fin, no importa lo alto que una trepe por la escalera. Siempre habrá alguien que esté más arriba. Incluso los pastores luchan entre ellos. Es el mismo duelo ganador-perdedor de siempre. ¡Nadie sale jamás en lo más alto! En resumidas cuentas, que todos, tanto ovejas como pastores, al final acaban perdiendo y muriendo. Lo que lleva tanto a ovejas como a pastores a involucrarse en esta loca carrera por el poder es el MIEDO A SER DOMINADOS Y A MORIR. Los animales tienen un reflejo de supervivencia automático: dominar o ser dominados. En cuanto dos animales se encuentran tiene lugar la prueba de fuerza. Se miden el uno al otro y entonces despliegan su arsenal de armas: seducción, manipulación, intimidación, persuasión, agresión, corrupción, tentación, represión... para dominar e imponerse. El círculo vicioso de la muerte 33 Ambas, Bel y Rebel, estamos atrapadas en el círculo vicioso de la muerte. Parece que no podamos escapar a lo estúpido de la supervivencia. Sobrevivir significa escapar de la muerte hasta que ésta nos alcanza. La energía que nos mueve es el miedo: cuanto más miedo tenemos más nos acobardamos, cuanto más nos acobardamos más miedo tenemos... y así va. Ese es el círculo vicioso de la muerte y el motivo por el que, desde esta perspectiva, encontramos que la vida no tiene ningún sentido. Es este miedo constante a la muerte lo que nos tiene por siempre peleándonos por garantías en términos de seguridad, protección y prevención. Todo ello nos cuesta caro, incluso nos cuesta nuestra libertad. Supervivencia a cualquier precio. Estamos dispuestas a hacer cualquier cosa para sobrevivir aunque sea un poquito más, para apartar de nosotras a la muerte aunque sea un poquito más. El miedo Ambas, Bel y Rebel, tenemos miedo. El miedo es la energía que nos impulsa a seguir. Es una pesada carga que llevamos y que nos hace dudar, avanzar, retirarnos, retorcernos, correr, quedarnos quietas. Aún no sabemos de qué tenemos miedo, tal vez sea miedo a tener miedo, pero, en todo caso, tenemos miedo. El miedo hace con nosotras lo que quiere. Controla nuestra vida. Miedo a todo lo que podría ocurrir o podría no ocurrir. Miedo a perder nuestras zanahorias o a que se nos golpee con los palos. Miedo a no ser amadas, apreciadas, valoradas... Miedo a ser ridiculizadas, despreciadas, criticadas, juzgadas... Miedo a carecer de amor, seguridad, dinero, libertad, control, poder... Miedo a ser robadas, violadas, arrestadas... Miedo a sufrir, a envejecer... Cualesquiera que sean nuestros miedos, todos confluyen en uno solo, el miedo fundamental: el MIEDO A LA MUERTE. Una tragedia de sufrimiento Ambas, Bel y Rebel, somos actrices de una tragedia así como espectadoras de la misma. La supervivencia es complicada y difícil. Las desgracias se nos vienen encima. El pan escasea. El amor duele. Hacemos lo que podemos y no lo que queremos. Somos prisioneras en un mundo de sufrimiento. «Los placeres del amor se van en un momento... Los pesares del amor siguen y siguen», como dice la canción. El sufrimiento es el pozo del que los poetas extraen sus emociones y traen las lágrimas a los ojos de las ovejas: cuanto más trate del sufrimiento ¡más hermoso es! Qué suerte que el sufrimiento nos conceda indulgencias y la perspectiva del paraíso cuando todo acabe, así piensa Bel, mientras que Rebel no está tan segura. Entre sufrir unos cuantos años en la Tierra y sufrir durante toda la eternidad en el infierno Rebel opta por lo primero mientras espera a ver si lo segundo es cierto. Mientras tanto, las dos nos entregamos a la adoración del sufrimiento a través de la música, la pintura, las novelas, el teatro y los medios de comunicación. Cuanto más trate todo ello del sufrimiento ¡más provechoso es! La trinidad de la impotencia 34 Quién no ha oído hablar de la madre Teresa, una monja misionera que dedicó su vida a salvar a los pobres. Mientras vivió fue venerada por las autoridades, tenida como un ejemplo a seguir en todo el mundo y galardonada con el Premio Nóbel. Y, desde su muerte, se ha convertido en un icono de santidad. Se trata de un ejemplo perfecto de salvadora de víctimas. ¿Habríamos oído hablar alguna vez de la madre Teresa, y habría recibido ella un premio Nóbel, si hubiese informado a los niños de las razones de su pobreza y su enfermedad?, ¿si les hubiese explicado cómo el Fondo Monetario Nacional ha endeudado a su país y los ha puesto en la esclavitud con el fin de pagar el interés de la deuda?, ¿si les hubiera explicado que las vacunas resultan ineficaces y peligrosas y que son impuestas y financiadas por la Organización Mundial de la Salud?, ¿o que en ocasiones Oración a la madre Teresa FAVORES CONCEDIDOS – GRACIAS, SEÑOR. Recita el «Ave, María» 9 veces al día durante 9 días. Pide 3 deseos: el primero, referente a negocios; los otros dos, a imposibles. Publica este artículo el 9º día, tus sueños se cumplirán aun cuando no creas en ello. Gracias, Señor. Es increíble, pero cierto. A.G. Oración a la madre Teresa FAVORES CONCEDIDOS – GRACIAS, SEÑOR. Recita el «Ave, María» 9 veces al día durante 9 días. Pide 3 deseos: el primero, referente a negocios; los otros dos, a imposibles. Publica este artículo el 9º día, tus sueños se cumplirán aun cuando no creas en ello. Gracias, Señor. Es increíble, pero cierto. C.S.C.R. Oración a la madre Teresa FAVORES CONCEDIDOS – GRACIAS, SEÑOR. Recita el «Ave, María» 9 veces al día durante 9 días. Pide 3 deseos: el primero, referente a negocios; los otros dos, a imposibles. Publica este artículo el 9º día, tus sueños se cumplirán aun cuando no creas en ello. Gracias, Señor. Es increíble, pero cierto. A.G. Oración a la madre Teresa FAVORES CONCEDIDOS – GRACIAS, SEÑOR. Recita el «Ave, María» 9 veces al día durante 9 días. Pide 3 deseos: el primero, referente a negocios; los otros dos, a imposibles. Publica este artículo el 9º día, tus sueños se cumplirán aun cuando no creas en ello. Gracias, Señor. Es increíble, pero cierto. M.D. se emplean para probar armas biológicas, o para llevar a cabo un genocidio sobre cualquier pueblo «indeseable»?, ¿si les hubiese dicho que el Banco Mundial es uno de los jugadores clave a la hora de determinar las políticas sanitarias globales?, ¿si les hubiera enseñado que ellos son divinos y que su enfermedad es un regalo para hacerlos conscientes de esta divinidad?, ¿si les hubiese admitido que los remedios naturales que ellos poseen son mucho mejores y menos nocivos que los medicamentos sintéticosy químicos que les hacen tragar las autoridades de la bata blanca?, ¿si les hubiera recordado que ellos eran soberanos?, ¿si les hubiese revelado que eso llamado «deuda legítima» no existe y que la usura es inaceptable?, ¿si...? – En un periódico aparecieron docenas de oraciones como éstas.. 35 Entre nosotras, Bel y Rebel, formamos la trinidad de la impotencia. Somos a la vez y al mismo tiempo tres personajes: víctima, salvadora y culpable. Nuestra vida se desarrolla en un escenario en el que interpretamos cada uno de estos tres papeles por turnos, según las circunstancias. Vamos revoloteando de un personaje al otro en una interminable sucesión. No sabemos cómo romper este ciclo. Somos prisioneras de la trinidad de la impotencia. 1. La víctima, aunque no sea responsable, tiene el papel principal. Todo gira en torno a ella. Las desgracias le llueven: accidentes, enfermedad, pérdida de empleo, demanda judicial, bancarrota, incendio, robo, violación, hambre, inundaciones, huracanes... Toda clase de maldiciones. Entonces la víctima atrae la lástima y los favores de la salvadora, el cual le proporciona apoyo. Ella, impotente, se rinde a éstos, puesto que es completamente pasiva. Necesita una salvadora que la saque del callejón sin salida en que está metida. 2. La culpable asume la responsabilidad de la víctima. Alguien tiene que hacerlo, puesto que la víctima no la asume. La salvadora encuentra un chivo expiatorio como válvula de escape para la furia frustrada de la víctima. Entonces las víctimas pueden soltarse y sacar esa rabia sobre la inculpada, hacer pagar a ésta sus desgracias y exigir castigo o compensación. 3. La salvadora aporta alivio a las impotentes víctimas. Viene corriendo a proporcionar protección, prevención y curas. La salvadora es poderosa y fuerte. Es valorada y elogiada. A veces una salvadora aparece incluso en una nube de santidad (véase página opuesta). La salvadora se asegura de que las víctimas reciban justicia desenmascarando a la culpable que provocó sus desgracias, enjuicia y castiga. Cada uno de estos tres papeles conduce a la IMPOTENCIA. • La víctima es impotente por definición. • La culpable carga con la culpa. • La salvadora es la víctima de la víctima, de modo que es incluso más impotente. No tiene elección. Se halla a merced de la víctima. Tiene que rescatar a ésta y proporcionarle justicia. Todos son prisioneras de la impotencia. No hay forma de escapar a ella. La impotencia es una emoción que genera exasperación y conduce a la violencia. Las ovejas están frustradas. ¡ES UN INFIERNO! *El síndrome de la madre Teresa INFIERNO CS V 36 La guerra Ambas, Bel y Rebel, estamos permanentemente en guerra. La guerra es omnipresente en nuestro mundo. La lista es interminable: maridos/esposas, padres/hijos, jóvenes/ mayores, ricos/pobres, profesores/alumnos, empresarios/sindicatos, hermanos/hermanas, jefes/ empleados, ingleses/franceses, fumadores / no fumadores, médicos/pacientes, minoría/mayoría, nativos / no nativos, proaborto/antiaborto, derechas/izquierdas, católicos/protestantes, negros/ blancos, provacuna/antivacuna, conservadores/liberales, republicanos/demócratas, separatistas/ federalistas, etc. Guerra al cáncer, guerra al SIDA, guerra a la pobreza, guerra a las drogas, guerra al crimen y la delincuencia, guerra al terrorismo, etc. ¡Y no se acaba nunca! A veces atacamos (acusamos, imponemos), a veces nos defendemos (protestamos, nos resistimos). A veces ganamos. A veces perdemos: un interminable duelo ganador-perdedor. Siempre financiando la guerra, haciendo la guerra, sufriendo la guerra, pagando el precio de la guerra. Únicamente paramos para morir. ¡Menudo infierno! Por encima de todo, la guerra es algo que experimentamos en nuestro interior. Es la separación y la discordia entre el corazón y la cabeza, la emoción y la razón, la obediencia a nuestra conciencia y la obediencia a las leyes existentes, el amor y el miedo, la pasión y el deber, la realidad y la ilusión, el ser y el tener, una división entre la vida y la supervivencia. Esta división interna nos tortura y nos desgarra. Nos hallamos sometidas a un enorme estrés que está acabando con nosotras, enfermándonos y matándonos. Ambas, Bel y Rebel, queremos paz, no guerra. Peee-ro, no tenemos elección: debemos ATACAR EL MAL y DEFENDER EL BIEN. Debe traerse de nuevo la moralidad, mantenerse el orden, respetarse la democracia e imponerse los derechos humanos, por la fuerza si es necesario. Las ovejas son animales irresponsables que necesitan ser domesticados, encorralados, controlados y aplastados si hace falta, por su propio bien; si no, están condenadas. Se las tiene que proteger de sí mismas. Es por su bien que se les haga la guerra. Si hace falta puede que sea necesario un ejército, «las fuerzas de la ley y el orden», para asegurar la paz tanto dentro como fuera del redil. El desorden Ambas, Bel y Rebel, estamos hartas de guerra. Ya no queremos más. Peee-ro seguimos pensando que debe haber orden en el redil, leyes para implantarlo y pastores que las hagan cumplir. Cuanto más desorden hay más miedo tenemos, más exigimos, y obtenemos, leyes opresoras y restrictivas promulgadas por el pastor. Y seguimos viviendo en medio del desorden: violencia, enfermedad, pobreza, marginación, tráfico de drogas, adicción a la sobremedicación, prostitución, pornografía, pedofilia, ventas de armas, armas biológicas, mafia, injusticia, mezquindad, agresión sexual, robo, violación, disturbios, corrupción, escándalos, genocidio, secuestro, suicidio, desesperación, explotación, hambre, terrorismo, masacres, guerras... Miles de años y no hemos progresado. Incluso hemos experimentado un retroceso. Si quieres la paz, prepárate para la guerra. 37 Por suerte para nosotras, ahora nuestro incompetente pastor está siendo reemplazado. Entrará uno mayor para traer el «Nuevo Orden Mundial». Ahora tenemos una organización mundial: las Naciones Unidas (la ONU). Vela por la paz mundial, gracias a sus excelentes instituciones, como la UNICEF, para la protección de los niños; la UNESCO, para la conservación del matrimonio, y la FAO, para gestionar la agricultura. Y existen otras instituciones, como la OTAN, para mantener el orden; el Banco Mundial y su gemelo, el FMI, que proporcionan fondos para financiar al mundo subdesarrollado; la Organización Mundial del Comercio, para regular el comercio, y el Tribunal Internacional, para proporcionar justicia a los pueblos oprimidos. ¡Todo ello alimenta nuestra esperanza de un mundo mejor! Así pues, sigamos luchando para defender nuestros valores. Vale la pena. Un día tendremos paz en la Tierra... La enfermedad Ambas, Bel y Rebel, pensamos como el personaje de Jules Romain del doctor Knock: “Toda persona que está bien es una persona enferma que no lo sabe.” 12 Somos presa de las enfermedades que pueden atacar en cualquier momento, y eso va en aumento a medida que nos hacemos mayores. Forma parte de nuestra naturaleza humana. Tenemos que morir algún día de algo. Fumamos lo menos posible. Hacemos ejercicio. Tratamos de ir un paso por delante de la enfermedad por todos los medios posibles, como, por ejemplo: - aprender sobre las enfermedades que están ahí, esperándonos - revisiones médicas sistemáticas de poblaciones enteras - el diagnóstico precoz - chequeos anuales - medicación preventiva - vacunas regulares - pruebas médicas, especialmente si hay factores hereditarios - modificación de los genes. Este arsenal terapéutico resulta muy caro... Peee-ro ¡se lo vale! ¿Qué sería de nosotras sin la tecnología moderna? Rápido, esperemos que encuentre una vacuna contra el SIDA, el nuevo azote de la época moderna... Por lo que a mí, Rebel, respecta, a veces me cuestiono mis elecciones cuando veo los fracasos de la medicina. Flirteo con las medicinas alternativas, aun cuando mi médico piense que es ridículo. Tomo suplementos vitamínicos y de hierbas. Vigilo lo que como y controlo mis emociones.38 El programa TSEM Ambas, Bel y Rebel, ignoramos que nuestro cuerpo es un bioordenador que obedece ciegamente al programa que se le introduce. Vinimos a este mundo programadas con el disquete de supervivencia TSEM: Trabajar, Sufrir, Envejecer, Morir. Como nuestros padres, abuelos, bisabuelos y antepasados, tenemos que trabajar para sobrevivir. Esa es nuestra razón de ser. El hombre mantiene a la familia mientras que la mujer tiene hijos para asegurar la supervivencia de la especie. Cuanto más trabajamos y más hijos tenemos mejores somos y mayor será nuestra recompensa. Recordamos la fábula de la cigarra y la hormiga: no seas como la cigarra, a la que el invierno coge por sorpresa, sino como la hormiga, que ahorra dinero para la vejez. Las reducciones laborales y el desempleo perturban el equilibrio. La falta de trabajo nos devalúa. Sentimos que no valemos para nada. Felizmente para nosotras, el pastor instala programas de creación de empleo. El sufrimiento es la característica de nuestro paso por esta Tierra. Nos asusta muchísimo. Sabemos que está esperándonos junto con la vejez y la muerte. A los cuarenta comenzamos a descender la larga y resbalosa pendiente. Nos agarramos a la preciada vida para no deslizarnos demasiado rápido. La muerte aguarda al final de la cuesta; cuanto más tardemos en llegar abajo mejor. Las vibraciones pesadas Ambas, Bel y Rebel, somos ajenas a la realidad. Nuestra conciencia se halla limitada al artificial y engañoso mundo de la ilusión, ese mundo percibido por nuestros cinco sentidos. No somos conscientes de que las ovejas no somos ovejas, de que el pastor no es un pastor ni de que el lobo no es un lobo. La materia es meramente la superficie aparente del espíritu, el miedo es la mera sombra del amor y la muerte es únicamente la noche de la inmortalidad. No podemos ver lo divino que hay oculto debajo de nuestros abrigos de lana o bajo la piel del pastor. No vemos lo invisible. Estamos limitadas a las apariencias, a lo exterior visible. Esclavas del DIOS DE LA MUERTE, todas nos disfrazamos para asustar a las demás, de manera que ellas nos teman más a nosotras que nosotras a ellas. Y nos dejamos engañar por nuestra propia farsa. No somos conscientes de la realidad sutil y esto nos impide tener acceso a nuestra esencia divina, nos mantiene en un estado de vibraciones pesadas. Su densidad frena la circulación de la energía en nuestro interior y a nuestro alrededor. Ello crea bloqueos energéticos e incluso acaba manifestándose en nuestro cuerpo físico. Perdemos la fuerza y la vitalidad. Envejecemos y morimos. Durante miles de años hemos desarrollado habilidades de supervivencia para huir de la muerte y nos las hemos arreglado para evitarla un poco más, pero la muerte acaba atrapándonos igual. Al final, esas mismas habilidades de supervivencia, a las que seguimos agarrándonos, son nuestros instrumentos de muerte. 39 La historia de Andrés Andrés va navegando en su barco nuevo lejos de la costa cuando de pronto éste se vuelca. Piensa que va a morir y entonces, ¡una boya! ¡Está salvado! ¡Ha escapado de la muerte! ¡Ha sobrevivido! Pero ahora ¿qué? Si se queda agarrado a la boya morirá inevitablemente de hambre, sed y frío: sólo es cuestión de tiempo. Si se suelta puede que la corriente lo devuelva a la costa, pero también es igual de fácil que se lo coma un tiburón. Tiene que elegir entre lo conocido de la supervivencia, esto es, quedarse con la boya y la muerte segura, y lo desconocido de la vida, es decir, soltarse y dejarse arrastrar por la marea. Tiene su destino en sus propias manos. Todo depende de él. Para vivir tiene que dejar plantada a la mera supervivencia. 40 Me llamo Alisa. Soy una yegua que acaba de renacer a la VIDA. Acabo de despertar de un largo sueño. He vuelto a adquirir conciencia de la realidad después de pasar miles de años en coma inconsciente en el mundo de la ilusión. He salido de la supervivencia e impulsada hacia la vida. Aún me hallo bajo la conmoción del nacimiento. Ahora veo que todo es lo contrario a lo que veía y creía. Yo pensaba que era una oveja y ahora resulta que soy una yegua. ¡Ostras! No logro imaginarme cómo pude tener semejante lapso de memoria. RECUERDO quién soy: Diesa, ¡la creatriz ilimitada! Me doy a mí misma la bienvenida a esta Tierra. Yo soy Alisa, soy una recién nacida. Tengo todo por aprender, puesto que no sé nada sobre la vida. Peor aún, primero tengo que librarme de mi Egoliat. El Egoliat es mi Ego protegido por múltiples capas de pesada coraza de supervivencia. Es mi personaje de supervivencia. No es sólo que este personaje ya no me sirva de nada, sino que me supone una pesada carga que no me deja avanzar. Ahora que estoy «viva», ya no puedo volver a la comodidad —como el confort del acogedor vientre materno— de ser tranquila y «felizmente» inconsciente. Sé quién soy y sé lo que estoy haciendo aquí: he venido a alcanzar mi objetivo de autorrealización, a llevar a la materia la realización concreta de mi divinidad. En fin, ¡sin duda tengo el trabajo hecho a mi medida! Yo soy Alisa, una yegua de acción. Sé que mi destino está en mis manos. Soy la creatriz de mi vida y ésta será lo que yo haga de ella. No espero a ningún salvador ni dios. Las oraciones y la contemplación son cosas del pasado. Ahora me arremango y me pongo manos a la obra. Aún me quedan brotes de miedo, pero los identifico y después encuentro un remedio. Me libero de mis mentiras, creencias, apegos, armadura y expectativas. Encuentro temores enterrados y los transformo en amor. Me comporto de acuerdo con mi voz interior divina. Pienso, hablo y actúo según mi alma&conciencia. Estoy aprendiendo el arte de la divinidad. Voy creciendo a mi ritmo. Para ir más deprisa doy rienda suelta a mi alma. Para ir más despacio la freno, le pongo condiciones como, por ejemplo, no tocar mis relaciones, a mis hijos, mi trabajo, mi casa, mi reputación, mis ahorros… ALISA, LA YEGUA SOBERANA 41 completo y la obedezco ciegamente. Algunos afirman ejercer una poderosa influencia sobre mí. Si es eso lo que quieren, dejémosles. Yo les dejo hacer sus leyes y que las hagan cumplir a quienes creen en las autoridades externas. Yo me ocupo de permanecer en contacto con mi conciencia, y obedezco solamente a mi conciencia. Yo soy Alisa, soy soberana. La autoridad suprema sobre mi vida procede de mi interior. No hay nadie por encima ni por debajo de mí. No hay Biblia ni Constitución. Me doy cuenta de que únicamente los indivi-duos son soberanos, no los países, estados, provincias, ciudades ni familias. He abandonado la «solidaridad del rebaño», esa solidaridad del miedo. He aprendido a vivir por mi cuenta y me he curado del miedo aterrorizado a ser excluida o comida por el lobo. Cultivo la solidaridad interior, pero sé que sin soberanía no hay solidaridad. La soberanía es interna. Me doy cuenta de que todas las personas son soberanas, como yo. Reconozco su divinidad y soberanía. Tienen autoridad suprema sobre su vida. Pueden vivir su vida del modo que quieran. Un indivi-duo soberano tiene todos los derechos y responsabilidades. Cada cual hace su ley. Es el fin de la sumisión forzada, de la dominación-explotación, y el comienzo de la igualdad-equidad. Yo soy Alisa, estoy indivi-dualizada. Soy consciente de mi dualidad indivisa: yo soy cuerpo y alma, pero soy una sola Diesa, espíritu y materia indivisibles. Soy creatriz y creación. Soy la que crea, y lo que creo soy yo. Como soy divina, todo lo que yo creo es divino. Por lo tanto, el bien y el mal no existen, y menos aún el enjuiciamiento. Todo el mundo tiene razón y nadie está equivocado. Todo cuanto pienso, digo y hago es divino y perfecto. Todo cuanto hago que me suceda es perfecto. Todo lo que los demás piensan, dicen y hacen es perfecto. Todo lo que les sucede es perfecto. Únicamente varía la longitud de onda vibratoria de los pensamientos, palabras y obras, pero no la naturaleza de los mismos, que es y será siempre
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