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Título: Apocalipsis y sus fascinantes revelaciones, Vol. 1
2da. Edición, revisada y ampliada
Autor: Héctor A. Delgado
Grafe Publishers
P.O. Box 557, New York, NY 10033
World Wide Web: www.grafepublishers.com
E-mail: info@grafepublishers.com
Copyright © 2020 por Grafe Publishers
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por escrito del autor y los editores.
En esta obra las citas bíblicas pertenecen a: Versión Reina Valera Actualizada (RVA)®. Copyright © 2015 por 
Editorial Mundo Hispano. La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI)® © 1999, 2015 por Bíblica, 
Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados. La Biblia de las Américas (LBA)®. Copyright © 1986, 
1995, 1997 por The Lockman Foundation. La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente (NTV)®. Copyright 
© 2010 por Tyndale House Foundation. Todos los derechos reservados. Jubilee Bible 2000 (Spanish) (JBS), 
2000, 2001, 2010 por Life Sentence Publishing. Reina Valera Actualizada® (RVA)® Copyright © 1989 por 
Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso. La Palabra (Versión Hispanoamericana) © 2010 Texto y 
Edición, Sociedad Bíblica de España. Dios habla hoy (DHH)® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 
1979, 1983, 1996. Versión Reina-Valera (VRV)® 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. 
Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Todos los derechos reservados. Reina-Valera 1995 (RVR)® 
Copyright © 1995 por United Bible Societies. Reina Valera Contemporánea (RVC)® Copyright © 2009, 
2011 by Sociedades Bíblicas Unidas. Nueva Reina Valera 1990, Copyright 2000. All Rights Reserved to 
© Sociedad Bíblica Emanuel, INC. Usada con Permiso. Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada 
(NBJ)®. Copyright © 1967, 1975 y las más reciente 1998, editada por Desclée de Brouwer, Bilbao. 
Categoría: Escatología - Apocalíptica
Diseño de tapa y diagramación: HadGraphic Inc.
Créditos fotográficos e ilustraciones: Shutterstock
ISBN: 9798610397900
Impreso en Estados Unidos de Norteamérica
Printed in the United States of America
Eventos finales en la profecía bíblica
La bestia escarlata y las siete cabezas de Apocalipsis 17
Del caos a la gloria. Una mirada al drama de intolerancia en la 
historia sagrada y secular
El Espíritu Santo: Su persona, su divinidad
Una mirada al futuro como está revelado en Apocalipsis 12 y 13
Reflexiones sobre la justificación por la fe
Entre otras...
Otras obras del 
mismo autor:
Contenido
Prólogo a la primera edición 11
Prólogo a la segunda edición 15
Introducción 18
La estructura literaria del Apocalipsis 18
a. Estudiando el Apocalipsis en su contexto 21
b. Sobre el título del libro 23
c. Apocalipsis y el libro de Daniel 24
d. Paternidad literaria del Apocalipsis 25
e. El personaje central del libro 26
f. El tema fundamental del Apocalipsis 27
g. Razones para escribir este libro 28
Capítulo 1: La literatura apocalíptica 31
a. Introducción 31
b. El término «apocalíptico» 32
c. El equipaje de la apocalíptica 37
d. La composición de la apocalíptica 40
e. Otros aspectos de la literatura apocalíptica bíblica 42
f. Las fuentes del profeta 47
g. Diferencia entre la profecía clásica y la apocalíptica 49
h. ¡El fin ya viene! 52
Capítulo 2: Métodos de interpretación del Apocalipsis 53
a. Introducción 53
b. Preterismo o histórico contemporáneo 55
c. El método futurista o escatológico 57
d. El método idealista o espiritual (o simbólico) 59
e. El método ecléctico o enfoque mesclado 60
f. El método historicista 62
g. Método de interpretación de este comentario 64
h. Consideraciones adicionales 65
i. El libro de Daniel como modelo 66
j. Las profecías pueden abarcar extensos períodos 68
k. Una historia poco conocida 71
Capítulo 3: La revelación de Jesucristo 75
a. Introducción 75
b. La revelación de Cristo 77
c. El término «revelación» 78
d. El ángel de Cristo 79
e. Las cosas que deben suceder pronto 79
f. De Juan a las siete iglesias 81
g. Gracia y paz a vosotros 82
h. El que es y era y que ha de venir 82
i. Los siete espíritus de Dios 84
j. Jesús: Testigo fiel y primogénito de los muertos 87
k. He aquí que viene con las nubes 88
l. Los que le traspasaron 90
m. El Alfa y la Omega, el principio y el fin 92
n. Juan: hermano y compañero en la tribulación 93
o. En el espíritu en el día del Señor 94
p. Escribe en un libro lo que ves 99
q. El Hijo del Hombre entre siete candelabros 99
r. La designación «Hijo del Hombre» 100
s. Los siete candeleros 101
t. Pies semejantes al bronce bruñido 102
u. Una espada aguda 103
v. Su rostro era como el sol 104
w. Ante la presencia de Cristo 104
x. El pasado, presente y el futuro de la Historia 104
y. Jesús explica el misterio a Juan 106
z. Los siete ángeles de las iglesias 107
Capítulo 4: Los mensajes a las iglesias de Éfeso y Esmirna 111
a. Introducción 111
b. El mensaje a Éfeso 112
c. El ángel de la iglesia 117
d. El que tiene las siete estrellas 120
e. El que camina en medio de los candelabros 121
f. Yo conozco tus obras 121
g. La pérdida del primer amor 122
h. Las obras de los nicolaítas 124
i. El que tiene oídos para oír… 127
j. Lo que el Espíritu dice a las iglesias 128
k. La promesa al vencedor 128
l. El Mensaje a Esmirna 130
m. El primero y el último 130
n. Obras, tribulación y pobreza 131
o. Los que dicen ser judíos y no lo son 132
p. No temas lo que has de padecer 133
q. Tribulación por diez días 134
r. Fiel hasta la muerte 135
s. La promesa al vencedor 137
Capítulo 5: Los mensajes a las iglesias de Pérgamo y Tiatira 139
a. El Mensaje a Pérgamo 139
b. El que tiene la espada aguda 140
c. El trono de Satanás 141
d. Antipas, testigo fiel 142
e. La doctrina de Balaam 143
f. La doctrina de los nicolaítas 145
g. La promesa al vencedor 146
h. El Mensaje a Tiatira 148
i. Ojos como llama de fuego 149
j. Tus últimas obras son mejores 150
k. Jezabel, la que se dice «profetiza» 150
l. Tiempo para que se arrepienta 153
m. Las profundidades de Satanás 154
n. La promesa al vencedor 156
Capítulo 6: Los mensajes a las iglesias de Sardis y Filadelfia 159
a. El Mensaje a Sardis 159
b. Siete espíritus y siete estrellas 159
c. Tienes nombre de que vives y estás muerto 160
d. Un triple llamado 162
e. Personas que no manchan sus vestiduras 164
f. La promesa al vencedor 165
g. El Mensaje a Filadelfia 167
h. El Santo, el Verdadero 168
i. El que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre 169
j. Una puerta abierta 170
k. La esperanza en el Advenimiento 173
l. Los enemigos quedan postrados 174
m. Librados de la hora de la prueba 175
n. La promesa al vencedor 178
Capítulo 7: El mensaje a la iglesia de Laodicea 181
a. Introducción 181
b. La aplicación del mensaje 182
c. Fuente original de la tibieza de Laodicea 183
d. El significado de un nombre 184
e. He aquí el Amén 185
f. Testigo fiel y verdadero 186
g. El principio de la creación 187
h. Yo conozco tus obras 190
i. Justicia propia vs. Justicia de Dios 192
j. Te vomitaré de mi boca 193
k. Autoengaño y justicia propia 194
l. Y no sabes que eres… 194
m. Las mercancías celestiales 195
n. Unge tus ojos con colirio 197
o. La reprensión divina 197
p. Si alguno oye mi voz y abre la puerta... 197
q. La promesa al vencedor 200
r. Palabras de aliento 201
Bibliografía 203
Claves de Abreviaturas
AT Antiguo Testamento
BLP Biblia La Palabra
DHH Dios Habla Hoy
Gr Griego
JBS Jubilee Bible 2000 (Spanish)
LBA La Biblia de las Américas
LXX La Septuaginta, versión griega de las Escrituras
NBJ Nueva Biblia de Jerusalén, Revisada y Aumentada
NRV Nueva Reina-Valera, 1990, 2000
NT Nuevo Testamento
NTV Nueva Traducción Viviente
NVI Nueva Versión Internacional
RVA Reina-Valera Actualizada, 2015
RVC Reina-Valera Contemporánea
TLA TraducciónLenguaje Actual
VRV Versión Biblia Reina-Valera, 1960, 1977, 1995
11
Prólogo
a la primera edición
Tengo  el privilegio de presentar esta gran obra o «joya bíblica», 
como la nombré desde que terminé de leerla. El autor de la misma 
ha dedicado muchos años a la investigación del Apocalipsis, para 
proveernos un material con un contenido sumamente relevante para 
este tiempo. 
Estoy convencido de que este nuevo comentario será un aporte 
de mucho valor, para todo creyente comprometido con la obra de 
Dios en este momento crucial, porque provee herramientas útiles para 
expandir el conocimiento teológico de los símbolos apocalípticos. 
Creo que la influencia de esta obra, impactará positivamente el 
corazón de cada lector consagrado al estudio de las profecías bíblicas.
Para muchos cristianos, el libro de Apocalipsis se ha consti-tuido 
en sinónimo de caos y confusión. Incluso, muchos tienen temor de 
estudiarlo, porque creen que es imposible descifrar sus intrigantes 
símbolos. Sin embargo, Héctor A. Delgado nos muestra que es 
completamente posible comprender las fascinantes profecías apocalípticas; 
además, nos señala, con absoluta certeza, que el eje central del libro 
de Apocalipsis no lo constituyen las bestias, los misteriosos truenos 
que emiten voces o el dragón rojo de siete cabezas y diez cuernos, 
sino el Hijo de Dios; revelado a cada uno de nosotros como el Alfa y 
la Omega, el Primero y el Último, el triunfador sobre el poder de la 
muerte y sobre el autor del mal; el Señor soberano de la Historia, el 
Todopoderoso (cf. Apoc. 1:8, 17-18). 
12 APOCALIPSIS Y SUS FASCINANTES REVELACIONES -VOL. 1
Delgado nos revela, también, que en las páginas del libro de 
Apocalipsis podemos encontrar el propósito auténtico de nuestras 
vidas, la consolación y la esperanza en medio del mundo incierto en 
el cual vivimos. Hace claro, además, que el objetivo del libro no es 
enfatizar los cataclismos y calamidades que azotan a la humanidad, 
con furia cada vez más devastadora; sino dirigir nuestras miradas a la 
restauración completa de nuestras vidas y del planeta, en ocasión de la 
segunda venida de Cristo.
He denominado a esta serie de libros una «joya», porque su valor 
teológico e histórico es fidedigno; toma en cuenta, además, la opinión 
de los mejores pensadores y estudiosos del Apocalipsis. El autor ha 
hecho un estudio exhaustivo del texto, términos y frases, y las explica 
de una manera tan fácil y amena, que los lectores serán bendecidos 
por el mensaje de la Palabra de Dios. 
Este libro nos ofrece claras y valiosas orientaciones para tener 
un estudio provechoso del mensaje del Apocalipsis. Nos ayuda a 
entender que la interpretación de los símbolos apocalípticos es una 
tarea posible, cuando usamos las herramientas apropiadas que nos 
provee el mismo texto bíblico. Con profunda percepción, Delgado 
nos describe perspicazmente las diferentes escuelas de interpretación 
profética y nos orienta sobre cuál debemos seguir. Nos deja, además, 
un valioso capítulo dedicado a la literatura apocalíptica, su origen y 
naturaleza, algo que la mayoría de los comentarios solo aborda en 
forma resumida.
Quedé maravillado con la explicación histórica, pedagógica y 
aplicativa de las 7 iglesias. El análisis provisto sobre la visión del trono 
de Dios y los 24 ancianos, constituye un enfoque fresco y desafiante. 
El comentario sobre los 7 Sellos, los 144.000 y las siete trompetas, 
siempre han sido motivo de debates en la historia de la interpretación 
del Apocalipsis. Sin embargo, Delgado dedica buen espacio para 
proveernos una excelente explicación de los cumplimientos  históricos 
de estas secciones proféticas.
Finalmente, deseo recomendarles, encarecidamente, la lec-
tura y el estudio detenido de esta serie de comentarios, con la firme 
13PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN
convicción de que, si es realizado bajo un espíritu de sincera oración y 
guiados por el ministerio iluminador del Espíritu Santo, descubrirán 
las riquezas y bendiciones contenidas en sus páginas. No tengo la 
menor duda de que, una vez terminada la lectura de estas obras, 
tu vida no será igual; el conocimiento que obtendrás y el impacto 
espiritual que hará en ti su mensaje, serán notables y especiales. 
Indudablemente, ¡El Apocalipsis y sus fascinantes profecías es para ti! 
 
Dr. Andrés Peralta
Director asociado de jóvenes de la 
Asociación General de los Adventistas 
del Séptimo Día.
15
Prólogo
a la segunda edición
Apocalipsis. Su sola mención, para algunos, despierta la ima-
ginación de momentos terribles, llenos de confusión, guerras y 
terrores venideros. Otros, buscan indagar en su simbolismo lo 
que depara el futuro. De estos últimos, están quienes se acercan al 
libro como algo mágico a descubrir y especulan indefinidamente 
sobre su significado; y están aquellos que, con seriedad, lo estudian 
para encontrar respuestas que les permita entender el mensaje de 
la revelación bíblica. Este libro fue escrito por alguien que califica 
entre los últimos.
El autor, Héctor A. Delgado, ha estudiado seriamente el 
Apo-calipsis y ha consultado las investigaciones de números 
escritores, para volcar una síntesis a los lectores de los elementos 
más importantes que se deben tener en cuenta al emprender la 
tarea de interpretar un libro de esta naturaleza. En esta segunda 
edición, se proyecta comentar el libro bíblico en varios volúmenes. 
El primero de esta serie, hace una introducción general al libro, la 
literatura apocalíptica y los métodos de interpretación, y después 
inicia el comentario de los primeros tres capítulos de Apocalipsis. 
La introducción y el escenario de las siete iglesias muestran al 
Dios de la Biblia como alguien que está en medio de sus fieles, 
acompañándolos en el camino hacia la victoria, mientras pasan 
por momentos cruciales en medio del conflicto cósmico entre el 
bien y el mal.
Por supuesto, este material sigue siendo relevante para este 
tiempo. Las razones son varias. Una de ellas, es para que quienes 
16 APOCALIPSIS Y SUS FASCINANTES REVELACIONES -VOL. 1
se acercan por primera vez al estudio de este libro, crean en la 
revelación bíblica y entiendan que existen muchas voces que pre-
tenden comentar sobre el concepto “apocalipsis”, especulando y 
sin hacer referencia siquiera al mensaje real del libro bíblico. Otra 
razón es para que los que ya tienen un conocimiento previo de la 
revelación bíblica, revisen aspectos vitales del libro para crecer en 
la fe. Pero, la más importante, es que todos puedan expresar junto 
con el apóstol Juan, que Dios Todopoderoso reina y es digno de 
alabanza universal. 
Para quienes desean excavar profundamente mientras estu-
dian el libro, el autor ha agregado referencias como notas al pie y 
una bibliografía general.
No caben dudas de que la interpretación del Apocalipsis, es 
una tarea que lleva años de estudio. Felicitamos a su autor por 
compartir los frutos de su dedicada labor, y facilitar con ello a los 
lectores la aventura de mejorar en sus conocimientos del libro de 
Apocalipsis. 
Como expresó el mismo Juan en Apocalipsis: «¡Bienaven-
turado el que lee las palabras de esta profecía, y dichos los que la 
oyen y guardan lo que está escrito en ella, porque el tiempo está 
cerca!» (Ap. 1:3). ¡Qué esta sea la experiencia personal de los que 
emprenden la aventura de entender la última revelación de Dios 
registrada en la Biblia!
Dra. Silvia C. Scholtus
Directora del Centro Histórico Adventista de la 
Unión Argentina y docente de la Facultad de 
Teología de la Universidad Adventista del Plata, 
Argentina
17
Introducción
Comenzar el recorrido por las inspiradas páginas del libro de Apocalipsis, en procura de interpretar adecuadamente sus fascinantes símbolos, es una de las más grandes 
aventuras que un escritor puede tener. Jacques Doukhan, en el 
prefacio de su comentario al Apocalipsis, narra una historia registrada 
en la Mishná sobre cuatro sabios famosos que entraron en el Pardes, 
el paraíso místico de la visión apocalíptica.Lamentablemente, 
ninguno de los sabios sobrevivió a la visita. El primero de ellos murió 
al instante, el segundo perdió la fe y el tercero enloqueció. ¿Y qué 
ocurrió con el cuarto sabio? ¡Se proclamó como el Mesías!1
 En lo que a mí respecta, espero no morir, ni perder la fe, 
ni enloquecer; y mucho menos, ¡autoproclamarme el Mesías! No 
obstante, estoy consciente de que la interpretación de los símbolos 
del Apocalipsis entraña serios desafíos. El mismo Doukhan reconoce 
que el concepto «apocalipsis» resulta peligrosísimo. «Se nos ofrece 
rodeado de un halo de muerte, de fatalidad y de temor».2 El mismo 
Cristo lo expresa:
«Yo advierto a todo el que oye las palabras de la profecía 
de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios le añadirá 
las plagas que están escritas en este libro; y si alguno quita 
de las palabras del libro de esta profecía, Dios le quitará su 
parte del árbol de la vida y de la santa ciudad, de los cuales 
se ha escrito en este libro» (Apo. 22:18-19).
1 Jacques B. Doukhan, Secretos del Apocalipsis. Un vistazo judío al Apocalipsis, trad. 
Miguel Á. Valdivia (Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2000), 7.
2 Ibíd.
18 APOCALIPSIS Y SUS FASCINANTES REVELACIONES -VOL. 1
Dada esta solemne realidad, el comentarista del Apocalipsis 
se juega la vida en la tarea hermenéutica. Entonces, vale la pena 
preguntar: ¿Existe alguna manera de interpretar en forma correcta los 
símbolos del Apocalipsis, mientras evitamos la euforia sensacionalista 
de este tiempo? ¿Cómo leer las profecías apocalípticas sin ser minados 
por interpretaciones desequilibradas, que ven en cada «señal» de los 
tiempos un indicio del inminente fin del mundo? ¿Puede el estudio 
del Apocalipsis proveernos una experiencia espiritual que nos acerque 
más al corazón de Dios, y nos ayude a comprender mejor sus divinos 
propósitos?
La estructura literaria del Apocalipsis
 El libro de Apocalipsis es una obra de arte de la literatura 
antigua. Es reconocido por los estudiosos como una obra ingeniosa-
mente concebida. Juan es muy organizado y posee un estilo armónico 
y simétrico. «Es posible» —nos dice Mervyn Maxwell— que el 
Apocalipsis sea «el libro de su tamaño mejor organizado de toda la 
Escritura».3 
Los estudios recientes prestan especial atención a la estructura 
literaria del libro. Los eruditos han notado que la estructura del 
libro provee una ayuda valiosa para comprender la naturaleza y 
el cumplimiento de las visiones, y «afecta radicalmente la propia 
compresión de los referentes históricos y la escatología del libro».4 
Aquí, solo proveemos algunos detalles.5
3 C. Mervyn Maxwell, Apocalipsis: Sus revelaciones, trad. ACES (Miami, FL: Asociación 
Casa Editora Sudamericana, 1991), 54.
4 D. A. Carson, Douglas J. Moo, Una introducción al Nuevo Testamento. Colección 
teología contemporánea, trads. Dorcas Gonzáles Bataller y Pedro L. Gómez Flores 
(Barcelona: CLIE, 2008), 620.
5 Kenneth A. Strand, «The Eight Basic Visions in the Book of Revelation». Andrews 
University Seminary Studies (Spring 1987), Vol. 25, No. 1, 107-121; Carlos Olivares, 
«Un análisis en la determinación de una estructura para el Apocalipsis: Implicaciones», 
Theologika 22/2 (2007): 219-264; Merrill C. Tenney, Nuestro Nuevo Testamento, 
edición revisada y ampliada (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1989), 455; Ranko 
Stefanovic, «Finding Meaning in the Literary Patterns of Revelation», Journal of the 
Adventist Theological Society, 13/1 (Spring 2002): 27-43; Jon Paulien, The Deep Things 
19INTRODUCCIÓN
Una sólida propuesta sobre la estructura del Apocalipsis, ha 
sido presentada por Kenneth Strand,6 quien plantea que «el propio 
libro nos da las claves de su esquema», y cuando ese procedimiento 
se sigue, «emerge del texto un amplio patrón literario para todo el 
libro» que adopta «la forma de un quiasmo, es decir, un patrón de 
paralelismo inverso».7
En otra parte, Strand plantea: «Los comentarios del Apocalipsis 
suelen incluir esquemas. Sin embargo, cuando los comparamos, 
encontramos que la mayoría mantiene una incoherencia mutua 
y que, frecuentemente, es incompatible con el propio texto del 
Apocalipsis».8 Y propone la siguiente estructura:
Como se puede apreciar, la estructura de Strand divide el 
Apocalipsis en dos secciones: la parte histórica y la parte escatológica. 
of God (Hagerstown, MD: Review and Herald, 2004), 112-133; Ranko Stefanovic, 
«Significance of the Structure of Revelation for the Prophetic Interpretation of 
Revelation», 4th International Bible Conference, June 11-21, Rome 2018.
 Otras propuestas, son las siguientes: D. E. Aune, Revelation 1–5, Word Biblical 
Commentary (Dallas: Word, Incorporated, 1998), Vol. 52A; G. K. Beale, The Book 
of Revelation: A Commentary on the Greek Text (Grand Rapids, MI: Paternoster Press, 
1999); Grant R. Osborne, Revelation, in Baker Exegetical Commentary on the New 
Testament, ed. Moisés Silva (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2002); Alan S. 
Bandy, «The Layers of the Apocalypse: An Integrative Approach to Revelation’s 
Macrostructure», Journal for the Study of the New Testament, 31.4 (2009) 469-
499; Christopher R. Smith, «The Structure of the Book of Revelation in Light of 
Apocalyptic iterary Conventions», Novum Testamentum, Vol. 36, Fasc. 4 (October 
1994), 373-393.
6 Kenneth A. Strand, «Las ocho visiones básicas» y «Escenas de “introducción victoriosa», 
en Simposio sobre el Apocalipsis, ed. Frank B. Holbrook, trad. Cantábriga, SC (Doral, 
FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2010), 1:43-83.
7 Strand, «Principios fundacionales de interpretación», en Simposio sobre el Apocalipsis, 
28.
8 Ibíd.
20 APOCALIPSIS Y SUS FASCINANTES REVELACIONES -VOL. 1
El capítulo 14 constituye la línea divisoria entre estas dos secciones. 
Ranko Stefanovic sigue esta idea, pero también hace la siguiente 
observación:
«Aunque la doble división en histórica y escatológica es 
innegablemente evidente en el Apocalipsis, el contexto no 
apoya la línea divisoria corno él la sugiere en el capítulo 
14. El contexto sugiere que la línea entre las divisiones 
histórica y la escatológica está más bien en Apocalipsis 
11:18. Un estudio cuidadoso indica que la primera mitad 
del Apocalipsis se centra sobre las realidades de la era 
cristiana entera, mientras el foco de la segunda mitad del 
libro —en vez de sólo los capítulos 15-22— está en el 
marco escatológico que se centra en los eventos que rodean 
la Segunda Venida».9
Nuestro comentario sigue el bosquejo propuesto por Stefanovic:
A. Prólogo (1:1-8).
 B. Promesas al vencedor (1:9-3:22).
 C. La obra de Dios para la salvación de la humanidad (4-8:1).
 D. La ira de Dios mezclada con misericordia (8:2-9:21).
 E. Se comisiona a Juan a profetizar (10-11:18).
 F. La gran controversia entre Cristo y Satanás (11:19-13:18).
 E’. La iglesia proclama el evangelio del fin del tiempo (14:1-20).
 D’. La ira final de Dios sin mezcla de misericordia (15-18:24).
 C’. Se completa la obra de Dios para la salvación de la humanidad
 (19-21:4).
 B’. Cumplimiento de las promesas al vencedor (21:5-22:5).
A’. Epilogo (22:6-21).
Mario Veloso señala que la parte histórica tiene tres cadenas 
proféticas: las iglesias, los sellos y las trompetas, que inician en el 
tiempo de la primera venida de Cristo y terminan en el tiempo 
9 Ranko Stefanovic, La revelación de Jesucristo: Comentario al Apocalipsis, trad. Rolando 
A. Itin (Berrien Springs, MI: Andrews Univesity Press, 2013), 38.
21INTRODUCCIÓN
del fin. En la parte escatológica, también tenemos tres episodios 
que inician cuando se forma el remanente, al comienzo del tiempo 
del fin, y se extienden hasta la segunda venida de Cristo.10 Las tres 
cadenas proféticas de la parte escatológica son: 1) Los agentes del 
dragón (Apo. 13:1-14:15); 2) La misión del remanente (14:6-20), y 
3) juicio de Babilonia y el fin de la misión (15:1-19:21).11 
Estudiando el Apocalipsisen su contexto
Para comprender los símbolos y figuras del Apocalipsis, necesi-
tamos apegarnos a principios sólidos de interpretación (véase el 
capítulo 2); los mismos se encuentran establecidos en la misma 
Escritura (especialmente en el libro de Daniel). Debemos conocer y 
recordar siempre este gran principio: La Escritura es su propio intérprete. 
En algunas ocasiones, el significado de ciertos pasajes aparece en 
el mismo libro (compare Apo. 1:12, 13 con el v. 20, candeleros = 
iglesias); en otros casos, debemos consultar otros libros (compare Apo. 
13:1, 11 con Dan. 7:17, bestias = reinos). El lenguaje apocalíptico es 
semejante al usado en las parábolas (lenguaje figurado); por lo tanto, 
debemos tener las mismas precauciones en su interpretación (véase el 
capítulo 1).
En el Apocalipsis se encuentran y terminan todos los demás 
libros de la Biblia.12 En él, se cita frecuentemente el AT, «al punto 
de que le pide en préstamo tal vez mil veces diversas frases e ideas».13 
10 Mario Veloso, El Apocalipsis y el fin del mundo (Nampa, ID: Asociación Publicadora 
Interamericana, 1998), 25. Norman Gulley explora otros temas que dan forma más 
general a la estructura del Apocalipsis como «la estructura del Santuario» y el año 
judío, «siguiendo las cinco fiestas principales del calendario hebreo (¡Cristo viene! Un 
enfoque cristocéntrico de los eventos de los últimos días, trad. David P. Gullón [Buenos 
Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2003], 71-75).
11 Veloso, Ibíd.
12 Roberto Jamieson, A. R. Fauster y David Brown, Comentario exegético y explicativo 
de la Biblia (El Paso, TX: Mundo Hispano, 2015), 2:750. Elena de White había 
expresado: «En el Apocalipsis todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan» 
(Hechos de los apóstoles [Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 1990], 
482).
13 Maxwell, 233.
22 APOCALIPSIS Y SUS FASCINANTES REVELACIONES -VOL. 1
William Milligan expresa que «se podría dudar si hay en el Apocalipsis 
una sola figura que no haya sido tomada del Antiguo Testamento, o 
alguna sola frase completa que no esté más o menos construida con 
materiales extraído del mismo».14 H. B. Sweet observó que, de los 
404 versos del Apocalipsis, hay 278 que contienen referencias a las 
Escrituras judías.15 Pero, el uso del AT no se limita solo a sus imágenes 
y números simbólicos; su pensamiento y sus palabras aparecen en 
cada sección.16 Respecto al NT, «el Apocalipsis está marcado por una 
ausencia total de citas formales»; quizás, dado que «la naturaleza de la 
obra impedía al autor apelar directamente a su fuente».17
Por su lado, Doukhan plantea lo siguiente:
«El Apocalipsis es más hebreo que cualquier otro libro del 
Nuevo Testamento. Contiene más de dos mil alusiones a 
las Escrituras hebreas, incluyendo cuatrocientas referencias 
explícitas y noventa citas literales del Pentateuco y de los 
Profetas. En relación con las citas textuales, el Apocalipsis 
es más fiel al original hebreo que a su traducción griega, la 
Septuaginta».18
Los libros del AT citados con mayor frecuencia en el Apocalipsis, 
son los siguientes: Salmos, Isaías, Ezequiel, Zacarías, y en mayor 
grado, el libro de Daniel.19 Pero, «a pesar de depender tanto de 
14 William Milligan, The Book of Revelation (London and Aylesbury: Hazell, Watson, & 
Viney, Ld., 1889), 72.
15 H. B. Sweet, The Apocalypse of St John, third edition (Macmillan: London, 1911), cxl.
16 Ibíd.
17 Ibíd.
18 Doukhan, 11.
19 Stephen S. Smalley menciona el Pentateuco, Jueces, Proverbios, Cantar de los Cantares 
y Job. Pero, reconoce que el pensamiento de Juan, a menudo, es más «moldeado por 
los profetas mayores y por los Salmos… El AT juega una parte tan importante en 
el Apocalipsis, que se puede concluir, que una comprensión adecuada de su uso es 
necesaria para una interpretación correcta del drama en su totalidad (The Revelation 
to John: A Commentary on the Greek Text of the Apocalypse [Westmont, IL: InterVarsity 
Press, 2005], 9).
23INTRODUCCIÓN
Daniel, el nombre del profeta no es mencionado ni una sola vez».20 En 
consecuencia, una forma de entender sus símbolos, es comparándolos 
con otros que aparecen en el AT o el NT, y notando de dónde tomó 
el escritor alguna palabra o imagen para darle forma a su mensaje 
(compare Apo. 2:18, 19 con Jer. 17:10; Apo. 1:17 con Isa. 44:6).21 
Hans K. LaRondelle observa que
«deben estudiarse las múltiples conexiones del Apocalipsis 
con el AT, no para mostrar cómo Juan ingeniosamente 
adaptó los símbolos y las profecías hebreas, sino para 
entender de qué manera el Dios de Israel consumará sus 
promesas que hizo en el antiguo pacto por medio de Cristo 
y su pueblo del nuevo pacto».22
Otro punto importante es conocer que la verdad contenida en 
los evangelios, es clave para comprender las profecías juaninas. «El 
Apocalipsis es un complemento de los cuatro evangelios».23 El Cristo 
crucificado y resucitado, es el protagonista de las maravillosas profecías 
registradas en Apocalipsis; ellas son su «revelación», su «testimonio» 
para su iglesia (Apo. 1:1; 22:16). Y así, «todos los términos e imágenes 
del antiguo pacto están ahora refundidas en el lenguaje figurado del 
nuevo pacto que está centrado en Cristo».24
 
Sobre el título del libro
El sustantivo Apocalipsis es la traducción del griego apokálupsis, 
y significa «revelación». Esta palabra expresa el tema y la naturaleza 
20 Everett F. Harrison, Introducción del Nuevo Testamento, trad. Norberto Wolf (Grand 
Rapids, MI: Libros Desafío, 2007), 458.
21 Hans K. LaRondelle, Las profecías del fin, trad. David P. Gullón (Buenos Aires: 
Asociación Casa Editora Sudamericana, 1999), 104.
22 Ibíd., 104, cursiva en el original.
23 Ibíd., 97.
24 Ibíd., 104, cursiva en el original.
24 APOCALIPSIS Y SUS FASCINANTES REVELACIONES -VOL. 1
del libro.25 Apokálupsis es una palabra compuesta; apó significa 
«alejar», «apartar», y kálupsis, significa «cubrir», «esconder», «ocultar»; 
el término denota «un descubrimiento», hace referencia al acto de 
quitar un velo o descubrir algo. William Barclay define a kálupsis 
como un velo.26
En su uso religioso, apokálupsis implica «quitar» o «descorrer» 
el velo que nos impide ver el futuro y hacerlo asequible a nuestro 
conocimiento. Desde el mismo inicio se denota este significado: «La 
revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos 
las cosas que han de suceder pronto [...]» (Apo. 1:1). Apocalipsis es 
una revelación de los grandes eventos que toman lugar desde el tiempo 
del profeta hasta el retorno de Cristo a esta tierra (cf. Apo. 1:19).27 Por 
ello, es un libro abierto a la comprensión de aquellos que tienen 
«oídos para oír» (Apo. 2:7, 11, 17, etc.). 
Apocalipsis y el libro de Daniel
El Apocalipsis es el complemento del libro de Daniel; con este 
último tiene una inseparable relación, pues parte de sus revelaciones 
fueron cerradas «hasta el tiempo del fin» (Dan. 12:4). Al estudiar 
el Apocalipsis, recibimos la luz que emana del libro de Daniel. Por 
ejemplo, Doukhan destaca la expresión técnica usada por Juan para 
presentar sus visiones: «yo Juan» (Apo. 1:4, 9; 22:8); la cual se hace 
eco del «yo Daniel» (Dan. 7:15, 28; 8:15, 27; 9:2; 10:2, 7).28
La relación entre estas dos obras se profundiza, al notar que la 
primera bienaventuranza, de siete que Juan registra, evoca la última 
bienaventuranza que fue dada por Daniel.
25 Beale, 181.
26 William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento: Apocalipsis, obra completa 
(Barcelona: CLIE, 1999), 1107, cursiva en el original.
27 «En este libro se describen escenas que ahora están en el pasado, y algunas de interés 
eterno están sucediendo alrededor de nosotros; otras de sus profecías no se cumplirán 
sino al fin del tiempo, cuando tenga lugar el último gran conflicto entre los poderes de 
las tinieblas y el Príncipe del cielo» (Elena de White, Review and Herald, 31-8-1897).
28 Doukhan, 12.
25INTRODUCCIÓN
«Bienaventurado el que lee y los que 
oyen las palabras de esta profecía, y 
guardanlas cosas escritas en ella, 
porque el tiempo está cerca» (Apo. 
1:3). 
«¡Bienaventurado el que espere y 
llegue hasta mil trescientos treinta y 
cinco días! Pero tú, continúa hasta el 
fin, y descansarás y te levantarás para 
recibir tu heredad al fin de los días» 
(Dan. 12:12-13).
 También, Beale señala varias relaciones textuales y contextuales 
entre el libro de Daniel y el Apocalipsis (compare Dan. 2:28a y 49 
con Apo. 1:19; también Dan. 2:47 con Apo. 1:20).29
Paternidad literaria del Apocalipsis
El escritor de Apocalipsis, sencillamente, se identifica en repeti-
das ocasiones como «Juan» (Apo. 1:1, 4, 9; 21:2; 22:8). La tradición 
cristiana primitiva acepta casi unánimemente que Juan, el «discípulo 
amado», es el autor del libro de Apocalipsis. Los autores de algunas 
obras apocalípticas apócrifas de la antigüedad, se atribuían nombres 
conocidos de algunos patriarcas y profetas, con el fin de hacer 
recomendable su lectura; pero, el autor de Apocalipsis, se denomina 
modestamente como «Juan, vuestro hermano» (cap. 1:9).
Al comparar la expresión «copartícipe vuestro en la tribulación, 
en el reino y en la paciencia de Jesucristo» con 1 Pedro 3:15, descu-
brimos que la frase «vuestro hermano» hace referencia a uno de 
los discípulos de Cristo. Además, cuando el «Espíritu de profecía» 
ha sido otorgado vigorosamente a un siervo de Dios, no necesita 
recomendación ni sobrenombre. El autor del Apocalipsis es, pues, 
sencillamente, «Juan, vuestro hermano».30
29 Beale, 50, 156. Un artículo instructivo sobre este tema, ha sido escrito por Richard 
Lehmann, «Relaciones entre Daniel y el Apocalipsis», en Simposio sobre el Apocalipsis, 
ed. Frank B. Holbrook, trad. Cantábriga, SC (Miami, FL: Asociación Publicadora 
Interamericana, 2010), 1:157-172.
30 Algunos argumentos pertinentes a favor de la paternidad juanina del Apocalipsis, son 
presentados en las siguientes obras: D. A. Carson, Douglas J. Moo, Una introducción al 
Nuevo Testamento (Barcelona: CLIE, 2008), 623-629; Harrison, 451-455; Robert H. 
Mounce, Comentario al libro del Apocalipsis (Barcelona: CLIE, 2007), 44-52; Francis 
26 APOCALIPSIS Y SUS FASCINANTES REVELACIONES -VOL. 1
Craig L. Blomberg reconoce que «la escuela crítica en su mayoría 
rechaza la afirmación histórica de la iglesia de que Juan es el autor 
de Apocalipsis». Sin embargo, «No tenemos por qué echar por la 
borda la tradición de la iglesia temprana. Justino Mártir (Diálogo 
81.15), Ireneo (Contra las herejías 4.14.1, 4.26.1), Tertuliano (Contra 
Marción 3.14, 24) y Clemente de Alejandría (Misceláneas 6.106-7, 
Maestro 2.119) afirman que el apóstol escribió el libro de Apocalipsis, 
y no hay ninguna tradición temprana que cuestione la autoría de 
Juan».31
Simón J. Kistemaker, después de analizar una larga serie de 
argumentos, concluye: «Aunque existen dificultades significativas 
con respecto al contenido de Apocalipsis, concluyo, sobre la base de 
evidencia externa bastante sólida y de útil evidencia interna, que el 
apóstol Juan es el autor de Apocalipsis».32
El personaje central del libro
Aunque el libro del Apocalipsis está cargado fuertemente de 
símbolos: un dragón de siete cabezas y diez cuernos, langostas que 
salen de un abismo, una bestia que surge del mar semejante a un 
leopardo teniendo patas de oso y bocas de león, seres celestiales con 
rostros de animales, una prostituta sentada sobre una bestia horrible, 
números, y otros; pero, ninguno de estos símbolos o personajes 
malvados, ni siquiera todos en conjunto, dominan la trama del libro.
El protagonista del Apocalipsis es el Hijo de Dios, seguido por 
su pueblo remanente, que se mantiene leal a sus mandamientos a 
D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista, trad. Víctor E. Ampuero (Buenos 
Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996), 7:733-738. Esta obra, 7:738, 
concluye: «Aunque pueden presentarse argumentos en contra de que Juan sea el autor 
del Apocalipsis, debe reconocerse que las pruebas a favor del punto de vista tradicional 
de que el autor del Apocalipsis fue el apóstol, son razonables y sólidas».
31 Craig L. Blomberg, De Pentecostés a Patmos. Una introducción a los libros de Hechos a 
Apocalipsis, trads. Dorcas Gonzáles Bataller y Juan Carlos Martín Cobano (Miami, 
FL: Vida, 2011), 577-578.
32 Simón J. Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Apocalipsis, trad. José M. 
Blanch (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2004), 30-38.
27INTRODUCCIÓN
pesar de la persistente y feroz oposición que desata el gran dragón 
contra ellos (cf. Apo. 3:4, 5; 12:17; 14:12). En sus páginas, Cristo es 
presentado bajo diferentes símbolos: el alfa y la omega, un león, un 
cordero con siete cuernos y siete ojos, un jinete montado a caballo, 
etc. (Apo. 1:8; 21:6; 5:5-6; 19:11-17). Todos estos símbolos destacan 
la persona, atributos y diversos aspectos de la obra de nuestro Señor.
El tema fundamental del Apocalipsis
El Apocalipsis presenta la segunda venida de Cristo como el 
propósito final de la profecía.33 Tanto en su epílogo como en su 
prólogo, es la misma temática.
He aquí que viene con las nubes, 
y todo ojo le verá: aun los que le 
traspasaron. Todas las tribus de 
la tierra harán lamentación por 
él. ¡Sí, amén! “Yo soy el Alfa y la 
Omega”, dice el Señor Dios, “el que 
es y que era y que ha de venir, el 
Todopoderoso” (1:7-8).
He aquí vengo pronto, y mi 
recompensa conmigo, para pagar a 
cada uno según sean sus obras. Yo 
soy el Alfa y la Omega, el primero 
y el último, el principio y el fin” 
(22:12-13).
La esperanza de la Segunda Venida no niega la realidad de la 
presencia de Cristo en medio de su pueblo; al contrario, la refuerza y 
dinamiza. En el Apocalipsis, ambas verdades aparecen como las dos 
caras de la misma moneda. En su primera visión, Juan ve a Jesús «en 
medio de los candeleros» que representan a las siete iglesias (Apo. 
1:13, 20); pero, también lo ve regresando en gloria. Esto reafirma 
la declaración evangélica: «Y he aquí, yo estoy con ustedes todos los 
días, hasta el fin del mundo» (Mat. 28:20). Ambas verdades dan 
forma al ámbito de la vida de fe en el cual debe vivir el creyente, y en 
el cual, alimenta la esperanza del advenimiento, mientras cumple la 
misión y se prepara para ese día.
33 Strand, «Principios fundacionales de interpretación», 1:33.
28 APOCALIPSIS Y SUS FASCINANTES REVELACIONES -VOL. 1
Razones para escribir este libro
Las experiencias obtenidas en conversaciones personales con 
miembros y líderes de iglesias, así como en los numerosos seminarios 
que imparto en diferentes lugares, me han permitido notar la 
cantidad de personas que poseen una comprensión superficial, 
sino distorsionada de los eventos finales. Son abrumadoras las ideas 
confusas sobre algunas profecías que deberían ser de dominio pleno.34
Muchos eruditos expresan sinceras preocupaciones por las 
interpretaciones sensacionalistas sobre el Apocalipsis,35 y en ello 
estamos de acuerdo; lo irónico es que aun algunas de sus propuestas 
terminan contribuyendo a la confusión generalizada que deploran. 
José Martínez reconoce que «La tarea interpretativa se nos presenta 
como arma de dos filos».36 No hay término medio: acertamos y 
guiamos, o erramos y desorientamos. Podemos ser sinceros, pero, al 
poseer presuposiciones erróneas, terminaremos leyendo en el texto 
lo que no está en él.37 Las siguientes palabras de William Barclay, 
asumen relevancia especial en este contexto:
«Siempre que el hombre comience a escucharse y, por lo 
tanto, deje de escuchar a Dios, su versión del mensaje 
cristiano será distorsionada e inadecuada. Siempre que 
olvide someter sus conceptos e ideas a la prueba de la 
Palabra del Espíritu de Dios, producirá una versión del 
verdadero mensaje cristiano que será suya, pero no de Dios. 
34 En otra obra, hemos provisto algunas orientaciones oportunas sobre estos asuntos, 
Héctor A. Delgado, Eventos finales en la profecía bíblica (Bronx, NY: Grafe Publishers, 
2019).
35 Véase a Craig S. Keener, Comentario bíblico de aplicación NVI: Apocalipsis, trad.Pedro 
L. Gómez Flores (Miami, FL: Vida, 2013).
36 José M. Martínez, Hermenéutica bíblica (Barcelona: CLIE, 1984), 22.
37 En otra de nuestras obras, hemos abordado brevemente el papel de las presuposiciones 
del intérprete en la tarea hermenéutica: Héctor A. Delgado, La bestia escarlata y las 
siete cabezas de Apocalipsis 17 (Bronx, NY: Grafe Publishers, 2018), 13-18. Asimismo, 
Winfried Vogel, «¿Por qué los eruditos interpretan la Biblia de tantas maneras 
diferentes?», en Textos bíblicos controversiales, ed. Gerhard Pfandl, trads. Aecio Cairus 
y Néstor Alberro (Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2006), 90-96.
29INTRODUCCIÓN
Si continúa actuando así, acabará por amar más su sistema 
de verdad que el de Dios... cuando anunciamos el mensaje 
cristiano a otros, no partimos de: “Así digo yo”, sino de “así 
dice el Señor”».38
Entre las muchas voces que susurran al oído, el creyente debe 
aprender a distinguir la voz de Dios: «Entonces tus oídos oirán detrás 
de ti la palabra que diga: Éste es el camino, andad por él y no echéis 
a la mano derecha, ni tampoco os desviéis a la mano izquierda» 
(Isa. 30:21, VRV 1995). «El cristiano nunca se dará la oportunidad 
de conocer si, previamente, no se da la oportunidad de escuchar».39 
Apocalipsis nos invita a escucharlo con reverencia y un corazón 
dispuesto a hacer la voluntad de Dios.
Por lo tanto, tomemos el libro de Apocalipsis, abracémoslo y 
no lo soltemos «hasta que nos dé su bendición y nos descubra sus 
riquezas».40
38 William Barclay, Palabras griegas del Nuevo Testamento: Su uso y su significado, 8va. 
edición (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2000), 139-140, 138-139.
39 Ibíd. Cursivas añadidas.
40 Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 1099.
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