Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 78 La migración internacional como exportación del bono demográfico El bono demográfico es una gran oportunidad que requiere de un aparato productivo y una matriz económica que haga fructífera a esta gran masa de fuerza de trabajo en crecimiento. En caso contrario, el bono demográfico es tan solo una quimera, una ilusión demográfica que termina dilapidándose, ya sea en trabajos de muy baja productividad, el sector informal, o bien emigrando a otros países. Tal es el caso de los países del norte de Centroamérica, en donde el bono demográfico no configura una opción preferencial e irremplazable para el impulso del desarrollo económico y social, sino que ha terminado convirtiéndose en una presión y carga demográfica demasiado grande frente a estructuras económico-productivas muy débiles, centradas en actividades de muy baja productividad, baja generación de empleos y especializada en actividades extractivas y primario exportadoras (Cypher, 2009). El bono demográfico pone en evidencia una contradicción estructural de la matriz económico-productiva de los países del norte de Centroamérica que se expresa en una situación crónica de déficit de empleo (o superávit demográfico). En estos países, la base económica no parece tener el suficiente dinamismo como para generar el volumen de empleos necesarios para cubrir la oferta de fuerza de trabajo que genera el cambio demográfico. Esto pone en evidencia una situación de continuo desbalance entre la dinámica económica y la dinámica demográfica, lo que lleva a la formación de un déficit crónico de empleos y una formación de un superávit igualmente crónico y estructural de mano de obra (Canales, 2011a). Una forma de medir este déficit de empleos es comparando el volumen de ocupaciones en el sector formal de cada país respecto al volumen de población económicamente activa. Esta última se puede medir para cada año, considerando tanto la fuerza de trabajo residente en cada país como la fuerza de trabajo de cada país que ha emigrado y reside en los Estados Unidos. La suma de ambas ofrece el volumen total de población económicamente activa de cada país y da un buen punto de referencia para estimar el déficit laboral señalado. Como se observa en el gráfico I.20, en los tres países se reproduce esta situación de déficit estructural en la generación de empleos. En el caso de El Salvador, por ejemplo, la dinámica demográfica generó en 2014 una oferta de 1,4 millones de empleos formales. Sin embargo, la dinámica demográfica generó para ese mismo año una oferta de mano de obra de 3,7 millones de personas (1,4 empleados en sector formal, 1,2 en el sector informal y 1,1 emigrados a los Estados Unidos). La diferencia, 2,3 millones de trabajadores, conforma un déficit estructural de empleo y constituye una presión demográfica sobre el mercado de trabajo que la base económica es incapaz de cubrir. En Honduras y Guatemala la situación es prácticamente la misma, de manera que el déficit alcanza volúmenes de 2 y 3,2 millones de empleos, respectivamente. Capítulo I Dinámicas binacionales y relaciones transfronterizas en la migración en los países del norte de Centroamérica (NCA) E. Migración desde los países del norte de Centroamérica a los Estados Unidos 3. Migración y cambio demográfico en los países del norte de Centroamérica La migración internacional como exportación del bono demográfico
Compartir