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E P I D E M I O L O G Í A 903 U N ID A D 6 Inmunidad de grupo Si una proporción elevada de los individuos en un grupo son inmunes a un patógeno, entonces la población entera estará protegida; esta resistencia a la infección se denomina inmuni- dad de grupo (Figura 28.4). La evaluación de la inmunidad de grupo es importante para comprender el desarrollo de las epi- demias. Cuanto más infeccioso sea un patógeno, o cuanto más largo sea su período de infectividad, mayor proporción de indi- viduos inmunes será necesaria para prevenir la diseminación de la enfermedad. Para conferir inmunidad de grupo frente a una enfermedad como el sarampión, muy infecciosa, el 90-95 % de la población debe ser inmune. En cambio, una epidemia virus de la mixomatosis, el hospedador desarrolló resistencia al agente de control del RHDV, desplazando la proporción de hos- pedadores y patógenos hacia el equilibrio. Para los patógenos que no dependen de la transmisión de hospedador a hospedador, como Clostridium tetani, una bacte- ria común en el suelo y que provoca el tétanos, no existe selec- ción que disminuya la virulencia y favorezca la coexistencia mutua. Los patógenos transmitidos por vectores que suelen transmitirse por la picadura de garrapatas y otros artrópodos tampoco están bajo ningún tipo de presión evolutiva que sal- vaguarde al hospedador humano. Siempre que un vector pueda alimentarse de sangre después de la infección y antes de que el hospedador muera, el patógeno podrá mantener un nivel ele- vado de virulencia y matar a su hospedador humano. Por ejem- plo, los parásitos de la malaria (Plasmodium spp.) muestran variaciones antigénicas en las proteínas de su envoltura que le ayudan a eludir la respuesta inmunitaria del hospedador. Esta capacidad para evitar la inmunidad del hospedador incrementa la virulencia del patógeno independientemente de la vulnerabi- lidad del hospedador. Otra prueba del fenómeno de virulencia descontrolada de los patógenos procede de los estudios sobre la diarrea en los recién nacidos. En las guarderías hospitalarias, Escherichia coli puede provocar diarrea grave e incluso la muerte; la virulencia parece incrementarse cada vez que el patógeno pasa de un paciente a otro. Los patógenos se replican en un hospedador y, por des- cuido, se transfieren a otro a través de los profesionales sanita- rios o de objetos tales como la ropa de cama sucia y los muebles. Para interrumpir el ciclo de estas infecciones, muy virulentas, a veces se necesitan esfuerzos extraordinarios, tales como desin- fectar completamente las salas y el mobiliario, además de tras- ladar al personal sanitario a otros servicios. Figura 28.3 Coevolución del virus de la mixomatosis y su hospedador. El virus de la mixomatosis se introdujo en Australia para controlar la población de conejos silvestres. La virulencia del virus se presenta como la mortalidad media de los conejos de laboratorio para el virus recuperado de campo cada año. La mortalidad se determinó sacando gazapos silvestres de las conejeras e infectándolos con una cepa vírica que mataba el 90-95 % de los conejos de laboratorio de control. 100 90 80 100 80 60 40 20 0 1 2 3 4 5 6 Años V ir u le n c ia d e l v ir u s ( % ) M o rt a lid a d d e l o s c o n e jo s ( % ) Mortalidad de los conejos Virulencia del virus 0 Figura 28.4 Inmunidad de grupo y transmisión de la infección. La inmunidad de algunos individuos protege a los individuos sin inmunizar contra la infección. (a) En una población sin inmunidad, la transferencia de un patógeno desde un individuo infectado puede infectar con éxito (flechas) a toda la población debido a que los nuevos individuos infectados pueden, a su vez, transferir el patógeno a otros individuos. (b) En una población de densidad moderada que tiene cierta inmunidad contra un patógeno moderadamente transmisible, como el virus de la gripe, un individuo infectado no puede transferir el patógeno a los demás individuos vulnerables porque los resistentes, inmunes gracias a la exposición previa o a la inmunización, rompen el ciclo de transmisión del patógeno: el individuo vulnerable A se infecta, pero los individuos vulnerables B y C están protegidos. La proporción de la población que debe ser inmune para lograr una inmunidad de grupo eficaz también varía con la enfermedad; las enfermedades muy infecciosas requieren que la proporción individuos inmunes sea mayor para que la inmunidad de grupo impida la transmisión. A B C Infectado Transmisión Transmisión bloqueada Vulnerable Inmune Sin inmunidad(a) Inmunidad de grupo(b) https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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