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111Trastornos benignos de la porción inferior del aparato reproductor CA P ÍTU LO 4 Exploración física La revisión de la vulva y la piel vecina debe realizarse con ilumi- nación adecuada, posición óptima de la mujer y una lupa o un colposcopio. Con gran cuidado se identifi can cambios focales y generalizados de la piel, ya que cualquier neoplasia puede surgir dentro de un campo de dermatosis generalizada. También se iden- tifi can pigmentaciones anormales, contextura de la piel, presen- cia de nódulos o características de los vasos. Se puede usar una pequeña “sonda” con un aplicador de algodón para defi nir los lími- tes anatómicos de síntomas generalizados y localizar con precisión las molestias focales (fig. 4-1). Para valorar el tratamiento en el transcurso del tiempo, es útil contar con un esquema en que se incluyan los datos y manifesta- ciones vulvares. Las molestias vaginales o cuadros vulvares sin una causa neta deben obligar a la práctica de un tacto vaginal. En la inspección cuidadosa, se pueden identifi car infl amación o atrofi a generaliza- das, secreciones anormales o lesiones focales de la mucosa, como úlceras. En tales casos, habrá que obtener material para estudio en solución salina, secreciones para valoración microscópica (“prepa- ración húmeda”), pruebas del pH vaginal y cultivo en busca de microorganismos aerobios para detectar la proliferación excesiva de bacterias particulares, como Streptococcus del grupo B o levadu- ras. Por último, se efectúa un tacto bimanual. Los datos de la exploración global de la piel que incluya la mucosa de la boca y las axilas pueden sugerir la causa de algunos síntomas vulvares. Aún más, para el estudio de las disestesias en la vulva también es útil una exploración neurológica particularizada para medir la sensación de extremidades inferiores y la fuerza de las mismas, así como la sensibilidad y el tono del periné. miento de los síntomas debe incluir descripciones de su duración, localización, sensaciones anormales y prurito o secreción vaginales acompañantes. La anamnesis médica detallada debe incluir datos de enfermedades sistémicas, fármacos y alergias identifi cadas. Los datos obstétricos, de vida sexual y psicosociales y sus posibles ele- mentos inductores, hacia la fecha en que comenzaron los síntomas, suelen sugerir alguna causa probable. Hay que investigar en detalle las prácticas de higiene y sexuales. Prurito vulvar. El prurito es una manifestación frecuente de muchas dermatosis en la vulva y durante la entrevista inicial suele identifi carse su causa primaria. Tal vez en etapas anteriores se haya hecho el diagnóstico de psoriasis, eccema o dermatitis en otras zonas corporales de la mujer. El prurito aislado en la vulva a veces acompaña el comienzo de la administración de fármacos nuevos. En ocasiones, las pacientes identifi can alimentos que desencadenan o intensifi can los síntomas y, en tales casos, quizá sea útil llevar un diario de alimentos. Muy a menudo el prurito vulvar proviene de dermatitis por contacto o de tipo alérgico. Sustancias dañinas habi- tuales son los jabones corporales y productos de lavandería, ambos excesivamente perfumados. El lavado excesivo y el empleo de ropas lavadas a veces originan sequedad y traumatismos mecánicos de la piel. El lavado personal a menudo asume mayor intensidad con- forme las mujeres piensan que no son limpias. Cualesquiera de las prácticas anteriores puede generar un ciclo cada vez más intenso de prurito y excoriaciones o exacerbar los síntomas de otras dermato- sis preexistentes. Por último, las mujeres a menudo utilizan reme- dios no prescritos para aliviar el prurito vulvovaginal o el olor que ellas perciben; tales productos suelen incluir múltiples alergenos por contacto (reconocidos) y es mejor no utilizarlos (cuadro 4-1). CUADRO 4-1. Irritantes y alergenos vulvares comunes Categorías generales Ejemplos de agentes específicos Antisépticos Yodopolivinilpirrolidona, hexaclorofeno Líquidos corporales Semen, heces, orina, saliva Papel higiénico de color o perfumado Preservativos De látex, lubricantes, espermicidas, tiuram Cremas, geles o espumas anticonceptivas Nonoxinol-9, lubricantes Tinturas 4-fenilendiamina Emolientes Lanolina, aceite de jojoba, glicerina Detergentes de lavandería, reblandecedores de telas y hojas secantes Productos de caucho Látex, tiuram Toallitas higiénicas para lactantes Cojincillos o tampones sanitarios Jabones, baños de burbujas y sales, champús, acondicionadores Anestésicos locales Benzocaína, lidocaína Antibacterianos tópicos Neomicina, bacitracina, polimixina, framicetina, aceite de árbol del té Corticosteroides tópicos Propionato de clobetasol Cremas antimicóticas tópicas Etilendiamina, metabisulfito sódico Con autorización de American College of Obstetricians and Gynecologists, 2008; Crone, 2000; Fisher, 1973; y Marren, 1992. 04_Chapter_04_Hoffman_4R.indd 11104_Chapter_04_Hoffman_4R.indd 111 06/09/13 20:5106/09/13 20:51
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