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Unidad III JAQUES DERRIDA LA ESTRUCTURA, EL SIGNO Y EL JUEGO EN EL DISCURSO DE LAS CIENCIAS HUMANAS (1989) En la historia del concepto de estructura (Estructuralismo) ha ocurrido un acontecimiento, que es la ruptura o redoblamiento que pone en duda la estructuralidad de la estructura, es decir su forma constitutiva. Ésta, anteriormente se construía reduciendo todo a un centro, a un punto de referencia, de origen fijo. Este punto tenía la función de orientar y ordenar la estructura, era su origen, y lo que limitaba (circunscribía) el juego de la estructura. Un punto que organiza la coherencia del sistema que despliega, provocando certidumbre, previsibilidad, tranquilidad. Pero así como los elementos desplegados pueden variar en torno a este centro, éste debe permanecer invariable. "Así, pues, siempre se ha pensado que el centro, que por definición es único, constituía dentro de una estructura justo aquello que, rigiendo la estructura, escapa a la estructuralidad...Por eso puede decirse paradógicamente que (el centro) está dentro de la estructura y fuera de la estructura" (p. 384) Por esto, para Derrida, el concepto de "estructura centrada" es el juego fundado a partir de una inmovilidad fundadora y de una certeza tranquilizadora. La estructura es una matriz de inteligibilidad que permite leer y entender fenómenos complejos. Y “detiene” las preguntas, y achica la angustia. Antes de la ruptura, o descentramiento de la estructura, es decir, la evidencia de que se trata de un artilugio, podría describirse la historia del concepto de estructura como "una serie de sustituciones de centro a centro. Un encadenamiento de determinaciones del centro. El centro recibe, sucesivamente y de una manera regulada, formas o nombres diferentes. La historia de la metafísica, como la historia de occidente, sería la historia de esas metáforas y de esas metonimias. A partir de esta ruptura, se ha puesto atención no ya en esas presencias del ser como algo invariable, sino en la irrupción y la repetición, en la ley que rige de alguna mantera el deseo de centro y el proceso de la significación que hacía posibles sus desplazamientos. Se empezó a pensar el centro no ya como ente-presente, sino como una función, como un no lugar. "Este es entonces el momento en que el lenguaje invade el campo problemático universal...en ausencia de centro o de origen, todo se convierte en discurso... un sistema en el que el significado central, originario o trascendental no está nunca absolutamente presente fuera de un sistema de diferencias. La ausencia de significado trascendental extiende hasta el infinito el campo y el juego de la significación" (p. 385) Contradicción historia-estructura: si la estructura tiene historia, entonces es un acontecimiento que es ello que la estructura trata de explicar. Nietzsche_ crítica a la metafísica, de los conceptos de ser y de verdad sustituidos por los de juego, interpretación y signo (sin verdad presente) Freud y su crítica a la conciencia, al sujeto, de la identidad, Heidegger y su destrucción final de la metafísica, de la onto-teología, de la determinación del ser como una presencia (ente) Para poder destruir estas estructuras centradas, es necesario valerse de un andamiaje teórico y lexical, propio de las estructuras centradas, pero ahora, utilizarlas en otra dirección. Por ejemplo, la noción de significación ligada a la idea de signo en la cual un significante significa un significado, es utilizada aquí en otra dirección. Pero, ¿cómo borrar la diferencia, o correspondencia entre significado-significante, y conservar, no obstante uno de sus términos? En este punto cita el trabajo de Levy Strauss quien criticó al etnocentrismo sosteniendo la etnometodología. Se llama "Bricolage" a la necesidad de tomar prestados términos a textos heredados, utilizándolos instrumentalmente, sin importar su verdad final, entonces esto sería bricolage, al igual que en la producción de cualquier discurso. LACAN LA INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE O LA RAZÓN DESDE FREUD (50’s) Es toda la estructura del lenguaje la que aparece operando en el inconsciente: "El lenguaje con su estructura preexiste a la entrada que hace en él cada sujeto en un momento de su desarrollo... y también el sujeto, si puede parecer siervo del lenguaje, lo es más aún de un discurso en el movimiento universal del cual su lugar está ya inscrito en el momento de su nacimiento, aunque sólo fuese bajo la forma de su nombre propio" (p.475) Esto se refiere a lo que nos adelantaba Althusser respecto de que un sujeto ya es sujeto desde antes de su nacimiento, ya que nace a un mundo, nace al lenguaje, que lo espera y tiene un nombre para él. Lo que distingue esencialmente a la sociedad humana de las sociedades naturales es el lenguaje (que Lacan iguala a la cultura). La idea es que nunca decimos lo que creemos decir, la idea es que el lenguaje nos habla a nosotros a pesar de que nosotros creemos hablar el lenguaje. La lingüística moderna desarrollada a partir de los cursos de Ferdinand de Saussure, logró el siguiente algoritmo: S/S Al respecto, Lacan señala que esta forma de plantearlo ha puesto en planos distintos al significado y al significante, considerándolos de ordenes distintos, y "separándolos inicialmente por una barra resistente a la significación" (477) La temática de esta ciencia está suspendida desde ese momento de la posición primordial del significante y del significado como órdenes distintos y separados inicialmente por una barrera resistente a la significación. Por este camino, dice Lacan, las cosas no pueden ir más allá de la demostración de que no hay ninguna significación que se sostenga si no es por la referencia a otra significación. Nadie dejará de fracasar en su indagación en torno al lenguaje mientras no se haya desprendido de la ilusión de que el significante responde a la función de representar el significado. Para Lacan hay una primacía del significante, por eso es la S mayúscula. La significación se produce durante la venida de unos significantes a otros, y el acceso al significado está barrado. Se pueden hacer lectura, pero nunca se sabe cual es la lectura definitiva. Siempre puede haber muchas lecturas. En este punto Lacan comienza a hablar de cadenas significantes para referirse a esta referencia del significante en el significante. "sólo las correlaciones del significante dan en ella el patrón de toda búsqueda de significación...De donde puede decirse que es en la cadena del significante donde el sentido insiste, pero que ninguno de los elementos de la cadena consiste en la significación de la que es capaz en el momento mismo" A su vez relaciona esta cadena significante con la figura retórica de la metonimia, ya que ésta se apoya en la conexión de los distintos significantes, haciéndolos parecer. A su vez la figura de la metáfora, donde un término significante aparece en el lugar del otro reemplazándolo mientras el significante oculto permanece presente por su conexión metonímica con el resto de la cadena. Una palabra no revela tan simplemente su sentido. Más bien conduce a otras palabras en una cadena lingüística, así como un sentido conduce a otros. Las palabras generan significados que trascienden la comprensión de quienes las usan. Las dos vertientes de la incidencia del significante sobre el significado se encuentran en el sueño: 1-La condensación es la estructura de sobreimposición de los significantes donde toma su campo la metáfora. 2-El desplazamiento es el viraje de la significación que la metonimia demuestra y que es, desde Freud, el medio del inconsciente más apropiado para burlar la censura. Es decir que, la metáfora y la metonimia cumplen en el discurso una función homóloga a la que la condensación y el desplazamiento cumplen en el trabajo del sueño. “No se trata de saber si hablo de mi mismo de manera conforme con lo que soy sino si cuando hablo de mi, soy el mismo de aquel del que hablo”. El inconscientese estructura como un lenguaje�transforma las palabras en síntomas, inscribe significantes en la carne o los convierte en ideas o compulsiones atormentadoras. Lugar del sujeto, heteronomía del hombre. Pero ¿quién es ese otro con el que estoy más ligado que conmigo mismo? El inconsciente es el discurso del Otro. Ese Otro es el que invoca incluso mi mentira como fiador de la verdad en la cual él subsiste. Es con la aparición del lenguaje como emerge la dimensión de la verdad. Para que la cuestión misma salga a la luz del día es preciso que el lenguaje sea. El Otro un lugar desde el cual uno es escuchado, desde el cual es reconocido. El Otro es el lugar del lenguaje, externo al hablante pero al mismo tiempo interno, por su condición de hablante. El habla asociado a lo simbólico. El sujeto puede ser reconocido, encontrar algún tipo de identidad, en el orden simbólico. Primacía de lo simbólico en la constitución/constitución del hombre LACAN LA PSICÓSIS (1955/56) XIV EL SIGNIFICANTE EN CUANTO TAL, NO SIGNIFICA NADA "La estructura es primero un grupo de elementos que forman un conjunto-co-variante... La estructura siempre se establece mediante la referencia de algo que es coherente a alguna cosa, que le es complementario. Pero la noción de totalidad sólo interviene si estamos ante una relación cerrada con un correspondiente" En consecuencia, el estudio estructural es el estudio de las referencias recíprocas, la noción de significante y de estructura son inseparables. "La experiencia también nos muestra que, como el numero 1 sólo adquiere su eficacia máxima retroactivamente, en la adquisición del significante él nos permite poner el dedo en el origen...siempre estaremos en el punto de partida, es que todo verdadero significante es, en tanto tal, un significante que no significa nada" (p. 164) "Cuando se habla de lo subjetivo... siempre permanece en la mente el espejismo de que lo subjetivo se opone a lo objetivo, que está del lado del que habla, y que por lo mismo está del lado de las ilusiones: o porque deforma o porque contiene a lo objetivo. La dimensión hasta ahora eludida de la comprensión del freudismo, es que lo subjetivo no está del lado del que habla. Lo subjetivo es algo que encontramos en lo real.". (p.266) Comunicación: su esencia es el acuse de recibo. Es decir, la comunicación es significante (orden significante) no significativa. La comunicación entre órganos del cuerpo a través de hormonas no es comunicación. “No hay definición de la subjetividad sino a partir de la posibilidad de manejar el significante con fines puramente significantes y no significativos.” METÁFORA Y METONÍMIA Pensar en el simbolismo como forma significante, no nos debe tapar también la dimensión vinculada a la “organización del significante”. Lo que Freud llama condensación en retórica se llama metáfora; lo que llama desplazamiento, es la metonimia. "La forma retórica que se opone a la metáfora es la metonimia. Designa la sustitución de algo que se trata de nombrar; estamos en efecto a nivel del nombre. Se nombra una cosa mediante otra que es su continente, u una parte de ella, o que está en conexión con ella...lo que Freud llama condensación en retórica se llama metáfora; lo que llama desplazamiento, es la metonimia" (pp. 316 y 371) Para Lacán, la neurósis sólo puede explicarse a partir de la preeminencia del significante. La afasia, en uno de sus tipos, puede explicarse a partir de no poder dominar la contigüidad en el lenguaje, lo cual hace a la significación posible palabra por palabra pero imposible para construir un significado completo. La transferencia del significado, solo es posible debido a la estructura del significante. El lenguaje es un sistema de coherencia posicional. Punto de almohadillado El significante no sólo da la envoltura, el recipiente de la significación la polariza, la estructura, la instala en la existencia. La relación del significante y del significado siempre parece fluida siempre lista a deshacerse. [Saussure intenta definir una correspondencia entre ambos flujos, pero lo que define el sentido es el cierre de la frase.] P de A: Es el punto donde llega a anudarse el significado y el significante, entre la masa siempre flotante de las significaciones. Es el punto de convergencia que permite situar retroactivamente y prospectivamente todo lo que sucede en ese discurso. (p. 383) Es el punto alrededor del que debe ejercerse todo análisis concreto del discurso. El Estadio del Espejo como formador de la función del yo – LACAN El Sujeto se transforma al asumir una imagen, se identifica con su imagen. El estadio del espejo se presenta� como una fase fundamental en la constitución del sujeto ya que produce la matriz sobre la cual van a desarrollarse las identificaciones secundarias. El espejo, aquel momento de la primera relación consigo mismo que es irremediablemente y para siempre relación con otro, representa una fase privilegiada en tanto y en cuanto posee un valor ejemplar para todo el desarrollo ulterior; no es un estadio destinado a ser superado, sino una configuración insuperable. Esto es previo a la enajenación paranoica que data del viraje del yo especular al yo social. En el momento que termina el estadio del espejo se inaugura la identificación con la imago del semejante y el drama de los celos primordiales de las situaciones sociales. ALTHUSSER IDEOLOGÍA Y APARATOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO (1970) Toda formación social debe reproducir las fuerzas productivas y las relaciones de producción existentes. La reproducción no pasa únicamente por garantizar las condiciones materiales de vida, sino que además se necesita fuerza de trabajo competente, hoy día se da “fuera de la producción, por medio del sistema educativo capitalista y de otras instancias e instituciones.” (p13) En la escuela se aprenden habilidades, se aprende a respetar la división técnica (y social) del trabajo, la sumisión a las reglas. "Enseña las habilidades bajo formas que aseguran el sometimiento a la ideología dominante o el dominio de su práctica" Toda sociedad se estructura en función de su infraestructura o base económica (fuerzas productivas + relaciones de producción) y la superestructura, compuesta por dos niveles: El jurídico político (el derecho y el estado) y la ideológica (ideologías religiosas, moral, jurídica, política, etc). Esta metáfora del edificio tiene que poner en cuestión, o poder explicar tanto la determinación de la base económica en última instancia, y la autonomía relativa o eficacia específica de la superestructura. Para Althusser no se puede confundir el Poder del Estado con los Aparatos del Estado, entre ellos distingue dos tipos de aparatos: los ideológicos y los represivos. Los últimos funcionan a través de la violencia como límite, pero los aparatos ideológicos, se cierto número de realidades que se presentan al observador inmediato bajo la forma de instituciones distintas y especializadas: religiosos, escolar, familiar, jurídico, político, sindical, de información, cultural, etc. Éstos actúan principalmente en el dominio privado, y no ya en el público. (Aunque división público y privado es algo propio del derecho burgués) Lo importante es que los AIE funcionan a través de la ideología, mientras que los A represivos lo hacen a través de la violencia. Estos aparatos del estado, no sólo pueden ser objeto de la lucha de clase (para su toma), sino también un lugar donde se dé esta lucha. Mientras que los AIE como la escuela, brindan la ideología conveniente a cada clase social para que pueda autoreproducir su situación, lo hace desde la ideología de la clase dominante, que se presenta como un medio neutro y universal. Para Althusser, la ideología, tal como la describe Marx en La ideología alemana, no es marxista. Para este autor, en este libro la ideología aparece como mero fantasma. Como ilusión desordenada, un puro sueño 'vacío y vano' de la única realidad plena, la realidad de los hombresen sus condiciones de vida reales. Para Marx la ideología no tiene historia: su determinación en última instancia está situada fuera de las ideologías. Para Althusser, la ideología no tiene historia pero, en el sentido en que Freud se refiere al inconsciente: No tiene historia porque es eterna. Eterna no por trascendente, sino por transhistórica, inmutable en su forma: "LA IDEOLOGÍA ES UNA REPRESENTACIÓN DE LA RELACIÓN IMAGINARIA DE LOS INDIVIDUOS CON SUS CONDICIONES REALES DE EXISTENCIA" (Imaginaria no por falsa, sino porque es representada, necesariamente está en relación con las condiciones de existencia, por eso es eterna. Porque siempre tendrá que ser mediada esta relación hombre-condiciones de existencia, por una representación simbólica.) No se imaginan o representan sus condiciones de existencia, su mundo real, sino que se representan la relación entre ellos y el mundo real (p.55). Confrontando con Marx. "En la ideología no está representado entonces el sistema de relaciones reales que gobiernan la existencia de los individuos (como dice Marx), sino la relación imaginaria de esos individuos con las relaciones reales en que viven" (p, 56). La ideología es un sistema de representaciones que forma parte constitutiva de la formación social. A su vez, la ideología no tiene existencia ideal, sino material. El hombre actúa en función de sus representaciones. Las representaciones son actuantes". La existencia de las ideas de su creencia es material, en tanto esas ideas son actos materiales insertos en prácticas materiales, reguladas por rituales materiales definidos, a su vez, por el aparato ideológico material del que proceden las ideas de ese sujeto" Althusser propone la restitución de la categoría de sujeto a la teoría marxista. Para él, la noción de ideología es inescindible de la de sujeto. "solo hay ideología para los sujetos". Ya que esta "interpela a los individuos como sujetos". Solo porque la categoría de sujeto funciona, "solo en tanto toda ideología tiene por función (función que la define) la 'constitución' de los individuos concretos en sujetos" (p.64) El sujeto aparece como una evidencia, del mismo modo en que una palabra aparece evidentemente como lo que designa. Esta 'transparencia del lenguaje' y la evidencia del sujeto (yo soy yo) es un efecto ideológico elemental. "En esta reacción se ejerce la función de reconocimiento ideológico que es una de las dos funciones de la ideología como tal (su contrario es la función de desconocimiento)" (p. 66) -> La ideología funciona en la medida en que recluta sujetos entre los individuos, es la base de su autoreconocimiento. "Cualquier individuo es ya sujeto aun antes de nacer" Se nace al mundo “sujetados” por una ideología. "Resulta entonces que la interpelación a los individuos como sujetos supone la 'existencia' de otro Sujeto, Único, central en Nombre del cual la ideología religiosa interpela a todos los individuos como sujetos" (p. 75) El reconocimiento genera una doble relación. Somete, pero también garantiza la propia existencia en esa relación especular. No hay practica sino por y bajo una ideología. No hay ideología sino por el sujeto y para los sujetos. Entonces esta estructura especular redoblada de la ideología asegura: La interpelación de los individuos como sujetos. Su sujeción al Sujeto. El reconocimiento mutuo entre los sujetos y el Sujeto, y entre los sujetos mismos, y finalmente el reconocimiento del sujeto por él mismo. La garantía absoluta de que todo está bien como esta y de que, con la condición de que los sujetos reconozcan lo que son y se conduzcan en consecuencia, todo irá bien. LIBERTAD. El sujeto es interpelado como sujeto libre, para que se someta libremente a las órdenes del Sujeto. Para que acepte libremente su sujeción. La Teoría de la Ideología de Louis Althusser – Martina Sosa Revisión althousseriana de la teoría marxista en 4 ejes: - huella idealista/hegeliana, - cuestionamiento a la determinación económica como única o central y Sobredeterminación, -revisión del concepto de ideología, - articulación de ideología e inconsciente. Sobredeterminación: concepto retomado del psicoanálisis para explicar la totalidad estructurada compleja que es la sociedad. Ideología no es conciencia porque es invisible, es la vida misma, la manera en la que las personas “viven” su relación con sus condiciones de existencia. En la ideología, la relación real está inevitablemente investida de una relación imaginaria, hay una combinación de ambas en ese sistema de representaciones, se muerden, se montan, no son opuestos. El carácter imaginario de la relación del hombre con sus condiciones de existencia es estructuralmente fallida en el hombre. Vínculo con Lacán y su estadío del espejo, donde el hombre, en su prematuración específica, lo lleva a aprehenderse como unidad de una imagen propia y ajena a la vez (ortopédica). También hay un carácter necesariamente distorsionado del mundo. La ideología crea sujetos al interpelar a los individuos como sujetos en nombre de un Sujeto Único y Absoluto. La ideología es centrada y el Sujeto Absoluto ocupa el lunes únoco de Centro que interpela a muchos individuos a la vez. [Lectura de Lacán] “Índice de eficacia relativa” sobre la infraestructura. MICHEL PECHEUX EL MECANISMO DEL RECONOCIMIENTO IDEOLÓGICO Este autor adscribe a la teoría althusseriana, intentará dar las bases para un estudio materialista del lenguaje. Para él, las ideologías no están hechas de ideas sino de prácticas. Es imposible adjudicar a cada clase su ideología como si esta fuera anterior a la lucha de clases, como si esta lucha fuera el encuentro de dos universos enfrentados a priori. Los AIE no son la expresión de la dominación de la clase dominante, sino el lugar y el medio de esta dominación. Aun así, no son meros instrumentos de clase dominante, son también lugar para la lucha, para la transformación de la dominación. Al mismo tiempo, no todos los AIE contribuyen por igual a la reproducción de las relaciones de producción y a su transformación. La instancia ideológica tiene como materialidad concreta a los AIE. Lo que está en juego en la lucha ideológica de clases es la relación que se establece (de desigualdad y subordinación) entre los distintas AIE. Los sindicatos y partidos políticos, nombrados por Althusser como parte de los AIE, son una muestra de estas diferencias. "El aspecto ideológico de la lucha por la transformación de las relaciones de producción reside, entonces, por encima de todo, en la lucha por imponer, dentro del complejo de AIE, nuevas relaciones de desigualdad-subordinación...que tengan como resultado una transformación del conjunto del 'complejo de AIE' en su relación con el aparato del Estado y una relación de éste mísmo aparato" (p.160) No existe la práctica si no es por y en una ideología. No existe la Ideología si no es por el sujeto y para los sujetos Mientras que las ideologías tienen historia propia porque tienen una existencia histórica concreta, la Ideología en general no tiene, en la medida en que está doptada de una estructura y una operación que la convierte en una realidad ahistórica. El concepto de Ideología en general permite conceptualizar al hombre como un 'animal ideológico'. En ese sentido la ideología es eterna. Tanto la ideología como el inconsciente "ocultan su propia existencia dentro de su funcionamiento produciendo una red de verdades evidentes 'subjetivas', donde 'subjetivas' significa no 'que afectan al sujeto' sino 'en las que el sujeto se constituye' (p. 164) La evidencia de la identidad oculta el hecho de que se trata del resultado de una identi�cación-interpelación del sujeto. Comparación de la sujeción del Sujeto a la Ideología, con el proceso de signi�cación que establece Lacán en un red de signi�cantes (que serían los sujetos). Proceso signi�cante en la interpelación-identi�cación. De FINAL FREUD INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS (1900) VI. El trabajo del sueño Se piensainvestigar las relaciones entre el contenido manifiesto del sueño y los pensamientos latentes, sacando a la luz el trabajo, el pensamiento, los procesos del sueño. A. Condensación: la condensación adviene por la vía de la omisión, es decir solamente unos pocos pensamientos alcanzan a manifestarse en el sueño. El sueño solamente manifiesta una pequeña parte de los pensamientos oníricos. Sin embargo, los puntos nodales en torno a los cuales se reúnen pensamientos oníricos, están determinados de manera múltiple; es decir, cada punto no representa a 1 solo pensamiento. De igual forma, elementos del sueño están presentes de manera múltiple en los pensamientos oníricos: El contenido manifiesto son aquellos que presentan un mayor número de contactos con las ideas latentes, “constituyendo así puntos de convergencia en los que van a reunirse muchas de tales ideas; esto es, por entrañar con respecto a la interpretación una multiplicidad de significaciones. (...) Podemos decir que cada uno de los elementos del contenido manifiesto demuestra hallarse superdeterminado y múltiplemente representado en las ideas latentes”. La cuota de condensación es interminable. [Sueño del abejorro que es liberado y muere: deseo sexual expresado por condensación y desplazamiento, mezclado con varias circunstancias. Ejemplos de palabras: formaciones léxicas carentes de sentido que aparecen en los sueños muestran la condensación] La interpretación de los sueños no revela que los elementos latentes representados en el sueño sean fantasías y no recuerdos de hechos reales. Los sucesos reales y los fantásticos aparecen en una primera instancia como equivalentes. “La constitución de personas colectivas y mixtas es uno de los principales medios de que se sirve la condensación onírica”. B. Desplazamiento o descentramiento: en el sueño los elementos de alta valencia, esenciales pueden ser tratados como si tuviesen un valor ínfimo y en su lugar aparecen elementos de real valor ínfimo. No llega al sueño lo que es más importante en los pensamientos oníricos, sino lo que está contenido en ellos de manera múltiple. Eso es el desplazamiento onírico: transferencia y desplazamiento de las intensidades psíquicas de los elementos singulares, de lo cual deriva la diferencia de texto entre contenido y pensamientos oníricos y gracias a la cual se esquiva la censura. Sobredeterminación del contenido onírico: la determinación múltiple no es un factor primario en la formación de los sueños, sino con frecuencia un resultado secundario de un poder psíquico que todavía no conocemos. PECHEUX (Bibliografía de Final) HACIA UN ANÁLISIS AUTOMÁTICO DEL DISCURSO Saussure hace su de�nición del concepto de lengua en función de 2 principios: Las propiedades del objeto de�nido: lengua como parte social del lenguaje, exterior al individuo; y la de�nición del objeto por su relación con otros objetos: la lengua como institución social particular, diferente de las otras instituciones como las políticas. Esta exclusión se basa en la exclusión del habla como hecho individual, y la exclusión de otras instituciones. Para Pecheux, "no se puede considerar siempre una oración como anormal o normal, por la sola referencia a una norma universal inscrita en la lengua, sino que esta oración debe referirse al mecanismo discursivo específico que la ha hecho posible y necesaria en un contexto científico dado. En otros términos, parece indispensable poner en duda la identidad implícitamente establecida por Saussure entro lo universal y lo extra-individual mostrando la posibilidad de definir un nivel intermedio entre la singularidad individual y la universalidad, a saber, el nivel de la perticularidad que define 'contratos' lingüísticos específicos de tal o cual región del sistema, es decir, haces de normas más o menos definidos localmente e innegablemente aptos para extenderse los unos sobre los otros." Para Pecheux falta ese intermedio que pueda contemplar el contexto en el cual, una expresión determinada pueda ser correcta o incorrecta. "Proponemos designar con el término ´'proceso de producción' en conjunto de los mecanísmos formales que producen un discurso de determinado tipo, en unas 'circunstancias' determinadas" Es decir, que no se puede simplemente desechar el habla y conservar con ella la capacidad normativa de la lengua. Es necesario abordar las variaciones especí�cas (semánticas, retóricas y pragmáticas) ligadas a los procesos particulares de producción, sobre un fondo invariable (lengua) que podría tomarse como una fuente de restricciones sintácticas. Así, es necesario tomar en cuenta las relaciones circunstanciales que se enlazan a la hora de una producción discursiva concreta. A ellas las llamará 'condiciones de producción' Saussure distingue a la lengua de otras instituciones, porque maneja una de�nición de institución errada, no experta. Para él las instituciones son medios sociales adaptados a �nes, cuando se pueden dar otro tipos de de�niciones, propias del campo de la sociología, que permitirían englobar a la lengua, por ejemplo, aquella brindada por Mauss que las de�ne como 'conjunto de actos ideas instituidas que los individuos encuentran ante sí y que se les imponen'. Saussure estaría de acuerdo con decir que la lengua es una institución desde ese punto de vista. El discurso, que para Saussure es la pura expresión individual y libre, propia del habla, en realidad no responde a un sistema de normas universal ni a las simplemente individuales. Un sociólogo indicaría que responde a estructuras ideológicas políticas precedentes, correspondientes a un cierto lugar al interior de una formación social dada. Todo discurso se pronuncia siempre a partir de condiciones de producción dadas...Por ejemplo, un discurso emitido por un político está al interior de una determinadas relaciones de fuerza, o incluso, el propio discurso es respuesta a otros discursos anteriores, al tiempo que lo que va a pensar el otro parece constitutiva de todo discurso. "Los fenómenos lingüísticos de dimensión superior a la oración pueden efectivamente concebirse como un funcionamiento, pero a condición de añadir inmediatamente que este funcionamiento no es integralmente lingüístico, en el sentido actual de este término, y que no se puede definir más que haciendo referencia al mecanismo de colocación de los protagonistas y del objeto de discurso, mecanismo que hemos llamado ´condiciones de producción' del discurso... esto supone que es imposible analizar un discurso como un texto, es decir, como una secuencia lingüística cerrada sobre sí misma, y que es necesario referirlo al conjunto de los discursos posibles a partir de un estado definido de las condiciones de producción como lo mostraremos seguidamente (pp.44 y 45) UNIDAD IV ERNESTO LACLAU Y CHANTAL MOUFFE HEGEMONÍA Y ESTRATEGIA SOCIALISTA (1987) -MÁS ALLÁ DE LA POSITIVIDAD DE LO SOCIAL: ANTAGONISMO Y HEGEMONÍA- “Al afirmar el carácter relacional de toda identidad social, se disuelve la diferenciación de planos, el desnivel entre articularte y articulado en que el vínculo hegemónico se funda...se desprende que el concepto de hegemonía supone un campo teórico dominado por la categoría de articulación. Y ésta supone la posibilidad de especificar separadamente la identidad de los elementos articulados” (p.129) Para Laclau, “o bien esa organización es contingente, y por tanto, externa a los fragmentos, o bien tanto los fragmentos como la organización son considerados como momentos necesarios de una totalidad que los trasciende”. En el primer caso se habla de articulación (estructuras descentradas- Derrida), en el segundo de mediación (estructuras centradas). Para Laclau, la dialéctica pone atención en una transición apriorísticamente fijada, como el fundamento de la razón Hegeliana, como el desenvolvimiento de esta razón. Por eso dice que “debemos renunciar a la concepción de la sociedad como totalidad fundante de sus procesos parciales. Debemos pues considerar la apertura de losocial como constitutiva, como 'esencia negativa' de lo existente, y a los diversos' órdenes sociales' como intentos precarios y en última instancia fallidos de domesticar el campo de las diferencias.” No puede un orden social ser un principio subyacente que despliegue un sistema de mediaciones. Si se dice que a lo social se funda no en leyes necesarias, sino por relaciones de elementos, eso sería aceptar la existencia de esencias, de identidades. “Una concepción que niegue todo enfoque esencialista de las relaciones sociales debe también afirmar el carácter precario de las identidades y la imposibilidad de fijar el sentido de los 'elementos' en ninguna literalidad última”----> Un conjunto de elementos aparecen fragmentados o dispersos desde el punto de vista de un discurso que postule la unidad entre los mismos. No es posible hablar de fragmentación (ni de unidad) ni siquiera especificar elementos, desde el exterior de toda formación discursiva. Una formación discursiva es una práctica articulatoria que constituye y organiza las formaciones sociales. Laclau va a trabajar sobre Althusser para reformular su noción de hegemonía Formación social y sobredeterminación “La totalidad hegeliana podía ser compleja, pero se trataba siempre de la complejidad inherente a una pluralidad de momentos en un proceso único de autodespliegue. Para Althusser, la totalidad hegeliana era el desarrollo alienado de la Idea, la auto-manifestación de un principio simple que persiste en todas sus manifestaciones. Frente a esto, Althusser planteaba la relación de sobredeterminación como verdadera complejidad. Para Laclau, este concepto introducido por Althusser, tomado por este del psicoanálisis, tenía un objetivo hacia la teoría marxista que no se cumplió, sino que fue utilizado en otro sentido. Para esto vuelve a Freud. Para éste, la sobredeterminación era un tipo de fusión particular que suponía formas de reenvío simbólico y una pluralidad de sentidos. A su vez, esta sobredeterminación se daría sólo en el campo simbólico, por consiguiente, Laclau interpreta la afirmación althusseriana de que no hay nada en lo social que no esté sobredeterminado, como que “el carácter simbólico -es decir, sobredeterminado- de las relaciones sociales implica que estas carecen de una literalidad última que las reduciría a momentos necesarios de una ley inmanente” Al no haber posibilidad de fijación de un sentido último, no existe la división en un campo de las esencias y otro de las apariencias. Por consiguiente no podría hablarse de lo simbólico como un plano de significación segunda y derivada. Para Laclau, este hallazgo de la noción de sobredeterminación, pudo (debió) haber contribuido a un nuevo concepto de articulación de las relaciones sociales, pero no fue así, debido a que Althusser no pudo desprenderse de una contradicción presente en el marxismo. “determinación económica en última instancia” o “autonomía relativa de la superestructura” Conservar ambas interpretaciones es limitar la sobredeterminación al campo de la variación contingente frente a la determinación esencial. Laclau emprende este texto tentado por una corriente interna del Marxismo encabezada por Balibar, que revisó los textos de Althusser y los canónicos. Veían una inconsistencia, una desconexión determinante entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Esto los llevó a enterrar el concepto de modo de producción como objeto legítimo del discurso marxista. Para ellos, una formación social puede estar sobredeterminada, determinada por muchos elementos, pero no por uno último. ¿Toda relación entre elementos tiene que ser necesaria o esenciales? Laclau pretende plantear una nueva noción de totalidad que sin tener un principio subyacente que unificara a la 'sociedad' fuera un conjunto de efectos totalizantes en el interior de un complejo relacional abierto. El sentido de la sobredeterminación era en un principio el de la crítica a todo tipo de fijación, el de la afirmación del carácter incompleto, abierto, y políticamente negociable de toda identidad. “Los objetos aparecen articulados, sino en tanto que se engarzan como las piezas de un mecanismo de relojería, sino en la medida en que la presencia de unos en otros hace imposible suturar la identidad de ninguno de ellos” (p. 142) Hay que abandonar el supuesto de 'la sociedad'- No existe como totalidad suturada. Existe una tensión irresoluble interioridad/exterioridad que es la condición de toda la práctica social: la necesidad solo existe como limitación parcial de la contingencia. “Este campo de identidades que nunca logran ser plenamente fijadas es el campo de la sobredeterminación”. Esta imposibilidad de fijación, de sutura, este exceso de sentido es el 'campo de la discursividad', y es el lugar de lo social. Esto va en el sentido de lo planteado por Heidegger y Derrida respecto a la incapacidad de un significado último. Articulación y discurso “Llamaremos 'articulación' a toda práctica que establece una relación tal entre elementos, que la identidad de éstos resulta modificada como resultado de esa práctica. A la totalidad estructurada resultante de la práctica articulatoria la llamaremos discurso. Llamaremos 'momentos' a las posiciones diferenciales, en tanto aparecen articuladas en el interior de un discurso. Llamaremos, por el contrario, 'elemento' a toda diferencia que no se articula discursivamente... Una formación discursiva no se unifica ni en la coherencia lógica de sus elementos, ni en el a priori de un sujeto trascendental, ni en un sujeto que es fuente de sentido -como en Husserl- ni en la unidad de una experiencia. El tipo de coherencia que atribuimos a una formación discursiva es cercano, al que caracteriza al concepto de 'formación discursiva' elaborado por Foucault: la regularidad en la dispersión. Foucault en la arqueología del saber rechaza cuatro hipótesis acerca del principio unificante de una formación discursiva -la referencia al mismo objeto, un estilo común en la producción de enunciados, la constancia de los conceptos y la referencia a un tema común- y hace de la dispersión misma el principio de unidad, en la medida en que esta dispersión está gobernada por reglas de formación, por las complejas condiciones de existencia de los elementos dispersos Para Laclau se puede hacer hincapié en esa dispersión, en su lógica, o en la regularidad de esa dispersión. Laclau le interesa ir por la regularidad, por el conjunto de posiciones diferenciales. Estas posiciones diferenciales no son posibles de hermenéutica ni de combinatoria estructuralista, pero en ciertos contextos puede ser significada como totalidad (efecto de totalización) “En una totalidad discursiva articulada, en la que todo elemento ocupa una posición diferencial -en nuestra terminología: en la que todo elemento ha sido reducido a momento de esa totalidad- toda identidad es relacional y dichas relaciones tienen carácter necesario.” (p.144) Acá hace referencia a Benveniste, cuando dice que si un valor es relativo a otro, eso quiere decir que su relación es de necesidad. Para Laclau esta articulación es posible en un momento dado pero es precaria, solo posible por el constante movimiento. Discursivo/no discursivo: Laclau descarta esta dicotomía. Desde su punto de vista todo objeto se construye como objeto del discurso “en la medida en que ningún objeto se da al margen de toda superficie discursiva de emergencia” No es que no existan hechos por fuera del pensamiento, sino que estos solo pueden constituirse como objeto, a través de una articulación discursiva. Si se analizaran algunos de estos complejos 'no discursivos' tales como las instituciones, técnicas, la organización de la producción, etc, “solamente nos encontraremos con formas más o menos complejas de relaciones diferenciales entre objetos, que no brotan de una necesidad exterior al sistema que las estructura y, que sólo es posible concebir, por tanto como articulacionesdiscursivas” Materialidad del discurso: Hay que sostener la materialidad de la estructura discursiva. No se puede sostener la dicotomía entre una objetividad al margen del discurso, y el discurso como pura expresión mental, o del pensamiento. Da a entender, con el ejemplo de los juegos del lenguaje de Wittgenstein, que lo discursivo no opera sobre la idea sino sobre la propia materia, seccionandola, haciéndola asible y modificable para el hombre. La materialidad del discurso no puede estar en la experiencia o conciencia de un sujeto fundante, ya que el discurso tiene una existencia objetiva y no subjetiva, por el contrario, diversas posiciones de sujeto aparecen dispersas en el interior de una formación discursiva. Sugiere que el desarrollo de Athusser y Gramsci respecto al carácter material de las ideologías, iba en ese sentido, pero al conservar el concepto de superestructura como apriori. Saussure, el signo, sistema o valor: Para Laclau el hallazgo del valor del signo en Saussure fue opacado por el hecho de constituir un sistema cerrado. Desde su punto de vista, la adopción de la lingüística al campo de las ciencias sociales hizo que se privilegiara esta noción de sistematicidad cerrada respecto de la del valor del signo (la ausencia de una positividad). Laclau no descarta la noción de signo sino que la aclara. “El signo es el nombre de una escisión, de una imposible sutura entre significante y significado” (p. 153) Equivalencia y diferencia: en el caso de un sistema cerrado, cada posición diferencial está fijada como momento irremplazable. En el caso de un sistema abierto, precario, las posiciones no son específicas. “Si a través de la cadena de equivalencias se han perdido todas las determinaciones objetivas diferenciales de sus términos, la identidad sólo puede estar dada, o bien por una determinación positiva presente en todos ellos, o bien por su referencia común a algo externo...pero la referencia a algo exterior tampoco puede ser la referencia a algo positivo.” La categoría de “sujeto” Siempre que se hable de Sujeto, Laclau lo hace en el sentido de “posiciones de Sujeto” en el interior de una estructura discursiva abierta. Por ende toda posiciones de sujeto no se logra fijar ni cerrar. [Crítica a la concepción marxista de sujeto social y político: los sujetos son las clases sociales, que se definen en las relaciones de producción. Crítica a la hegemonización de los supuestos intereses de clase como superiores, como los que van a cambiar la historia (teleológica)]. Antagonismos y objetividad “La imposibilidad de cierre ha sido presentada hasta aquí como la precariedad de toda identidad, que se muestra como movimiento continuo de diferencias”. Antagonismo: imposibilidad de toda diferencia estable. La contradicción no implica una relación antagónica. Antagonismo: la presencia del otro me impide ser yo mismo, marca límites de toda objetividad, es el fracaso de la diferencia. Los antagonismos son exteriores a la sociedad porque marcan la imposibilidad de la existencia social Equivalencia y diferencia Dos términos, para equivalerse deben ser diferentes (de lo contrario se trataría de una simple identidad), pero la equivalencia sólo existe en el acto de subvertir el carácter diferencial de esos términos. “Es porque lo social está penetrado por la negatividad la presencia plena, y que la objetividad de sus identidades es permanentemente subvertida.” Ergo: ni las condiciones de una equivalencia total ni las de una objetividad diferencial total son nunca plenamente logradas. “Si la sociedad no es totalmente posible, tampoco es totalmente imposible”, es decir la diferencia no llega nunca a ser cerrada pero tampoco llega a la equivalencia. La lógica de la equivalencia es una lógica de la simplificación del espacio político, mientras que la lógica de la diferencia es de expansión y complejización. Cuanto menos logrado sea un sistema definido de diferencias, tanto más proliferarán los puntos de antagonismo, pero más carecerán estos de centralidad, no construirán cadenas de equivalencias unificadas. Posición popular de sujeto/posición democrática de sujeto. Las primeras solo se dan en el caso de “relaciones de extrema exterioridad entre los grupos dominantes y el resto de la comunidad” = externalidad del poder. En las segundas domina la lógica de la equivalencia. Hegemonía La H emerge de las prácticas articulatorias, en donde los elementos no han cristalizado en momentos; cuando hay sentidos fijados, no hay lugar para una práctica hegemónica. Supone un carácter incompleto y abierto de lo social. [Exterioridad del sujeto hegemónico, pero que a la vez existe una articulación de puntos nodales que fijan parcialmente el sentido de lo social] La H se constituye en un campo surcado por antagonismos y supone fenómenos de equivalencia y efectos de frontera. Sin embargo, no todo antagonismo supone hegemonía: tiene que haber articulación de elementos flotantes. H necesita: presencia de fuerzas antagónicas e inestabilidad de las fronteras que las separan en campos opuestos. Cuando proliferan elementos flotantes, se debilita el sistema relacional, se alcanza la crisis orgánica [retomando y problematizando con Gramnsci. No hay unicidad del centro hegemónico, posible “empate hegemónico”]. [Autonomía del estado, lejos de ser incompatible con la hegemonía, es una forma de construcción hegemónica] Todo bloque histórico (o formación hegemónica) se construye a través de la regularidad en la dispersión, totalidad articulada y con límites. El poder se construye en lo social, apelando a las lógicas de la equivalencia y la diferencia, el poder no es nunca fundacional. Significantes flotantes son ambiguos. Son elementos que no logran articularse a un código discursivo. Una sobredeterminación o una subdeterminación impiden fijarlos plenamente. Significantes vacíos anulan las diferencias, son significantes sin significado, son significantes de una falta, de una totalidad ausente. -RELEER EL FINAL- DEFINICIÓN DE HEGEMONÍA GLOSARIO: Significantes flotantes: llama así a los 'elementos' que no logran ser articulados a una cadena discursiva. Puntos nodales: son los puntos en que se fija (provisoriamente) el sentido. Si bien no hay sentidos últimos, hay sentidos precarios, y un intento de detener este flujo de diferencias en el discurso. Estos puntos son los de 'nodales´, similares a los points de capito de Lacan. “Esta limitación de la productividad de la cadena significante es la que establece posiciones que hacen la predicación posible” (p.153) Articulación: “La práctica de la articulación consiste, por lo tanto, en la construcción de puntos nodales que fijan parcialmente el sentido; y el carácter parcial de esa fijación procede de la apertura de lo social, resultante a su vez del constante desbordamiento de todo discurso por la infinitud del campo de la discursividad” (p. 154). Sujeto: entiende al sujeto como “posición de sujeto”. Es decir. No existe un sujeto prediscursivo, creador del mismo o de la experiencia. El sujeto siempre es una posición al interior de una estructura discursiva. Estas posiciones son a si vez variables, ya que el sentido no es fijo, las posiciones tampoco. “Si toda posición de sujeto es una posición discursiva, el análisis no puede prescindir de las formas de sobredeterminación de unas posiciones por otras.” Antagonismo: es una forma discursiva precisa, que establece la experiencia de límite. “La presencia del otro me impide ser totalmente yo mismo. La relación no surge de identidades plenas, sino de la imposibilidad de constitución de las mismas.... En la medida en que hay antagonismo yo no puedo ser una presencia plena para mí mismo. Pero tampoco lo es la fuerza que me antagoniza: su ser objetivo es un símbolo de mi no ser y, de este modo, es desbordado por una pluralidad de sentidos que impide fijarlo como positividad plena. La oposición real es una relación objetiva -es decir, precisabledefinible entre cosas-; la contradicción es una relación igualmente definible entre conceptos; el antagonismo constituye los límites de toda objetividad -que se revela como objetivación, parcial y precaria-. Si la lengua es un sistema de diferencias, el antagonismo es el fracaso de la diferencia y, en tal sentido, se ubica en los límites del lenguaje y sólo puede existir como disrupción del mismo- es decir, como metáfora-...El antagonismo, por tanto, lejos de ser una relación objetiva, es una relación en la que se muestran...los límites de toda objetividad...el antagonismo, como testigo de la imposibilidad de una sutura última, es la experiencia del límite de lo social” Hegemonía: el campo general de emergencia de la hegemonía es el de las prácticas articulatorias, es decir, un campo en el que los 'elementos' no ha cristalizado en 'momentos'. En un sistema cerrado de identidades fijas...no hay lugar para la práctica hegemónica. Un sistema plenamente logrado de diferencias, que excluyera a todo significante flotante, no abriría el campo a ninguna articulación. Quién hegemoniza? “El sujeto hegemónico, como el sujeto de toda práctica articulatoria, debe ser parcialmente exterior a lo que articula- de lo contrario no habría articulación alguna-;pero, por otro lado, esa exterioridad no puede ser concebida como la existente entre dos niveles ontológicos diversos... se trata de la exterioridad existente entre posiciones de sujeto situadas en el interior de ciertas formaciones discursivas, y 'elementos' que carecen de una articulación discursiva precias...La razón es que para hablar de hegemonía, no es suficiente el momento articulatorio; es preciso, además, que la articulación se verifique a través de un enfrentamiento con prácticas articulatorias antagónicas. Es decir, que la hegemonía se constituye en un campo surcado por antagonismos y supone, por lo tanto, fenómenos de equivalencia y efectos de frontera.” No hay hegemonía si no hay articulación de elementos flotantes. [¿Por qué la política es posible? Porque la imposibilidad constitutiva de la sociedad sólo puede representarse así misma a través de la producción de significantes vacíos. Esto explica también por qué la hegemonía es siempre inestable y ambigua. ] Más allá del análisis del discurso – ZiZek Reconoce a Laclau y Mouffe como precursores del posmarxismo pero ve un punto débil en su concepción de sujeto, especialmente vinculado al antagonismo. Vínculo con las concepciones de sujeto de Laclau y con Hegel (negación de la negación). La identidad del sujeto se construye en la negatividad, en el antagonismo con el otro, “como si” el otro no lo dejara ser. “Toda coherencia de nuestra posición es que estamos negando al otro”. Esto marca la imposibilidad a partir de la que se estructura lo social. Entidad paradójica del sujeto: es su propio negativo, solo persiste en la medida que su plena realización es bloqueada. El sujeto es correlato de su propio límite, es el punto de fracaso de la subjetivación. Caletti. Decir, autorepresentación, sujetos El texto se propone articular comunicación y política, sus modos, sus cruces. Tres tesis, tres 1.- La discursividad política: La política se despliega del orden del decir y del decir escuchando. No entra en juego la verdad de lo que se dice o si se cumple lo que se dice, es entender el decir político en un sentido amplio, como una situación enunciativa en la cual el individuo se construye como Sujeto político y construye un discurso apuntado hacia el horizonte. Diferencia entre el decir político y farfullar. La administración, tecnocracia, el sondeo/encuesta de opinión como enemigos del decir político. El intercambio vs la averiguación bajo cálculo. Política vs Ingeniería política/administración. Hurgar/sondeo, no es escuchar, hurgar es encontrar en el otro lo que yo quiero. Hurgar es buscar lo ya dicho pero no lo “por decirse”. Sondear es dar al individuo un lugar pasivo. La “gente” como un concepto apolítico que aplana singularidades. “El territorio del decir y del decir escuchando, el que hoy viene crecientemente sustituido-cuando se trata de los asuntos comunes- por el hurgar, el parlotear, el disponer de las voces como recursos, los recursos de la burocratización.” La relación entre el gobierno y la sociedad civil se aleja de la comunicación y se burocratiza a través de organismos o consultoras que miden las expectativas. 2.- El espacio público: el lugar donde el decir político tiene lugar. Autonomía de la sociedad civil como factible de presionar al gobierno, contra la idea clásica de la heteronomía: existe un pacto entre el cual la sociedad civil ha legado la institucionalidad y la juridicidad en el Estado para gobernarse a sí misma. Idea de lo privado como enfrentado a lo público y el Estado como peligro para lo privado (derechos individuales). En contraposición: idea del “desfase” entre la sociedad civil y el Estado. El espacio público es el lugar de las operaciones insoslayables de reflexividad social, por lo tanto es el espacio de la politicidad. Entonces, la visibilidad o presentabilidad de ciertos conflictos en el propio registro de la comunidad son una de las claves de lo político. Autorrepresentación de la vida social en el espacio público, es un espacio conflictivo y es antes creación que reflejo, y un espacio de producción autónomo y en tensión con el Estado. Comunicación y Política: parece seguir dos caminos: o la instrumentalización para un fin o a través de Gramáticas de visibilización de una acción colectiva. Cultura “Lo público constituye una suerte de superestructura cuya base viene dada por las relaciones culturales que anidan en la vida social y su relación con las condiciones técnica y materiales de su desarrollo”, pero el espacio público tiene una autonomía relativa respecto a la base cultural. (Influencia en la política) (Crítica hacia la idea de que todo fenómeno cultural es política; es verdadero en algún sentido pero es estéril analíticamente). Democracia: problema de la hiperespecialización de los asuntos de gobierno (además del mencionado de la administración). Por lo tanto las instituciones del Estado son cada vez menos porosas a los reclamos de la sociedad civil, excepto por las corporaciones y las mafias, que a través del lobby pueden acceder a presionar al Estado. Entonces es CLAVE el espacio público como único escenario en el cual la ciudadanía puede protagonizar una acción política. 3.- La construcción del Sujeto de intervención política en el espacio público. El campo político es ideal para estudiar cómo se constituyen en Sujetos los individuos, lejos de los idealismos y de las ideas de los héroes y los zombies. 3 características en la construcción del Sujeto: reflexividad, relacionalidad (construcción en oposición) y descentramiento. El Sujeto político está en litigio constante por la representación de lo común y de las diferencias; se construye a sí mismo en un nosotros y se espeja en relación con el futuro, con sus miedos y anhelos. (Se juega una tensión entre universal-particular que los grupos buscan cambiar en el espacio público) Democracias actuales: tecnocracia, instituciones vacías de significado, nula participación política, dificultad de la representación y el problema de la exterioridad de la política. No se puede hablar de pospolítica (sigue habiendo “historia”), todavía existe una tensión entre la política y la administración. Partidos: componente acción vs componente identidad. Hoy la acción es administración y la identidad es cada vez más particular, casi individualista. Louis Althusser. Maquiavelo y nosotros (1962-1986) Cap. III: La teoría del Príncipe Nuevo Althousser se propone analizar las posiciones de Maquiavelo, respecto al surgimiento de un Principado Nuevo y un Príncipe nuevo que pueda unificar Italia y terminar con la fragmentación en reinos. Esta tarea política de unidad nacional tiene que ser pensada de 0, la forma debe ser absolutamentenueva”. El éxito de este Estado nuevo sería el de perdurar y extenderse, pero solamente puede nacer de 1 sola persona, desligada de condicionamientos: “todo comienzo absoluto requiere la soledad absoluta del reformador o refundador”. Luego ese Príncipe, se constituye en sujeto político y deja su espacio de poder absoluta a través de la creación de leyes. La ley no pensada utópicamente como consenso de una sociedad sino como ordenamiento y aprovechamiento del conflicto (motor de la sociedad). Las leyes deben ser la herramienta del Rey para tomar partido por el pueblo en contra de los “grandes”. Un pueblo sin disputas no puede extenderse, en cambio la lucha de clases es necesaria para alcanzar la “grandeza”, es decir, extenderse. [1) creación; 2) sostenimiento o duración y extensión]. Figura del príncipe: tiene como clave su plan. La tiranía como modelo no dura (no es un problema moral es un problema de efectividad). [Clasificación de tipos de reinos. Los hereditarios, feudales y pontificios son descartados por obsoletos, porque no pueden construir una base política que pueda lograr la unidad italiana. Los rechaza por impotencia política, no en forma teórica/ética. “Maquivelo se parapeta detrás de una teórica general y espera que la historia la cumpla”. Piensa políticamente su problema, como una contradicción de la realidad que solamente un encuentro puede resolver]. 3 condiciones para el Principado nuevo: 1.- Encuentro entre las condiciones objetivas de una coyuntura (fortuna) y las condiciones subjetivas del individuo (virtú) 2.- Uso de las fuerzas de otros individuos 3.- Correspondencia entre fortuna y virtú y el aseguramiento de una duración política sentando fundamentos para un nuevo Estado. Maquiavelo piensa políticamente su problema, como una contradicción en la realidad, que no puede ser resuelta por el pensamiento, sino por la realidad, es decir por el surgimiento imprevisible en el lugar, el tiempo, la persona de las formas concretas del encuentro político. Cap. IV: La práctica política del Príncipe Nuevo El príncipe construye un Estado Popular, el estado es una máquina que tiene un aparato de la fuerza (ejército), el aparato del consenso (sistema de ideas, religión) y el aparato político jurídico. El Ejército es el aparato de estado por excelencia, pero debe ser pensado y construido con un sentido político, construyendo consenso. Un ej. popular (a diferencia de un Ejército profesionalizado) absolutamente propio del Príncipe, sin mercenarios ni tropas prestadas. El reclutamiento es un hecho político e ideológico, igual que el ejército, no lo piensa desde lo instrumental. De la misma forma, la religión es también una herramienta del Príncipe porque es sostén de la sociedad civil, se obtiene obediencia y sumisión. La representación del Príncipe en la opinión del pueblo es un medio del poder de Estado (AIE). Debe inspirar temor sin odio, esa es su política ideológica. El amor no sirve para gobernar. Virtud moral vs virtú política. La segunda puede subsumir a la primera pero es de diferente característica, es de “otro orden”. La virtú no es individual, es el “reflejo de las condiciones objetivas de la realización de la tarea histórica de la actualidad en un individuo Príncipe”. [Príncipe: medio hombre, medio bestia (zorro -artimaña, apariencia, malicia, - y león -fuerza-).] Maquiavelo piensa las condiciones de existencia de los estados nacionales (en este caso Italia) en un periodo de transición entre el feudalismo y el Capitalismo, que es la monarquía absoluta. [Primacía del encuentro sobre la forma. No hay 1 sentido de la historia, sino que es resultado de un encuentro, de un acontecimiento político. La política rige al Estado, no la economía El Príncipe nuevo no va a construir sobre la nada, aunque sí desde cero] De FINAL Zizek – Che vuoi? El colchon ideologico El cúmulo de “significantes flotantes” se estructura en un campo unificado mediante la intervención de un determinado punto nodal (el point de caption lacaniano) que los acolcha, detiene su deslizamiento y fija su significado. El espacio ideológico está hecho de elementos sin ligar, sin amarrar, significantes flotantes, cuya identidad está abierta, sobredeterminada por la articulación de los mismos en una cadena con otros elementos. Pero si acolchonamos los significantes flotantes se confiere significación precisa y fija todos los demás elementos. Lo que está en juego en la lucha ideológica es cuál de los puntos nodales totalizará, incluirá en su serie de equivalencias a esos elementos flotantes. Cada uno de los elementos de un campo ideológico determinado forma parte de una serie de equivalencias, mediante la cual se conecta con todos los elementos, determina retrospectivamente su identidad. Este encadenamiento es posible solo a condición de que cierto significante acolche todo el campo y, al englobarlo, efectúe la identidad de este. La paradoja dialéctica reside en el hecho de que la lucha particular que desempeña un papel hegemónico, lejos de imponer una violenta supresión de las diferencias, abre el espacio para la autonomía correspondiente de las luchas particulares. La primera labor del análisis consiste en aislar en un campo ideológico determinado la lucha particular, pero sin caer en la trampa del esencialismo. descriptivísimo VS Antidescriptivismo ¿Cómo se refieren los nombres a los objetos que denotan? La respuesta del descriptivísimo es la obvia: a causa de su significado, cada palabra es en primer lugar portadora de un cierto significado. La respuesta antidescriptiva, en cambio, es que una palabra está conectada a un objeto o a un conjunto de objetos mediante un acto de bautismo primigenio, y este vínculo se mantiene aun cuando el cumulo de rasgos descriptivos que fue el que inicialmente determino el significado de la palabra, cambie por completo. Ambos apuntan a una teoría general de las funciones de referencia. Lo que está en juego aquí es el problema de la realización del deseo. Cuando encontramos en la realidad un objeto que tiene todas las propiedades del objeto fantaseado del deseo, necesariamente quedamos a pensar de todo algo decepcionados; el objeto real finalmente encontrado no es la referencia del deseo aun cuando posea todas las propiedades requeridas. Los dos mitos Tanto el descriptivismo como el antidescriptivismo yerran en el mismo punto crucial, la radical contingencia de la nominación (Lacan). Para defender sus soluciones tienen que recurrir a un mito. Para refutar el antidescriptivismo Searle inventa una comunidad primitiva de cazadores-recolectores con un lenguaje que contiene nombres propios. El funcionamiento de la nominación en esa tribu es lógicamente primordial. La tribu primitiva de Searle, en la que el lenguaje funciona exclusivamente de un modo descriptivo, es imposible. La referencia no está empañada por alguna ausencia. Cada nombre, en la medida en que es parte de un lenguaje común, implica un momento autorreferencial, circular. Los otros, apuntan al gran Otro lacaniano, al orden simbolico. Nos encontramos aquí ante la estupidez dogmática que asume la forma de tautologia = un nombre se refiere a un objeto porque este objeto se llama así. Un componente necesario de todo uso normal de los nombres en el lenguaje como vinculo social, es el significante-amo lacaniano, el significante sin significado. El descriptivismo de Searle deja de lado la dimensión del gran Otro, el antidescriptivismo deja de lado al pequeño Otro, la dimensión del objeto como real. El problema básico del antidescriptivismo consiste en determinar que es lo que constituye la identidad del objeto designado más allá del siempre cambiante cumulo de rasgos descriptivos. Es el efecto retroactivo de la nominación, el significante, el que es el soporte de la identidad del objeto. Es simplemente la objetivación de un vacío. Ej. Marx, la mercancía, buscamos en vano entre sus propiedades positivas el rasgo que constituyesu valor. La nominación es necesaria, pero lo es, necesariamente después, retroactivamente, una vez que estamos ya en ello. El principal logro del antidescriptivismo es permitirnos concebir el objeto como el real imposible correlativo del resignante rígido, es decir, del point de caption como significante puro. El point de caption es la palabra que en el nivel del significante, unifica un campo determinado, constituye su identidad. El único modo en que la experiencia de una realidad histórica determinada puede lograr su unidad es mediante la instancia de un significante, mediante la referencia de un significante puro. No es el objeto real el que garantiza, como punto de referencia, la unidad y la identidad de una determinada experiencia ideológica, al contrario, es la referencia a un significante puro la que confiere unidad e identidad a nuestra experiencia de la realidad histórica. La realidad histórica la vivimos siempre mediada por diferentes modos de simbolización. Lo que Lacan agrega a esta sabiduría fenomenológica común es el hecho de que la unidad de una experiencia de significado se apoya en algún significante sin el significado puro y sin sentido. La ilusión esencialista consiste en que es posible determinar un conjunto concreto de características, de propiedades reales, que defina la esencia permanente de, por ejemplo, democracia, o cualquier otro término del tipo. El antiesencialismo de Laclau nos obliga a llegar a la conclusión de que es imposible definir esa esencia. La única definición posible de un objeto en su identidad es que este es el objeto que siempre es designado con el mismo significante. Es el significante el que constituye el núcleo de la identidad del objeto. La paradoja fundamental del point de caption es el significante rígido que totaliza una ideología deteniendo el deslizamiento metonímico de sus significados. La dimensión propiamente ideológica es el efecto de un cierto error de perspectiva, un punto de suma saturación de significado, como el punto que da significado a todos los demas y totaliza asi el campo del significado (ideologico). La pura diferencia se percibe como identidad. Identificación Retroactividad del significado El point de caption funciona como designante rígido que fija el significado de un campo. De lo que se trata es del proceso de interpelación de individuos a sujetos. El point de caption es el punto a través del cual el sujeto es cosido al significante, y al mismo tiempo, el punto que interpela al individuo a transformarse en sujeto dirigiendole el llamado de un cierto significante amo. Es el punto de subjetivización de la cadena del significante. El significante fija retroactivamente el significado de la cadena, cose el significado al significante, detiene el deslizamiento del significado. La transferencia es el anverso de permanecer detrás del significado con respecto al flujo de los significantes, consiste en la ilusión de que el sentido de un determinado elemento estaba presente en el desde el comienzo como su esencia inmanente. La paradoja reside en que esta ilusión transferencial es necesaria, es la medida misma del éxito de la operación de acolchado. El efecto de retroversion Tesis fundamental lacaniana con respecto a la relación entre significante y significado: en vez de la progresión lineal, inmanente y necesaria según la cual el significado se despliega a partir de un núcleo inicial, tenemos un proceso radicalmente contingente de producción retroactiva de significado. El point de caption fija el significado de los elementos precedentes, es decir, los somete retroactivamente a algún código, regula sus relaciones mutuas de acuerdo a este código. Se puede decir que el point de caption representa, detenta el lugar del gran Otro. Una estructura sincrónica, paradigmática, existe únicamente en la medida en que esta se encarna de nuevo en el Uno, en un elemento singular excepcional. El significado, el sentido, es una función del gran Otro. La voz no es un portador de plenitud y de autopresencia del sentido, sino es un objeto insignificante, un remanente objetal, resto de la operación significante. La voz es lo que resta después de sustraer del significante la operación retroactiva de acolchado que produce sentido. Un efecto retroactivo se vive como algo que ya estaba allí desde el comienzo. La identificación simbólica es la identificación del sujeto con alguna característica significante, rasgo del gran Otro. Esta característica es aquella que, según la definición lacaniana del significante, representa al sujeto para otro significante. Esta identificación simbólica hay que distinguirla de la identificación imaginaria. Para lograr identidad propia, el sujeto se ha de identificar con el otro imaginario, se ha de enajenar, pone su identidad fuera de él, en la imagen de su doble. Imagen y mirada La relación entre identificación imaginaria y simbólica, es la que hay entre el yo ideal y el ideal del yo. La identificación imaginaria es la identificación con la imagen en la que nos resultamos amables, con la imagen que representa lo que nos gustaría ser; y la identificación simbólica es la identificación con el lugar desde el que nos observan, desde el que nos miramos de modo que nos resultemos amables, dignos de amor. Nuestra idea predominante de la identificación es la de imitar modelos, ideales, fabricantes de imagen. Esta noción espontanea es doblemente engañosa. En primer lugar, la característica, el rasgo con base en el cual nos identificamos con alguien, habitualmente está oculto. El segundo error, incluso más grave, es pasar por alto el hecho de que la identificación imaginaria es siempre identificación en nombre de una cierta mirada en el otro. Desde el yo ideal y el ideal del yo Teoria lacaniana del nombre propio y del apellido: el nombre propio designa el yo ideal, el punto de identificación imaginaria, en tanto que el apellido viene del padre, designa el punto de identificación simbólica, la instancia a través de la cual nos observamos y juzgamos. Lo que no hay que dejar de lado en esta distinción es que el yo ideal está siempre subordinado al ideal del yo. El punto desde el que somos observados domina y determina la imagen, la forma imaginaria en la que nos resultamos amables. El análisis de la ideología ha de dirigir su atención a los puntos en lo que los nombre que prima facie significan características descriptivas reales funcionan ya como designantes rígidos. En la identificación imaginaria, imitamos al otro en el nivel de la similitud, somos como él. En la identificación simbólica nos identificamos con el otro precisamente en un punto en el que es imitable, en el punto que elude la similitud. Más allá de la identificación Che Vuoi? Esta interacción de identificación imaginaria y simbólica bajo el dominio de la identificación simbólica, constituye el mecanismo mediante el cual el sujeto se integra en un campo socio-simbólico determinado. La interpelación, este movimiento circular entre la significación simbólica y la imaginaria nunca finaliza sin un resto. Después de cada acolchado de la cadena significante que fija retroactivamente su sentido, persiste siempre una cierta brecha, que se traduce por el famoso Che Vuoi? = Me estás diciendo esto pero ¿qué quieres con ello, que es lo que pretendes? Brecha entre el enunciado y la enunciación donde hemos de localizar el deseo, en su diferencia con relación a la demanda. Esta escisión entre demanda y deseo es lo que define la posición del sujeto histórico. Su verdadero deseo es lo opuesto a la demanda. Toda demanda política está atrapada en una diélectica en la que apunta a algo diferente de su contenido literal. El sujeto está siempre ligado a un significante que lo representa para el otro, y mediante esta fijación carga un mandato simbólico, se le da un lugar en la red intersubjetiva de las relaciones simbólicas. Este mandato es siempre arbitrario, no se puede explicar con referenciaa las propiedades o capacidades reales del sujeto. El sujeto se enfrenta siempre a un cierto Che Vuoi?, a una pregunta del otro. El momento final del proceso psicoanalítico es, para el analista, precisamente cuando se desentiende de esta pregunta, cuando acepta lo que es sin que esté justificado por el gran otro. La fantasía es una respuesta a esta pregunta. La fantasía funciona como una construcción, como un argumento imaginario que llena el vacío, la abertura del deseo del Otro. Nos permite evadir el insoportable estacionamiento en el que el otro quiere algo de nosotros, pero nosotros somos al mismo tiempo incapaces de traducir este deseo del Otro en una interpelación positiva, en un mandato con el que identificamos. El sujeto llena su propia falta ofreciéndose al otro como el objeto que llena la falta en el otro. El engaño del amor es que esta superposición de dos faltas anula la falta como tal en una completud mutua. La fantasía proporciona las coordenadas de nuestro deseo, construye el marco que nos permite desear algo. La definición usual de fantasía, un argumento imaginado que representa la realización del deseo, es ambigua: en la escena de la fantasía el deseo no se cumple, no se satisface. Implica una defensa contra el Che vuoi? Se puede decir que el deseo es una defensa contra el deseo, contra el deseo del otro. La máxima de la ética psicoanalitica coincide con el momento de cierre del proceso psicoanalitico, atravesar la fantasía: el deseo con respecto al cual no hemos de ceder no es el deseo sostenido por la fantasía, sino el deseo del Otro más allá de la fantasía. El papel de la fantasía en la economía del deseo es homologo al del esquematismo trascendental en el proceso del conocimiento. En Kant el esquematismo trascendental es un mediador, una instancia intermedia entre el contenido empírico y la red de categorías trascendentales que determina como los percibimos y concebimos. ¿Cómo se convierte un objeto empírico en objeto de deseo? Mediante su inclusión en una escena de fantasía que da congruencia al deseo del sujeto. El hombre busca en la mujer que escoge como compañera sexual al sustituto de su madre. Lacan acentúa la dimensión negativa: en la fantasía, la madre se reduce a una serie limitada de rasgos (simbólicos), aparece en el marco de la fantasía, el deseo se asfixia en una claustrofobia incestuosa. Algunos objetos están definitivamente excluidos de la fantasía; si, por casualidad, se introduce en el espacio de la fantasía, el efecto es sumamente perturbador y desagradable, la fantasía pierde su poder de fascinación y se convierte en un objeto nauseabundo. El otro incongruente de la jouissance (goce, disfrute) El cuerpo se somete a la castración, evacua el goce de el y sobrevive como desmembrado. El orden significante (el gran Otro) y el del goce, son radicalmente heterogéneos, incongruentes, cualquier acuerdo entre ellos es imposible. En cuanto el campo del significante es penetrado por el goce, se vuelve incongruente. El goce es aquello que no se puede simbolizar, su presencia en el campo del significante solo se puede detectar a través de las incongruencias de este campo, de modo que el único signficante posible del goce es el significante de la falta en el Otro, el significante de su incongruencia. El gran Otro, el orden simbólico, está tachado, por una imposibilidad fundamental, estructurado en torno a un núcleo imposible/traumático, en torno a una falta central. Sin esta falta el Otro sería una estructura cerrada. Por ello, esta falta es la que permite al sujeto lograr una especie de des-enajenacion, llamada por Lacan separación. El objeto está separado del Otro, el Otro no lo tiene, no tiene la respuesta final, hay también un deseo del Otro. Esta falta en el Otro, le permite al sujeto evitar la enajenación total en el significante, no llenando su falta, sino permitiendo que el mismo, su propia falta, se identifique con la falta en el Otro. ¿Qué pasa con el deseo después de que atravesamos la fantasía? Lacan – Pulsión de muerte = más allá de la fantasía ya no hay anhelo ni ningún otro fenómeno sublime afín. Atravesar la fantasía social Los ensayos pos-estructuralistas han dejado fuera la dimensión más allá de la interpelación, la cual no tiene nada que ver con una especie irreductible de dispersión y pluralidad del proceso significante. Más allá de la interpelación es el deseo, la fantasía, la falta en el Otro y la pulsión pulsando en torno a algún insoportable plusgoce. El modo en que los mecanismos discursivos constituyen el campo del significado ideológico, el goce en el significante sería simplemente preideologico, sin pertinencia para la ideologia como vinculo social. El último soporte del efecto ideologico es el nucleo insensato, preideologico del goce. En la ideologia, no todo es ideologia, pero es este plus el que es el ultimo soporte de la ideologia. Se puede decir que dos procederes complementarios de la critica a la ideologia: ● Discursivo: la lectura sintomatica del texto ideologico trae consigo la desconstruccion de la experiencia espontanea de su significado, es decir, mediante la demostración de cómo un campo ideologico determinado es el resultado de un montaje de significantes flotantes heterogeneos, de la totalización de estos mediante la intervención de ciertos puntos nodales. ● Extraer el nucleo de goce: más allá del campo del significado pero a la vez interno a el, una ideologia implica, manipula, produce un goce preideologico estructurado en fantasia. La fantasía es siempre, en último término, una fantasía de la relacion sexual. La sociedad está siempre atravesada por una escisión antagónica que no se puede integrar al orden simbólico. La fantasía ideologico-social es construir una imagen de la sociedad que si existia, una sociedad que no este escindida por una division antagónica. La fantasía es el medio que tiene la ideología de tener en cuenta de antemano su propia falta. La tesis de Laclau y Mouffe de que la Sociedad no existe, de que lo social siempre es un terreno incongruente estructurado en torno a una imposibilidad constitutiva, atravesado por un antagonismo central, implica que todo proceso de identificación que nos confiera una identidad socio-simbolica fija está en definitiva abocado al fracaso. Lacan indicó que fue Marx quien inventó el síntoma: el gran logro de Marx fue demostrar que todos los fenómenos que a la conciencia burguesa cotidiana le parecen simples desviaciones, deformaciones contingentes y degeneraciones del funcionamiento anormal de la sociedad, son productos necesarios del propio sistema. El carácter antagónico inmanente del sistema nos proporciona el acceso a su verdadero funcionamiento. Esto es similar al punto de vista de Freud de que la clave para el funcionamiento de la mente humana son los sueños. Muerte y resurrección de la teoría de la ideología (2002) – Laclau Ideología, concepto que no declinó como objeto pero sí se expandió. La idea de ideología opuesto a verdadero o a no distorsionado ha quedado muy atrás porque no existe la realidad sin mediaciones discursivas. Noción de ideología de Althusser, que implica una distorsión que aliena al Sujeto. Distorsión constitutiva de lo ideológico: es más que dislocación, es ocultamiento de su identidad, o en realidad presentar la identidad como cerrada cuando no es cerrada. El trabajo de lo ideológico en el campo de las representaciones colectivas funciona simplificando el terreno social de las equivalencias y a través del flotamiento y el vaciamiento de los significantes. Consiste en hacer cierto contenido equivalente a otros contenidos, mostrando en última instancia la plenitud imposible del concepto de sociedad. [Moralidad fina/gruesa] Existen ciertos significantes flotantes (Justicia) que componen una moralidad (fina) pero que requiere ser contextualizado y renegociados constantemente y no son universales, producto de la diversidad en la cual se mueve el mundo. Sin
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