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Cuadros, Mirtha; Castro, Carmen Fonología y semántica: una revisión de los conceptos de neutralización y archifonema a partir del uso del lenguaje III Coloquio Argentino de la IADA 28 al 30 de mayo de 2007 Cuadros, M.; Castro, C. (2007). Fonología y semántica: una revisión de los conceptos de neutralización y archifonema a partir del uso del lenguaje. III Coloquio Argentino de la IADA, 28 al 30 de mayo de 2007, La Plata, Argentina. Diálogo y contexto. EN: L. Granato y M.L. Móccero (Comps.). Actas del III Coloquio Argentino de la IADA : Diálogo y contexto. La Plata : Universidad Nacional de La Plata. En Memoria Académica. Disponible en: https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.14328/ev.14328.pdf Información adicional en www.memoria.fahce.unlp.edu.ar Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/ ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 PONENCIA COORDINADA | FONÉTICA Y FONOLOGÍA EN LA GRAMÁTICA Y EN EL DISCURSO FONOLOGÍA Y SEMÁNTICA: UNA REVISIÓN DE LOS CONCEPTOS DE NEUTRALIZACIÓN Y ARCHIFONEMA A PARTIR DEL USO DEL LENGUAJE Mirtha Cuadros Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Universidad Nacional de San Juan │ Argentina mirthacuadros@yahoo.com.ar Carmen Castro Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Universidad Nacional de San Juan │ Argentina carmencastromeyer@hotmail.com Resumen Mientras que los estudios sintácticos y morfológicos han alcanzado un avance sustancial más allá del estructuralismo, no ha sucedido lo mismo con la fonología, campo intrínseco de análisis de los discursos orales. Por este motivo, el presente trabajo, desde una perspectiva funcional-cognitiva que relaciona fonología con léxico y semántica, intenta rever conceptos estructuralistas tales como neutralización y archifonema, a partir de la consideración del uso, la sustancia y el discurso. Reemplazamos la focaliza- ción en la estructura abstracta de los sonidos del lenguaje, por una nueva mirada que analice el impacto de la sustancia y el uso del lenguaje en la estructura (Bybee, 2001: 6). Fundamos nuestro análisis en conceptos básicos del marco teórico seguido tales como motivación, categorización en un continuum, prototipicidad e iconicidad. Además, el análisis se realiza desde un modelo de producción-recepción ya que postulamos que las representaciones mentales de los sonidos están basadas en la experiencia de ambos participantes. Trabajamos con una muestra de habla sanjuanina que registra los usos discursivos de los elementos fónicos a analizar: los identificamos, determinamos sus rasgos y las diferentes concep- tualizaciones que conllevan y evaluamos también la interpretación que el oyente realiza del significado de los mismos. Los estudios sintácticos y morfológicos han alcanzado un avance sustancial más allá del Estructuralismo, pero no ha sucedido lo mismo con la fonología, campo intrínseco de análisis de los discursos orales. Por este motivo, el presente trabajo, desde una perspec- tiva funcional-cognitiva que relaciona fonología con léxico y semántica, intenta rever conceptos estructuralistas tales como neutralización y archifonema, a partir de la consi- deración del uso, la sustancia y el discurso. Reemplazamos la focalización en la estruc- tura abstracta de los sonidos del lenguaje, por una nueva mirada que analice el impacto de la sustancia y el uso del lenguaje en la estructura (Bybee, 2001: 6). Fundamos nues- tro análisis en conceptos básicos del marco teórico seguido tales como motivación, ca- tegorización en un continuum, prototipicidad e iconicidad. Además, el análisis se realiza desde un modelo de producción-recepción ya que postulamos que las representaciones mentales de los sonidos están basadas en la experiencia de ambos participantes. Traba- jamos con una muestra de habla sanjuanina que registra los usos discursivos de los ele- mentos fónicos a analizar: los identificamos, determinamos sus rasgos y las diferentes 166 mailto:mirthacuadros@yahoo.com.ar mailto:carmencastromeyer@hotmail.com ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 conceptualizaciones que conllevan y evaluamos también la interpretación que el oyente realiza del significado de los mismos. INTRODUCCIÓN El estudio del nivel fonológico alcanzó un gran desarrollo en la primera mitad del siglo XX a partir del funcionalismo praguense. Esta escuela fundó dentro de la lingüística estructural la fonología como una nueva disciplina del nivel fónico y la diferenció de la fonética. De- terminó las unidades de análisis de cada una, sonido y fonema y, aplicó una rigurosa meto- dología para establecer el sistema fonológico de una lengua (Trubetzkoy, 1973; Alarcos Llorach, 1968). Actualmente, desde nuevos paradigmas los estudios sintácticos y morfoló- gicos han alcanzado un avance sustancial más allá del estructuralismo, pero en el campo de los sonidos del lenguaje, en particular en nuestra lengua, observamos que el marco teórico dominante sigue siendo el estructuralista. En esta ponencia proponemos revisar desde una perspectiva cognitiva que relaciona fonología con léxico, semántica y discurso, algunos conceptos planteados por el Estruc- turalismo tales como la diferenciación entre categorías fonológicas y fonéticas y las nociones de neutralización y archifonema. Reemplazamos la focalización en la estructura abstracta de los sonidos del lenguaje por el examen del impacto de la sustancia y el uso del lenguaje en la estructura (Bybee, 2001: 6). Fundamos nuestro análisis en conceptos básicos de este paradigma tales como motivación, categorización en un continuum, prototipicidad e iconicidad. Además, tra- bajamos con un modelo de producción-recepción ya que postulamos que las representa- ciones mentales de los sonidos están basadas en la experiencia de ambos participantes.1 Consideramos el significado como equivalente a conceptualización, entendida esta en sentido amplio. El significado sólo puede ser interpretado contextualizado y, por lo tanto, se comprende siempre en relación con un modelo cognitivo (dominio cognitivo según Langacker), surge de nuestro conocimento de tipo enciclopédico. Trabajamos con registros auténticos extraídos de una muestra de habla sanjuanina:2 identificamos aquellos lexemas en los que, según la teoría estructuralista, se produciría neutralización en posición implosiva y, también, aquellos en los que se usan segmentos fónicos no esperados según las reglas distribucionales de uso; determinamos por medio del programa de acústica Speech Analyser los rasgos que contienen y postulamos las diferentes conceptualizaciones que conllevan; evaluamos también la interpretación que el oyente realiza del significado de los mismos. 1 Pensar el sistema de los sonidos del lenguaje desde el receptor ha sido posible a partir de los avances en acústica de las últimas décadas. Estos han permitido a los investigadores observar que algunas propieda- des inherentes en la percepción del habla son relevantes en la construcción de los modelos fonológicos. 2 Utilizamos el corpus y las convenciones de trascripción determinadas por el equipo de investigación durante el proyecto “Estudio sociolingüístico del habla de San Juan” (1996). Para la identificación de cada informante se usa el siguiente código: la primera letra indica la procedencia del hablante, J en este caso San Juan; la segunda A,B,C,D se refiere al nivel sociocultural, el número 1,2,3,4 alude a la genera- ción y el sexo aparece consignado a través de F o M. 167 ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 DESARROLLO Los lingüistas del Círculo Lingüísticode Praga distinguieron, para el estudio del signifi- cante las disciplinas Fonética y Fonología y consideraron que mientras a la Fonética le interesaban todos los sonidos que el aparato fonador humano es capaz de producir y no se ocupaba de su relación con el significado, la Fonología tenía interés sólo en las inva- riantes, en los elementos fónicos funcionales, indagaba sobre diferencias semánticas ligadas a diferencias fónicas. Consideraron, además, que esta separación metodológica entre ambas disciplinas no impedía cierto contacto inevitable y absolutamente necesario en los comienzos de la descripción fonológica y fonética (Trubetzkoy, 1973: 13). Traba- jaron la categorización desde una concepción tradicional de categorías discretas y, por lo tanto, fundaron sus análisis en el concepto de oposición. Para ello situaron en el pri- mer plano de sus preocupaciones “las diferencias fónicas que son capaces de hacer dis- tinciones entre las palabras o las formas gramaticales, es decir, aquellas diferencias fó- nicas que hemos designado como pertinentes.” (Martinet, 1968: 53). Determinaron el fonema como la unidad lingüística mínima del plano del significante y lo definieron como una entidad negativa y opositiva formada por un conjunto de rasgos distintivos. Lo diferenciaron de los sonidos, considerados como realizaciones o manifestaciones de los fonemas, integrados tanto por rasgos distintivos como indistintivos. En cuanto al concepto de neutralización lo definieron como la pérdida, en determinadas posiciones fónicas, del rasgo pertinente que distingue dos fonemas lo que produce como conse- cuencia que surja el llamado archifonema o conjunto de rasgos pertinentes comunes a ambos miembros de una oposición. (Trubetzkoy, 1973: 70; Alarcos Llorach, 1967:49). Distinguieron dos tipos de neutralizaciones: condicionada por el contexto de la palabra y neutralización exigida por la estructura del sistema.3 De anteriores principios se desprende que este modelo enfatizó en la sistematicidad del lenguaje y se abocó a crear estructuras abstractas a partir de la búsqueda de oposi- ciones binarias entre las unidades que las integran. Así, consolidó la idea de que se pue- de desconectar el lenguaje del discurso real y descubrir un orden subyacente. En la actualidad, sin embargo, se hacen evidentes los límites de esta perspectiva cuando se pretende analizar a partir de la dinámica del uso cómo ciertas formas fónicas se convencionalizan. Por lo tanto, se imponen algunos replanteos. En primer lugar, la necesidad de conciliar fonética y fonología ya que seguir diferen- ciando las dos disciplinas significaría continuar con la dicotomía lengua/habla saussu- reana y privilegiar, entonces, el criterio de oposición para crear estructura.4 Además, desde un enfoque cognitivo “no podemos realmente aplicar al lenguaje una separación 3 Este marco teórico al hablar sobre neutralización parte de la distinción entre dos tipos de sistemas fóni- cos: “además del sistema general de fonemas y particularidades prosódicas, hay pues, también, sistemas parciales que funcionan solamente en posiciones fónicas determinadas y en los cuales están representados sólo una parte de los recursos fonológicos del sistema general” (Trubetzkoy, 1973: 209). 4 Esta postura era la de Laziczius (1935) quien considera que la fonología debía estudiar todas las funcio- nes de la faz fónica del lenguaje: representativa, expresiva y apelativa de los sonidos del lenguaje. Consi- dera que el empleo de los distintos sonidos del lenguaje es tan fijo y convencional como su empleo para diferenciar las significaciones. El mismo Trubetzkoy distingue entre Fonología –disciplina que estudia la faz f´nica de una lengua desde el punto de vista de la función representativa– y Fonoestilística –disciplina que se encarga del estudio de los elementos fónicos que poseen valor expresivo o apelativo– (Trubetzkoy, 1973: 14). Por otro lado, en la década del ’60 los sociolingüistas se dedicaron a estudiar la función social y estilística de los elementos fónicos en el uso. 168 ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 ente mente y cuerpo cuando el lenguaje en uso consiste en eventos físicos que toman lugar en un contexto social” [la traducción es nuestra] (Bybee, 2001). En segundo lugar, y como consecuencia del planteo anterior, se desprende la refor- mulación de la clasificación de rasgos en pertinentes / no pertinentes. Consideramos que en el proceso de comprensión inferencial de un enunciado todo rasgo lingüístico aporta significado, por lo tanto es posible que un rasgo, en principio no pertinente, se constituya en un rasgo convencional que contribuye a dar cuenta de la interioridad del hablante5 y que puede ser interpretado por el oyente. Esto implica cambiar el concepto de lo “pertinente” por el de lo “relevante”. Desde un modelo de comunicación ostensi- vo-inferencial,6 pensamos que el uso de las formas fónicas tiene como fin no sólo per- mitir la codificación-decodificación (función del rasgo pertinente) sino también expre- sar-interpretar intenciones comunicativas. Esto sucede, por ejemplo, con el uso de for- mas fónicas que rompen con las reglas distribucionales apriorísticas reguladoras del uso, ya que las mismas se convierten en una pista sonora segmental que comunica la inten- ción del hablante y a la vez afecta la forma de procesar la información por parte del oyente (p.97). Veamos el siguiente registro: (1) “[…] sí: como se conocieron si sé viste o sea ↓ //se casaron de grandes viste mi mamá tenía [beiņtinwéβe] años cuando se casaron ↓ habían estado nueve años de novio mi papá tenía treinta y tres o sea para mí no sé es mucho yo también ten- go βeintinueve años viste [entre risas] […] vino a tener un: a tener [bebé] dijo el [bebé] gorda yo pesaba cinco kilos cuando cuando nací/ JB1F [interlocutores: estudiantes; tipo de texto: conversación semi-espontánea] En este ejemplo observamos en la primera emisión de la palabra “veintinueve” y en los dos casos en los que se pronuncia “bebé”, una ruptura de la regla de uso de la forma bilabial sonora.7 Discursivamente, es una estrategia usada por la informante con la intención de provocar en el oyente un determinado efecto, en este caso, hacer prominente la información que quiere destacar. Además, planteamos que este uso no prototípico de la forma expresa la representación mental de la entidad nombrada que tiene el hablante, nos comunica su visión de mundo: • en cuanto a la edad, una mujer de 29 años es muy grande para casarse. La misma hablante reafirma esta hipótesis al decir más adelante “…o sea para mí no sé es mucho yo también tengo βeintinueve años viste [entre risas]…”; • los “recién nacidos”no son tan gordos. 5 Nos basamos para hacer esta afirmación, tanto en una concepción de significado amplia, equivalente a conceptualización, como en el postulado de que en fonología la redundancia es esencial en las categoriza- ciones (Bybee, 2001). 6 Sperber y Wilson (1994) “el emisor produce un estímulo que hace mutuamente manifiesto para sí mis- mo y para el oyente que, mediante dicho estímulo, el emisor tiene intención de hacer manifiesto o más manifiesto para el oyente un conjunto de supuestos.” 7 Como todos sabemos, se espera que en posición inicial absoluta, después de pausa o cuando le antecede una nasal se use la bilabial oclusiva [b], mientras que en posición interna en el continuum aparece la variante fricativa [β]. 169 ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 Estas conceptualizaciones son formas emergentes, no definidas a-priori, que surgen - del mismo modo que las estructuras sintácticas, morfológicas, léxicas- en correlación con lo semántico-pragmático.8 Son categorizadasen relación con el uso de ejemplares fónicos prototípicos que constituyen un amplio espectro de virtualidades disponibles para generar significados en el discurso. Lo anteriormente explicitado nos conduce a la revisión de los conceptos de neutrali- zación y archifonema. Desde una teoría que propone trabajar todos los rasgos como relevantes, esto es, portadores de significación y necesarios para la categorización, ob- servamos que en posiciones de distensión silábica no habría pérdida de rasgo porque si bien cesa la validez de la característica fónica que distingue referencialmente palabras, siguen funcionando otros rasgos que diferencian significado en sentido amplio9. Por ejemplo en [aKtór] en posición implosiva el rasgo sordo/sonoro que distingue /k-g/ no permite diferenciar lexemas como en [kása / gása], sin embargo continúa co- funcio- nando con el rasgo oclusivo/fricativo para dar cuenta de la intención comunicativa del hablante o, eventualmente, para que el hablante establezca diferencias entre un [aγtór], un [agtór] y un [aktór]. Por lo tanto, sostenemos que la forma usada por el hablante –en el ejemplo sería [k] [g] o [γ]–, será producto de una elección. En otras palabras, plan- teamos que, en el caso de la llamada neutralización exigida por la estructura del sistema, el locutor hace un uso estratégico de las formas alternantes en determinados contextos fónicos, con el fin de lograr en su interlocutor distintos efectos de sentido. Por lo tanto, no podemos decir que surge en ese contexto un archifonema –VELAR en el ejemplo dado– porque esto significa no considerar como relevantes los rasgos fonéticos de las formas que alternan. Veamos ejemplos: (2) “[…] un estudio me tengo que hacer ↓ [óbβjamẽņte] ↓ ya se sabe…//” JB2M [observación directa; interlocutores: taxista/cliente; tipo de texto: conversación espontánea] “[…] sí ↓ es un jabón [antiséptico] que tiene que ponerse en la herida por arri- ba de:/…”JA3F [observación directa; interlocutores: dermatóloga/paciente; tipo de texto: conversación espontánea] En los dos registros los hablantes podían optar entre usar [b], [β] o [p] o realizar una asimilación del grupo consonántico [óβjamẽņte] [antisético]. En el caso (2) el taxista está hablando de la presión alta que lo aqueja y su pasajero lo insta a hacerse un chequeo al que se resiste. Frente a la insistencia del otro reconoce lo sugerido e intenta demostrar que no es una persona necia o ignorante. Para ello usa distintos recursos lin- güísticos: sintácticos, emplea una construcción subjetiva en la que minimiza lo humano, que sólo aparece en el uso del clítico “me”, y así atenúa su responsabilidad; léxicos, usa la palabra [óbβjamẽņ te] ; y fonológicos, prosódicamente divide su enunciado en tres grupos tonales, destacando el segundo con pausa vacía y un ascenso tonal, además, 8 Concebimos la sintaxis, la morfología y la fonología como un continuum de aspectos condicionados por la semántica y la pragmática; y por lo tanto, reconocemos la gramática como un proceso emergente y en evolución continua tendiente a fijar estructuralmente las estrategias comunicativas (Hopper, 1987). 170 ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 segmentalmente elige en la posición de distensión la forma marcada [b] con la que enfa- tiza el significado del lexema. En (3) la médica, ante el temor de su paciente por la heri- da que tiene, remarca la función del jabón que le receta con el uso en posición implosiva de la [p], forma oclusiva que le sirve para realzar la palabra. Ahora bien, para determinar el significado de las formas fónicas alternantes en esta posición de distensión silábica, nos detenemos a observar sus rasgos oclusivo- interrupto/fricativo-continuo; sordo/ensordecido/sonoro. Observamos cuantitativamente una gradación en los atributos elegidos por lo hablantes y sostenemos que la misma está íntimamente relacionada con el significado que tienen las formas. Además, creemos que la motivación de su uso se vincula con la implicancia emotiva del emisor. Así vemos que las más productivas (alta frecuencia) en una conversación cotidiana son las fricati- vas ensordecida y sonora. Desde el punto de vista articulatorio, esto se explica porque estas formas disuelven el contraste sintagmático, por lo tanto facilitan la modulación y favorecen la no asimilación del grupo consonántico; por el contrario, las formas oclusi- vas lentifican el continuum potenciando la percepción de la frontera silábica. Discursi- vamente, el rasgo fricativo, percibido como continuo, refleja distensión, relajación; mientras que el rasgo oclusivo, percibido como una explosión, refleja tensión. Inclusive, si vamos allá, observamos que esta tensión /distensión formalmente contribuye a expre- sar distintos grados de significación del lexema: neutro, medio, y alto o superlativo pro- duciendo de esta manera una diferente representación mental de la forma en cuestión. En consecuencia, sostenemos que la elección del elemento fónico no es aleatoria, si- no que tiende a mantener la iconicidad ente forma y significado. Además, discutimos la afirmación de Lavandera (1984) sobre que “[…] las variables fonológicas que señalan significación social o estilística, no necesitan tener significado referencial, mientras que las variables no-fonológicas se definen de tal modo que aun cuando tengan significación social y estilística, tienen también significado referencial […]” ya que desde nuestro punto de vista dos formas fónicas diferentes no sólo son dos formas de decir, sino que son dos formas de generar significados diferentes. A partir este razonamiento es posible establecer una gradación de las formas fónicas utilizadas en posición implosiva, asociadas con diferentes significados. En los gráficos siguientes hemos tratado de mostrar este continuum articulatorio-discursivo-gramatical que va desde formas más relajadas y no marcadas a formas más tensas y marcadas. GRÁFICO 1: FORMAS OPUESTAS POR EL RASGO SORDO/SONORO: P/B - T/D- K/G-: RELAJACIÓN TENSIÓN GRADO NEUTRO....................................................GRADO MEDIO........................................GRADO ALTO Fricativa ensordecida -------fricativa sonora---------------oclusiva sorda ----------------------oclusiva sonora [β] --------------------------[β ] --------------- [p] -------------------------------- [b] 171 ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 Planteamos que en las conversaciones cotidianas: - A menor implicancia emotiva del emisor mayor uso de formas relajadas –fricativas ensordecidas o sonoras– que icónicamente manifiestan su distensión emocional y gra- maticalmente constituyen el lexema como no marcado. - A mayor implicancia del emisor mayor uso de formas fónicas oclusivas siguiendo la gradación de no marcado-marcado. La oclusión manifiesta icónicamente tensión emocional y gramaticalmente se constituye en el lexema marcado con un plus de signi- ficado. Con respecto a los sonidos vibrantes, puede ordenarse una gradación semejante: GRÁFICO 2: FORMAS OPUESTAS POR EL NÚMERO DE VIBRACIONES: R / RR : RELAJACIÓN TENSIÓN GRADO NEUTRO............................................GRADO MEDIO.............................................GRADO ALTO Vibrante simple relajada---vibrante simple----vibrante múltiple estándar --vibrante múltiple no estándar [r] -----------------------[r ]-------------------[ rr ]-------------------------------------[rrr] Planteamos que: - A menor implicancia del emisor menor número de vibraciones, mayor uso de la vi- brante relajada y la vibrante simple – rasgo que manifiesta icónicamente la distensión emocional y gramaticalmente se constituye en el lexema no marcado.- A mayor implicancia del emisor mayor uso de vibraciones, esto es mayor uso de vibrantes múltiples con aumento de la duración de las vibraciones. La mayor duración del sonido vibrante expresa icónicamente la tensión emocional y gramaticalmente se constituye en el lexema marcado. Veamos un ejemplo: (4) “[…] estoy [ á r r r t a ] de este [δe s ó r r rδe n] ! / / ” JA2F [observación directa; interlocutores: madre/hijas; tipo de texto: conversación espontánea] En este caso el uso del sonido vibrante múltiple (con más vibraciones que en la vi- brante múltiple estándar) es un recurso para generar significado, equivale a grado super- lativo. En nuestra lengua española se distinguen distintos grados de significación en el adjetivo, los que son expresados convencionalmente por medio de sufijos y prefijos como podemos observar en “Estoy repodrida de este desorden (despelote)!”. Nosotras agregamos que se puede dar cuenta de distintos significados a través del uso de rasgos fónicos no prototípicos en el entorno. Así el hablante suple una marca morfológica –o una sustitución léxica– con un rasgo fonológico. 172 ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 Un uso que también se percibe como una necesidad del hablante de modificar el sig- nificado neutro se da en el siguiente ejemplo: (5) “[…] entonces esto es muy profundo / porque lo lingüístico / está/ [d i r ék ta - mẽņ t e ] / relacionado / con los temas de la filosofía de la educación y de la epis- temología y de la ética / entonces no estamos hablando meramente de palabras /… al servicio de la [ n eγat iβ iδáδ ] … volvemos al tema viejo de la educación / pe- ro no para [de k l am á rr l a ] / sino para [b i b í r l a ] //”JA3F [interlocutores: pro- fesoras universitarias ; tipo de texto: entrevista] Este fragmento corresponde a la conclusión de un texto de opinión sobre el tema “la inseguridad en San Juan” emitido por una profesora universitaria. Destacamos, en las palabras marcadas con negrita, la elección en posición implosiva de formas oclusivas, comprobadas con el programa de acústica utilizado, tal como se observa en la imagen del lexema [ d i r ék t amẽņ t e ] : Consideramos esto como una estrategia discursiva del hablante, válida para subrayar su idea en el cierre de la opinión. De esta manera su discurso adquiere más fuerza perlo- cutiva. Si bien puede argumentarse que esta elección puede ser azarosa e inconciente, construye en el oyente una posibilidad de agregar significado a partir del uso de una forma marcada. CONCLUSIÓN Sabemos que la comunicación tiene éxito cuando los oyentes reconocen el significado del enunciado, no sólo en relación con un sistema lingüístico abstracto almacenado en la memoria, sino cuando infieren el “significado” pretendido por el hablante, que utiliza los recursos lingüísticos y pragmáticos disponibles. Hasta el momento muchos estudio- sos han trabajado el significado subjetivo de las formas en la sintaxis, la morfología y el léxico, e incluso en rasgos suprasegmentales como la entonación y el acento. En este trabajo, al revisar los conceptos de neutralización y archifonema destacamos el signifi- cado que aportan las unidades segmentales del nivel fonológico. La variación fónica puede interpretarse, desde este punto de vista, como un conjunto de virtualidades que se 173 ACTAS DEL III COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Diálogo y contexto La Plata, Argentina | 28, 29 y 30 de mayo de 2007 actualizan y se hacen convencionales en el uso concreto, en correlación con lo semánti- co-pragmático. En otras palabras, este acercamiento desde un paradigma teórico más actual a pro- blemáticas clásicas como la neutralización, pretende abrir un espacio para analizar el modo cómo el hablante se vale de recursos fónicos del nivel segmental para significar lo que pretende significar. 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