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A Simple Vista en Este Número
Oftalmología
Aclaración: La American Academy of Ophthalmology no se responsabiliza de ningún error,
omisión u otra posible falla en la traducción.
Número de June de 2013
Traducido por: Rosario Camacho-Koppel y Fernando Arévalo, MD
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La Colocación de IOLs no Evita el
Estrabismo en Infantes Después de Cirugía
de Catarata Congénita
Bothun y otros (p. 1227) determinaron que el uso de un lente
intraocular (IOL) en infantes de 1 a 6 meses no evita el desarrollo
temprano del estrabismo después de cirugía de catarata congénita.
Sin embargo, hay menos probabilidad de que se desarrolle estra-
bismo en infantes cuya catarata se extrae a una edad más temprana.
Los autores realizaron un estudio de resultados secundario con la
participación de pacientes del Estudio de Tratamiento de la Afa-
quia Infantil, un estudio clínico aleatorio que comparó el trata-
miento de la afaquia con un IOL o un lente de contacto primarios
después de la cirugía de extracción de catarata en 114 infantes con
catarata congénita unilateral. Las dos cohortes tuvieron un segui-
miento postoperatorio de un año. Los investigadores determinaron
que el desarrollo del estrabismo no difirió ya fuera que la afaquia
se manejara con un lente de contacto o con un IOL. Sin embargo,
los infantes de menos de 49 días al momento de la cirugía desar-
rollaron menos estrabismo que los infantes de más de 49 días y
mayores. Los autores indican que la extracción de una catarata a
una edad temprana puede facilitar la binocularidad y el manteni-
miento de la ortoforia.
Percepción del Paciente de la Pérdida Visual
por Glaucoma
Los pacientes con glaucoma no perciben su pérdida de visión
como un “efecto de túnel” negro ni como “manchas negras” que
afecten su visión. Por el contrario, según un informe de Crabb y
otros (p. 1120), los pacientes asocian sus síntomas visuales con
palabras tales como “emborronamiento” o “partes faltantes.” El
estudio se practicó con la participación de 50 pacientes con un
rango de defectos de campo visual glaucomatoso en ambos ojos
que describieron, en sus propias palabras su pérdida visual y
eligieron 1 de 6 imágenes que representara con mayor precisión su
percepción de la pérdida de campo visual. Veintiséis por ciento de
los pacientes dijeron no haberse dado cuenta en absoluto de su
pérdida de visión y ninguno de ellos seleccionó las imágenes con
un efecto definido de túnel negro o parches negros. Sólo el 4%
eligió la imagen del efecto de túnel con imagen borrosa. Además,
el 54% eligió una imagen que representaba parches borrosos y
16% eligió una imagen con partes faltantes. Los investigadores
concluyeron que podría incrementarse la conciencia de la impor-
tancia de la detección del glaucoma con una ilustración más
precisa de los efectos de la enfermedad en la visión. l
a Rebamipida al 2% es Efectiva para el
ratamiento del Ojo Seco en un Estudio
ase III
n un estudio Fase III, la rebamipida oftálmica, en suspensión, al
% – un derivado de la quinolinona con actividad de secretagogo
usínico – mostró ser más eficaz que la solución oftálmica de
ialuronato de sodio al 0,1% para el tratamiento el ojo seco.
inoshita y otros (p. 1158) encontraron que la instilación ocular 4
eces diarias durante 4 semanas de rebamipida al 2% mejoraba los
ignos del ojos seco tanto objetivos como subjetivos. En el estudio
articiparon 188 pacientes con ojo seco asignados aleatoriamente
recibir rebamipida al 2% o hialuronato de sodio al 0,1%. Los
acientes que recibieron rebamipida al 2% demostraron una mar-
ada mejoría en comparación con los puntajes de línea de base
ara captación corneal de fluoresceína y captación conjuntival de
erde de lisamina. Para 2 de los síntomas oculares relacionados
on ojo seco – la sensación de cuerpo extraño y el dolor ocular –
l tratamiento con rebamipida demostró mejorías significativas
omparado con el hialuronato de sodio. Además, el 64,5% de los
acientes calificó el tratamiento de rebamipida como “mejor” o
considerablemente mejor”, en comparación con 34,7% que dieron
alificaciones similares al hialuronato de sodio. Los autores con-
luyeron que la rebamipida al 2% representa una alternativa de
ratamiento viable potencial para el ojo seco.
eguimiento a Largo Plazo de la Terapia
énica en la Amaurosis Congénita de Leber
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esta y otros (p. 1283) informaron los hallazgos a largo plazo de
u estudio clínico en el que participaron 5 pacientes con Amaurosis
ongénita de Leber tipo 2 (LCA2) con mutaciones genéticas de
PE65 tratados con una sola inyección unilateral subretiniana de
irus Adeno-Asociado (AAV2-hRPE65v2). Encontraron que las
ejorías en la función visual logradas al término de unos pocos
eses del tratamiento permanecieron estables al término de 3 años
e seguimiento, en todos los pacientes, independientemente de la
dad, la dosis del vector, el procedimiento quirúrgico y el estado
e línea de base de la retina. La máxima mejoría se alcanzó dentro
e los seis primeros meses después del tratamiento y las ganancias
stadísticamente significativas en mejor agudeza visual corregida
BCVA) de �15 letras se mantuvieron a lo largo de un período de
años. Además, el procedimiento quirúrgico, en especial después
e haber sido modificado para reducir el estrés hidrodinámico y
racticado de forma que se incluyera la fóvea en el área tratada, no
ausó daño clínicamente significativo a los fotorreceptores macu-
ares durante este período de 3 años. Los autores recomiendan que
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los cirujanos consideren la inclusión de la fóvea en el área de
tratamiento, sobre todo en aquellos pacientes con baja agudeza
visual a la determinación de la línea de base.
Degeneración Retrógrada Transneuronal de
las Células Ganglionares de la Retina
Después de Infarto Cerebral
Park y otros (p. 1292) presentan sus hallazgos que demuestran reduc-
ción del adelgazamiento de la capa de fibras nerviosas de la retina
(RNFL) en pacientes con infarto cerebral, lo que sugiere una degen-
eración retrógrada transneuronal (TRD) de las células ganglionares de
la retina (RGCs). En el estudio, la extensión de la TRD se relacionó
de forma significativa con el tiempo trascurrido desde el inicio del
ccidente cerebrovascular y con la ubicación del infarto. Los autores
emostraron que el infarto cerebral puede detectarse in vivo midiendo
l grosor de la RNFL mediante la tomografía de coherencia óptica
OCT). El estudio incluyó 46 pacientes con infarto isquémico cerebral
46 controles normales. El grosor de la RNFL se encontró signifi-
ativamente reducido en los cuadrantes superior, inferior y nasal en el
jo del lado opuesto al infarto y en los cuadrantes superior, inferior y
emporal en el ojo del lado del infarto. Los hallazgos podrían tener
mplicaciones para diagnosticar glaucoma en pacientes con historia de
nfarto cerebral, por ejemplo, al interpretar los resultados de la OCT
n pacientes con cambios en el grosor de la RNFL.
Lori Baker Schena, EdD y
John Kerrison, MD

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