Logo Studenta

ORK_Colombia_Sentido_Espiritual_Alquimia

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

EL SENTIDO ESPIRITUAL DE LA 
ALQUIMIA 
 
PUBLICACIÓN DE LA ORDEN ROSA CRUZ KABALISTA 
 
 
IVAN DARIO QUINTERO 
Zerión 
 Copyright: 
ISSN 0123—2185 
 
Reservados todos los derechos 
Apartado Aéreo 2656 
Santiago de Cali, Colombia 
ordenkabalistarc@hotmail.com
 
Este folleto se publica con cooperaciones voluntarias y su distribución es gratuita 
 2 
 
 
INTRODUCCION 
La alquimia, una de las ciencias arcaicas por excelencia, más antigua que 
todas las demás que la humanidad conozca; muestra los diferentes misterios y 
problemas del mundo en toda su complejidad. 
Fue conocida por los antiguos que relacionaban las fuerzas de la naturaleza 
con estados de la naturaleza interior del ser humano, lo que probablemente dio 
origen a las mitologías del mundo. Igualmente, el verdadero secreto de la 
transmutación fue conocido por los antiguos sacerdotes y Faraones del antiguo 
Egipto, pues quedan vestigios de ese conocimiento en los escritos que luego se 
llamaría “Herméticos”, entre los que sobresale la Tábula Smaragdina (tabla de 
esmeralda). 
Para evolucionar de una manera totalmente consciente, debemos recibir 
algún tipo de información que nos permita ir develando los más antiguos 
conocimientos que a través de los tiempos sirvieron para que humanidades más 
espirituales trascendieran hacia los estados elevados que se conocieron en 
Egipto, Grecia, Persia, Caldea y Atlántida. 
 
EL SENTIDO ESPIRITUAL DE LA ALQUIMIA 
La palabra alquimia viene de Al, que representa el Aliento de la Vida 
espiritual, es decir, Dios, y quimios, quemar; por lo tanto, podemos decir que 
al—quimia es quemar a través del aliento, o el Fuego del Aliento Ígneo. El 
fuego quema, el fuego regenera, el fuego ennoblece, el fuego purifica. En eso 
se basaban los antiguos alquimistas al decir que en el Universo no existía sino 
un único elemento al que llamaron el menstrum universale, como un fuego al 
mismo tiempo de naturaleza ígnea y húmeda. Por eso el fuego y el agua en el 
Cosmos son coexistentes. 
El Fuego es el principio paternal, y el Agua es el principio maternal del 
Cosmos y la naturaleza toda. No es agua física como nuestros sentidos 
quisieran conceptuar, es simplemente el substratum que hace posible que la 
Vida, el Fuego, la chispa Divina, el germen, puedan penetrar en el substratum, 
materia o polvo cósmico y haga posible que surja todo cuanto existe. 
El fuego es el estado calórico que existe en la naturaleza y que permite las 
modificaciones de la misma. Ese estado de alta actividad vibratoria, permite la 
cohesión molecular del mineral, y observamos su existencia, porque a golpe de 
 3 
 
eslabón salta la chispa, lo cual indica que allí está latente hasta cierto punto, ese 
estado calórico o fuego. 
Ese estado de fuego interno del mineral va entrando en actividad, a través de 
los procesos químicos que tienen sus moléculas, constituyendo los iones, es 
decir, la categorización bipolar de la naturaleza física convertida en aniones 
(iones con carga eléctrica positiva), y cationes (iones con carga eléctrica 
negativa), que son aquellos elementos químicos que tienen una polaridad 
eminentemente irradiante y otra absorbente. Si no fuera por el estado bipolar de 
la existencia no podría existir nada en el Universo. 
Esa chispa, ese fuego que se manifiesta bipolarmente en el mineral, despierta 
en el vegetal, siendo así como los vegetales logran asimilar los elementos más 
densos del mineral, para convertirlos en alimentos asimilables para nuestra 
constitución orgánica. Realmente el vegetal es mucho más importante desde el 
punto de vista de la vida orgánica manifestada, que el animal o el hombre. 
Esa misma vida que despierta en el vegetal se vuelve actividad en el animal, 
y en el hombre se convierte en pensamiento, en amor, en imaginación y en una 
relativa consciencia. Todo ello es manifestación del Aliento de la Vida 
espiritual, del Aliento Cósmico, de Dios. 
Esto es lo más importante para nosotros en el estudio de la alquimia, 
comprender que todo lo que existe, deviene o deriva de lo que ha sido; y todo lo 
que será, derivará de lo que es en la actualidad. 
La evolución de la humanidad en el campo científico no ha ido acorde a la 
evolución en el campo espiritual. El estudiante de la ciencia sagrada de los 
R.C. busca cultivar tanto el sentido científico de la vida, como el aspecto 
filosófico y espiritual de la misma, para marchar con paso firme por el sendero 
de la evolución consciente. 
Los árabes que habían recibido parte de este conocimiento, entendieron la 
alquimia como el arte de quemar todas las impurezas de la naturaleza 
personalista humana a través de la ciencia espiritual del aliento, logrando 
comulgar con su divino sentido espiritual, estética o alma crística. 
Los griegos, que lograron ahondar un poco más en el sentido espiritual de la 
alquimia, le dieron el nombre de quimios, que significa zumo, extracto o jugo, 
haciendo referencia a que se trataba de un extracto espiritual o jugo, que al ser 
dinamizado por la voluntad espiritual del hombre, lograba curar no solamente el 
cuerpo, sino también sanar sus dolencias espirituales y anímicas. Por eso la 
alquimia tiene mucho más sentido de lo que la ciencia física quiere hacernos 
ver. 
 4 
 
Para los alquimistas, la alquimia no solamente era esa idea —desde un punto 
de vista alegórico— de transmutar los metales, como por ejemplo el plomo en 
oro, sino también el de lograr la regeneración (transmutación) de sus humanas 
debilidades. Por eso la dividían en tres aspectos: uno de naturaleza Cósmica o 
alquimia universal, otro, la alquimia espiritual que está en relación con 
nuestro ser interno, la senso—conciencia, y la alquimia material, llamada 
alquimia metálica. 
El proceso alquímico era conocido como la Magna Obra. Los alquimistas 
medievales lo llamaban el Magnus Opus, palabra latina que significa 
precisamente eso: la Magna Obra. 
Decían los alquimistas que sólo se puede dedicar con éxito al trabajo 
alquímico aquel que nace como alquimista. Esto significa que únicamente se 
puede llegar a la maestría en la alquimia si se va desarrollando progresivamente 
encarnación tras encarnación. ¿Qué hizo el Señor Jesús? Mostrar las 
capacidades extraordinarias de un hombre que había logrado convertirse en un 
alquimista a lo largo de su evolución. Es un proceso que él inició hace miles de 
años y pudo mostrarnos la magnitud de su trabajo. 
Ese es el destino, el futuro, la promesa que tenemos para nosotros. No 
pensemos que nos vamos a volver alquimistas en los próximos cinco, diez o 
veinte años; el alquimista lo es porque ya comenzó su trabajo en encarnaciones 
anteriores y desde niño muestra las cualidades, aptitudes y conocimiento de un 
alquimista. 
Nosotros, llenos de caprichos, faltos de sensibilidad, vamos anquilosando 
nuestros vehículos y progresivamente en un proceso de senescencia nos vamos 
acercando a tener que abandonar el laboratorio magno del alquimista, el cuerpo 
denso. 
El alquimista trabaja con la vida, esa es la verdadera alquimia. La alquimia 
trabaja solamente donde la vida existe, mientras que la química, derivada de la 
alquimia, trabaja en el estado inerte del mineral. 
Pero la alquimia en sí es de naturaleza espiritual, porque deriva de la divina 
sensibilidad del alma humana emanada del Alma del Mundo. 
En la actualidad la ciencia ha logrado trasmutar progresivamente algunos 
metales en otros, haciendo pasar determinados elementos ordinarios por 
altísimas corrientes electromagnéticas en unos casos, y en otros con energías 
radioactivas, llegando a obtener incluso oro de otros elementos ordinarios, pero 
el costo tan alto que suponen esos procesos, ha hecho inadecuado el que pueda 
ser utilizado de manera práctica. 
 5 
 
La física enseña que todos los elementos en su constitución, no son más que 
la agregación de un protón y de sus correspondientes electrones, en relación 
con el elemento anterior, y así se va logrando la mutaciónde la naturaleza toda 
hasta obtener un elemento nuevo. Por ejemplo, el primer elemento de la tabla 
periódica, el Hidrógeno, que consta de un protón en su núcleo y de un electrón 
en su periferia, al ser vinculado otro protón en el núcleo y otro electrón en su 
periferia, dio origen al Helio, segundo elemento. 
Así sucesivamente se formaron todos los elementos conocidos, y ocurrió 
—según la ciencia— hace unos quince mil millones de años, cuando tras una 
gran explosión de violencia inimaginable, pudo haber surgido el Universo. 
Según ellos, toda la materia que en ese entonces estaba reunida en un sólo 
punto del espacio, en un estado de enorme densidad, estalló liberando una gran 
cantidad de energía, es decir, de Fuego (no candela) a una temperatura de 
millones de grados centígrados. 
Inmediatamente después de esa inmensa explosión (algo así como una 
millonésima de segundo), comenzaron a formarse los átomos y partículas 
elementales conocidas como protones, neutrones, electrones, etc. 
Simultáneamente con los electrones que tienen carga eléctrica negativa, surgió 
la contraparte de antimateria, los positrones, que son electrones de carga 
eléctrica positiva. 
Unos cien segundos después, el Universo se habría enfriado unos diez mil 
millones de grados centígrados, facilitado la interacción de los electrones, 
protones y neutrones, formando átomos de deuterio (isótopo del hidrógeno), 
que luego de unos tres segundos, formó el tritio, y cerca de un millón de años 
después, el hidrógeno, elementos que son la base de todos los demás existentes 
en la naturaleza y que permiten la acción ígnea de las reacciones 
termonucleares. 
Todo en el Universo y en la vida es una eterna mutación, palabra que indica 
cambio, movimiento, transformación. Siempre que haya movimiento habrá 
vida, porque la quietud, el reposo, representaría la no evolución de la vida. 
Si seguimos observando la escala de la evolución, encontramos actualmente 
al ser humano en la cumbre de la misma, porque puede amar, pensar y tener una 
relativa consciencia. Todo se debe al Fuego interno que subyace en nosotros 
por decurso de nacimiento, hasta que en el proceso mal llamado muerte, aquel 
calor le abandona y entonces los materiales que mantenían la constitución de su 
organismo deben marcharse a la naturaleza. 
Ese Fuego interno se evidencia en el ser humano en aproximadamente 36.5 
grados centígrados. Cuando esa temperatura desciende, estamos 
 6 
 
aproximándonos al momento de fenecer dentro de la forma para liberarnos en el 
campo espiritual; y si la temperatura sube de allí, el ser humano puede perder la 
relativa coordinación de sus vehículos senso—conscientes y decimos que el 
hombre ha enloquecido o que está delirando. Todo aquello tiene que ver con el 
manejo del calor interno. 
Cuando se acercan íntimamente el hombre y la mujer, ese calor aumenta 
debido a la polarización de la energía electromagnética que subyace en el ser 
humano. A mayor cantidad de ese calor o Fuego interno, mayor posibilidad de 
atracción de esa pareja, bien sea para el proceso de la generación, para los 
misterios de la sensibilización o desafortunadamente para lo más negativo, la 
degeneración del ser en evolución. 
Al hablar de la alquimia tenemos que referirnos necesariamente a ese estado 
eterno y bipolar de todos los seres y todas las cosas. Dice la Biblia que el ser 
humano fue concebido y traído a la evolución gracias a la energía de Jehová 
Dios, con una constitución masculino—femenina, que fue evolucionando 
progresivamente, gracias al despertamiento de la actividad polar del sexo. 
Cuando se dice en el Gén.1.27: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a 
imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. 
Al decir primeramente “lo creó; varón y hembra”, en un momento en el que 
cosmogenésica y antropogenésicamente sólo había creado al hombre, se podría 
explicar como lo hace el esoterismo que el ser llamado Adán era hermafrodita. 
Son las palabras escritas categóricamente en los primeros capítulos del 
Génesis, que debiéramos realmente estudiar y meditar para llegar a un relativo 
entendimiento de estos preciosos conocimientos que los antiguos han legado 
para una humanidad que quiera verdaderamente espiritualizarse. 
Para comprobar el aserto de este tópico, de que Adán no era una sola persona 
como hombre diferenciado, sino la humanidad hermafrodita, encontramos que 
más adelante en Gén.2.18, se dice: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el 
hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”. “Entonces Jehová Dios hizo 
caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus 
costillas, y cerró la carne en su lugar” Gén.2.21. 
“Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo 
al hombre” Gén.2.22. Esto se refiere a la polarización de los sexos que ocurrió 
hace millones de años en la prehistoria, durante la tercera raza raíz, de la cual la 
ciencia oficial algo intuye, pero desconoce, y que fue llamada la raza lemur. 
En aquella raza, la humanidad comenzó su devenir evolutivo, dentro de un 
cuerpo denso y era categóricamente hermafrodita, según los anales de la 
 7 
 
tradición Rosa—Cruz, investigados en los registros akâshicos o memoria de la 
naturaleza, por clarividentes adiestrados. Esta tercera raza en sus principios fue 
bisexual. Fue la humanidad que se conoce como Adán. 
Posteriormente vino la separación de los sexos y ese simbólico “sacar la 
costilla”, representa el costado, que es la palabra original (costado y no costilla) 
es decir que había que dividir esa polaridad para que el ser en evolución, el Ego, 
la Chispa Divina, la Esencia Espiritual, como ser andrógino que Es, pudiera 
manifestarse a través de encarnaciones sucesivas, como varón y como mujer. 
Dice en otra parte de la Biblia que “Jacob recostó su cabeza en la piedra y 
que en sus sueños observó toda la evolución desde la escala mineral, vegetal, 
animal, humana, angélica, hasta Dios”. Esa es realmente la escala de la 
evolución, en la que el ser humano ha pasado por estados de conciencia 
sucesivos, análogos al mineral, vegetal, animal, hasta llegar al nivel humano. 
No es que hayamos sido realmente piedras, plantas o animales, pero nuestra 
chispa divina, diferenciada, aquel sentido espiritual del cual fuimos emanados, 
ha ido evolucionando a través de millones de años para convertirse en lo que es 
hoy en día; de modo que la simbólica escala de Jacob lo que representa es la 
evolución de la consciencia humana a través de todos los reinos de la 
naturaleza. 
La Biblia también nos dice que Salomón ordenó construir un templo al 
Altísimo, pero sin sonar de martillos. Para construir ese templo contrató al 
maestro Hiram Abiff, artífice arquitecto. Salomón representa el Ego, el 
Espíritu, que es quien traza constantemente todo el proceso matemático del 
desarrollo de nuestro ser, y el alma representada por Hiram Abiff, es la interna 
sensibilidad que debe facilitar la evolución de nuestros diferentes vehículos. 
Al hablar del templo del Altísimo, se hace referencia al cuerpo, en el cual la 
Divinidad se hace ostensible para los efectos de la evolución de la conciencia, 
porque realmente para que la naturaleza trabaje en nuestra interioridad, no se 
necesita un sonido físico audible, más sí existe un sonido interno, audible para 
el oído espiritual. 
Todo ese proceso interno, se realiza gracias a la alquimia fisiológica que la 
Conciencia Universal desarrolla por intermedio del Ego, nuestro divino 
alquimista. 
Ingerimos cualquier tipo de alimento y sin saber qué pasa con él, se 
mantiene la armonía, la cohesión y la salud del cuerpo físico. 
Al ingerir cualquier alimento, el Ego, el alquimista interno lleva el calcio a 
los huesos, el fósforo al sistema nervioso, el hierro a la sangre y así 
 8 
 
sucesivamente. Esos son los cambios maravillosos que nuestro ser va 
verificando en el diario vivir a través del tiempo; son cosas en las cuales no nos 
hemos detenido a pensaradecuadamente pero que son una eterna realidad. 
El gran alquimista Cósmico es el Logos, como dicen los esoteristas, Dios 
como dice la religión. Entonces el Logos que es la Vida, se manifiesta tanto en 
la más insignificante brizna de hierba, como en el más inteligente de los seres, 
porque como divino alquimista, subyace en la interioridad de la semilla de todas 
las especies vivientes. 
Esa semilla al ser plantada o caer en la tierra, logra despertar de su letargo a 
la vida interna, asimilando los elementos constitutivos que necesita para generar 
las raíces, el tallo, las ramas, las flores y el fruto, para producir nuevamente más 
semillas. En este sencillo ejemplo, se encuentra encerrado el maravilloso 
misterio de la alquimia. 
Al alquimista y filósofo R.C., realmente no le interesa la posibilidad de 
fabricar o no, el oro físico, porque lo más trascendente es lograr fabricar el oro 
espiritual que es el sentido de la armonía del Cristo, el sentido del amor, el 
sentido de la espiritualidad. 
Así como en la semilla vegetal en donde el proceso de la alquimia está 
latente, pero despierta cuando toma contacto con los elementos constitutivos 
que le son necesarios, es decir, con la tierra, el agua, el aire y el fuego, que para 
el vegetal son absolutamente indispensables desde el punto de vista químico, en 
el proceso alquímico de la Gran Obra para el ser humano, también le son 
necesarios algunos elementos que son simples velos de verdades 
incuestionables. 
Para el alquimista, la tierra, el agua, el aire y el fuego se refieren a fuerzas o 
energías internas: el cuerpo denso como la tierra, la vitalidad, como el agua, la 
emoción y mente como aire, y la posibilidad divina de amar a todos los seres 
sin excepción, como el fuego. 
Esos son los cuatro elementos simbólicos o el sagrado tetragrama o tetraktis 
de los antiguos griegos. Son los cuatro elementos maravillosos que siempre 
debemos tener en cuenta en nuestro trabajo interno. 
Si no fuera porque tenemos el cuerpo físico, símbolo de la tierra, la vitalidad 
maravillosa que se manifiesta como salud —energía que derivamos 
directamente de la vitalidad del Sol y de los alimentos— la acción fecunda, 
resultado de las emociones y deseos junto con la mente que también impele a la 
actividad, y por la fuerza divina del amor unida a la consciencia como Fuego 
 9 
 
espiritual, no sería posible realmente la evolución y perfeccionamiento de 
nuestro ser. 
La alquimia necesita de un trabajo lento, dispendioso, que ha venido 
haciendo el Ego desde un punto de vista subjetivo —subconsciente— mas no 
inconsciente, porque el Ego no hace nada inconscientemente; ocurre 
subjetivamente que es otra cosa, pero no inconscientemente. 
Ese proceso se va verificando a través de edades incontables y tal como los 
R.C. lo han comprendido, corresponde a procesos de reencarnaciones sucesivas 
con el fin de ir verificando un progresivo perfeccionamiento del ser. 
La humanidad hace cientos de miles de años no tenía la capacidad de 
raciocinar, de actuar, de vivir tal como lo hacemos actualmente. Eso lo ha dado 
el largo decurso de la evolución. Es el sendero del progreso espiritual que ha 
logrado el Ego de una manera subjetiva. 
Pero existe un trabajo alquímico consciente que puede acelerar ese proceso, 
logrando en el curso de algunas encarnaciones, lo que el proceso evolutivo 
habrá de tardar millones de años a través de miles de encarnaciones más. 
¿Por qué tenemos que sufrir enfermedades, tristezas y miseria de toda índole 
si podemos superarlas? ¿Por qué no utilizar nuestras energías internas, 
colaborar con nuestro alquimista interno, el Ego, para que todos los procesos de 
sublimación y de permutación o cambio de un estado a otro puedan verificarse? 
Alquimia Fisiológica: 
el elíxir de la larga vida 
La alquimia fisiológica logra la posibilidad de asimilar adecuadamente todas 
las substancias que se ingieran, y de eliminar oportuna y adecuadamente los 
residuos. Pero no tenemos la capacidad de asimilar todas las substancias ni 
tenemos tampoco la posibilidad de eliminar todos aquellos residuos que van 
quedando en nuestro organismo. El secreto de este tipo de alquimia consiste en 
mantener un cuerpo relativamente joven y sano durante la mayor cantidad de 
tiempo. 
¿Por qué es relativamente difícil de lograr? Porque una cosa es el hecho 
científico y otra cosa es su verificación progresiva. Esa verificación no se 
puede lograr en un mes, ni en dos meses, ni en diez años. No es cuestión de una 
encarnación, sino posiblemente de varias; pero tenemos que comenzar ese 
trabajo de entregarle al organismo aquellos alimentos biogenésicos más 
importantes y necesarios que dejen menor cantidad de residuos en el organismo. 
A mayor cantidad de fibra que se consuma, mayor facilidad para ser eliminados 
 10 
 
los residuos del proceso digestivo. Eso es alquimia en el campo fisiológico o 
biológico. 
Debemos alejarnos completamente de aquellas substancias que envenenan, 
entorpecen e intoxican el organismo dejando una mayor cantidad de residuos. 
Un ejemplo maravilloso es observar dos alimentos: uno es un manjar 
exquisitamente preparado y el otro es una ensalada. Para limpiar el plato donde 
se sirvió el manjar, hay que lavarlo con jabón para dejarlo totalmente limpio, 
mientras que el plato donde se sirvió la ensalada, queda limpio con sólo echarle 
agua. Así es el aparato digestivo, y así son las venas y arterias. Si les 
entregamos alimentos exquisitamente refinados y preparados, dejaremos mayor 
cantidad de escorias en el organismo. 
Pero a mayor sencillez en la nutrición buscando aquellos alimentos que 
realmente nos nutren, que dejen menor cantidad de residuos y que además 
tengan mucha fibra, mucho mejor. Así la humanidad se irá liberando de una 
cantidad de enfermedades que no son más que escorias, y que son las que 
intoxican el organismo. Eso es lo que tenemos que tener en cuenta para 
ayudarle físicamente al Ego interno, el divino alquimista o la Vida del Logos 
manifestándose en nosotros. 
Alquimia Vital: 
El poder del sanador 
La alquimia vital consiste en que debemos aprovechar al máximo la energía 
electromagnético—vital que derivamos diariamente del Sol a través de los 
átomos o glóbulos de vitalidad que él irradia, y que fijamos inconsciente e 
imperceptiblemente a través del bazo etérico, de la respiración, y de aquellos 
alimentos que han recibido mayor cantidad de luz solar. Entonces la vitalidad 
se incrementa. 
¿Queremos realmente convertirnos en alquimistas de la vitalidad Universal? 
Si se es inconsciente de las leyes de la vida, obviamente la persona será 
vanidosa, arrogante y emotiva. Estará constantemente odiando, enojándose y 
agotando la energía electromagnética vital que es inherente al organismo y a los 
procesos biológicos que deben verificarse. 
Quien quiera convertirse en alquimista, deberá ser un místico de la vida. A 
mayor estética, sensibilidad y armonía, mayor vitalidad. Es por eso que los 
grandes directores de música todavía dirigen una orquesta a los 85 y 90 años de 
edad con una energía que envidiaría otro hombre de 60 años. Es porque aquél 
es más místico, más sensitivo, hay más armonía en su vida y por lo tanto no 
 11 
 
pierde su vitalidad que le permite hasta cierto punto mantener la salud de su 
organismo. 
En cambio la persona arrogante, presa de odio y de pasiones de toda índole, 
agota su vitalidad; necesita dormir y descansar más, y al no lograr asimilar en 
su cuerpo la energía vital que es de naturaleza electromagnética, le vemos 
marchitar, decaer y envejecer mucho más rápido, y por supuesto las 
enfermedades no tardan en llegar para llevarle a la tumba. 
 
Alquimia Emocional: 
la energía del mago 
La alquimia emocional tiene que ver con los deseos, pasiones, emociones e 
instintos que acicatean constantemente nuestras vidas; pero el verdadero 
alquimista trata de mutar constantemente lo negativo de su personalidad en lo 
positivo y espiritual.La fuerza del deseo es simplemente eso, acción, emoción, pasiones. El 
hecho de manifestarse de una manera impetuosa, negativa, arrogante, vanidosa, 
o que se manifieste como acción fecunda para progresar y servir a los demás, 
depende de la dirección que le demos a nuestra vida interior. 
He allí otro proceso de alquimia que nos muestra cómo ir trasmutando, cómo 
ir cambiando lo negativo en positivo, cómo ir cambiando la emotividad, el 
instinto, la lujuria, las pasiones, el odio, la envidia, el temor, los celos, en 
armonía, en sensibilidad, en relativa consciencia, en comprensión de la vida y 
sus misterios, en altruismo, etc. 
La fuerza del deseo, es la fuerza de la acción fecunda. Es la energía que 
debe servirnos para luchar por conquistar aquello que realmente estamos 
deseando porque es justo y perfecto, porque es útil para nuestra familia, para la 
humanidad, para nosotros. Esa es la alquimia en el campo emocional o del 
mundo del deseo. 
Somos unos locos en el campo emocional. No dejemos que la fuerza 
negativa de la emoción, de los celos, del temor, de la incertidumbre, de la 
locura negativa de nuestra personalidad vaya inficionando las maravillosas 
energías del divino alquimista, nuestro Ego; el Logos, manifestándose en 
nuestra interioridad, para que podamos tener mayor armonía y espiritualidad. 
Muchas personas se quejan que no los quieren, que los problemas con su 
cónyuge son tremendos, que todo el mundo está constantemente peleándoles y 
 12 
 
ocasionándoles problemas. ¿Acaso nos hemos detenido a pensar si no estamos 
haciendo o no hemos hecho lo mismo con los demás? Siempre recibimos 
justamente lo que nos merecemos, porque cada cual quiéralo o no, es artífice de 
su propio destino. Si damos amor, recibimos amor, si sembramos odio, 
estaremos recibiendo justamente aquellos aspectos negativos que hemos 
sembrado. 
De nosotros depende cual debe ser el retorno de la energía. Es así como el 
divino alquimista nos enseña a cambiar, a espiritualizarnos, a perfeccionarnos. 
 
Alquimia Mental: 
la luz de la sabiduría 
En la alquimia mental el alquimista, el esoterista sincero, el que desea 
caminar por el sendero de la perfección y de la espiritualidad, comprende que 
no debe cultivar pensamientos negativos ni imágenes absurdas ni pesimistas, y 
que los pensamientos deben ser siempre dirigidos en el sentido espiritual. 
Si se tienen pensamientos negativos deben mutarse por pensamientos 
positivos. Si se piensa que vamos a fallar en el trabajo, en una entrevista o en 
cualquier campo, debe mutarse ese pensamiento utilizando una imagen perfecta 
de que se ha de tener éxito en el trabajo, en la entrevista y así sucesivamente. 
Esa es la permutación, el cambio alquímico en los mundos mental e imaginal, 
de aquellas facetas negativas de la personalidad, en las facetas positivas y 
divinas de la individualidad. 
Si realmente queremos lograr todo lo que deseamos y necesitamos, debemos 
imaginarnos sanos, felices, armoniosos, activos, volitivos, prósperos. 
 
La Alquimia Sensorial: 
la Piedra Filosofal 
Hay algo extraordinario en nosotros, y es el sentido espiritual del amor. 
Amor no es la atracción psico-genésica entre el hombre y la mujer para la 
verificación del proceso de la generación, o para satisfacción del instinto que 
presiona en un momento dado. Es simplemente la atracción instintiva, natural 
en todas las especies, bien sea para la perpetuación de la especie o como debiera 
ser, para la regeneración espiritual de la misma, como en el caso del ser 
humano. 
 13 
 
Pero no comprendemos esta verdad; hemos desaprovechado por completo 
los conocimientos maravillosos que nos legaron los antiguos. El Señor Jesús 
entregó ese conocimiento al decir “creced y multiplicaos”. 
¿Qué quería decir? Que debemos multiplicarnos únicamente cuando a 
través del sentimiento espiritual y verdadero de amor hacia la bipolaridad, 
podamos permitirle a un Ego expectante el obtener un cuerpo o un vehículo 
para que pueda venir a este mundo tridimensional y adquirir experiencia. Y 
crecer, es crecer espiritualmente con esa energía maravillosa de la Vida, que se 
manifiesta a través de la generación universal, porque realmente es la energía 
que mueve al mundo. 
Si no fuera por esa energía tan poderosa, la energía germinal, no sería 
posible concretar todo lo que existe y lo que imaginar podamos. Por eso el 
alquimista comprendiendo este misterio magnum, de que existe en esa energía 
un inmenso poder, la ha llamado la prima materia. 
Los alquimistas de todos los tiempos han hablado de la prima materia para 
la Gran Obra, diciendo que esa prima materia no se encuentra en la naturaleza 
tirada en ninguna parte, sino que hay que buscarla en la interioridad de cada 
uno. 
Esa prima materia se despierta a la actividad por la acción de la bipolaridad, 
cuando los cónyuges se acercan en el abrazo del amor. Luego viene la fuerza 
del deseo, la cual dinamiza aún más aquella prima materia, y el sentido 
espiritual del amor es el que la convierte de piedra bruta ordinaria, en la piedra 
filosofal, divina y espiritual. 
Quien toca aquella piedra, instantáneamente recobra la salud. Esa piedra 
maravillosa si es puesta bajo la observación de cualquier persona enferma física 
o moralmente, le devuelve la salud o la armonía espiritual. Era el misterio 
maravilloso que solamente se deja entrever entre líneas, tratando de que el que 
tenga oído que oiga, o el que tenga vista suficiente vea. 
A esto se refiere la alquimia en su aspecto más secreto y divino, a la 
obtención de la piedra filosofal. Pero así como para transformar un anillo de 
oro en unos zarcillos de oro hay que fundir el anillo, es decir, tener una materia 
prima y fundirla con la acción del fuego, así mismo es en nosotros. 
Esa prima materia es la que sirve para que la semilla del vegetal despierte de 
su letargo al hacer contacto con la tierra, el agua, el aire y el fuego (Sol), 
produciendo raíces, ramas, hojas, frutos y nuevamente semillas. Esa prima 
materia es la que el animal exterioriza para perpetuar la especie cuando se une 
con la hembra en los momentos de celo. Si no fuera por esa prima materia que 
 14 
 
se pone en licuefacción a través del acercamiento de las dos polaridades de la 
existencia, la vida sería imposible desde todo punto de vista. 
Los alquimistas comprendieron que el Aliento de la Vida Universal y el 
Fuego interior, convertidos en Substancia—Vida, permiten a través de la 
generación que podamos concebir nuestros hijos. También permite que a través 
del movimiento espiritual de esa energía, utilizando la imaginación y la 
sensibilidad, al dirigir esa fuerza maravillosa hacia el corazón, ir convirtiéndola 
en la piedra filosofal. Para los alquimistas la piedra filosofal tenía realmente 
todos los poderes del Logos. 
El Señor Jesús enseñó el misterio de la piedra filosofal, al decir estas 
palabras: “Petrus, piedra, sobre esta piedra edificaré mi iglesia”. Se refería no 
a la personalidad física de uno de sus discípulos, sino a nuestras energías 
internas sobre las cuales debemos edificar nuestra iglesia, es decir, nuestro 
templo, donde el Altísimo, el Logos, la consciencia mora en nosotros para 
convertirnos en verdaderos alquimistas. 
El ejemplo más perfecto de la piedra filosofal viviente fue el Señor Jesús. El 
era un verdadero alquimista del mundo de la sensibilidad, del sendero del 
Cristo, porque el Cristo no es Jesús. Cristo no fue, ni es, ni será una persona; 
Cristo es el sentido espiritual que subyace en el corazón de todos los seres. 
Ese sentido crístico aflora cuando vemos a nuestros seres queridos sufrir o 
gozar, porque el sentido crístico es la sensibilidad. El día que sintamos dolor 
por todos nuestros congéneres y por todos los seres vivientes, habremos 
despertado realmente la energía del Cristo en nosotros. 
El Señor Jesús a través de encarnaciones sucesivas llegó a amar con 
intensidad a todos los seres sin excepción. Entregótoda su bondad en aras del 
servicio al prójimo, fundiendo su personalidad con su individualidad, es decir, 
que su cuerpo, su vitalidad, su emoción y su mente (que constituyen la 
personalidad), eran dirigidas conscientemente por su Ego, como sensibilidad —
aspecto anímico— y su conciencia. Realmente se había hecho un ser 
relativamente perfecto desde el punto de vista de la evolución humana. 
Como el Señor Jesús era una piedra filosofal viviente, por eso podía sanar a 
cualquier persona por su propia voluntad, o hacer regresar a la vida a aquellos 
seres que habiendo fallecido recientemente, aún no se hubieran retirado 
completamente de la corteza llamada cuerpo. Porque el proceso llamado 
muerte no implica que se retire instantáneamente de la materia densa el Ego, la 
vida espiritual. 
 15 
 
La retirada del Ego y sus vehículos (vital, emocional y mental) tras la muerte 
física, es un proceso lento que ocurre en el término de tres días 
aproximadamente, y cuando ese desprendimiento se ha verificado del todo, es 
imposible desde cualquier punto de vista regresar a alguien a habitar el cuerpo. 
Fue el Señor Jesús el que pudo sacar de la relativa letargia en que se 
encontraban, a esos seres que hacía poco habían abandonado su materia y aún 
se les podía invitar a regresar a la misma. 
 
Alquimia Conscientiva: 
la cuadratura del círculo 
Debemos ser alquimistas en el campo de la consciencia. Debemos 
constantemente buscar la verdad tal como lo dijo el Señor Jesús: “Buscad la 
verdad que ella os hará libres”. Si buscamos la verdad, nos estaremos 
acercando al atributo del Padre que es consciencia, estaremos vinculándonos 
íntimamente a nuestro Aliento interno, a nuestro Espíritu, a nuestro Ego, y 
realmente lograremos un estado mayor de evolución que el común de la 
humanidad, y a mayor capacidad y conocimiento, mayor posibilidad de servir a 
los demás. 
Así como el Señor Jesús fue un alquimista maravilloso en el campo 
sensorial, el Señor Buda fue un alquimista en el campo de la conciencia, porque 
los conocimientos alquímicos conocidos en la antigüedad como hermetismo, 
fueron conocidos por los brahmanes como gimnosofía. 
Buda llegó a comprender el pro y el contra de las situaciones de la vida, y 
por eso logró liberarse en ese momento de lo que llaman los orientales “la rueda 
de nacimientos y de muertes”, porque había comprendido que la humanidad 
está en un estado constante de retorno a la materia por sus apegos, deseos y 
errores. 
Cuando nos liberemos completamente de los apegos, de los deseos y de los 
errores que a diario nos sojuzgan, no tendremos la necesidad de seguir 
evolucionando dentro de la forma, y habremos de evolucionar en planos mucho 
más elevados y perfectos. 
En el legendario Egipto, Hermes Trismegisto fue un gran alquimista del 
Fuego Creativo. Dejó sus conocimientos sintetizados en la llamada Tabla de 
Esmeralda, que contiene el más grande conocimiento de la alquimia. 
 16 
 
La Tabla de Esmeralda le entrega a toda persona que medite en su contenido 
relacionándolo no con este mundo exterior sino con su mundo interior, lo que es 
el secreto maravilloso de la alquimia. 
Es ir trasmutando lo inferior, mundano y personalista de nuestra vida, en 
superior, espiritual y divino. Así como el ideal de los alquimistas era cambiar 
los “viles” metales como el plomo, el hierro, etc., en oro, así debe ser en 
nosotros, porque son procesos internos. 
El plomo es la pesadez de nuestra vida que se traduce por tristeza, depresión, 
pereza, lujuria, quietud. Son los estados lamentables en los cuales la 
humanidad se va sumergiendo debido a los vicios, sin querer hacer nada por 
superarlos. Pero gracias a la alquimia, estados maravillosas, sutiles, divinos 
pueden lograrse: el oro genuino de la espiritualidad, que es pureza, armonía, 
acción fecunda, discernimiento, comprensión, sabiduría, sensibilidad estética, 
etc. 
Y ¿cuál era el hierro que debía trasmutarse en oro? El hierro son las 
emociones, pero no las emociones que al calor de la acción fecunda nos lleva a 
lograr aquello que deseamos; son la emotividad exagerada, los celos, el odio, el 
rencor. Y el oro, es el sentido espiritual, es la armonía, es la fuerza de amor y 
de altruismo que subyace en el corazón; es el Cristo. 
Todo el que trate de buscar el oro en un laboratorio alquímico físico, estará 
perdiendo su tiempo, su dinero y su esfuerzo. Pero aquél que busque el oro 
genuino en la espiritualidad de su corazón, estará realmente conquistando un 
estado de armonía superior, paz espiritual y oro filosofal. 
Todo aquél que logre ese estado de cristiandad en su corazón, podrá sanar 
por su propia voluntad a cualquier persona que así se lo pida y podrá entregarle 
o devolverle la armonía espiritual a aquellos que por falta de cultivo interior la 
hayan perdido. Perdemos la armonía por incultura, por grosería, por 
arrogancia; debemos cambiar esa arrogancia para seguir el sentido del amor, el 
sentido del oro filosofal, el sendero del Cristo. 
Habiendo seguido estos siete estratos del Logos en la naturaleza humana, 
comprendemos por lo tanto que el cultivo de la piedra filosofal es realmente el 
cultivo de los siete poderes del Logos, que se traducen en una conciencia, que 
nos permita enfocar la vida por el sendero de la espiritualización; en la 
imaginación creadora que unida a la sensibilidad como sentido de amor sean el 
dulce néctar que suavice las relaciones humanas, en inteligencia que como 
comprensión de la vida y sus misterios nos ilumine, y cual faro, guíe el sendero 
de los demás; en la emoción, que al calor de la acción fecunda debe guiar 
nuestra vida por el sendero del bien; en la capacidad de acumular vitalidad para 
 17 
 
poderla compartir con aquellos que realmente la están necesitando para mejorar 
su salud, y en un cuerpo adecuadamente nutrido con la posibilidad de eliminar 
oportunamente los residuos para no afectar el funcionamiento orgánico. 
 
TABULA SMARAGDINA 
“VERBA SECRETORUM HERMETIS” 
 
1. —Es lo más cierto y verdadero, más allá de toda duda, que lo de abajo es 
igual a lo de arriba, y por esto, pueden ser cumplidos los milagros de una 
sola cosa. 
2. —Así como todas las cosas se originaron en una sola, por la 
VOLUNTAD y la PALABRA del UNO que la creó en SU MENTE, de 
igual modo, todas las cosas resultan de esta UNIDAD por el orden de la 
Naturaleza. 
3. —Su padre es el Sol, su madre la Luna, el aire la lleva en su vientre, su 
nodriza es la tierra. 
4. —Esta cosa es el origen de toda perfección existente en todo el Universo. 
Su fuerza es más perfecta, cuando es transformada nuevamente en tierra. 
5. —Separarás la tierra del fuego, y lo sutil de aquello que es grueso; obra 
con prudencia, comprensión y modestia. 
6. —Ello asciende de la tierra al cielo, y retorna otra vez a la tierra, 
absorbiendo la tierra de ARRIBA y de ABAJO. 
7. —Por esto, alcanzarás la Gloria de todo el Mundo. Disipa entonces toda 
ignorancia e impotencia. 
8. —Este es el más poderoso de todos los poderes, porque supera todas las 
cosas sutiles, y puede penetrar en toda cosa densa. 
9. —Así el mundo fue creado, y de esto se originan sorprendentes 
combinaciones, y se obtienen múltiples milagros. 
10. —Por todo esto, Yo he sido llamado HERMES TRISMEGISTUS, 
habiendo alcanzado las tres cuartas partes de la Sabiduría del Universo. 
11. —Esto es lo que dije del magistral trabajo del arte alquímico. 
 
 
 
 
 
 
 
 18 
 
 
Actividades de la Orden Rosa Cruz Kabalista 
de Colombia 
 
 
Conferencias públicas 
Lunes, Martes, Miércoles 7:00 P.M. 
Sábados 9:00A.M. 
Escuela Rosacruz para niños y adolescentes 
Sábados 10 A.M. 
Calle 24A Norte # 8-22 Cali 
Servicio de Biblioteca Esotérica 
Lunes a Viernes de 4:00 a 7:00 P.M 
Sábados y Domingos de 9:00 a 12:00 M. 
 
Páginas Web de la Orden 
http://ordenrosacruz.turincon.com
http://ordenkabalistarosacruz.turincon.com
 
Dirección electrónica: 
ordenkabalistarc@hotmail.com
Dirección electrónica delautor: 
idarqui@hotmail.com
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 19 
 
 
LIBROS QUE LE DEVELAN EL MISTERIO 
 
EL GRAN ARCANO DEL OCULTISMO. Eliphas Levi 
EL MISTERIO DEL SEXO. Swinburne Clymer. 
EL MISTERIO DE LA SERPIENTE. Dion Fortune. 
FILOSOFIA OCULTA DEL AMOR. Dion Fortune. 
EL PROBLEMA DE LA PUREZA. Violeth M.Firth. 
LA MASONERIA Y EL CATOLICISMO. Max Heindel. 
RECOLECCIONES DE UN MISTICO. Max Heindel. 
LA SANTA BIBLIA. 
ISIS SIN VELO. H.P.Blavatsky. 
LA FUENTE DE LA VIDA. Israel Rojas R. 
LOGO-SOPHIA. Israel Rojas R. 
EL ESPIRITU DE LOS POR NACER. Dos laborantes. 
LA ENERGIA SEXUAL. Omraam Mikhaël Aïvanhov. 
LA GALVANOPLASTIA ESPIRITUAL. M.Aïvanhov. 
ROSA ESOTERICA. A. Krumm Heller. 
ROSA CRUZ NOVELA. A. Krumm Heller. 
EL PODER REGENERADOR. W.W.Atkinson y Velas. 
TEORIA SEXUAL. Sigmund Freud. 
EN EL PORTICO DEL TEMPLO. Franz Hartmann. 
UNA AVENTURA EN LA MANSIÓN DE LOS ADEPTOS. Franz Hartmann. 
 
 
 
 
Publicación de la 
ORDEN ROSA CRUZ CABALISTA 
 
 
 
Apartado Aéreo 2656 
Santiago de Cali, Colombia 
Este libro se publica con cooperaciones voluntarias y su distribución es gratuita 
 
ADQUIERA EL HABITO DE LEER; ILUSTRARSE ES PROGRESAR. 
	ISSN 0123—2185
	INTRODUCCION
	EL SENTIDO ESPIRITUAL DE LA ALQUIMIA
	Alquimia Fisiológica:
	Alquimia Vital:
	El poder del sanador
	Alquimia Emocional:
	Alquimia Mental:
	La Alquimia Sensorial:
	la Piedra Filosofal
	Alquimia Conscientiva:
	TABULA SMARAGDINA
	“VERBA SECRETORUM HERMETIS”
	Actividades de la Orden Rosa Cruz Kabalista
	de Colombia
	Conferencias públicas
	Escuela Rosacruz para niños y adolescentes
	Servicio de Biblioteca Esotérica
	LIBROS QUE LE DEVELAN EL MISTERIO
	ORDEN ROSA CRUZ CABALISTA

Continuar navegando

Contenido elegido para ti

100 pag.
225936

Escuela Universidad Nacional

User badge image

Edwin Rodriguez

14 pag.
153 pag.
El misterio de las vidas pasadas

SIN SIGLA

User badge image

Steicy Estren

36 pag.

Otros materiales