Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
LA EVALUACIÓN EN EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTES Lozano Moreno, L. ; Viciana Ramírez, J.; Zabala Díaz, M. (DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTIVA DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA) 1. Introducción. Cuando hablamos de evaluación debemos tener presente que se trata de un término polisémico del cual existen numerosas acepciones y palabras cuyo significado puede llevarnos a confusión. De ahí, que antes de entrar en materia, conviene realizar una breve aclaración conceptual a modo de introducción. En este sentido, se suelen emplear términos como apreciación, tasación, indicador, decisión, investigación educativa, información, juicio, reflexión, medición, nota, examen, valoración, etc., todos ellos para referirnos a aspectos y elementos que integran o forman parte del proceso evaluativo, sea cual sea el ámbito de actuación en el que nos encontremos, pero que en realidad no expresan en sí mismos todo lo que debe englobar el término evaluación. En lo que se refiere al proceso de evaluación que se lleva a cabo en los centros escolares, es decir, la evaluación educativa, tenemos que hacer una distinción entre el proceso de evaluación planteado por la Ley General de Educación (LGE) de 1.970 y el que se propone en la actual Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) de 1.990, todo ello con el objeto de abordar el punto de partida de nuestra labor investigadora. En este sentido la LGE proponía una filosofía evaluativa cuyo objetivo principal, y casi exclusivo, era el alumno. Había una gran preocupación por conocer los niveles de aprendizaje alcanzados por los alumnos, pero se descuidaban otros elementos susceptibles de ser evaluados y cuya repercusión en este proceso resulta de vital importancia. Pues bien, con la LOGSE, al menos en el marco teórico, se tienen en cuenta todos los elementos de este proceso, y todos ellos reciben un tratamiento evaluativo, de manera que todos en conjunto forman parte integrante del denominado proceso de enseñanza-aprendizaje. La intención por tanto de la LOGSE es optimizar este proceso, pero a través del seguimiento y la mejora de todos y cada uno de sus elementos. Las diferencias expuestas entre la LGE y la LOGSE, en cuanto al tratamiento de la evaluación, se ven reflejadas también en las definiciones que aparecen en uno y otro texto. La LEG de 1.970 define a la evaluación como “actividad sistemática integrada en el proceso educativo, para mejorarlo mediante un conocimiento mejor del alumno/a en todos los aspectos de su personalidad, y una información del proceso educativo y los factores personales y ambientales que en éste inciden”. Como podemos observar, se obvian aspectos tan importantes como la evaluación del profesorado, de los materiales, del funcionamiento del centro, etc., elementos que sí están contemplados en la LOGSE de 1.990. En nuestra línea de trabajo, más acorde con los postulados descritos en la LOGSE, consideramos la evaluación como un elemento y un proceso V O L V E R MENÚ PRINCIPAL fundamental en la práctica educativa que permite en cada momento recoger la información y realizar los juicios de valor necesarios para la orientación y para la toma de decisiones sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje (Viciana, 1995). En este proceso de enseñanza-aprendizaje se engloban todos los elementos anteriormente descritos, y de los cuáles adolece la extinta LGE de 1.970. 2. Características y Premisas Básicas de la Evaluación en E.F. y Deportes. Para que la evaluación sea lo más eficaz posible debe poseer una serie de características, sin las cuales el proceso quedaría incompleto. Éstas son: · Validez: hace referencia a que la evaluación sirva para algo, para cubrir algún objetivo, para alcanzar una meta propuesta, etc., en definitiva, lo que quiere expresar esta característica es que cada vez que evaluemos sea con alguna intención, y no evaluar por evaluar. · Continuidad: el proceso de evaluación se ha de realizar de forma continua y nunca de manera aislada. · Objetividad: dentro de las posibilidades que tengamos, debemos evaluar de forma objetiva. Este tipo de evaluación es más susceptible de llevar a cabo cuando evaluamos elementos con un marcado carácter cuantitativo. · Cientificidad: el carácter científico de la evaluación implica el seguimiento de una serie de pasos tales como: seleccionar y recabar la información, previa selección de los instrumentos y técnicas a emplear, extraer y analizar los datos, exponer los resultados y analizarlos. · Formativa: que sirva de retroalimentación de los logros conseguidos. · Utilidad: que sirva para cumplir con algún objetivo previsto en nuestro planteamiento previo. · Factible: que sea posible de realizar realmente, de ahí que convenga que no sea excesivamente compleja. · Integral y significativa: que recoja lo esencial y abarque todos los aspectos de la persona, y evalúe elementos que tengan repercusión directa con la vida de los alumnos/as. · Cooperativa: que el proceso implique la posibilidad de autoevaluarse, así como poder evaluar a sus compañeros y a sus profesores. Además de estas características, el proceso de evaluación educativa debe cumplir una serie de premisas, que harán que éste sea mucho más significativo y valioso. Estas premisas son (Viciana, 1995): 1. La evaluación educativa debe ser iluminativa, es decir, debe de proporcionar sentido al proceso evaluativo. 2. La evaluación educativa debe informar, a través de los informes de evaluación, las entrevistas personales, etc., a los padres, a los alumnos/as, al resto de profesores que asistan al alumno y al profesor que vaya a dar clase al alumno en el curso siguiente. 3. La evaluación debe realizarse de forma integral y en todo momento, es decir, de forma continua. Para ello debe prever los instrumentos de evaluación que se van a emplear en cada fase. 4. La evaluación debe estar presente en la programación anual que se realiza para el curso escolar. Tenemos que pensar que la evaluación no consiste sólo en evaluar, sino que conlleva todo un proceso, de ahí que no puede estar descontextualizada, ni aislada. 3. Programación de la Evaluación. Se trata de una de las premisas básicas de la evaluación. Y es que dentro de la programación se deben describir, además de los objetivos, contenidos, metodología, actividades, unidades didácticas, etc., todos los aspectos concernientes a la evaluación (criterios, objetivos, instrumentos, contenidos que prioriza, etc.). En esta labor de programar el proceso de evaluación, el equipo de docentes tienen que tener como primer elemento presente a los criterios de evaluación (Rodríguez, 1992), ya que en función de éstos debe ir encaminado su trabajo. En este sentido, debemos conocer y tomar como referencia los diseños curriculares base (DCB), presentes en la legislación existente, para ajustar nuestro trabajo a lo expuesto por las Administraciones, bien del Gobierno Central, bien de la Junta de Andalucía, como es nuestro caso. Así, será de obligado cumplimiento conocer y familiarizarnos con el R.D. 1006/1991, de 14 de junio, (B.O.E. del 26), y el Decreto 105/1992 de 9 de junio (B.O.J.A. del 20), por el que se establecen las enseñanzas correspondientes a Educación Primaria; el R.D. 1007/1991, de 14 de junio, (B.O.E. del 26), y el Decreto 106/1992 de 9 de junio (B.O.J.A. del 20), por el que se establecen las enseñanzas correspondientes a Educación Secundaria Obligatoria. Una vez que sabemos cuáles son estos criterios de evaluación, es competencia del equipo de docentes de cada área, en este caso de E.F., hacerlos significativos, es decir adaptarlos (principio de adaptabilidad) en función de: características psíquicas, físicas, personales, sociales, etc., de los alumnos, contenidos que priorizan, objetivos marcados, etc. Finalizada estalabor, el alumno aprenderá en función de cómo realiza el profesor la evaluación, es decir, en base a la frecuencia de evaluación, a los instrumentos empleados, al ambiente de aprendizaje creado, etc. En definitiva, tenemos que saber que en los criterios de evaluación deben estar contemplados los aprendizajes fundamentales de los alumnos, de ahí que para conseguir este propósito se tengan que seleccionar los contenidos más relevantes, los cuáles, a su vez, van a determinar de manera directa nuestra forma de proceder y actuar como docentes, así como la manera de aprender de nuestros alumnos. Al inicio, durante y al final del proceso de enseñanza- aprendizaje tenemos que contrastar, a través de la utilización de los instrumentos y técnicas de evaluación, si el ambiente o clima de aula creado (relaciones interpersonales) y los resultados de aprendizaje del alumnado han sido los idóneos o si, por el contrario, tenemos que modificar y/o reestructurar alguno de los elementos anteriormente descritos, con el objeto de mejorar dicho proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos. 4. Etapas de la Evaluación en E.F. y Deportes. Dentro de las etapas que conforman el proceso de evaluación, vamos a centrarnos en desarrollar las denominadas: evaluación inicial, evaluación continua o formativa, y evaluación sumativa o final. 4.1. Evaluación Inicial. Tal y como nos dice Ausubel (1987) en uno de sus postulados, “si de todo lo que ha aportado la psicología de la educación tuviera que escoger un sólo principio, escogería este: averígüese lo que ya sabe el alumno y actúese en consecuencia”. Pues bien, la esencia de este enunciado es lo que significa el término evaluación inicial, ya que supone en definitiva, conocer el punto de partida en el cual se encuentran, tanto nuestros alumnos como nosotros mismos y, en función de esto, realizar los ajustes necesarios en nuestra programación para ir adaptándonos a las demandas que nos son requeridas. Siguiendo los principios psicopedagógicos, la evaluación inicial debe partir de las teorías contructivistas (constructivismo, Coll, 1993; Carretero, 1993; etc.), que promueven un aprendizaje significativo a través de una enseñanza comprensiva y participativa, de la que forme parte integrante el alumno. Para alcanzar las pretensiones del constructivismo debemos conocer de dónde parten: los conocimientos previos y sus relaciones con los conocimientos erróneos, las experiencias previas, y las preferencias e intereses de los alumnos. Todos estos elementos nos van a permitir modificar, siempre que lo consideremos necesario, nuestra forma de actuar como docentes, así como las perspectivas previas, las actividades de enseñanza-aprendizaje, los contenidos, los objetivos, etc. Supone en definitiva, conocer la zona de desarrollo efectivo, y marcar desde ese momento la potencial y la zona de intervención o desarrollo próximo (Gil de la Serna y Escaño, 1992), tal y como se entiende el proceso de enseñanza y aprendizaje en los principios constructivistas. Para finalizar con este apartado, exponemos algunos de los roles que deben desempeñar tanto el profesor como el alumno en esta fase de evaluación inicial: · Papeles del profesor: - Comprobar la predisposición del alumno. - Ver sus experiencias, sus conceptos previos y erróneos. - Conocer al grupo de clase. - Establecer la zona de intervención - Entorno (posibilidades de actuación) Todas estas acciones tienen la finalidad de adaptar la enseñanza a las necesidades requeridas. · Papeles del alumno: - Mostrar su actitud y su motivación. - Recordar lo que ha trabajado previamente. - Manifestar sus conocimientos y activarlos. - Mostrar sus intereses y preferencias. Este conjunto de acciones le sirven al alumno para comenzar de forma significativa su nueva etapa de aprendizaje. 4.2. Evaluación Continua o Formativa. La evaluación formativa implica un análisis continuo, sistemático e intencionado de la acción didáctica durante todo el proceso educativo de enseñanza-aprendizaje. Esto no significa realizar solo y exclusivamente controles periódicos de forma rutinaria, sino que este proceso va mucho más allá. De hecho, la evaluación formativa se basa en atender a las necesidades que surjan durante el proceso educativo, pero en el mismo momento en que éstas se sucedan, de ahí que debamos estar sometidos a una implicación constante. Como profesores tenemos que estar atentos, durante la evaluación formativa, a los elementos que integran el proceso educativo, como son: · El clima social de convivencia que se produce en el aula, es decir, a cómo se desarrollan las relaciones interpersonales alumno -alumno y profesor - alumno. · El clima de aprendizaje, en el que intervienen elementos tan importantes como: estilos de enseñanza, técnicas de enseñanza, aspectos organizativos, contenidos, objetivos, etc., los cuáles son susceptibles de modificación y/o reestructuración durante esta fase de evaluación continua o formativa. · Los propios aprendizajes de los alumnos. Por otra parte, debemos reseñar que si bien esta fase evaluativa es importante en cualquier área educativa, su relevancia se hace especial en Educación Física, debido a razones tan evidentes como: inexistencia de un programa marcado y definido; su marcado carácter motivacional; y su gran variedad de situaciones docentes, muy diferentes a las que suceden en un aula cerrada, lo que implica tener que fijarnos en multitud de comportamientos y actitudes diferentes, donde el movimiento es el gran protagonista. Los papeles más importantes de profesores y alumnos en esta etapa evaluativa se resumen en los siguientes: · Papeles del profesor: - Observar y valorar todos los elementos del proceso, incluso la propia evaluación (criterios, instrumentos, etc.). - Otorgar participación, de forma progresiva, al alumnado en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en el propio proceso evaluativo. - Informar de forma periódica a los padres, a lo alumnos y al resto de docentes a cerca de si se están cumpliendo los objetivos previstos o si, por el contrario, es necesario realizar un ajuste de la programación. · Papeles del alumno: - Participar en el registro de información, es decir, adquirir responsabilidades. - Opinar sobre cómo aprende y cómo es la actuación del profesor. - Autorregular su propio aprendizaje. Con estas acciones el alumno comienza a adquirir autonomía en su proceso de aprendizaje. Aunque es importante que el alumno participe en el proceso de enseñanza-aprendizaje, esta participación debe ser progresiva, a través de: la aplicación de estilos de enseñanza que promuevan esta participación, fichas de fácil cumplimentación, y actividades en las que tengan que autovalorar y autoprogramar su aprendizaje. 4.3. Evaluación Sumativa o Final. El fin último de esta fase evaluativa es determinar el grado de consecución de los objetivos programados y el grado de dominio del alumno/a al final del proceso de enseñanza-aprendizaje. Se trata de realizar un balance del aprendizaje del alumno en contraste con los objetivos didácticos prefijados, en base a los criterios de evaluación. La evaluación sumativa o final podemos realizarla de dos formas: · Emitiendo un juicio en forma de calificación (escrita, numérica o ambas). · Emitiendo un juicio acompañado de una alternativa de acción, siempre que el alumno la requiera. En este caso, estaríamos preparando al alumnado para una futura y próxima evaluación inicial. Algunos de las acciones del profesor y del alumno en esta evaluación final son: · Papeles del profesor: - Centrarse en la funcionalidad del aprendizaje significativo. - Elegir los instrumentos adecuados. - Informar a los padres y a los alumnos de alternativas y aprendizajes futuros. - Restar importancia y presión, de forma que no suponga una situación sorpresiva ni violenta para los padres y/o para los alumnos. · Papeles delalumno: - Participar en su propia evaluación, siempre que consideremos al alumno capacitado para ejercer tal función. - Participar en la evaluación del profesor. - Tomar conciencia de la utilización de la información. 5. Calificación e Informe de Evaluación. Cuando hablamos de calificación en el contexto evaluativo debemos tener en consideración algunos aspectos de especial relevancia. En principio, la calificación es un número o palabra que expresa el nivel logrado en el aprendizaje del alumno, y como tal posee una función social de comparación y de selección. En este sentido, tenemos que saber que abolir la calificación no soluciona el problema comparativo existente, de ahí que la solución pase por procurar que el sistema de calificación sea lo más fiable posible, evitando las calificaciones por sorpresa y las situaciones dramáticas. Por otra parte, la calificación se realiza sobre la base del desarrollo de los contenidos educativos, por lo que, dependiendo del porcentaje que le otorguemos a cada uno de los tres aspectos (procedimental, conceptual, actitudinal), estaremos en el ámbito del modelo deportivo, del modelo cognitivo, o del modelo afectivo-social, respectivamente. También tenemos que considerar la posibilidad de trabajar en un modelo ecléctico, que reparta por igual los porcentajes de calificación en cada uno de los tres aspectos. Los informes de evaluación son los instrumentos de los que se sirve el docente para dar información precisa a los padres y a los alumnos a cerca de la evolución de éstos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se trata de un instrumento con carácter individualizado. La frecuencia de los informes no tiene que estar prefijada, aunque sí es conveniente establecer un número mínimo a lo largo del curso escolar, teniendo presente que este número podrá ser mayor en función de las necesidades. Aun en los casos de alumnos con resultados negativos, en el informe de evaluación se deben destacar también los aspectos positivos, a ser posible en un porcentaje próximo al 50% del total. Algunos ejemplos de informes los podemos observar en Blázquez (1992). 6. Bibliografía. !" Ausubel, D.P.; Novak, J.D. y Hanesian, H. (1987). Psicología educativa: un punto de vista cognoscitivo. Trillas. México. !" Carretero, M. (1993). Constructivismo y educación. Luis Vives. Zaragoza. !" Coll, C. (1993). El constructivismo en el aula. Graó. Barcelona. !" Blázquez, D. (1992). Evaluar en Educación Física. Inde. Barcelona. !" Decreto 105/1992 de 9 de junio. B.O.J.A. de 20 de Junio de 1992. !" Decreto 106/1992 de 9 de junio. B.O.J.A. de 20 de Junio de 1992. !" Díaz Lucea, J. (1993). La evaluación de la Educación Física en el tercer nivel de concreción de la reforma educativa. Apunts: Educació Física i Esports. 31, pp. 39-54. !" Gil de la Serna, M. y Escaño, J. (1992). Cómo se aprende y cómo se enseña. Universidad de Barcelona: Instituto de Ciencias de la Educación. Barcelona. !" López Pastor, V. M. (1999): Prácticas de evaluación en Educación Física: Estudio de casos en primaria, secundaria y formación del profesorado. Universidad de Valladolid. Valladolid. !" R.D. 1006/1991, de 14 de junio. B.O.E. de 26 de Junio de 1991. !" R.D. 1007/1991, de 14 de junio. B.O.E. de 26 de Junio de 1991. !" Rodríguez, J.A. (1992). Criterios de Evaluación. Alhambra Longman. Madrid. !" Sebastiani, E.M. (1993). La evaluación de la Educación Física en la reforma educativa. Apunts: Educació Física i Esports. 31, pp. 17-26. !" Viciana, J. (1995). Estrategias de enseñanza y evaluación. Apuntes sin publicar del Curso del Centro de profesores de Gandía: Didácticas específicas ESO en Educación Física. Marzo-Julio. Valencia. V O L V E R MENÚ PRINCIPAL
Compartir