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. Universidad Veracruzana Facultad de Arquitectura – Xalapa Maestría en Arquitectura LA INCORPORACIÓN DE LA GESTIÓN INTEGRAL DEL RIESGO EN EL PROCEDIMIENTO DE PLANEACIÓN DEL DESARROLLO URBANO José Antonio Nabor Díaz. 2018 LA INCORPORACIÓN DE LA GESTIÓN INTEGRAL DEL RIESGO EN EL PROCEDIMIENTO DE PLANEACIÓN DEL DESARROLLO URBANO Tesis para obtener el grado de MAESTRO EN ARQUITECTURA, presenta: José Antonio Nabor Díaz Director de tesis: Dr. Arq. Daniel Rolando Martí Capitanachi Asesores: Dr. Arq. Mauricio Pérez Bonilla Dr. Arq. Sergio Baeriswyl Rada Xalapa Enríquez, Veracruz, México, enero de 2018 El jurado que revisó y aprobó el examen de grado de José Antonio Nabor Díaz, autor de la presente tesis de Maestría en Arquitectura, estuvo constituido por: Presidente: Dra. Arq. Bertha Lilia Salazar Martínez Secretario: M. Arq. América Carmona Olivares Vocales: M. Arq. Rhett Alexandr Cano Jácome Xalapa Enríquez, Veracruz, México, 30 enero 2018 AGRADECIMIENTOS A mis sinodales: Dra, Bertha Lilia Salazar Martínez, M. Arq. América Carmona Olivares, M. Arq. Rhett Alexandr Cano Jácome, por las recomendaciones para mejorar esta investigación. A la Universidad del Bío Bío campus Concepción -Chile, a la Universidad Católica de la Santísima Concepción campus Talcahuano - Chile, por haberme recibido y facilitado mi estancia en aquel país. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por el apoyo para la realización de esta investigación. ÍNDICE INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………... 3 I. LA PLANEACIÓN DEL DESARROLLO URBANO Y LA GESTIÓN INTEGRAL DEL RIESGO……………………………………………………........... 13 1.1 La planeación……………………………………………………….……………... 13 1.1.1 Bases de la planeación…………………………………….………………….. 14 1.2 El desarrollo urbano…………………………………………………………….… 17 1.2.1 Ordenamiento del territorio…………………………………….…………….. 18 1.2.2 Asentamientos humanos………………………………………….………….... 20 1.3 La gestión integral del riesgo………………………………………….…………... 27 1.3.1 Las estrategias normativas internacionales para la gestión………………… 28 1.3.2 Las estrategias para la gestión de riesgo de desastres…………….………… 32 1.3.3 El proceso de integración de las estrategias de gestión de riesgo de desastres 34 1.3.4 La incorporación de la gestión integral de riesgo en la estrategia del proceso de desarrollo urbano……….……………………………………………………..…….. 43 1.3.5 La incorporación de estrategias en modelos internacionales………………... 44 II. LA PLANEACIÓN DEL DESARROLLO URBANO EN TORNO AL RIESGO DE DESASTRE EN EL ESTADO DE VERACRUZ 2005- 2015…………………………………………………………………………………..... 57 2.1 La planeación urbana de las zonas costeras veracruzanas……………………….. 57 2.1.1Estado de los asentamientos humanos………………………………………... 58 2.2 La gestión integral del riesgo en Veracruz………………………………………... 58 2.2.2 Impactos y vulnerabilidad……………………………………………….…… 59 2.2.3 Peligros y amenazas……………………………………………….…………. 60 2.3.4 Atlas de riesgo………………………………………………….…………….. 62 2.3.5 Mapas de trayectorias ciclónicas……………………………………………. 62 2.3 La normatividad federal y estatal……………………………………….………… 63 2.3.1 Ley de planeación (1983)……………………………………………………. 63 2.3.2 Ley de protección civil (2012)……………………………………………….. 63 2.3.3 Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (2016)…………………………………………………………..... 64 2.3.4 Ley 856 de protección civil y la reducción del riesgo de desastres para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave (2013)……………………………………... 64 2.3.5 Ley 241 de desarrollo urbano, ordenamiento territorial y vivienda para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave (2011)……………………………………... 65 2.3.6 Ley 62 Estatal de Protección Ambiental del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave (2000)…………………………………………………………………….... 65 III. ESTUDIO DE CASO. CENTRO DE POBLACIÓN TECOLUTLA, VERACRUZ…………………………………………………………………………... 69 3.1 Aspectos del medio natural y artificial…………………………………………….. 69 3.1.1 Paisaje……………………………………………………………………….. 69 3.1.2 Accesibilidad…………………………………………………………………. 70 3.1.3 Vulnerabilidad y riesgos……………………………………………………... 70 3.2 Aspectos Demográficos y Socioeconómicos……………………………………... 71 3.3 Aspectos Normativos…………………………………………………………….. 74 3.3.1 Programa de desarrollo urbano de centro de población 1998……………….. 74 3.3.2 Programa de desarrollo urbano de centro de población 2008……………….. 78 3.3.3 Programas regionales veracruzanos: Programa Región Totonaca 2013-2016 81 3.4 Condiciones de riesgo y vulnerabilidad…………………………………………… 85 3.4.1Cronologia de desastres 1998-2016………………………………………….. 85 3.4.2 Repercusiones urbanas y territoriales………………………………………... 86 IV. ABORDAJE METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN…………………….. 89 4.1 Los conceptos operativos…………………………………………………………... 89 4.1.1 La contrastación diacrónica de la planeación del desarrollo urbano………... 89 4.1.2 La contrastación analítica de la gestión integral de riesgo…………………... 90 4.2 Los instrumentos de captación de datos…………………………………………… 91 4.3 Sistematización de datos y variables a través de la encuesta………………………. 96 4.4 Presentación de resultados………………………………………………………… 96 V. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN……………….. 99 5.1 Interpretación de resultados derivados del estudio de caso……………………….. 99 5.1.1 Eficacia de los programas de desarrollo urbano relacionados con el centro de población Tecolutla como instrumentos institucionales conductores del desarrollo local……………………………………………………………………………………. 99 5.1.2 Eficacia de los atlas de riesgo relacionados con el centro de población Tecolutla como instrumentos institucionales de prevención de riesgo……………………………. 100 5.1.3 Evaluación de las políticas públicas aplicables al centro de población Tecolutla en el periodo 1998-2016 en materia urbana y de protección civil……………………… 101 5.1.4 Formas de participación ciudadana……………………………………………… 101 5.2 Cuestiones exitosas en materia de gestión integral del riesgo posibles de insertar en el proceso de planeación del desarrollo urbano local……………………………… 102 5.3 Fases metodológicas a modificar en el proceso de desarrollo urbano local para conducirlo a un modelo de planeación urbana resiliente……………………………... 103 5.3.1 Fase de formulación……………………………………………………………… 103 5.3.2 Fase de operación institucional………………………………………………….. 103 5.3.3 Fase de apropiación social………………………………………………………. 103 5.4 Características del muestreo……………………………..………………………... 104 5.5 Análisis de las variables…………………………………..………………………... 105 5.6 Análisis cartográfico……………………………………..………………………... 107 CONCLUSIONES……………………………………………………………………. 110 Conclusiones generales de la investigación…………………………………………… 110 Recomendaciones derivadas de los resultados de la presente indagación……………. 111 Posibles líneas de investigación derivadas de los resultados de este trabajo………… 114 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………... 117 ANEXOS……………………………………………………………………………… 125 I. Cartográfico................................................................................................................. 125 II. Instrumentos metodológicos……………………………………….………………... 144 III. Resultados de investigación……………………………………….……………….. 146 1 Resumen El objetivo de esta investigación consiste en analizar la incorporación de estrategias de la gestión integral del riesgo (GIR) como complemento del análisis en el proceso de planeación del desarrollo urbano (DU). Paraesto, se propone vincular estas dos variables a través de una investigación correlacional, buscando la correspondencia de las estrategias en sus procedimientos metodológicos para su implementación. Lo anterior se complementará por una investigación de tipo descriptivo, desarrollándose en la cabecera del municipio de Tecolutla. La unidad de estudio son los habitantes que residen en zonas de vulnerabilidad y se seleccionaron a partir de dos criterios: 1) los estratos o AGEBs que han tenido mayor impacto a fenómenos hidro-meteorológicos y 2) los que tienen mayor proximidad a los cuerpos de agua, en este caso el río Tecolutla, el Golfo de México y con las llanuras y marismas de inundación. Así se seleccionaron 4 estratos o AGEBs que conforman la cabecera: 3015800010276, 3015800010261, 3015800010115 y 3015800010100. El esquema de muestreo de la encuesta es probabilístico, estratificado, bietápico y por conglomerados que se realizaron de acuerdo a la estratificación de tipo geográfica, dando como resultado 42 manzanas para la recabación de datos cuantitativos a partir de un cuestionario en 168 adultos. Palabras claves: Gestión integral de riesgo, gestión de riesgo de desastres, planeación, desarrollo urbano Abstract The objective of this research is to analyze the incorporation of strategies of integrated risk management (GIR abreviations in spanish) as a complement of analysis in the process of urban development planning (DU abreviations in spanish). For this, it is proposed to link these two variables through a correlational research, seeking the correspondence of the strategies in their methodological procedures for their implementation. The above, will be complemented by a research of the descriptive type, being developed in the head of the municipality of Tecolutla; The study unit is the inhabitants residing in areas of vulnerability and were selected from two criteria: 1) strata or AGEBs that have had the greatest impact on hydro-meteorological phenomena; And 2) those that have greater proximity to the bodies of water in this case Tecolutla river, the Gulf of Mexico and the plains and flood marshes. Thus we selected 4 strata or AGEBs that make up the header: 3015800010276, 3015800010261, 3015800010115 and 3015800010100. The sampling scheme of the survey is about a probabilistic, stratified, bietapico and cluster sampling was performed, according to type stratification Geographical, resulting in 42 blocks for the collection of quantitative data from a questionnaire in 168 adults. Keywords: Comprehensive risk management, disaster risk management, planning, urban development 2 3 INTRODUCCIÓN La Gestión Integral de Riesgo (GIR) tuvo su origen en el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN, 1990-1999), pero es hasta la Conferencia Mundial sobre la Reducción de Desastres (CMRD) en 2005, donde se celebra en Kobe, Hyogo Japón, el Marco de acción Hyogo, siendo un plan detallado para reducir los desastres naturales durante la década de los años 2005-2015, teniendo como complemento el Marco Sendai 2015- 2030. La GIR es un concepto poco conocido por el ciudadano común y del cual se desprenden términos como prevención, atención y recuperación, los cuales se encuentran en el colectivo ciudadano. Es a partir de la década de los años 2000 que, en Latinoamérica, es introducido en los procesos de planeación y del ordenamiento territorial nutriéndose del desarrollo sostenible. En las ciudades contemporáneas se observa la necesidad de regular el uso del suelo, en gran medida por los problemas ocasionados por la complejidad que se deriva del crecimiento y desarrollo. Esta problemática se encuentra asociada a un sinnúmero de variables y de necesidades que van desde el contexto social, económico y ambiental, cuyo fin último es alcanzar un desarrollo sostenible de las ciudades. En la última década, México ha incorporado la Gestión Integral de Riesgo dentro de los diferentes instrumentos jurídicos, a nivel federal con la Ley de asentamientos humanos, desarrollo urbano y ordenamiento territorial y Ley 856 de protección civil y la reducción del riesgo de desastres para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. Pero refiriéndose al ordenamiento territorial nacional y local tradicional, sus instrumentos se han caracterizado por su falta de operatividad y omisión frente a la realidad territorial, urbana y ecológica que se desarrolla actualmente frente a los riesgos. El actual cambio se debe a la interpretación e integración de instrumentos, buscando políticas para la revalorización de estrategias como la participación ciudadana como un nuevo marco organizacional del territorio y la sociedad, de frente a los nuevos marcos de reducción de desastres naturales. El enfoque integral e interdisciplinario que implica el desarrollo urbano y la gestión integral de riesgo, proporciona el conocimiento sobre el comportamiento de la comunidad en su entorno, sirviendo como elemento de análisis detallado de los riesgos y vulnerabilidad que presenta el territorio y desarrollando las etapas de estudio en las que se puede tener mayor capacidad de decisión para la incorporación de la Gestión de la Integral de Riesgo y para las medidas adecuadas de mitigación y reducción de riesgo de desastres. Planteamiento del problema Históricamente, en todas las culturas las autoridades han percibido la necesidad de regular el uso del suelo mediante la planeación territorial. Los instrumentos de la planeación territorial se han encontrado en constante renovación ya que el modo de organizar el espacio y la sociedad han evolucionado. Los conceptos de gestión integral de riesgo, ordenamiento territorial y desarrollo urbano son muy amplios y su relación implica diferentes modos de abordaje según el especialista que los utilice, el contexto socioeconómico de cada país y las diferentes normativas internacionales. Existe también un problema de orden conceptual, ya que en la materia del ordenamiento territorial y del desarrollo urbano, aunque se hable de conceptos distintos, ambos comparten el mismo fin: 4 ordenar el territorio. Esto lo podemos ver reflejado en el marco normativo, ya que, debido al origen y su instrumentación, se ha evidenciado la falta de integración como potencial urbanizable. Es por esto y debido a su orden cronológico, sin perder el fin de esta investigación, podemos citar las diferentes definiciones recogidas en las obras de prestigiosos autores e instituciones enmarcadas en el cuerpo de normativas y regulaciones que guían su labor. Así, la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (EIRD) define a la gestión del riesgo como: “el conjunto de decisiones administrativas, de organización y conocimientos operacionales desarrollados por sociedades y comunidades para implementar políticas, estrategias y fortalecer sus capacidades a fin de reducir el impacto de amenazas naturales y de desastres ambientales y tecnológicos consecuentes” (Lavell, 2005, p. 8). En el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo define que: “el planeamiento es la actividad que antepone la conciencia a los instintos, el ordenamiento a la improvisación”, (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 2010). Por su parte, Manuel Castells refiere que: En el ámbito urbano -donde se ha constatado un acelerado proceso de urbanización- los pronunciamientos en este sentido, que parten de sociólogos, urbanistas y planificadores, confluyen en la idea de que elaborar un planeamiento permite trascender, ya que es una herramienta de gestión para el desarrollo. (como se citó en Romero, Oliveras, Mesias, Enet, García, Coipel y Osorio, 1999, p.59) Otra manera de definir la planeación o planeamiento es como: Todo un sistema para prever, racionalizar y coordinar las acciones contundentesal cumplimiento de un conjunto moderado, ordenado y coherente de propósitos; como un proceso continuo que avanza por aproximaciones sucesivas y exige revisiones y ajustes permanentes; como la actividad política por excelencia que requiere de imaginación y voluntad de cambio orientada a transformar la sociedad y no a perpetuar sus inconvenientes. (Banco Nacional de Comercio Exterior, S.A., 1978, p. 383) El Ordenamiento Territorial (OT), surge como disciplina a principios de los ochenta del siglo pasado y en la actualidad se constituye: Un proceso planificado y una política de Estado, en donde se plantea el análisis de la estructura territorial, para organizar y administrar en forma adecuada y racional la ocupación y uso del territorio, así como el desarrollo físico espacial en un todo armónico con las condiciones naturales, a fin de prevenir y mitigar los impactos generados por las actividades económicas y sociales en una unidad territorial y contribuir al bienestar de la población y la preservación de la oferta ambiental. (Boville y Sánchez, 2007, pág. 20) Otro concepto del OT refiere: Proponer e implementar un uso del territorio, proyectando los aspectos sectoriales (políticas ambientales, sociales, culturales y económicas) y los aspectos territoriales (uso y ocupación) teniendo en cuenta la oferta ambiental, la demanda social, la mejor organización funcional del territorio y la posibilidad de uso múltiple del mismo, y facilitar de este modo a la administración municipal gestionar y planificar en forma concertada los 5 programas de inversión, propendiendo por el bienestar de la población. (Boville y Sánchez, 2007, pág. 24) Por esto el Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbanismo del Municipio considera al OT como: Una disciplina científica, política, interdisciplinaria, global, técnica y administrativas, convirtiéndose en una disciplina integradora, que cataliza el saber acumulado de las experiencias tanto en la planificación territorial, el desarrollo urbano, como en el conjunto de disciplinas que coexisten y operan en un espacio común. (Secretaría de Desarrollo Social, 2005, pág. 12) Es en este sentido que la GIR permea dentro de los procesos de planeación, y durante su implementación de manera estratégica engloba la regulación del ordenamiento del territorio para la reducción de riesgos ante los desastres naturales. El Desarrollo Urbano (DU) es: Un proceso de adecuación y ordenamiento, a través de la planeación del medio urbano, en sus aspectos físicos, económicos y sociales; implica además de la expansión física y demográfica, el incremento de las actividades productivas, la elevación de las condiciones socioeconómicas de la población, la conservación y mejoramiento del medio ambiente y el mantenimiento de las ciudades en buenas condiciones de funcionamiento. (Landa, 1976, p. 15). En algunos países coexisten diferentes tipos de definiciones, ya sea que han sido retomados o duplicados por los diferentes órdenes administrativos que simplemente tienen el carácter de complementariedad en todos los niveles de planeamiento territorial. En el caso de nuestro país, se ha evidenciado la falta de materialización de las disposiciones de los programas, ante la inexistente definición de lo que debe de ser el ordenamiento territorial y el desarrollo urbano. Partiendo de esto, desde el punto de vista territorial, la intervención colectiva para las transformaciones y la protección del territorio contradice muchas veces la visión del papel de las regulaciones, prohibiciones y estrategias propuestas que no están definidas en el proceso de ordenamiento territorial y desarrollo urbano ante sus instrumentos de planeación. Una de las principales atribuciones de la GIR es ser un instrumento complementario del análisis del territorio, considerando que, en los niveles del planeamiento territorial, se estudian las condiciones ambientales, geográficas, demográficas, sociopolíticas, pero desde el punto de vista del riesgo, implica su análisis e implementación en los procesos de la planeación y el ordenamiento territorial, en conjunto con los órdenes de gobierno y la sociedad. Justificación Durante los procesos de planeación, se ha observado que el análisis del riesgo de desastres no se encuentra regulado ante el crecimiento sin control de zonas urbanas y ecológicas, constituyendo un riesgo social y administrativo. Ante esto, existen numerosas pérdidas humanas y económicas, como consecuencia de la ocurrencia de fenómenos naturales o antrópicos, conllevando a situaciones de emergencias o desastres. Como un panorama de la gestión en la prevención, atención y recuperación de emergencias y desastres, se encuentran las metodologías para la gestión y que comprenden aspectos administrativos, logísticos y políticos, que pueden utilizarse como herramientas para reducir la vulnerabilidad territorial; una es el Marco de Hyogo y su 6 complemento el Marco Sendai. De acuerdo con lo anterior, se plantea como premisa el análisis de estos instrumentos para encontrar las concordancias, si existen, dentro del planeamiento del desarrollo urbano y ordenamiento territorial. Como parte de la Conferencia Mundial sobre Reducción de Desastres de las Naciones Unidas (CMRD/ONU) celebrada en 2005, se estableció en el Marco de Acción de Hyogo que es “un plan detallado para guiar los esfuerzos destinados a la reducción de riesgo de desastres durante la próxima década” ((CMRD/ONU), 2005, p.7). De este modo, el objetivo principal en sus orígenes era “lograr para el año 2015 una reducción considerable de las pérdidas que ocasionan los desastres en términos de vidas humanas y bienes sociales, económicos y ambientales de las comunidades y los países” (CMRD/ONU, 2005, p.7) El Marco de Acción Hyogo tiene cinco grandes prioridades de acción, que a nivel mundial son tomados como procedimientos metodológicos para implementar la gestión del riesgo de desastres y crear comunidades resilientes: a) Lograr que la reducción del riesgo de desastres sea una prioridad. b) Conocer el riesgo y tomar medidas. c) Desarrollar una mayor comprensión y concientización. d) Reducir el riesgo. e) Estar preparado(a) y listo(a) para actuar. El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, según lo establecido en la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas es: El instrumento sucesor del Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015: Aumento de la resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres. El alcance de la reducción del riesgo de desastres se ha ampliado considerablemente para centrarse tanto en las amenazas naturales como de origen humano, así como en las amenazas y los riesgos ambientales, tecnológicos y biológicos conexos. (Organización de las Naciones Unidas, Tercera Conferencia Mundial sobre Reducción de Desastres (Tercera CMRD/ONU), 2015, p. 12) El Marco Sendai, tiene cuatro prioridades complementarias al Marco de Acción Hyogo, con las cuales se retoma el procedimiento de incorporar la gestión de riesgos de desastres en las políticas y planificación del territorio: a) Comprender el riesgo de desastres. b) Fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres para gestionar dicho riesgo. c) Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia. d) Aumentar la preparación para casos de desastre a fin de dar una respuesta eficaz, y “reconstruir mejor” en el ámbito de la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción. (Tercera CMRD/ONU, 2015) La gestión integral de riesgo (GIR) tiene como metodología las cinco prioridades de acción del Marco de Hyogo, que es implementada durante el diagnóstico y la formulación del ordenamiento territorial y en la elaboración de programas de desarrollo urbano, solo dependerá de las políticas territoriales de los países al implementar su metodologíacon las cinco acciones. Gustavo Wilches-Chaux, complementa esta herramienta en cada línea de acción como un proceso teórico 7 para la aplicación metodológica: a) Lograr la reducción del riesgo sea una prioridad ● Plan de gestión del riesgo. ● Plan de emergencias. b) Conocer el riesgo y tomar medidas ● Factores de vulnerabilidad. ● Identificar los riesgos. ● Herramientas de intervención. c) Desarrollar una mayor comprensión y concientizar ● Recursos disponibles y que se deben de conseguir. ● Cronogramas y planes específicos de acción. ● Sistemas de monitoreo y evaluación. d) Reducir los factores fundamentales del riesgo ● Reconocer el territorio. ● Caracterizar las amenazas. e) Estar preparado(a) y listo (a) para actuar ● Representantes de la comunidad. ● Autoridades municipales. ● Gestión del riesgo. ● Programas de gobierno. (Wilches-Chaux, 2008) Es evidente que, para analizar los instrumentos, no basta con indagar sólo en el significado de los conceptos operativos, si no que se busca entender cómo pueden pensarse nuevos caminos para prevenir, enfrentar y superar los desastres. Estos procesos se identifican y se pueden constituir como nuevas formas para formular políticas y proponer acciones adecuadas para controlar, mitigar y prevenir el riesgo de desastres en conjunto con la planeación del desarrollo urbano y el ordenamiento territorial. Formulación del problema Se detecta en los asentamientos humanos costeros un nivel de vulnerabilidad alto debido entre otras razones a que su planeación del desarrollo urbano no incorporó las estrategias metodológicas de la gestión integral de riesgos como un componente de análisis y propuesta estratégica. En síntesis, las variables que constituirán las bases del análisis en la presente investigación son: desarrollo urbano, ordenamiento territorial, gestión integral del riesgo y gestión de riesgo de desastres. Este análisis se hace bajo dos criterios: la metodología existente dentro de los marcos jurídicos internacionales y nacionales, y la experiencia de cara a un desastre en el campo de estudio. El problema planteado genera las siguientes preguntas de investigación: a) ¿Cuál es la relación entre la vulnerabilidad de un territorio y su capacidad de resiliencia? b) ¿Existe relación entre las estrategias de la gestión integral de riesgo y la planeación del desarrollo urbano? c) ¿Cómo se incorporan las estrategias de la gestión integral de riesgo en la planeación del desarrollo urbano? d) ¿De qué manera las estrategias de la gestión integral de riesgo pueden incorporarse a la 8 metodología de la planeación del desarrollo urbano e incidir en la formación de ciudades resilientes? Las respuestas a estas preguntas van de la mano de las motivaciones individuales y colectivas que influyen para determinar la metodología adecuada con el fin de abordar la gestión integral de riesgo dentro de los procesos de desarrollo urbano y ordenamiento territorial. Esta investigación busca analizar las variables para contribuir a plantear mejores estrategias vinculadas al desarrollo urbano, así como para integrarse dentro de las capacidades adaptativas ante los impactos de eventos peligrosos. Hipótesis Estas preguntas de investigación plantean la siguiente hipótesis: La incorporación de las estrategias relativas a la gestión integral de riesgo como elemento de la planeación del desarrollo urbano en ciudades costeras posiblemente incidirá en la reducción de la vulnerabilidad del territorio y en el incremento de su capacidad de resiliencia. Objetivos de la investigación a) Objetivo general ● Proponer mediante la incorporación de estrategias de la gestión integral de riesgo en la planeación del desarrollo urbano la reducción de pérdidas humanas y materiales e incrementar su resiliencia. b) Objetivos específicos ● Relacionar e incorporar las estrategias de la gestión integral de riesgo en la planeación del desarrollo urbano. ● Identificar los estudios complementarios para la planeación urbana en ciudades costeras del Estado de Veracruz. Metodología de la investigación La presente investigación se desarrolla sobre la base de una metodología esencialmente mixta, teniendo un enfoque exploratorio-analítico, que consta de dos pasos: Teoría La vinculación de las variables dependientes o conceptos operativos se realizará a través de una investigación del tipo correlacional y descriptiva: a) Planeación del desarrollo urbano b) Gestión integral de riesgo De esta manera se busca la concordancia de estrategias metodológicas en los conceptos operativos para su implementación en el procedimiento de desarrollo urbano. Metodología Para el análisis cuantitativo y cualitativo de la variable desarrollo urbano y gestión integral de riesgo se realiza un esquema de muestreo de la encuesta a partir de un muestreo probabilístico, estratificado, bietápico y por conglomerados. 9 a) Población y muestreo La población que habita en viviendas ubicadas en la zona vulnerable a inundaciones (pluviales, fluviales, costeras y lacustres) de la cabecera municipal de Tecolutla, que es nuestro objeto de estudio, se estratificó de acuerdo al estudio de cuatro estratos pertenecientes a los seis AGEBs que conforman la cabecera municipal: 3015800010276, 3015800010261, 3015800010115 y 3015800010100. El total de la muestra calculada corresponde a 168 personas, siendo distribuidos en cuatro AGEBS seleccionados a partir de dos criterios: 1) los estratos o AGEBs que han tenido mayor impacto a fenómenos hidrometeorológicos y 2) los que tienen mayor proximidad a los cuerpos de agua, en este caso el río Tecolutla, el Golfo de México y con las llanuras y marismas de inundación. b) Técnica y procedimientos de recolección de información Se diseñó y aplicó el instrumento de recolección de datos, teniendo en cuenta y midiendo las variables teóricas de nuestro marco conceptual: ● Variables sociodemográficas: Sexo, edad, escolaridad, ocupación, ingresos y tipología de la vivienda. ● Variables teóricas: Éstas se encuentran agrupadas en tres partes: gestión prospectiva, gestión correctiva y gestión reactiva. ○ Escalas de medición de las variables. Todas las variables teóricas se investigan de acuerdo a la Escala de Gestión de Riesgo: prospectiva, correctiva y reactiva. Este rango representa el grado de afirmaciones para medir las variables de estudio (Rubiano Vargas y Ramírez Cortés, 2009). ■ Escala prospectiva: Tiene como objeto medir la intervención de nuevas condiciones de riesgo que podrían plasmarse con el desarrollo de nuevas inversiones, proyectos, etc. Y busca controlar el comportamiento de los factores de riesgo. ■ Escala correctiva: Tiene como objetivo medir la intervención del riesgo existente producto de procesos históricos de construcción ya plasmados en el territorio, con efectos diferenciados sobre distintos sectores y grupos humanos. ■ Escala reactiva: Su objetivo es medir el riesgo que pudo ser reducido, por lo que el escenario futuro es el desastre. c) Técnicas y procedimientos de análisis de los datos Todos los datos para el análisis parten de una entrevista personal cara a cara a habitantes de viviendas particulares, mediante un cuestionario diseñado como el instrumento de medición. Se aplicaron un total de 168 cuestionarios en papel. Toda la información se tabula en Excel con el objetivo de construir una base de datos que alimenta el software SPSS® para el procesamiento estadístico. Para complementar el análisis se realiza una estancia de investigación en la Universidad del Bío- Bío, campus Concepción, Chile. Esto con el objetivo de mejorar el análisis de las estrategias referentes al Desarrollo Urbano y Gestión de Riesgo de Desastres. De aquí parte el conocer los lineamientos de reconstrucción y de la Gestión de Riesgos de Desastres incluidos enlos Planes 10 Maestros de las localidades siniestradas debido al terremoto y el tsunami que acontecieron el día 27 de febrero de 2010. Alcance de los capítulos La investigación busca analizar la relación entre las principales variables, específicamente las estrategias de la gestión integral del riesgo en el proceso de planeación del desarrollo urbano. Dependiendo de dicha relación, se busca establecer la estrategia para afrontar la vulnerabilidad del territorio. A partir de esto, se realiza el estudio de la zona seleccionada. De manera concreta, cada capítulo de la presente investigación aborda: Capítulo I. Es el marco teórico, describe la planeación y sus fases metodológicas, así como qué es el desarrollo urbano y su relación con el ordenamiento del territorio y los asentamientos humanos. También nos da las pautas a seguir de las estrategias internacionales para la gestión del riesgo de desastres, sus procesos de integración metodológica y su incorporación en el proceso del desarrollo urbano. Explica los modelos internacionales exitosos en la materia. Capítulo II. Aborda el marco referencial a nivel regional de nuestro caso de estudio, partiendo de la planeación en que se encuentran las ciudades costeras y el estado de los asentamientos humanos en ellas. Lo que respecta a la gestión integral del riesgo nos da un panorama de los impactos, vulnerabilidades, peligros y amenazas que sufre la región. Además, se revisa el atlas del riesgo del estado y de los mapas de trayectorias ciclónicas en los últimos 18 años. Capítulo III. En el estudio caso, que es el Centro de Población de Tecolutla, se describen los aspectos del medio natural y artificial: el paisaje, la accesibilidad y la vulnerabilidad y riesgos de las últimas dos décadas. Se exponen los aspectos normativos municipales y regionales, los programas de desarrollo urbano de 1998 y 2008, así como el Programa Región Totonaca 2013- 2016. Se explican las condiciones de riesgo y vulnerabilidad que ha padecido la región haciendo hincapié de los fenómenos ocurridos en 1999. Capítulo IV. Este capítulo contempla el abordaje metodológico de la investigación, el estudio de los conceptos operativos mediante el contraste diacrónico de los programas de desarrollo urbano y el contraste analítico de los mapas y cartografía de gestión integral del riesgo de la zona de estudio. Se muestra el diseño del instrumento para la captación de datos, su sistematización y la presentación de resultados. Capítulo V. La interpretación de resultados del estudio caso aborda la eficacia de los programas de desarrollo urbano, de los atlas de riesgo y de las políticas públicas del Centro de Población de Tecolutla. Así como las cuestiones exitosas en la materia y las fases o procesos a modificar dentro del proceso de desarrollo urbano. Por último, de manera concreta los productos de la presente investigación son: a) Un instrumento que contribuya a la evaluación de la gestión integral de riesgos en sus tres etapas en la zona de estudio. b) Un modelo conceptual y metodológico de las estrategias de gestión integral de riesgos en el proceso de planeación del desarrollo urbano en el estudio de caso. 11 c) Recomendaciones y posibles líneas de investigación derivadas de los resultados de esta investigación. 12 13 I. PLANEACIÓN DEL DESARROLLO URBANO Y GESTIÓN INTEGRAL DEL RIESGO En el presente capítulo se dará a conocer las bases conceptuales y la fundamentación teórica del desarrollo urbano: la planeación, sus bases y fases, el ordenamiento del territorio, los tipos, los asentamientos humanos, la seguridad territorial y humana y por último la vulnerabilidad. Con esto, se busca comprender los enfoques que tienen, la relación de los factores y el establecimiento de estrategias dentro de los diferentes contextos internacionales. Para abordar la Gestión Integral de Riesgos (GIR), se combinan diferentes fases o ciclos a partir del Marco de Acción Hyogo y el Marco Sendai, este último teniendo como objetivo principal la resiliencia de las ciudades, buscando la necesidad de evaluar la manera de intervención sobre los riesgos en el territorio que ocasionan con el transcurso del tiempo afectaciones del tipo social, económico y ambiental, que repercuten en los procesos de desarrollo. Los objetivos de este capítulo son: a) Aportar las definiciones básicas de los conceptos utilizados en esta investigación. b) Presentar las fases metodológicas de la planeación y los conceptos del desarrollo urbano. c) Mostrar las estrategias metodológicas de la Gestión del Riesgo de Desastres, destacando los vínculos entre las fases en el proceso de planeación del desarrollo urbano. d) Analizar los modelos internacionales que incorpora la Gestión Integral de Riesgos en el proceso de planeación territorial y desarrollo urbano. 1.1 La Planeación En el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2012), se define que “el planeamiento es la actividad que antepone la conciencia a los instintos, el ordenamiento a la improvisación”. Muchos autores han abordado el planeamiento desde diferentes puntos de vista. En el ámbito urbano (donde se ha constatado un acelerado proceso de desarrollo) los pronunciamientos en este sentido, que parten de sociólogos, urbanistas y planificadores, confluyen en la idea de que elaborar un planeamiento permite trascender, ya que es una herramienta de gestión para el desarrollo. La planeación o planeamiento se define como: Todo un sistema para prever, racionalizar y coordinar las acciones contundentes al complimiento de un conjunto moderado, ordenado y coherente de propósitos, también como un proceso continuo que avanza por aproximaciones sucesivas y exige revisiones y ajustes permanentes. Como la actividad política por excelencia que requiere de imaginación y voluntad de cambio orientada a transformar la sociedad y no a perpetuar sus inconvenientes (Ochoa, 2010). El sociólogo Manuel Castells Oliván refiere que: Los planes no son sólo instrumentos técnicos, son discursos sobre la ciudad, formas de presentar en términos razonables y perspectivos lo que va a ser un espacio urbano determinado, una perspectiva, es presentar en términos coherentes y articulados de forma técnica lo que en el fondo es una opción sobre lo que será el desarrollo urbano. (como se citó en PNUD, 2012, p.27). Se puede decir que la planeación tiene las siguientes características: 14 a) La planeación es el proceso de establecer objetivos y elegir, antes de tomar acción, los medios más adecuados para lograr estos objetivos, básicamente una elección sobre el futuro. Presupone la capacidad de seleccionar, entre varias alternativas, la que resulte más conveniente. Los planes y la planeación se refieren necesariamente a acciones futuras, cuya orientación y propósito han sido trazados de antemano. b) El carácter anticipatorio de la planeación implica necesariamente que ésta debe ser realizada previamente a los sucesos. En este sentido se planea para aminorar los efectos negativos derivados de algo indeseable que, se prevé, pudiera ocurrir en el futuro. c) Se planea para salir airoso de las situaciones problemáticas, para enfrentarlas racional y organizadamente y para resolverlas de la mejor manera posible. Es más, cuando los recursos disponibles son escasos o insuficientes, la planeación permite obtenerlos a tiempo y optimizar su utilización. d) Se dice que la planeación es eficaz si se alcanzan las metas. Se dice que es eficiente si se alcanzan las metas con el menor costo posible y que es de trascendencia si se logra el mayor impacto posible. La planeación significa establecer los objetivos a alcanzar, así como los métodos a utilizar, determinar las acciones, recursos y responsabilidades necesarios para lograr un resultado esperado. 1.1.1 Bases de la planeación. Como vimosanteriormente, la planeación es una metodología encauzada a establecer una visión estratégica, de acuerdo con las etapas en las cuales se desea tener un control. De esta manera, tenemos: Las bases que facilitan una visión que va de lo general a lo particular, tomando en cuenta, primero las estrategias ligadas directamente de la visión y misión institucionales; después la planeación de las tácticas o metodologías específicas que se van a utilizar para lograrlo, y por último definir las acciones concretas o planes que ilustren más específicamente las acciones. (Universidad Iberoamericana, 2015) Desde este punto, la planeación es el propósito donde concurren los intereses personales y de una comunidad sobre las metas para controlar situaciones en un futuro. La mayoría de las veces, la planeación del territorio se realiza desde diferentes formas de organización social relacionadas con disciplinas técnicas a través de una estructura, siempre con el propósito del bienestar de la sociedad. Es conveniente señalar que estas bases aparecen en los diversos procesos metodológicos de la planeación del territorio, determinando acciones a ejecutar: 1. Planeación de la acción Es el proceso que guía las actividades diarias de una organización o proyecto y determina sus necesidades, cuándo deben realizarse, quién debe hacerlas y qué recursos o aportaciones se necesitan. Corresponde al proceso de poner en práctica los objetivos estratégicos, por eso, también se llama planificación funcional. Cuando se presenta un plan de acción o un plan funcional como la base para una propuesta de recaudación de fondos o para la petición de un préstamo o para que otros compren, en un proceso o proyecto (Shapiro, 2003). 15 La Alianza Mundial para la Participación Ciudadana1 considera que la mayoría de los planes de acción consisten en los siguientes elementos: a) Una declaración de lo que se debe lograr (la producción o los resultados que surgen del proceso de planificación estratégica). b) Una explicación detallada de los pasos a seguir para lograr este objetivo. c) Un cronograma para fijar cuándo se tiene que realizar y cuánto tiempo es necesario (cuándo). d) Una aclaración de quién será el responsable de asegurarse de que se complete correctamente cada paso (quién). e) Una aclaración de las aportaciones/recursos necesarios. Todo esto se volverá a tratar más adelante en las fases de la planeación paso por paso. Si se sigue un proceso de planificación de acción, entonces se necesita un plan práctico para poder recurrir y llevar a cabo los pasos necesarios para lograr los objetivos y contribuir a largo plazo (Randel, 2002). 2. Planeación participativa La participación ciudadana en los procesos de planeación cobra importancia debido a la ineficiencia y falta de representatividad del sistema de planeación tradicional, que se caracteriza por diseñar, ejecutar y dar seguimiento a lineamientos establecidos de manera unilateral (de arriba hacia abajo), con resultados que no se reflejan en un mejoramiento de las condiciones de vida de la población. “Ante esta problemática, es cada vez más necesario establecer un sistema de planeación de abajo hacia arriba, donde se consideren las diferentes opiniones de todos los agentes involucrados en el diagnóstico, diseño, ejecución y seguimiento de proyectos específicos” (Terrones y Sánchez, 2010). “Las metodologías participativas se orientan a la construcción de procesos en los que las personas compartan el conocimiento que tienen sobre el mundo para reflexionar sobre las posibles alternativas a los problemas que de forma conjunta se plantean” (Ganuza, Olivari, Paño, Buitrago, y Lorenzana, 2010). El sentido de las metodologías participativas es, por tanto, esencialmente político en la medida en que trata de resolver uno de los problemas centrales de la democracia: “cómo hacer que mucha gente participe en un proceso deliberativo y de toma de decisiones, sin perder la calidad de los resultados y considerando la distribución desigual del poder que se da en todos los contextos” (Ganuza et al., 2010). Como procedimiento en la toma de decisiones, condiciona en algunas instancias de planeación tradicional el mejoramiento de la sociedad, esto en parte porque, la misma participación ciudadana al legitimar las decisiones que se construyen en conjunto, las acciones no son las adecuadas en impulsar un beneficio común, ya que las metodologías que se implican son a nivel macro, que en la mayoría de los casos no se obtienen los resultados favorables y en donde el conocimiento pleno de la realidad y de la población queda en un sistema de desigualdad. 1 Es una alianza internacional establecida en 1993 para apoyar las fundaciones, el crecimiento y la protección de la acción ciudadana a través del mundo, especialmente en áreas donde la democracia participativa y la libertad de los ciudadanos para asociarse están amenazadas. 16 3. Planeación estratégica La planeación estratégica es una herramienta de gestión que permite apoyar la toma de decisiones de las organizaciones en torno al quehacer actual y al camino que deben recorrer en el futuro para adecuarse a los cambios y a las demandas que les impone el entorno y lograr la mayor eficiencia, eficacia, calidad en los bienes y servicios que se proveen. La planeación estratégica consiste en un ejercicio de formulación y establecimiento de objetivos de carácter prioritario, cuya característica principal es el establecimiento de los cursos de acción (estrategias) para alcanzar dichos objetivos. Desde esta perspectiva, la Planeación Estratégica es una herramienta clave para la toma de decisiones de las instituciones públicas.2 A partir de un diagnóstico de la situación actual (a través del análisis de brechas institucionales), la Planificación Estratégica establece cuales son las acciones que se tomarán para llegar a un “futuro deseado”, el cual puede estar referido al mediano o largo plazo (Armijo, 2009). Su diferencia entre la de acción, es que para alcanzar sus objetivos se emplean una serie de pasos para desarrollar a mediano y largo plazo. En cambio, la de acción es en el corto plazo. Sin embargo, la eficiencia, la responsabilidad se da a medida que su organización siga un plan de cambios pertinentes necesarios para desarrollar la misión y los objetivos de la propuesta. Fases de la planeación estratégica En todo proceso de planificación estratégica es posible identificar tres grandes fases o etapas (desde un enfoque moderno), las cuales están permanentemente retroalimentándose: (a) formulación del plan estratégico, (b) implementación de los planes o programas de acción y (c) evaluación y seguimiento. Para el enfoque tradicional se presentan seis etapas que complementan al enfoque moderno: a) Diagnóstico. Es el primer paso de la planificación, que consiste en conocer y comprender el estado en el que se encuentran las cosas que deseamos cambiar. Es el proceso de análisis que permite conocer la situación actual de las cosas motivo del estudio y constituye ser la base para conocer los problemas y priorizar acciones para una adecuada toma de decisiones. Permite pronosticar los problemas del futuro (prognosis)3. Un adecuado diagnóstico permite resultados óptimos y acertados en el proceso de formulación de las propuestas de cambio. b) Formulación (planeación). Define las propuestas de cambio, a través de un conjunto de proyectos, actividades y tareas. Se define en función de objetivos y metas, y políticas para el cambio. Es un proceso sistemático para organizar y viabilizar las decisiones económicas y sociales del país, cuya ejecución oportuna permite racionalizar el uso de los recursos reales y financieros destinados a la producción económica de bienes y servicios. Como un proceso sistemático, consisteen la constante identificación de problemas, análisis de alternativas, adopción de estrategias, formulación de presupuestos, programas y proyectos de inversión. Define políticas para la supervisión y control de la ejecución del plan, de la evaluación de resultados, etc. Define objetivos de desarrollo y también se 2 La planeación estratégica ha tenido su origen en ámbitos militares y su uso en las organizaciones privadas alrededor de la década de los años 1960. Posteriormente, surge como instrumento de apoyo a la gestión pública en el marco de las iniciativas del New Public Management, de mediados de la década de los 1980 en los países de la OCDE. 3 Es el conocimiento anticipado de algún suceso (RAE). 17 conoce bajo el nombre de fase de planificación. Fase de programación, en esta fase se organizan una serie de recursos para alcanzar los objetivos que hemos encontrado en la evaluación de necesidades (una necesidad a cubrir es un objeto a alcanzar). c) Implementación. Es la fase que permite organizar todas y cada una de las acciones que define el plan para su aplicación y ejecución en la vida real, en función de las prioridades establecidas. Es la fase preliminar para la ejecución del plan. En el enfoque tradicional, esta fase se realiza una vez concluidos los estudios de diagnóstico y la formulación. Permite la toma de decisiones en función de proyectos prioritarios y de la capacidad de financiamiento. Nótese que el tiempo transcurrido hasta esta fase es bastante prolongado y las decisiones para la ejecución se realizan en función del plan en su conjunto y de los recursos financieros con que se cuentan. d) Ejecución. Es la puesta en marcha y la aplicación en la práctica del plan por etapas, parcialmente o en su conjunto. En esta fase se produce la dirección, liderada por una persona o un grupo de personas, el control de los avances, obtención de objetivos y metas, así como el monitoreo del plan. También es la fase de desempeño, de emprender, de puesta en marcha. e) Evaluación. Consiste en examinar y/o comparar cualitativa y cuantitativamente los objetivos y metas alcanzados, lo que permite conocer a la vez los logros del plan y su eficacia en la práctica social. Evaluar supone valorar, emitir un juicio sobre algo, en este caso del proyecto. Dado que el proyecto se desarrolla a través de varias fases, la evaluación se realiza durante todo el proyecto, ya que evaluar permite mejorar. El diseño de la evaluación supone definir qué evaluar, cuándo evaluar y cómo evaluar. f) Retroalimentación o reformulación. Con los resultados obtenidos se procede a realizar los reajustes del plan y/o efectuar nuevas propuestas corrigiendo los errores anteriores para lograr de una manera más contundente los objetivos y metas propuestas. 1.2 El Desarrollo Urbano El proceso de adecuación y ordenamiento, a través de la planeación del medio urbano, en sus aspectos físicos, económicos y sociales, implica además de la expansión física y demográfica, el incremento de las actividades productivas, la elevación de las condiciones socioeconómicas de la población, la conservación y mejoramiento del medio ambiente y el mantenimiento de las ciudades en buenas condiciones de funcionamiento. El desarrollo urbano persigue el equilibrio entre los aspectos físicos, económicos y sociales, siendo diferente del crecimiento parcial de algunos de estos que en ocasiones es interpretado como desarrollo. El desarrollo urbano debe ser concebido en forma integral con el desarrollo regional o territorial, ya que difícilmente se da en forma independiente (Landa, 1976). Para López (2010), el desarrollo urbano es: Un proceso antro-eco-cultural de adaptación y transformación del medio ambiente material e inmaterial, que experimenta un conjunto de asentamientos humanos en general (ej., la nación), y cada uno de ellos en particular (ej., los centros urbanos). Estos últimos, caracterizados por corresponder a nodos de población que se interrelacionan entre sí, y que irradian valores, normas, comportamientos y conductas. Además, el mismo autor menciona que: 18 Este concepto hace referencia a que el desarrollo urbano es un proceso “antrópico”, es decir, relativo al ser humano, que es “ecológico”, lo que nos recuerda que está inmerso en el orden natural que nos rodea y que es “cultural”, dicho en el sentido que es un producto empírico del saber material e inmaterial de cada asentamiento humano, y que como tal, deriva a una habilidad relativa de la sociedad global para desplegar diversos subprocesos de aculturamiento (acervo cultural del centro y/o su periferia, total o parcial). (López, 2010) En la realidad, este proceso se materializa de muy diferentes maneras, acordes con las realidades, las adaptaciones y las transformaciones del hábitat propio de cada asentamiento humano, y también, al mismo tiempo, por formar parte de un conjunto interrelacionado con otros asentamientos, cada uno de ellos inmerso en su propio proceso de desarrollo urbano. De este modo, el desarrollo urbano, quiérase o no, es siempre un proceso dual. Se despliega como referido a un determinado “sistema de asentamientos humanos” como tal, pero simultáneamente, a “cada asentamiento” de este sistema en particular. “Esta cualidad dual es sustantiva en todo sentido, pero en especial, lo es para los efectos de formular una política pública integral, y/o si se trata de circunscribirla a sólo uno de estos dos ámbitos” (López, 2010). Al hacer presente este grado de inclusividad poblacional, se desea aludir a que no porque las recién mencionadas aldeas campesinas sean catalogadas como “rurales” en nuestras estadísticas censales, esto pueda significar que no participan del proceso de desarrollo urbano. “De hecho, forman parte del “sistema nacional mayor” y, desde luego, tienen su propio desarrollo urbano a escala y ritmo como se insertan en aquel” (López, 2010). El proceso de desarrollo urbano tiene como objetivo principal el ordenar el territorio, cuyas proyecciones de crecimiento de los asentamientos humanos posean la superficie de suelo urbanizable en un tamaño grande, mediano o pequeño. La diversidad de escalas implica un análisis más profundo sin limitar su división administrativa, sin perder las temáticas y problemas que lleven a un diagnóstico y a sus estrategias. La incorporación de temáticas de diferentes escalas en su planeación, hace que su complejidad sea su principal virtud en torno a transitar al entendimiento de los elementos estructurados del territorio y la ciudad, así como, la solución de la problemática de manera clara y concreta. 1.2.1 Ordenamiento del territorio. El ordenamiento del territorio es un proceso planificado y una política de Estado, en donde se plantea el análisis de la estructura territorial, para organizar y administrar en forma adecuada y racional la ocupación y uso del suelo, así como el desarrollo físico espacial en un todo armónico con las condiciones naturales, a fin de prevenir y mitigar los impactos generados por las actividades económicas y sociales en una unidad territorial, y contribuir al bienestar de la población y la preservación de la oferta ambiental, a partir del diseño de acciones de intervención. Se hace ordenamiento territorial para proponer e implementar un uso del territorio, proyectando los aspectos sectoriales (políticas ambientales, sociales, culturales y económicos) y los aspectos territoriales (uso y ocupación) teniendo en cuenta la oferta ambiental, la demanda social, la mejor organización funcional del territorio y la posibilidad de uso múltiple del mismo, y facilitar de este modo a la administración 19 municipal gestionar y planificar en forma concertada los programas de inversión, propendiendo por el bienestar de la población (Boville y Sánchez, 2007, p. 54).1. Tipos de territorio La tipología del territorio es medida por el tamaño, y este por el número de habitantes. Se ha considerado con gran frecuencia como una característica fundamental, aunque, en general, a un nivel teórico, ha sido utilizada junto con otras características. Lo más frecuente es considerar la densidad de habitantes o de edificios. Estos criterios fueron utilizados de forma casi exclusiva, tanto por sociólogos como por geógrafos, en los primeros momentos del desarrollo de los estudios urbanos (Capel, 1975). a) Urbano. El territorio urbano es el que, en el planeamiento general del territorio, se determina como tal, bien porque cuenta con todos los servicios y dotaciones necesarios (acceso rodado, red de abastecimiento y evacuación de aguas y suministro de energía eléctrica), bien porque se encuentra consolidado en su mayor parte por la edificación. Así mismo se considera suelo urbano aquel que ha sido desarrollado y urbanizado conforme a lo determinado por el planeamiento.4 Dentro del territorio urbano, hay que distinguir entre territorio urbano consolidado, que es el que no precisa ningún tipo de mecanismo de distribución de beneficios y cargas, y el territorio urbano no consolidado, de núcleo rural o urbano especial, que puede precisar de alguna figura de desarrollo (Plan Especial o Plan Sectorial) o de gestión previa a su edificación. (Factica. Servicios Inmobiliarios, 2015) b) Urbanizable. Es el que no está definido por el planeamiento como urbano ni como no urbanizable. El territorio urbanizable se clasifica en territorio urbanizable sectorizado, que es el previsto por el planeamiento para su inmediata transformación, territorio urbanizable sin sectorizar y territorio urbanizable especial, con peculiares características de asentamientos existentes, con urbanización parcial y especial entorno ambiental, que tendrán el régimen legalmente previsto para su protección ambiental (Factica. Servicios Inmobiliarios, 2015). c) No urbanizable. El territorio no urbanizable, es aquel que cuenta con algún tipo de protección específica, en razón de sus valores paisajísticos, históricos, arqueológicos, científicos, ambientales o culturales, para la prevención de riesgos naturales acreditados en el planeamiento sectorial, o en función de su sujeción a limitaciones o servidumbres para la protección del dominio público. También se considera territorio no urbanizable protegido por el planeamiento en el que, así determinado por sus propios valores de carácter agrícola, forestal, ganadero, minero, paisajístico o por otras riquezas naturales, así como aquellos que se reserven para la dotación de infraestructuras o servicios públicos. Así mismo en el planeamiento del desarrollo urbano considerará territorio no urbanizable inadecuado el necesario por imperativo del principio de utilización racional de los recursos naturales o por la necesidad de garantizar un desarrollo sostenible del territorio (Factica. Servicios Inmobiliarios, 2015, p.8). 4 En esta investigación se tomará la clasificación del territorio, como lo dispone la gestión de riesgos de desastres, siendo la unidad de análisis de este concepto (Factica. Servicios Inmobiliarios, 2015). 20 2. Seguridad territorial5 La Seguridad Territorial estudia: Las relaciones entre las dinámicas de la naturaleza y de las comunidades en el territorio, en donde los múltiples fenómenos o procesos humanos, ecológicos, sociales, económicos y jurídicos-institucionales comparten un solo tejido que integra un equilibrio para el desarrollo de un territorio sano, seguro y sostenible. Para efectos de lo cual se entiende el territorio como el resultado de la interacción permanente entre la dinámica de la naturaleza y la dinámica de las comunidades humanas o, en otras palabras, entre ecosistema y cultura (Wilches-Chaux y Garcia, 2008, p. 90). Quizás el aporte de este enfoque a los retos de la gestión territorial (con implicaciones prácticas frente a las llamadas “amenazas naturales” y a las exacerbadas por el cambio climático), consiste en asumir y construir la seguridad, como un concepto de doble vía, “puesto que la dinámica de los ecosistemas no será una amenaza contra las comunidades humanas, en la medida en que nuestra propia dinámica no sea una amenaza en contra ellos” (Wilches-Chaux y Garcia, 2008, p. 91). El objetivo principal es la estabilidad del territorio ante amenazas de distintos orígenes (naturales, antrópicos y astronómicos) procedentes del propio territorio o de agentes externos, evitando que los fenómenos o procesos puedan convertirse en desastres para el corto, mediano y largo plazo en el mismo territorio, y el tejido resultante de los múltiples lazos o interacciones entre los factores de los cuales dependen. Tanto la seguridad territorial como la humana debe permitirles a las comunidades y a los ecosistemas incrementar su resiliencia y su resistencia frente a amenazas de índole natural (como un terremoto, una erupción volcánica o un huracán), de índole socio-natural (como las derivadas del cambio climático) o eminentemente antrópicas, como un accidente industrial, un conflicto armado o el impacto de la caída de precios de un producto estratégico para la comunidad, en los mercados nacionales o internacionales. 1.2.2 Asentamientos humanos. En la Declaración de Vancouver de 1976 se definió a los asentamientos humanos como sigue: 6 Asentamientos humanos significa la totalidad de la comunidad humana -ya sea ciudad, pueblo o aldea- con todos los elementos sociales, materiales, organizativos, culturales y espirituales que la sustentan. El tejido de los asentamientos humanos consta de elementos físicos y de servicios a los que estos elementos aportan el soporte material (Organización de las Naciones Unidas-Habitat, 2015). Los componentes físicos consisten en: a) Vivienda. Es decir, las superestructuras de diferentes formas, tamaños, tipos y 5 El concepto se desarrolló de manera extensa en Wilches-Chaux, 2007. 6 Las Naciones Unidas celebraron su primera conferencia sobre el tema de la organización física y espacial de la vida humana en el planeta, y sobre las medidas nacionales e internacionales necesarias para dar cabida al creciente número de poblaciones en comunidades urbanas y rurales. Esta conferencia, que se denominó Hábitat I: Conferencia de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos estableció que el concepto de asentamientos humanos debía constar de varios elementos que ya habían sido considerados por separado: la vivienda, la construcción, la planificación y la relación de estas y otras actividades, como el cambio ambiental y el desarrollo nacional e internacional. 21 materiales erigidas por el ser humano para la seguridad, privacidad y protección ante los elementos y para afirmar su singularidad dentro de una comunidad. b) Infraestructura. Es decir, la complejidad de las redes destinadas a proporcionar o sustraer del refugio a personas, mercancías, energía o información. c) Servicios. Abarcan aquellos requeridos por la comunidad para el cumplimiento de sus funciones como un cuerpo social, tales como la educación, la salud, la cultura, el bienestar, la recreación y la nutrición. (Organización de las Naciones Unidas-Habitat, 2015). En los últimos años, este concepto de asentamientos humanos se ha ampliado hasta convertirse en el marco para un desarrollo socioeconómico nacional general en el contexto de la formulación de estrategias mundiales en materia de vivienda. En la actualidad se afirma que los asentamientos humanos son: Una dimensión espacial, así como la expresión física de la actividad económica y social. Ningún acto creativo tiene lugar sin ser influenciado por las condiciones de hábitat. A su vez, lacreación de asentamientos humanos viables inevitablemente se convierte en un objetivo, un indicador y un requisito previo para el desarrollo social y económico (Organización de las Naciones Unidas, 2015). Los asentamientos son un requisito previo al desarrollo social y económico, en los cuales ningún progreso social para un crecimiento económico sostenible puede ocurrir sin sistemas eficientes de asentamiento y redes de asentamiento. Los asentamientos son uno de los objetivos del desarrollo urbano en los lugares donde las personas pueden vivir, aprender y trabajar en condiciones de seguridad, confort y eficiencia como una necesidad elemental y fundamental. Los asentamientos son también un indicador, en cuanto son la expresión más visible de la capacidad de una sociedad para satisfacer algunas de las necesidades fundamentales de sus miembros: pueden marcar logros, pero también exponer la miseria, el abandono y la desigualdad. 1. Tenencia jurídica del suelo Este tema cobra importante relevancia sin el menosprecio de las variables principales de esta investigación, ya que en la “posesión” de una “propiedad” existen diferentes conceptos jurídicos, que desde la perspectiva jurídica del Derecho Consuetudinario Anglosajón o “Common Law” y de la tradición jurídica Románica pueden ser no relevantes para aquellos países que no pertenecen a alguna de estas dos tradiciones jurídicas, como es el caso de gran parte de la América Latina y nuestro país. En la indagación de esta investigación revisaremos conceptos desde la perspectiva jurídica inglesa por parte de John W. Bruce de Land Tenure Center (LTC) de la University of Wisconsin, pasando por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y retomando las palabras de José Hinojosa Ortiz, profesor del departamento de derecho de la Universidad Iberoamericana. En el año de 2003, la FAO presentó una serie de volúmenes relacionados sobre el tema la Tenencia de la Tierra por parte de la Dirección de Desarrollo Rural. Es importante señalar que esto jugó un papel fundamental para entender el rol que juega la tenencia de la tierra dentro de los procesos de ordenamiento de los asentamientos humanos, ya que la finalidad es entender que 22 existen programas de desarrollo urbano en los que muchas veces no recurren a los mecanismos metodológicos utilizados para intervenir con proyectos y programas la planeación y ordenamiento del suelo. La FAO menciona que la tenencia de la tierra es: La relación, definida en forma jurídica o consuetudinaria, entre personas, en cuanto individuos o grupos, con respecto a la tierra. La tenencia de la tierra es una institución, es decir, un conjunto de normas inventadas por las sociedades para regular el comportamiento. Definen cómo se otorga el acceso a los derechos de utilizar, controlar y transferir la tierra, así como las pertinentes responsabilidades y limitaciones. (FAO Estudios sobre tenencia de la tierra, 2003) La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2003) clasifica a la tenencia de la tierra en las siguientes categorías: a) Privada. Asignación de derechos a una parte privada, que puede ser un individuo, una pareja casada, un grupo de personas o una persona jurídica, como una entidad comercial o una organización sin fines de lucro. b) Comunal. Puede existir un derecho colectivo dentro de una comunidad en el que cada miembro tiene derecho a utilizar independientemente las propiedades de la comunidad. c) De libre acceso. No se asignan derechos específicos a nadie, ni se puede excluir a nadie. d) Estatal. Se asignan derechos de propiedad a una autoridad del sector público. El derecho que tiene una persona sobre un objeto como la tierra puede considerarse como una forma de propiedad. El concepto de propiedad es amplio e incluye, por ejemplo, la propiedad intelectual. En el caso de la tenencia de la tierra, algunas veces se describe con mayor precisión como el derecho de propiedad a la tierra. Muchas veces se establece una distinción entre “bienes raíces” o “bienes inmuebles” por un lado, y “propiedad personal” o “bienes muebles”, por el otro. En el primer caso, la propiedad incluiría la tierra y sus elementos fijos (edificios, árboles, etc.) que se considerarían como bienes inmuebles. En el segundo, se incluirían bienes no vinculados a la tierra, por ejemplo, el ganado (FAO Estudios sobre tenencia de la tierra, 2003). En algunas ocasiones puede ser útil simplificar la representación de los derechos de propiedad identificando los siguientes componentes: a) Derechos de uso. Derechos a utilizar la tierra para el pastoreo, producción de cultivos de subsistencia y recolección de pequeños productos forestales. b) Derechos de control. Derechos a tomar decisiones sobre la forma de utilizar la tierra, en particular a decidir qué cultivos deben plantarse y a beneficiarse financieramente de la venta de los cultivos. c) Derechos de transferencia. Derecho a vender o a hipotecar la tierra, a cederla a otros mediante reasignaciones intracomunitarias, a transmitirla a los sucesores mediante herencia y a reasignar los derechos de uso y control. En términos generales, los derechos de tenencia de la tierra se clasifican muchas veces teniendo en cuenta si son “formales” o “informales”. Puede haber problemas de percepción con este planteamiento ya que, por ejemplo, algunos de los llamados derechos 23 informales pueden ser, en la práctica, muy formales y seguros en su propio contexto. A pesar de estos problemas de percepción, la división de la tenencia en formal e informal puede servir en algunos casos de base para análisis útiles (FAO Estudios sobre tenencia de la tierra, 2003). El Centro de Tenencia de la Tierra (LTC por sus siglas en ingles), fue establecido en 1962 por la Universidad de Wisconsin-Madison, el cual promueve de manera equitativa y sostenible la administración de la tierra. El LTC promueve investigaciones interdisciplinarias avanzadas para reformas políticas entre comunidades locales, nacionales e internacionales. De aquí parte la indagación desde la perspectiva jurídica anglosajona, en la cual los términos provienen del feudalismo inglés y la conquista de Inglaterra en 1066 por parte de los normandos. De donde el término “tenencia” (ternure) implica el derecho a poseer tierras, en lugar del simple hecho de tenerlas. En donde una persona puede tener derechos legales de una tierra o recursos sin que esto implique que tomó posesión. Con el capitalismo, surgieron otros términos simplificados donde los poseedores de la tierra redujeron sus obligaciones y surgen dos formas básicas de tenencia: “freehold” (propiedad) y arrendamiento. (“Free simple” y “free simple absolute” sinónimos de freehold y propiedad privada). Es en donde la estructura agraria es unimodal, donde la mayor parte de las tierras están distribuidas en pocos grandes propietarios y la pequeña parte de las tierras está en manos de muchos pequeños propietarios. Cuando existen cambios en la tenencia, no necesariamente implican una reforma agraria, ya que ni el estado ni personas físicas o legales pueden interferir con la posesión o uso de la tierra por parte de un individuo. De aquí parte que la legislación occidental reconoce dos tipos básicos de propiedad: la propiedad real, según la ley angloamericana o inmueble de acuerdo a la ley civil europea y la propiedad personal, para los angloamericanos y mueble para los europeos. Como respuesta, se ha argumentado que la propiedad comunal por sí misma no implica un uso desregulado y en consecuencia se observa un sistema de registro en el cual se crea una base de datos mediante mapas combinados de fotografías áreas, de sensores remotos, levantamientos topográficos y sistemas de geoposicionamiento (GPS). Para el caso de nuestro país, estopresenta conflictos por situaciones ambiguas derivadas de las distintas figuras jurídicas. Los sistemas no se encuentran en vigencia, de acuerdo a las nuevas necesidades relacionadas a la producción agrícola. Esto lo vemos en la existencia de los algunos predios que se encuentran en situación irregular por la intervención directa de las autoridades, que dentro de los bienes de las comunidades inician una legislación poco vigente. Como refiere José Hinojosa (1981, p. 613), la expresión “‘tenencia de la tierra’ en nuestro medio tiene el significado de problemas agrarios”. Para Hinojosa, esto relaciona las necesidades de los asentamientos humanos ya desvinculados a la producción agropecuaria, esto es que: Al satisfacer las necesidades de habitación se pasa de una simple inadvertencia o ignorancia de los términos que afirman que las consecuencias de los problemas sociales y agrarios recaen en la utilización de palabras y expresiones genéricas que no comprenden los términos reconocidos en nuestras leyes. (Hinojosa, 1981, p. 613) En los servicios de investigación y análisis de la Cámara de Diputados de la LIX legislatura, se refuerzan estas aparentes contradicciones respecto al artículo 27 constitucional, en donde se 24 contempla la posibilidad de enajenar tierras ejidales. En este contexto, se derivan los conflictos e inseguridades en la tenencia de la tierra que se traducen en vulnerabilidad social, territorial y en violencia social. Estos grandes conflictos también se centran en los límites territoriales en donde debido a la inexistencia de las normas legales, no se considera el grave problema que representan las condiciones ambientales y climatológicas, así como también la contaminación de diferentes regiones territoriales en el país. 2. Seguridad humana y patrimonial El concepto de seguridad humana surgió en los ámbitos de investigación para la paz en la década de los años 1980, en oposición al concepto de “seguridad nacional” predominante durante la Guerra Fría. Pero su divulgación masiva a nivel internacional ocurrió en 1994, cuando el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) centró en esta idea su informe Desarrollo Humano. Para el PNUD, el corazón de la inseguridad humana es la vulnerabilidad, y la pregunta que debe formularse es cómo proteger a la gente, insistiendo en el involucramiento directo de las personas y en la estrecha vinculación existente entre desarrollo y seguridad (Wilches-Chaux y Garcia, 2008). Como idea inicial, el PNUD identificaba ocho dimensiones de seguridad (y por lo tanto de inseguridad): económica, financiera, alimentaria, sanitaria, ambiental, personal, de género, comunitaria y política. El concepto de seguridad es, pues: Evolutivo y la discusión que genera es una excelente oportunidad para replantear los viejos esquemas de la seguridad centrados en aspectos militares y para detectar las necesidades del conjunto del planeta, con toda su diversidad, que han merecido apenas atención en las políticas públicas generales (Wilches-Chaux y Garcia, 2008). Según la definición de la Comisión de Seguridad Humana: La seguridad humana significa proteger las libertades vitales. Significa proteger a las personas expuestas a amenazas y a ciertas situaciones, robusteciendo su fortaleza y aspiraciones. También significa crear sistemas (políticos, sociales, ambientales, económicos, militares y culturales) que faciliten a las personas los elementos básicos de supervivencia, dignidad y medios de vida. (Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003, p. 4) Se trata de un concepto inclusivo y centrado en las personas. Surge desde la sociedad civil como un intento de proteger a los individuos y sus comunidades, más allá de la preocupación por la defensa del territorio y el poder militar. Se basa en la noción de seguridad de persona, en el entendido de que tanto el Estado, como los actores no estatales y la persona humana son los responsables del desarrollo y deben involucrarse, por tanto, en la promoción de políticas y acciones que fortalezcan la seguridad y el desarrollo de las personas. Su carácter es multidimensional. La seguridad humana intenta establecer las dimensiones políticas, económicas, sociales, culturales y ambientales que afectan la seguridad de las personas e identifica amenazas tradicionales y no tradicionales a la seguridad, partiendo de la constatación que la misma no es unidimensional, sino que está compuesta por múltiples dimensiones (Wilches-Chaux y García, 2008). 25 Para el concepto de seguridad humana Wilches-Chaux y García (2008) identifican siete condiciones clasificadas en dos grupos según su causa efecto: ● Condiciones consideradas como básicas para alcanzar la seguridad humana: (a) acceso al empleo, (b) acceso a infraestructura y a bienes y servicios sociales, (c) condiciones adecuadas del medio ambiente que provean un buen nivel de calidad de vida y la protección integral del individuo, y (d) seguridad alimentaria. ● Condiciones de seguridad humana de nivel intermedio que se persiguen una vez alcanzadas las condiciones básicas: (a) bienestar y confort, (b) dignidad y certidumbre, y (c) armonía social, la solidaridad y el afecto entre individuos. La armonía social fue considerada también como objetivo final que debe alcanzar la seguridad humana. 3. Vulnerabilidad Es la situación de incapacidad de una unidad social para anticiparse, resistir y recuperarse de los efectos adversos de una amenaza/peligro. Los factores que la explican son la exposición a la amenaza/peligro, la susceptibilidad, o fragilidad a sufrir daños por el impacto de esta y la resiliencia, entendida como la capacidad de asimilación o recuperación ante el impacto de la amenaza. La ocupación de zonas propensas a peligros tiene su origen, entre otros, en el crecimiento acelerado y desordenado de las ciudades, la ausencia de instrumentos de planificación del uso y la ocupación del territorio, la ausencia de normas o la no aplicación de estas, la adopción de decisiones sin un conocimiento adecuado sobre las probables amenazas/peligros y sus efectos potenciales (percepción del riesgo por parte de autoridades, profesionales y pobladores) y la dificultad de acceso a tierras seguras (Bollin, 2010). La fragilidad de las unidades sociales es el resultado del uso de formas constructivas inadecuadas, La ausencia, el desconocimiento o el incumplimiento de normas constructivas, el uso de tecnologías inadecuadas al medio, los bajos ingresos de la población, la percepción del riesgo por parte de la población, los profesionales y las autoridades, la no adopción de medidas para enfrentar las amenazas/peligros cuando existe exposición, la débil organización de la población y la ausencia de planes de contingencia o emergencia, entre otros factores (Bollin, 2010). La baja resiliencia puede explicarse por el desarrollo inadecuado de la base productiva, la escasa diversificación de actividades productivas o su alta dependencia del clima, la escasa investigación sobre la resistencia y la adaptación de las especies a la variabilidad y el CC, y el aprovechamiento de las posibles condiciones favorables de éste, o el uso inadecuado de los recursos naturales. Igualmente influye el escaso desarrollo de prácticas de aseguramiento, redes de protección social y organización de la población, bajo nivel de autonomía en la toma de decisiones y uso de los recursos en los niveles locales, así como insuficiencia de recursos financieros (Bollin, 2010). La vulnerabilidad, como se ha explicado, se refiere a la predisposición de los seres humanos, sus medios de vida y mecanismos de soporte a sufrir daños y pérdidas frente a la ocurrencia de eventos físicos potencialmente peligrosos. 26 Esta predisposición, como se mencionó anteriormente, no es en general producto unilateral de la magnitud
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