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ACABAR CON LAS DESIGUALDADES Superar los Objetivos de Desarrollo del Milenio Los ODM fueron inspiradores y nos han ayudado a lograr grandes cosas. Pero tenían un gran punto ciego: no abordaban la necesidad de reducir, y eventualmente eliminar, las desigualdades. Con el acento puesto en objetivos y metas a nivel mundial, estimulaban a los gobiernos y a las agencias de desarrollo a buscar “historias de éxito” u “oportunidades fáciles”, porque esa parecía ser la mejor forma de alcanzar las metas e indicar progreso. Por esta razón los grupos más desfavorecidos salieron perdiendo. En algunos casos, las desigualdades se volvieron aún mayores. Tomemos el acceso al agua potable y al saneamiento como ejemplo. Existen disparidades sustanciales, entre ricos y pobres, entre dentro y fuera de los países, y entre quienes viven en áreas rurales y los que viven en ámbitos urbanos formales. En las últimas dos décadas, desde que se establecieron los ODM, estas diferencias se han vuelto aún mayores, y quienes perdieron con frecuencia fueron las mujeres, los ancianos o las personas con discapacidades. ¿Por qué es tan importante eliminar las desigualdades? Asegurarse de que todas las personas tengan igual acceso a los alimentos, la salud, y la educación no solo es un imperativo moral; se trata de derechos humanos. Las personas tienen el derecho legal de exigirlos, y los garantes deben cumplir. La eliminación de las desigualdades tiene sentido desde el punto de vista práctico y económico. Las desigualdades son una causa fundamental de conflicto, hambre, inseguridad y violencia. Obstaculizan el crecimiento económico y los Foto: WSSCC ACABAR CON LAS DESIGUALDADES – Piedra angular de la agenda para el desarrollo después de 2015 esfuerzos de reducción de la pobreza y crean sociedades polarizadas La experiencia de décadas anteriores ha demostrado que la igualdad no es un resultado automático de prácticas de desarrollo convencionales. Los beneficios brindados a los que están mejor, no alcanzan naturalmente a los más marginados. ¿Cómo se puede incorporar la eliminación de las desigualdades a la agenda de desarrollo después de 2015? Los objetivos, las metas y los indicadores deben estar enmarcados de forma que se enfoquen explícitamente en los grupos e individuos más marginados y desfavorecidos. Las desigualdades entre estos grupos se deben poder evaluar, y el “éxito” debe reflejar los progresos que se hicieron en la disminución gradual de las desigualdades. El monitoreo debe ir más allá de la desigualdad de ingresos. Debe capturar cuestiones distintas a los factores económicos que pueden bloquear el acceso de las personas, incluidas leyes discriminatorias, procedimientos administrativos engorrosos, falta de acceso a la información, convenciones sociales, prejuicios y prácticas y tabúes culturales. Tenemos que comparar el progreso en la reducción de las desigualdades entre una gama de grupos: ricos y pobres, hombres y mujeres, habitantes urbanos y rurales, aquellos en asentamientos formales e informales. Esencialmente, entre cualquier grupo desfavorecido y la población general; y los países y poblaciones mismas deberán identificar lo que significa “desfavorecidos” para ellos a través de un proceso amplio e inclusivo. Además, tenemos que prestar atención a la universalidad (acceso para todos) y a la eliminación “ La agenda para el desarrollo después de 2015 debe mejorar los ODM. La eliminación de desigualdades debe ser la piedra angular del nuevo marco. Debe existir un objetivo independiente que comprometa a los estados con esto ” Catarina de Albuquerque Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento WATER Sanitation HUMAN RIGHTS TO UN SPECIAL RAPPORTEUR &JMP de las desigualdades. Aunque la universalidad se ocupa de las necesidades de todas las personas, incluidas aquellas a las que es difícil llegar, en sí no garantiza igualdad de acceso y no da prioridad a los desfavorecidos. El establecimiento de un objetivo de acceso universal para cierta fecha continuaría concentrando la atención en resultados acumulados, sin establecer incentivos para reducir las desigualdades. El hincapié en la igualdad subraya la necesidad de eliminar la discriminación y de adoptar medidas especiales para abordar las necesidades de quienes actualmente carecen de servicios. ¿Podemos realmente medir las reducciones en la desigualdad ¡Sí! En el pasado, una reticencia a establecer objetivos que abordaran la reducción de la desigualdad pudo haber estado ligada a la Este modelo, desarrollado para WASH, puede aplicarse igualmente a otros objetivos y metas globales, tales como la salud maternoinfantil, el acceso a la educación primaria y una mejor nutrición. ACABAR CON LAS DESIGUALDADES JMP preocupación de que medir el progreso era demasiado difícil, o imposible. Este ya no es el caso. Se han hecho muchas propuestas sobre cómo medir la reducción, y eventual eliminación, de la desigualdad. Una vez más, el problema del agua, el saneamiento y la higiene (WASH) es un buen ejemplo. En los dos últimos años, los expertos y especialistas de WASH han realizado consultas exhaustivas en supervisión y derechos humanos. Una consulta fue liderada por el Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del Saneamiento (JMP). La consulta técnica produjo propuestas detalladas sobre objetivos e indicadores para WASH que se consideran ambiciosos, pero alcanzables. La eliminación progresiva de las desigualdades en el acceso al agua potable, al saneamiento y a las instalaciones de higiene adecuadas, se puede medir; se puede evaluar de la siguiente forma (véase el cuadro siguiente): 0 20 40 60 80 100 2035 20402030202520202015 Grupos favorecidos Grupos desfavorecidos Año C ob er tu ra (% ) Los datos estarán desglosados en cuatro grupos de población: ricos y pobres; urbanos y rurales; barrios marginales y asentamientos urbanos formales; grupos desfavorecidos y la población general. 1. Determinar el índice de progreso necesario para los grupos que estén peor y para los que estén mejor a fin de alcanzar cada meta. 2. Comparar el porcentaje de la población en peores condiciones que tenga acceso a servicios pertinentes (por ejemplo, saneamiento básico) con el porcentaje de la población que esté mejor, para establecer la disparidad. 3. Si el progreso de los grupos que están mejor y los que están peor sigue o supera el índice de progreso estipulado, y si la disparidad entre las dos poblaciones se reduce del mismo modo, se considera que el país está “evolucionando favorablemente”. 4. Además, el enfoque de “semáforos” permitirá una evaluación general de la reducción progresiva de las desigualdades. En este sentido, verde quiere decir “evoluciona favorablemente”, amarillo muestra que hubo algún progreso pero que no ha sido suficiente, y rojo significa “no evoluciona o retrocede”. Eliminación progresiva de desigualdades Propuesta para medir la eliminación de desigualdades “ Un mundo en el que algunos se vuelven ricos y se hacen más fuertes, y están seguros, mientras otros no, no es el tipo de mundo que deseamos para nuestros hijos. Los objetivos de desarrollo después de 2015 son nuestra posibilidad de corregirlo. Debemos poner la eliminación de las desigualdades en el centro de nuestro debate y debemos comprometernos a medir el progreso ” Catarina de Albuquerque Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento
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