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Biologia de los microorganismos (1585)

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E N F E R M E D A D E S B A C T E R I A N A S Y V Í R I C A S T R A N S M I T I D A S D E P E R S O N A A P E R S O N A 935
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en el hospedador. B. pertussis también produce una endotoxina 
( Sección 23.10) que puede inducir algunos de los síntomas 
de la enfermedad. Clínicamente, la tosferina se caracteriza por 
una tos violenta y recurrente que puede durar hasta 6 semanas. 
La tos convulsiva da nombre a la enfermedad; un sonido estri-
dente provocado por las profundas inspiraciones del paciente 
cuando intenta obtener el suficiente aire.
A nivel mundial, se presentan 50 millones de casos y más de 
250.000 muertes al año por tosferina, sobre todo en países en 
vías de desarrollo. B. pertussis es endémica en todo el mundo 
y la tosferina continúa siendo un problema, incluso en los paí-
ses desarrollados, generalmente debido a una inmunización 
inadecuada. En los Estados Unidos, desde la década de 1980, se 
registra una tendencia al aumento progresivo de tosferina, con 
picos de casos registrados en 2005, 2010 y 2012 (Figura 29.14b), 
muchos de los cuales se dieron en jóvenes adultos menores 
de 20 años. En los Estados Unidos, la tosferina causa menos 
de 20 muertes al año. Pero se trata de una enfermedad endémica 
clásica; su incidencia se eleva cíclicamente a medida que las 
e infectan los tejidos de la garganta y las amígdalas. Los teji-
dos de la garganta responden a la infección por C. diphtheriae 
generando una característica lesión llamada seudomembrana 
(Figura 29.13) formada por células dañadas del hospedador y por 
células de C. diphtheriae. Las cepas patógenas de C. diphthe-
riae son portadoras de un bacteriófago lisogénico cuyo genoma 
codifica una potente exotoxina llamada toxina diftérica. Esta 
toxina inhibe la síntesis proteica en el hospedador, y por consi-
guiente, mata las células ( Figura 23.20). La muerte por difte-
ria suele deberse a los efectos combinados de una asfixia parcial 
provocada por la seudomembrana, y de la destrucción tisular 
por la exotoxina diftérica. El diagnóstico de la difteria es el ais-
lamiento de C. diphtheriae de la garganta. Se utilizan los frotis 
de nariz o de garganta para inocular medio de agar sangre con 
telurito (Figura 29.12b) o medio de Loeffler, un medio selectivo 
que inhibe el crecimiento de la mayor parte de otros patógenos 
respiratorios.
La prevención de la difteria se logra mediante una vacuna 
toxoide muy efectiva que forma parte de la vacuna DTaP (que 
contiene los toxoides de la difteria y del tétanos y una prepa-
ración acelular de pertussis contra la tosferina) ( Sección 
24.6). La difteria casi se ha erradicado completamente en los 
países desarrollados en los que se administra ampliamente 
esta vacuna. La penicilina, la eritromicina y la gentamicina son 
tratamientos generalmente eficaces, pero en casos de difteria 
potencialmente mortales, la antitoxina diftérica (un toxoide 
antisérico para la difteria producido en caballos) se puede utili-
zar en combinación con el tratamiento antibiótico.
Tosferina
La tosferina (tos convulsiva) es una enfermedad respiratoria 
aguda y muy infecciosa. Los niños menores de 6 meses, que 
son demasiado jóvenes para ser vacunados con efectividad, 
presentan la mayor incidencia de la enfermedad y también 
los síntomas más graves. Las células de Bordetella pertus-
sis (Figura  29.14a) se unen a las células del tracto respirato-
rio superior y excretan exotoxina de la tosferina. Esta toxina 
es muy potente, e induce la síntesis de monofosfato de adeno-
sina cíclico (AMP cíclico;  Figura 7.14), que es responsable, 
al menos en parte, de los mecanismos que causan daño tisular 
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Figura 29.13 Seudomembrana en un caso de difteria. La
seudomembrana (flechas) en un caso activo de difteria restringe el flujo de 
aire y dificulta la deglución, y va asociada a un fuerte dolor de garganta.
Figura 29.14 Bordetella y tosferina. Las células de B. pertussis normalmente son cocobacilos de 0,2-0,5 μm de diámetro y aproximadamente 1 μm de
largo. La incidencia de la tosferina ha experimentado un alza importante, llegando a registrarse más de 41.000 casos en 2012, la mayor cifra desde hacía 60 años. 
Datos de CDC.
Año
1987 1992 20021997 2007 20121982
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Células de Bordetella pertussis, causantes de la tosferina,
con tinción de Gram
(a) Incidencia de la tosferina en los Estados Unidos con un recuadro
que muestra una imagen de SEM de células de Bordetella sp. 
(b)
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