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983 C A P Í T U L O 31 Agua y alimentos como vehículos de enfermedades bacterianas microbiología actual microbiología actual El «pruno» de la cárcel esconde un cóctel mortal Las condiciones en el interior de las cárceles, a menudo, provocan situa- ciones extremas, como fabricar vino casero carcelario (una poderosa bebida llamada «pruno»). Sin embargo, aunque los prisioneros estén rele- gados a vivir detrás de los barrotes, no son inmunes a las enfermedades de origen alimentario. Eso pasa con el pruno, que puede provocar una enfermedad de origen alimentario que puede llevar a la muerte. El pruno está hecho con una mezcla de naranjas, uvas, manzanas y azúcar, y a veces también se le añaden patatas, maíz o pan. Cada lote es único, como resultado de los ingredientes disponibles en cada momento. Los ingredientes (fotografía) se trituran en agua caliente, se guardan en una bolsa de plástico, y se deja que fermenten hasta 2 semanas. El pro- ducto fermentado se cuela por un calcetín o una funda de almohada para producir un zumo de color entre naranja amarillento y rojo (según los ingre- dientes) que contiene de un 2 a un 14 % de alcohol. Lo segundo equivale al contenido de alcohol de un vino tinto con todas las de la ley. Desde 2011, el pruno carcelario se ha relacionado con, al menos, 20 casos de botulismo, una forma grave de intoxicación alimentaria. En 2012, ocho prisioneros del correccional de Arizona casi se mueren por beber un pruno que contenía la toxina botulínica1. A todos los reclusos afecta- dos se les dio la antitoxina botulínica (anticuerpos que neutralizan la toxina botulínica) y varios necesitaron una sonda nasogástrica, un procedimiento médico utilizado para lavar el tubo digestivo. Todos los reclusos tuvieron la suerte de sobrevivir a lo que podría haber sido una muerte segura sin la intervención médica. El botulismo está provocado por Clostridium botulinum, una bacte- ria grampositiva anaerobia formadora de endosporas, que suele vivir en el suelo. En el brote de Arizona y otros más, el ingrediente común de los lotes de pruno en mal estado eran las patatas crudas. Es probable que las esporas de C. botulinum entrasen en el pruno en fermentación con la tie- rra que llevan las patatas; el estado anóxico del brebaje aportó el ambiente perfecto para el crecimiento y la producción de la toxina. 1 Briggs, G., et al. 2013. Botulism from drinking prison-made illicitit alcohol—Arizona, 2012. Morbidity and Mortality Weekly Report. 62: 88. I El agua como vehículo de enfermedades 984 II Enfermedades transmitidas por el agua 986 III Los alimentos como vehículo de enfermedades 990 IV Intoxicaciones alimentarias 994 V Infecciones alimentarias 997 https://booksmedicos.org Capítulo 31 Agua y alimentos como vehículos de enfermedades bacterianas microbiología actual booksmedicos.org Botón1:
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