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Universitas Médica ISSN: 0041-9095 revistascientificasjaveriana@gmail.com Pontificia Universidad Javeriana Colombia Bernal Villegas, Jaime; Suárez Obando, Fernando La era genómica y proteómica de la medicina Universitas Médica, vol. 48, núm. 2, 2007, pp. 104-117 Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=231018666004 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto http://www.redalyc.org/revista.oa?id=2310 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=231018666004 http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=231018666004 http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=2310&numero=18666 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=231018666004 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=2310 http://www.redalyc.org 104 BERNAL J., SUÁREZ F., LA ERA GENÓMICA Y PROTEÓMICA DE LA MEDICINA Resumen Las visiones actuales de la enfermedad, com- prendidas en el proceso de la interacción genoma-proteoma-metaboloma-ambiente, obli- gan a una reflexión sobre el contenido curricular de la carrera de medicina. La necesi- dad de la genómica en el entendimiento de la naturaleza humana y en el desarrollo de sus enfermedades es un proceso que llevará a cam- biar los conceptos fundamentales de la medici- na y generará una visión de los manejos clínicos basados en una complejidad que no excluye la naturaleza genética de los individuos ni recha- za la influencia ambiental en el proceso fisiopa- tológico. Esta complejidad debe ser discutida a lo largo del entrenamiento de un estudiante de medicina. Palabras clave: genómica, genoma, proteoma, metaboloma, educación médica. Abstract The present conception of disease, included in the interaction process genome-proteome- metabolome-environment, induces a reflection on the curricular content of the medicine career. The necessity of genomics in the understanding La era genómica y proteómica de la medicina Jaime Bernal Villegas* Fernando Suárez Obando* * * Director, Instituto de Genética Humana, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, D.C., Colombia. ** Profesor investigador, Instituto de Genética Humana, Pontificia Universidad Javeriana, Bo- gotá, D.C., Colombia. of the human nature and in the development of its diseases, is a process that will change the fundamental concepts of the practice, and will generate a vision of the clinical handling, based on a complexity that does not exclude the genetic nature of individuals, nor rejects the environmental influence in the physiopatholo- gical process. This complexity must be discussed throughout the training of a medical student. Key words: genomics, genome, proteome, metabolome, medical education. Introducción Tradicionalmente, la genética huma- na se ha ocupado de estudiar la heren- cia a partir de la observación del ARTÍCULO DE REFLEXIÓN 105 UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 2 fenotipo. A partir de la introducción de la biología molecular es posible obser- var el genoma, que se define como el contenido total de ADN de una célula haploide. Sin embargo, la disciplina de la genómica es mucho más que el es- tudio de genomas, ya que involucra el manejo de grandes cantidades de da- tos, tanto en el laboratorio como en las bases donde se depositan. La genómica va mas allá de la sim- ple descripción de los genes, para in- cluir las proteínas que producen, sus interacciones, las maneras en que unos genes regulan la transcripción de otros y la descripción de circuitos comple- jos de interacciones, con un mejor entendimiento de las células y los or- ganismos[1]. El reto de la genómica es, entonces, producir modelos utili- zando la información proveniente de las secuencias de los genomas, varia- ciones de las poblaciones, perfiles de expresión génica, proteómica, metabolómica y circuitos genómi- cos[2]. En ese orden de ideas, la genómica es parte integral de las ciencias biomédicas y su influencia se ejerce en un amplio campo que incluye des- de las pruebas diagnósticas hasta el diagnóstico prenatal, pasando por las explicaciones fisiopatológicas del cán- cer. Parece, pues, importante conside- rar su papel en la formación del médico actual. Los planes de estudio actualmente vigentes en las carreras de medicina en Colombia apenas incluyen las ba- ses genéticas dentro del contexto bioquímico o histopatológico de las ciencias básicas y la correlación clíni- ca se limita, en la mayoría de los ca- sos, al estudio de la dismorfología, la teratología, y al análisis de los patro- nes de herencia[3]. La era genómica de la medicina hace necesario que el estudiante en- tienda con claridad la relación genoma-ambiente-fenotipo[4], dándo- le un sentido biológico a las ciencias clínicas y básicas. De igual manera, se propone desde la genómica la re- flexión ética sobre las implicaciones que la implementación y el uso de las nuevas tecnologías puedan tener en el bienestar humano, así como su in- fluencia en la definición de normali- dad y anormalidad, y en el concepto de enfermedad y salud, vistas en con- junto desde la variedad biológica y la evolución. Surgieron nuevas ideas para un modelo de enseñanza de la medicina, principalmente a partir de una confe- rencia dada por uno de los autores (J.E. Bernal), en la que se expusieron Algunas consideraciones sobre la en- señanza y evaluación en las ciencias básicas médicas, conferencia que sem- bró las bases para concebir un progra- ma de medicina alrededor de la 106 BERNAL J., SUÁREZ F., LA ERA GENÓMICA Y PROTEÓMICA DE LA MEDICINA genómica. El esquema original se aprecia en la figura 1. De los concep- tos allí expuestos, se parte hacia la pro- puesta de una medicina en la era de la genómica y la proteómica. Genómica, proteómica y ambiente Las bases moleculares de la fisio- logía celular, referidas desde el des- cubrimiento de la estructura del ADN y la tecnología del ADN recombinante, fueron impulsadas hacia la vanguar- dia de la tecnología para la investiga- ción humana con el desarrollo del proyecto del genoma humano[5]. La genómica es el estudio sistemá- tico de las secuencias completas de ADN (genoma) de un organismo[6]; sus procesos de investigación no se limitan a la “anatomía” del gen, sino que alcanza, en su espectro de acción, a la fisiología molecular (proteínas); es decir, la genómica puede explicar el origen del fenotipo, codificado en los genes. La consecuencia funcional de la ac- tividad celular es el proteoma, o el complemento proteico completo de un organismo codificado en su genoma[7]. Figura 1. Esquema original sobre una propuesta de educación médica basada en la genómica, realizada por Jaime Bernal Villegas. fisiopatología proteínas 107 UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 2 Sin embargo, aunque la genómica detalla el origen, no es necesariamen- te un proceso de predicción porque no existe una absoluta correlación lineal entre el fenotipo y el genotipo, razón por la cual la explicación de un fenó- meno complejo, como el comporta- miento humano o las enfermedades multifactoriales, requiere de un mayor entendimiento del genoma, el proteoma y la interacción ambiental, tal como se representa en la figura 2. El modo en que se moldean las es- tructuras reconocibles de la economía humana, se determina por la interacción de estos tres últimos ele- mentos; sin embargo, la práctica de la medicina se ha dedicado en la mayor parte de su historia al manejo y la res- Figura 2. Las estructuras anatómicas y fisiológicas normales son el resultado de determinan- tes genéticos de la especie modulados por el ambiente, el cual no se limita al ambiente externo (ecológico) sino que incluye el microambiente celular. Las relaciones son bidireccionales entre los tres componentes, el genoma desarrolla en su expresión el proteoma, el proteoma se relaciona con el ambiente(ej.: antígenos de membrana), el ambiente modifica al genoma en sus tasas de expresión o lo hace cambiar desde su estructura (ej.: teratogénesis, mutagénesis). Las patologías pueden originarse en el ambiente pero no escapan a los deter- minantes genéticos. Las patologías genéticas, dependen del ambiente para establecer el grado de alteración homeostática. 108 BERNAL J., SUÁREZ F., LA ERA GENÓMICA Y PROTEÓMICA DE LA MEDICINA tauración de fenotipos. La medicina genómica propone una visión de con- junto[8]. Asignaturas de la carrera de medicina y visión genómica De manera tradicional, la carrera de medicina se ha dividido en dos gran- des áreas: ciencias básicas y ciencias clínicas. La aproximación a estas dos grandes áreas se ha basado en la des- cripción del ser humano, desde la nor- malidad fisiológica hasta la enfermedad, ambas identificadas a tra- vés del juicio clínico. La primera aproximación del estu- diante de medicina al ser humano, es la de su estudio anatómico, a través de un programa basado en clases teó- ricas, seguidas de prácticas en el anfi- teatro. La descripción macroscópica de las estructuras, órganos y sistemas pretende dar una visión general del cuerpo humano, el cual es el resulta- do de la madurez de un sistema com- plejo de desarrollo embriológico[9]. La visión genómica puede aportar, a tra- vés de la integración de la embriología molecular, las razones por las cuales las estructuras anatómicas existen den- tro de un proceso de soluciones de compromiso, ejercidas a través de la evolución. Las estructuras anatómicas no exis- ten únicamente para ser entendidas por la anatomía clásica; su presencia es la manifestación de complejas interaccio- nes entre los factores genómicos deter- minantes y los reguladores ambientales. La uniformidad anatómica de la espe- cie se basa en la persistencia de órde- nes de sistemas y órganos uniformes en todos los individuos (seres huma- nos). La aproximación genómica del desarrollo establece sus orígenes. La misma uniformidad de estruc- turas en los individuos de la especie, pero a nivel microscópico, establece la utilidad de la histología como me- dio de conocimiento de la normalidad tisular, mientras que la anormalidad se estudia a través de la histopatología. Lejos de la propia descripción anató- mica está la funcional o fisiológica que, con base en el resultado final de las funciones morfogenéticas, mantie- ne la homeostasis. Las limitaciones obvias que tiene la microscopia (de luz o electrónica), en- cuentran soluciones si la biología molecular establece un modo de enten- dimiento más profundo de las células que, a su vez, cuando la aplicación clí- nica se dé en el proceso educativo, ge- nerará estimativos pronósticos y de manejo[10]. La genómica establece el modo por el cual la traducción del len- guaje nucleotídico genera las pequeñas variaciones anatómicas (histológicas) que, en el desarrollo de la fisiología proteómica, generan susceptibilidad a las enfermedades. 109 UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 2 La mejor forma de explicar la vi- sión genómica educativa de la medi- cina es presentando la integración de la anatomía, la histología y la patolo- gía utilizando un modelo fisiopatoló- gico que expone una enfermedad de alta prevalencia como el cáncer de co- lon[11]. El cáncer es una enfermedad genética, resultado de anormalidades en el control celular de proliferación[12]. El cáncer de colon, en su manifestación fenotípica y clínica, es el resultado de la distorsión de la arquitectura anatómica normal del tracto intestinal, anormalidad conocida como masa tumoral que, se- gún sea su origen histológico, genera sitios de proliferación celular y patrones específicos de crecimiento. La evalua- ción molecular puede definir con ma- yor precisión que la histopatología clásica el tipo de tumor[13] y los mar- cadores moleculares para establecer el pronóstico y el manejo [14]; asimismo, la genética de poblaciones permite ex- plicar la persistencia evolutiva de genes supuestamente deletéreos[15] y la visión evolutiva de la enfermedad puede con- tribuir explicando por qué las células portadoras de mutaciones se adaptan a nichos anatómicos específicos y no a cualquier lugar del colon[16]; por lo tan- to, se entenderá que es la interacción am- biental con los factores genéticos predisponentes, la que define el futuro de la medicina preventiva[17]. La fisiología, entendida como el funcionamiento en relación con la for- ma (macroscópica, microscópica o molecular), alcanza actualmente el ni- vel de la nanotecnología y las maqui- narias moleculares. Comprender el modo como se regulan, por ejemplo, los procesos del ciclo celular, la me- tástasis y la apoptosis en el cáncer en un microambiente interno, es la aproximación más básica que se debe hacer de la enfermedad oncológica del colon. La lectura de los fenotipos se debe hacer en dirección a los genotipos. Una vez alcanzada la descripción funcio- nal de las células teniendo en cuenta su genoma, será posible definir el metaboloma como la representación práctica del conjunto de reacciones bioquímicas que mantienen la homeostasis corporal; el metaboloma no describe la anatomía macroscópi- ca pero sí explica la fisiología. Las interacciones genómicas y proteómicas, con todas las materias de las ciencias básicas, son múltiples y se han esquematizado en el mapa con- ceptual de la figura 3. Se aprecia en este esquema que la interacción de dos conjuntos de metabolomas (el patóge- no y el humano) genera una reacción que, siempre referida a la expresión genética, termina en la presentación semiológica de la enfermedad. 110 BERNAL J., SUÁREZ F., LA ERA GENÓMICA Y PROTEÓMICA DE LA MEDICINA Figura 3. Un fenotipo inmunológico (humano) en- tra en contacto con el agente patógeno. La interacción desencadena la respuesta fisiopatológica, patológica, histológica, bioquímica y finalmente proteómica (anticuerpos, reacción antiinflamatoria) que desencadena la enfermedad y la defensa de la homeostasis. Las líneas rojas remplazan en la enfermedad a las líneas negras (seguir las líneas rojas) se esquematiza sólo una de las posibles inte- racciones p: proteoma, g: genoma, b: bioquímica, a: anatomía. Líneas negras: normalidad. Líneas rojas: enfermedad. 111 UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 2 Las mismas consideraciones pue- den hacerse en la aproximación clíni- ca de la enfermedad; los años de entrenamiento en semiología diagnós- tica cobran interés genómico en el con- cepto de enfermedad, entendido como una ruptura de la homeostasis del metaboloma. Las malformaciones congénitas se entienden como errores innatos del desarrollo[18] y las enfermedades metabólicas, incluida la diabetes, se definen como la consecuencia de un diseño evolutivo incapaz de manejar las dietas modernas, de tal modo que en el momento exacto en que la sus- ceptibilidad genética define riesgos de la población para la intolerancia a los glúcidos, se encuentra con un ambien- te apropiado para generar complica- ciones como la hipertensión y otras patologías asociadas a la resistencia a la insulina[19]. El ambiente también puede modi- ficar la fisiología nuclear y genera mutaciones deletéreas o diferentes ta- sas de transcripción, según el tejido. Incluso los comportamientos comple- jos obedecen en parte a factores genéticos determinantes que pueden rastrearse hasta los orígenes de la hu- manidad[20]. La enfermedad es, por tanto, un agente activo que modifica el ambiente interno del organismo, el cual tiende a restablecer la homeostasis con me- canismos que, a su vez, perpetúan otros desenlaces indeseables. Por ejemplo, el crecimiento fetal se determina por la interacción de su genoma y el am- biente uterino, y el ambiente fetal —a su vez— es modificado por el ambien- te materno, que define el ambiente funcional de la placenta. Si estas inte- racciones se ven amenazadas, el feto puede ejercer un cambio fisiológico que le permita sobrevivir en un útero “adverso” fisiológicamente. La activación de los genes de su- pervivencia enla vida temprana de- termina que un individuo tenga que lidiar pobremente con el ambiente exógeno posterior al nacimiento[21]. El bajo peso neonatal se relaciona con la resistencia a la insulina en la vida adulta. La enfermedad vista desde la interacción de genes y ambiente, tie- ne orígenes en soluciones de compro- miso muy lejanas a la evaluación clínica de un paciente hipertenso, dia- bético y obeso mayor de 55 años vis- to en la clínica[22]. La enfermedad se origina en cierta predisposición genética individual pero, a su vez, es la patología la que modifica a los genes en su expresión; el ambiente genera reacciones anor- males en los organismos pero éstos, a su vez, modifican el ambiente interno (metaboloma) para recobrar la homeostasis. El modelo de interacción se vuelve más complejo, como se apre- cia en las figuras 4 y 5, según sean 112 BERNAL J., SUÁREZ F., LA ERA GENÓMICA Y PROTEÓMICA DE LA MEDICINA patologías ambientales o genéticas. En ambos casos, los tratamientos tratan de emular desde el ambiente la homeostasis del metaboloma, pero el pronóstico de las terapias depende de factores determinantes propios del proteoma, reflejo del genoma. En la enfermedad ambiental los factores genómicos determinantes pueden en- torpecer la respuesta al tratamiento; en la enfermedad genética, el ambiente puede superar los factores genéticos determinantes. Bioinformática Las ciencias informáticas aplicadas a la investigación biológica han per- mitido almacenar información de alta complejidad tendiente a explicar las redes de interacción proteicas que ge- neran los fenotipos, las similitudes entre las especies, la evolución de las mismas y el desarrollo de las enfer- medades entendidas desde la fisiopatología molecular[23]. Figura 4. En el caso de una enfermedad traumática, el origen es obviamente ambiental, pero los determinantes de la gravedad de sus consecuencias, tienen un origen genómico, expresa- do en la cicatrización y capacidad de recuperación de los órganos (Proteómica). El diagnós- tico genera el consecuente manejo que aunque también ambiental, se define a largo plazo por el pronóstico, que está atado a determinantes tisulares. La respuesta al trauma no es la misma en un paciente con síndrome de Marfan, que en un individuo con matriz extracelular normal. El tratamiento de lo ambiental se ubica en el polo ambiental de la interacción. 113 UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 2 Los computadores juegan, en este caso, un papel que se suma a la robó- tica, que en conjunto forman un con- glomerado de nuevas ayudas para el mantenimiento de la salud; si la genómica se convierte en el eje de la educación médica, la bioinformática debe estar presente obligatoriamente. El mejor modo de entender la com- plejidad fisiológica del ser humano es con la ayuda de la simulación virtual y el uso de grandes bases de datos[24]. Figura 5. Ante una enfermedad de origen genético, como un error innato del metabolismo (EIM), la transformación del metaboloma fisiológico, se origina en un genoma alterado, la corrección o tratamiento (dieta, terapia de remplazo enzimático, terapia génica) sigue siendo ambiental, pero está ubicada en el polo genómica de la enfermedad. De igual forma que en la enfermedad traumática los pronósticos dependen de otros determinantes tisulares. En el caso de un EIM el ambiente debe superar a los genes, en la búsqueda de salud para el afectado. Población, etnopatología y geografía médica La incidencia y prevalencia de las enfermedades no tienen un comporta- miento uniforme en todos los grupos étnicos. El supuesto de uniformidad epidemiológica en un país como Co- lombia es errado, debido a que la com- posición de la población es diversa y la interacción de factores genéticos par- ticulares y ambientes específicos genera Respuesta 114 BERNAL J., SUÁREZ F., LA ERA GENÓMICA Y PROTEÓMICA DE LA MEDICINA una dinámica fisiopatológica casi ex- clusiva en los diversos grupos huma- nos. Si se tiene en cuenta, además, el desarrollo histórico de la actual pobla- ción americana, del continente en ge- neral, se presenta una diversidad de tal magnitud que la historia natural de las enfermedades genera casos particula- res en los grupos étnicos y su dinámica en la población general es más com- pleja en razón de la misma diversidad. Por lo tanto, el estudio de la pato- logía según las etnias debe ser una prioridad en el intento de descripción de las patologías que verdaderamente afectan a las personas. La etnopatolo- gía será, entonces, el pilar sobre el cual se construya una descripción epide- miológica real y que desarrolle la in- teracción de la particularidad genética y el entorno. Es decir, que si se cono- cen las enfermedades que afectan a los grupos en particular, la geografía mé- dica del país se podrá describir en tér- minos que justifiquen políticas de salud pública que correspondan a la realidad de cada grupo. La genómica y la genética de po- blaciones brindan las herramientas moleculares necesarias para alcanzar un nuevo mapa de enfermedades que no se limite a las enfermedades de notificación obligatoria. La descrip- ción de la enfermedad en términos etnopatológicos es la base para implementar nuevas propuestas de análisis epidemiológico, como mode- los de análisis espaciales[25], varia- ción en la incidencia de patologías como el cáncer según variables geo- gráficas[26], y es un sistema que in- cluye las patologías de baja frecuencia, la enfermedad genética, las enferme- dades multifactoriales y las enferme- dades eminentemente ambientales. De lo anterior se desprende que el estudio fenotípico no es suficiente para completar un concepto práctico de et- nopatología, sino que debe cumplir su cometido con base en la biología molecular. La medicina necesita evolucionar Las bases moleculares de la teoría de la evolución de Darwin Wallace son la constante que mueve el desarrollo de la medicina evolutiva. Su contribu- ción al entendimiento de las patolo- gías infecciosas es ampliamente reconocida, aunque el potencial de la medicina evolucionista aún no se ha desarrollado. Las explicaciones sobre el canal del parto estrecho y la persis- tencia de genes deletéreos que produ- cen enfermedad bipolar y vejez, surgen de una visión evolutiva de la patología humana. Si la genómica como ciencia de la descripción y com- probación de la teoría evolutiva se debe convertir en el eje de una nueva ecuación médica, la evolución también 115 UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 2 debe ser reconocida como una cien- cia básica[27]. La construcción del conocimiento del origen genético de las característi- cas genéticas humanas, en relación con su ambiente, permitirá llevar el genoma humano hasta la descripción del fenoma humano: el conjunto de carac- terísticas que comprende el proteoma, el metaboloma y el transcriptoma; es decir, la evolución de la medicina ne- cesita integrar la anatomía y la fisiolo- gía molecular a sus programas educativos [28]. El concepto de herencia permite determinar que las familias comparten proporciones de genoma, pero la he- rencia no es necesariamente genética porque la transmisión de caracteres y su expresión puede ser mediada por el ambiente o por elementos no rela- cionados con la secuencia nucleotídica (epigenética). Se resalta, por lo tanto, el ambiente común compartido por una familia, el cual, en consonancia fisiológica con su conjunto genómico particular, establece un fenotipo exten- dido similar entre sus componentes que, a su vez, explica la agrupación familiar de patologías multifactoriales y afirma la necesidad de utilizar la his- toria clínica familiar como herramien- ta diagnóstica. Conclusiones La necesidad de la genómica en el entendimiento de la naturaleza huma- na es un proceso que llevará a cam- biar los conceptos fundamentales de la medicina[29] y permitirá cerrar la brecha existente entre las ciencias bá- sicas y las clínicas al ofrecer un sus- tento conceptual aplicable a la enseñanza de lo normal (anatomía, histología, fisiología y bioquímica)y a la comprensión de lo anormal (pato- logía, diagnóstico y manejo clínico). La visión genómica debe comprender una proyección hacia la descripción funcional de los fenotipos, el desarro- llo conceptual del metaboloma y su aplicación en el manejo de las enfer- medades, comprendidas como una pérdida de la homeostasis del proteo- ma. Estos conceptos deben ser inclui- dos de manera más amplia en la enseñanza médica actual. Bibliografía 1. Greene HW. Organisms in nature as a central focus for biology. Trends Ecol Evol 2005; 20: 23-7. 2. West M, Ginsburg GS, Huang AT, Nevins JR. 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