Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
994 L A S E N F E R M E D A D E S I N F E C C I O S A S Y S U T R A N S M I S I Ó N Para ser eficaces, los rastreadores de las enfermedades de origen alimentario deben trabajar con rapidez. Por ejemplo, cuando a finales de agosto apareció el primer caso del brote de las espinacas con E. coli, se tardó menos de un mes en conec- tarlo con el producto específico de espinacas. Como E. coli O157:H7 es un patógeno bien conocido, las autoridades sanita- rias consiguieron identificar con rapidez la cepa que contaminó las espinacas embolsadas. Entonces, las autoridades siguieron la pista de esta cepa hasta la planta de procesamiento y, final- mente, identificaron que el origen del patógeno estaba en un campo de cultivo cercano a la planta de procesamiento. Aun- que sigue sin aclararse cómo se contaminaron las espinacas, probablemente la fuente fue el estiercol de animales domésti- cos. Durante el brote, dos redes de seguimiento de enferme- dades de origen alimentario fueron claves para la exposición y finalización de este brote: FoodNet (centros para el control y la prevención de enfermedades) y PulseNet (una red internacional de tipado molecular para enfermedades de origen alimentario). La epidemia de E. coli de las espinacas, aunque grave e incluso mortal para algunos, se descubrió, se contuvo y se detuvo con mucha rapidez. Sin embargo, el incidente demuestra que las instalaciones centralizadas de procesamiento de alimentos pue- den diseminar rápidamente enfermedades a poblaciones dis- tantes. Debido a esto, se deben mantener unos estándares de higiene alimentaria y un seguimiento al más alto nivel posible en todo momento en los restaurantes y en las dependencias de los centros de distribución y procesamiento de los alimentos. MINIRREVISIÓN Distinga entre infección alimentaria e intoxicación alimentaria. Describa los procedimientos para tomar muestras microbianas de alimentos sólidos como la carne. Describa cómo se sigue la pista de un brote de enfermedad transmitida por los alimentos. efecto entre el patógeno y la enfermedad. De hecho, la iden- tificación de la misma cepa de un patógeno concreto en los pacientes y en el alimento que se sospecha que está contami- nado constituye la «prueba definitiva» para relacionar la causa y el efecto en un brote de enfermedad de origen alimentario. Exis- ten muchas técnicas microbiológicas, inmunológicas y molecu- lares para ello (Capítulo 27). Epidemiología de las enfermedades de origen alimentario Se puede producir un brote de una enfermedad de origen ali- mentario en una vivienda, en la cafetería de la facultad, en un comedor universitario, en un restaurante, en un comedor mili- tar o en cualquier lugar donde muchos individuos consuman un alimento contaminado. Además, las instalaciones centra- lizadas de procesamiento de alimentos y los centros de dis- tribución de alimentos aumentan la probabilidad de que los alimentos contaminados provoquen brotes de la enfermedad lejos de donde este se procesó originalmente. El trabajo del epi- demiólogo alimentario es rastrear estos brotes y determinar su origen, a menudo hasta el sitio exacto donde se contaminó el alimento. Un buen ejemplo de rastreo eficaz de una enfermedad de ori- gen alimentario es el brote de 2006 ocasionado por Escherichia coli O157:H7 (véase la Sección 31.11 y la Figura 31.14) en los Estados Unidos. Mediante cultivos y estudios moleculares, este brote se relacionó con el consumo de bolsas de espinacas con- taminadas, y se rastreó con rapidez hasta un centro de procesa- miento de alimentos en California. Las espinacas contaminadas se distribuyeron a escala nacional desde la planta de California, pero la mayoría de enfermos estaban en el medio oeste. En el verano de 2013 se produjo otro brote «embolsado» en el medio oeste, pero en este caso estaba relacionado con las lechugas y no con las espinacas, y con el parásito Cyclospora cayetanensis ( Sección 32.4) en vez de con la bacteria E. coli. IV Intoxicaciones alimentarias La intoxicación alimentaria la pueden provocar diferentes bacterias y unos pocos hongos. Aquí tratamos Staphylococ- cus aureus, Clostridium botulinum y Clostridium perfringens, las causas más habituales de intoxicación alimentaria por bac- terias. Dos de ellas, S. aureus y C. perfringens, están entre las cinco primeras causas de enfermedades de origen alimentario (Tabla 31.5). 31.8 Intoxicación alimentaria por estafilococos Una potente intoxicación alimentaria tiene su origen en las ente- rotoxinas producidas por la bacteria grampositiva Staphylococ- cus aureus (Figura 31.10; Sección 15.7), un microorganismo generalmente asociado a la piel y a las vías respiratorias superio- res, que provoca con frecuencia el pus de las heridas ( Sec- ción 29.9 y Figura 29.30). Puede crecer de forma aerobia o anaerobia en muchos alimentos habituales y produce enterotoxi- nas termoestables que, una vez consumidas, causan uno o varios síntomas digestivos, como náuseas, vómitos, diarrea y deshidra- tación. El comienzo de los síntomas es rápido, de 1-6 h después de la ingestión según la cantidad de enterotoxina consumida, pero los síntomas normalmente remiten en 48 h. C D C /P H IL (a) (b) C D C /P H IL , J . H a n e y C a rr Figura 31.10. Staphylococcus aureus. (a) Imagen al microscopio óptico con la tinción de Gram, donde se muestra el típico aspecto de «racimo de uvas» de los estafilococos. (b) Imagen coloreada al microscopio electrónico de barrido de las células de S. aureus. Cada célula tiene un diámetro aproximado de 0,8 μm. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
Compartir