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Edición N13 Journal NSCA Spain

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ACTIVIDAD 
MUSCULAR 
DEL CORE 
EVALUADA CON 
ELECTROMIOGRAFÍA 
DURANTE EL EJERCICIO 
PARA EL TRATAMIENTO 
DE DOLOR LUMBAR 
CRÓNICO: 
REVISIÓN SISTEMÁTICA
PROGRAMA ESPECÍFICO 
DE ACONDICIONAMIENTO 
Y FUERZA PARA EL HOMBRO, 
PARA NADADORES DE 
CROL FRONTAL (CF).
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Nº13
NOVIEMBRE
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Bridging the gap between
science and application
ENTRENAMIENTO DE FUERZA Y
ACONDICIONAMIENTO
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N°13 Journal NSCA Spain 3
ÍNDICE
ACTIVIDAD MUSCULAR DEL CORE EVALUADA 
CON ELECTROMIOGRAFÍA DURANTE EL EJERCICIO 
PARA EL TRATAMIENTO DE DOLOR LUMBAR CRÓNICO: 
REVISIÓN SISTEMÁTICA
06.
ENTRENAMIENTO DE FUERZA AUTORREGULADO: 
¿EL ENTRENAMIENTO BASADO EN LA VELOCIDAD 
REPRESENTA EL FUTURO?
46.
PROGRAMA ESPECÍFICO DE ACONDICIONAMIENTO 
Y FUERZA PARA EL HOMBRO, PARA NADADORES 
DE CROL FRONTAL
24.
Editor jefe: Dr. Azael J. Herrero, CSCS,*D, NSCA-CPT,*D 
Adjunta al Editor: Lara Pablos
Dpto. de Marketing: Isabel Guerra
Maquetación: Pedro Moreno www.iamperi.com
ISSN: 2445-2890
Secretaría: NSCA Spain. C/ Alcalá, 226 - 5ª Planta, 28027 Madrid
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N°13 Journal NSCA Spain6
ACTIVIDAD MUSCULAR 
DEL CORE EVALUADA CON 
ELECTROMIOGRAFÍA DURANTE EL 
EJERCICIO PARA EL TRATAMIENTO 
DE DOLOR LUMBAR CRÓNICO: 
REVISIÓN SISTEMÁTICA
Adrian Escriche-Escuder, MSc,¹,² Joaquin Calatayud, PhD,¹,³ Ramón Aiguadé, PhD,⁴ Lars L. Andersen, 
PhD,³,⁵ Yasmin Ezzatvar, MSc,¹ and José Casaña, PhD¹
¹Department of Physiotherapy, Exercise Intervention for Health Research Group (EXINH-RG), 
University of Valencia, Valencia, Spain; ²Department of Physiotherapy, University of Malaga, Malaga, 
Spain; ³National Research Centre for the Working Environment, Copenhagen, Denmark; ⁴Department 
of Nursing and Physiotherapy, University of Lleida, Lleida, Spain; and ⁵Sport Sciences, Department 
of Health Science and Technology, Aalborg University, Aalborg, Denmark.
El dolor de la zona lumbar (DL) es uno de los problemas de salud más frecuentes a nivel mundial 
que afecta tanto a la actividad laboral como a la vida personal. Aunque el ejercicio físico enfocado 
en el trabajo de la musculatura del core se utiliza comúnmente como parte del tratamiento, no hay 
una revisión sistemática de la especificidad e intensidad del ejercicio en personas con dolor lumbar 
crónico (DLC). Este artículo tiene como objetivo hacer una revisión sistemática de la literatura 
relacionada con la actividad muscular del core evaluada con electromiografía durante el ejercicio 
en adultos con DLC no específico. Esta revisión sistemática funciona como una guía de referencia 
para la selección de ejercicios de core para pacientes con DLC no específico.
Palabras clave: electromiografía; ejercicio; control motor; fisioterapia; rehabilitación; columna; tronco.
Artículo original: “Core Muscle Activity Assessed by Electromyography 
During Exercises for Chronic Low Back Pain: A Systematic Review”. 
Strength and Conditioning Journal. 41(4): 55-69. 2019
RESUMEN
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N°13 Journal NSCA Spain 7
INTRODUCCIÓN
El dolor lumbar (DL) es uno de 
los problemas de salud más 
frecuentes a nivel mundial con 
una prevalencia de por vida de 
más del 84% (66). La lumbalgia 
(DL) ocurre en todas las etapas 
de la vida, aunque con una 
menor prevalencia antes de la 
adolescencia y un descenso en 
la aparición de nuevos episodios 
en la última década de la 
vida (35). Aunque la mayoría 
de los casos de dolor agudo 
disminuyen espontáneamente 
por el efecto del paso del tiempo 
(49), la mayoría de las personas 
experimentan una recurrencia de 
al menos un episodio (31,61). En 
aproximadamente el 20-30% de 
los casos, el dolor puede persistir 
y ser incapacitante, limitando la 
actividad en la práctica deportiva, 
trabajo y vida social (35). El DL 
de gran intensidad aumenta 
gradualmente el riesgo de baja 
laboral por enfermedad a largo 
plazo (1). Por esta razón, el DL es la 
principal causa de discapacidad 
en personas menores de 45 años 
y la que más gasto genera en 
personas de 20 a 57 años (35).
Existen diferentes clasificaciones 
del DL, a menudo basadas en la 
duración y la causa. En términos 
de duración, el DL crónico (DLC) 
puede definirse como aquel dolor 
persistente durante al menos 
12 semanas en la zona entre la 
última costilla y el pliegue del 
glúteo (3,9,54). En términos de 
causa, los problemas radiculares 
u osteoartritis, entre otras 
causas, pueden ser el origen de 
la sintomatología del paciente. 
Por lo tanto, se han utilizado 
clasificaciones clínicas para 
ayudar en el manejo de pacientes 
con dolor lumbar (55,56).
La cronicidad y la incapacidad 
del DL han incrementado a pesar 
del incremento significativo de la 
investigación, imagen radiológica, 
tratamiento y medicación (8). En 
Estados Unidos, el medicamento 
más prescrito para el dolor 
lumbar son los opiáceos (36). Sin 
embargo, estos están asociados 
a un gran número de efectos 
secundarios, complicaciones, 
y sobredosis fatales (52). Sin 
embargo, no hay evidencia de 
que el uso de opiáceos mejore 
la vuelta al trabajo o reduzca 
las necesidades de otros 
tratamientos (21). Además, una 
reciente revisión sistemática 
mostró que la cirugía real no es 
mejor que la cirugía simulada 
para el DLC (38). Debido a esto, los 
investigadores y especialistas han 
realizado un esfuerzo por cambiar 
el paradigma del DL durante la 
pasada década, buscando otras 
posibles causas e implementando 
nuevas aproximaciones en el 
tratamiento.
En relación a los mecanismos 
causales, existen numerosas 
diferencias entre los pacientes 
con y sin DLC, por ejemplo, 
en morfología y actividad 
electromiográfica (EMG) de la 
musculatura del Core. Pacientes 
con DL, han presentado 
alteraciones en el control motor, 
con una respuesta EMG retrasada 
(14) y un patrón alterado de 
reclutamiento muscular (16,57). 
Se han encontrado alteraciones 
en la actividad EMG del tronco 
en pacientes con DLC durante 
las actividades de la vida diaria 
y la realización de ejercicio en 
comparación con adultos sanos 
(13,22). Además, los pacientes con 
DLC tienen generalmente menos 
fuerza de extensión lumbar 
(11,58), una reducción del área 
transversal de la musculatura 
paravertebral (18,40), mayor 
infiltración grasa y cambios en 
la proporción del tipo de fibras 
musculares (44, 68), y mayores 
niveles de fatiga comparado 
con sujetos sanos (47). Algunos 
investigadores y especialistas 
han sugerido que los multífidos 
lumbares, transverso del 
abdomen y cuadrado lumbar 
podrían ser los músculos del 
tronco más perjudicados, 
suponiendo asociaciones entre 
el DL y una disfunción de estos 
músculos (29, 32-34).
Entre las muchas opciones 
disponibles, el ejercicio activo 
es uno de los tratamientos más 
utilizados (43). Especialmente, se 
ha utilizado extensivamente el 
entrenamiento de estabilización 
lumbar para la gestión del DL. 
Este tipo de entrenamiento 
tiene como objetivo activar 
la musculatura profunda y 
superficial de la columna (7) y 
conseguir una adecuada posición 
del tronco sobre la estructurade la pelvis para favorecer el 
movimiento y la transferencia 
de energía a los segmentos 
distales de las extremidades (12). 
Utilizando este entrenamiento, los 
terapeutas tienen como objetivo 
mejorar el control neuromuscular 
y el reclutamiento, mejorando la 
capacidad de realizar actividades 
de la vida diaria y reduciendo 
el dolor y la incapacidad. Sin 
embargo, existe una amplia 
variedad de ejercicios (p.ej., 
dinámicos o isométricos) y existen 
técnicas complementarias (p.ej., 
maniobra de abdominal bracing). 
Con este propósito, es un aspecto 
clave la selección de ejercicios 
para proporcionar desafíos 
neuromusculares progresivos a 
los músculos implicados. 
La EMG de superficie se utiliza 
frecuentemente para evaluar 
ciertos niveles de actividad 
muscular y patrones de 
reclutamiento (65). Durante los 
últimos años, los investigadores 
han evaluado la EMG de la 
musculatura del Core en ejercicios 
realizados normalmente por 
pacientes con DL. Sin embargo, 
en la mayoría de los estudios 
participaban pacientes sanos 
(15, 17, 23-26, 28). La actividad 
electromiográfica durante 
estos ejercicios es diferente en 
sujetos con y sin DL, y no existe 
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N°13 Journal NSCA Spain8
ninguna revisión sistemática de 
la actividad EMG durante tales 
ejercicios en pacientes con DL. 
Sin embargo, esta información 
es importante para mejorar la 
toma de decisiones clínicas con 
datos objetivos, para seleccionar 
apropiadamente ejercicios para 
cada músculo específico, en 
cada sesión de entrenamiento 
o fase del tratamiento, así como 
la posibilidad de crear una 
nueva gestión y estrategias de 
prevención.
El objetivo de este estudio fue revisar 
sistemáticamente la literatura 
que evalúa la actividad EMG de 
los músculos que normalmente 
se utilizan en ejercicios para el 
tratamiento del DLC.
MÉTODOS
BÚSQUEDA
Entre octubre de 2016 y febrero 
de 2017, se realizó una búsqueda 
por 3 investigadores utilizando 
las bases de datos PubMed, 
PEDro, ScienceDirect, Embase, 
SPORTDiscus, y ProQuest Central 
para estudios publicados en 
lengua inglesa posteriores al 1 de 
enero de 2001. Con este propósito, 
se utilizó una adaptación de los 
términos especificados en la Tabla 
1, considerando las características 
de cada motor de búsqueda. Es 
más, se llevó a cabo una búsqueda 
basada en las referencias citadas 
en los artículos localizados. 
Además, se realizó una búsqueda 
sobre ejercicio físico y DL utilizando 
la biblioteca Cochrane.
SELECCIÓN
Aunque se buscaron estudios 
descriptivos de EMG en ejercicios, 
no se descartaron otros tipos de 
estudios. Fueron incluidas las 
intervenciones que registraron 
EMG en ejercicios antes del 
inicio del programa. En la Tabla 
2 se muestran los criterios de 
selección utilizados para la 
revisión sistemática.
Después de descartar resultados 
duplicados, uno de los autores 
seleccionó los títulos y el abstract 
y excluyó los estudios irrelevantes. 
Los otros dos autores analizaron 
el texto completo de los artículos 
restantes para verificar el grado 
de cumplimiento según los 
criterios de selección. En caso de 
duda, los 3 autores se reunieron y 
discutieron sobre el artículo hasta 
llegar a un acuerdo.
Tabla 1
Términos utilizados en la búsqueda electrónica
Celda I (todos los campos) 
(AND)
Términos y variantes sobre la población objetivo 
(low back pain OR LBP OR CLBP OR chronic low 
back pain OR lumbopelvic pain).
Celda II (todos los campos) 
(AND)
Términos y variantes sobre la evaluación 
desarrollada (electromyograph* OR surface 
electromyography OR myoactivity OR activation OR 
biofeedback OR myoelectrical OR neuromuscular 
OR EMG).
Celda III (todos los campos) 
(AND)
Términos y variantes sobre ejercicios y actividad 
física EMG (exercise* OR flexion OR extensio´n 
OR rotation OR lateral OR stabiliz* OR therapeutic 
program OR exercise th* OR physical training).
Celda IV (todos los campos) 
(AND)
Términos y variantes sobre músculos del tronco 
(core OR multifid* OR lumbar* OR transversus 
abdominis OR erector spinae OR longissimus OR 
internal oblique OR external oblique OR paraspinal* 
OR extensor* OR rectus abdominis OR quadratus 
lumborum).
Celda V (NOT) Términos y variantes que no son de interés para la investigación (manual therapy OR pharmacological).
DLC= Dolor Lumbar Crónico; EMG= Electromiografía
Tabla 2
Criterios de selección
Criterios de inclusión
Estudios que registran la actividad EMG muscular de 
los músculos del core con EMG de superficie en sujetos 
durante ejercicios físicos.
Ejemplo de pacientes con DLC no específico con una 
duración de al menos 3 meses.
Registro de la actividad EMG normalizada como un 
porcentaje de la máxima contracción voluntaria, tanto 
dinámica como isométrica.
Texto completo disponible en Inglés.
Publicado después del 1 de enero de 2001.
Criterios de exclusión
Diferentes criterios de clasificación del DLC desde 
criterios descritos en esta revisión o selección de criterios 
no especificados.
Estudios que no analizan ningún músculo de la zona 
lumbar.
Muestra con compresión del nervio radicular, disco 
herniado, espondiloartritis, cirugía previa, u otra causa 
grave.
Revisiones y estudios de caso.
DLC= dolor lumbar crónico; EMG= electromiografía
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CLASIFICACIÓN DE LA ACTIVIDAD 
ELECTROMIOGRÁFICA NORMALIZADA
La intensidad del ejercicio se 
clasificó basándose en el nivel 
normalizado de EMG (nEMG):
- Actividad muscular nEMG baja: 
<20%;
- Actividad muscular nEMG 
moderada: 20-40%;
- Actividad muscular nEMG alta: 
41-60%;
- Actividad muscular nEMG muy 
alta: >60%;
VALORACIÓN DE LA CALIDAD 
METODOLÓGICA
Hasta donde sabemos, no 
existe una escala estándar para 
evaluar la calidad metodológica 
de los estudios observacionales 
utilizando EMG (53). Sin embargo, 
en un esfuerzo por juzgar la 
calidad de los estudios incluidos, 
se utilizaron algunos elementos 
de la herramienta de evaluación 
de la calidad del Effective Public 
Health Practice Project (Proyecto 
Práctico Efectivo de Salud Pública, 
PPESP), como otros autores 
hicieron en un tipo de revisión 
similar (46). La herramienta de 
evaluación de calidad PPESP 
clasifica subjetivamente 
los estudios en calidad alta, 
moderada o baja (19, 37). Los 9 
ítems evaluados son el diseño del 
estudio, la selección del sesgo, 
ciego, factores de confusión, 
métodos de recopilación de 
datos, retiros y abandonos, 
integridad de la intervención y 
análisis. Según el sistema GRADE, 
para estudios observacionales, 
confianza y calidad se reducen 
cuando se produce uno o más de 
los siguientes sucesos: criterios 
incorrectos de selección de la 
población, control inadecuado 
de factores de confusión o 
seguimiento incompleto de los 
pacientes (59).
Por consiguiente, debido al 
tipo de estudios incluidos en la 
presente revisión sistemática, 
solo se evaluaron (a) el sesgo de 
selección, (b) la recopilación de 
datos y (c) el informe de datos. 
Los primeros 2 elementos fueron 
evaluados de acuerdo con las 
instrucciones de la herramienta 
PPESP. El informe de datos se 
consideró de calidad baja, si no se 
describieron los procedimientos 
o resultados importantes, de 
calidad moderado, si se declaró 
toda la información importante 
pero de manera incorrecta, y de 
calidad alta, si los procedimientos 
para el informe de datos eran 
correctos. Asimismo, la calidad 
de los estudios fue calificada 
globalmente como alta, cuando 
ninguna de las secciones fue 
calificada como baja; moderada, 
cuando hubo una sección 
clasificada como baja; y baja, 
cuando 2 o más secciones se 
consideraron como bajas. Se 
recomienda incluir estos criterios 
en revisiones sistemáticas futuras 
de EMG durante el ejercicio.
RESULTADOS
BÚSQUEDA DE RESULTADOS
En total, se encontraron 1653 
estudios mediante el proceso de 
búsqueda. Después de eliminar 
duplicados, la búsqueda arrojó 
756 estudios. Basándose en la 
selección de títulos y abstracts, 117 
estudios fueron potencialmente 
relevantes. Después de lafiltración 
de artículos con texto completo, se 
incluyeron un total de 8 estudios 
en el sistema de revisión (3, 20, 39, 
41, 42, 45, 51, 67). Se consideraron 
77 estudios no aptos por falta de 
relevancia o incumplimiento de los 
criterios de selección. La Figura 1 
muestra gráficamente este proceso 
mediante un diagrama de flujo.
Figura 1. Diagrama de flujo de la búsqueda y selección de artículos. CLBP = dolor lumbar 
crónico; EMG = electromiografía.
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Tabla 3
Características del análisis electromiográfico
Autores Muestra DLC (total) Ejercicios Músculos analizados
Informe de 
valores
Arokoski y cols. (3) N= 20 (40)
18 ejercicios: Ej. 1, Caminar en un trampolín; 
Ej. 2, Balanceo de pierna en posición 
de de pie; Ej.3, Con peso en las manos y 
alternando flexión de hombro en posición 
de pie erguido; Ej. 4, Pesas en las manos y 
alternando flexión de hombro en posición 
de pie sobre una tabla de equilibrio; Ej.8, 
en posición de pie, extensión resistida de 
la extremidad superior; Ej. 9, En posición 
de pie, flexión resistida de la extremidad 
superior; Ej. 10, En posición de pie, aducción 
resistida de la extremidad superior; Ej.5, 
Con pesas en las manos, flexión alterna de 
hombro en posición de sentado erguido; 
Ej.6, Balanceo hacia delante y atrás en 
sentadilla alta; Ej. 7, En decúbito prono sobre 
superficie plana, extensión unilateral de 
pierna; Ej.17, En decúbito prono, extensión 
bilateral de pierna con resistencia; Ej. 18, 
En decúbito prono, extensión bilateral de 
pierna; Ej. 11, En cuadrupedia, elevación 
contralateral de brazo y pierna; Ej. 15, 
Ejercicio de transverso abdominal; Ej. 13, 
Empujar una pelota blanda con las piernas 
flexionadas en decúbito supino; Ej.12, Elevar 
caderas en la posición de puente; Ej.14, En 
posición de puente, extensión unilateral de 
rodilla manteniendo cadera elevada; y Ej.16, 
En decúbito lateral, elevación unilateral de 
pierna con resistencia. 
RA, OE y ML (L5)
% máxima 
contracción 
isométrica 
voluntaria 
Desai y Marshall 
(20) N= 10 (20)
10 ejercicios: cuadrupedia (elevación 
opuesta de brazo-pierna), puente, flexiones 
modificadas, sentadilla, y en posición de 
pie, flexión de hombro sobre y fuera de una 
superficie móvil.
RA, OE y ES (L4-L5) % MCIV
Marshall y Desai 
(45) N= 10 (20)
10 ejercicios: cuadrupedia (elevación 
opuesta de brazo-pierna en cuadrupedia), 
puente, flexiones modificadas, sentadilla y 
en posición de sentado, flexión de hombro 
con y sin abdominal bracing.
RA, OE y ES (L4-L5) % MCIV
Jung y cols. (39) N= 14 (14)
2 ejercicios: ejercicio de puente supino 
inestable y posición de puente prono 
inestable (ejercicio de plancha).
OI, RA, ML y PTIL (L1) % MCIV
Oh (51) N= 20 (20) 2 ejercicios: extensión de cadera en posición de prono con y sin cinturón pélvico. ES (L1), GM y BF % MCIV
Kim y cols. (41) N= 20 (40)
2 ejercicios: extensión de cadera en posición 
de prono con y sin compresión pélvica 
externa.
LD, GMª , ES (L1)ª, y BF % MCIV,ª %Submax.
Yoon y cols. (67) N= 10 (10)
3 ejercicios: elevación de brazos en 
cuadrupedia, elevación de piernas en 
cuadrupedia, y elevación opuesta de brazo-
pierna en cuadrupedia.
OE, OI, MF y PTIL % MCIV
Kim y cols. (47) N= 12 (12) 2 ejercicios: ejercicio de puente en supino con y sin puntero láser.
ES (nivel desconocido), 
GM y HAM % MCIV
“Normalizados con la contracción isométrica voluntaria submáxima”
BF= bíceps femoral; DLC= dolor lumbar crónico; OE= oblicuo externo; ES= erector espinal; GM= glúteo mayor; HAM= isquiotibial; PTIL= parte 
torácica del iliocostal lumbar ; OI=oblicuo interno; LD= dorsal largo; ML= multífido lumbar; MCIV=máxima contracción isométrica voluntaria; RA= 
recto abdominal
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ESTUDIOS INCLUIDOS
Características 
de los estudios incluidos.
En total, participaron 105 sujetos 
incluidos en 8 estudios. La media 
de las edades osciló entre los 
23,0 y los 49,7 años. Hubo un 
predominio de estudios que 
evaluaban solo a mujeres. El 
índice de masa corporal (IMC) 
osciló entre 21,4 y 25,1 kg/m2. Kim 
y Yoo (42) no mostraron el IMC de 
la muestra. En general, la mayoría 
de los pacientes incluidos en los 
estudios eran mujeres adultas 
jóvenes.
EJERCICIOS INCLUIDOS
Se han utilizado varios ejercicios 
para fortalecer la musculatura 
de la espalda, ambos en relación 
con la salud y el rendimiento. 
Sin embargo, algunos ejercicios 
fueron repetidos o variantes del 
mismo ejercicio. La posición de 
cuadrupedia con elevación de 
brazos y piernas y la extensión de 
cadera en tendido prono, fueron 2 
de este tipo de ejercicios, y ambos 
fueron evaluados en varios de 
los estudios incluidos. La Tabla 3 
muestra los ejercicios evaluados 
en cada estudio y la musculatura 
analizada con EMG.
RESULTADOS NORMALIZADOS DE 
ACTIVIDAD ELECTROMIOGRÁFICA
Informar sobre los valores 
normalizados de actividad 
muscular EMG es un requisito 
mínimo para la selección del 
estudio. Sin embargo, Oh (51) 
solo presentó los valores que los 
autores consideraron interesantes 
para la discusión de su hipótesis, 
siendo capaces de obtener 
solamente la mitad de la actividad 
muscular registrada en este 
estudio. Es más, en 2 artículos 
(3, 39), los resultados no fueron 
mostrados con valores numéricos, 
impidiendo la extracción de los 
valores de EMG. Por esta razón, 
los datos incluidos en la revisión 
fueron mediante porcentajes. 
Siete estudios (20, 39, 41, 42, 45, 
51, 67) expresaron la máxima 
contracción isométrica voluntaria 
(MCIV), como una herramienta 
estandarizada y objetiva para la 
medida de la actividad muscular. 
Kim y cols. (41) expresaron la 
actividad EMG en términos de 
contracción isométrica voluntaria 
submáxima para normalizar las 
amplitudes absolutas de EMG de 2 
de los músculos analizados (glúteo 
mayor y erector espinal), alegando 
que una contracción máxima de 
esta musculatura podría agravar 
la sintomatología. En contraste, 
Arokoski y cols. (3) normalizaron 
la actividad muscular de cada 
ejercicio con la máxima amplitud 
de EMG obtenida durante una 
contracción voluntaria máxima 
dinámica de la musculatura de la 
espalda y abdominal utilizando 
un dispositivo isocinético. La Tabla 
4 muestra la actividad nEMG 
registrada para cada músculo de 
los estudios incluidos en la revisión.
MÚSCULOS ANALIZADOS
Oblicuo externo. La actividad 
EMG del oblicuo externo se 
analizó en 4 estudios (3, 20, 45, 
67), registrando la actividad EMG 
de la musculatura en diferentes 
movimientos de hombros y 
cadera, el ejercicio de puente 
pélvico, y el puente lateral. La 
mayor actividad nEMG fue 
encontrada en el puente lateral 
con abdominal bracing (115,1% 
± 13,4) (45), seguido del puente 
lateral (108,9% ± 12,6)(45). La menor 
actividad nEMG fue observada en 
el ejercicio de sentadilla (squat) 
(8,1% ± 4,9, 12,11% ± 2,9) (20,45).
Recto abdominal. Cuatro estudios 
(3,20,45,67) evaluaron la actividad 
EMG del recto abdominal. Los 
mayores valores se encontraron 
en el puente lateral realizado con 
abdominal bracing (57,1±9,5) (45) 
y la extensión de la extremidad 
superior con resistencia en 
bipedestación (50-55%) (3). El 
valor registrado más bajos fue en 
posición sentada realizando una 
flexión alterna de hombro con 
mancuerna (0-5%) (3) o de pie en 
una superficie de equilibrio (0-
5%) (3), el balanceo hacia atrás 
y adelante desde una posición 
sentada (0-5%), y el ejercicio de 
puente pélvico (0-5%) (3).
Erectores espinales. La actividad 
EMG de los músculos erectores 
espinales fue analizada en 
5 estudios. Sin embargo, se 
utilizaron diferentes ubicaciones 
para la posición de los electrodos 
en la espalda. Desai y Marshall 
(20) y Marshall y cols. (45) situaron 
los electrodos en torno a L4-L5, 
Oh (51) y Kim y cols. (41) entre L1 
y el erector espinal, mientras 
que Kim y Yoo (42) no describió 
exactamente la posición. En L4-L5, 
la mayor nEMG registrada fue en 
el ejercicio de puente lateral con 
abdominal bracing (63,2±11,0%) 
(45). La mayor actividad nEMG 
encontradaen L1 fue obtenida en 
la extensión de cadera en tendido 
prono (51,9± 11,7) (51).
En 2 estudios, las condiciones de 
inestabilidad y el uso de técnicas 
complementarias como el 
ejercicio de abdominal bracing se 
obtuvieron mayores valores que 
realizándose bajo condiciones 
normales, excepto en la 
sentadilla, donde las condiciones 
de inestabilidad supusieron 
una actividad nEMG menor que 
en condiciones de estabilidad 
(20,45). Además, en 2 estudios, los 
ejercicios realizados con técnicas 
complementarias y herramientas, 
como el cinturón pélvico (41) o 
un biofeedback visual como un 
puntero láser fijado a una correa 
pélvica (42), obtuvo una actividad 
nEMG menor en los erectores 
espinales que el mismo ejercicio 
realizado sin esas herramientas.
Multífido lumbar. Tres estudios 
analizaron la actividad EMG 
del músculo multífido lumbar. 
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Tabla 4
Actividad EMG
Ejercicios Músculos
Arokoski y cols. (3) RA OE MF (L5)
Ej. 1: Caminar sobre trampolín 5-10% 35-40% 40-45%
Ej. 2: Balanceo de pierna en posición de de pie 5-10% 25-30% 35-40%
Ej.3, Con peso en las manos y alternando flexión de 
hombro en posición de pie erguido 0-5% 20-25% 40-45%
Ej. 4, Pesas en las manos y alternando flexión de 
hombro en posición de pie sobre una tabla de 
equilibrio.
0-5% 25-30% 55-60%
Ej.8, en posición de de pie, extensión resistida de la 
extremidad superior 50-55% 50-55% 5-10%
Ej. 9, En posición de de pie, flexión resistida de la 
extremidad superior; 0-5% 20-25% 55-60%
Ej. 10, En posición de de pie, aducción resistida de 
la extremidad superior 5-10% 40-45% 30-35%
Ej.5, Con pesas en las manos, flexión alterna de 
hombro en posición de sentado erguido 0-5% 20-25% 25-30%
Ej.6, Balanceo hacia delante y atrás en sentadilla 
alta 0-5% 15-20% 20-25%
Ej. 7, En decúbito prono sobre superficie plana, 
extensión unilateral de pierna 5-10% 20-25% 30-35%
Ej.17, En decúbito prono, extensión bilateral de 
pierna con resistencia 5-10% 15-20% 55-60%
Ej. 18, En decúbito prono, extensión bilateral de 
pierna 5-10% 15-20% 70-75%
Ej. 11, En cuadrupedia, elevación contralateral de 
brazo y pierna 5-10% 40-45% 40-45%
Ej. 15, Ejercicio de transverso abdominal 5-10% 30-35% 5-10%
Ej. 13, Empujar una pelota blanda con las piernas 
flexionadas en decúbito supino 5-10% 25-30% 20-25%
Ej.12, Elevar caderas en la posición de puente 0-10% 10-15% 60-65%
Ej.14, En posición de puente, extensión unilateral de 
rodilla manteniendo cadera elevada 5-10% 20-25% 65-70%
Ej.16, En decúbito lateral, elevación unilateral de 
pierna con resistencia. 5-10% 20-25% 15-20%
Ejercicios
Desai and Marshall (20) RA OE ES (L4-L5)
Cuadrupedia (elevación opuesta de brazo-pierna 
en cuadrupedia) Músculo contralateral/músculo 
ipsilateral
10,0±7,1%/
11,1±6,7%
15,7±10,5%/
33,3±20,2%
23,6±16,9%/
18,5±13,4%
Cuadrupedia (elevación opuesta de brazo-pierna 
en cuadrupedia) sobre superficie inestable
Músculo contralateral/músculo ipsilateral
9,6±7,3%/
10,7±8,0%
20,7±14,2%/
51,9±33,1%
32,9±30,8%/
26,3±19,0%
Puente lateral
contralateral/ipsilateral
19,2±9,6%/
55,0±23,4%
10,5±4,7%/
77,3±27,6%
15,7±25,3%/
38,6±28,8%
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N°13 Journal NSCA Spain 13
Tabla 4
(continuación)
Puente lateral sobre superficie móvil
Contralateral/ipsilateral
16,7±10,5%/
46,9±26,4%
12,6±5,5%/
92,0±41,8%
19,9±26,3%/
65,7±54,6%
Flexiones modificadas 11,5±8,1% 16,9±9,4% 4,6±2,1%
Flexiones modificadas sobre superficie 
móvil 17,1±22,4% 23,7±13,0% 6,5±6,1%
Sentadilla 6,4±3,3% 8,1±4,9% 37,2±9,4%
Sentadilla sobre superficie móvil 6,4±4,4% 10,0±5,2% 29,6±14,6%
Flexión de hombro 11,8±5,6% 14,7±6,3% 36,6±19,3%
Flexión de hombro sobre superficie móvil 11,2±6,0% 21,3±11,7% 50,5±37,1%
Ejercicios Músculos
Marshall y Desai (45) RA OE ES (L4-L5)
Cuadrupedia (elevación opuesta brazo-
pierna en cuadrupedia)
Músculo contralateral/músculo ipsilateral
11,1±1,9%/
12,2±1,8%
22,6±3,3%/
52,2±9,9%
26,0±3,6%/
20,4±2,9%
Cuadrupedia (elevación opuesta brazo-
pierna en cuadrupedia) con abdominal 
bracing
Músculo contralateral/músculo ipsilateral
16,5±3,0%/
15,6±2,4%
42,5±7,9%/
67,8±9,2%
38,8±7,4%/
32,5±4,4%
Puente lateral
Contralateral/ipsilateral
20,5±2,3%/
60,5±6,8%
15,2±1,9%/
108,9±12,6%
41,7±6,3%/
20,3±8,3%
Puente lateral con abdominal bracing
Contralateral/ipsilateral
24,0±3,2%/
57,1±9,5%
29,9±4,0%/
115,1%±13,4%
27,0±8,9%/
63,2±11,0%
Flexiones modificadas 12,4±2,6% 24,0±4,7% 5,0±0,7%
Flexiones modificadas con abdominal 
bracing 33,8±13,3% 56,5±8,9% 11,1±2,2%
Sentadilla 6,8±1,0% 12,1±2,9% 42,3±3,5%
Sentadilla con abdominal bracing 10,4±1,9% 30,3±4,1% 52,8±9,0%
Flexión de hombro 12,8±1,9% 19,9±2,7% 42,0±8,4%
Flexión de hombro con abdominal 
bracing 15,1±2,9% 39,3±3,2% 56,9±14,3%
Ejercicios Músculos
Jung y cols, (39) RA OI MF PTIL (L1)
Ejercicio de puente supino inestable 2,1±1,5% 9,8±6,7% 34,1±11,6% 25,2±11,1%
Ejercicio de puente prono inestable 
(plancha inestable) 42,1±18,6% 30,1±6,2% 12,1±11,0% 11,2±7,4%
(continua)
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Tabla 4
(continuación)
Ejercicios Músculos
Oh (51) ES (L1) GM BF
Extensión de cadera en 
prono
Izquierda/Derecha
49,9±9,7%/
47,4±12,1%
—/30,3±14,2% —
Extensión de cadera 
en prono con cinturón 
pélvico
Izquierda/Derecha
39,8±7,1%/
40,2±12,1%
—/24,2±7,6% —
Ejercicios Músculos
Kim y cols, (41) ES (L1)a BF GMa LD
Extensión de cadera en 
prono
Izquierda/Derecha
51,9±11,7%/
50,4±18,1%
5,2±2,2%/
44,2±20,4%
15,9±9,4%/
33,3±16,6%
13,6±4,2%/9,7±4,2%
Extensión de cadera en 
prono con compresión 
externa pélvica
Izquierda/Derecha
41,8±8,1%/
43,2±14,1%
9,9±2,1%/
42,8±16,9%
15,1±8,9%/
27,2±10,6%
10,8±
3,3%/9,4±4,6%
Ejercicios Músculos
Yoon y cols, (67) OE OI MF PTIL
Elevación de brazo en 
cuadrupedia
Izquierda/Derecha
20–40%/20–40% 0–20%/0–20% 0–20%/0–20% 0–20%/0–20%
Elevación de pierna en 
cuadrupedia
Izquierda/Derecha
20–40%/20–40% 0–20%/0–20% 0–20%/0–20% 20%/20–40%
Elevación de brazo-pierna 
opuesto en cuadrupedia
Izquierda/Derecha
20–40%/20–40% 20%/0–20% 20–40%/40–60%
40–60%/20–
40%
Ejercicios Músculos
Kim y cols, (42) GM ES HAM
Ejercicio de puente en 
supino 21,3±12,9% 43,1±16,8% 41,7±32,3%
Ejercicio de puente en 
supino con puntero láser 28,6±18,0% 26,8±15,1% 53,3±52,3%
a Normalizado a un máximo de contracción isométrica voluntaria.
BF= bíceps femoral; EMG= electromiografía; OE= oblicuo externo; ES= erector espinal; GM= glúteo mayor; HAM= isquiotibial; PTIL= parte torácica 
del iliocostal lumbar ; OI=oblicuo interno; LD= dorsal largo; ML= multífido lumbar; RA= recto abdominal
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N°13 Journal NSCA Spain 15
Arokoski y cols. (3) y Yoon y cols. 
(67) registraron la actividad EMG 
situando los electrodos a nivel 
vertebral L5. Sin embargo, Jung 
y cols. (39) registraron la señal 
lateralmente a la línea media 
del tronco y por encima de la 
línea que conecta tanto la parte 
superior y posterior de la espina 
ilíaca. El mayor valor se obtuvo 
en la extensión bilateral de pierna 
en tendido prono (70-75%) (3) y 
la extensión unilateral de rodilla 
mientras se mantienen las caderas 
en la posición de puente pélvico 
sobre una pelota blanda (65-70%) 
(3). El valor más bajo fue registrado 
en la extensión de miembro 
superior en bipedestación (5-10%) 
y en el ejercicio del transverso 
abdominal (5-10%) (3).
Oblicuo interno. Solo 2 estudios 
analizaron la actividad EMG del 
oblicuo interno. Comparando 
algunos ejercicios de estabilidad 
del Core realizados en condiciones 
de inestabilidad, Jung y cols. (39) 
mostraron una mayor actividad 
del músculo oblicuo interno en 
el ejercicio de plancha (30,1±6,2%) 
que en el puente pélvico 
(9,8±6,7%), realizando ambos en 
una superficie inestable. Yoon 
y cols. (67) registraron mayores 
niveles de actividad muscular 
cuando se realizaba el ejercicio 
de cuadrupedia elevando brazo-
pierna opuesta que cuando se 
elevaba solo un brazo o una pierna.
Parte torácica de músculo 
iliocostal lumbar. La actividad 
EMG de la parte torácicadel 
músculo iliocostal fue evaluada en 
los mismos estudios que incluían 
el oblicuo interno. En este caso, la 
elevación brazo-pierna opuesta 
en cuadrupedia producía la mayor 
actividad nEMG (40-60%) (67). 
Comparando ejercicios realizados 
en condiciones de inestabilidad, 
la plancha obtuvo una menor 
actividad nEMG (11,2±7,4%) (39) 
que el ejercicio de puente pélvico 
(25,2±11,1%) (39), ambos realizados 
en condiciones de inestabilidad.
Glúteo máximo. Tres estudios 
evaluaron la actividad EMG del 
glúteo máximo desarrollado en 
diferentes ejercicios. Oh (51) y Kim 
y cols. (41) compararon la extensión 
de cadera en prono con o sin 
compresión pélvica, obteniendo 
una actividad nEMG ligeramente 
menor cuando el ejercicio se 
realizaba con un cinturón pélvico 
(24,2±7,6 y 27,2±10,6%) (41,51) 
que cuando se realizaba sin él 
(30,3±14,2% y 33,3±16,7%) (41,51). 
Kim y Yoo (42) registraron una 
mayor actividad nEMG del glúteo 
máximo en el ejercicio de puente 
utilizando ejercicios de trayectoria 
con un puntero láser sujeto a 
un cinturón pélvico (28,6±18,0%) 
(42) que sin usar dicho elemento 
(21,3±12,9%) (42).
CALIDAD METODOLÓGICA
Dos estudios mostraron una 
calidad metodológica baja y 6 
estudios una moderada. Ninguno 
de los estudios mostró una 
alta calidad metodológica. La 
Tabla 5 muestra los resultados 
de la evaluación de la escala 
metodológica aplicada.
DISCUSIÓN
El principal objetivo de este artículo 
era realizar una revisión sistemática 
de la literatura evaluando la 
actividad del músculo Core 
utilizando EMG en los ejercicios de 
rehabilitación del DL, utilizando a 
pacientes con DLC. Un importante 
descubrimiento fue que solo 
algunos de los estudios evaluaron 
la actividad EMG del músculo en 
pacientes con DLC durante los 
ejercicios de rehabilitación típicos.
Algunos autores han descrito 
asociaciones del DL con una 
Tabla 5
Resultados de la aplicación de una escala de evaluación metodológica
Autores Sesgo de selección
Recopilación 
de datos
Informe 
de los datos
Resultados (herramienta 
modificada PPESP)
Arokoski y cols. (3) Baja Alta Moderada Moderada
Desai y Marshall 
(20) Baja Alta Alta Moderada
Marshall y Desai 
(45) Baja Alta Alta Moderada
Jung y cols. (39) Baja Alta Alta Moderada
Oh (51) Baja Alta Baja Baja
Kim y cols. (41) Baja Alta Alta Moderada
Yoon y cols. (67) Baja Alta Moderada Moderada
Kim y cols. (42) Baja Alta Baja Baja
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N°13 Journal NSCA Spain16
disfunción de la musculatura 
multífida lumbar, cuadrado 
lumbar, y el transverso del 
abdomen (29,34). Llama la 
atención, que ninguno de los 
estudios incluidos en esta revisión 
midiera la actividad EMG del 
cuadrado lumbar o del transverso 
abdominal. Este descubrimiento 
está en línea con una revisión 
sistemática similar realizada 
por Martuscello y cols. (46), los 
cuales revisaron los estudios 
que evaluaban los ejercicios 
utilizados habitualmente en el 
tratamiento del DL en sujetos 
sanos. En esta revisión, los autores 
no encontraron ningún estudio 
que analizara la actividad EMG 
del cuadrado lumbar y solo 
encontraron algunos estudios 
que evaluaron la del transverso 
del abdomen. Una posible razón 
puede ser la dificultad en la 
medición de la actividad de los 
músculos profundos con EMG de 
superficie. Por ejemplo, algunos 
autores midieron el multífido 
lumbar con EMG de superficie, 
sin embargo, un estudio previo 
mostró que los valores de EMG de 
superficie no reflejan claramente 
la actividad del músculo, al 
estar asociado con el músculo 
longuísimo adyacente (62).
Los ejercicios de estabilidad del 
Core se realizan normalmente en 
estático, por ejemplo, utilizando 
el ejercicio de puente o las 
planchas, con una activación de 
la musculatura superficial (10,45) 
y profunda del core (principal 
responsable del mantenimiento 
de la estabilidad durante el 
movimiento) (46). Por ejemplo, 
el ejercicio de plancha lateral 
(realizado con abdominal bracing) 
mostraba la mayor actividad de 
todos los ejercicios para los 3 
músculos importantes: oblicuo 
externo, recto abdominal y erector 
espinal (45). Una importante parte 
de los ejercicios de estabilización 
del Core analizados en esta 
revisión, mostraron una actividad 
del músculo recto abdominal 
baja o moderada (3,20,42,45,67), 
excepto en el ejercicio de plancha 
lateral que alcanzó una actividad 
nEMG alta (55,0± 23,4%) (20) y muy 
alta (60,5±6,8%) (45). Sin embargo, 
los mismos ejercicios mostraron 
una mayor actividad en el oblicuo 
externo, el erector espinal, y 
especialmente el multífido 
lumbar (3,20,45). El ejercicio de 
plancha (puente en posición de 
prono) ha sido profundamente 
estudiado y genera alta nEMG 
del recto abdominal en sujetos 
sanos (10,27). Sin embargo, 
solo uno estudio analizó una 
única variación del ejercicio 
desarrollado en condiciones de 
inestabilidad en sujetos con DLC, 
mostrando una alta actividad del 
recto abdominal (42,1% ± 18,59) 
(39), una actividad moderada del 
oblicuo interno (30,1±6,2%) (39), 
y baja actividad del multífido 
lumbar (12,1±11,0) (39).
Los resultados de los estudios 
incluidos mostraron una baja 
actividad nEMG del recto 
abdominal en los ejercicios que 
implican miembros inferiores y 
superiores, excepto en la extensión 
con resistencia del miembro 
superior en posición de pie. Sin 
embargo, la actividad nEMG 
del oblicuo externo, multífido 
lumbar y erector espinal fue 
generalmente moderada o alta 
en esta modalidad de ejercicios 
(3,20,45). Los ejercicios como la 
extensión bilateral de cadera en 
posición de prono, mostró una 
actividad nEMG muy alta del 
multífido lumbar cuando había 
una resistencia externa (70-75%) (3) 
y una actividad nEMG alta cuando 
no era externamente resistido 
(55-60%) (3). En relación al glúteo 
mayor, los estudios incluidos 
solo analizaron su actividad en 2 
ejercicios (extensión de cadera 
en prono y puente supino) y sus 
variantes. Los anteriores estudios 
en sujetos sanos encontraron 
una alta actividad del músculo 
glúteo en el ejercicio de plancha 
lateral con abducción de cadera, 
sendatilla a una pierna, y el 
ejercicio clamshell (rotación 
externa de cadera en decúbito 
lateral) (6). Este descubrimiento 
sugiere que estos ejercicios 
podrían ser utilizados también 
para activar eficientemente 
el músculo glúteo mayor en 
sujetos con DLC, aunque los 
futuros estudios deberían 
corroborar esto.
Una revisión sistemática 
publicada por Martuscello y 
cols. (46) declararon que los 
ejercicios de sentadilla (squat), 
peso muerto, y zancada (lunge) 
produjeron una actividad de 
moderada a alta actividad en la 
musculatura del core lumbar en 
pacientes sanos, especialmente 
cuando se añadían cargas 
externas. Sorprendentemente, 
encontramos pocos estudios 
que utilizaran cargas externas, 
y estos estudios reportaron 
cargas absolutas. Por ejemplo, 
un estudio previo (3) utilizaba 
ejercicios de flexión de hombro 
con mancuerna (mujeres, 1kg; 
hombres 2 kg). Otro ejercicio 
que es típicamente resistido es 
la sentadilla, sin embargo solo 
se encontraron 2 estudios con 
pacientes con DLC (20,45) y el 
ejercicio realizado en isométrico, 
con el peso del cuerpo como 
resistencia. El último estudio 
mostró una baja actividad nEMG 
del recto abdominal y del oblicuo 
externo (20,45) y moderada (20) 
o alta (45) del erector espinal. Sin 
embargo, aunque el ejercicio de 
sentadilla es un ejercicio dinámico, 
realizándose de forma isométrica 
podría limitar la extrapolación 
de los resultados. Son necesarios 
futuros ejercicios evaluando la 
sentadilla dinámica en pacientes 
con DLC porque proporciona 
una mayor transferencia a las 
actividades de la vida diaria. 
Sorprendentemente, los ejercicios 
de peso muerto y zancada, no 
fueron analizados en los estudios 
incluidos, a pesar de que existe 
literatura mostrando resultados 
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alentadores al incluir estos 
ejercicios en la rehabilitación 
de pacientes con DL (5). Los 
futuros estudios deberían evaluar 
aquellos ejerciciospor seguridad 
y eficacia en pacientes con 
DLC. En adultos sanos, el uso de 
cargas externas induce mayores 
niveles de actividad EMG de la 
musculatura del Core que los 
ejercicios sin carga externa (50). 
Sin embargo, son escasos los 
estudios que evalúan la actividad 
EMG en ejercicios con carga 
externa en pacientes con DLC. 
Una razón posible de esta falta 
de estudios que investigan la 
actividad EMG en ejercicios con 
carga externa en sujetos con dolor 
podría ser la creencia de algunos 
autores sobre la posible relación 
entre la intensidad (p.ej. altos 
valores de EMG) y el riesgo de 
lesión o dolor en esta población 
(3). Por ejemplo, algunos autores 
sugieren que los niveles de 
actividad muscular superiores 
al 40% del MCIV podrían ser 
contraproducentes debido a que 
aumentan el riesgo de lesión 
(3). Por otro lado, parece ser 
plausible utilizar cargas externas 
en pacientes con DLC (realizados 
con una técnica adecuada), 
especialmente en fases más 
avanzadas del programa, donde 
el control motor y la estabilidad 
permiten mayores cargas que al 
inicio. De hecho, el uso de cargas 
externas puede ofrecer una 
mejor individualización, variación 
y facilitar retos neuromusculares 
más progresivos, los cuales 
son los 3 principios básicos del 
entrenamiento. Así, utilizando 
cargas externas, los ejercicios 
pueden dosificarse de una 
forma controlada, algo difícil de 
conseguir, por ejemplo, en la 
plancha isométrica, la cual es más 
dependiente del peso corporal y 
de la posición del ejercicio.
El entrenamiento en condiciones 
de inestabilidad está 
caracterizado por la ejecución 
de ejercicios con elementos o 
posiciones que supongan un 
reto para el control postural. Este 
tipo de entrenamiento resistido 
ha sido un tema candente en 
las pasadas décadas. Por un 
lado, en sujetos jóvenes sanos, 
los autores han declarado que 
este tipo de entrenamiento 
favorece el reclutamiento de 
fibras musculares para mantener 
la estabilidad del cuerpo, 
reduciendo la producción de 
fuerza y limitando el rendimiento 
en superficies estables 
(4,60). Estos descubrimientos 
concuerdan con la alta actividad 
nEMG obtenida en ejercicios 
de inestabilidad incluidos en la 
presente revisión sistemática. 
Por otro lado, los estudios previos 
mostraron un aumento de las 
cargas compresivas a nivel lumbar 
en algunos de los ejercicios 
realizados en condiciones de 
alta inestabilidad, por ejemplo, 
durante el entrenamiento en 
suspensión (48). Estos hallazgos 
deberían ser considerados 
en sujetos con un historial de 
debilidad en erectores espinales 
o segmentos inestables de la 
columna. De hecho, realizar 
ejercicios en condiciones de 
inestabilidad puede aumentar 
el nivel de actividad muscular al 
igual que ejercicios complejos 
sin la necesidad de utilizar 
cargas externas. Sin embargo, la 
interpretación de los resultados 
debería realizarse con precaución, 
considerando que una elevada 
actividad EMG no siempre estará 
directamente relacionada con 
un incremento en las ganancias 
de fuerza. Cabe destacar que 
cuando comparamos el mismo 
ejercicio realizado en condiciones 
de estabilidad e inestabilidad 
con la misma carga absoluta, 
la carga relativa será mayor en 
condiciones de inestabilidad. 
Por tanto, debería realizarse una 
adecuada comparación de EMG 
entre ejercicios en superficie 
estable/inestable utilizando 
la misma carga relativa (p.ej. 
calculada en cada posición). 
Cuando esto no sea posible, será 
necesario tener esto en cuenta 
para la interpretación de los 
resultados.
La presente revisión sistemática 
también muestra que el uso 
de técnicas complementarias y 
herramientas tuvieron diferentes 
efectos en función de cada 
ejercicio y técnica. Utilizar un 
feedback visual como es un 
puntero láser durante la ejecución 
del puente pélvico mostró efectos 
diferentes en la actividad EMG 
en función de la musculatura 
analizada. Por ejemplo, la actividad 
nEMG del glúteo máximo y del 
isquiotibial aumentó, mientras 
que la actividad nEMG de los 
erectores espinales descendió, si 
comparamos el mismo ejercicio 
con o sin puntero láser en sujetos 
con DLC (42). En relación a este 
hallazgo, dirigir la atención al 
ejercicio tiene el potencial de 
incrementar la actividad nEMG de 
algunos músculos. Por contraste, 
el uso de un cinturón pélvico como 
un mecanismo de compresión 
disminuyó la actividad nEMG 
del glúteo máximo, los erectores 
espinales, bíceps femoral y el 
dorsal largo en 2 de los estudios 
incluidos (42,51). Esto podría ser 
clínicamente relevante, como 
los estudios anteriores que 
declararon una mayor actividad 
nEMG de la musculatura del 
tronco y cadera durante el 
ejercicio de extensión de cadera 
en posición prono en pacientes 
con DLC (2). Esta técnica podría 
ser útil en las etapas iniciales, 
donde el foco es la estabilidad y 
el control. El abdominal bracing 
es una técnica basada en la 
contracción activa de los músculos 
abdominales durante el ejercicio. 
Esta maniobra se ha utilizado en 
algunos estudios para mejorar la 
estabilización a nivel lumbar. En 
estudios anteriores, cuando se 
comparaban 2 maniobras como el 
abdominal bracing y el abdominal 
hollowing, esta última maniobra 
no mejoró la estabilidad (30, 63). 
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N°13 Journal NSCA Spain18
Por el contrario, la maniobra de 
abdominal bracing estimulaba 
la co-contracción del torso, 
minimizando el desplazamiento 
lumbar, y mejorando la 
estabilidad del tronco, pero 
generaba compresión espinal 
(63). Sin embargo, en el mismo 
estudio, se encontró que cuando 
los participantes sabían el 
tiempo de perturbación, eran 
capaces de estabilizar su tronco, 
suponiendo menores cargas 
compresivas a nivel lumbar 
(63). Estos resultados obtenidos 
en sujetos sanos, deberían ser 
estudiados y confirmar en una 
sencilla muestra de pacientes con 
DLC. En esta revisión, solo uno de 
los estudios utilizó la técnica de 
abdominal bracing, obteniendo 
un incremento considerable de 
la actividad nEMG, aumentando 
y consiguiendo incrementos 
similares de actividad nEMG a los 
obtenidos durante las condiciones 
de inestabilidad (45).
Tres estudios de esta revisión 
(20,41,45) incluyeron una muestra 
saludable para comparar 
los valores de EMG de estos 
ejercicios entre dichos sujetos y 
aquellos con DLC. En un estudio 
previo, van Dieën y cols. (22) 
concluyeron que los hallazgos 
en la EMG de la musculatura 
del tronco en pacientes con DL 
no eran concordantes con el 
modelo de dolor-espasmo o de 
dolor-adaptación. Los autores 
propusieron que los cambios 
observados eran una tarea 
dependiente y relacionada de 
cada problemática individual y, 
debido a esto, existe una gran 
variabilidad entre los sujetos. Los 
hallazgos descritos en los estudios 
incluidos en esta revisión están en 
consonancia con esta explicación. 
Desai y Marshall (20) y Marshall y 
cols. (45) comparten la conclusión 
de que el incremento de nEMG 
inducido por el dolor no está 
presente en todos los músculos 
y ejercicio, pero es producido 
por estrategias de adaptación en 
forma de aumento o disminución 
de la actividad nEMG para 
conseguir una ejecución óptima 
adaptada a la condición específica 
del dolor. Se desconoce cuáles de 
esas adaptaciones son causa o 
consecuencia del dolor. Por esta 
razón, podría ser beneficioso un 
entrenamiento adecuado de los 
músculos del core y del sistema 
neuromuscular para restablecer 
la capacidad del sistema 
musculoesquelético para realizar 
movimientos eficientemente y 
sin dolor.
La principal limitación de esta 
revisión es la heterogeneidad de 
los métodos entre los estudios 
para normalizar los valores de 
EMG. A pesar de que solo se 
incluyeron procedimientos 
normalizados, ya sean 
dinámicos o isométricos, cuando 
comparamos entre estudios, los 
diferentes criterios y métodos de 
normalización introducen una 
serie de sesgos. Por ejemplo, un 
procedimiento inadecuado u 
otros factores como una técnica 
normalizada, análisis de datos, 
o simplemente no conseguir 
un esfuerzo máximoreal podría 
producir inconsistencias en 
los porcentajes calculados. 
Además, debería considerarse 
la ubicación heterogénea de 
los electrodos entre estudios. 
En este contexto, se utilizó una 
ubicación bastante similar de 
los electrodos, por ejemplo, 
para dos músculos diferentes 
como es el multífido lumbar 
(3) y el erector espinal (20,45). 
Finalmente, la interferencia al 
medir musculatura profunda 
con EMG superficial reduce la 
fiabilidad de los valores obtenidos. 
La falta de conocimiento sobre la 
actividad EMG de la musculatura 
profunda durante ejercicios 
comunes tanto en sujetos sanos 
como en pacientes con DLC, 
limita la prescripción basada en 
evidencia de estos ejercicios. La 
escasez de estudios que utilizan 
pacientes con DL e informes 
son limitaciones adicionales. 
La calidad metodológica de 
los estudios publicados fue en 
general moderada. Sin embargo, 
la herramienta de evaluación de 
la calidad para esta revisión no ha 
sido designada para evaluar este 
tipo de estudios, la dificultad para 
evaluar la calidad metodológica 
muestra la necesidad de unificar 
los criterios metodológicos. Los 
criterios mostrados en la presente 
revisión sistemática podrían ser un 
paso adelante para estandarizar 
la evaluación sistemática de los 
estudios con EMG.
CONCLUSIONES
La presente revisión sistemática 
evalúa la actividad nEMG 
durante diferentes modalidades 
de ejercicios con diferentes 
características, que podrían ser 
utilizados como una guía de 
referencia cuando se prescriben 
programas de ejercicio con 
progresiones para pacientes con 
DLC. Parece no ser adecuado una 
única modalidad de ejercicios 
para mejorar la condición física 
y la funcionalidad de este tipo 
de pacientes. Entre los ejercicios 
incluidos en esta revisión, se 
han encontrado ejercicios con 
valores de nEMG bajos, medios, 
altos y muy altos. Los datos 
aportados podrían utilizarse 
para individualizar programas 
y atendiendo al principio de 
progresión del entrenamiento, 
seleccionar los ejercicios en 
función del nivel de actividad 
del músculo y de la tolerancia 
individual al ejercicio.
Realizar ejercicios en condiciones 
de inestabilidad podría ser una 
buena forma de incrementar 
las demandas del sistema 
neuromuscular, sin embargo, 
las características de este tipo 
de entrenamiento deberían 
tenerse en cuenta. Sabiendo que 
ese tipo de ejercicios dificulta el 
mantenimiento de la estabilidad 
y aumenta los movimientos 
del tronco (64), pudiendo ser 
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aconsejable evitarlos en las 
primeras etapas de la rehabilitación.
En estudios previos, el abdominal 
bracing se ha mostrado como una 
herramienta para producir una 
buena estabilidad (medido con 
el Índice de Estabilidad Espinal 
en Nm/rad), siendo hasta un 32% 
más efectivo que el abdominal 
hollowing (30). Por esta razón, su 
uso podría estar recomendado en 
fases intermitentes del programa, 
combinando una alta actividad 
nEMG con el mantenimiento de 
la estabilidad. Por el contrario, 
el uso de un feedback visual 
durante los ejercicios parece 
cambiar positivamente el patrón 
de movimiento. En general, 
parece ser relevante el uso de 
técnicas y herramientas para 
influir en la técnica de ejecución y 
el aprendizaje motor.
La presente revisión sistemática 
también muestra el hueco en la 
literatura. El uso de cargas externas 
debería ser estudiado en sujetos 
con DLC debido a potencial 
efecto mostrado en adultos sanos, 
especialmente en ejercicios de 
miembros superiores e inferiores. 
El rango de las actividades nEMG 
obtenido en ejercicios de miembros 
superiores e inferiores sugiere el 
uso de este tipo de ejercicios en las 
diferentes fases del programa para 
su versatilidad óptima progresión.
APLICACIONES PRÁCTICAS
Los resultados de la presente 
revisión sistemática podrían ser 
utilizados por terapeutas y médicos 
como guía para generar programas 
progresivos basados en el grado 
de actividad muscular nEMG del 
Core. La siguiente progresión 
puede servir de ejemplo para cada 
músculo estudiado:
OBLICUO EXTERNO
Como primer paso, deberían 
seleccionarse ejercicios como la 
sentadilla isométrica, el balanceo 
hacia delante y atrás desde una 
posición sentada alta, o la flexión 
de hombro con una carga externa 
baja. Después, la elevación 
opuesta de brazo-pierna en 
cuadrupedia o de pie con cargas 
externas bajas en las manos, 
alternar flexión de hombro podría 
ser el siguiente paso. La extensión 
o aducción de extremidades 
superiores de forma resistida 
en posición de pie, podría ser el 
tercer paso. Después, el puente 
lateral realizado con abdominal 
bracing sobre superficie móvil 
podría ser una buena opción para 
introducir niveles muy altos de 
actividad muscular.
RECTO ABDOMINAL
El ejercicio de balanceo hacia 
delante y atrás desde una 
posición sentada alta, el ejercicio 
de transverso abdominal, o en 
cuadrupedia la elevación opuesta 
de brazo y pierna podrían 
seleccionarse para la primera 
fase. Para actividad muscular 
moderada, el ejercicio de flexión 
de brazos modificado (push-
up) con abdominal bracing 
debería ser una buena opción. 
El puente lateral con o sin 
abdominal bracing, la extensión 
con resistencia de miembros 
superiores en posición de pie, 
o el ejercicio de puente prono 
con inestabilidad podría ser una 
opción en fases avanzadas del 
programa.
ERECTOR ESPINAL
En primer lugar, elevación de 
brazo y pierna en cuadrupedia 
seguido de su variación inestable, 
el puente lateral, sentadilla 
isométrica o la flexión de hombro 
con una carga externa baja, 
podrían ser buenos ejercicios. 
La extensión de cadera en 
prono realizada con compresión 
pélvica, seguida por el mismo 
ejercicio realizado sin cinturón 
pélvico o el ejercicio de puente 
en posición de tendido supino, 
debería seleccionarse en fases 
intermedias. El puente lateral con 
abdominal bracing o realizado 
en una superficie inestable, se 
incluiría en fases avanzadas.
MULTÍFIDO LUMBAR
Para fases iniciales, podría 
seleccionarse ejercicios como la 
extensión de miembros superiores 
en posición de pie o el ejercicio 
del transverso abdominal. Hay 
un espacio en los ejercicios 
estudiados del multífido lumbar 
en fases intermedias de pacientes 
con DLC. Para fases avanzadas, la 
extensión bilateral de pierna en 
posición de prono o la extensión 
unilateral de rodilla manteniendo 
las rodillas en la posición de 
puente sobre un balón podría 
suponer unos valores muy altos 
de actividad muscular.
OBLICUO INTERNO
Una progresión desde el puente 
en supino sobre una superficie 
inestable y la elevación de brazos 
o piernas en cuadrupedia al 
puente supino sobre superficie 
inestable seguido de la elevación 
de brazo-pierna opuesta podría 
ser un ejemplo de progresión.
GLÚTEO MÁXIMO
Podría utilizarse una progresión 
desde una extensión de cadera en 
prono realizada con compresión 
pélvica al mismo ejercicio 
realizado sin cinturón pélvico. 
Otra progresión podría realizarse 
desde una extensión de cadera 
en prono al mismo ejercicio con 
un puntero láser.
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N°13 Journal NSCA Spain24
PROGRAMA ESPECÍFICO DE 
ACONDICIONAMIENTO Y FUERZA 
PARA EL HOMBRO, PARA 
NADADORES DE CROL FRONTAL
John Bradley, PhD,¹ Stewart Kerr, MSc,² David Bowmaker, MSc, MPhty,² and Jean-Francois Gomez, 
PhD³ ¹Independent Researcher, Cheshire, United Kingdom; ²LifeFit Physiotherapy, Falkirk, Scotland, 
United Kingdom; and ³Mardyke Arena (UCC), Mardyke Walk, Cork, Republic of Ireland.
Aunque la natación es una actividad que involucra al cuerpo entero, los problemas de hombro 
pueden ser bastante comunes en los nadadores de cierto nivel competitivo. La propulsión para 
nadar viene en mayor parte, del tren superior, pero el tren inferior y el tronco juegan un papel de 
apoyo importante. La cadena cinética del hombro del nadador (SSKC) describe la generación de 
propulsión en natación utilizando todo el cuerpo. Los nadadores más efectivos utilizarán el SSKC 
durante el largo, de forma que los programas de fuerza y acondicionamiento efectivos también 
deben incluir el SSKC. Se presentan una serie de ejercicios específicos de natación que utilizan el 
SSKC enfocado en el hombro, pero que a su vez puede formar la base de un programa de fuerza y 
acondicionamiento de natación de todo el cuerpo.
Palabras clave: natación; cadena cinética del hombro; problemas del hombro; ejercicios de hombro.
Artículo original: “A Swing-Specific Shoulder Strength and Conditioning Program 
for From Crawl Swimmers”. Strength and Conditioning Journal. 41(4): 1-17. 2019
RESUMEN
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N°13 Journal NSCA Spain 25
INTRODUCCIÓN
Los nadadores de cierto nivel 
competitivo a menudo desarrollan 
lesiones en el hombro como 
consecuencia de la considerable 
cantidad de tiempo que emplean 
nadando y la naturaleza repetitiva 
del golpe o brazada de natación. 
Una revisión que investiga las 
lesiones en el hombro en nadadores 
describe a los nadadores en edad 
universitaria (promedio de 19 
años), que nadan una media de 
12 horas (rango: 4–18,8 horas) o 42 
km (rango: 9–110 km) por semana 
(7 días), la mayoría de las veces 
utilizando una brazada de arrastre 
delantero (CF – Crol frontal) (37), 
a menudo denominado estilo 
libre. El dolor de hombro puede 
ser una experiencia común en 
nadadores de nivel competitivo (el 
llamado “hombro del nadador"). 
Las estimaciones de dolor durante 
estos estudios oscilaban entre el 18 
y el 91% (6,14,22,32,35,37), el rango 
es tan amplio tal vez debido a las 
diferentes definiciones de dolor 
o a las diferentes poblaciones de 
sujetos (se ha demostrado que 
el sexo, la edad y la altura influyen 
en la incidencia del dolor de 
hombro (7,35)).
Una revisión científica sobre 
los problemas de hombro en 
nadadores de nivel competitivo 
(7) identificó una variedad de 
factores que se asociaron con 
un mayor riesgo de problemas 
del hombro (Figura 1). Los 
principales factores identificados 
fueron la fuerza del hombro, 
la resistencia del hombro, los 
factores biomecánicos del 
hombro durante la brazada de 
natación, tomarse un descanso 
o la cantidad de tiempo libre 
con respecto al entrenamiento 
competitivo de natación (sin 
incluir la recuperación al final 
de la temporada), el historial de 
lesiones y el rango de movimiento 
del hombro. Los factores 
biomecánicos clave que tienen la 
mayor asociación con el impacto 
del hombro específicamente se 
presentan en la Figura 1. 
Los otros factores tienen 
diversos grados de asociación 
con los problemas del hombro; 
Curiosamente, la flexibilidad y 
el rango de movimiento tienen 
una asociación relativamente 
baja con el dolor de hombro. El 
tiempo libre o descanso de la 
natación competitiva se asocia 
con problemas de hombro, lo 
que quizás sugiere que hay una 
adaptación continua que ocurre 
en los nadadores a lo largo de su 
carrera de natación. Por lo tanto, el 
regreso a la natación competitiva 
después del tiempo libre debe 
manejarse con cuidado para evitar 
posibles lesiones en el hombro. 
Swim England describe la 
natación como un ejercicio que 
involucra todo el cuerpo. A pesar 
de esta contribución de todo el 
cuerpo a la natación, la mayoría 
de los estudios que investigan las 
condiciones del hombro en los 
nadadores no identifican otras 
regiones además de éste. Muy 
pocos estudios han examinado el 
movimiento o la función fuera de la 
cintura escapular. En este artículo, 
los factores publicados asociados 
con los problemas del hombro 
en natación (Crol frontal - CF) se 
analizan y aplican a la contribución 
de todo el cuerpo a la natación. 
La serie de ejercicios de 
acondicionamiento de hombro 
específicos para natación que 
se presenta en este artículo han 
sido sugeridos para formar la 
base de un programa de fuerza 
y acondicionamiento para 
nadadores de nivel competitivo. 
MECÁNICA DE LA NATACIÓN
El hombro es una articulación 
compleja (9). La cabeza del 
húmero forma la articulación 
glenohumeral (GH) con la 
escápula (Figura 2), la base 
estable de origen de los músculos 
que contribuyen a estabilidad 
dinámica de GH (17). La escápula 
en sí misma no se une al 
esqueleto axial, pero se adhiere 
a la clavícula en el extremo 
acromial a través de la articulación 
acromioclavicular. La clavícula 
Figura 1. Efecto de los factores asociados con los problemasdel hombro (Bradley et al.) 
(7). Los colores de las barras denotan el factor. Agrupación: rojo 5 factores biomecánicos; 
amarillo 5 características generales; gris 5 historial de lesiones; flexibilidad azul de 5 
hombros y rango de movimiento; púrpura 5 fuerza y resistencia del hombro; verde 5 
fuerza general.
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luego se adhiere al esternón en 
el extremo esternal a través de la 
articulación esternoclavicular. Los 
4 músculos del manguito rotador 
(supraespinoso, infraespinoso, 
redondo menor y subescapular) 
son los músculos principales 
que apoyar la articulación GH y 
conectar el cabeza humeral a la 
escápula (Figura 3). 
La escápula es estabilizada y 
conectada a la columna vertebral 
por el trapecio, romboides y 
músculos elevadores de las 
escápulas, a las costillas (por 
el serrato anterior y pectoral 
menor), al húmero (músculos 
del manguito rotador, redondo 
mayor, deltoides, coracobraquial, 
bíceps braquial, y tríceps braquial), 
y hasta el cuello (omohioideo) 
(Figura 3). Esta complicada 
estructura le da al hombro un 
mayor rango de movimiento 
que cualquier articulación en el 
cuerpo humano, pero tiene una 
mayor dependencia ligamentosa 
y muscular en cuanto a buscar 
apoyo y estabilidad (36). Cualquier 
fuerza creada por las extremidades 
superiores, se transfiere a 
través de la articulación GH a la 
escápula, luego a través de la 
articulación acromioclavicular 
a la clavícula, y al esqueleto 
axial y al cuerpo a través de las 
articulaciones esternoclaviculares 
y articulaciones. Esto forma una 
fuerza cinética de transferencia 
a la cadena a través de las 
extremidades superiores del 
cuerpo, todas estabilizadas gracias 
a su apoyo en los músculos. La 
mayoría de la propulsión (90%) 
en natación CF proviene de los 
brazos y la articulación GH (10). 
Los nadadores de cierto nivel 
competitivo tienden a anclar su 
mano y su antebrazo en el agua 
y su cuerpo tira de esta ancla 
de forma curvilínea a través de 
la línea de avance (5,19). Para 
hacer esto de manera efectiva 
y eficiente, se requiere de la 
coordinación de la articulación del 
hombro y el soporte de músculos 
y estructuras. La brazada en el CF 
puede ser dividida en tres fases 
diferentes: captura, tracción o 
empuje y recuperación (tabla 
1). Principalmente, la propulsión 
proviene de la fase de tracción 
o empuje, cuando el serrato 
anterior, pectoral mayor y el dorsal 
ancho asisten a los músculos 
del manguito rotador, para rotar 
internamente el húmero y hacer 
que el cuerpo avance con la mano 
relativamente anclada (15, 25).
Además de los músculos 
utilizados en la propulsión 
durante el CF, que son claves 
para un movimiento efectivo del 
húmero y de la articulación GH, 
son fundamentales los músculos 
usados en el movimiento y 
estabilización escapular. 
Figura 2. Los huesos de la cintura escapular. Reimpreso con permiso de OpenStax, 
Anatomy & Physiology (Sección 8.1, Figura 2). OpenStax CNX. 26 de febrero de 2016, 
http://cnx.org/contents/14fb4ad7-39a1-4eee-ab6e-3ef2482e3e22@8.24, bajo Creative 
Licencia de Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/).
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La rotación externa del húmero en 
la fase de brazada del CF implica 
protracción escapular y rotación 
hacia arriba, que requiere una 
actividad muscular considerable 
en el serrato anterior, trapecio 
romboides y músculos pectorales 
menores. La rotación interna del 
húmero en el tirón de la fase de 
recuperación implica una rotación 
escapular hacia abajo, esto 
implica a los músculos elevadores 
de la escápula y a los romboides. 
La fase de recuperación implica 
retracción escapular y rotación 
hacia arriba que requiere un sesgo 
de actividad muscular en los 
músculos deltoides, romboides, 
serrato anterior y trapecio.
A pesar de que la mayoría de 
la propulsión. en natación CF 
procede de los brazos y los 
hombros, existe un incremento 
adicional del 10% en la velocidad 
de nado si se añade el efecto 
de las piernas con la patada de 
natación (10).
Esto se debe principalmente a 
las piernas, que proporcionan 
estabilidad relativa al resto del 
cuerpo durante el recorrido del 
largo a nado. Por lo tanto, se puede 
argumentar que la propulsión en 
natación incluye todo el cuerpo, 
desde los pies hasta las manos. 
Todo el movimiento del cuerpo 
se combina para producir una 
acción de natación efectiva, 
convirtiéndose en una unidad 
eficiente y coordinada. 
La espina torácica proporciona 
estabilidad para la articulación de 
las costillas y movilidad a la cadera y 
al hombro. La movilidad del tronco 
influye directamente en la posición 
de la escápula durante la fase de 
captura inicial de la brazada CF y 
durante la fase de recuperación, 
limitando el ángulo de inclinación 
de la escápula y rotación del 
hombro (Tabla 1). Un pobre rango 
de movimiento de la espalda baja-
lumbar, del tronco y las piernas, 
y su coordinación, limitarán la 
contribución que la parte inferior del 
cuerpo puede tener en el hombro y 
parte superior del cuerpo.
La posición y el papel de las piernas 
durante el golpe de natación 
influirá en la posición del cuerpo y el 
movimiento de los brazos durante 
el nado de CF. El 10% del beneficio 
de la velocidad de nado obtenida 
al agregar el trabajo de piernas, va 
acompañado de un alcance mayor 
del 36% en cada brazada y una 
reducción del 15% en la profundidad 
de la muñeca durante el golpe de 
natación. Además, la reducción en 
el retroceso del movimiento de la 
muñeca (en el eje anteroposterior) 
es del 50% durante el recorrido 
del nado (10).
Un papel importante para 
las piernas relacionado con 
mejorar la velocidad de nado 
es probablemente debido a los 
cambios en la trayectoria de la 
muñeca y movimientos de golpe 
FC. Deschodt y col. (10) también 
observaron una oscilación vertical 
reducida de la cadera cuando se 
incluyó la patada de la pierna en 
el golpe de CF, lo que da como 
resultado una mayor estabilidad al 
resto del cuerpo. Esto permite que 
los brazos desarrollen un patrón 
de movimiento más poderoso. 
Junto a la velocidad de nado del 
largo, se ha demostrado que la 
posición del codo y la muñeca 
cambian significativamente la 
fatiga del nadador, en distancias 
de más de 100m y 200m CF en 
nadadores de nivel regional y de 
alto rendimiento (12,30,31). También 
se ha demostrado que la fatiga 
se reduce si la escápula realiza 
Figura 3. Los músculos que mueven el húmero. Adaptado con permiso de OpenStax, 
Anatomy & Physiology (Sección 11.5, Figura 2). OpenStax CNX. 26 de febrero de 2016, 
http://cnx.org/contents/14fb4ad7-39a1-4eee-ab6e-3ef2482e3e22@8.24, reimpreso bajo 
licencia Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/).
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una rotación hacia arriba durante 
la elevación del húmero (34). En 
general, la acción de las piernas 
tiene un impacto significativo 
en los movimientos de la parte 
superior del cuerpo, lo que significa 
que una mala coordinación de 
piernas y movimiento de espalda 
puede contribuir al inicio de la 
fatiga desde la patada, limitando 
su papel estabilizador y resultando 
un CF menos eficiente durante 
el nado.
LA CADENA CINÉTICA 
DEL HOMBRO EN NATACIÓN
La cadena cinética del hombro 
ha sido usada para describir las 
tareas dinámicas que realizan 
las extremidades superiores con 
la integración de movimiento 
articular multisegmental y 
activación muscular (17,29). Sin 
embargo, este concepto de cadena 
cinética solo se ha aplicado a 
actividades realizadas en el medio 
Tabla 1. Se describen las fases del brazo durante el nado en el crol frontal, ilustrando el punto donde 
pueden ocurrir los problemas de hombro. Basado en las características individuales de riesgo de desarrollar 
problemas de hombro (38). Las figuras están adaptadas bajo con el permiso de Pink and Tibone (26).
Fase de nado (basado en el brazo derecho) Requerimientos de movimiento Problemas potenciales 
Fase de captura: entrada de la mano,

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