Clasificación de los suelos

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Clasificación de los suelos
La clasificación de los suelos se basa en diversas características, como la textura, la estructura, el color, la composición mineralógica y la presencia de materia orgánica. La clasificación de los suelos es importante para comprender sus propiedades y su capacidad para soportar la vida vegetal y proporcionar servicios ecosistémicos.
Una de las clasificaciones de suelos más utilizadas es el Sistema de Clasificación de Suelos de USDA, que clasifica los suelos en función de su textura y estructura. Según este sistema, los suelos se clasifican en tres categorías principales: arena, limo y arcilla. Estas categorías se subdividen en clases más específicas en función de la proporción de cada tipo de partícula en el suelo.
Otra clasificación importante es la Clasificación de Suelos de la FAO, que clasifica los suelos en función de su perfil y propiedades físicas, químicas y biológicas. 
Según esta clasificación, los suelos se dividen en grandes grupos, como los suelos arenosos, los suelos arcillosos, los suelos orgánicos y los suelos aluviales.
En resumen, la clasificación de los suelos es importante para comprender sus propiedades y su capacidad para soportar la vida vegetal y proporcionar servicios ecosistémicos. La clasificación de los suelos ayuda a los científicos y agricultores a seleccionar prácticas de manejo del suelo adecuadas y a conservar los suelos de manera sostenible.