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Mujer Pediatra
e sabe muy bien que la especialidad de la Pediatría en el campo médico, estudia al niño desde su nacimiento hasta la adolescencia 
e incluye tanto a los niños enfermos como a los sanos. La Pediatría existe o hay reportes sobre cuándo los niños fueron importantes 
para el desarrollo de la sociedad a partir del Renacimiento, cuando comienzan a considerarse las enfermedades de los niños como 
una actividad médica y se escriben libros de orientación más pediátrica. Pero no es hasta la Edad Moderna, cuando empiezan a 
aparecer centros dedicados al cuidado de los niños. Es en el siglo XIX cuando la pediatría desarrolla su base científica especialmente 
en Francia y Alemania, y se crean los primeros hospitales modernos en Europa y Norteamérica. La pediatría se convierte en una 
especialidad médica con entidad propia. 
Si hablamos del papel de la mujer en la pediatría, es difícil hacer una recopilación exacta de los hitos históricos de las féminas en este 
campo, porque los hombres crearon la historia y dejaron fuera, sistemáticamente, el reconocimiento a la labor de su contraparte 
femenina en todos las áreas, incluyendo el de la Medicina y por supuesto, de la Pediatría, lo que suena un tanto feminista, pero fue la 
triste realidad de la época. Incluso, en los años 1300 la Inquisición consideraba diabólicas a todas las mujeres que tuvieran algún 
grado de conocimiento del cuerpo humano y practicó la eliminación física de ellas durante muchos años, mediante la instauración 
de la quema de brujas, lo cual finalizó alrededor del año 1500. Hasta hace un siglo y medio estalló la violenta y desesperada campaña 
feminista que exigía la participación de la mujer en todo trabajo, sin distingo de calidades y la mujer alcanzó entonces en muchas 
culturas la libertad por el trabajo. Numerosos hogares e hijos pasaron a manos de terceros, entonces se dio cuenta que si la mujer 
flaquea, la estructura familiar se rompe y la sociedad cae, por ende, logró seleccionar aquellas actividades que iban de acuerdo a las 
características del alma femenina y las que se relacionaban con los débiles y de modo especial con los niños y así nació la mujer 
pediatra. Un poco poético, pero real. 
La mujer pediatra reclamaba un puesto de vanguardia y no por considerarse con mayores dotes de inteligencia que los hombres, sino 
por las cualidades que la situaban más cerca del niño. Por más que busco quién fue la primera mujer pediatra, no logro ubicarla, los 
registros que existen en los medios cibernéticos sólo mencionan las primeras mujeres pediatras de cada país en particular. Si bien 
es cierto, las mujeres y los hombres Pediatras en Panamá tienen los mismos derechos por ley, aún muchas mujeres tenemos que 
romper los paradigmas de una sociedad latina meramente machista, y más si se trata de médicos, pediatras, mujeres y jóvenes. 
En el mundo laboral se maneja mayor participación de la mujer por sus capacidades de determinación y flexibilidad estratégica en 
las sociedades actuales siendo menos discriminada por razones de género. El hombre sigue teniendo un papel muy importante a 
nivel laboral por lo que aún en este siglo, vemos que la mayoría de hombres y mujeres no se han organizado para avanzar en cuanto 
a la realización de las tareas domésticas, lo que exige a la mujer más control y equidad en su tiempo para así poder llevar a cabo estos 
dos roles tan importantes tanto a nivel personal como profesional. Seguiré sonando feminista pero las mujeres no sólo podemos 
con el trabajo, el hogar, los hijos y la familia en general, sino que podemos hacer que todo encaje en perfecta armonía. Toda 
especialidad necesita de una o varias mujeres para nunca olvidar el compromiso y la satisfacción que se tiene al tenerlas dentro del 
equipo de trabajo, poniendo de manifiesto el orden y la entrega, la comprensión y la tolerancia, pero valorando aún más la fuerza y 
el liderazgo que las mujeres transmiten.
Dra. Geraldine Norte
Pediatra Neonatóloga
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