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1 LA CORTICOTERAPIA EN OFTALMOLOGÍA AUTOR Dr. Bernardo Francisco Rubín de Celis Monteverde Cirujano oftalmólogo Jefe de Servicio del Departamento de Oftalmología y Visión Binocular del Instituto Queretano para la Atención de Enfermedades Congénitas I.A.P. (IQUEC) Egresado del IMSS: Centro Médico Nacional y Centro Médico “La Raza” Fellow de posgrado en el Shepard Eye Center de Santa María California, E.U.A. Membresías en sociedades: Consejo Mexicano de Oftalmología Sociedad Mexicana de Oftalmología Centro Mexicano de Estrabismo Consejo Latinoamericano de Estrabismo Asociación de Oftalmólogos del Estado de Querétaro Asociación Panamericana de Oftalmología Sociedad Oftalmológica del Centro de la República Mexicana Sociedad Oftalmológica del Centro Médico Nacional Colegio Médico de Querétaro Tels: (442)216 76 49 215 81 80 Correo electrónico: rubincelis@hotmail.com 2 AUTOR Dr. Martín Gallegos Duarte Cirujano oftalmólogo-estrabólogo Presidente del Centro Mexicano de Estrabismo Médico adscrito al Departamento de Oftalmología y Visión Binocular del Instituto Queretano para la Atención de las Enfermedades Congénitas I.A.P. (IQUEC) Egresado del ISSSTE y del Hospital Oftalmológico de la Luz Membresías en sociedades: Consejo Mexicano de Oftalmología Sociedad Mexicana de Oftalmología Centro Mexicano de Estrabismo Consejo Latinoamericano de Estrabismo Asociación de Oftalmólogos del Estado de Querétaro Asociación Panamericana de Oftalmología Sociedad Oftalmológica del Centro de la República Mexicana Asociación Mexicana de Oftalmología Pediátrica Colegio Médico de Querétaro Tel: (442)214 35 25 Correo electrónico: martinoso@hotmail.com 3 CORTICOESTEROIDES EN OFTALMOLOGÍA Por su efecto antinflamatorio el uso de corticoesteroides (CE) en oftalmología está ampliamente difundido; no sólo por los of- talmólogos, también por pediatras, médicos generales y especialistas en otras áreas de la medicina. 1. EFECTOS MÁS COMUNES DE LA CORTICOTERAPIA LOCAL a) Glaucoma secundario: El uso de CE pue- de tener efectos secundarios a nivel ocular. Desde que Francois publicó el primer ca- so de glaucoma secundario a esteroides en 1954, se sabe de la relación directa que hay entre los esteroides y: • El aumento de la presión intraocular (PIO). • La disminución de la facilidad de salida del humor acuoso (debido al daño del cito- esqueleto de las células trabeculares). Este tipo de glaucoma es de difícil con- trol y puede amenazar la salud visual, requi- riendo de un costoso y prolongado manejo médico, en ocasiones quirúrgico. El impac- to en la esfera psicoafectiva, especialmente en adultos jóvenes, frecuentemente es in- calculable (1,2,3,4). b) Catarata secundaria: sin ser deletéreo como el glaucoma, afecta considerable y progresivamente la capacidad visual. El tra- tamiento habitual es quirúrgico y su costo es considerable. c) Perforación escleral: Una complicación grave y poco conocida del uso prolonga- do de CE es el adelgazamiento y perfora- ción escleral o evisceración ocular; la cual es por sí misma una urgencia médica, ante los riesgos de infección, ceguera y enu- cleación ocular, que amerita tratamiento especializado. d) Infecciones severas: que afecten la cór- nea y conjuntivas, especialmente de tipo micótico o viral; por sí mismas son un riesgo latente que implica vigilancia oftalmológica periódica extremando precauciones. En este contexto, el uso racional de los CE tópicos tiene dos objetivos fundamentales: • Controlar el padecimiento. • Evitar todo tipo de complicaciones. Por ello es necesario conocer la poten- cia, la dosificación y los efectos adversos de cada uno de los CE tópicos y frecuen- temente contemplar un tratamiento multi- disciplinario con el reumatólogo, el inmu- nólogo, el hematólogo o médico internista, entre otros. El tratamiento con CE requiere una vigilan- cia estricta de 3 rubros básicos: • La presión intraocular (PIO) • La transparencia del cristalino • La capacidad visual. Eventualmente es necesario emplear an- tihipertensivos para revertir el incremento de la PIO y en algunos casos inclusive sus- pender la terapia con CE. 2. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN La corticoterapia puede utilizarse en los diversos padecimientos oftalmológicos por: 1) Vía sistémica 2) Vía tópica: gotas o ungüentos aplicados por el enfermo 3) Paraocularmente, administrada por el of- talmólogo por vía subtenoniana, transeptal y subconjuntival. Cada vía de administración ofrece riesgos y beneficios, sin embargo, los que producen mayores efectos secundarios y a corto plazo son los esteroides tópicos, seguidos de los utilizados por vía paraocu- lar (5). La infiltración paraocular (Tabla 1) se aplica preferentemente en dos zonas: a) Subtenoniana: por debajo de la conjun- tiva y la cápsula de Tenon a nivel del cuadrante temporal superior, con lo que el 4 medicamento penetra al globo ocular más fácil y rápidamente. b) Transeptal: a través del párpado y septum orbital inferiores y a nivel del tercio externo para depositarlo directamente en la grasa periorbitaria en su porción inferior. (6) 4) Transeptal o subtenoniana: los CE más agresivos son los esteroides de depósi- to ya que los de absorción rápida y de acción corta, prácticamente no generan problemas. 5) Vía intraocular: su uso está restringido a cirugía de vítreo y retina, por ejemplo en casos de endoftalmitis. Durante la administración del CE se debe tener particular cuidado de no lesionar va- sos sanguíneos introduciendo gentilmente la solución por medio de una jeringa de in- sulina con aguja No. 27, considerando que, finalmente, es un procedimiento “ciego” que puede provocar: • Hematomas severos en el sitio de la inyección • Perforación ocular • Inclusive depósito accidental del medica- mento dentro del globo ocular (5,6) 3. EFECTOS SECUNDARIOS DE ACUERDO CON EL TIPO DE ESTEROIDE Los más agresivos en cuanto a orden de frecuencia son: la hidrocortisona sódica (que ya no se produce, en nuestro país), el fosfato sódico de dexametasona, y el acetato de prednisolona, que a pesar de tener mejor penetración a la cámara anterior que otros CE, es menos agresivo para la función del trabéculo y por ende menos causante de glaucoma. La fluorometalona ofrece un cier- to grado de seguridad al no elevar la PIO (lo que permite un uso más prolongado), sin embargo, tiene un efecto superficial útil sólo sobre conjuntiva y epitelio corneal. Las suspensiones con esteroides de depósi- to tienen el inconveniente de contener talco por lo que éste permanece visible mucho mayor tiempo en el sitio de la inyección. 4. CORTICOTERAPIA PERIOPERATORIA Para el manejo de algunos padecimientos quirúrgicos como catarata, de glaucoma o retina, en el tratamiento posoperatorio se utiliza la aplicación de 1cc (4mgs) transeptal de fosfato sódico de dexametasona, en solu- ción inyectable. En el posoperatorio inme- diato de la cirugía de catarata, de glaucoma y de estrabismo, si el proceso inflamatorio no es importante, se utilizarán únicamente colirios que contengan dexametasona ya sea sola o en combinación con algún antibióti- co y el tratamiento deberá mantenerse por 2 semanas mínimo, para iniciar dosis de re- ducción o bien cambiar el CE a prednisolona, dependiendo de las cifras de PIO y tratar de suspenderlos al mes de tratamiento. En los pacientes con cirugía de retina se utiliza un AINE por vía oral, para lo- grar un mejor y más rápido resultado antinflamatorio. CORTICOSTEROIDES MÁS USADOS EN OFTALMOLOGÍA TABLA I DE USO TÓPICO (Colirios): 1. Dexametasona 2. Prednisolona 3. Fluorometolona 4. Loteprednol 5. Rimexolona (1) DE USO PARAOCULAR (subtenoniano o transeptal): 1. Dexametasona 2. Parametasona 3. Betametasona 4. Triamcinolona DE USO SISTÉMICO (oral y parenteral): 1. Prednisona (vía oral) 2. Metilprednisolona (vía parenteral) DE USO INTRAOCULAR (intravítreo): 1. Triamcinolona 5 Antela presencia de síndrome fibrinoide en el posoperatorio de catarata, retina o de glaucoma, sí es necesario agregar CE de depósito por vía paraocular como: • Acetato de parametasona, 1cc (20 mgs) transeptal de la suspensión inyectable • Acétonido de triamcinolona, 1cc (40 mgs) de la suspensión • Fosfato sódico de betametasona, 4mgs de la suspensión inyectable. Se utilizará sólo una de estas 3 opcio- nes y siempre a nivel paraocular y en for- ma transeptal. El tratamiento deberá com- plementarse con la aplicación de acetato de metilprednisolona 40 mgs intramuscular cada tercer día en 3 dosis; y el tratamiento tópico se intensificará a la aplicación de una gota de prednisolona cada hora el primer día, cada 2 hrs. por 4 días y luego dosis de sostén de una gota cada 3 hrs. por 15 días, para gradualmente iniciar la dosis de reducción progresiva del CE vigilando la PIO. (5) 5. LAS CONJUNTIVITIS NO INFECCIOSAS Durante el cuadro agudo habitualmente el tratamiento es tópico con el fosfato sódi- co de dexametasona o el acetato sódico de prednisolona. Se preferiere esta última en forma de suspensión cada 3 horas los primeros 10 días para luego iniciar la dosis de reducción hasta completar 3 semanas. Cuando se requiere de tratamiento a me- diano plazo se sugiere utilizar el acetato de fluorometolona en gotas 3 veces al día por 15 días y posteriormente iniciar dosis de reducción. 6. QUERATITIS Implica alteraciones en el epitelio corneal que pueden estar condicionadas por agen- tes infecciosos, químicos, factores físicos (fuego), deterioro de la lubricación o la calidad de la película lagrimal y factores ambientales, entre otros. Estos factores precipitantes provocan además alteraciones importantes en la ca- lidad de la película lagrimal, que se traducen en fotofobia intensa, hiperemia conjuntival y sensación de cuerpo extraño (por hipertro- fia de folículos y papilas en la conjuntiva tarsal y que provocan una abrasión mecáni- ca sobre el epitelio corneal). El tratamiento con CE estabiliza la pared de los mastoci- tos y disminuye la inflamación activa. En este contexto se utiliza tratamiento tópico con dexametasona cada 3 hrs por 10 días con reducción gradual en 2 ó 3 semanas. Es recomendable en estos casos asociar lubricantes oculares o reepitelizantes cor- neales (como el hialuronato sódico) para resolver, si es posible, completamente el daño. En relación con los padecimientos inmu- nológicos hay que señalar especialmente al síndrome de Sjögren (o queratoconjuntivi- tis seca), directamente relacionado con di- versas enfermedades del tejido conjuntivo, principalmente con la artritis reumatoide. En estos cuadros de grado y severidad variables podrán utilizarse los CE como dexametasona en colirio cada 3 hrs por 10 días y luego dosis de reducción. La corticoterapia tópica ayudará a disminuir la tensión superficial de la secreción de las glándulas de Meibomio y de Moll, evitando una secreción adherente sobre la córnea. Posteriormente el tratamiento deberá ser con lubricantes, reepitelizantes y humectantes oculares, para mejorar en lo posible el cuadro clínico. 7. LAS UVEÍTIS Son de las patologías inflamatorias más frecuentes de los ojos, debido a que la úvea comparte la misma estirpe celular y antígenos HLA que las articulaciones y por 6 ello su fuerte asociación con la espondili- tis anquilosante, enfermedad de Behçet y también artritis reumatoide. En la artritis crónica juvenil afecta del 20% hasta al 50% de los casos y es el cuadro del tejido conectivo que más se asocia a uveítis an- terior aguda (7,8) Las uveítis pueden clasificarse por su: a) Presentación anatómica: en variedad an- terior o localización posterior. b) Tiempo de evolución: aguda o crónica. c) Tipo de inflamación: en granulomatosa o no granulomatosa. d) Afectación a uno o dos ojos. (10) La uveítis anterior no granulomatosa aguda es el cuadro más frecuente. Su tratamiento debe ser con colirio de prednisolona a dosis de una gota cada 2 hrs por 48 hrs y posteriormente una gota cada 3 hrs por 15 días, con reducción gradual una vez controlado el cuadro agudo. Habitualmente deberá asociarse un ciclopléjico de acción corta por 5 días. (11) Tanto la uveítis anterior granulomatosa aguda como la uveítis intermedia se tratan con el mismo esquema tópico aunque eventualmente se aplicará 40 mgs de me- tilprednisolona intramuscular cada tercer día hasta completar 3 dosis. En ocasiones, será necesario agregar una dosis única de fosfato sódico de dexametasona de 4 mgs inyectada en la región paraocular y sustituir el ciclopléjico de acción corta por uno de acción larga para evitar la formación de sinequias posteriores (1, 6). Las uveítis posteriores suelen ser gra- nulomatosas y pueden ser agudas o crónicas debidas a parsplanitis o bien coriorretini- tis. Habitualmente son originadas por pa- tógenos como en la toxoplasmosis, la toxo- cariasis, la cisticercosis y mycobacterias, entre otras. Las uveítis granulomatosas posteriores generalmente son graves y de mal pronóstico, ya que por el componente infeccioso que presentan el uso de CE está restringido y se debe tratar el problema infeccioso de fondo con antimicrobianos o antiparasitarios antes de considerar viable o útil la terapéutica esteroidea. (6) Las panuveítis como la Enfermedad de Coats, o las coriorretintis muy severas tienen un comportamiento muy crónico y se acompañan de complicaciones a largo plazo ocasionadas por el uso prolongado de esteroides, entre otras variables en las que la corticoterapia condiciona adelgazamiento escleral (traducido a la larga en estafiloma sea anterior o posterior) que en ocasiones culmina con pérdida de visión y hasta pér- dida del globo ocular. 8. OTRAS INDICACIONES Las variedades de distrofias corneales y las epiescleritis se tratan con medicamen- tos tópicos y el de elección también es la dexametasona a dosis de una gota cada 3 hrs 2 semanas y reducción gradual hasta la resolución del proceso inflamatorio. En un contexto completamente diferen- te se deberá tratar a la escleritis anterior difusa, ya que el tratamiento con CE deberá continuar por 6 meses para evitar recidivas, inclusive llegando a utilizar una gota de dexametasona cada semana al final del tratamiento. En estos casos se requiere un control más estricto de la PIO. Debido a que tanto los ojos como el cartílago articular son estructuras ricas en proteoglicanos pueden compartir cua- dros de inflamación conjunta como en la policondritis recidivante, los cuales deberán ser valorados tanto por el oftalmólogo como 7 por el reumatólogo y en conjunto dar un tratamiento completo y adecuado. (9) Finalmente, la neuritis óptica retrobulbar (NOR) es una auténtica emergencia médica ya que si no recibe tratamiento inmediato condiciona ceguera irremediable. En la NOR las causas más frecuentes son infecciones virales del nervio óptico seguidas de la debida a esclerosis múltiple que suele ser más severa y de mal pronóstico. (11) El tratamiento de la NOR debe ser a ni- vel hospitalario con succinato sódico de me- tilprednisolona por vía intravenosa a dosis de 10 a 40 mgs por Kg por dosis y esta dosis se puede repetir cada 6 hrs, por 48 hrs. Asimis- mo, deberá agregarse una dosis transeptal de dexametasona 4 mg el primer día y el segundo día deberá aplicarse también tran- septal, 20 mgs de acetato de parametasona o 40 mgs de acetónido de triamcinolona. Posteriormente, las dosis deberán regularse en forma estricta para evitar complicaciones sistémicas de la corticoterapia parenteral a altas dosis o “síndrome de rebote” del pa- decimiento. (11,13) Otro esquema de CE sería utilizar predni- sona o deflazacort a altas dosis por vía oral hasta dosis iniciales de 150 mgs por día por 2 a 3 días y posteriormente 100 mgs con reducción gradual de un 30% de la dosis cada 2 a 3 días seguido dedosis de sostén por 6 días y finalmente continuar con la dosis de reducción gradual una vez logrado el efecto de preservar la visión del paciente. COLOFÓN El manejo adecuado de los CE en oftal- mología requiere de amplios conocimientos de sus efectos, su capacidad de penetración, su potencia, sus riesgos biológicos, la dosifi- cación más adecuada con cada uno de ellos, la verificación de la respuesta clínica en cada patología ocular, y finalmente, saber cómo y cuándo resolver los efectos secundarios y evitar sus posibles complicaciones. Tenemos la convicción de que difícilmente médicos de otras especialidades, sin ayuda del oftal- mólogo, podrán diagnosticar y tratar estos dilemas, por lo que únicamente trabajan- do en forma proactiva y multidisciplinaria se puede alcanzar el éxito conservando la integridad ocular y preservando la visión de los enfermos. PADECIMIENTOS EN LOS QUE SE EMPLEAN MÁS FRECUENTEMENTE LOS CORTICOSTEROIDES OFTALMOLOGÍA TABLA II 1. Postraumatismos 2. Procesos postcirugía ocular 3. Conjuntivitis alérgicas: Primaveral o vernal Por Fiebre del Heno 4. Queratitis: Por causas: a) físicas b) químicas c) síndrome de “ojo seco” (fases iniciales) d) síndrome de Sjögren 5. Distrofias Corneales 6. Epiescleritis 7. Escleritis 8. Uveítis 9. Parsplanitis 10. Coroiditis 11. Coroidorretinitis 12. Enfermedad de Coats 13. Policondritis Recidivante 14. Neuropatía Óptica Retrobulbar BIBLIOGRAFÍA 1. Tenorio-Guajardo G, García-Ramos M. Seguridad de la rimexolona en pacientes con parsplanitis. Rev Med Hosp Gen Mex 2005; 68 (3): 76-81. 2. García-Serrano JL, Zandaman-Goddard G. Intraocular inflammation in autoimmune deseases. Sem Artritis Rheum 2004 (December); 34 (3): 602-9. 3. Vargas MP. Glaucoma secundario al uso de esteroides en niños. Franja ocular 2001; 3 (12); 14-20. 4. Steely T, Browde Ch. et al. The effects of dexamethasone on fibronectin expression in cultured human trabecular meshwork. Invest Ophthalmol Vis Sci. 1992; 33: 2242- 2250. 5. Friedman DS, et al. 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