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23- TUMORES DE OVARIOS RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 1 de 5 Los tumores de ovario constituyen un grupo de neoplasias diversas por su histogénesis, epidemiología e historia natural. Se clasifican en tres grandes grupos: epiteliales, germinales y estromales. Frecuencia Los tumores epiteliales representan más del 90 % de las neoplasias ováricas malignas, los germinales el 5 % los procedentes del estroma gonadal cerca del 4 %. Epidemiología y etiología 1. Las neoplasias epiteliales que derivan del epitelio celómico son más frecuentes a partir de la quinta década de la vida; los tumores germinales tienen una histogénesis compleja y son diferenciables, en parte, mediante la determinación en suero de la alfafetoproteína (AFP) y de la fracción β de la gonadotrofina coriónica (HCG-β). 2. Dentro del grupo de tumores epiteliales existen: tumores benignos, borderline o de malignidad intermedia, y malignos; estos últimos constituyendo el grupo específico de los carcinomas epiteliales de ovario. 3. El cáncer epitelial de ovario es la causa más importante de mortalidad por cáncer ginecológico. 4. Los carcinomas de ovario se presentan con mayor frecuencia (60-70 %) en estadios avanzados (III y IV). 5. Ello ocurre por su localización intraperitoneal profunda, la inespecificidad de sus síntomas iniciales, la ausencia de síntomas precoces y de pruebas de pesquisa masiva eficaces. 6. La mayoría de los cánceres de ovario afectan a mujeres posmenopáusicas, y solo el 10-15 % a mujeres premenopáusicas. 7. La media de edad de pacientes con cáncer epitelial de ovario –el tipo histológico más frecuente– se sitúa en torno a los 60 años. 8. Menos del 1 % de las neoplasias epiteliales de ovario aparecen antes de los 30 años, y la mayoría son tumores de células germinales. 9. Alrededor del 20-30 % de las neoplasias ováricas encontradas en mujeres posmenopáusicas son malignas, mientras que solo el 7 % de las neoplasias ováricas encontradas en mujeres premenopáusicas son malignas 10. En Cuba el cáncer de ovario ocupa el octavo lugar de incidencia entre las 10 primeras causas de cáncer en la mujer y el cuarto lugar en los tumores del aparato ginecológico 11. Generalmente las pacientes son diagnosticadas en estadios avanzados en el 75-80 % de los casos. 12. La causa de la enfermedad permanece desconocida. 13. Las mujeres con predisposición genética representan aproximadamente el 10 % de los casos, y muchos de ellos tendrán mutaciones tanto de BRCA1 o BRCA2 (cromosomas 17 y 13), o el síndrome de Lynch II (un trastorno hereditario autosómico dominante que predispone a cáncer de mama, endometrio, colon y ovario). Los factores que incrementan o reducen el riesgo de padecer cáncer de ovario se muestran en la tabla Clasificación histológica de los tumores del ovario (OMS) 1.- Tumores epiteliales comunes: a) Tumores serosos: b) Tumores mucinosos: c) Tumores endometrioides: d) Tumores de células claras: e) Tumor de Brenner: f) Carcinoma indiferenciado. g) Tumores epiteliales mixtos. h) No clasificados. 3.- Tumores de células esteroides (variedades). 4.- Tumores de la rete-ovari. 2.- Tumores de los cordones sexuales y del estroma: a) Tumores de células de la granulosa-estroma: b) Tumores de células estromales-Sertoli (androblastomas): c) Ginandroblastomas. d) Tumor de cordones sexuales con túbulos anulares. e) No clasificados. 23- TUMORES DE OVARIOS RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 2 de 5 5.- Tumores del estroma-cordones sexuales-células germinales 6.- Tumores de células germinales 7.- Tumores de tipo celular incierto (variedades) 8.- Tumores de partes blandas no específicos del ovario y otros tumores misceláneos. 9.- Tumores no clasificados. 10.- Tumores metastásicos. 11.- Lesiones seudotumorales (variedades) Tumores no neoplásicos del ovario 1. Son, frecuentemente, una causa de infertilidad y son procesos inflamatorios 2. Muchos de los tumores benignos del ovario son los denominados quistes fisiológicos del ovario: foliculares, luteínicos, tecaluteínicos, endometriósicos u ovarios poliquísticos 3. Los trastornos benignos de los ovarios casi siempre son exclusivos de la pubertad y el climaterio, y pueden provocar molestias en bajo vientre, trastornos menstruales y de la fertilidad 4. En las mujeres en edad menstrual, el ovario presenta crecimiento fisiológico como respuesta al estímulo de las gonadotropinas. Este crecimiento se denomina quiste del ovario Quiste folicular. Todos los meses un grupo de folículos se madura y en uno ocurre la ovulación; posteriormente, se produce la degeneración del epitelio folicular, y cuando existe distensión por líquido y sobrepasa los 2,5 cm con granulosa intacta se presentan quistes, que pueden ser unilaterales o bilaterales. Algunos pueden tener un tamaño mayor a los 7 cm Casi siempre, estos quistes son asintomáticos, lisos y, en ocasiones producen un dolor sordo, unilateral. Al tactarse un quiste en el ovario siempre se debe correlacionar con la etapa del ciclo menstrual; se repetirá el tacto bimanual posmenstrual y se realizará ultrasonografía con lo cual se corroborará el diagnóstico. Actualmente de forma investigativa para decidir una conducta, se puede realizar la ultrasonografía con Doppler para valorar irrigación y campo ovárico. Durante la operación, se observará un quiste homogéneo de pared delgada, traslúcido, de superficie lisa y membrana que se desprende fácilmente del tejido ovárico, maniobra que contribuye al diagnóstico Cuerpo amarillo quístico. Casi siempre la adolescente concurre a su médico por un dolor unilateral a mitad del ciclo. Si su médico es sagaz la observará durante 8 a 12 horas y comprobará que ese dolor cede espontáneamente y que se trata de la puesta ovular. Si se realiza una ecografía se observa una pequeña hemorragia: si el hemoperitoneo es intenso puede producir un cuadro agudo que lleve a una laparoscopia con coagulación en la zona de ruptura en manos expertas. Muchas veces se opera con el diagnóstico de embarazo ectópico y se encuentra el hemoperitoneo agudo. A veces, es difícil determinar el diagnóstico entre cuerpo amarillo quístico o quiste endometriósico. Quistes endometriósicos. Casi siempre sus síntomas se presentan en mujeres de más de 20 años; pueden ser unilaterales y de tamaños variables. Durante su crecimiento menstrual pueden provocar pequeñas rupturas de la cápsula con derrame de su contenido y ocasionar dolor en bajo vientre, intermitente, de difícil explicación si no se piensa en éstos. Por lo general, el diagnóstico se realizará por laparoscopia premenstrual; si se emplea ecografía es mejor por vía transvaginal. Ovarios poliquísticos. El síndrome de ovarios poliquísticos es una alteración muy frecuente, de etiología desconocida, que se caracteriza por una elevación de LH con niveles de FSH normales/bajos, por lo que el cociente LH/FSH está aumentado (> 2.5) Los síntomas típicos son obesidad, trastornos menstruales (oligomenorrea, Opsomenorrea, metrorragias intercaladas), hirsutismo y menos frecuentemente clítoris aumentado, resistencia insulínica e infertilidad, asociados al aumento bilateral de los ovarios, aunque puede predominar un lado. En estos casos, se comprueba que la superficie del ovario es lisa, engrosada y de color azul perlado o blanco de ostra; los ovarios son poliquísticos, pero no hay señal ninguna de cuerpo amarillo. Microscópicamente hay una imagen característica con albugínea cortical engrosada y fibrótica, a veces hialinizada Un elevado porcentaje de mujeres con ovario poliquístico sufren alteraciones metabólicas (síndrome X), por lo que es muy frecuentela asociación de: resistencia a la Insulina, obesidad, hipertensión, dislipemia, hipertrigliceridemia, diabetes t i p o II, anomalías de la coagulación y del metabolismo esteroide. Todas estas alteraciones implican un elevado riesgo cardiovascular. En el diagnóstico, es preciso la combinación de un criterio clínico y uno bioquímico (cociente LH/FSH elevado, aumento de andrógenos ováricos, elevación de testosterona y DHEA) junto con la confirmación ecográfica (10 o más folículos de pequeño tamaño subcorticales, con aumento del estroma), si b i e n el diagnóstico de certeza es la comprobación de hipertecosis en una biopsia ovárica. 23- TUMORES DE OVARIOS RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 3 de 5 El tratamiento en las mujeres que no deseen gestación será con anticonceptivos hormonales, solos o asociados a fármacos antiandrogénicos. Si buscan gestación, se deberá inducir a la ovulación con citrato de clomifeno gonadotropinas. Si se fracasa, se intentará una destrucción ovárica parcial con electrocauterización por vía laparoscópica (drilling ovárico) para, posteriormente, volver a Intentar inducir la ovulación El síndrome de Stein-Leventhal Afecta a las mujeres entre las edades de 15-30 años. El trastorno y la infertilidad se deben a una disfunción hipotálamo-hipófisis; sin embargo, la contribución ovárica primaria no se ha clasificado bien. El diagnóstico es presumible por el interrogatorio, la pubertad normal y la adolescencia con menstruaciones seguidas de episodios de amenorrea progresiva y cada vez más alargada. Los ovarios aumentados son identificables por el examen bimanual en el 50 % de las pacientes Complemetarios: Los 17 cetoesteroides urinarios están elevados pero los estrógenos y la FSH son normales La hormona luteinizante (LH) está elevada. La biopsia de endometrio, el ciclograma y la curva de temperatura basal confirman la anovulación. Con la biopsia se obtiene hiperplasia endometrial típica o atípica. Los títulos de hormonas adrenocorticosteroides son normales. El diagnóstico clínico se corrobora por ecografía y laparoscopia. Se debe hacer el diagnóstico diferencial con la hiperplasia adrenocortical o tumores virilizantes del ovario. Los tumores ováricos virilizantes se descartarán porque no están los ovarios aumentados bilateralmente y en el síndrome de Stein-Leventhal no existen cambios en la vagina ni hipertrofia del clítoris El tratamiento de este síndrome ha variado con los avances médicos, y actualmente su tratamiento es con citrato de clomifeno a 50-100 mg/día durante 5-7 días, desde el 5to. día del ciclo menstrual. La inducción de la ovulación ocurre en la mayoría de las pacientes. En los casos resistentes, y según la experiencia clínica, se puede agregar la gonadotropina humana posmenopáusica para producir la deseada ovulación. Raramente se necesita la resección en cuña de los ovarios; sin embargo, los resultados de ovulación y fertilidad son buenos. Como efecto adverso, pueden resultar de este procedimiento adherencias periováricas Cáncer de ovario Diagnóstico En la mayoría de los casos sintomatología inicial 1. aumento de volumen en la región inferior del abdomen o por vagas molestias abdominopélvicas, muchas veces descritas como sensación de “gases” o distensión abdominal. La presencia de ascitis en la mujer obliga a descartar carcinoma de ovario, ya que es uno de los signos más frecuentes de presentación. En ocasiones, la primera manifestación es una masa pélvica palpable, ya sea por la propia paciente o durante un examen ginecológico de rutina. 2. Con menor frecuencia, se manifiesta sangramiento vaginal, abdomen agudo por sangramiento, torsión o infección del tumor ovárico, derrame pleural o adenoatías periféricas. La clínica en su comienzo es muy poco específica, con vagas molestias abdominales, dispepsia, aumento de la frecuencia urinaria, sensación de presión en la pelvis, dolor inespecífico, etc. Más tarde, los síntomas se deben a enfermedad avanzada son hinchazón y distensión abdominal por la ascitis, síntomas digestivos, astenia, pérdida de peso, etc. Ecografía En los últimos años se ha impuesto la ecografía, y especialmente la ecografía transvaginal. Se utilizan criterios de benignidad y malignidad que se apoyan en los trabajos de Meire y que algunos autores proponen integrar en un sistema de puntuación para distribuir los tumores entre benignos y malignos e intentar una valoración más objetiva, como el índice de Timor-Tritsch Los síntomas iniciales de la enfermedad son tan inespecíficos que, cuando se establece el diagnóstico, el 60 % de los casos se presentan en situación avanzada, el 15 % con extensión regional y solo el 25 % en situación localizada. Ante cualquiera de los síntomas inespecíficos del cáncer de ovario y por las ventajas de un diagnóstico temprano, hay que aplicar con cuidado los métodos diagnósticos, sin olvidar que la anamnesis y la exploración bimanual son un primer paso que dirigirá posteriormente a la paciente a otras pruebas diagnóstica 23- TUMORES DE OVARIOS RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 4 de 5 Los signos que orientan hacia la sospecha de cáncer de ovario son: 1º. Pobre definición del contorno. 2º. Presencia de proliferaciones sólidas en la pared del quiste. 3º. Ecoestructura heterogénea, que alterna con zonas de contornos irregulares y zonas líquidas. 4º. Visualización de tabiques gruesos (3 mm) e incompletos. 5º. Tumor sólido, homogéneo, pero mal definido, que reemplaza el ovario. 6º. Evidencia de ascitis. Marcadores tumorales El marcador tumoral CA-125 es el más importante para el seguimiento del cáncer de ovario, es detectable en suero, líquido ascítico y tejidos tumorales en más del 85 % de las pacientes con carcinomas de ovario, aunque no en los mucinosos. Sus niveles se correlacionan con la evolución de la enfermedad. Sin embargo, el CA-125 no es específico del carcinoma de ovario, ya que, con menor frecuencia, puede elevarse en otras neoplasias, ginecológicas o no, y también en afecciones benignas como endometriosis, cirrosis, enfermedad pélvica inflamatoria, miomas, menstruación y embarazo. El CA-19-9 es más específico de los tumores mucinosos Tomografía axial computarizada (TAC) y resonancia magnética nuclear (RMN) Son pruebas diagnósticas de gran importancia, pero posiblemente más útiles en la fase de estudio de extensión tumoral extrapélvica. NOTA: En general, el diagnóstico del cáncer de ovario se apoya en: la anamnesis cuidadosa, exploración bimanual, ecografía convencional-Eco-Doppler color, marcadores tumorales y TAC abdominopélvica. Diagnóstico diferencial Se establece con: – Tumores malignos del tracto digestivo como colon, gástrico y apéndice. – Endometriosis. – Enfermedad pélvica inflamatoria. – Diverticulitis Estadiamiento Todos estos exámenes complementarios ayudan a una presunción diagnóstica que indique una laparotomía de estadiamiento, porque será en el curso de esta laparotomía y la información que en esta se aporte al hallazgo anatomopatológico y es cuando se realiza el diagnóstico y el estadiamiento definitivo 23- TUMORES DE OVARIOS RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 5 de 5 Evolución y pronóstico La pobre expresividad clínica de estos procesos posterga la concurrencia de las mujeres a consulta y el cuadro evoluciona por lo común de forma más o menos prolongada, a no ser que presente alguna complicación o exista un compromiso orgánico o funcional de los tejidos vecinos. ► Los tumores benignostienen un buen pronóstico. ► El cáncer de ovario no es de fácil diagnóstico en etapas tempranas porque es asintomático. El pronóstico del cáncer de ovario dependerá de: la edad, del tipo histológico, el grado de diferenciación tumoral, el estadio, la extensión de la enfermedad y el volumen de enfermedad residual, así como de la etapa clínica y la amplitud de la exéresis Complicaciones Las complicaciones más frecuentes son la torsión y la infección (sospechable por asociarse a tres cifras de la eritrosedimentación). La paciente evoluciona hacia un cuadro de abdomen agudo con un tratamiento quirúrgico de urgencia. Otras complicaciones son la hemorragia intratumoral y peritoneal, la ruptura de la cápsula, la necrosis y las siembras peritoneales. Tratamiento “Tumor de ovario diagnosticado, tumor de ovario operado”. Cuando el tumor es quístico, asociado a irregularidades menstruales o cuando hay evidencia de enfermedad pélvica inflamatoria como causa de la tumoración anexial presente Se asume una actitud conservadora, de observación y seguimiento por clínica y ultrasonografía Pero si hay dolor grave, hemorragia interna en el ovario o infección asociada a ovarios aumentados de tamaño, se requiere una operación inmediata. El tratamiento quirúrgico se establece de acuerdo con el tipo de tumor (benigno o maligno) y con el estadio clínico pre- o transoperatorio Esquema de tratamiento contra el cáncer de ovario Se debe tener en cuenta los aspectos siguientes: Edad. Historia reproductiva. Estado general. Grado histológico. Estadio clínico. El tratamiento de estas pacientes debe ser realizado en el marco de equipos multidisciplinarios por personal profesional con experiencia en el manejo de estos tumores Cirugía conservadora Tradicionalmente se aplica en pacientes jóvenes con deseo de descendencia y que presentan un estadio IA; aún mejor si el grado histológico es bajo. Los criterios de inclusión son los siguientes: Mujer joven. Deseo de descendencia. Estadio IA (lavado peritoneal, biopsias peritoneales, epiplón, linfadenectomía selectiva iliaca y cavo aórtica, biopsia endometrial y biopsia del ovario contralateral negativas). Posibilidad de vigilancia o seguimiento. La quimioterapia adyuvante, tipo cisplatino o equivalentes, en el caso de que esté indicada, es compatible con la cirugía conservadora, y tras ella las pacientes siguen con sus reglas normales y pueden tener descendencia. Esquema de quimioterapia El esquema de quimioterapia de primera línea recomendado actualmente es la asociación de paclitaxel con carboplatino. Estrategia terapéutica Estadios iniciales. Etapas I y II: a) Cirugía radical. b) Quimioterapia adyuvante con esquema, combinando taxanos con un derivado del platino por 6 ciclos en los estadios IC y II y los altos riesgo en IA y IB. Estadios avanzados: etapas III y IV: la estrategia terapéutica actualmente recomendada para el tratamiento del cáncer de ovario avanzado es: cirugía radical o citoreducción máxima (óptima) y poliquimioterapia con taxanos y un derivado de platino. Se debe escoger la mejor secuencia terapéutica de acuerdo con el estado de la paciente, el volumen tumoral y las posibilidades de resecabilidad, entre: – Cirugía-quimioterapia. – Quimioterapia-cirugía complementaria. – Quimioterapia inicial-cirugía de intervalo-quimioterapia posterior Las opciones terapéuticas para la atención del cáncer de ovario son: Cirugía radical. Quimioterapia. Combinación de estas modalidades. La cirugía será una salpingooforectomía unilateral, biopsia ovárica contralateral, omentectomía parcial y linfadenectomía selectiva iliaca y cavo aórtica.
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