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EL KERIGMA EN LA PASTORAL DIEGO ANDRÉS RAMÍREZ RAMÍREZ UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA ESCUELA DE FILOSOFÍA, TEOLOGIA Y HUMANIDADES MAESTRIA EN TEOLOGÍA MEDELLÍN 2017 2 EL KERIGMA EN LA PASTORAL DIEGO ANDRÉS RAMÍREZ RAMÍREZ Trabajo de grado presentado para optar al título de Magíster en Teología Director BAYRON LEÓN OSORIO HERRERA Doctor en Teología UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA ESCUELA DE FILOSOFÍA, TEOLOGIA Y HUMANIDADES MAESTRIA EN TEOLOGÍA MEDELLÍN 2017 3 Nota de aceptación _______________________ _______________________ _______________________ _______________________ Presidente del Jurado ______________________ Jurado ______________________ Jurado Medellín, 7 de mayo de 2017 4 A la memoria de todas aquellas personas que han hecho parte de mi proceso formativo y que ya no está presente en este mundo como por ejemplo los Pbros. Alberto Ramírez y Humberto Jiménez, docente de la Universidad Pontificia Bolivariana que con su carisma y entrega nos enseñaban cada día. 5 AGRADECIMIENTOS En acción de gracias al Señor por esta meta que me ayudó a cumplir, por estar presente en mi vida y en todos los momentos que lo he necesitado; al amor, la compañía y la comprensión de Cindy Milena Murillo Torres y de Alejandro Ramírez. Y a mi familia, de la cual he aprendido tantas cosas lindas, al apoyo del doctor en teología, Bayron León Osorio Herrera y por último a todos los que han formado parte de este gran sueño, mil y mil gracias.. 6 CONTENIDO pág. INTRODUCCIÓN 11 1. EL KERIGMA EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN Y EN LA PREDICACIÓN DE JESUCRISTO 15 1.1 El Kerigma en las fuentes de la teología 29 1.2 Comprensión epistemológica de la teología pastoral 48 2. LA RESONANCIA DEL KERIGMA EN LAS PRIMERAS COMUNIDADES 63 2.1 Los hechos de los apóstoles, inicio de la Iglesia 70 2.2 El kerigma vivido por las comunidades paulinas, la comunidad de Roma 77 2.3 La proclamación del Kerigma en la Iglesia 86 3. EL KERIGMA, UNA PROPUESTA PASTORAL PARA EL CRISTIANO DEL SIGLO XXI 106 CONCLUSIONES 124 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 128 7 RESUMEN El propósito de este trabajo de investigación es presentar una reflexión desde la teología dogmática del concepto denominado kerigma, y posteriormente desde esta reflexión, hacer un aporte teórico, para que se viva el kerigma como una alternativa para transformar entornos. Se debe decir que en la actualidad, la Iglesia Católica y en especial la arquidiócesis de Medellín le ha apostado a trabajar la pastoral desde las parroquias, teniendo como fundamento el anuncio gozoso de Jesucristo (Kerigma) que no se quede en un solo anuncio, sino que por el contrario, invita al hombre de hoy, a sentirse comprometido con el más necesitado y desfavorecido. De igual manera se debe resaltar que la sociedad está viviendo una época de cambio de paradigma con respecto al hecho religioso, con una clara desinstitucionalización, lo que se conoce con el nombre de secularismo, donde se ha tenido obras tan importantes como la de Harvey Cox titulada ―la ciudad secular‖ del 196κ y que esta forma de pensar, ha llegado a definir la sociedad en la que vivimos, como una sociedad liquida, con Zygmunt Bauman en su obra Modernidad líquida de 2003. Con el panorama anterior se puede notar la pertinencia de este trabajo de investigación para la sociedad actual, donde ella clama y busca constantemente referentes que puedan orientar y guiar sus estilos de vida. Donde el mundo se llena de constantes noticias, las cuales abogan a la inmediatez y no se le da la trascendencia que la mayoría merecen; es de esta manera que hablar hoy del kerigma es más que una necesidad, es algo vital, 8 para todos en especial para las nuevas generaciones en su búsqueda de sentido de vida. Por otra parte, se debe comprender, que se hace necesario, que la Iglesia Católica, desde su reflexión teológica, en especial desde la teología dogmática y la teología pastoral, aporten de manera significativa al hombre de hoy, de esta forma se sienta acompañado y desde este acompañamiento pueda aportar a la sociedad y que evidencie que es posible que exista un cambio, sobre todo en sus vidas, en su familia y que se verá reflejado donde se encuentre. La propuesta de este trabajo de grado, es que se fortalezca el kerigma, que el hombre de hoy pueda tener el proceso de pasar de la teoría a la práctica y que sobre todo, sientan la necesidad, de ser agentes de cambio, donde se dé una transformación de su entorno y por ende de la sociedad. Palabras clave: Kerigma, Teología Dogmática, Teología Pastoral, Fuentes de la Revelación y Experiencias Significativas 9 ABSTRACT The purpose of this research is to present a reflection from the dogmatic theology of the concept called kerigma, and later from this reflection, to make a theoretical contribution, so that kerigma is lived as an alternative to transform environments. It must be said that at present, the Catholic Church and especially the Archdiocese of Medellín has opted to work the pastoral from the parishes, based on the joyful announcement of Jesus Christ (Kerigma) not to remain in a single announcement, but Which on the contrary, invites the man of today, to feel committed to the most needy and disadvantaged. It should also be emphasized that society is experiencing a period of paradigm change with respect to religious fact, with a clear deinstitutionalization, known as secularism, where there have been works as important as that of Harvey Cox Entitled "the secular city" of 1968 and that this way of thinking, has come to define the society in which we live, as a liquid society, with Zygmunt Bauman in his work Modernidad liquid of 2003. With the previous panorama we can notice the relevance of this research work for the current society, where she constantly cries out and seeks references that can guide and guide their lifestyles. Where the world is filled with constant news, which advocates immediacy and is not given the transcendence that most deserve; It is in this way that speaking today of kerigma is more than a necessity, it is vital, for all especially for the new generations in their search for meaning of life. 10 On the other hand, it must be understood that it is necessary for the Catholic Church, from her theological reflection, especially from dogmatic theology and pastoral theology, to contribute significantly to the man of today, in this way she feels accompanied and Since this accompaniment can contribute to society and that it is possible that there is a change, especially in their lives, in their family and observed in society. The proposal of this degree work is to strengthen kerigma, that the man of today can have the process of moving from theory to practice and that, above all, feel the need, to be agents of change, wherever A transformation of their environment and therefore of society. Keywords: Kerigma, Dogmatic Theology, Pastoral Theology, Sources of Revelation and Meaningful Experiences 11 INTRODUCCIÓN En este trabajo de investigación, se van a abordar dos temas centrales como son: en un primer momento se hace una presentación del kerigma en la historia de la salvación y en la predicación de Jesucristo; en un segundo momento se presenta la resonancia del Kerigma en las primeras comunidades, que se basó en el mensaje de la pasión, la muerte y la resurrección, como fruto de los temas surge una propuesta desde la teologíapastoral para presentar el kerigma a las nuevas generaciones. El Kerigma se presenta como una forma de enseñar, hablar y vivir la experiencia de Dios en nuestras vidas, donde este anuncio no se queda en un simple discurso sino que se convierta en una forma de vivir y de actuar; donde se pueda afirmar que el hombre de hoy une las dos realidades de creer en Dios y de creerle a Dios, ya que no podemos desconocer el contexto social que enfrenta este en la actualidad, fruto de las nuevas ideologías, donde se tiene, de una parte el crecimiento progresivo de la secularización desmesurada, que lo lleva a afrontar un mundo sin religión, de otra parte se encuentra el ateísmo, donde se desplaza a Dios por completo y no se puede dejar pasar por alto el individualismo donde con estas forma de ver el mundo se crea una serie de cosmovisiones que puede llevar al hombre a vivir en un sin sentido. 12 Por esta razón, se hace necesario fortalecer la formación humano- cristiano en el momento histórico que vivimos, ya que como ha llamado la atención el papa emérito Benedicto XVI (2009) en la carta encíclica Caritas In Veritate, sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad, donde hace notar, la forma de vivir la sociedad actual con respecto a la propagación de nuevos movimientos y estilos de pensamiento, fruto de las ideologías, antes mencionadas, que se comprenden como una serie de cosmogonías imperantes en nuestros tiempos, por tal motivo se afirma que existe: Una cierta proliferación de itinerarios religiosos de pequeños grupos, e incluso de personas individuales, así como el sincretismo religioso, pueden ser factores de dispersión y de falta de compromiso. Un posible efecto negativo del proceso de globalización es la tendencia a favorecer dicho sincretismo, alimentando formas de ―religión‖ que alejan a las personas unas de otras, en vez de hacer que se encuentren, y las apartan de la realidad. Al mismo tiempo, persisten a veces parcelas culturales y religiosas que encasillan la sociedad en castas sociales estáticas, en creencias mágicas que no respetan la dignidad de la persona, en actitudes de sumisión a fuerzas ocultas. En esos contextos, el amor y la verdad encuentran dificultad para afianzarse, perjudicando el auténtico desarrollo (Benedicto XVI, 2009). 13 En esta encíclica se ve la preocupación de la Iglesia ante la proliferación de itinerarios religiosos que existen en la actualidad, acompañados por el sincretismo religioso que se presentan como factor de propagación en el compromiso ante las decisiones que debe tomar el hombre frente a su experiencia religiosa. La invitación desde, el Kerigma como una propuesta pastoral, es a una formación encaminada al hombre integral, donde se enseñe la pedagogía del Amor y en consonancia con los documentos que emanan de la Iglesia católica, que se convierten en las herramientas necesarias para interactuar en un mundo globalizado, como el que estamos viviendo hoy. Desde la pastoral debemos apuntar a una profunda formación humana, una vida espiritual centrada y arraigada en lo profundo del ser, unos valores inalienables convertidos en testimonio, donde se tiene como resultado, unos educandos formadores de una sociedad feliz y comprometida con la vida. La pastoral debe ser la encargada de acompañar el proceso de formación integral de todos y cada uno de los miembros de una Comunidad, para que encuentren en Jesucristo el modelo de plenitud de ser humano y realice su proyecto personal de vida. Toda la sociedad está invitada a fundamentarse en el amor y la misericordia de Dios, transmitida por medio de la pedagogía de Jesús, Quien tiene como punto de partida la persona y como meta la comunidad. 14 Por este hecho la teología como tal, debe enfocarse en: ser palabra vivida del hombre sobre Dios. Cuando la teología tiene como fuente la sagrada escritura, la tradición y el magisterio de la iglesia, escucha la voz de Dios, e interpreta su lenguaje y este no se queda aquí sino que a partir de esta experiencia de vida el hombre tocado por su realidad trascendente, desea compartir su mensaje, su encuentro con Dios, en una palabra hacer eco de la experiencia de Dios anunciada y compartida a todas las generaciones. Podemos decir que la teología: Es la ciencia que mediante la luz de la razón y de la Revelación divina trata de Dios y de las criaturas en relación con Él. Esta es la teología sobrenatural, que implica la revelación por parte de Dios y la fe por parte del hombre (Parente, Piolanti y Garofalo, 1955, p. 348). 15 1. EL KERIGMA EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN Y EN LA PREDICACIÓN DE JESUCRISTO El kerigma en la historia de la salvación, inicia, desde el momento en que Dios escoge a su pueblo y encuentra su máxima expresión con el nacimiento y promulgación de la buena nueva por parte de Jesús y posteriormente con la misión encomendada a sus seguidores, fruto de ello, al hablar del kerigma dentro de la historia de la salvación, no se puede dejar pasar por alto que, el hecho de la plenitud, solo encuentra su máxima expresión en el Nuevo Testamente; se debe hacer la anotación que se empieza a generar desde el Antiguo Testamente, como lo mencionaremos posteriormente, donde se espera el nacimiento de un mesías. Un Mesías convertido en portador de la esperanza de un pueblo que lucha y confía plenamente en el Dios de la promesa, el Dios de la salvación, y sobre todo donde Dios se hace presente en los signos de los tiempos, como lo recuerda Merino (2014): Los signos de los tiempos a la luz del Evangelio, equivale a afirmar, que la iniciativa gratuita de la salvación de Dios, tiende a manifestarse en una concepción más dinámica de la revelación, que tiene su punto culminante en Jesucristo, dándole a la historia una capacidad de trasparentar a Dios en las necesidades y logros de los hombres en cada momento de la historia (p. 26). 16 En esta categoría teológica de los signos de los tiempos, el kerigma desempeña un papel primordial, donde de una o de otra manera, Jesús está presente, y se hace en un ser concreto, en una persona concreta, dando importancia a la persona y que el hombre se sienta redimido desde su condición humana. Cristo resignifica a la persona y le devuelve lo perdido por su propio egoísmo, como fruto del anuncio kerigmático, donde Jesús lo hace desde la persona misma, llenándolo de valor y sobretodo de esperanza, manifestando un antropocentrismo, una condescendencia y sobre todo una cercanía total con el ser humano, haciendo sentir que este es valioso y sobre todo dejando ver la importancia de considerar al hombre como el eje central de su predicación, desde esta perspectiva, el fin último de la creación, es la realidad del ser humano donde él toma conciencia de la salvación, del gran valor que posee y lo lleva a experimentar la importancia de la fidelidad, y del hecho de confiar en Dios, desde esta realidad el hombre reconoce la importancia de una relación filial con Dios, en el momento que se deja interpelar por todo lo fascinante que lo circunda, llevándolo a cuidar, preservar y embellecer como un don gratuito del Padre Creador; de esta manera, el ser humano, toma conciencia del sentido que tiene cuidar su relación personal, con Dios y con toda la realidad que lo envuelve. La teología esta llamada a enfocarse en ser palabra vivida, del hombre sobre Dios y tener como fuente la Sagrada Escritura, la Tradición y el 17 Magisterio de la Iglesia, tratando de escuchar la voz de Dios, de interpretar su lenguaje y este no se queda aquí sino que a partir de esta experiencia de vida el hombre tocado por la experiencia trascendente de Dios, desea compartir su mensaje de vida, su encuentro con Dios, en una palabra hacer eco de la palabra de Dios anunciada y compartida atodas las generaciones. Dentro de las características del kerigma en el Nuevo Testamento, tenemos referencias desde el Antiguo Testamento, sin este expresar, todo el significado teológico que le da Jesús, los apóstoles y la tradición. En esta línea teólogos como Villalmonte (1963) señala, el Kerigma se comienza a gestar y anticipar desde el Antiguo Testamento, como se puede constatar en los siguientes profetas: Jeremías, predicando a su pueblo la ruina y devastación que sobre él se avecinan. Jonás, pregonando el mensaje de Yahvé que quiere llamar a penitencia a la ciudad de Nínive, presentan ya algunos de los rasgos del auténtico kerigma que aparecerá en el Nuevo Testamento. El Deuteroisaías: el espíritu de Yahvé llena al profeta y le empuja a pregonar la «Buena nueva» de salvación para los pobres. El texto mereció ser escogido por San Mateo para interpretar la acción de Jesús, que pregona la presencia del reino de Dios y su inminente irrupción en el mundo. Si nos fijamos, no ya en la terminología, sino en la realidad y 18 contenido, varios capítulos del Deuteroisaías pertenecen íntegramente a este género kerigmático: en ellos se anuncia el evangelio, la buena y alegre noticia de salvación (Villalmonte 1963, p. 21). Estos textos bíblicos son un indicio de la manifestación de Jesús, en el Nuevo Testamento. Haciendo énfasis en la presentación del mensaje de salvación con Jesús, manifestando el cumplimiento de los signos de los tiempos, de las promesas hecho por Dios a su pueblo y en esta realidad el hombre se hace consciente de su responsabilidad, frente a la importancia que Dios le ha dado desde el momento mismo de la creación, por tal motivo y, más aún, el cristiano, como lo recuerda Boff (2008), se debe: Comprender a sí mismo, ante todo, no como un sistema arquitectónico de verdades salvíficas, sino como la comunicación de la Vida divina dentro del mundo. El mundo, las cosas y los hombres son penetrados por la savia generosa de Dios. Las cosas son portadoras de salvación y de un misterio (p. 20). La persona inmersa en la sociedad, se encuentra permeada por el amor de Dios, donde pueda reconocer que Dios y él están unidos, y que gracia a esta unión su Padre celestial muestra el destino en el que estará acompañado y protegido. El hombre como un ser en relación con todo lo que lo circunda, cree en acontecimientos, cosas y desde este creer se siente 19 convocado a la santidad, formando el pueblo de Dios. ―Todos los hombres estamos llamados a formar parte del Pueblo de Dios. Por lo cual este pueblo, siendo uno y único, ha de abarcar el mundo entero y todos los tiempos, para cumplir los designios de la voluntad de Dios‖ (Pablo VI, 1964). Dios es el mismo en el pasado, en el presente y en el futuro de cada individuo, un Dios eterno que desde el principio crea al hombre desde el Logos, como culmen de una gran labor en beneficio hacia su máxima expresión como es el hombre, lo hace a imagen y semejanza dotándolo de sabiduría y autoridad ante lo creado. Al hacer claridad de que el hombre es creado a imagen y semejanza, significa, no que algo es parecido a su punto de referencia, como en nuestra mentalidad occidental, sino que ese algo, participa de aquello cuya imagen es. ―Se trata, de un modo de indicar que una persona o cosa es la apariencia y el aspecto externo de otra realidad más misteriosa; que es su dimensión externa y perceptible, algo en lo cual se exterioriza y manifiesta‖ (Pastor., 1995, p. 36). Por otra parte, Dios al crear al hombre, le dio plena libertad, para que éste se inclinara ya sea al bien o al mal, las dos opciones están abiertas y son válidas para el ser humano, para que este desde su plena libertad decida que semilla desea cultivar, y por consiguiente que fruto desea recoger; el libre albedrío que Dios la ha conferido desde el principio de la creación le ha brindado la dignidad de ser autónomo en sus decisiones y por consiguiente responsable de sus actos ―de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección‖ (Pablo VI, 20 1965b). Pero el hombre no supo aprovechar su libertad y ante el abuso de la misma, desobedeció a su creador y se sometió al tentador y por este motivo es arrojado del Edén al mundo. Esta, fue una decisión libre del hombre y no por azar o cosas del destino o algo parecida. Teniendo en cuenta que ―la historia de la salvación, es una historia también desde la libertad del hombre, pues la auto comunicación personal de Dios como el fundamento de dicha historia, se dirige precisamente a la persona creada en su libertad‖ (Bornkamm, 1982, p. 176). El hombre, descubre a su creador en cada acontecimiento, se siente tocado por el actuar de Dios y desde una experiencia profunda de su creador se interpela por la realidad del individuo y anhela que haya un justo equilibrio en el mundo, por tal motivo, en el anuncio del Kerigma se hace un llamado muy especial y es a la conversión; y por medio de esta el hombre se siente convocado a ser un reflejo de Dios en la existencia de cada persona, de una o de otra manera el hombre ―se sumerge en aquel misterio que envuelve todo, penetra todo, resplandece en todo, todo soporta y todo acoge” (Boff, 2003, p. 80). Dios, es el todo de la realidad de la persona, por tal motivo, el Kerigma no se queda solo en el movimiento de penitencia que inició con Juan el Bautista en el Jordán, anunciado e invitando a un cambio de vida y donde Jesús se hace presente en el espacio creado por el bautista para iniciar su 21 proceso mesiánico, Jesús no desautoriza a Juan, sino que por el contrario, es bautizado para resaltar la misión que estaba desempeñando. Jesús se presenta en público con un mensaje propio de salvación, afirmando: ―el tiempo se ha cumplido el reino de Dios está cerca. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio!‖ (Cfr. Mc 1,15). Es de notar en esta invitación, el llamado al arrepentimiento, el cual ha de estar acompañado por el creer; y no creer por creer, sino, creer en el Evangelio. Como se ve claramente en la predicación de Jesús donde demuestra y enseña el arrepentimiento y como el evangelio debe estar acompañado del testimonio y la cercanía en doble función tanto a los semejantes como a Dios, en palabras de Boff (2003), Jesús enseña como el ser humano es un ser en relación, en diálogo constante con aquello que existe, con la naturaleza y con los demás seres: El ser creativo (dimensión religiosa) el ser- en apertura (dimensión filosófica) se traducen en la perspectiva antropológica por la categoría persona. Persona quiere decir ser en relación. El ser humano se presenta como un nudo de relaciones. Él existe, es decir, está abierto hacia fuera, en todas direcciones, y también hacia dentro de su interioridad. Fuera de la relación no existe el ser humano. Él, no solamente existe, sino que co-existe (p. 87). De la misma manera, la predicación hecha por Jesús, se presentaba como una chispa, que se convertía en llamas, o como una bola de nieve que inicia a deslizarse suavemente y cuanto más va pasando el tiempo se va 22 deslizando hasta convertirse en una enorme, así el Kerigma alcanza un gran auge, pero sobre todo después de su muerte, cuando sus discípulos toman la firme decisión de proclamar el gran misterio de la pascua, que su centro principalmente es el Crucificado que no se queda en la cruz sino que es Resucitado por Dios y que es destinado por Él como el salvador. Jesús, no se queda en la muerte, sino que surge de ella como el Viviente, que la vence y se consagra como: “una persona que sigue viviendo junto a Dios en favor de los hombres. Desde entonces, obtuvo el título de honor de ―Jesús, el Cristo‖ (Jesucristo)‖ (Schnackenburg, 1998, p. 16-17). Jesús, es el inicio de una propuesta hecha vida de salvación enla tierra, que con la continuidad de los apóstoles, dio inicio a un gran movimiento llamado ―cristianismo‖ que existe hasta el día de hoy, reflejado en millones de personas, que se deciden por continuar aceptando la propuesta hecha por Jesús con una fe, en palabras del evangelista Marcos 1,15 se pide por parte de Jesús arrepentimiento y creer en el evangelio, se ve reflejado en la fe, que determina la vida del creyente y lo mueve a realizar actos que cambia la sociedad donde nos encontramos. Como escribió el teólogo Bultmann (2000) con respecto al texto bíblico de Mc. 1,15, lo presenta como ―una síntesis de la predicación cristiana de la salvación” (p. 186). En el contexto del país de Palestina, en la época de Jesús se presenta una serie de necesidades inmensas, debido a la pobreza en que se encontraba sumergido y por tal motivo, tenía que afrontar todo tipo de 23 penurias de toda índole, por una parte se tenía el cobro de unos impuestos altos, los bienes solo lo tenían unos cuantos, existían casos de desplazamiento interno, desarraigo social, analfabetismo, sequías, epidemias, exclusión….., además, se tenía el desazón en el culto y una gran fragmentación en varios grupos religiosos, debido a que el pueblo se encontraba bajo el yugo y la opresión de los romanos desde el año 63 antes de la era común, lo que llevo a que se dividieran en todos los ámbitos. Este panorama es el causante de la marginación de un grupo significativo de personas que no tenían ninguna posibilidad de integrarse al pueblo, ya sea por la escases de recursos económicos, o ya sea por los prejuicios sociales y religiosos que se viven en esta época, por consiguiente se tiene el caso de los pecadores, las mujeres, los enfermos, los mendigos, los vagabundos, las viudas, los huérfanos, los samaritanos, los recaudadores de impuestos, entre otros. En este contexto, es que se presenta Jesús, con un anuncio de esperanza, de liberación y sobre todo de salvación; como se recuerda en Gálatas 4,4-5 al afirmar que: ―al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva‖, y también en hechos de los apóstoles 4,12 se afirma como ―no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos‖ con este gran acontecimiento surge una invita a aceptar la propuesta de Jesús, por 24 medio de la conversión y como fruto de ella alcanzar la salvación. Jesús vivió en una sociedad que estaba viviendo la exclusión, Jesús propone el amor de un Dios que no discrimina por la raza, la religión, el sexo o incluso la nación. Por esta razón ―ante la situación de grandes masas de la población sumidas en la desesperanza, Jesús irrumpe anunciando la felicidad y la salvación definitiva‖ (Ortiz Lozada, 2005, p. 123). De otra parte, anuncia el Reino de los cielos, como el kerigma de la promesa hecha por Dios, pero, no es solo el anuncio sino que este va acompañado de diversos signos como: dar la sanación a los enfermos, perdonar los pecados, acoger a las mujeres y niños, poner por encima al hombre ante las normas establecidas y sin temores denunciar las injusticas por las que pasaba el pueblo, debido a la opresión de los poderosos, que en palabra del papa Francisco (2013a), por medio de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, se define como: El Reino de Dios (cf. Lc 4,43); se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos. Entonces, tanto el anuncio como la experiencia cristiana tienden a provocar consecuencias sociales. Buscamos su Reino: «Buscad ante todo el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura» (Mt 6,33). El proyecto de Jesús es instaurar el Reino de su Padre; Él pide a sus discípulos: «¡Proclamad que está llegando el Reino de los cielos!» (Mt 10,7). 25 Jesús, por medio de su predicación, presenta la importancia del Kerigma vivido, desde la historia de la salvación y sobre todo, como un nuevo inicio del anuncio de la misma, en el discurso de la predicación hecha por Él, Jesús hace notar, como Dios es el sustento del proceder del ser humano, y la acción salvadora de Dios encomendada a su hijo, que se manifiesta en la acción salvífica donde aparece siempre en la historia humana de la redención, por tal motivo, lo anunciado, se va a alcanzar por medio de la revelación, y se manifiesta por medio de la fe. Este binomio, de convertirse y creer, es universal, no es solo unos, sino que es una realidad de la cual nadie queda excluido, ni siquiera los transgresores públicos de la ley, como los recaudadores de impuestos y prostitutas, esta invitación es también para los pobres y aquellas personas que llevan una carga penosa. El mensaje de salvación se presenta como una firme salida para un mundo sumergido por el odio y la envidia, la violencia y desigualdad. Jesús, se hace presente, como una luz resplandeciente, proyectada en un mundo que se encuentra en la oscuridad de sus cegueras, y se ve reflejado en unos corazones oprimidos y desesperados. De igual manera, Dios espera una respuesta, como se presentó anteriormente, desde la libertad del individuo, y claro está, es un Dios compasivo y por este hecho, espera una respuesta, sin significar que sea débil, sino que por el contrario es una llamada constante, a una conducta a su semejante, ya que el amor de Dios de entrada exige una respuesta y este es un amor parecido al que Él brinda y se 26 da a Dios, y al resto de la humanidad por la acción salvadora de Cristo que nos hace hermanos en Cristo Jesús. El anuncio, hecho por Jesús a la conversión, se puede interpretar como una metanoia, que tiene como finalidad un cambio radical, que conlleva a la conversión, donde se exige una forma diferente de vivir, pero, esta es mucho más que un cambio de mente, porque debe ir acompañada de la penitencia, entendida esta, como la reparación de la injusticia cometida, donde se tenga la renuncia y la expiación. Hablar de la conversión, es propio de la Biblia, por este motivo y en sintonía con lo que se comprende en el Antiguo Testamento, la ―conversión‖ significa ―la vuelta atrás en el camino equivocado, o más claramente, el retorno a Dios de quien el hombre se había apartado” (Schnackenburg, 1980, p. 40). La conversión como tal ha de llevar a un cambio de la persona, lo cual debe estar empeñada por enmendar los actos que lo han separado del amor de Dios, y es por este motivo que continúa Schnackenburg, (1980) afirmando que: Con Jesús, esta exigencia de conversión a través del mensaje de salvación, que él anuncia en la hora escatológica, adquiere su aspecto peculiar. Va unida con la exigencia de creer el Evangelio. Quien quiera «convertirse» según el pensamiento de Jesús debe empezar por responder con un sentimiento íntimo de alegría a la oferta de salvación que Dios le hace, debe aceptar el mensaje de Jesús creyendo (p. 40). 27 La conversión, es el inicio del proceso de seguimiento a Jesús, el cual tendrá como finalidad el creer. Es importante destacar, como en el inicio de la predicación de Jesús, no comienza por anunciarse así mismo, ni mucho menos centrar su predicación en él como Hijo de Dios, el Mesías, el anunciado por los profetas y el esperado por el pueblo, sino en: El Reino de Dios que ya está presente en el mundo, y está desarrollándose aquí y allá, de diversas maneras: como la semilla pequeña que puede llegar a convertirse en un gran árbol (cf. Mt 13,31-32), como el puñado de levadura, que fermenta una gran masa (cf. Mt 13,33), y como la buena semilla que crece en medio de la cizaña (cf. Mt 13,24-30), y siempre puede sorprendernos gratamente(Francisco, 2013a). Él comienza predicando el reino de Dios, un reino que está próximo y que es inminente su llegada, por este motivo, es importante que se esté preparado, porque el tiempo se ha cumplido, el anunció de Jesús está enmarcado de una o de otra forma en lo que conocemos en nuestros tiempos con el nombre de antropología de la biblia y esta se encuentra a favor del hombre como lo expresa Pastor (1995): 28 La antropología de la biblia, está a favor de las actitudes humanas, de todas las formas de vivir que hacen al individuo mejor para sí y para los demás, que hacen la vida más digna de los hombres, más rica, plena, agradable… en suma, a favor de todas las virtudes humanas, de lo que enriquece al ser humano individual y colectivamente, hay una aceptación de las actitudes humanas positivas y un rechazo de las opuestas (p. 233). La iglesia, desde el inicio, ha basado su predicación principalmente en la historia de la salvación, en la persona de Jesucristo, en su predicación y en la importancia de tener en cuenta al hombre por el hecho de ser hombre, y donde el éste a través de la experiencia de su creador lucha por ser mejor cada día, tanto a nivel personal como comunitario, claro está que es posible siempre y cuando él sienta un impulso hacia la experiencia de un ser divino, con una invitación universal, donde la presencia de un Ser lo que invita y llama a la conversión y a creer en el evangelio, es aquí cuando el kerigma se vive desde la historia de la salvación y se logra un nuevo inicio de la salvación, predicado por Jesucristo. La iglesia como continuadora de la misión de Jesús, se hace presente en el ayer y en el hoy como una respuesta desde la gratitud a Jesús y por este hecho es que responde a la proclamación de la Buena Nueva, encarnada en nuestro señor Jesucristo. 29 1.1 El Kerigma en las fuentes de la teología Teniendo en cuenta, el Kerigma vivido desde la pastoral, se debe hacer claridad sobre lo que es el Kerigma dentro del discurso de la teología dogmática. Pero para ello es importante mencionar qué se entiende por teología dogmática y cuál es su objeto de estudio. Se debe afirmar en un primer lugar, que la teología dogmática puede incluir la teología fundamental, esta crea las bases para dar fundamentos sólidos al dogma como tal. ―La dogmática es el centro y la columna vertebral de la Teología, ciencia de Dios, que es una por su objeto formal Divino‖ (O'Donnell, 1997, p. 243-244). Se destaca, que para algunas personas, el nombre de dogmática lo han reservado en especial para un conjunto de verdades salvíficas que se han teorizado, hasta llegar a afirmar con respecto a la teología dogmática que es ―la exposición científica, basada en el dogma católico, de todas las enseñanzas teóricas que por revelación divina se nos han comunicado acerca de Dios y de sus operaciones‖ (Ott, 1966, p. 30). Es preciso insistir, en el objetivo primordial de la teología dogmática y sobre todo tener claridad en que ella organiza un discurso teológico, y gira en torno a los dogmas, siendo estos determinados desde la iglesia a través del misterio de Dios, revelado en la historia de la salvación. La teología dogmática como conjunto sistemático, nos ayuda a tener una mayor claridad sobre lo que 30 cree la Iglesia, sus símbolos de fe, como es el caso del credo, tener una mejor claridad sobre los diversos Concilios y las definiciones que ha dado el magisterio de la Iglesia por medio de los Papas. Al presentar a ―Cristo como el signo del hombre en cuanto es carne ungida por el Espíritu que lo consagra a fin de ser instrumento de redención para y por los más pobres‖ (Muriel, 2015, p. 351). Se debe tener a esta teología como algo didáctico y que da razón del pensamiento que se tiene en la teología actual. Este campo teológico no puede limitarse solo al estudio de los dogmas dados por la iglesia, ya que de una o de otra manera no se tendría claridad en las fuentes de la teología como es la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia y por este hecho es que el decreto Optatam Totius, promulgado por el papa Pablo VI en el numeral 16 afirma que: Las disciplinas teológicas han de enseñarse a la luz de la fe y bajo la guía del magisterio de la Iglesia, de modo que los alumnos deduzcan cuidadosamente la doctrina católica de la Divina Revelación; penetren en ella profundamente, la conviertan en alimento de la propia vida espiritual, y puedan en su ministerio sacerdotal anunciarla, exponerla y defenderla. 31 Fórmense con diligencia especial los alumnos en el estudio de la Sagrada Escritura, que debe ser como el alma de toda la teología; una vez antepuesta una introducción conveniente, iníciense con cuidado en el método de la exégesis, estudien los temas más importantes de la Divina Revelación, y en la lectura diaria y en la meditación de las Sagradas Escrituras reciban su estímulo y su alimento (Pablo VI, 1965c). Se puede apreciar en este decreto emanado del papa Pablo VI, que hace una gran invitación a todas las disciplinas teológicas, a tener en cuenta las fuentes de la teología desde su proceso de aprendizaje en los diversos lugares donde se imparte su conocimiento. De igual manera, se invita a las personas, que se encuentran en formación, que lleguen a un conocimiento de la doctrina católica emanada desde la revelación divina y de esta manera favorecer el proceso de apropiación del misterio encarnado, donde se enseñe por convicción y no por obligación. Se apropien del conocimiento y por medio del aprendizaje se pueda pasar al aprehender, entendido este como el hecho de hacer propio el conocimiento, donde se tiene en cuenta el proceso de construcción de pensamiento, permitiendo que el individuo se sienta parte de los resultados obtenidos y todo esto, le da sentido en su construcción, ya que pasa de ser un agente pasivo, a ser un agente activo del pensamiento y gracias a esto los resultados se ven reflejados en los aportes que cada uno ha brindado. El ser humano cuando se siente interpelado por el conocimiento, 32 toma la iniciativa y desea aprehenderlo, y experimenta la importancia del aprendizaje como algo significativo. Esta invitación, que se realiza a los nuevos formandos en teología, desde el aprehender, lo que se destaca como un aprendizaje significativo se concluye en que aprenda a aprender y por medio del conocimiento el individuo fortalece sus habilidades y destrezas que hace más eficiente su aprendizaje. Por otra parte con respecto a la teología dogmática, en este mismo decreto, dice que: Ordénese la teología dogmática de forma que, ante todo, se propongan los temas bíblicos; expóngase luego a los alumnos la contribución que los Padres de la Iglesia del Oriente y del Occidente han aportado en la fiel transmisión y comprensión de cada una de las verdades de la Revelación, y la historia posterior del dogma, considerada incluso en relación con la historia general de la Iglesia;….. (Pablo VI, 1965c). En este apartado, se inicia ordenando, que se tenga más cuidado con la formación en los candidatos a recibir título de teología, haciendo énfasis en la historia de la revelación plasmada en los temas bíblicos, de igual manera lo que han contribuido los padres de la Iglesia tanto los de Occidente como de Oriente y que se ha considerado en la historia general de la Iglesia, en lo que se denomina las fuentes de la teología. De igual manera, se puede intuir la 33 importancia del método de la teología dogmática que se basa en lo positivo y en lo especulativo, permitiendo que esto nos ayuda a distinguir en la reflexión teológica dogmática, entre positiva y especulativa definiendo esta como: La teología dogmática positiva nos enseña que el magisterio eclesiástico nos propone una doctrina teológica paraque la creamos (elemento dogmático) y que tal doctrina se halla contenida en las fuentes de la revelación (elemento bíblico-patrístico). Al ponerse a defender la doctrina católica contra ideas erróneas, se convierte en teología controversista (elemento apologético o polémico). La teología dogmática especulativa, que se identifica con la llamada teología escolástica, se esfuerza por comprender lo más posible, mediante el raciocinio humano y las verdades reveladas (Ott, 1966, p. 29). De lo anterior, con respecto a la forma de entenderse la teología dogmática, se debe decir, que no es recomendable separar los dos métodos, ya que ellos se complementan, por un lado se da la verdad revelada y por otro la forma de creer en esta verdad, no son verdades ciegas, sino que por el contrario son verdades razonables, donde se realiza un aprendizaje significativo, como se expresaba anteriormente. Dentro de la teología dogmática positiva, donde la iglesia propone un dogma en que creer, debemos tener presente que éste puede comprenderse de dos maneras; ya 34 sea como fruto inmediato de la revelación de Dios, de una forma implícita o explícita, pero que debe estar expresada en las fuentes de la revelación. O ya sea, una propuesta a través de la revelación progresiva del misterio de Dios y que el magisterio eclesiástico da a conocer para que el pueblo la acepte y crea en ella, convirtiéndose a su vez en una doctrina de fe, que obliga a creer y este se puede proponer ya sea por medio de una definición solemne del Papa, por medio de un concilio o ya sea por medio del magisterio ordinario y universal. Después de presentar una forma de entender el kerigma a partir de la teología dogmática, debemos de expresar que: La cristología, como todo discurso teológico, puede adoptar diferentes métodos. El que ha predominado hasta tiempos recientes puede llamarse ―dogmático‖. Este método tomó como punto de partida las enunciaciones dogmáticas del Magisterio central de la Iglesia –en particular la definición de Calcedonia- y, mediante un movimiento de retrospección, trató de comprobar los elementos esenciales del misterio con referencias bíblicas elegidas e interpretadas adecuadamente (Dupuis, 1994, p. 12). El método, que se ha usado para hablar del misterio de Jesucristo por excelencia, ha sido el dogmático, con el cual, se han realizado las definiciones que posee la Iglesia y gracias al cual se han logrado unas excelentes 35 conclusiones del misterio de Dios encarnado, claro está, que el método dogmático, cuando no se usa adecuadamente puede conducir a una cristología abstracta, cuando se toma a Jesús en lo divino y poco se habla de lo humano, de la vida concreta de Jesús; olvidando que Jesús es verdadero Hombre y verdadero Dios, como bien lo ha expresado la Constitución Pastoral, Gaudium et Spes, 22, promulgada el 7 de diciembre de 1965, por el papa Pablo VI (1965b), afirmando que Cristo, es el Hombre nuevo y que ―el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor, Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor‖. Es Cristo verdadero Hombre, encarnado en quien todas las verdades prometidas encuentran sus respuestas, convirtiéndose en el centro y culmen de la revelación, en ―la piedra que los constructores desecharon, y se convierte en piedra angular‖; y termina afirmado el texto bíblico que ―fue el Señor, quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos‖ (Cfr. Mt 21,24). Y para concluir se puede afirmar que las verdades reveladas encuentren en Cristo, su fuente y su corona. En este sentido, es cuando adquiere valor el hecho de presentar el Kerigma como una verdad revelada a través de la historia de la salvación, que ha traído por medio de Jesucristo la restauración y la redención al mundo entero, el kerigma desde las fuentes de la teología dogmática es una invitación constante a hacer una vivencia y un discurso teniendo en cuenta su método y desde este 36 trabajo de grado crear un ambiente donde la teología dogmática este acorde con el método de la teología pastoral, como se va a presentar a continuación. En primer lugar es preciso presentar una definición, sobre cuáles son las fuentes para la teología pastoral y hacer una aclaración, sobre qué podemos entender por Kerigma; por este motivo, se debe precisar que el kerigma se interpreta como un anuncio o proclamación de la buena nueva de nuestro señor Jesucristo y que invita a asumir la actitud del apóstol de los gentiles, al hablar a Timoteo: ―yo he sido constituido heraldo, apóstol y maestro de los gentiles en la fe y en la verdad‖ Cf. 1 Timoteo 2,ιb. Al presentarse Pablo como heraldo, se hace notar la soberanía y la importancia de lo anunciado, considerándose como el heraldo; éste era un hombre dotado de dignidad y gozaba de una buena posición en la corte real, y dentro de las funciones estaba ser el pregonero, comunicando los edictos que determinaba el rey, pero esta comunicación debía ser muy clara y entendible por todas las personas que la escuchaba, no se podía hacer interpretaciones personales, lo anunciado no era los deseos personales sino los edictos reales. Se debe tener en cuenta, para continuar con esta explicación del heraldo, que dentro del kerigma de Jesús esta predicar el Reino de Dios, y que este es una realidad inmanente, como lo podemos notar en los evangelios, ―El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva‖ (Cf. Marcos 1,15). Mientras que para 37 el evangelista Lucas, el médico, presenta, como Jesús exhorta en el envío de los setenta y dos discípulos a ―curad a los enfermos que haya en las ciudades, y decidles: ―El Reino de Dios está cerca de vosotros‖ (Cfr. Lucas 10,κ-9), demostrando como el anuncio hecho por Jesús, que es el reino de Dios se encuentra cerca y con la pascua es donde se verá su plenitud, que en la predicación de Pablo de Tarso, era inminente la parusía de nuestro señor Jesucristo y ―parece ser que en los principios de la Iglesia los creyentes, totalmente poseídos por la luz de pascua y de pentecostés, pensaron que Cristo iba a retornar inmediatamente‖ (León-Dufour, 1985, p. 201). Ya se tenía desde el anuncio del kerigma de Jesús, sobre el reino de Dios, que es una realidad del ya casi pero todavía no, como el regreso del Señor está muy cerca, es lo que nos recuerda León-Dufour (1985) al citar algunos textos bíblicos: La comunidad de Tesalónica, refleja todavía esta convicción con excesos que son instructivos: los difuntos no tendrían la menor participación en la bendición de la parusía 1Tes 4,13.; el trabajo no es ya necesario, puesto que el Señor viene 2Tes 3,6; más aún, la parusía habría tenido ya lugar. Pablo, para corregir estas ilusiones, no dice nunca que la parusía tendrá lugar después de un prolongado lapso de tiempo; por el contrario, abriga la esperanza de hallarse entonces todavía en vida 1Tes 4,17. Mantiene sobre todo el deber de velar porque ―el día viene como un ladrón en plena noche‖ 1Tes 5,2. Por lo demás, el carácter inminente de la parusía es difícil de 38 expresar sin proyectarlo en el cuadrante del tiempo: lo que es inminente parece ―próximo‖. Es una realidad que san Pablo sabe aprovechar para realizar su misión, como apóstol de los gentiles, la parusía del Señor ya pasó, la estamos viviendo, y es lo que debemos esperar, es un ya casi pero todavía no, un kairos que nos regala el señor Jesús para estar preparados, para estar viviendo tanto el kerigma de Jesús (el anuncio del reino de Dios), como el de la iglesia naciente en la experiencia del resucitado (el anuncio de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo). Es así, como los autoresdel ―Nuevo Testamento, presentan la parusía como ―más próxima‖ ahora que al principio Rom 13,11: el día se aproxima, el juicio está muy próximo 1Pe 4,5ss; todavía un poco y llegará el día Heb 10,25.3ι. Jesús dice: ―Vengo luego‖ Ap 22,20‖ (p. 201). De esta experiencia, reflejada en el Nuevo Testamento, es que Pablo ve la necesidad por cumplir la misión encomendada de ser heraldo, apóstol y maestro de los gentiles. Además, se debe tener en cuenta, como se mencionaba anteriormente, la importancia del heraldo, que sobre todo, fuera una persona que se conociera así mismo, con la capacidad de anular sus deseos, para permanecer fiel y proclamar tal como lo había escuchado de su señor, no se podía permitir que añadiera sus propias interpretaciones. 39 Desde esta convicción, Pablo de nuevo declara que Cristo Jesús ―se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Evangelio, para cuyo servicio he sido yo constituido heraldo, apóstol y maestro‖ (Cfr. 2 Timoteo 1,10-11). En estos textos bíblicos se manifiesta el kerigma, como el anuncio que proclama el heraldo y por consiguiente el mensaje surge como fruto de la proclamación, pero no cualquier proclamación, sino algo que llena la vida de significado y se convierte en una buena nueva o buena noticia. El Kerigma predicado por Jesús: ―El Reino de Dios está cerca‖, permaneció como horizonte, que con la resurrección de Cristo se presentó como una verdadera posibilidad de vida, que ha facilitado desde los inicios del cristianismo a ubicarse en el eje central de la vivencia experiencial del resucitado; para las primeras comunidades cristianas quienes escucharon y acogieron este kerigma: ―Cristo ha resucitado de entre los muertos‖ (Cfr. 1Co 15,12). Era un verdadero anuncio del gozo que se transmitía en el mensaje del evangelio, cabe aclarar que este evangelio, no es algo escrito como muchos lo comprenden en la actualidad, sino que este se convertía en una vivencia gozosa del resucitado hecho palabra y testimonio de vida de quienes transmitían esta grandiosa experiencia, que posteriormente se recoge en la didaché, para dar origen posteriormente, a lo que conocemos como evangelios. 40 El kerigma que se anuncia con alegría, es el fruto de un encuentro gozoso y lleva a expresar el evangelio, como una buena noticia donde se sintetiza la cantidad de intervenciones salvíficas de Dios en la historia de la humanidad y conlleva a la gran victoria, que es el misterio pascual de Cristo (Cfr. Hechos 2,14-39), pero este no es solo un anuncio individual, sino a la vez es una invitación universal a la conversión, y parte del reconocimiento de Jesús como el mesías y salvador, se debe tener en cuenta, en este texto bíblico, a Pedro, donde en su discurso, no desconoce la cultura y pensamiento de la gente a la cual está hablando, él tiene en cuenta sus tradiciones, sus creencias y le da un nuevo sentido, conociendo este proceso como inculturación del evangelio. El kerigma, desde los inicios de la predicación, hizo parte de la cultura a la cual se estaba hablando y esto es lo que hace aún más llamativo la predicación de salvación y nunca se puede olvidar que ―para proclamar el mensaje evangélico hay que entender que la evangelización es la transmisión de la buena noticia de salvación‖ (Gutiérrez, 2013, p. 17). Y esta buena noticia no es ajena a la realidad personal de cada individuo. El heraldo en el momento de predicar el kerigma, tenía claro que: Evangelizar es el verbo que otorga acción al sustantivo evangelio. Esto quiere decir anunciar, proclamar, gritar y testimoniar con todas nuestras fuerzas que 41 es Jesucristo el Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, que ofrece la salvación a todos los hombres como don de la gracia y de la misericordia de Dios (Gutiérrez, 2013, p. 18). Evangelizar, es una realidad dinámica, que debe conllevar a la acción tanto del emisor, como del receptor; el emisor, debe hacer un proceso de cambio, reflexionar sobre su actuar y que con su sola presencia hable de lo que va a anunciar, que el evangelizar haga en el heraldo, un proceso de conversión constante y este reflexione en la misión encomendada como un kairos que debe llevar a cabo y de otra parte el receptor al escuchar el anuncio y el testimonio, hace un compromiso de cambio en su actuar y en su proceder y es aquí cuando va a dar el efecto que se desea con el anuncio, pero no podemos olvidar que no todos los que escuchan el mensaje de salvación asumen un compromiso de transformación como lo expresa el evangelio de Marcos, donde por medio de la parábola del sembrador hace notar que pueden existir cuatro tipos de oyentes en el proceso de evangelizar; el primer escenario donde cae a lo largo del camino y vienen las aves y se la comieron, no produce ningún efecto. En el segundo escenario es cuando cae en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida y por no tener hondura de tierra; salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. El tercer escenario es cuando cae entre abrojos y crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Y por último, el cuarto escenario el más deseado en el proceso del kerigma, es cuando cae en tierra buena y, crece y desarrolla, 42 dando excelente fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento (Cf. Marcos 4,3-9). Que gran satisfacción en esta última escena. De otra parte se debe tener presenta que las fuentes de la teología se basan en dos pensamientos enmarcados en el de oriente y el de occidente. De igual manera, si observamos la teología como ciencia nos debemos preguntar, ¿qué es la sagrada escritura? y ¿a qué se aplica? Si es posible aplicar la ciencia a este nuevo objeto de estudio y convertirse en ciencia. Partimos de una pregunta: ¿la sagrada doctrina es ciencia? Y de esta manera utilizamos un poco de la forma de escribir Santo Tomas, donde él nunca parte de supuestos o afirmaciones, sino, que se niega en la respuesta y posteriormente busca su afirmación. Cuando nos preguntamos si la teología es ciencia, con sus fuentes, es aquí donde surge el método teológico. Las fuentes de la teología, lo recuerda muy bien el magisterio de la Iglesia, como por ejemplo, en la Dei Verbum, se afirma que ―se hace necesario entender la tarea de la exégesis como un determinar ―qué es lo que Dios ha querido comunicarnos‖ (Pablo VI, 1965a). Realizar un discernimiento de lo deseado por Dios y no tanto lo deseado por el hombre, por eso posteriormente, en el documento publicado el 29 de Noviembre del (2011), llamado la Teología hoy: perspectivas, principios y criterios, numeral 22, afirma que: 43 Para comprender y explicar el significado de los textos bíblicos, se deben hacer uso de todos los métodos literarios, históricos y filológicos apropiados, con el fin de aclarar y entender las Sagradas Escrituras en su propio contexto y período. De este modo, la historicidad de la revelación se tiene metodológicamente en cuenta (Comisión Bíblica Internacional, 2011). Es aquí, donde el lenguaje teológico, debe ser racionalizado por medio de los métodos, pero no se puede quedar solo en lo racional y abstracto, sino que este debe ser fruto de una reflexión, donde se dé la interacción de todos los sentidos. Tener en cuenta que la teología tiene dos componentes theos – logos; logos en griego es lo que pensamos, lo que reflexionamos y sentimos. En palabras de la comisión teológica internacional, en su documento comunión y servicio: la persona humana creada a imagen de Dios1, hace notar en el capítulo II., como ―la comunión y el servicio son los dos principales hilos con los que está tejida la trama de la doctrina de la imago Dei‖ (n. 25). Un logos hacia adentro y haciaafuera y el theos es una realidad que no actúa solo en primera persona, sino que de igual manera, se vive en comunidad, porque él es un ser en relación, donde se tiene la fe, como inicio de una experiencia, y debemos afirmar que la fe si tiene lógica y esa lógica se encuentra por la teología, además la teología en sentido de ciencias naturales 1 Las discusiones generales se desarrollaron en numerosos encuentros de la Subcomisión y durante las sesiones plenarias de la misma Comisión Teológica Internacional celebradas en Roma del año 2000 al 2002. El presente testo fue aprobado de manera específica con el voto escrito de la Comisión y fue presentado a su presidente, el card. J. Ratzinger. Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien dio su aprobación para su publicación el 23 de julio de 2004. 44 no es ciencia, pero en sentido de la fe si es, convirtiéndose en ciencia de fe, sabiduría de fe y Dios mismo, se convierte en una hermenéutica, una mirada de la realidad. La vivencia del misterio de Dios en comunidad es esencial para la vida del creyente, como se resalta en el numeral 41, en el documento comunión y servicio: la persona humana creada a imagen de Dios, al afirmar que: Cuando se habla de la persona, nos estamos refiriendo tanto a la identidad e interioridad irreductible que constituyen a cada individuo, como a la relación fundamental con los otros que está en el cimiento de la comunidad humana. En el planteamiento cristiano, esta identidad personal, que es también una orientación hacia el otro, se fundamenta esencialmente en la Trinidad de las Personas divinas. Dios no es un ser solitario, sino una comunión entre tres Personas. Constituido por la única naturaleza divina, la identidad del Padre es su paternidad, su relación con el Hijo y con el Espíritu; la identidad del Hijo es su relación con el Padre y con el Espíritu; la identidad del Espíritu es su relación con el Padre y con el Hijo. La revelación cristiana ha llevado a articular el concepto de persona y le ha atribuido un significado divino, cristológico y trinitario. Ninguna persona en cuanto tal está sola en el universo, sino que siempre está constituida con los otros y está llamada a formar con ellos una comunidad (Comisión Teológica Internacional, 2004). La teología vive y se alimenta de la realidad, y esta realidad debe tener presente otras variables como la fe, la historia entre otras y esto es lo que nos 45 recuerda la comisión Bíblica Internacional, en el documento, la Teología hoy: perspectivas, principios y criterios; al mencionar en el numeral 22, como la, Dei Verbum 12 se refiere en particular a la necesidad de prestar atención a las formas literarias: ―Pues la verdad se propone y expresa de una u otra forma en los textos históricos (en sus diversas modalidades), proféticos o poéticos, o en otras clases de discurso‖ (Pablo VI, 1965a). Desde el Concilio, se han desarrollado métodos adicionales que pueden abrirnos hacia aspectos nuevos del significado de las Sagradas Escrituras. Dei Verbum 12 indica, no obstante, que para conocer ―la dimensión divina de la Biblia‖ y conseguir una interpretación ―teologal‖ de la misma, se deben tomar en consideración tres ―criterios fundamentales‖: la unidad de las Escrituras, el testimonio de la Tradición y la analogía de la fe. Y en esta unidad, es donde hoy podemos hablar de métodos en plural para la teología. Teniendo en cuenta las fuentes como es la sagrada escritura y la tradición y el magisterio, claro está, se debe fijar como punto de partida que la fe es el inicio para hacer teología y no la razón, por este motivo, se presenta la fe y la razón (Fides et ratio) como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Ya que ―Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo‖, estas son las palabras 46 iníciales de la carta encíclica Fides et ratio, de San Juan Pablo II promulgada el 14 de septiembre, en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, (1998). Queda claro, que se parte de la fe pero no puede desaparecer la razón ya que el objetivo fundamental de la teología es encontrar la lógica de fe, de Dios; por medio de la metodología escolástica, se da el inicio para esta importante labor, teniendo como telón de fondo la utilización de métodos instrumentales de la filosofía, fundamentados en el aristotelismo, pero el que demuestra que valía la pena utilizar este método fue Santo Tomas de Aquino. Y con el aporte de otras ciencias se han recomendado incorporar otros métodos como los siguientes: Método histórico- critico: que parte de la crítica textual, la interpretación alegórica y la literatura como tal. Métodos lingüístico que aporta buena parte Clara Díaz Lectura psicoanalista que aporta a esta parte Eugen Drewermann y Francoise Dolto, la lectura psicoanalítica no implica solo usar la forma de pensar de Freud. De otra parte, y con respecto a los métodos de interpretación de la Biblia, el sacerdote pasionista Tarcisio Gaitán B. (2006), nos recuerda que: 47 La claridad de los exégetas no siempre han aportado para una orientación básica en el mundo de los métodos de exégesis bíblica, la aportó la Pontificia Comisión Bíblica, que en el ya citado documento2, ―La Interpretación de la Biblia en la Iglesia ―estableció una diferenciación básica entre el método histórico-crítico, los nuevos métodos de análisis literario, y los distintos tipos de acercamiento (basados en la Tradición, como el canónico; en las ciencias humanas, como lo sicológicos y antropológicos, y el contextual, caso de los feministas y liberadores. Esta distinción, si bien no del todo satisfactoria, ayuda a orientarse en el mundo de la metodología exegética (p. 145). Estas son pues, algunas posibilidades que se tiene para el estudio exegético de la Biblia, pero nunca se nos puede olvidar que debemos partir de la Biblia, ya que este es un texto inspirado y este hecho se basa en que parte de Dios, pero existe otro criterio y es el canon (Regla). Se propone hacer exegesis de la biblia en su totalidad y no parcializada, ya que se especializan en versículos, capítulos, libros o partes de la Biblia pero no en la revelación que Dios hace a los hombres por medio de la Biblia o como es el caso de este trabajo de investigación, el Kerigma como parte fundamental de la revelación de Jesús en la historia de la salvación y enmarcada en la teología pastoral. En conclusión debemos decir que el kerigma desde la teología pastoral está llamada a anunciar con alegría, a ser el fruto de un encuentro gozoso y 2PONTIFICIA COMISIÓN BIBLÍCA. La interpretación de la Biblia en la Iglesia. Discurso de su santidad el Papa Juan Pablo II y Documentos de la Pontificia Comisión Bíblica, Editrice Vaticana, Roma 1993. 48 llevar a expresar el evangelio, como una buena noticia donde se sintetiza la cantidad de intervenciones salvíficas de Dios en la historia de la humanidad y conlleva a la gran victoria, que es el misterio pascual de Cristo (Cfr. Hechos 2,14-39), ―es necesario unir el anuncio del Reino de Dios (el contenido del kerigma de Jesús) y la proclamación del evento de Jesucristo (que es el kerigma de los Apóstoles). Los dos anuncios se completan y se iluminan mutuamente (Rmi 16). Se debe tener claro que este no es solo un anuncio individual, sino a la vez una invitación universal a la conversión, y parte del reconocimiento de Jesús como el mesías y salvador. 1.2 Comprensión epistemológica de la teología pastoral La teología pastoral dentro de sus múltiples finalidades tienecomo propósito la formación integral de la persona, para que ésta pueda ser un agente activo en las propuestas metodológicas en los diferentes escenarios donde se encuentra, ser un profeta que anuncie las grandezas y maravillas hechas por Dios y por nuestro señor Jesucristo y vivificadas por la acción del espíritu santo, igual manera debe denunciar las injusticia y desaciertos que estén cometiendo los hombres, para que él desde su libertad, decida si desea enmendar su proceder y actuar correctamente o no; esta teología pastoral debe construir escenarios donde el hombre se sienta acompañado y tocado por el señor, por este motivo se debe investigar las causas de las injusticias, para generar preguntas y el hombre con la ayuda de la teología pastoral dar 49 respuestas teóricas y sobretodo prácticas a sus contextos sociales donde se encuentre. El hombre se encuentra frente a unos desafíos con respecto a su fe y estos deben ser solucionados, para que la persona crea por convicción y no por imposición o temores, donde se tiene claro en que creer y no tenga temor para realizar un diálogo ecuménico, intercultural o pluri-religioso donde se encuentre; el creyente de hoy debe tener como ejemplo a ―Cristo, el gran Profeta, que por el testimonio de su vida y por la virtud de su palabra proclamó el Reino del Padre” (Pablo VI, 1964) un Reino cercano, sin exclusiones que está a la mano de todos, donde se tenga claro que ―los laicos, se constituye en testigos y esto ilumine el sentido de la fe y la gracia de la palabra, para que la virtud del Evangelio brille en la vida cotidiana familiar y social” (Pablo VI, 1964) Una sociedad tocada por la presencia del Señor. En esta sociedad, no se puede vacilar con respecto a nuestras creencias y es necesario que la teología pastoral este pendiente de las realidades sociales que afronta el hombre, tener claridad sobre el mundo con respecto a sus dinámicas, ser un agente activo que no desconoce sus propios contextos, sus sueños, metas y forma de enfrentar el mundo, tener en cuenta su realidad personal, donde se sienta y piense diferente el hecho religioso, no se deben apartar o rechazar sino que por el contrario debe convivir, dialogar y porque no aprender, para que sea posible entender sus creencias y de allí 50 realizar nuestros procesos de evangelización, por medio de un diagnóstico de los contextos donde se va a evangelizar ya que las experiencias pasadas deben de servir como experiencia para nuestros procesos actuales. La teología pastoral como un anuncio del kerigma, no puede desconocer en ningún instante, al hombre con sus dimensiones, un hombre con cambios constantes de su habita, un hombre que presenta temores, pero que gracias al encuentro con una persona concreta, como es la persona de Jesús, hace vivas las palabras de San Juan Pablo II, en la carta apostólica Novo Millennio Ineunte n. 1 ―resuenan en nuestro corazón las palabras con las que un día Jesús, después de haber hablado a la muchedumbre desde la barca de Simón, invitó al Apóstol a «remar mar adentro» para pescar: «Duc in altum» (Lc 5,4)‖ (Juan Pablo II, 2001). A ejemplo de Pedro en este texto bíblico se debe confiar en las palabras del salvador y no tener miedo de avanzar en nuestra experiencia de hombre de fe y ahondar en el mar inmenso de la experiencia salvífica y gratificante de Dios. La palabra de ¡Duc in altum! Es una invitación universal a todos los cristianos, sin distinción en su experiencia religiosa, ya sea como sacerdote, religioso(a), o en el estado que se encuentre, estas palabras debe resonar en la vida del creyente de hoy, ya que se invita sobre todo ―a recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el presente y a abrirnos con confianza al futuro: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre» (Hb 13,κ)‖ (Cf Juan 51 Pablo II, 2001) La invitación al anuncio del kerigma es constante, el mandato de Jesús es universal, pero sin olvidar, que la forma de anunciar estas experiencias, pueden ser diferentes, estar acorde con los signos de los tiempos y estas formas se pueden notar en la iglesia ya que de acuerdo a la época ha cambiado. La forma de anunciar el kerigma posterior a pentecostés, por medio del apóstol de los gentiles, Pablo, no se hizo esperar. Uno de los tantos hechos lo podemos notar cuando después de un largo recorrido por la región del mediterráneo llega a Atenas, habla con autoridad frente a los filósofos y frente al pueblo en el areópago, como se puede notar en Hechos de los Apóstoles 17, 18-21, donde se relata este acontecimiento, afirmando que: Trataban también conversación con él algunos filósofos epicúreos y estoicos. Unos decían: ―¿Qué querrá decir este charlatán?‖ Y otros: ―parece ser un predicador de divinidades extranjeras‖. Porque anuncia a Jesús y la resurrección. Le tomaron y le llevaron al Areópago; y le dijeron: ―¿podemos saber cuál es esa nueva doctrina que tú expones? Pues te oímos decir cosas extrañas y querríamos saber qué es lo que significa‖. Todos los atenienses y los forasteros que allí residían en ninguna otra cosa pasaban el tiempo sino en decir u oír la última novedad (Hch 17, 18-21). 52 Primero que todo, debemos mencionar que todos los atenienses y los forasteros que allí residían en ninguna otra cosa pasaban el tiempo sino en decir u oír la última novedad y en este caso concreto, Pablo inicia hablando a unos cuantos y al escuchar lo que él dice, se convierte en algo novedoso por este motivo es que es conducido al Areópago para hablar, en este momento es que Pablo pone en práctica lo que venimos hablando de realizar un diagnóstico, para poner en practica la teología pastoral, donde se debe construir escenarios donde el hombre se sienta acompañado y tocado por Jesús; Pablo investiga las causas del por qué estas personas se reúnen, para generar preguntas y que los atenienses den respuestas teóricas y sobretodo prácticas a sus contextos sociales donde se encuentren. Pablo tiene en cuenta su realidad personal, y hace una invitación a las nuevas generaciones, para que se sientan y piensen diferente, el hecho religioso, no se deben apartar o rechazar sino que por el contrario se debe convivir, dialogar y porque no aprender, para que sea posible entender sus creencias y de allí realizar un procesos de evangelización, por medio de un diagnóstico de los contextos donde se va a evangelizar, por esta razón Pablo continúa con su misión y habla con vehemencia a los atenienses. Posteriormente en el mismo texto bíblico en Hechos de los Apóstoles 17, 22 -32, presenta como: 53 Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que vosotros sois, por todos los conceptos, los más respetuosos de la divinidad. Pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: «Al Dios desconocido.» Pues bien, lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo a anunciar. «El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por manos humanas, ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas. El creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar, con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: "Porque somos también de su linaje." «Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingeniohumano. «Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse, porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos.» Al 54 oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: «Sobre esto ya te oiremos otra vez.» (Hch 17, 22-32). Se nota como Pablo, utiliza expresiones propias de los atenienses como son…por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho alguno de vosotros: ―porque somos también de su linaje‖….e inmediatamente une con el mensaje que va a transmitir, para hacer más creíble el kerigma. El desenlace de esta forma de predicar va a terminar con dar sus frutos y es así como en versículos siguientes se habla que: ―pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos‖ (Hch 1ι, 34). Haciendo un gran salto a nuestro continente y a nuestra realidad, se debe hacer énfasis en la época de las colonias, donde era muy común que se utilizara los catecismo como una forma de anunciar el evangelio a los nativos y a la iglesia en general, ya después con el invento de nuevas tecnología se ha querido que en la mayoría de ellas se encuentre el kerigma como una forma de vida para las nuevas generaciones, tenemos el caso de emisoras, por nombrar una, lazos de amor Mariano y canales audiovisuales como por ejemplo tele-vida; son pues formas de poner el mensaje de salvación con los signos de los tiempos de cada época. 55 Dentro de la teología pastoral, debemos presente qué es ―el reino de Dios se hace presente en proyectos históricos concretos, tanto eclesiales como sociales‖ (Meza, 2002, p. 258). No se puede dejar de lado, que tenemos un Dios presente en la historia de la humanidad, un Dios que camina junto a su pueblo, como se puede notar desde el inicio de la historia de la salvación; un Dios que se hace presente en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, formando una comunidad divina para fortalecer, animar y dar aliento a la comunidad terrena, como es la Iglesia servidora de esperanza, amor y fe al servicio del Reino. La Iglesia al estar al servicio del Reino de Dios, debe hacerse consciente de que es servidora, de esta manera hacer posible el diálogo ecuménico e interreligioso con otras manifestaciones de la revelación hecha por Dios a los hombres. A partir de esta realidad la Iglesia cae en cuenta que es funcionaria del mensaje se salvación. El documento de Puebla (2008) en el numeral 226, expresa esta realidad trascendente: El mensaje de Jesús tiene su centro en la proclamación del Reino que en Él mismo se hace presente y viene. Este Reino, sin ser una realidad desligable de la Iglesia (LG 8a), trasciende sus límites visibles. Porque se da en cierto modo dondequiera que Dios esté reinando mediante su gracia y amor, venciendo el pecado y ayudando a los hombres a crecer hacia la gran comunión que les ofrece en Cristo. Tal acción de Dios se da también en el 56 corazón de hombres que viven fuera del ámbito perceptible de la Iglesia. Lo cual no significa, en modo alguno, que la pertenencia a la Iglesia sea indiferente. Con el documento de Puebla y el documento de Aparecida, se ve la importancia de comprender como la teología pastoral debe partir de una reflexión sistemática y sobre todo rigurosa de la naturaleza. El kerigma de Jesús, presente en el discurso salvífico del Reino de Dios, en ningún momento se puede apartar del mensaje enseñado y transmitido por la iglesia, como comunidad de creyentes y portadora de esperanza para la humanidad. De esta afirmación personajes como Daniel Bourgeois (2000), afirma que ―la teología pastoral debe ser enfocada de manera rigurosa como una parte real y constitutiva de la teología como ciencia y no como una especie de ciencia subalterna‖ (p. 41). La teología pastoral de cara al Kerigma debe estar dispuesta a diseñar su cuerpo científico dando respuestas a las necesidades que posee el hombre de esta época para enfrentar los desafíos que se le presenta ya que esta es una teología práctica, pero por el hecho de ser practica no puede en ningún instante dejar de lado su fundamentación, tener un enfoque especial para que tenga una aplicación a las realidades concretas que vive el hombre de nuestra época. Al hablar de la teología pastoral, debemos hacer notar de igual manera que por el hecho de ser ―pastoral‖ ―tiene una primera connotación, que es la 57 de la práctica y la acción de la iglesia‖ (Ramos J., 1995, p. 7). Es la dinámica de transmitir el mensaje de esperanza a las personas que desean libremente, reconocer una forma diferente de vivir su espiritualidad y de igual manera de vivir el compromiso de ser cristiano, ya que la pastoral, como se ha mencionado, debe llevar al cristiano a dinamizar su fe y el compartir su experiencia con otras personas. La teología como tal, debe de enfocarse en ser palabra vivida del hombre sobre Dios. Cuando la teología tiene como fuente la escritura, la tradición y el magisterio de la iglesia, tratando de escuchar la voz de Dios, de interpretar su lenguaje y este no se queda aquí sino que a partir de esta experiencia de vida el hombre tocado por la experiencia trascendente de Dios, desea compartir su mensaje de vida, su encuentro con Dios, en una palabra hacer eco de la palabra de Dios anunciada y compartida a todas las generaciones. Podemos decir que la teología: Es la ciencia que mediante la luz de la razón y de la Revelación divina trata de Dios y de las criaturas en relación con Dios. Ésta es la teología sobrenatural, que implica la revelación por parte de Dios y la fe, por parte del hombre (Parente, Piolanti y Garofalo, 1955, p. 348). De esta definición podemos hacer dos afirmaciones, la primera que la teología surge como ciencia, que por medio del conocimiento de la razón 58 parte del hombre, busca en la Revelación hecha por Dios una experiencia que lo lleva a darle sentido a sus días y la segunda, un dúo que no es posible una sin la otra, en la tarea de hacer teología y es la fe por parte del hombre, ya que sin fe no sería teología sino una posible teodicea y de otra parte la revelación por parte de Dios al hombre. Al tratar de hacer la definición de lo que se puede entender por teología pastoral, se debe tener en cuenta que no es tan fácil ya que, como lo afirma Ramos, J. (1995) ―es difícil tanto por la evolución que esta temática ha sufrido dentro de los estudios teológicos desde sus inicios, hace poco más de dos siglos, como por la gran cantidad de connotaciones que el término ―pastoral‖ tiene en nuestro lenguaje‖ (p. 5). Este término de pastoral es usado comúnmente para designar las labores que desempeña los diferentes estamentos de la iglesia en aras de evangelizar o desempeñar una función específica dentro de la Iglesia; de igual manera, se tiene divisiones en etapas de desarrollo de las personas como por ejemplo, pastoral infantil, pastoral juvenil y pastoral para adultos. También se tiene el uso de este término para designar la labor social y evangelizadora que algunas instituciones desempeñan, como por ejemplo un colegio en pastoral o la pastoral de una universidad, colegio y/o organización. Cuando existe esta diversidad de connotaciones para la pastoral, se puede correr el riesgo, que ya no se tenga como disciplina teológica, sino que 59 se convierte en la cenicienta que aborda las distintas disciplinas, perdiendo su horizonte y su fundamentación. Parece entonces que el adjetivo pastoral no es propio para acompañar el sustantivo teología y que ambos términos de alguna forma se rechazan.
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