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594 Endocrinología de la reproducción, esterilidad y menopausia SECCIÓ N 2 su uso mensual es más conveniente y, por tanto, ello facilite su aceptación. Risedronato. Este bisfosfonato es efi caz para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica. Se cuenta con diversos esquemas posológicos para el uso del risedronato (cuadro 22-5). La información que mejor apoya su efi cacia proviene de los estudios con el Vertebral Effi cacy with Risedronate Th erapy (VERT), realizados en varios países, incluido Estados Unidos. En el estudio multinacional VERT, Reginster et al. (2000) demostraron que el risedronato disminuye 61% el riesgo de padecer nuevas fracturas vertebrales a un año y 49% a tres años. Además, en ambos estudios con VERT, se observó un decremento considerable de las fractu- ras vertebrales desde seis meses después de iniciado el tratamiento (Roux, 2004). En dos extensiones de estos estudios, se ha obtenido evidencia de su efi cacia sostenida. La prolongación del tratamiento con risedronato durante otros dos años (cinco años en total) en la investigación multinacional con VERT redujo 59% las fracturas vertebrales nuevas en comparación con placebo. Denosumab. Este fármaco es un anticuerpo monoclonal contra el ligando que se une al activador del receptor del factor nuclear κB (RANK, receptor activator of nuclear factor kappa-B) en los pre- cursores de osteoclastos. Dicho producto que se describe e ilustra en el capítulo 21 (pág. 564) inhibe el desarrollo y la actividad de los osteoclastos, lo cual aminora la resorción ósea e incrementa la densidad del hueso. En la Valoración de la reducción de fractu- ras con el uso de denosumab en la osteoporosis cada seis meses (FREEDOM, Fracture Reduction Evaluation of Denosumab in Osteoporosis every 6 Months), se asignó a esquemas al azar a 7 868 mujeres con osteoporosis para recibir una inyección subcutánea de 60 mg de denosumab o placebo cada seis meses durante tres años (Cummings, 2009). En esta investigación auspiciada por el fabri- cante, el riesgo relativo de nuevas fracturas vertebrales diagnosti- cadas en las radiografías fue 68% menor en el grupo que recibió denosumab, que en el asignado a placebo. El riesgo de fracturas de la cadera fue 40% menor y de las extravertebrales, en general, fue 20% menor en el grupo tratado con denosumab. Entre los grupos, fue similar la incidencia global de reacciones adversas, como cán- cer, coronariopatía e infecciones por microorganismos oportunis- tas. La celulitis surgió con igual frecuencia en ambos grupos, pero 12 personas que recibieron denosumab y otra que recibió placebo fueron hospitalizadas por dicha infección. El denosumab al parecer tiene la misma efi cacia que la teripara- tida (pág. 595) y el ácido zolendrónico y quizá sea más efi caz que los bisfosfonatos orales. Es poco posible que reacciones adversas raras pero graves, como la osteonecrosis del maxilar inferior y las fracturas atípicas del fémur que acompañan al consumo de bis- fosfonatos por largo tiempo, puedan vincularse con fármacos de acción breve, como el denosumab. Sin embargo, dado que este último es un anticuerpo, se necesitan más investigaciones sobre su capacidad de alterar el sistema inmunitario. El cumplimiento del tratamiento a largo plazo con bisfosfonatos orales suele ser inade- cuado, de tal forma que se torna atractiva la facilidad relativa de aplicar dos inyecciones de denosumab al año (Kendler, 2011). Calcitonina. La calcitonina es una hormona polipeptídica que reduce la velocidad de la absorción ósea al inhibir la actividad de los receptores en los osteoclastos. La calcitonina es una proteína, por lo que se digiere cuando se administra por vía oral. Por esta supervivencia en los osteoclastos, pero no su formación y con ello aminoran la resorción ósea (Russell, 2008). La biodisponibilidad de los bisfosfonatos es reducida, por lo cual se deben ingerir con el estómago vacío y sufi ciente agua para que se disuelvan y absorban. En general, tienen características de seguridad bastante favorables y la tasa de efectos secundarios es similar a la del placebo (Black, 1996; Harris, 1999). No obstante, algunas veces provoca molestias digestivas, infl amación, úlceras y hemorragias (Lanza, 2000). Por tanto, es importante reforzar las instrucciones en cada paciente para que el medicamento llegue al estómago de manera adecuada y disminuya el riesgo de irritación esofágica. En primer lugar, los bisfosfonatos se deben tomar en la mañana con un vaso de agua. Durante los siguientes 30 min, no deben consumir otros alimentos ni bebidas. Por último, la mujer ha de permanecer erecta (sentada o de pie) por lo menos durante 30 min después de ingerir el fármaco. Además de sus efectos sobre el aparato digestivo, recientemente el empleo de bisfosfonatos se ha vinculado con osteonecrosis de la mandíbula (ONJ, osteonecrosis of the jaw), en especial después de una extracción dental (Marx, 2003; Srinivasan, 2007). Por fortuna, esta complicación es rara con los bisfosfonatos orales (Ruggiero, 2004). Por lo general, la ONJ se observa cuando se administra zoledronato por vía intravenosa ante una osteopatía por cáncer (Woo, 2006). Además de los efectos negativos en el maxilar inferior, han sur- gido dudas en cuanto a la supresión de la remodelación ósea en otros sitios con el empleo de los bisfosfonatos por largo tiempo (Park-Wyllie, 2011). De manera específi ca, se han señalado frac- turas atípicas raras en huesos largos; sin embargo, a pesar de tales efectos adversos poco comunes en huesos, en Estados Unidos la FDA (2011) recomienda la revaloración periódica de la necesidad de los bisfosfonatos, sobre todo en mujeres tratadas por más de cinco años. Alendronato. Este bisfosfonato ya ha sido aprobado para el tra- tamiento y la prevención de la osteoporosis. Se le distribuye en formas y regímenes posológicos diversos (cuadro 22-5). Se ha demostrado que el alendronato reduce el riesgo de fracturas verte- brales en posmenopáusicas con BMD reducida u osteoporosis, ya sea con o sin fracturas vertebrales previas (Black, 1996). Además, el alendronato disminuye el riesgo de fracturas no vertebrales en las mujeres con osteoporosis. Entre las mujeres con osteoporosis que participaron en el Fracture Intervention Trial (FIT), el riesgo de fracturas no vertebrales se redujo a los 24 meses. Además, los efec- tos del alendronato son sostenidos. Por ejemplo, las mujeres que recibieron alendronato durante cinco años y luego lo suspendieron otros cinco años, mostraron una tasa de fracturas no vertebrales similar a la de las pacientes que utilizaron el fármaco durante 10 años (Black, 2006; Bone, 2004). Ibandronato. Este bisfosfonato moderno ha sido aprobado para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica. El ibandronato es un fármaco efectivo y la información del Oral Ibandronate Osteoporosis Vertebral Fracture Trial en Norteamérica y Europa (BONE) demuestra que la administración diaria de iban- dronato reduce 62% el riesgo de fracturas vertebrales (Chesnut, 2004). Con el propósito de mejorar su aceptación, este fármaco se estudió al administrarlo una sola vez al mes. El ibandronato oral una vez al mes es por lo menos tan efi caz y bien tolerado como el tratamiento diario (Miller, 2005; Reginster, 2006). Además, quizá 22_Chapter_22_Hoffman_4R.indd 59422_Chapter_22_Hoffman_4R.indd 594 06/09/13 21:2806/09/13 21:28
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