Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Esta obra fue creada como proyecto terminal de la licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco y todo su contenido se encuentra protegido bajo una licencia de Creative Commons 4.0. Para mayor información se puede consultar en el sitio https://creativecommons.org/. DEDICATORIA Extendemos un profundo agradecimiento a todas las personas que contribuyeron para la realización de este proyecto, los locatarios del Mercado de San Juan Pugibet, las autoridades de la CDMX, al profesor Adán y a todos los mentores que se encuentran detrás, muchas gracias. TABLA DE CONTENIDO INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1 MÉXICO Y LA ENTOMOFAGIA 1.1 Antecedentes históricos de la entomofagia en México 1.2 Beneficios de la entomofagia 1.3 La entomofagia en México en la actualidad y su oferta en la CDMX 1.4 Factores que influyen en el consumo de insectos en la CDMX CAPÍTULO 2 LA ENTOMOFAGIA EN EL MERCADO DE SAN JUAN PUGIBET 2.1 Historia del mercado de San Juan 2.2 Factores que influyen en el consumo de insectos en el mercado de San Juan 2.3 El consumo de insectos en el mercado de San Juan CAPÍTULO 3 DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN GRÁFICA Y LOS FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INGESTA DE INSECTOS EN EL MERCADO DE SAN JUAN 3.1 El diseño de la comunicación gráfica 3.2 Problemáticas sociales y diseño de la comunicación gráfica. 3.3 Factores que influyen en la ingesta de insectos y diseño de la comunicación gráfica. CAPÍTULO 4 PROYECTO DE DISEÑO: ENTOMEX Y LOS SISTEMAS DE ENVASE 4.1 Entomex 4.2 México en el Paladar 4.3 El Norteño 4.4 El Gran Cazador CONCLUSIONES ANEXOS BIBLIOGRAFÍA INTRODUCCIÓN Los problemas alimentarios que atraviesa el mundo como los gases de efecto invernadero, el maltrato animal en las granjas industriales, la deserti- ficación de las tierras y más problemas que en la actualidad han dejado de ser solo especulaciones y traen consigo diversas afectaciones para la población en general. Algunas instituciones como la FAO (La Organización de las Na- ciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) sugieren buscar nuevas alternativas de alimentación que conlleven un menor impacto ambiental y a su vez una mayor carga nutrimental. La entomofagia, que es la integración de insectos a la alimentación de manera consciente, representa una alternativa viable para disminuir los efectos provocados al ambiente derivados de las diversas prácticas indus- triales y agropecuarias, sin embargo, trae consigo una importante carga de factores que no le permite a la generalidad aceptarlos como parte de su alimentación ordinaria. El diseño de la comunicación gráfica tiene un rol importante en la bús- queda de propuestas que coadyuven a mitigar los factores para que así la gente pueda aceptar la entomofagia, no solo como un platillo gourmet o un alimento extravagante, sino como un alimento del día a día. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ¿Cómo puede el diseño de la comunicación gráfica aumentar las ventas de insectos comestibles en los locales: El Gran Cazador, México en el Paladar y El Norteño, ubicados dentro del mercado San Juan Pugibet de la Ciudad de México. OBJETIVO GENERAL Mejorar la presentación de los productos de insectos comestibles de los locales El Gran Cazador, México en el Paladar y el Norteño ubicados dentro del mercado San Juan Pugibet. M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 1 3 1. MÉXICO Y LA ENTOMOFAGIA La alimentación juega un papel importante en la vida diaria de los seres humanos considerando que, los seres vivos necesitan nutrirse para so- brevivir. Una parte importante de esta nutrición se ha basado durante los últimos años, en la ob- tención de proteínas por medio de la carne de res, pollo y puerco. Según la FAO la producción masiva de estos animales (necesaria para la de- manda actual de alimentos para los humanos) ha traído afectaciones ambientales y de salud, lo que ha generado una problemática en el siste- ma alimentario. La FAO recomienda buscar vías alternas de producción y consumo de alimentos tales como la entomofagia para ayudar a mejo- rar dicha problemática (2013). Julieta Ramos-Elorduy define que: “El término entomofagia se deriva del griego éntonom-, entom-, que significa “cortado o cortado en piezas”, que alude a un cuerpo segmentado de ciertos insectos, así como la palabra phagein, que significa “comer”. A diferencia del término insectívoro, que se utiliza para aquellos animales que se alimentan de insectos, la entomofagia su- pone un acto razonado, con conocimiento de las especies que se consumen y cómo se ingieren. “(2015) Así pues, entiéndase “entomofagia” en este texto como el consumo de insectos por los seres humanos. (FAO 2013). 1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA ENTOMOFAGIA EN MÉXICO La entomofagia en México es conocida desde la época prehispánica (Ramos-Elorduy J. Esca- lante A. & Pino J. 2015). Ramos-Elorduy y Pino (1989) estiman una gran cantidad de especies de insectos que figuraban en la dieta diaria de las culturas prehispánicas mexicanas. Entre los insectos consumidos por estas culturas se encontraban libélulas, chapulines, axayacatl (moscos), jumiles, gusanos de maguey, gusanos de nopal, gusanos de maíz, moscas, hormigas, abejas entre otros. Es decir, diversas culturas mesoamericanas consideraban a los insectos como un alimento muy común e incluso delicias gastronómicas (Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015).Un caso sobresaliente de estas culturas mesoamericanas es la azteca la cual logró una densidad de población notable y una 1 4 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O sociedad compleja sin grandes animales domés- ticos (FAO 2013). A falta de reces y cerdos, esta cultura se vió en la necesidad de obtener alimen- to (proteínas) de otras fuentes como insectos, crustáceos, peces y batracios; así pues, se adap- taron a las condiciones de su época (Viesca F. & Romero A. 2009). Los escamoles por su parte llegaron a ser tan im- portantes para los aztecas que existen cantos y danzas dedicadas a las hormigas que los produ- cen, (Ramos-Elorduy & Pino J. 1989). Aunque la variedad de insectos que se consumía entre los aztecas era muy amplía, se cree que el chapulín era el favorito ya que era un recurso abundante y de fácil acceso (Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015). Para los cronistas de la conquista y de las etapas iniciales de la colonización, la entomo- fagia fue un hecho que llamó poderosamente su atención, ejemplo de esto es Fray Bernardi- no de Sahagún (Ramos-Elorduy & Pino J. 1989) que llevó a cabo amplias investigaciones sobre las culturas nahua las cuales compiló en una serie de libros de cuatro volúmenes, que son denominados en la actualidad como “Códice Florentino o la Historia general de las cosas en la Nueva España”. En el cuarto volumen segundo libro, dedicado a los animales, describe una se- rie de insectos a los cuales nombra “de comer” (Sahagún, F. B. de, 1975 en Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015). No existen investigaciones concisas sobre cómo se desarrolló la entomófaga durante la colonia en México, Gómez Lorence postula la teoría de que la entomofagia en México perdió importan- cia a causa de las prohibiciones alimentarias que los españoles impusieron a los pueblos origina- rios del país después de la colonización, tales como producir amaranto, tener únicamente una gallina por familia y evitar todo aquel alimento que fuera extraño para los europeos (Gómez Lo- rence 1984 en Ramos-Elorduy& Pino J. 1989). Julieta Ramos-Elorduy menciona que esto ori- lló a los indígenas a basar su dieta en maíz, frijol y chile (algo persistente hasta la actualidad) y provocó grandes deficiencias nutricionales entre estos pueblos originarios (1989). Pino J. menciona que gracias a las prohibicionesy a la introducción de reses a México por parte de los españoles, la tradición entomofágica que- dó rezagada a las comunidades que no podían costear la carne de res y que se arriesgaban a romper las leyes a fin de sobrevivir, de ahí que muchas personas terminaron considerando comer insectos como algo de pobreza o de las clases bajas (1989). Durante la primera mitad del siglo XX en México se presentan casos aislados o particu- lares entorno a los insectos comestibles como, por ejemplo; los piojos, consumidos tradicio- nalmente (1925) en Oaxaca, como un tipo de ritual-medicinal, en el que se creía que, al ingerirlos, se evitaba las plagas de dicho ani- mal (Alvarado, P. M. y E. Escamilla P., 1982 en Ramos-Elorduy & Pino J. 1989). El chapulín figuraba ampliamente en las dietas de los indí- genas originarios del estado de Yucatán, tanto así que en 1941 cuando se promovieron cam- M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 1 5 pañas para lograr erradicar las plagas de dicho insecto en el estado, los indígenas no quisieron implementar estas campañas argumentando que estos insectos saltarines eran parte de su ali- mentación (Barrera, A. e I. Bassols, 1953, 1956 en Ramos-Elorduy& Pino J. 1989). Por otro lado, el ahuahuatle (huevecillos de moscos) y los es- camoles (huevecillos de hormiga) figuraban según Dávalos H. E. en las mesas de los más ricos de la CDMX (en 1966) llegándose a conside- rar como el caviar mexicano (Dávalos H. E. en Ramos-Elorduy & Pino J. 1989). Algunas empre- sas japonesas (Julieta Ramos-Elorduy subraya que en Japón se enlatan y comercializan gran cantidad de especies de insectos comestibles) compraban estos huevecillos a los productores mexicanos y los revendían en Japón por precios realmente exorbitantes (Ramos-Elorduy & Pino J. 1989); los gusanos de maguey llegaron a ser tan valorados en la década de los años 70s que eran enlatados y exportados por la empresa Cle- mente Jacques para consumo regular (Borror, D. J., Delong, Ch. A. Triplehhorn, 1976, Tylor R. 1975 en Ramos-Elorduy & Pino J. 1989). 1.2 BENEFICIOS DE LA ENTOMOFAGIA Actualmente, los sistemas de producción de alimentos se han visto envueltos en una serie de problemáticas ambientales, por ejemplo, la preocupante emisión de gases de efecto inver- nadero por parte de reses, pollos y cerdos, así como el uso indiscriminado de agua, comida y tierras agrícolas para su desarrollo. Por otro lado, ha presentado problemáticas de salud, pues la ingesta de carne bovina, porcina y apícola supone el riesgo de contraer enfermedades zoo- nóticas (enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos) como la H1N1 (gripe aviar) y la EEB (enfermedad de las vacas locas) (FAO 2013). “Se calcula que la demanda de car- ne para 2050 aumentará en 70 por ciento. La superficie empleada para la ganadería cubre ya 80 por ciento del total de las áreas destinadas a la agricultura. Esto implica una sobreexplotación de la tierra de cultivo, por lo que se deben en- contrar nuevas maneras de producir alimento.” (Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015) La entomofagia se puede promover por motivos de salud, ambientales y económicos-sociales. Los insectos son alternativas saludables y nutritivas a los alimentos proteicos como las reses, los puercos y el pescado. Son ricos en pro- teínas, buenos carbohidratos, omegas y ricos en calcio, hierro y zinc (FAO 2013). Al respecto Harris comenta: Desde el punto de vista de la alimentación, la carne de insecto es casi tan nutritiva como la carne roja o las aves de corral. Cien gramos de termitas africanas contienen 610 calorías, 38 gramos de proteínas y 46 gramos de materia grasa. En comparación, cien gramos de hamburguesa cocinada con un contenido de materia grasa medio ofrecen solamente 245 calorías, 21 gramos de proteínas y 17 gramos de materia grasa. Una porción equivalente de larvas de polilla contiene casi 375 calorías, 46 gramos de proteínas y 10gramos de materia grasa. Las 1 6 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O langostas oscilan (en peso seco) entre un 42y un 76% de proteínas y entre un 6 y un 50% de materia grasa. Las humildes crisálidas de la mosca común contienen un 63% de proteínas y un 15%de materia grasa, en tanto que las de abeja se componen, una vez secas, de más de un 90% de proteínas y de un 8% de materia grasa. La única comparación desfavorable que puede hacerse entre los insectos y la carne roja, las aves de corral o el pescado afecta a la calidad de sus proteínas, medida en términos de los aminoácidos esenciales; pero algunos insectos tienen combinaciones de aminoácidos casi tan buenas como las del vacuno o el pollo. (Harris M. 1985) Además, de que suponen un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas (En- fermedades transmitidas animales a humanos) (FAO 2013). Por otro lado, emiten mucho menos gases de efecto invernadero y amoniaco que la mayoría del ganado, los insectos son muy eficientes para convertir el alimento en proteína (dos kilos de alimento por un kilo de proteína a comparación del ganado común que utiliza diez kilos de ali- mento por un kilo de proteína), utilizan mucho menos agua para su producción y considerable- mente menos espacio de tierra para la misma (FAO 2013). La cría y la recolección de insectos pueden ofrecer importantes estrategias de desarrollo en México si se considera que en algunas áreas de la república la recolección de insectos co- mestibles es la principal actividad económica, la mayoría de las especies pueden recogerse direc- tamente de su hábitat natural de manera sencilla y no se necesitan medios técnicos o inversiones importantes para adquirir equipos básicos de cría y recolección (FAO 2013). Existe una gran variedad de especies de insectos que se pueden ingerir, se han docu- mentado cerca de 1900 especies alrededor del mundo, la FAO define a los insectos como una clase de animales dentro del grupo de artrópo- dos que tienen un exoesqueleto, un cuerpo de tres partes (cabeza, tórax y abdomen), tres pares de piernas articuladas, ojos compuestos y dos antenas. Los insectos más consumidos a nivel mundial son los escarabajos, orugas abe- jas, avispas, hormigas, saltamontes, chapulines, langostas, cigarras, chicharritas, chicharritas, libélulas y moscas. (FAO 2013) En general, los insectos son consumidos enteros adultos, ninfas y larvas, molidos y aislados por ejemplo en pro- teína aislada (Sposito A. 2015). No obstante, existen posibles inconvenien- tes en la ingesta regular de insectos uno de ellos es que están cubiertos por una capa dura a la que se denomina quitina, que los humanos no pueden digerir. Una solución al problema de la quitina es comerse los insectos en su fase de ninfa o larva, antes de que les crezcan patas o alas y se desarrolle dicha capa; o si no consumir solo las partes más tiernas como en el caso de las langostas (Harris M. 1985). Otro inconvenien- te es que, aunque los insectos son las criaturas más abundantes de la tierra, por su propia na- turaleza son poco fiables y eficaces a la hora de M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 1 7 su recolección ya que solo están disponibles en ciertas épocas del año en las cuales se repro- ducen (Harris M. 1985). La solución para este problema es recurrir a diferentes especies de insectos durante el año, un ejemplo es el calen- dario desarrollado por Mc Gregor basándose en la cultura Azteca que al recurrir a diferen- tes especies de acuerdo con su disponibilidad máxima podían consumir insectos durante todo el año. Mc Gregor analiza que los jumiles comienzan en septiembre, alcanzan su máxi- mo en noviembre, terminan en marzo-abril; escamoles comienzan en abril, terminan en mayo; ahuauhtli abril-mayo una segunda cose- cha, más grande, mayo julio; gusanos blancosde maguey abril-agosto; chinicuiles julio; hor- migas chicatanas junio-septiembre; axayacatl disponible durante todo el año (Mc Gregor 1984:157 en Ortiz B. 2003). La FAO menciona que a pesar de que los insectos tienen beneficios nutricionales, ambientales, económicos-sociales y que pueden ingerirse sin efectos perjudiciales, (FAO 2013) además de que tienen un sabor estupendo según los análisis de Ramos-Elorduy (2015) los consu- midores, en general no están convencidos de su ingesta por diversos motivos, por ejemplo, los insectos comestibles aún generan disgusto pues se asocian con el hecho de que estas cria- turas se arrastran, son sucias y la tienen falta de higiene (Harris M. 1985). Figura 1. Estructura de los insectos 1 8 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O 1.3 LA ENTOMOFAGIA EN MÉXICO EN LA ACTUALIDAD Y SU OFERTA EN LA CDMX Actualmente, el consumo de insectos está presente en gran parte de la República Mexi- cana principalmente concentrado en una gran diversidad de grupos indígenas, por ejemplo tzetzales, lacandones, otomíes, mixtecos, nahuas, mazatecos, chochos, cuicatecas, chi- nantecas, chontales, huaves, zoques, triques, zapotecos, amuchcas, mazatecas, popolacas, nahuas, totonacas y otomíes por nombrar algu- nos (Viesca F. & Romero A. 2009). Un caso notable es el jumil en Taxco, Guerre- ro, donde en la cima del cerro Huixteco hay un templo dedicado a ellos; además, el primer lunes posterior al día de muertos, la época en que abun- dan, hay una gran fiesta en su honor que congrega a mucha gente, las comunidades cercanas al cerro lo escalan para celebrar el día del “jumil sagrado”. Allí, los pobladores buscan jumiles, se los comen y los reverencian. La creencia popular dice que estos insectos son los centinelas que guardan la población, y los únicos que se pueden comunicar con Dios, pues son la reencarnación de sus ante- pasados (Viesca F. & Romero A. 2009). Otro caso que sobresale es el axayácatl en el lago de Texco- co una tradición prehispánica, donde a orillas del lago, se hacen manojos de juncos que sumergen y atan a estacas sobre las orillas del lago. Después de días se recogen los manojos cubiertos de hue- vecillos, suelen ser tantos que forman racimos (Ancona H. 1933 en Ortiz B. 2003). Cabe mencionar que México es el país con más especies documentadas de insectos comes- tibles, con cerca de 549, aunque actualmente solo se aprovechan entre 100 y 120 de ellas (FAO 2013). Entre las más comercializadas e ingeri- das se pueden encontrar, la hormiga chicatana (Liometopum apiculatum m.), esta se ingiere en su fase adulta, huevos o larvas y se consume ma- yoritariamente en el Estado de México, CDMX, Hidalgo, Nuevo León, Puebla, Querétaro y Tlax- cala; escamoles o huevecillos de hormiga güijera (Atta mexicana F. S.), estos se consumen ma- yoritariamente en Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, Puebla, Veracruz y Yucatán; cuetla o xonocuilín (Arsenura armida C.) se comen únicamente las larvas y se ingieren mayormente en los estados de Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Veracruz; chinicui- les o gusano rojo de maguey (Aegiale hesperiaris W.) que se consumen solo las larvas y se ingieren mayormente en el Estado de México, CDMX, Hi- dalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Veracruz; gusano blanco de maguey (Commadia redtembacheri) que también se ingieren solo las larvas y son mayormente con- sumidos en el Estado de México, CDMX, Hidalgo, Durango, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Pue- bla, Querétaro, Tlaxcala y Zacatecas; axayácatl (Corisella mercenaria S.) se consume adulta y en huevecillos a los que se le llama ahuautle, mayormente es consumida en Chiapas, Estado de México, CDMX, Hidalgo, Guanajuato, Mi- choacán, Oaxaca, Querétaro y Tlaxcala; Jumiles (Edessa spp. & Euscistus zopitensis D.) que se M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 1 9 Figura 2. Especies documentadas de insectos comestibles Figura 3. Insectos comestibles más consumidos en México 2 0 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O consumen en estado adulto y mayormente se in- gieren en Estado de México, Guerrero, Morelos, Oaxaca y CDMX (Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015). Así pues, el insecto comestible más comer- cializado e ingerido en México es el chapulín (Sphenarium purpurascens Ch.) se ingiere en estado de ninfa o adulto y se consume mayori- tariamente los estados de Hidalgo, Guerrero, Nayarit, CDMX, Estado de México y Oaxaca. Justo en Oaxaca se pueden encontrar en los mercados, las calles, los bares, las cantinas y actividades sociales en general. Su comercia- lización es tan importante para este estado que se ha considerado en proyectos de de- sarrollo rural a través de la generación de agroindustrias (Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015). A pesar de las creencias populares, los insectos no son muy baratos fuera de sus lugares de pro- ducción (Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015) e incluso algunos llegan a ser exquisi- teces gastronómicas realmente caras (Dávalos H. E. 1966 en Ramos-Elorduy J. & Pino J 1989). La oferta de insectos comestibles en la CDMX se limita a algunos mercados, entre los que se encuentran el mercado de San Juan ubicado en Ernesto Pugibet 21, Colonia Centro, Delegación Cuauhtémoc y la Central de Abastos (Castello T. 1986), además de algunos restaurantes es- pecializados en comida gastronomía mexicana como por ejemplo el “Restaurante Chon” ubica- do en Calle Regina 160, Delegación Cuauhtémoc México CDMX, “Pujol” ubicado en Petrarca 25, Col. Polanco, México CDMX, y los “Limosneros” ubicado en Avenida Ignacio Allende 3, Centro Histórico, México CDMX (Ramos-Elorduy J. Es- calante A. & Pino J. 2015). Figura 4. Estados con mayor índice de consumo de insectos M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 2 1 Figura 5. Fachada de Bar Chon, Limosneros y El pujol 2 2 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O La venta y comercialización de insectos comes- tibles en este y otro tipo de espacios (mercados y restaurantes), es importante según Julieta Ramos-Elorduy para valorar y promover la ento- mofagia en la sociedad mexicana, así como aprovechar sus beneficios y rescatar las tradi- ciones gastronómicas del país. La gastronomía mexicana es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, declarada así por la Organización de las Naciones Unidas el 16 de noviembre de 2010, esta se caracteriza por su amplia variedad de ingredientes (entre los que se encuentran los insectos) y su excelente mezcla de sabores. Aún no se ha calculado con precisión la cantidad de insectos que se comercializan o se consumen en México anualmente, pero en algunas áreas de la república la recolección de insectos comestibles es la principal actividad económica. Los estados que más consumen insectos en México actual- mente son Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Oaxaca y Veracruz (Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015). Figura 6. Fachada del Mercado de San Juan Pugibet M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 2 3 1.4 FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CONSUMO DE INSECTOS EN LA CDMX Al momento de ingerir insectos generalmente no se puede evitar pensar en comer patas, alas y cabezas, lo que puede generar disgusto en- tre los consumidores (Viesca F. & Romero A. 2009). La mayoría de las veces la vida diaria de las personas de la CDMX excluye a los insectos del contexto pues, en general, son huéspedes no deseados en los hogares, mesas y comidas (Spo- sito A. 2015). Las experiencias entomofágicas son más anecdóticas que comunes, por lo que, no es sorprendente que los insectos todavía no se integren regularmente en las dietas de mu- chas personas de la ciudad y que su venta para el consumo humano seguía siendo parte del sector de alimentos novedosos (FAO2013). Los productos que ingieren los humanos lle- gan casi siempre a la boca por acción de las manos (con excepción de personas dependientes de otras) así que, es a través del raciocinio que se adquieren nutrientes y se eligen los alimentos. La elección de alimentos está determinada ge- neralmente por la disponibilidad y el costo de los mismos, los factores biológicos, culturales e individuales (Rozin P. & Vollmecke T. 1986). Los alimentos más consumidos son los que tienen una relación de costos y beneficios más favorables que los alimentos que se evitan. (Harris M. 1985). Rozin & Vollmecke hablan respecto a los fac- tores biológicos que los humanos tienen dos importantes predisposiciones innatas en la elec- ción de lo que ingieren; la primera es el gusto por las cosas dulces; y la segunda es una respuesta ambivalente a nuevos alimentos potenciales, una mezcla de interés y miedo (neofobia) (Rozin P. & Vollmecke T. 1986). Sposito A. define la neofobia alimentaria de la siguiente manera “tendencia del individuo a acercarse o evitar nue- vos alimentos” (Sposito A. 2015). Se considera que la neofobia alimentaria afecta a la calidad y la variedad de los alimentos que ingiere un indi- viduo, ya que, aunque potencialmente se puede ingerir distintos suministros, algunos quedan sesgados ante esta tendencia en la que se evi- ta acercarse a alimentos desconocidos (2015). Cierto tipo de artículos son especialmente pro- pensos a ser rechazados como alimentos por la mayoría de personas. Estos incluyen productos de desecho corporal, animales cercanos a los hu- manos en apariencia (por ejemplo, primates), relaciones socioemocionales (por ejemplo, mascotas) o animales demasiado lejanos a los humanos como los invertebrados y los reptiles (Rozin P. & Fallon A. 1987). Así pues, mientras más extraños sean los insectos como alimento para el capitalino más difícil será su ingesta por el mismo. Por otro lado, Rozin & Vollmecke explican los factores culturales diciendo que la cultura regu- la en gran medida la naturaleza de los alimentos, su sabor y preparación. La presión social fuerza la elección de alimentos comunes en una dieta, lo que puede producir directa o indirectamente gusto hacia lo que se ingiere. La percepción de que un alimento es valorado por la comunidad 2 4 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O o por una persona respetada puede establecer gusto hacia este alimento (por ejemplo, hijos que gustan comerlo que los padres). Las per- sonas de la CDMX que se desarrollan en una cultura ajena al consumo de insectos temen que el daño al consumirlos pueda ser social, como la degradación del estatus (el consumo público de un alimento de “clase baja”). Así pues, aunque los factores culturales son importantes, existen diferencias entre los alimentos preferidos por sujetos de una misma cultura (Rozin P. & Voll- mecke T. 1986). El análisis de Rozin P. & Vollmecke T. sugie- re que individualmente hay tres tipos básicos de razones para aceptar o rechazar alimentos potenciales. La motivación sensorial afectiva la cual sugiere que algunos alimentos son re- chazados o aceptados por la simpatía sensorial que se tenga con este (gusto, olor o apariencia) mientras más familiar sea un alimento menor será el disgusto que genere en el individuo; la motivación de consecuencias anticipadas dice que algunos alimentos son aceptados o recha- zados principalmente debido a la anticipación de sus consecuencias ya sean agradables como saciedad o dulzura o desagradables como náu- seas o enfermedad; finalmente la motivación ideacional propone que algunos alimentos son rechazados o aceptados debido al conocimiento de lo que son, de dónde vienen y quien los mani- pula o por su significado simbólico. Los factores ideacionales no son determinantes en la acep- tación de alimentos, pero si en el rechazo de los mismos (Rozin P. & Vollmecke T. 1986). Según Sposito gran parte del rechazo de las personas de las ciudades hacia los insectos comestibles se genera por la motivación ideacional, debido al conocimiento de su origen y hábitats, y por la motivación de consecuencias anticipadas (2015) todo esto derivado a las asociaciones de insectos más cercanos a ellos. Generalmen- te, (para las personas de la ciudad), los insectos son sinónimos de molestias: los mosquitos y las moscas invaden las casas, el primero dejando atrás mordiscos indeseados; las termitas destru- yen las posesiones de madera; y las cucarachas domésticas se alimentan de basura (desencade- nando el factor de disgusto) (FAO 2013). Figura 7. Tlayuda con variedad de insectos E L M E RC A D O D E S A N J U A N P U G I B E T | 2 5 2. LA ENTOMOFAGIA EN EL MERCADO DE SAN JUAN PUGIBET Así como existen diversos lugares en la Ciudad de México para degustar de platillos que conten- gan insectos dentro de su preparación también existen por ende lugares donde la gente abaste- ce sus establecimientos con insectos. Dentro de la ciudad se encuentra el mercado de San Juan Pugibet, uno de los puntos más importantes de abastecimiento de carnes, lácteos y verduras exóticas, así como de insectos para el consumo. Se establece el mercado de San Juan Pugibet como caso de estudio debido a su relevancia en la entomofagía como un abastecedor de insec- tos para la Ciudad de México. El mercado de San Juan es un mercado pú- blico especializado en productos catalogados como gourmet y exóticos, ubicado en el centro histórico de la CDMX con dirección Ernesto Pu- gibet No. 21, Centro Histórico de la Ciudad de México, delegación Cuauhtémoc. Dicho mer- cado cuenta con 361 locales, entre los que se encuentran algunos especializados en la venta y comercialización de insectos comestibles así como derivados de los mismos. Los locales se distribuyen a lo largo de pasillos transversales que atraviesan el mercado de lado a lado. No existe un orden lógico en el acomodo de los establecimientos, las carnes, verduras e insec- tos se encuentran esparcidos por todo el lugar, algunos establecimientos cuentan con más de un local y en algunos casos particulares como “El Gran Cazador”, cuentan con su propia parrilla en donde pueden asistir a degustar las preparacio- nes gourmet de los alimentos exóticos a la venta. La apariencia del mercado de San Juan es muy similar a las de otros mercados de la CDMX, la gran mayoría de los productos se encuentran expues- tos en los puestos de los locatarios presumiendo su calidad y variedad. 2 6 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O Figura 8. Entrada del mercado de San Juan Pugibet E L M E RC A D O D E S A N J U A N P U G I B E T | 2 7 Así como en otros establecimientos similares, en el mercado se escucha a los locatarios prego- nar la gran variedad de los artículos que ofrecen, pero el fraseo y el contenido de los mensajes es muy diferente al que podrías escuchar en otro sitio: ¡Pasele, joven!, ¿Qué va a llevar?, tenemos carne de león, cocodrilo, zorrillo, lechón, chapulines, caracoles, jumiles. ¿Qué va a llevar? Audio tomado el 5 de junio del 2018 en el Mercado de San Juan Pugibet 2.1 HISTORIA DEL MERCADO DE SAN JUAN El mercado existe parcialmente desde la épo- ca colonial, dicho mercado tiene sus orígenes en un tianguis indígena que se estableció en el barrio de San Juan Moyotlan, en el que se ofrecían productos al aire libre, era un lugar estratégico ya que gracias a los canales de agua cercanos, la mercancía se transportaba en canoas. Con el paso del tiempo una gran cantidad de comerciantes se establecieron en las calles y plazuelas de los alrededores, situación que llevó a la construcción de un mercado fijo en la plaza de San Juan en 1850, al que se le dio el nombre de Mercado de Iturbide (Delgado Calderón, 2015). Este mercado se dedicaba principalmente a la venta decarnes frescas tanto de cerdo como de res y conservó su nombre hasta 1879 cuando recibió el nom- bre de Mercado de San Juan. A finales del siglo XIX, Ernesto Pugibet, constru- yó en el barrio de San Juan una cigarrera llamada El buen Tono demoliendo el convento San Juan de la penitencia ubicado a un lado del mercado y construyendo a su vez la iglesia de Guadalu- pe. En 1933 se comenzó una reorganización de los mercados populares y edificios aledaños, se demolió el viejo mercado San Juan y los comer- ciantes fueron trasladados provisionalmente a una de las bodegas de la cigarrera El Buen Tono, en donde nació el actual mercado San Juan Er- nesto Pugibet inaugurado oficialmente el 1 de mayo de 1955. Con el paso del tiempo el mercado amplió la oferta gastronómica para todos aquellos po- líticos, ciudadanos, chefs y restauranteros que gustaban de probar nuevos sabores, deman- daban productos gourmet y exóticos para sus preparaciones (Delgado Calderón, 2015). 2.2 CONSUMO DE INSECTOS EN EL MERCADO DE SAN JUAN Al adentrarse en el mercado de San Juan se puede observar la gran cantidad de productos exóticos ofertados por los mercaderes, dichos artículos buscan ser exhibidos de tal forma que la gente pueda verlos, olerlos y hasta sentirlos. La exhibición de los alimentos a granel dentro del mercado es un acto común, es habitual ver algunos animales tendidos, insectos amonto- nados y frutas apiladas sobre las barras de los negocios. Afirman algunos comerciantes del mercado que la mayoría de sus clientes son particulares, 2 8 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O Figura 9. Productos envasados de México en el Paladar E L M E RC A D O D E S A N J U A N P U G I B E T | 2 9 por encima de las cadenas o establecimientos restauranteros, algunos de ellos compran de forma habitual y otros lo hacen por curiosidad. Un comerciante del negocio de carnes e in- sectos exóticos “El Gran Cazador” comenta que mucha gente desconoce los productos oferta- dos por el mercado, el sabor de los mismos y las distintas formas en que pueden ser consumidos. Afirma que un aspecto importante para romper los prejuicios alrededor de estos alimentos es contar con buenos ingredientes, recetas bien definidas y una correcta preparación. La dueña del local “México en el Paladar” afirma que la apariencia de los insectos y la pre- paración influye directamente en el consumo, el consumir los insectos en su forma inicial, sin ninguna preparación es una actividad más de morbo o curiosidad que de hábito; exclama que inclusive a ella le fue difícil integrar los insectos a su dieta diaria y que durante un periodo de tiem- po vendió los insectos en el mercado sin siquiera haberlos probado. Los comerciantes del mercado de San Juan Pugibet han participado en diversos eventos rea- lizados en la Ciudad de México para promocionar la entomofagia así como dar a conocer sus marcas y productos. En 2018 por tercer año consecutivo El Bonito Tianguis, una plataforma que se dedica a acercar a los pequeños y medianos productores de alimentos orgánicos e insectos ha organiza- do el Festín de Insectos Comestibles 2018 en la colonia Roma, Ciudad de México, para difundir la entomofagia como un medio alternativo de consumo. El evento contó con la presencia de al- gunos locatarios del mercado San Juan Pugibet, así como de empresas que se dedican a la comer- cialización de insectos en diferentes formas y presentaciones (El Bonito Tianguis, 2018). Figura 10. Festín de Insectos Comestibles 2018 3 0 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O Figura 11. Locataria del mercado en Festín de Insectos Comestibles 2018 Los locatarios del mercado se muestran en com- pleta disposición de explotar la entomofagia a través de proyectos que puedan incrementar las ventas, la gran mayoría de los mercaderes han implementado recursos diversos para comer- ciar sus productos, como envases para la venta o preparaciones gastronómicas. Aunque los locatarios se encuentran en dispo- sición de contribuir a proyectos para promover la entomofagia, no están interesados en destinar parte de su presupuesto a la creación o explora- ción de alternativas. El costo de los insectos puede oscilar entre los $500.00 por un kilo de chapulines, pasando por un kilo de hormiga chicatana a $5500.00 el kilo, hasta llegar a algunos como el jumil que pueden alcanzar un costo de hasta $6000.00 el kilo (Revisado el 6 de junio del 2018 en el sitio web de El Gran Cazador). Esto establece que los insectos son caros, compara- do otro tipo de alimentos como la carne que puede oscilar entre $90.00 el kilo de costilla de res, hasta $400.00 el kilo de lomo de res del centro (Revisado el 6 de junio en el sitio web de Walmart de México). Al analizar los precios ofertados por el mercado de San Juan Pugibet y los consumidores habituales se puede establecer un público regular de consumo con respecto a los costos y a los principios idealistas que tienen algunos sectores de la población como en este caso es el C+, que es un grupo catalogado por el INEGI como un sector de clase media alta que por su ingreso económico puede integrar los insec- tos a su alimentación ordinaria. Según el Boletín de investigación de clases medias en México del año 2013, define a la clase media alta o C+ como los mexicanos que tienen recursos y servicios que les permiten tener una buena calidad de vida y gozan de ligeros exce- dentes que les hacen posible tener ciertos lujos. E L M E RC A D O D E S A N J U A N P U G I B E T | 3 1 2.3 CONDICIONES PARA LLEVAR A CABO UN PROYECTO DE DISEÑO EN EL MERCADO DE SAN JUAN PUGIBET Para la elaboración del proyecto es imprescin- dible contar con locatarios dispuestos a aportar recursos inmateriales, como experiencias y co- nocimientos. Es importante no contar con los locatarios que no venden insectos, esto descar- ta los vendedores de carnes, frutas y verduras, lácteos, semillas y embutidos. Se cuenta con el apoyo de tres comercios internos: El gran Cazador, El Norteño, y Méxi- co en el Paladar, Dichos establecimientos son los principales distribuidores y vendedores de insectos del mercado. La participación de los locatarios es importante puesto que esto respalda la viabilidad y la opción de replicar el proyecto con otros mercaderes. Con la participación de los locatarios es necesario contar con la autorización de la administración del mercado de San Juan Pugibet, así como de la Comisión General de Mercados de la Delega- ción Cuauhtémoc. La aceptación del proyecto por parte de la administración del mercado está condicionada por un escrito que contemple a los desarrolladores del proyecto , los locatarios que se encuentren la disposición de participar, así como de una descripción del proyecto que abarque los alcances y propuestas. Finalmente, con la aprobación de la administra- ción del mercado de San Juan Pugibet, se debe proceder a inscribir el proyecto en la Comisión General de Mercados de la Delegación Cuauh- témoc, siguiendo un proceso similar al anterior, pero acotando los días de la intervención y los re- cursos monetarios (la respuesta a este proceso es de dos a cuatro semanas hábiles). El mercado de San Juan Pugibet presenta las características y condiciones necesarias para llevar a cabo un proyecto desde el diseño de la comunicación gráfica. Figura 12. Chapulines expuestos en el local El Norteño E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 3 3 3. DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN GRÁFICA Y LOS FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INGESTA DE INSECTOS EN EL MERCADO DE SAN JUAN PUGIBET Contado con las condiciones adecuadas y con la información necesaria puede comenzarse a proponer desde la perspectiva del diseño de la comunicación gráfica. Es importante definir cómo es que el diseño tiene cabida para propo- ner dentrode esta problemática. El diseño consistiría en la transformación de una idea para que, con la ayuda de los medios au- xiliares correspondientes, permitir participar a otros de la misma. La confección de croquis, pro- yectos, muestras, modelos constituye, el medio para hacer perceptible visualmente la solución de un problema (Simón, 2008). La apertura de las problemáticas permite a las disciplinas involucrarse para buscar respues- tas u ofrecer propuestas significativas a fin de mejorar las circunstancias de la vida de la gente. El diseño es la herramienta/disciplina/fa- cultad, etc. (dependiendo del concepto) que permite inmiscuirnos en la problemática para buscar soluciones que se manifiestan en pro- puestas. (Simón, 2008) Es por ello que dado el estado de la entomofa- gia en México se abren las puertas al diseño para proponer soluciones con el fin de mejorar la cali- dad y el estado del sector alimenticio. Existen tantas propuestas como diseñado- res, en este trabajo se afronta la problemática del mercado de San Juan Pugibet como caso de estudio desde la perspectiva del diseño de la comunicación gráfica a fin de plantear una pro- puesta que atienda el estado de la entomofagia en México a través de tres establecimientos en particular, como son México en el Paladar, El Norteño y El Gran Cazador. 3 4 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O 3.1 EL DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN GRÁFICA Existen una gran cantidad de definiciones de diseño, tantas como autores, algunas más com- plejas y rebuscadas que otras, inclusive existen algunas que se contradicen entre sí, las variantes del significado atienden al autor y a su punto de vista (Simón, 2008). El concepto de diseño o de la actividad de di- señar puede entenderse de muchas formas, es por ello que hay autores como Simón que se han dedicado a capturar y ofrecer un registro his- tórico de la concepción de diseño desde 1950, puesto que como él menciona, el diseño se ha conceptualizado de diferentes formas a través de los años y por diferentes autores. La palabra “diseño” es utilizada hoy con reiterada insistencia, aplicada a los más diversos objetos de uso cotidiano, a formas de comunicación visual o a determinadas actividades profesionales creativas, intentar la definición del mismo es correr el riesgo de caer en una fórmula poco precisa, si se piensa que se pisa en terreno poco explorado en el que todavía no hay suficiente experiencia y cuya enseñanza y metodología se encuentran en estado incipiente. No es fácil encontrar un tratado o manual que ofrezca una visión completa de la realidad del diseño; cosa que no es de extrañar dada la ambigüedad que le caracteriza (simón, 2008). La actividad de diseñar se realiza desde hace muchos siglos, pero la teorización del diseño como actividad formal ha tomado auge en los últimos años, diversos autores como Papanek o Vila Ortiz han cuestionado y ofertado diversas conceptualizaciones desde diferentes perspec- tivas. Para Papanek, el diseñar es una actividad de orden común, que se realiza todos los días por todas las personas, puesto que el diseño es la base de toda actividad humana. El cocinar un platillo, realizar las labores domésticas, tocar un instrumento, interactuar con el celular, hasta generar los planos de un edificio o realizar una intervención médica (Papanek, 1984). Al dotar a los objetos con diferentes usos o valores estos obtienen una intencionalidad, ge- nerar una acomodo de los objetos dispuestos en la cocina conlleva una intención definida, pero la realidad es que estos objetos pueden ser dis- puestos de infinitas formas posibles, unos frente a otros o a un costado, el generar el orden que más sirva para cocinar es la acción de diseñar, puesto que a pesar de que existen muchas va- riables probables del acomodo de los utensilios de cocina, estos tendrán una disposición más acertada o menos acertada, esto lo definirá el significado que se otorga al orden. El diseño es esencialmente una técnica. Un modo de hacer una cosa, un procedimiento. Es principalmente una acción, no una reflexión. El diseño interpretado como acción tiene una causa o motivación que lo pone en marcha. En segundo E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 3 5 término despliega un proceso que le es propio (…) Todo proceso de gestación de un objeto se puede interpretar como el esfuerzo por modelar y organizar espacialmente una porción de material (darle forma) con la finalidad de posibilitar la manifestación de sus propiedades aptas para un efecto o trabajo, necesario para el cumplimiento de una función. Dicha gestación consistiría en la operación de actuar sobre un material, obligándolo a adquirir determinada forma, con el fin de agregarle una serie de valores que no tenía. (Vila Ortiz, 1972) El diseñar aparece frente a alguna problemática que requiera de una organización diferente, el diseñar es disponer para organizar y proponer formas que buscar posibles soluciones por me- dio de formas con valores diferentes. Los objetos de diseño están dotados de valo- res que no tenían en su forma primaria, el otorgar estos valores a las formas para otorgarles una función también es diseñar. El otorgar valores y funciones a los objetos es una actividad humana, el diseñar es una actividad exclusiva de los hu- manos, puesto que solo es realizado de manera consciente por los mismos humanos. Llamamos función del diseño a la manera en que éste cumple con su propósito (Papanek, 2008). Durante 1880 y 1890 se creía fielmente que Forma y función son la misma cosa lo que por al- gunos años llevó esta corriente de pensamiento a la confección de objetos que cumplian de la mejor forma con su cometido para el que fueron crea- dos, pero dejando la estética completamente de lado, creyendo que si éste era funcional por ende la forma debería estar subordinada a la función. Si bien la función y la estética no están pe- leados si deben coexistir de forma que ninguno dependa del otro, a menos de que este sea lo que se busca. EL Juicy Salif es uno de los iconos del diseño industrial es un ejemplo de la relación entre la función y la forma. Este objeto de diseño afronta una revalorización por la gente, algunos mo- delos del Juicy Salif de colección se encuentran bañados en oro lo cual vuelve imposible utili- zarlos para exprimir naranjas debido a que el chapado de oro se removeria por el ácido de las naranjas. Afirma Philippe Starck “Mi exprimidor no está pensado para exprimir limones, sino que tiene la intención de iniciar conversaciones”. El caso del Juicy Salif es un objeto de diseño que atraviesa una faceta de resignificación o revalorización por el público, la mayoría de los objetos están confeccionados para cumplir con una función. El diseño no solo está enfocado en valori- zar productos comerciales, sino también en la construcción propuestas que atiendan pro- blemáticas sociales puesto que el diseño no es solo una herramienta de venta, sino también de contribución social. El diseño tiene la facultad de resignificar y otorgar valores a objetos como propuesta. 3 6 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O 3.2 PROBLEMÁTICAS SOCIALES Y DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN GRÁFICA. La disciplina del diseño es la actividad consciente y creativa que combina la tecnología y/o mate- riales con el contexto social, con el propósito de ayudar, satisfacer o modificar el comportamien- to humano, la competencia del diseñador se extiende para abarcar las ciencias del compor- tamiento y la comprensión de la antropología cultural. Las responsabilidades del diseñador se expanden para incluir el rol potencial de las soluciones de diseño en tanto que innovaciones sociales (Manu, 1995). El diseño se puede dividir en diferentes pro- cesos de gestación de proyectos como dice Vila ortiz,y en estos procesos se encuentran el dise- ño de la comunicación gráfica como una opción de dar forma a objetos que permitan cumplir una función que afronte alguna problemática. El diseño de la comunicación gráfica tiene como fin afrontar problemas de comunicación para poder interpretar y estructurar las problemáti- cas permitiendo plantear posibles soluciones, coordinando proyectos y valorizando produc- tos, servicios o fines. Por lo fines prácticos del diseño de la comu- nicación gráfica se le han atribuido tareas muy establecidas, el diseño de carteles, envases, campañas, marcas, sitios web y demás casi siempre con fines comerciales dejando de lado, en general, la práctica social. El diseño lleva un papel importante en las pro- blemáticas sociales puesto que no solo analiza el estado del conflicto que atraviesa la comunidad sino que también toma un rol de proposición, más allá de la exclusiva investigación. El diseño tiene la facultad de visibilizar los problemas de una manera práctica. Figura 13. Campaña de la FAOpara visibilizar la situación de las mujeres rurales e indígenas. E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 3 7 El diseño tiene que significar configuración de un medio ambiente humano. Y configurar un am- biente humano significa: oposición a todo aquello que impide un ambiente de carácter humano, a la vez que la creación y anticipación de utopías concretas para el mañana (Schwendtner, 1968) Las producciones gráficas permiten visibi- lizar las problemáticas que enfrentan algunos sectores de la población, que en otros lugar del país o del mundo como ciudades o zonas urba- nas podrían pasar desapercibidos. Es por ello que el diseño de la comunicación gráfica presenta un papel importante dentro de la comunicación y viralización de la información y en general de las problemáticas que atañen a los grupos minoritarios o a factores que pueden ser intervenidos no solo para dar a conocer la proble- mática, sino para ofrecer probables soluciones. El diseño de la comunicación gráfica permite visibilizar el problema del sector alimenticio en el mundo ofreciendo como alternativa la ento- mofagia, que puede integrar los insectos en la dieta cotidiana de la población, toda esta proble- mática aterrizada en un caso de estudio. El mercado de San Juan Pugibet, como uno de los principales vendedores de insectos y sus preparaciones cuenta con los factores nece- sarias para aumentar la venta de insectos en la Ciudad de México, esto conlleva una gran canti- dad de beneficios para la salud de los citadinos, así como repercusiones favorables al ambiente y el manejo del agua. No obstante la problemá- tica que afronta el sector alimenticio en México y el mundo ya cuenta con diversas propuestas para afrontar esta situación, pero se requiere de la intervención del diseño de la comunicación gráfica para visibilizar las propuestas que con- tribuyen a aminorar la preocupación del sector alimenticio. 3.3 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INGESTA DE INSECTOS Y DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN GRÁFICA. Al diseño de la comunicación gráfica no le es ajeno las problemáticas del sector alimenticio, más específicamente aquellas que atienden a la divulgación de la práctica de la entomofagia. Este campo, ya explorado por el diseño, ha gene- rado algunas propuestas que permitan acercar la entomofagia a más gente, no solo en el entor- no nacional, sino también en el mundo. En este sentido sentido, a continuación se presentan algunos ejemplos retomados de otros casos análogos de propuestas desde el diseño de la comunicación gráfica que atienden a la entomo- fagía desde diferentes perspectivas. 3 8 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O Figura 14. Huipichil, marca mexicana que exporta insectos preparados E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 3 9 Figura 15. Chilpines, empresa mexicana comercializadora de insectos Figura 16. Salsas envasadas de insectos 4 0 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O Figura 17. Proteina de chapulín Figura 18. Preparaciones de salsas con insectos E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 4 1 Es importante destacar el espacio que existe dentro de la problemática y cómo es que el di- seño tiene cabida dentro de los problemas de comunicación social, es por ello que se recopila la información y los referentes. Todas las referencias presentadas son valiosas como casos análogos de propuestas que aten- dieron problemáticas similares a la expuesta en este proyecto. La importancia de las referencias y la conexión con el diseño permiten proyectar no solo con sustento, sino con el respaldo de que existen proyectos similares y funcionales ya expuestos con anterioridad. Figura 19. Paletas de alacrán P ROY E C TO D E D I S E Ñ O | 4 3 4. PROYECTO DE DISEÑO: ENTOMEX Y LOS SISTEMAS DE ENVASE A lo largo del proyecto se han recopilado datos duros de diversas fuentes provenientes de estu- dios en la materia así como de un estudio de caso para conocer el panorama actual de la entomo- fagia en México. Durante el estudio de caso se obtuvieron tres casos análogos, México en el Paladar, El Gran Ca- zador y El Norteño, todos locatarios del mercado de San Juan Pugibet, que entre sus principales actividades se dedican a la venta de insectos y a la promoción de la entomofagia. La información obtenida durante el proceso de investigación es la parte medular del proyec- to puesto que esta otorga un sustento y permite sugerir propuestas desde la perspectiva del di- seño para atender las problemáticas específicas. Las cuatro propuestas de diseño presentadas a continuación tienen como principal propósito me- jorar el aspecto y presentación de los productos. 4.1 PROYECTO DE DISEÑO ENTOMEX La primer propuesta proyectual es Entomex, una marca paraguas que pretende integrar otras diversas marcas, todas ellas dedicadas a la venta de insectos en diferentes presentaciones. La creación de la marca paraguas que aglu- tina a otras se realizó bajo la premisa de que los locatarios estaban poco dispuestos a la in- versión en promoción para la integración de nuevos productos o envases a sus líneas actua- les de distribución. La introducción de nuevos productos al mer- cado, así como nuevas presentaciones siempre representa un riesgo para los inversores pero el uso de una marca paraguas puede contribuir a la reducción de estos riesgos (DitsMarke- ting, 2016). 4 4 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O La marca paraguas nos permite minimizar los costos de promoción, realizando esta actividad desde una sola cuenta a través de diferentes canales como redes sociales o medios de distri- bución impresos. La afiliación a una marca paraguas permite a los nuevos consumidores identificarse con una marca establecida, consolidada y fiable, lo que permite a nuevos productos que se integren a esta línea ser aceptados con mayor facilidad por el público. La imagen de Entomex debe presentarse en los productos incorporados a la marca para otorgar el carácter de fiabilidad que representa Entomex construida por una buena imagen. La imagen de Entomex está constituida grá- ficamente por un isologotipo neutro en alto contraste que se integra dentro de los productos o proyectos que se encuentren asociados a En- tomex. Debe optimizarse para cada versión en donde se presente el isologotipo de Entomex con una variante diferente de acomodo que permita integrar de forma más neutra posible al diseño. El isologotipo de Entomex se encuentra es- tructurado por cajas contorneadas en donde el texto interior con el nombre de la marca es limi- tado por los trazos del mismo grosor. La tipografía Bourbon Grotesque, una tipo- grafía geométrica que se relaciona a su vez con Ghandi Sans, tipo sans serif bold, ambas equili- bradas y organizadas en una retícula cuadrada sencilla otorgan uncarácter de sencillez y sim- pleza por sus trazos; esto es importante puesto que el isologotipo nunca debe buscar el prota- gonismo en los sustratos donde éste se empleé. La marca Entomex al estar conformada de forma colaborativa debe buscar la prevalencia a través de sus integrantes, quienes cons- truirán una marca fuerte que pueda no solo respaldarlos, sino contribuir a la inserción en los nuevos mercados. Figura 20. Variantes del isologo de Entomex P ROY E C TO D E D I S E Ñ O | 4 5 Figura 21. Acomodos tipográficos para Entomex Figura 22. Abstracción para reducción míWnima 4 6 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O MÉXICO EN EL PALADAR México en el Paladar es un local del mercado de San Juan Pugibet, dedicado exclusivamente a la venta de insectos en diferentes presentacio- nes, cuenta con un local establecido dentro del mercado y diversas participaciones en festivales gastronómicos. Encargado de las preparaciones, la adquisición, venta, distribución y promoción por sus redes sociales. México en el Paladar ha logrado integrar productos preparados a sus ventas y en sus pro- pias palabras afirman que las preparaciones han permitido maximizar la aceptación de la ento- mofagia por nuevos públicos. Dentro de su local ofrecen diversos productos, tacos de insecto y arácnidos, preparaciones guisadas, bolsas de 30gr en celofán y salsas en envase de vidrio. Todos sus productos se han creado con la in- tención de ofrecer alternativas al público para quienes por diferentes factores no integran los insectos a su alimentación. Un factor como las consecuencias anticipadas determina que la gente no integre nuevos ali- mentos a su dieta porque basan en creencias sus decisiones, en el caso de los insectos argumentan que estos son sucios y esto no permite asimilar- los con facilidad, es por ello que para las bolsas de celofán se propone suplantarlas por bolsas meta- lizadas selladas en el fondo ya que estas otorgan un carácter más higiénico por el hecho de que se encuentran envasadas herméticamente. En el caso de las salsas envasadas en vidrio ya cuentan con la virtud de ser percibidas como un envase más limpio, así que se decidió integrarlas al sistema de envase con un diseño homologado tanto para las bolsas metálicas como para las eti- quetas de las salsas. En lo que respecta a los aspectos formales del diseño de los envases estos cuentan con una identificación por color que se relacionan con el tipo de insecto que contienen o que representa su principal ingrediente. El envase recupera algunos patrones de insec- tos simplificados sobre la plasta de color principal, cuenta con plecas en color negro que resaltan la marca México en el Paladar, así como algunas vir- tudes de los insectos y un medidor de picor. Los envases forman una familia que puede ser fácilmente ofrecida en conjunto al público para que puedan conocer la diferentes preparaciones y sabores. Figura 23. Logotipo de México en el Paladar P ROY E C TO D E D I S E Ñ O | 4 7 Figura 24. Envases de salsa México en el Paladar Figura 25. Bolsas BOPP de México en el Paladar 4 8 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O EL NORTEÑO. Locatario del mercado de San Juan Pugibet, cuenta con una gran variedad de productos ela- borados a base de insectos como sales, mezcal, salsas, algunos insectos a granel y envasados. Todos sus productos ofertados por el norteño se encuentran envasados pero su principal carac- terística es que ellos consideran sus productos como de origen artesanal. La gran mayoría de sus productos envasados están etiquetados para la venta y algunos otros solo se encuentran dentro de envases de plás- tico. El concepto principal del norteño es el resal- tar lo artesanal de los productos ofertados, no están planeados para la venta internacional por lo que no requieren de normatividad específica para la distribución fuera del país. Se creó un imagotipo para el Norteño que recupera algunos aspectos clásicos de las eti- quetas y con la esencia de un estilo del viejo oeste con la tipografía Arlington como principal fuen- te acompañada de sus tres variantes. La imagen de el Norteño está pensada para la reproducción en diferentes medios con variantes específicas para los tamaños más pequeños. Tomando en cuenta las consideraciones y la gran variedad de productos se realizó un proyec- to de diseño que sea adaptativo. Se realizó un sistema de envases que pueda abarcar la gran cantidad de variantes y produc- tos diferentes con los que cuenta el Norteño, tomando en consideración las formas y tamaños de sus productos ofertados. Para el etiquetado de los diferentes produc- tos se optó por un material en el que se pueda replicar diferentes etiquetas y a su vez pueda instalarse sobre diferentes materiales, el corcho como principal sustrato ofrece una apariencia rústica, acompañado de un grabado en calor so- bre el material, en donde se especifica la marca y el contenido del envase. La imagen del norteño a pesar de contar con un sistema de envases poco convencionales tam- bién le otorga un valor mucho mayor por el grado artesanal en el que el mismo sistema está creado. El diseño de las etiquetas se realizó toman- do en cuenta las características del medio de reproducción por lo que se decidió utilizar una tipografía sans serfi como Ghandi Sans para maximizar la legibilidad. El sistema de envases diseñado para El Nor- teño refleja el concepto de artesanal y atiende la necesidad de comunicación para la integración de una variedad extensa de envases. Figura 26. Logotipo de El Norteño P ROY E C TO D E D I S E Ñ O | 4 9 Figura 27. Envases de El Norteño 5 0 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O EL GRAN CAZADOR. El gran cazador es un local del mercado de San Juan Pugibet que se especializa en la venta de insectos comestibles y carnes exóticas, abar- cando productos como chapulines, hormigas chicatanas, jumiles y gusanos de maguey entre otros. Generalmente dicho local presenta sus productos a granel, en charolas de metal al aire libre y los congelados en bolsas de plástico, se- lladas al vacío. Durante la investigación, se encontró que, la problemática principal de este local recaía en la presentación de sus productos así como en los empaques que tenían para despachar los mismos. Las bolsas de plástico no daban buen as- pecto a los alimentos comestibles y degradaban la calidad de los insectos al darle un aspecto sucio y poco cuidado. Para atacar dicho aspecto se propusieron una serie de bolsas que busquen mejorar la presenta- ción de los insectos, por un lado bolsas pequeñas para entregar snacks o botanas y por otro unas más grandes para los congelados. El material propuesto para dichas bolsas es BOPP metaliza- do, un estándar generalizado para productos de frituras en el mercado. Finalmente se propuso algunas etiquetas de salsas, impresas en papel autoadherible con un laminado mate para abar- car otros productos del mismo establecimiento. El concepto para dichos envases es mostrar a los insectos como la parte principal del pro- ducto, cada producto tiene un acomodo visual concéntrico en la parte frontal de los soportes y grandes insectos en el centro de los acomodos. El fondo esta constituido por dos colores con- trastantes y un círculo en su parte media que resalta al insecto en cuestión. Inicialmente se contemplaron tres bolsas pe- queñas para albergar treinta gramos de producto cada una, una bolsa grande del producto princi- pal del establecimiento y tres etiquetas para los envases de salsas. Se eligió una paleta de colores saturados y se hizo una selección de colores según más convino en cada caso. Las imágenes fueron tratadas a blanco-negro y todas fueron tramadas para un mejor manejo. Para terminar se agrega- ron los logotipos de Entomex y ElGran Cazador como identificadores de marca. Figura 28. Logograma de El Gran Cazador P ROY E C TO D E D I S E Ñ O | 5 1 5 2 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O Para la evaluación del proyecto de manera con- creta se requiere un capital de inversión que permita el desarrollo de forma industrial para los envases y etiquetas diseñadas, el alcance del proyecto se puede percibir hasta el diseño de los sistemas de envase y la marca paraguas. Si alguna de las propuestas fuese aceptada por alguno de los locatarios del Mercado de San Juan Pugibet los gastos de producción correrán por su cuenta y la evaluación del proyecto se verá reflejada en el incremento o disminución en las ventas de los mismos. P ROY E C TO D E D I S E Ñ O | 5 3 CONCLUSIONES La entomofagia es una práctica milenaria que afortunadamente el día de hoy forma parte de las nuevas tendencias de gastronomicas en todo el mundo. Con el paso del tiempo más chefs, restauran- tes, tiendas y demás incluyen a los insectos es sus platillos que con el paso del tiempo aumentan su aceptación entre la sociedades. México es un país que ha practicado la ento- mofagia desde hace muchos años, quedó oculta por unos cuantos pero tienen la capacidad de lle- var la entomofagia a otro nivel. La entomofagia es una práctica que a pesar de su crecimiento requiere de visibilización, es por ello que el diseño de la comunicación gráfica tiene un papel importante en esta labor. Castello, T. (1986). Presencia de la comida prehispánica. México: Fomento Cultural Banamex. Delgado Calderón, A. (2015). DF Festivo. Mercado de la Ciudad de México. Ciudad de México: PRI Distrito Federal. FAO. (2013). Edible insects, Future prospects for food and feed security. Roma, Italia: Food and Agriculture Organization of the United Nations. Harris, M. (1985). Good to eat, Riddles of Food and Culture. Waveland Press. Ortiz, B. (2003). Medicina, salud y nutrición Aztecas. México: Siglo XXI. Ramos-Elorduy, J., & Pino, J. M. (1989). Los insectos comestibles en el México antiguo. Ciudad de México: AGT. Ramos-Elorduy, J., Escalante, A., & Pino, J. M. (2015). Acridofagia y otros insectos. Ciudad de México: Trilce Ediciones. Rozin, P., & E., F. A. (1987). A Perspective on Disgust. Psychological Review , 23-41. Rozin, P., & Vollmecke, T. A. (1986). Food Likes and Dislikes. Annual Review of Nutrition , 433-456. Sposito, A. (2015). Determinants of consumers acceptance of insects as food and feed: A cross-cultural study. Porto: Faculty of Sciences, University of Porto. Viesca, F., & Romero, A. (2009). La Entomofagia en México, Algunos aspectos culturales. El Periplo Sustentable , 57-83. Papanek, Victor (1984). Diseñar para el mundo real. Nueva York: Academy Chicago Publishers. Simón S., Gabriel (2008) + de 100 Definiciones de diseño. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco Vila Ortiz, Jorge (1972) Notas para una taxonomía del producto artificial desde la perspectiva del diseño, Instituto de Diseño Industrial, Universidad Nacional de Rosario, Rosario. Manu, A., (1995) Tool Toys: Herramientas lúdicas. Redskaber med et ele- ment of leg, Dansk Design Center, Copenhague, Dinamarca. Schwendtner, R., (1968) El diseño y los valores Humanos, ponencia pronun- ciada en la Conferencia Internacional de Diseño en Aspen, Co., USA: BIBLIOGRAFÍA
Compartir