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entomofagia_en_mexico

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Esta obra fue creada como proyecto terminal de la licenciatura en Diseño de la
Comunicación Gráfica de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco y 
todo su contenido se encuentra protegido bajo una licencia de Creative Commons 4.0.
Para mayor información se puede consultar en el sitio https://creativecommons.org/.
DEDICATORIA
Extendemos un profundo agradecimiento a todas las personas que 
contribuyeron para la realización de este proyecto, los locatarios del 
Mercado de San Juan Pugibet, las autoridades de la CDMX, al profesor 
Adán y a todos los mentores que se encuentran detrás, muchas gracias. 
TABLA DE CONTENIDO
 INTRODUCCIÓN
 CAPÍTULO 1 MÉXICO Y LA ENTOMOFAGIA 
1.1 Antecedentes históricos de la entomofagia en México
1.2 Beneficios de la entomofagia
1.3 La entomofagia en México en la actualidad y su oferta en la CDMX
1.4 Factores que influyen en el consumo de insectos en la CDMX
 CAPÍTULO 2 LA ENTOMOFAGIA EN EL MERCADO 
 DE SAN JUAN PUGIBET
2.1 Historia del mercado de San Juan
2.2 Factores que influyen en el consumo de insectos en el mercado 
 de San Juan
2.3 El consumo de insectos en el mercado de San Juan
 CAPÍTULO 3 DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN GRÁFICA 
 Y LOS FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INGESTA 
 DE INSECTOS EN EL MERCADO DE SAN JUAN
3.1 El diseño de la comunicación gráfica
3.2 Problemáticas sociales y diseño de la comunicación gráfica.
3.3 Factores que influyen en la ingesta de insectos y diseño de la 
 comunicación gráfica.
 CAPÍTULO 4 PROYECTO DE DISEÑO: 
 ENTOMEX Y LOS SISTEMAS DE ENVASE
4.1 Entomex
4.2 México en el Paladar
4.3 El Norteño
4.4 El Gran Cazador
 CONCLUSIONES
 ANEXOS
 BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Los problemas alimentarios que atraviesa el mundo como los gases de 
efecto invernadero, el maltrato animal en las granjas industriales, la deserti-
ficación de las tierras y más problemas que en la actualidad han dejado de ser 
solo especulaciones y traen consigo diversas afectaciones para la población 
en general. Algunas instituciones como la FAO (La Organización de las Na-
ciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) sugieren buscar nuevas 
alternativas de alimentación que conlleven un menor impacto ambiental y a 
su vez una mayor carga nutrimental.
La entomofagia, que es la integración de insectos a la alimentación de 
manera consciente, representa una alternativa viable para disminuir los 
efectos provocados al ambiente derivados de las diversas prácticas indus-
triales y agropecuarias, sin embargo, trae consigo una importante carga 
de factores que no le permite a la generalidad aceptarlos como parte de su 
alimentación ordinaria.
El diseño de la comunicación gráfica tiene un rol importante en la bús-
queda de propuestas que coadyuven a mitigar los factores para que así la 
gente pueda aceptar la entomofagia, no solo como un platillo gourmet o un 
alimento extravagante, sino como un alimento del día a día.
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 
¿Cómo puede el diseño de la comunicación gráfica aumentar 
 las ventas de insectos comestibles en los locales: El Gran 
Cazador, México en el Paladar y El Norteño, ubicados 
dentro del mercado San Juan Pugibet de la Ciudad de México.
OBJETIVO GENERAL
Mejorar la presentación de los productos de insectos comestibles 
de los locales El Gran Cazador, México en el Paladar y el 
Norteño ubicados dentro del mercado San Juan Pugibet.
M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 1 3
1. MÉXICO Y LA ENTOMOFAGIA
La alimentación juega un papel importante en la 
vida diaria de los seres humanos considerando 
que, los seres vivos necesitan nutrirse para so-
brevivir. Una parte importante de esta nutrición 
se ha basado durante los últimos años, en la ob-
tención de proteínas por medio de la carne de 
res, pollo y puerco. Según la FAO la producción 
masiva de estos animales (necesaria para la de-
manda actual de alimentos para los humanos) 
ha traído afectaciones ambientales y de salud, 
lo que ha generado una problemática en el siste-
ma alimentario. La FAO recomienda buscar vías 
alternas de producción y consumo de alimentos 
tales como la entomofagia para ayudar a mejo-
rar dicha problemática (2013). 
Julieta Ramos-Elorduy define que: “El término 
entomofagia se deriva del griego éntonom-, 
entom-, que significa “cortado o cortado en 
piezas”, que alude a un cuerpo segmentado de 
ciertos insectos, así como la palabra phagein, 
que significa “comer”. A diferencia del término 
insectívoro, que se utiliza para aquellos animales 
que se alimentan de insectos, la entomofagia su-
pone un acto razonado, con conocimiento de las 
especies que se consumen y cómo se ingieren. 
“(2015) Así pues, entiéndase “entomofagia” en 
este texto como el consumo de insectos por los 
seres humanos. (FAO 2013). 
1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE 
LA ENTOMOFAGIA EN MÉXICO
La entomofagia en México es conocida desde 
la época prehispánica (Ramos-Elorduy J. Esca-
lante A. & Pino J. 2015). Ramos-Elorduy y Pino 
(1989) estiman una gran cantidad de especies 
de insectos que figuraban en la dieta diaria de 
las culturas prehispánicas mexicanas. Entre 
los insectos consumidos por estas culturas se 
encontraban libélulas, chapulines, axayacatl 
(moscos), jumiles, gusanos de maguey, gusanos 
de nopal, gusanos de maíz, moscas, hormigas, 
abejas entre otros. Es decir, diversas culturas 
mesoamericanas consideraban a los insectos 
como un alimento muy común e incluso delicias 
gastronómicas (Ramos-Elorduy J. Escalante A. 
& Pino J. 2015).Un caso sobresaliente de estas 
culturas mesoamericanas es la azteca la cual 
logró una densidad de población notable y una 
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sociedad compleja sin grandes animales domés-
ticos (FAO 2013). A falta de reces y cerdos, esta 
cultura se vió en la necesidad de obtener alimen-
to (proteínas) de otras fuentes como insectos, 
crustáceos, peces y batracios; así pues, se adap-
taron a las condiciones de su época (Viesca F. & 
Romero A. 2009). 
Los escamoles por su parte llegaron a ser tan im-
portantes para los aztecas que existen cantos y 
danzas dedicadas a las hormigas que los produ-
cen, (Ramos-Elorduy & Pino J. 1989). Aunque la 
variedad de insectos que se consumía entre los 
aztecas era muy amplía, se cree que el chapulín 
era el favorito ya que era un recurso abundante 
y de fácil acceso (Ramos-Elorduy J. Escalante A. 
& Pino J. 2015). 
Para los cronistas de la conquista y de las 
etapas iniciales de la colonización, la entomo-
fagia fue un hecho que llamó poderosamente 
su atención, ejemplo de esto es Fray Bernardi-
no de Sahagún (Ramos-Elorduy & Pino J. 1989) 
que llevó a cabo amplias investigaciones sobre 
las culturas nahua las cuales compiló en una 
serie de libros de cuatro volúmenes, que son 
denominados en la actualidad como “Códice 
Florentino o la Historia general de las cosas en la 
Nueva España”. En el cuarto volumen segundo 
libro, dedicado a los animales, describe una se-
rie de insectos a los cuales nombra “de comer” 
(Sahagún, F. B. de, 1975 en Ramos-Elorduy J. 
Escalante A. & Pino J. 2015). 
No existen investigaciones concisas sobre cómo 
se desarrolló la entomófaga durante la colonia 
en México, Gómez Lorence postula la teoría de 
que la entomofagia en México perdió importan-
cia a causa de las prohibiciones alimentarias que 
los españoles impusieron a los pueblos origina-
rios del país después de la colonización, tales 
como producir amaranto, tener únicamente una 
gallina por familia y evitar todo aquel alimento 
que fuera extraño para los europeos (Gómez Lo-
rence 1984 en Ramos-Elorduy& Pino J. 1989). 
Julieta Ramos-Elorduy menciona que esto ori-
lló a los indígenas a basar su dieta en maíz, frijol 
y chile (algo persistente hasta la actualidad) 
y provocó grandes deficiencias nutricionales 
entre estos pueblos originarios (1989). Pino 
J. menciona que gracias a las prohibicionesy a 
la introducción de reses a México por parte de 
los españoles, la tradición entomofágica que-
dó rezagada a las comunidades que no podían 
costear la carne de res y que se arriesgaban a 
romper las leyes a fin de sobrevivir, de ahí que 
muchas personas terminaron considerando 
comer insectos como algo de pobreza o de las 
clases bajas (1989).
Durante la primera mitad del siglo XX en 
México se presentan casos aislados o particu-
lares entorno a los insectos comestibles como, 
por ejemplo; los piojos, consumidos tradicio-
nalmente (1925) en Oaxaca, como un tipo 
de ritual-medicinal, en el que se creía que, al 
ingerirlos, se evitaba las plagas de dicho ani-
mal (Alvarado, P. M. y E. Escamilla P., 1982 en 
Ramos-Elorduy & Pino J. 1989). El chapulín 
figuraba ampliamente en las dietas de los indí-
genas originarios del estado de Yucatán, tanto 
así que en 1941 cuando se promovieron cam-
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pañas para lograr erradicar las plagas de dicho 
insecto en el estado, los indígenas no quisieron 
implementar estas campañas argumentando 
que estos insectos saltarines eran parte de su ali-
mentación (Barrera, A. e I. Bassols, 1953, 1956 
en Ramos-Elorduy& Pino J. 1989). Por otro lado, 
el ahuahuatle (huevecillos de moscos) y los es-
camoles (huevecillos de hormiga) figuraban 
según Dávalos H. E. en las mesas de los más ricos 
de la CDMX (en 1966) llegándose a conside-
rar como el caviar mexicano (Dávalos H. E. en 
Ramos-Elorduy & Pino J. 1989). Algunas empre-
sas japonesas (Julieta Ramos-Elorduy subraya 
que en Japón se enlatan y comercializan gran 
cantidad de especies de insectos comestibles) 
compraban estos huevecillos a los productores 
mexicanos y los revendían en Japón por precios 
realmente exorbitantes (Ramos-Elorduy & Pino 
J. 1989); los gusanos de maguey llegaron a ser 
tan valorados en la década de los años 70s que 
eran enlatados y exportados por la empresa Cle-
mente Jacques para consumo regular (Borror, 
D. J., Delong, Ch. A. Triplehhorn, 1976, Tylor R. 
1975 en Ramos-Elorduy & Pino J. 1989).
1.2 BENEFICIOS DE LA ENTOMOFAGIA 
Actualmente, los sistemas de producción de 
alimentos se han visto envueltos en una serie 
de problemáticas ambientales, por ejemplo, la 
preocupante emisión de gases de efecto inver-
nadero por parte de reses, pollos y cerdos, así 
como el uso indiscriminado de agua, comida y 
tierras agrícolas para su desarrollo. Por otro lado, 
ha presentado problemáticas de salud, pues 
la ingesta de carne bovina, porcina y apícola 
supone el riesgo de contraer enfermedades zoo-
nóticas (enfermedades que se transmiten de los 
animales a los humanos) como la H1N1 (gripe 
aviar) y la EEB (enfermedad de las vacas locas) 
(FAO 2013). “Se calcula que la demanda de car-
ne para 2050 aumentará en 70 por ciento. La 
superficie empleada para la ganadería cubre ya 
80 por ciento del total de las áreas destinadas a la 
agricultura. Esto implica una sobreexplotación 
de la tierra de cultivo, por lo que se deben en-
contrar nuevas maneras de producir alimento.” 
(Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino J. 2015) 
La entomofagia se puede promover por motivos 
de salud, ambientales y económicos-sociales.
Los insectos son alternativas saludables y 
nutritivas a los alimentos proteicos como las 
reses, los puercos y el pescado. Son ricos en pro-
teínas, buenos carbohidratos, omegas y ricos 
en calcio, hierro y zinc (FAO 2013). Al respecto 
Harris comenta: 
Desde el punto de vista de la alimentación, la 
carne de insecto es casi tan nutritiva como la 
carne roja o las aves de corral. Cien gramos de 
termitas africanas contienen 610 calorías, 38 
gramos de proteínas y 46 gramos de materia 
grasa. En comparación, cien gramos de 
hamburguesa cocinada con un contenido de 
materia grasa medio ofrecen solamente 245 
calorías, 21 gramos de proteínas y 17 gramos de 
materia grasa. Una porción equivalente de larvas 
de polilla contiene casi 375 calorías, 46 gramos 
de proteínas y 10gramos de materia grasa. Las 
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langostas oscilan (en peso seco) entre un 42y 
un 76% de proteínas y entre un 6 y un 50% de 
materia grasa. Las humildes crisálidas de la 
mosca común contienen un 63% de proteínas 
y un 15%de materia grasa, en tanto que las de 
abeja se componen, una vez secas, de más de un 
90% de proteínas y de un 8% de materia grasa. 
La única comparación desfavorable que puede 
hacerse entre los insectos y la carne roja, las aves 
de corral o el pescado afecta a la calidad de sus 
proteínas, medida en términos de los aminoácidos 
esenciales; pero algunos insectos tienen 
combinaciones de aminoácidos casi tan buenas 
como las del vacuno o el pollo. (Harris M. 1985)
Además, de que suponen un riesgo reducido de 
transmisión de enfermedades zoonóticas (En-
fermedades transmitidas animales a humanos) 
(FAO 2013).
Por otro lado, emiten mucho menos gases de 
efecto invernadero y amoniaco que la mayoría 
del ganado, los insectos son muy eficientes para 
convertir el alimento en proteína (dos kilos de 
alimento por un kilo de proteína a comparación 
del ganado común que utiliza diez kilos de ali-
mento por un kilo de proteína), utilizan mucho 
menos agua para su producción y considerable-
mente menos espacio de tierra para la misma 
(FAO 2013).
La cría y la recolección de insectos pueden 
ofrecer importantes estrategias de desarrollo 
en México si se considera que en algunas áreas 
de la república la recolección de insectos co-
mestibles es la principal actividad económica, la 
mayoría de las especies pueden recogerse direc-
tamente de su hábitat natural de manera sencilla 
y no se necesitan medios técnicos o inversiones 
importantes para adquirir equipos básicos de 
cría y recolección (FAO 2013).
Existe una gran variedad de especies de 
insectos que se pueden ingerir, se han docu-
mentado cerca de 1900 especies alrededor del 
mundo, la FAO define a los insectos como una 
clase de animales dentro del grupo de artrópo-
dos que tienen un exoesqueleto, un cuerpo de 
tres partes (cabeza, tórax y abdomen), tres 
pares de piernas articuladas, ojos compuestos 
y dos antenas. Los insectos más consumidos a 
nivel mundial son los escarabajos, orugas abe-
jas, avispas, hormigas, saltamontes, chapulines, 
langostas, cigarras, chicharritas, chicharritas, 
libélulas y moscas. (FAO 2013) En general, los 
insectos son consumidos enteros adultos, ninfas 
y larvas, molidos y aislados por ejemplo en pro-
teína aislada (Sposito A. 2015).
No obstante, existen posibles inconvenien-
tes en la ingesta regular de insectos uno de ellos 
es que están cubiertos por una capa dura a la 
que se denomina quitina, que los humanos no 
pueden digerir. Una solución al problema de 
la quitina es comerse los insectos en su fase de 
ninfa o larva, antes de que les crezcan patas o 
alas y se desarrolle dicha capa; o si no consumir 
solo las partes más tiernas como en el caso de las 
langostas (Harris M. 1985). Otro inconvenien-
te es que, aunque los insectos son las criaturas 
más abundantes de la tierra, por su propia na-
turaleza son poco fiables y eficaces a la hora de 
M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 1 7
su recolección ya que solo están disponibles en 
ciertas épocas del año en las cuales se repro-
ducen (Harris M. 1985). La solución para este 
problema es recurrir a diferentes especies de 
insectos durante el año, un ejemplo es el calen-
dario desarrollado por Mc Gregor basándose 
en la cultura Azteca que al recurrir a diferen-
tes especies de acuerdo con su disponibilidad 
máxima podían consumir insectos durante 
todo el año. Mc Gregor analiza que los jumiles 
comienzan en septiembre, alcanzan su máxi-
mo en noviembre, terminan en marzo-abril; 
escamoles comienzan en abril, terminan en 
mayo; ahuauhtli abril-mayo una segunda cose-
cha, más grande, mayo julio; gusanos blancosde maguey abril-agosto; chinicuiles julio; hor-
migas chicatanas junio-septiembre; axayacatl 
disponible durante todo el año (Mc Gregor 
1984:157 en Ortiz B. 2003).
La FAO menciona que a pesar de que los insectos 
tienen beneficios nutricionales, ambientales, 
económicos-sociales y que pueden ingerirse 
sin efectos perjudiciales, (FAO 2013) además 
de que tienen un sabor estupendo según los 
análisis de Ramos-Elorduy (2015) los consu-
midores, en general no están convencidos de 
su ingesta por diversos motivos, por ejemplo, 
los insectos comestibles aún generan disgusto 
pues se asocian con el hecho de que estas cria-
turas se arrastran, son sucias y la tienen falta de 
higiene (Harris M. 1985). 
Figura 1. Estructura de los insectos
 1 8 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
1.3 LA ENTOMOFAGIA EN MÉXICO EN LA 
ACTUALIDAD Y SU OFERTA EN LA CDMX
Actualmente, el consumo de insectos está 
presente en gran parte de la República Mexi-
cana principalmente concentrado en una gran 
diversidad de grupos indígenas, por ejemplo 
tzetzales, lacandones, otomíes, mixtecos, 
nahuas, mazatecos, chochos, cuicatecas, chi-
nantecas, chontales, huaves, zoques, triques, 
zapotecos, amuchcas, mazatecas, popolacas, 
nahuas, totonacas y otomíes por nombrar algu-
nos (Viesca F. & Romero A. 2009).
Un caso notable es el jumil en Taxco, Guerre-
ro, donde en la cima del cerro Huixteco hay un 
templo dedicado a ellos; además, el primer lunes 
posterior al día de muertos, la época en que abun-
dan, hay una gran fiesta en su honor que congrega 
a mucha gente, las comunidades cercanas al cerro 
lo escalan para celebrar el día del “jumil sagrado”. 
Allí, los pobladores buscan jumiles, se los comen 
y los reverencian. La creencia popular dice que 
estos insectos son los centinelas que guardan la 
población, y los únicos que se pueden comunicar 
con Dios, pues son la reencarnación de sus ante-
pasados (Viesca F. & Romero A. 2009). Otro caso 
que sobresale es el axayácatl en el lago de Texco-
co una tradición prehispánica, donde a orillas del 
lago, se hacen manojos de juncos que sumergen 
y atan a estacas sobre las orillas del lago. Después 
de días se recogen los manojos cubiertos de hue-
vecillos, suelen ser tantos que forman racimos 
(Ancona H. 1933 en Ortiz B. 2003).
Cabe mencionar que México es el país con 
más especies documentadas de insectos comes-
tibles, con cerca de 549, aunque actualmente 
solo se aprovechan entre 100 y 120 de ellas (FAO 
2013). Entre las más comercializadas e ingeri-
das se pueden encontrar, la hormiga chicatana 
(Liometopum apiculatum m.), esta se ingiere en 
su fase adulta, huevos o larvas y se consume ma-
yoritariamente en el Estado de México, CDMX, 
Hidalgo, Nuevo León, Puebla, Querétaro y Tlax-
cala; escamoles o huevecillos de hormiga güijera 
(Atta mexicana F. S.), estos se consumen ma-
yoritariamente en Chiapas, Estado de México, 
Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, 
Puebla, Veracruz y Yucatán; cuetla o xonocuilín 
(Arsenura armida C.) se comen únicamente las 
larvas y se ingieren mayormente en los estados 
de Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Veracruz; chinicui-
les o gusano rojo de maguey (Aegiale hesperiaris 
W.) que se consumen solo las larvas y se ingieren 
mayormente en el Estado de México, CDMX, Hi-
dalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, 
Tlaxcala y Veracruz; gusano blanco de maguey 
(Commadia redtembacheri) que también se 
ingieren solo las larvas y son mayormente con-
sumidos en el Estado de México, CDMX, Hidalgo, 
Durango, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Pue-
bla, Querétaro, Tlaxcala y Zacatecas; axayácatl 
(Corisella mercenaria S.) se consume adulta 
y en huevecillos a los que se le llama ahuautle, 
mayormente es consumida en Chiapas, Estado 
de México, CDMX, Hidalgo, Guanajuato, Mi-
choacán, Oaxaca, Querétaro y Tlaxcala; Jumiles 
(Edessa spp. & Euscistus zopitensis D.) que se 
M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 1 9
Figura 2. Especies documentadas de insectos comestibles
Figura 3. Insectos comestibles más consumidos en México
 2 0 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
consumen en estado adulto y mayormente se in-
gieren en Estado de México, Guerrero, Morelos, 
Oaxaca y CDMX (Ramos-Elorduy J. Escalante A. 
& Pino J. 2015).
Así pues, el insecto comestible más comer-
cializado e ingerido en México es el chapulín 
(Sphenarium purpurascens Ch.) se ingiere en 
estado de ninfa o adulto y se consume mayori-
tariamente los estados de Hidalgo, Guerrero, 
Nayarit, CDMX, Estado de México y Oaxaca. 
Justo en Oaxaca se pueden encontrar en los 
mercados, las calles, los bares, las cantinas y 
actividades sociales en general. Su comercia-
lización es tan importante para este estado 
que se ha considerado en proyectos de de-
sarrollo rural a través de la generación de 
agroindustrias (Ramos-Elorduy J. Escalante 
A. & Pino J. 2015).
A pesar de las creencias populares, los insectos 
no son muy baratos fuera de sus lugares de pro-
ducción (Ramos-Elorduy J. Escalante A. & Pino 
J. 2015) e incluso algunos llegan a ser exquisi-
teces gastronómicas realmente caras (Dávalos 
H. E. 1966 en Ramos-Elorduy J. & Pino J 1989). 
La oferta de insectos comestibles en la CDMX 
se limita a algunos mercados, entre los que se 
encuentran el mercado de San Juan ubicado en 
Ernesto Pugibet 21, Colonia Centro, Delegación 
Cuauhtémoc y la Central de Abastos (Castello 
T. 1986), además de algunos restaurantes es-
pecializados en comida gastronomía mexicana 
como por ejemplo el “Restaurante Chon” ubica-
do en Calle Regina 160, Delegación Cuauhtémoc 
México CDMX, “Pujol” ubicado en Petrarca 25, 
Col. Polanco, México CDMX, y los “Limosneros” 
ubicado en Avenida Ignacio Allende 3, Centro 
Histórico, México CDMX (Ramos-Elorduy J. Es-
calante A. & Pino J. 2015).
Figura 4. Estados con mayor índice de consumo de insectos
M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 2 1
Figura 5. Fachada de Bar Chon, 
Limosneros y El pujol
 2 2 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
La venta y comercialización de insectos comes-
tibles en este y otro tipo de espacios (mercados 
y restaurantes), es importante según Julieta 
Ramos-Elorduy para valorar y promover la ento-
mofagia en la sociedad mexicana, así como 
aprovechar sus beneficios y rescatar las tradi-
ciones gastronómicas del país. La gastronomía 
mexicana es Patrimonio Cultural Inmaterial de 
la Humanidad, declarada así por la Organización 
de las Naciones Unidas el 16 de noviembre de 
2010, esta se caracteriza por su amplia variedad 
de ingredientes (entre los que se encuentran los 
insectos) y su excelente mezcla de sabores. Aún 
no se ha calculado con precisión la cantidad de 
insectos que se comercializan o se consumen en 
México anualmente, pero en algunas áreas de la 
república la recolección de insectos comestibles 
es la principal actividad económica. Los estados 
que más consumen insectos en México actual-
mente son Chiapas, Estado de México, Hidalgo, 
Oaxaca y Veracruz (Ramos-Elorduy J. Escalante 
A. & Pino J. 2015).
Figura 6. Fachada del Mercado de San Juan Pugibet
M É X I C O Y L A E N TO M O FA G I A | 2 3
1.4 FACTORES QUE INFLUYEN EN EL 
CONSUMO DE INSECTOS EN LA CDMX
Al momento de ingerir insectos generalmente 
no se puede evitar pensar en comer patas, alas 
y cabezas, lo que puede generar disgusto en-
tre los consumidores (Viesca F. & Romero A. 
2009). La mayoría de las veces la vida diaria de 
las personas de la CDMX excluye a los insectos 
del contexto pues, en general, son huéspedes no 
deseados en los hogares, mesas y comidas (Spo-
sito A. 2015). Las experiencias entomofágicas 
son más anecdóticas que comunes, por lo que, 
no es sorprendente que los insectos todavía no 
se integren regularmente en las dietas de mu-
chas personas de la ciudad y que su venta para el 
consumo humano seguía siendo parte del sector 
de alimentos novedosos (FAO2013).
Los productos que ingieren los humanos lle-
gan casi siempre a la boca por acción de las manos 
(con excepción de personas dependientes de 
otras) así que, es a través del raciocinio que se 
adquieren nutrientes y se eligen los alimentos. 
La elección de alimentos está determinada ge-
neralmente por la disponibilidad y el costo de 
los mismos, los factores biológicos, culturales e 
individuales (Rozin P. & Vollmecke T. 1986). Los 
alimentos más consumidos son los que tienen una 
relación de costos y beneficios más favorables 
que los alimentos que se evitan. (Harris M. 1985).
Rozin & Vollmecke hablan respecto a los fac-
tores biológicos que los humanos tienen dos 
importantes predisposiciones innatas en la elec-
ción de lo que ingieren; la primera es el gusto por 
las cosas dulces; y la segunda es una respuesta 
ambivalente a nuevos alimentos potenciales, 
una mezcla de interés y miedo (neofobia) (Rozin 
P. & Vollmecke T. 1986). Sposito A. define la 
neofobia alimentaria de la siguiente manera 
“tendencia del individuo a acercarse o evitar nue-
vos alimentos” (Sposito A. 2015). Se considera 
que la neofobia alimentaria afecta a la calidad y 
la variedad de los alimentos que ingiere un indi-
viduo, ya que, aunque potencialmente se puede 
ingerir distintos suministros, algunos quedan 
sesgados ante esta tendencia en la que se evi-
ta acercarse a alimentos desconocidos (2015). 
Cierto tipo de artículos son especialmente pro-
pensos a ser rechazados como alimentos por la 
mayoría de personas. Estos incluyen productos 
de desecho corporal, animales cercanos a los hu-
manos en apariencia (por ejemplo, primates), 
relaciones socioemocionales (por ejemplo, 
mascotas) o animales demasiado lejanos a los 
humanos como los invertebrados y los reptiles 
(Rozin P. & Fallon A. 1987). Así pues, mientras 
más extraños sean los insectos como alimento 
para el capitalino más difícil será su ingesta por 
el mismo.
Por otro lado, Rozin & Vollmecke explican los 
factores culturales diciendo que la cultura regu-
la en gran medida la naturaleza de los alimentos, 
su sabor y preparación. La presión social fuerza 
la elección de alimentos comunes en una dieta, 
lo que puede producir directa o indirectamente 
gusto hacia lo que se ingiere. La percepción de 
que un alimento es valorado por la comunidad 
 2 4 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
o por una persona respetada puede establecer 
gusto hacia este alimento (por ejemplo, hijos 
que gustan comerlo que los padres). Las per-
sonas de la CDMX que se desarrollan en una 
cultura ajena al consumo de insectos temen que 
el daño al consumirlos pueda ser social, como la 
degradación del estatus (el consumo público de 
un alimento de “clase baja”). Así pues, aunque 
los factores culturales son importantes, existen 
diferencias entre los alimentos preferidos por 
sujetos de una misma cultura (Rozin P. & Voll-
mecke T. 1986).
El análisis de Rozin P. & Vollmecke T. sugie-
re que individualmente hay tres tipos básicos 
de razones para aceptar o rechazar alimentos 
potenciales. La motivación sensorial afectiva 
la cual sugiere que algunos alimentos son re-
chazados o aceptados por la simpatía sensorial 
que se tenga con este (gusto, olor o apariencia) 
mientras más familiar sea un alimento menor 
será el disgusto que genere en el individuo; la 
motivación de consecuencias anticipadas dice 
que algunos alimentos son aceptados o recha-
zados principalmente debido a la anticipación 
de sus consecuencias ya sean agradables como 
saciedad o dulzura o desagradables como náu-
seas o enfermedad; finalmente la motivación 
ideacional propone que algunos alimentos son 
rechazados o aceptados debido al conocimiento 
de lo que son, de dónde vienen y quien los mani-
pula o por su significado simbólico. Los factores 
ideacionales no son determinantes en la acep-
tación de alimentos, pero si en el rechazo de los 
mismos (Rozin P. & Vollmecke T. 1986). Según 
Sposito gran parte del rechazo de las personas 
de las ciudades hacia los insectos comestibles 
se genera por la motivación ideacional, debido 
al conocimiento de su origen y hábitats, y por 
la motivación de consecuencias anticipadas 
(2015) todo esto derivado a las asociaciones 
de insectos más cercanos a ellos. Generalmen-
te, (para las personas de la ciudad), los insectos 
son sinónimos de molestias: los mosquitos y las 
moscas invaden las casas, el primero dejando 
atrás mordiscos indeseados; las termitas destru-
yen las posesiones de madera; y las cucarachas 
domésticas se alimentan de basura (desencade-
nando el factor de disgusto) (FAO 2013).
Figura 7. Tlayuda con variedad de insectos
E L M E RC A D O D E S A N J U A N P U G I B E T | 2 5
2. LA ENTOMOFAGIA EN EL 
MERCADO DE SAN JUAN PUGIBET
Así como existen diversos lugares en la Ciudad 
de México para degustar de platillos que conten-
gan insectos dentro de su preparación también 
existen por ende lugares donde la gente abaste-
ce sus establecimientos con insectos. Dentro de 
la ciudad se encuentra el mercado de San Juan 
Pugibet, uno de los puntos más importantes de 
abastecimiento de carnes, lácteos y verduras 
exóticas, así como de insectos para el consumo. 
Se establece el mercado de San Juan Pugibet 
como caso de estudio debido a su relevancia en 
la entomofagía como un abastecedor de insec-
tos para la Ciudad de México.
El mercado de San Juan es un mercado pú-
blico especializado en productos catalogados 
como gourmet y exóticos, ubicado en el centro 
histórico de la CDMX con dirección Ernesto Pu-
gibet No. 21, Centro Histórico de la Ciudad de 
México, delegación Cuauhtémoc. Dicho mer-
cado cuenta con 361 locales, entre los que se 
encuentran algunos especializados en la venta 
y comercialización de insectos comestibles así 
como derivados de los mismos.
Los locales se distribuyen a lo largo de pasillos 
transversales que atraviesan el mercado de lado a 
lado. No existe un orden lógico en el acomodo de 
los establecimientos, las carnes, verduras e insec-
tos se encuentran esparcidos por todo el lugar, 
algunos establecimientos cuentan con más de 
un local y en algunos casos particulares como “El 
Gran Cazador”, cuentan con su propia parrilla en 
donde pueden asistir a degustar las preparacio-
nes gourmet de los alimentos exóticos a la venta.
La apariencia del mercado de San Juan es muy 
similar a las de otros mercados de la CDMX, la gran 
mayoría de los productos se encuentran expues-
tos en los puestos de los locatarios presumiendo 
su calidad y variedad.
 2 6 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
Figura 8. Entrada del mercado de San Juan Pugibet
E L M E RC A D O D E S A N J U A N P U G I B E T | 2 7
Así como en otros establecimientos similares, 
en el mercado se escucha a los locatarios prego-
nar la gran variedad de los artículos que ofrecen, 
pero el fraseo y el contenido de los mensajes es 
muy diferente al que podrías escuchar en otro 
sitio:
¡Pasele, joven!, ¿Qué va a llevar?, tenemos carne 
de león, cocodrilo, zorrillo, lechón, chapulines, 
caracoles, jumiles. ¿Qué va a llevar?
Audio tomado el 5 de junio del 2018 en 
el Mercado de San Juan Pugibet
2.1 HISTORIA DEL MERCADO DE SAN JUAN
El mercado existe parcialmente desde la épo-
ca colonial, dicho mercado tiene sus orígenes 
en un tianguis indígena que se estableció en 
el barrio de San Juan Moyotlan, en el que se 
ofrecían productos al aire libre, era un lugar 
estratégico ya que gracias a los canales de 
agua cercanos, la mercancía se transportaba 
en canoas. Con el paso del tiempo una gran 
cantidad de comerciantes se establecieron 
en las calles y plazuelas de los alrededores, 
situación que llevó a la construcción de un 
mercado fijo en la plaza de San Juan en 1850, al 
que se le dio el nombre de Mercado de Iturbide 
(Delgado Calderón, 2015). Este mercado se 
dedicaba principalmente a la venta decarnes 
frescas tanto de cerdo como de res y conservó 
su nombre hasta 1879 cuando recibió el nom-
bre de Mercado de San Juan. 
A finales del siglo XIX, Ernesto Pugibet, constru-
yó en el barrio de San Juan una cigarrera llamada 
El buen Tono demoliendo el convento San Juan 
de la penitencia ubicado a un lado del mercado 
y construyendo a su vez la iglesia de Guadalu-
pe. En 1933 se comenzó una reorganización de 
los mercados populares y edificios aledaños, se 
demolió el viejo mercado San Juan y los comer-
ciantes fueron trasladados provisionalmente a 
una de las bodegas de la cigarrera El Buen Tono, 
en donde nació el actual mercado San Juan Er-
nesto Pugibet inaugurado oficialmente el 1 de 
mayo de 1955.
Con el paso del tiempo el mercado amplió 
la oferta gastronómica para todos aquellos po-
líticos, ciudadanos, chefs y restauranteros que 
gustaban de probar nuevos sabores, deman-
daban productos gourmet y exóticos para sus 
preparaciones (Delgado Calderón, 2015).
2.2 CONSUMO DE INSECTOS EN 
EL MERCADO DE SAN JUAN
Al adentrarse en el mercado de San Juan se 
puede observar la gran cantidad de productos 
exóticos ofertados por los mercaderes, dichos 
artículos buscan ser exhibidos de tal forma que 
la gente pueda verlos, olerlos y hasta sentirlos. 
La exhibición de los alimentos a granel dentro 
del mercado es un acto común, es habitual ver 
algunos animales tendidos, insectos amonto-
nados y frutas apiladas sobre las barras de los 
negocios.
Afirman algunos comerciantes del mercado 
que la mayoría de sus clientes son particulares, 
 2 8 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
Figura 9. Productos envasados de México en el Paladar
E L M E RC A D O D E S A N J U A N P U G I B E T | 2 9
por encima de las cadenas o establecimientos 
restauranteros, algunos de ellos compran de 
forma habitual y otros lo hacen por curiosidad.
Un comerciante del negocio de carnes e in-
sectos exóticos “El Gran Cazador” comenta que 
mucha gente desconoce los productos oferta-
dos por el mercado, el sabor de los mismos y las 
distintas formas en que pueden ser consumidos. 
Afirma que un aspecto importante para romper 
los prejuicios alrededor de estos alimentos es 
contar con buenos ingredientes, recetas bien 
definidas y una correcta preparación. 
La dueña del local “México en el Paladar” 
afirma que la apariencia de los insectos y la pre-
paración influye directamente en el consumo, 
el consumir los insectos en su forma inicial, sin 
ninguna preparación es una actividad más de 
morbo o curiosidad que de hábito; exclama que 
inclusive a ella le fue difícil integrar los insectos a 
su dieta diaria y que durante un periodo de tiem-
po vendió los insectos en el mercado sin siquiera 
haberlos probado.
Los comerciantes del mercado de San Juan 
Pugibet han participado en diversos eventos rea-
lizados en la Ciudad de México para promocionar 
la entomofagia así como dar a conocer sus marcas 
y productos. En 2018 por tercer año consecutivo 
El Bonito Tianguis, una plataforma que se dedica 
a acercar a los pequeños y medianos productores 
de alimentos orgánicos e insectos ha organiza-
do el Festín de Insectos Comestibles 2018 en la 
colonia Roma, Ciudad de México, para difundir 
la entomofagia como un medio alternativo de 
consumo. El evento contó con la presencia de al-
gunos locatarios del mercado San Juan Pugibet, 
así como de empresas que se dedican a la comer-
cialización de insectos en diferentes formas y 
presentaciones (El Bonito Tianguis, 2018).
Figura 10. Festín de Insectos Comestibles 2018
 3 0 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
Figura 11. Locataria del mercado en Festín 
de Insectos Comestibles 2018
Los locatarios del mercado se muestran en com-
pleta disposición de explotar la entomofagia a 
través de proyectos que puedan incrementar las 
ventas, la gran mayoría de los mercaderes han 
implementado recursos diversos para comer-
ciar sus productos, como envases para la venta 
o preparaciones gastronómicas.
Aunque los locatarios se encuentran en dispo-
sición de contribuir a proyectos para promover la 
entomofagia, no están interesados en destinar 
parte de su presupuesto a la creación o explora-
ción de alternativas.
El costo de los insectos puede oscilar entre los 
$500.00 por un kilo de chapulines, pasando por un 
kilo de hormiga chicatana a $5500.00 el kilo, hasta 
llegar a algunos como el jumil que pueden alcanzar 
un costo de hasta $6000.00 el kilo (Revisado el 6 de 
junio del 2018 en el sitio web de El Gran Cazador). 
Esto establece que los insectos son caros, compara-
do otro tipo de alimentos como la carne que puede 
oscilar entre $90.00 el kilo de costilla de res, hasta 
$400.00 el kilo de lomo de res del centro (Revisado 
el 6 de junio en el sitio web de Walmart de México).
Al analizar los precios ofertados por el mercado 
de San Juan Pugibet y los consumidores habituales 
se puede establecer un público regular de consumo 
con respecto a los costos y a los principios idealistas 
que tienen algunos sectores de la población como 
en este caso es el C+, que es un grupo catalogado 
por el INEGI como un sector de clase media alta que 
por su ingreso económico puede integrar los insec-
tos a su alimentación ordinaria.
Según el Boletín de investigación de clases 
medias en México del año 2013, define a la clase 
media alta o C+ como los mexicanos que tienen 
recursos y servicios que les permiten tener una 
buena calidad de vida y gozan de ligeros exce-
dentes que les hacen posible tener ciertos lujos. 
E L M E RC A D O D E S A N J U A N P U G I B E T | 3 1
2.3 CONDICIONES PARA LLEVAR A 
CABO UN PROYECTO DE DISEÑO EN EL 
MERCADO DE SAN JUAN PUGIBET
Para la elaboración del proyecto es imprescin-
dible contar con locatarios dispuestos a aportar 
recursos inmateriales, como experiencias y co-
nocimientos. Es importante no contar con los 
locatarios que no venden insectos, esto descar-
ta los vendedores de carnes, frutas y verduras, 
lácteos, semillas y embutidos.
Se cuenta con el apoyo de tres comercios 
internos: El gran Cazador, El Norteño, y Méxi-
co en el Paladar, Dichos establecimientos son 
los principales distribuidores y vendedores 
de insectos del mercado. La participación de 
los locatarios es importante puesto que esto 
respalda la viabilidad y la opción de replicar el 
proyecto con otros mercaderes. 
Con la participación de los locatarios es necesario 
contar con la autorización de la administración 
del mercado de San Juan Pugibet, así como de 
la Comisión General de Mercados de la Delega-
ción Cuauhtémoc. La aceptación del proyecto 
por parte de la administración del mercado está 
condicionada por un escrito que contemple a 
los desarrolladores del proyecto , los locatarios 
que se encuentren la disposición de participar, 
así como de una descripción del proyecto que 
abarque los alcances y propuestas.
Finalmente, con la aprobación de la administra-
ción del mercado de San Juan Pugibet, se debe 
proceder a inscribir el proyecto en la Comisión 
General de Mercados de la Delegación Cuauh-
témoc, siguiendo un proceso similar al anterior, 
pero acotando los días de la intervención y los re-
cursos monetarios (la respuesta a este proceso 
es de dos a cuatro semanas hábiles).
El mercado de San Juan Pugibet presenta las 
características y condiciones necesarias para 
llevar a cabo un proyecto desde el diseño de la 
comunicación gráfica.
Figura 12. Chapulines expuestos en el local El Norteño
E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 3 3
3. DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN 
GRÁFICA Y LOS FACTORES QUE 
INFLUYEN EN LA INGESTA DE 
INSECTOS EN EL MERCADO 
DE SAN JUAN PUGIBET
Contado con las condiciones adecuadas y con 
la información necesaria puede comenzarse a 
proponer desde la perspectiva del diseño de la 
comunicación gráfica. Es importante definir 
cómo es que el diseño tiene cabida para propo-
ner dentrode esta problemática.
El diseño consistiría en la transformación de 
una idea para que, con la ayuda de los medios au-
xiliares correspondientes, permitir participar a 
otros de la misma. La confección de croquis, pro-
yectos, muestras, modelos constituye, el medio 
para hacer perceptible visualmente la solución 
de un problema (Simón, 2008).
La apertura de las problemáticas permite a 
las disciplinas involucrarse para buscar respues-
tas u ofrecer propuestas significativas a fin de 
mejorar las circunstancias de la vida de la gente.
El diseño es la herramienta/disciplina/fa-
cultad, etc. (dependiendo del concepto) que 
permite inmiscuirnos en la problemática para 
buscar soluciones que se manifiestan en pro-
puestas. (Simón, 2008)
Es por ello que dado el estado de la entomofa-
gia en México se abren las puertas al diseño para 
proponer soluciones con el fin de mejorar la cali-
dad y el estado del sector alimenticio.
Existen tantas propuestas como diseñado-
res, en este trabajo se afronta la problemática 
del mercado de San Juan Pugibet como caso de 
estudio desde la perspectiva del diseño de la 
comunicación gráfica a fin de plantear una pro-
puesta que atienda el estado de la entomofagia 
en México a través de tres establecimientos en 
particular, como son México en el Paladar, El 
Norteño y El Gran Cazador.
 3 4 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
3.1 EL DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN 
 GRÁFICA
Existen una gran cantidad de definiciones de 
diseño, tantas como autores, algunas más com-
plejas y rebuscadas que otras, inclusive existen 
algunas que se contradicen entre sí, las variantes 
del significado atienden al autor y a su punto de 
vista (Simón, 2008).
El concepto de diseño o de la actividad de di-
señar puede entenderse de muchas formas, es 
por ello que hay autores como Simón que se han 
dedicado a capturar y ofrecer un registro his-
tórico de la concepción de diseño desde 1950, 
puesto que como él menciona, el diseño se ha 
conceptualizado de diferentes formas a través 
de los años y por diferentes autores. 
La palabra “diseño” es utilizada hoy con reiterada 
insistencia, aplicada a los más diversos objetos 
de uso cotidiano, a formas de comunicación 
visual o a determinadas actividades profesionales 
creativas, intentar la definición del mismo es 
correr el riesgo de caer en una fórmula poco 
precisa, si se piensa que se pisa en terreno poco 
explorado en el que todavía no hay suficiente 
experiencia y cuya enseñanza y metodología 
se encuentran en estado incipiente. No es fácil 
encontrar un tratado o manual que ofrezca una 
visión completa de la realidad del diseño; cosa 
que no es de extrañar dada la ambigüedad que le 
caracteriza (simón, 2008). 
La actividad de diseñar se realiza desde hace 
muchos siglos, pero la teorización del diseño 
como actividad formal ha tomado auge en los 
últimos años, diversos autores como Papanek o 
Vila Ortiz han cuestionado y ofertado diversas 
conceptualizaciones desde diferentes perspec-
tivas.
Para Papanek, el diseñar es una actividad de 
orden común, que se realiza todos los días por 
todas las personas, puesto que el diseño es la 
base de toda actividad humana. El cocinar un 
platillo, realizar las labores domésticas, tocar 
un instrumento, interactuar con el celular, hasta 
generar los planos de un edificio o realizar una 
intervención médica (Papanek, 1984).
Al dotar a los objetos con diferentes usos o 
valores estos obtienen una intencionalidad, ge-
nerar una acomodo de los objetos dispuestos en 
la cocina conlleva una intención definida, pero 
la realidad es que estos objetos pueden ser dis-
puestos de infinitas formas posibles, unos frente 
a otros o a un costado, el generar el orden que 
más sirva para cocinar es la acción de diseñar, 
puesto que a pesar de que existen muchas va-
riables probables del acomodo de los utensilios 
de cocina, estos tendrán una disposición más 
acertada o menos acertada, esto lo definirá el 
significado que se otorga al orden.
El diseño es esencialmente una técnica. Un 
modo de hacer una cosa, un procedimiento. Es 
principalmente una acción, no una reflexión. El 
diseño interpretado como acción tiene una causa 
o motivación que lo pone en marcha. En segundo 
E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 3 5
término despliega un proceso que le es propio 
(…) Todo proceso de gestación de un objeto se 
puede interpretar como el esfuerzo por modelar y 
organizar espacialmente una porción de material 
(darle forma) con la finalidad de posibilitar la 
manifestación de sus propiedades aptas para un 
efecto o trabajo, necesario para el cumplimiento 
de una función. Dicha gestación consistiría 
en la operación de actuar sobre un material, 
obligándolo a adquirir determinada forma, con el 
fin de agregarle una serie de valores que no tenía. 
(Vila Ortiz, 1972) 
El diseñar aparece frente a alguna problemática 
que requiera de una organización diferente, el 
diseñar es disponer para organizar y proponer 
formas que buscar posibles soluciones por me-
dio de formas con valores diferentes.
Los objetos de diseño están dotados de valo-
res que no tenían en su forma primaria, el otorgar 
estos valores a las formas para otorgarles una 
función también es diseñar. El otorgar valores y 
funciones a los objetos es una actividad humana, 
el diseñar es una actividad exclusiva de los hu-
manos, puesto que solo es realizado de manera 
consciente por los mismos humanos.
Llamamos función del diseño a la manera en que 
éste cumple con su propósito (Papanek, 2008).
Durante 1880 y 1890 se creía fielmente que 
Forma y función son la misma cosa lo que por al-
gunos años llevó esta corriente de pensamiento a 
la confección de objetos que cumplian de la mejor 
forma con su cometido para el que fueron crea-
dos, pero dejando la estética completamente de 
lado, creyendo que si éste era funcional por ende 
la forma debería estar subordinada a la función.
Si bien la función y la estética no están pe-
leados si deben coexistir de forma que ninguno 
dependa del otro, a menos de que este sea lo que 
se busca. 
EL Juicy Salif es uno de los iconos del diseño 
industrial es un ejemplo de la relación entre la 
función y la forma. Este objeto de diseño afronta 
una revalorización por la gente, algunos mo-
delos del Juicy Salif de colección se encuentran 
bañados en oro lo cual vuelve imposible utili-
zarlos para exprimir naranjas debido a que el 
chapado de oro se removeria por el ácido de las 
naranjas. Afirma Philippe Starck “Mi exprimidor 
no está pensado para exprimir limones, sino que 
tiene la intención de iniciar conversaciones”.
El caso del Juicy Salif es un objeto de diseño 
que atraviesa una faceta de resignificación o 
revalorización por el público, la mayoría de los 
objetos están confeccionados para cumplir con 
una función.
El diseño no solo está enfocado en valori-
zar productos comerciales, sino también en 
la construcción propuestas que atiendan pro-
blemáticas sociales puesto que el diseño no es 
solo una herramienta de venta, sino también de 
contribución social. El diseño tiene la facultad 
de resignificar y otorgar valores a objetos como 
propuesta.
 3 6 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
3.2 PROBLEMÁTICAS SOCIALES Y 
DISEÑO DE LA COMUNICACIÓN GRÁFICA.
La disciplina del diseño es la actividad consciente 
y creativa que combina la tecnología y/o mate-
riales con el contexto social, con el propósito de 
ayudar, satisfacer o modificar el comportamien-
to humano, la competencia del diseñador se 
extiende para abarcar las ciencias del compor-
tamiento y la comprensión de la antropología 
cultural. Las responsabilidades del diseñador 
se expanden para incluir el rol potencial de las 
soluciones de diseño en tanto que innovaciones 
sociales (Manu, 1995).
El diseño se puede dividir en diferentes pro-
cesos de gestación de proyectos como dice Vila 
ortiz,y en estos procesos se encuentran el dise-
ño de la comunicación gráfica como una opción 
de dar forma a objetos que permitan cumplir una 
función que afronte alguna problemática.
El diseño de la comunicación gráfica tiene como 
fin afrontar problemas de comunicación para 
poder interpretar y estructurar las problemáti-
cas permitiendo plantear posibles soluciones, 
coordinando proyectos y valorizando produc-
tos, servicios o fines.
Por lo fines prácticos del diseño de la comu-
nicación gráfica se le han atribuido tareas muy 
establecidas, el diseño de carteles, envases, 
campañas, marcas, sitios web y demás casi 
siempre con fines comerciales dejando de lado, 
en general, la práctica social.
El diseño lleva un papel importante en las pro-
blemáticas sociales puesto que no solo analiza el 
estado del conflicto que atraviesa la comunidad 
sino que también toma un rol de proposición, 
más allá de la exclusiva investigación.
El diseño tiene la facultad de visibilizar los 
problemas de una manera práctica.
Figura 13. Campaña de la FAOpara visibilizar la 
situación de las mujeres rurales e indígenas.
E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 3 7
El diseño tiene que significar configuración de un 
medio ambiente humano. Y configurar un am-
biente humano significa: oposición a todo aquello 
que impide un ambiente de carácter humano, a 
la vez que la creación y anticipación de utopías 
concretas para el mañana (Schwendtner, 1968)
Las producciones gráficas permiten visibi-
lizar las problemáticas que enfrentan algunos 
sectores de la población, que en otros lugar del 
país o del mundo como ciudades o zonas urba-
nas podrían pasar desapercibidos.
Es por ello que el diseño de la comunicación 
gráfica presenta un papel importante dentro de 
la comunicación y viralización de la información y 
en general de las problemáticas que atañen a los 
grupos minoritarios o a factores que pueden ser 
intervenidos no solo para dar a conocer la proble-
mática, sino para ofrecer probables soluciones.
El diseño de la comunicación gráfica permite 
visibilizar el problema del sector alimenticio en 
el mundo ofreciendo como alternativa la ento-
mofagia, que puede integrar los insectos en la 
dieta cotidiana de la población, toda esta proble-
mática aterrizada en un caso de estudio.
El mercado de San Juan Pugibet, como uno 
de los principales vendedores de insectos y sus 
preparaciones cuenta con los factores nece-
sarias para aumentar la venta de insectos en la 
Ciudad de México, esto conlleva una gran canti-
dad de beneficios para la salud de los citadinos, 
así como repercusiones favorables al ambiente 
y el manejo del agua. No obstante la problemá-
tica que afronta el sector alimenticio en México 
y el mundo ya cuenta con diversas propuestas 
para afrontar esta situación, pero se requiere de 
la intervención del diseño de la comunicación 
gráfica para visibilizar las propuestas que con-
tribuyen a aminorar la preocupación del sector 
alimenticio.
3.3 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA 
INGESTA DE INSECTOS Y DISEÑO DE 
LA COMUNICACIÓN GRÁFICA.
Al diseño de la comunicación gráfica no le es 
ajeno las problemáticas del sector alimenticio, 
más específicamente aquellas que atienden a la 
divulgación de la práctica de la entomofagia.
Este campo, ya explorado por el diseño, ha gene-
rado algunas propuestas que permitan acercar 
la entomofagia a más gente, no solo en el entor-
no nacional, sino también en el mundo. En este 
sentido sentido, a continuación se presentan 
algunos ejemplos retomados de otros casos 
análogos de propuestas desde el diseño de la 
comunicación gráfica que atienden a la entomo-
fagía desde diferentes perspectivas.
 3 8 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
Figura 14. Huipichil, marca mexicana que exporta insectos preparados
E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 3 9
Figura 15. Chilpines, empresa mexicana comercializadora de insectos
Figura 16. Salsas envasadas de insectos
 4 0 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
Figura 17. Proteina de chapulín
Figura 18. Preparaciones de salsas con insectos
E N TO M O FA G I A Y D I S E Ñ O | 4 1
Es importante destacar el espacio que existe 
dentro de la problemática y cómo es que el di-
seño tiene cabida dentro de los problemas de 
comunicación social, es por ello que se recopila 
la información y los referentes.
Todas las referencias presentadas son valiosas 
como casos análogos de propuestas que aten-
dieron problemáticas similares a la expuesta en 
este proyecto.
La importancia de las referencias y la conexión 
con el diseño permiten proyectar no solo con 
sustento, sino con el respaldo de que existen 
proyectos similares y funcionales ya expuestos 
con anterioridad.
Figura 19. Paletas de alacrán
P ROY E C TO D E D I S E Ñ O | 4 3
4. PROYECTO DE DISEÑO: 
ENTOMEX Y LOS SISTEMAS 
DE ENVASE
A lo largo del proyecto se han recopilado datos 
duros de diversas fuentes provenientes de estu-
dios en la materia así como de un estudio de caso 
para conocer el panorama actual de la entomo-
fagia en México.
Durante el estudio de caso se obtuvieron tres 
casos análogos, México en el Paladar, El Gran Ca-
zador y El Norteño, todos locatarios del mercado 
de San Juan Pugibet, que entre sus principales 
actividades se dedican a la venta de insectos y a 
la promoción de la entomofagia.
La información obtenida durante el proceso 
de investigación es la parte medular del proyec-
to puesto que esta otorga un sustento y permite 
sugerir propuestas desde la perspectiva del di-
seño para atender las problemáticas específicas.
Las cuatro propuestas de diseño presentadas a 
continuación tienen como principal propósito me-
jorar el aspecto y presentación de los productos.
4.1 PROYECTO DE DISEÑO
ENTOMEX
La primer propuesta proyectual es Entomex, 
una marca paraguas que pretende integrar otras 
diversas marcas, todas ellas dedicadas a la venta 
de insectos en diferentes presentaciones.
La creación de la marca paraguas que aglu-
tina a otras se realizó bajo la premisa de que 
los locatarios estaban poco dispuestos a la in-
versión en promoción para la integración de 
nuevos productos o envases a sus líneas actua-
les de distribución.
La introducción de nuevos productos al mer-
cado, así como nuevas presentaciones siempre 
representa un riesgo para los inversores pero 
el uso de una marca paraguas puede contribuir 
a la reducción de estos riesgos (DitsMarke-
ting, 2016).
 4 4 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
La marca paraguas nos permite minimizar los 
costos de promoción, realizando esta actividad 
desde una sola cuenta a través de diferentes 
canales como redes sociales o medios de distri-
bución impresos.
La afiliación a una marca paraguas permite a los 
nuevos consumidores identificarse con una marca 
establecida, consolidada y fiable, lo que permite a 
nuevos productos que se integren a esta línea ser 
aceptados con mayor facilidad por el público.
La imagen de Entomex debe presentarse 
en los productos incorporados a la marca para 
otorgar el carácter de fiabilidad que representa 
Entomex construida por una buena imagen.
La imagen de Entomex está constituida grá-
ficamente por un isologotipo neutro en alto 
contraste que se integra dentro de los productos 
o proyectos que se encuentren asociados a En-
tomex. Debe optimizarse para cada versión en 
donde se presente el isologotipo de Entomex con 
una variante diferente de acomodo que permita 
integrar de forma más neutra posible al diseño.
El isologotipo de Entomex se encuentra es-
tructurado por cajas contorneadas en donde el 
texto interior con el nombre de la marca es limi-
tado por los trazos del mismo grosor. 
La tipografía Bourbon Grotesque, una tipo-
grafía geométrica que se relaciona a su vez con 
Ghandi Sans, tipo sans serif bold, ambas equili-
bradas y organizadas en una retícula cuadrada 
sencilla otorgan uncarácter de sencillez y sim-
pleza por sus trazos; esto es importante puesto 
que el isologotipo nunca debe buscar el prota-
gonismo en los sustratos donde éste se empleé. 
La marca Entomex al estar conformada de 
forma colaborativa debe buscar la prevalencia 
a través de sus integrantes, quienes cons-
truirán una marca fuerte que pueda no solo 
respaldarlos, sino contribuir a la inserción en 
los nuevos mercados.
Figura 20. Variantes del isologo de Entomex
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Figura 21. Acomodos tipográficos para Entomex
Figura 22. Abstracción para reducción míWnima
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MÉXICO EN EL PALADAR
México en el Paladar es un local del mercado 
de San Juan Pugibet, dedicado exclusivamente a 
la venta de insectos en diferentes presentacio-
nes, cuenta con un local establecido dentro del 
mercado y diversas participaciones en festivales 
gastronómicos. Encargado de las preparaciones, 
la adquisición, venta, distribución y promoción 
por sus redes sociales.
México en el Paladar ha logrado integrar 
productos preparados a sus ventas y en sus pro-
pias palabras afirman que las preparaciones han 
permitido maximizar la aceptación de la ento-
mofagia por nuevos públicos. Dentro de su local 
ofrecen diversos productos, tacos de insecto y 
arácnidos, preparaciones guisadas, bolsas de 
30gr en celofán y salsas en envase de vidrio.
Todos sus productos se han creado con la in-
tención de ofrecer alternativas al público para 
quienes por diferentes factores no integran los 
insectos a su alimentación.
Un factor como las consecuencias anticipadas 
determina que la gente no integre nuevos ali-
mentos a su dieta porque basan en creencias sus 
decisiones, en el caso de los insectos argumentan 
que estos son sucios y esto no permite asimilar-
los con facilidad, es por ello que para las bolsas de 
celofán se propone suplantarlas por bolsas meta-
lizadas selladas en el fondo ya que estas otorgan 
un carácter más higiénico por el hecho de que se 
encuentran envasadas herméticamente. 
En el caso de las salsas envasadas en vidrio ya 
cuentan con la virtud de ser percibidas como un 
envase más limpio, así que se decidió integrarlas 
al sistema de envase con un diseño homologado 
tanto para las bolsas metálicas como para las eti-
quetas de las salsas.
En lo que respecta a los aspectos formales 
del diseño de los envases estos cuentan con una 
identificación por color que se relacionan con el 
tipo de insecto que contienen o que representa 
su principal ingrediente.
El envase recupera algunos patrones de insec-
tos simplificados sobre la plasta de color principal, 
cuenta con plecas en color negro que resaltan la 
marca México en el Paladar, así como algunas vir-
tudes de los insectos y un medidor de picor.
Los envases forman una familia que puede ser 
fácilmente ofrecida en conjunto al público para 
que puedan conocer la diferentes preparaciones 
y sabores.
Figura 23. Logotipo de México en el Paladar
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Figura 24. Envases de salsa México en el Paladar
Figura 25. Bolsas BOPP de México en el Paladar
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EL NORTEÑO.
Locatario del mercado de San Juan Pugibet, 
cuenta con una gran variedad de productos ela-
borados a base de insectos como sales, mezcal, 
salsas, algunos insectos a granel y envasados. 
Todos sus productos ofertados por el norteño se 
encuentran envasados pero su principal carac-
terística es que ellos consideran sus productos 
como de origen artesanal.
La gran mayoría de sus productos envasados 
están etiquetados para la venta y algunos otros 
solo se encuentran dentro de envases de plás-
tico.
El concepto principal del norteño es el resal-
tar lo artesanal de los productos ofertados, no 
están planeados para la venta internacional por 
lo que no requieren de normatividad específica 
para la distribución fuera del país.
Se creó un imagotipo para el Norteño que 
recupera algunos aspectos clásicos de las eti-
quetas y con la esencia de un estilo del viejo oeste 
con la tipografía Arlington como principal fuen-
te acompañada de sus tres variantes. La imagen 
de el Norteño está pensada para la reproducción 
en diferentes medios con variantes específicas 
para los tamaños más pequeños.
Tomando en cuenta las consideraciones y la 
gran variedad de productos se realizó un proyec-
to de diseño que sea adaptativo.
Se realizó un sistema de envases que pueda 
abarcar la gran cantidad de variantes y produc-
tos diferentes con los que cuenta el Norteño, 
tomando en consideración las formas y tamaños 
de sus productos ofertados.
Para el etiquetado de los diferentes produc-
tos se optó por un material en el que se pueda 
replicar diferentes etiquetas y a su vez pueda 
instalarse sobre diferentes materiales, el corcho 
como principal sustrato ofrece una apariencia 
rústica, acompañado de un grabado en calor so-
bre el material, en donde se especifica la marca y 
el contenido del envase.
La imagen del norteño a pesar de contar con 
un sistema de envases poco convencionales tam-
bién le otorga un valor mucho mayor por el grado 
artesanal en el que el mismo sistema está creado.
El diseño de las etiquetas se realizó toman-
do en cuenta las características del medio de 
reproducción por lo que se decidió utilizar una 
tipografía sans serfi como Ghandi Sans para 
maximizar la legibilidad.
El sistema de envases diseñado para El Nor-
teño refleja el concepto de artesanal y atiende la 
necesidad de comunicación para la integración 
de una variedad extensa de envases.
Figura 26. Logotipo de El Norteño
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Figura 27. Envases de El Norteño
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EL GRAN CAZADOR.
El gran cazador es un local del mercado de San 
Juan Pugibet que se especializa en la venta de 
insectos comestibles y carnes exóticas, abar-
cando productos como chapulines, hormigas 
chicatanas, jumiles y gusanos de maguey entre 
otros. Generalmente dicho local presenta sus 
productos a granel, en charolas de metal al aire 
libre y los congelados en bolsas de plástico, se-
lladas al vacío. 
Durante la investigación, se encontró que, 
la problemática principal de este local recaía 
en la presentación de sus productos así como 
en los empaques que tenían para despachar los 
mismos. Las bolsas de plástico no daban buen as-
pecto a los alimentos comestibles y degradaban 
la calidad de los insectos al darle un aspecto sucio 
y poco cuidado.
Para atacar dicho aspecto se propusieron una 
serie de bolsas que busquen mejorar la presenta-
ción de los insectos, por un lado bolsas pequeñas 
para entregar snacks o botanas y por otro unas 
más grandes para los congelados. El material 
propuesto para dichas bolsas es BOPP metaliza-
do, un estándar generalizado para productos de 
frituras en el mercado. Finalmente se propuso 
algunas etiquetas de salsas, impresas en papel 
autoadherible con un laminado mate para abar-
car otros productos del mismo establecimiento.
El concepto para dichos envases es mostrar 
a los insectos como la parte principal del pro-
ducto, cada producto tiene un acomodo visual 
concéntrico en la parte frontal de los soportes y 
grandes insectos en el centro de los acomodos. 
El fondo esta constituido por dos colores con-
trastantes y un círculo en su parte media que 
resalta al insecto en cuestión. 
Inicialmente se contemplaron tres bolsas pe-
queñas para albergar treinta gramos de producto 
cada una, una bolsa grande del producto princi-
pal del establecimiento y tres etiquetas para los 
envases de salsas. Se eligió una paleta de colores 
saturados y se hizo una selección de colores según 
más convino en cada caso. Las imágenes fueron 
tratadas a blanco-negro y todas fueron tramadas 
para un mejor manejo. Para terminar se agrega-
ron los logotipos de Entomex y ElGran Cazador 
como identificadores de marca.
Figura 28. Logograma de El Gran Cazador
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 5 2 | L A E N TO M O FA G I A E N M É X I C O
Para la evaluación del proyecto de manera con-
creta se requiere un capital de inversión que 
permita el desarrollo de forma industrial para 
los envases y etiquetas diseñadas, el alcance del 
proyecto se puede percibir hasta el diseño de los 
sistemas de envase y la marca paraguas.
Si alguna de las propuestas fuese aceptada 
por alguno de los locatarios del Mercado de San 
Juan Pugibet los gastos de producción correrán 
por su cuenta y la evaluación del proyecto se 
verá reflejada en el incremento o disminución en 
las ventas de los mismos.
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CONCLUSIONES
La entomofagia es una práctica milenaria que 
afortunadamente el día de hoy forma parte de 
las nuevas tendencias de gastronomicas en todo 
el mundo.
Con el paso del tiempo más chefs, restauran-
tes, tiendas y demás incluyen a los insectos es sus 
platillos que con el paso del tiempo aumentan su 
aceptación entre la sociedades.
México es un país que ha practicado la ento-
mofagia desde hace muchos años, quedó oculta 
por unos cuantos pero tienen la capacidad de lle-
var la entomofagia a otro nivel.
La entomofagia es una práctica que a pesar 
de su crecimiento requiere de visibilización, es 
por ello que el diseño de la comunicación gráfica 
tiene un papel importante en esta labor.
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