Vista previa del material en texto
Queremos expresar nuestro especial agradecimiento a todas las empresas, organismos y asociaciones de comercio y a aquellas personas que colaboraron en la preparación de la segunda edición de esta guía. Reconocimientos Editores de la 2ª Edición: Dr. David Gombas, de United Fresh Produce Association (editor de contacto) Ed Beckman, de California Tomato Growers Reggie Brown, de Florida Tomato Exchange Bob Carey, de Publix Super Markets, Inc. Filindo Colace, de Thomas Colace Company Dra. Donna Garren, de la Asociación Nacional de Restaurantes John Gurrisi, de Darden Restaurants Bev Kempf, de Club Chef JM Procacci, de Procacci Brothers Walter Ram, de The Giumarra Companies Dra. Martha Roberts, del Instituto de Alimentos y Ciencias Agrarias de la Universidad de Florida Otros colaboradores y revisores Tom Bruno, de DiMare Fresh Chris Cunnane, de Procacci Brothers Suresh Decosta, de McDonald’s Fried DeSchouwer, de Greenhouse Produce Company, LLC Tony DiMare, de DiMare Fresh Bob Elliott, de Sunkist Growers Josh Funk, de KFC Billy Heller, de Pacifid Tomateo Growers Johnna Hepner, de Markon Don Ikemoto, de Yum Brands Tom Lovelace, de McEntire Produce Sam Maglio, de Maglio & Company Rose Martin, de Notario Greenhouse Vegetable Growers Buddy McEntire, de McEntire Produce Ross McKenny, de Del Monte John Millwater, de Fresh Express Courtney Parker, de Fresh Express Sean Picquelle, de Taco Bell Bill Pool, de Wegmans Arthur Quiggle, de Wholesale Produce Michael Roberson, de Publix Super Markets, Inc. Larry Robertson, de Darden Restaurants Jim Rushing, de Pacific Tomato Growers Dirk Sampath, de DiMare Fresh John Sikina, de Procacci Brothers Dra. Michelle Smith, del Centro de Inocuidad de los Alimentos y Nutrición Aplicada (CFSAN) de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) Mitch Smith, de McDonalds Mike Spinazzola, de Subway Kathleen Staley, del Servicio de Comercialización Agrícola (AMS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) Dr. Trevor Suslow, de la Universidad de California, sede Davis Samantha Winters, de Florida Tomato Exchange Brian Zomorodi, de Ready Pac i Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 Nota al usuario Estos Lineamientos proporcionan prácticas recomendadas para la inocuidad de los alimentos cuyo objetivo es minimizar los riesgos microbiológicos para el tomate fresco entero y cortado. El objetivo de la elaboración de este documento es brindar la información que se halla actualmente disponible sobre inocuidad y manejo de los alimentos conforme a las normas, estándares y lineamientos vigentes. Esta información se brinda de buena fe y es considerada confiable, pero no se garantiza, explícita ni implícitamente, que la misma sea apropiada para uso comercial, ni adecuada para un fin específico. Los Lineamientos no fueron elaborados para ser aplicados a operaciones específicas, por lo que será responsabilidad del usuario verificar que los mismos sean apropiados para su actividad. Las asociaciones comerciales editoras de este material, sus miembros y colaboradores no se responsabilizan por el cumplimiento con las leyes y regulaciones aplicables, y recomiendan a los usuarios que consulten a sus asesores legales y técnicos para asegurarse de que los procedimientos que utilizan cumplan con las mismas. ii Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 Prefacio En 2006, el Grupo Norteamericano de Trabajo en Comercio de Tomate (NATTWG) publicó la primera edición de los Lineamientos de Inocuidad de los Alimentos Específicos para Tomate Fresco en la Cadena de Suministro. Durante los dos años transcurridos desde la publicación de dicho documento han habido varias iniciativas que han dejado como resultado nuevas enseñanzas importantes en materia de riesgos potenciales y medidas de control en todos los eslabones de la cadena de suministro de tomate fresco. Entre ellas se incluyen la Iniciativa para la Inocuidad del Tomate, de la FDA, los esfuerzos voluntarios de The Florida Tomato Exchange y de California Tomato Farmers para la elaboración de criterios de inspección y de programas bajo el control del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para los métodos de producción y cosecha de tomate en esos dos estados. También ha habido varias iniciativas de minoristas y proveedores de servicios gastronómicos para definir aún más las prácticas seguras de cultivo y manipulación. Los miembros del NATTWG y la United Fresh Produce Association comenzaron a preparar esta segunda edición para captar tales enseñanzas e incluir los puntos de vista de un espectro más amplio de colaboradores. Se realizaron importantes esfuerzos para contar con la participación de la mayor cantidad posible de asociaciones, agencias, compañías y personas capacitadas en metodologías de preservación de la inocuidad de los alimentos en uno o más eslabones de la cadena de suministro de tomate fresco. Todos los puntos de vista fueron tenidos en cuenta. En la elaboración de esta edición de los Lineamientos colaboraron más de cuarenta personas bajo la dirección de los editores mencionados anteriormente. Los lineamientos de la presente edición constituyen un recurso actualizado para la comprensión de las condiciones y los controles que toda compañía de la cadena de suministro debería tener en cuenta para sus actividades. En algunos casos, es posible que una compañía tenga que considerar los lineamientos de más de un módulo. Por ejemplo, las compañías que realizan Empaque en Campo deberían también tener en cuenta las recomendaciones del módulo Producción en Campo, y las compañías que llevan a cabo el reempaque también deberían considerar las recomendaciones del módulo Planta de Empaque. Recientemente, se han realizado esfuerzos para definir de manera más prescriptiva las prácticas en materia de inocuidad de los alimentos para algunos productos frescos, incluyendo el uso de “sistemas de medición” cuantitativos. Si bien esto se tuvo en cuenta para la presente edición, los editores reconocen que es probable que los riesgos y los controles difieran entre los diferentes subproductos del tomate y entre zonas de cultivo, y llegaron a la conclusión de que están faltando los suficientes elementos científicos a partir de los cuales poder establecer mediciones. Por lo tanto, si bien los editores consideran que esta edición brinda un amplia serie de consideraciones, quedará para una futura edición la identificación de un procedimiento con base científica para la fijación de criterios cuantitativos de aceptación de tales consideraciones. iii Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 Lineamientos de Inocuidad de los Alimentos Específicos para Tomate Fresco en la Cadena de Suministro Índice Página Reconocimientos i Nota al usuario ii Prefacio iii Índice iv I Introducción 1 II Alcance y uso de los Lineamientos 2 III Producción a campo 4 1. Prevención/ Minimización de riesgos en la producción a campo – Manejo de la plantación 2. Exclusión de animales 3. Uso de las tierras colindantes 4. Uso del agua en la plantación 5. Prácticas de higiene en plantaciones de tomate 6. Guantes 7. Prácticas de cultivo 8. Equipo y recipientes 9. Toma y mantenimiento de registros IV Métodos de cosecha 10 1. Evaluación precosecha 2. Prácticas de higiene en plantaciones de tomate 3. Guantes 4. Equipo y recipientes 5. Agentes desinfectantes usados para el tomate y el equipo durante la cosecha 6. Remoción de desechos 7. Tomates excluidos de la cosecha 8. Descarte selectivo, clasificación y eliminación de tomates dañados 9. Toma y mantenimientode registros y trazabilidad V Empaque a campo 15 1. Prerrequisitos para el empaque de tomate a campo 2. Empaque de tomate a campo 3. Guantes 4. Tomates excluidos de la cosecha iv Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 5. Métodos de limpieza 6. Recipientes para el empaque de tomate a campo 7. Agentes desinfectantes usados para el tomate y el equipo durante la cosecha 8. Equipo y recipientes para la cosecha 9. Reducción de los niveles de microorganismos en tomate cultivado a campo 10. Transporte de tomate empacado a campo 11. Almacenamiento 12. Trazabilidad, etiquetado y toma y mantenimiento de registros VI Producción en invernadero 20 1. Invernadero 2. Suelo 3. Control de plagas 4. Agua para uso agrícola en precosecha 5. Fertilizantes 6. Agentes desinfectantes usados para el tomate o el equipo durante la cosecha 7. Equipo y recipientes 8. Higiene del Personal – Políticas establecidas por escrito y capacitación 9. Lavado de manos e instalaciones sanitarias 10. Prácticas de lavado de manos 11. Guantes 12. Políticas de Salud 13. Otras prácticas de higiene 14. Procedimientos de limpieza y lavado 15. Materiales de empaque 16. Toma y mantenimiento de registros y trazabilidad VII Planta de empaque 30 1. Suelo 2. Mantenimiento general 3. Suministro de agua y cañerías 4. Eliminación de basura y residuos de tomate 5. Recepción 6. Materiales de empaque 7. Lavado poscosecha de tomate fresco 8. Higiene del personal – Políticas establecidas por escrito y capacitación 9. Lavado de manos y cuartos de baño 10. Prácticas de lavado de manos 11. Políticas de salud 12. Otras prácticas de higiene 13. Guantes 14. Depósitos de almacenamiento y maduración e instalaciones de distribución v Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 15. Transporte 16. Toma y mantenimiento de registros, etiquetado y trazabilidad VIII Reempaque y otras operaciones de distribución 40 1. Prerrequisitos para el reempaque de tomate 2. Trazabilidad e identificación de lotes 3. Materiales de limpieza (incluyendo trapos) 4. Reexpedición directa (Cross-docking) y centros de abastos IX Procesamiento de tomate fresco cortado (valor agregado) 42 1. Recepción 2. Sanidad de las instalaciones 3. Salud e higiene del personal 4. Guantes 5. Almacenamiento del producto sin procesar e intacto 6. Clasificación 7. Lavado de tomate entero 8. Corte 9. Lavado de tomate cortado 10. Empaque 11. Depósitos de almacenamiento e instalaciones de distribución 12. Transporte 13. Trazabilidad y etiquetas 14. Toma y mantenimiento de registros X Proveedores de servicios gastronómicos y minoristas 50 1. Compra 2. Recepción - Tomate fresco entero y cortado 3. Almacenamiento – Tomate fresco entero y cortado 4. Sanidad de las instalaciones 5. Salud e higiene del personal 6. Preparación en establecimientos de servicios gastronómicos / minoristas 7. Guantes 8. Lavado y descarte selectivo de tomates 9. Almacenamiento de tomate cortado/en rodajas/en cubos o reempacado 10. Exhibición de tomates cortados para venta minorista 11. Exhibición de tomates enteros para venta minorista 12. Trazabilidad y toma y mantenimiento de registros XI Apéndice 55 vi Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 Lineamientos de Inocuidad de los Alimentos Específicos para Tomate Fresco en la Cadena de Suministro I. Introducción En 1998, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) publicó su “Guía de Minimización de Riesgos Microbiológicos para la Inocuidad de los Alimentos en Frutas y Hortalizas Frescas”. Las prácticas sugeridas en este y otros documentos se conocen en conjunto como Buenas Prácticas Agrícolas (GAP). Las GAP proporcionan orientación general en materia de inocuidad de los alimentos en etapas críticas de la producción en las que tal inocuidad podría verse comprometida durante el cultivo, cosecha, transporte, enfriamiento, empaque y almacenamiento de los productos frescos. Más específicamente, la guía de GAP alerta a la totalidad de los agentes de la cadena de suministro –tales como productores de frutas y hortalizas, transportistas, empacadores, procesadores y compradores– acerca de los potenciales riesgos microbiológicos asociados a los diversos aspectos de la cadena de producción, tales como historial de la tierra de cultivo, uso de las tierras colindantes, calidad del agua, higiene del personal, uso de plaguicidas y fertilizantes, condiciones de sanidad del equipo y transporte de los productos. La gran mayoría del sector productor de tomate fresco ha adoptado las GAP como parte de sus operaciones normales de producción. De hecho, la mayor parte de los productores se someten a inspecciones externas periódicas para verificar el cumplimiento de los programas de GAP. A menudo, los resultados de tales inspecciones se dan a conocer a los clientes para que éstos puedan comprobar el compromiso del productor con la inocuidad de los alimentos y las GAP. Si bien el sector productor ostenta un admirable desempeño en lo que se refiere a proveer a los consumidores de frutas y hortalizas seguras y nutritivas, dicho sector sigue comprometido con el mejoramiento permanente en materia de inocuidad de los alimentos. En 2004, la FDA publicó un plan de acción de inocuidad de los alimentos que, específicamente, solicitaba a los dirigentes de la industria alimenticia la elaboración de una nueva generación de lineamientos de inocuidad para frutas y hortalizas frescas. Estos nuevos lineamientos específicos para commodities (productos) se centran en brindar una orientación que hiciera más seguro el cultivo, procesamiento, distribución y manipulación de commodities, desde el campo al consumidor final. Durante los últimos diez años, la inocuidad de los alimentos se ha centrado en el establecimiento agrícola, en el enfriamiento inicial y en los puntos de distribución y operaciones de procesamiento que incorporan valor agregado. El sector procesador de frutas y hortalizas ha creado sofisticados programas de inocuidad de los alimentos mayormente centradas en las GAP vigentes y en los principios de los programas de Análisis de Riesgos y Puntos Críticos de Control (HACCP). Los programas de inocuidad de los alimentos para productos frescos cortados y para aquellos con incorporación de valor agregado han sido recientemente complementados con la “Guía para la Minimización de Riesgos Microbiológicos para la Inocuidad de los Alimentos en Frutas y Hortalizas Frescas Cortadas”. A medida que desarrollamos una mayor comprensión de los aspectos de la inocuidad de los alimentos 1 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 relacionados con la totalidad del espectro de canales de oferta y distribución de frutas y hortalizas resulta más evidente que la próxima generación de lineamientos sobre inocuidad de los alimentos deberá abarcar la totalidad de la cadena de suministro. II. Alcance y uso de los Lineamientos de Inocuidad Alimentaria Específicos para Tomate Fresco en la Cadena de El alcance del presente documento sólo abarca al tomate fresco entero y cortado, no incluyendo a productos tales como tomate preparado, jugo de tomate ni tomate destinado a la cocción. Tampoco incluye consideraciones para mezclas detomate con otros ingredientes (por ejemplo, ensaladas que contengan carne, queso y/o condimentos), aunque el tomate utilizado en estas mezclas también debería ser cultivado, cosechado y manipulado siguiendo las recomendaciones del presente documento. La cadena de distribución de tomate fresco puede ser compleja, en el sentido de que el tomate puede venderse en forma directa o indirecta al comprador y está a menudo sujeto a reempaque por tamaño y/o calidad. Como consecuencia de ello, no existe sólo una cadena de distribución. Ésta puede ser simple o muy compleja, donde los tomates pasan por diversos agentes de la cadena antes de su venta al consumidor. Para los fines de este documento, el modelo de cadena de distribución brinda una visión general que incluye sólo unos pocos de los muchos caminos que puede seguir el tomate fresco antes de llegar al consumidor final. La finalidad del presente material consiste en cubrir todos los aspectos significativos de la cadena de suministro de tomate, desde la producción hasta su venta al consumidor. Figura 1. Circuito básico de la cadena de suministro de tomate fresco 2 Producción a campo Procesamiento con valor agregado / fresco cortado Cosecha Producción en invernadero Empaque a campo o en planta de empaque Reempaque y otras operaciones de distribución Procesamiento / preparación para venta minorista / servicios gastronómicos Outlet de venta minorista / servicios gastronómicos Consumidor Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 La producción, empaque, procesamiento, distribución y manipulación de manera segura del tomate fresco entero y cortado depende de múltiples factores y de los esfuerzos diligentes y el compromiso con la inocuidad de los alimentos de todas las partes que intervienen a lo largo de la cadena de distribución. No hay un documento que pueda por sí solo prever cada aspecto relacionado con la inocuidad de los alimentos ni brindar respuestas a todas las preguntas sobre el tema. Estos Lineamientos no pretender reemplazar a otros programas de inocuidad de los alimentos, sino que han sido concebidos para ser utilizados en forma conjunta con ellos para tratar los riesgos para la inocuidad de los alimentos que se sabe que afectan a la cadena de suministro de tomate. Los Lineamientos se centran en la minimización de los riesgos microbiológicos proporcionando orientación acerca de las medidas a tomar -sobre la base de los conocimientos científicos disponibles- que han demostrado ser efectivas para la reducción, el control o la eliminación de la contaminación microbiológica en la cadena de suministro de tomate, del campo al plato. Debido a las diferencias entre subproductos, regiones y prácticas operativas, no todas estas medidas serán aplicables a todas las operaciones de manipulación de tomate. Sin embargo, se sugiere que todas las compañías que operan en la cadena de suministro, desde la plantación hasta la mesa del consumidor, consideren las recomendaciones del presente documento al elaborar sus programas específicos de inocuidad de los alimentos. También deberían realizarse todos los esfuerzos para brindar educación en materia de inocuidad de los alimentos a los diferentes agentes de la cadena, de manera de asegurar que las oportunidades para evitar la contaminación no se pierdan cuando los tomates pasan de un eslabón de la cadena al siguiente. Junto con el compromiso de cada una de las partes que intervienen a lo largo de la cadena de suministro de analizar e implementar estos Lineamientos, el sector de productos frescos está haciendo lo suyo para proveer al mercado de productos confiables y seguros. A los fines de esta guía, la cadena de suministro de tomate ha sido dividida en ocho módulos principales, a saber: • producción en campo • métodos de cosecha • empaque en campo • producción en invernadero • planta de empaque • reempaque y otras operaciones de distribución • procesamiento de tomate fresco cortado (valor agregado) • Servicios gastronómicos y venta minorista Más de un módulo será aplicable para muchos usuarios de estos Lineamientos, por lo que éstos no deberán suponer que uno solo cubrirá la totalidad de sus actividades. Cada uno de estos módulos contiene consideraciones clave referentes a fuentes potenciales de contaminación por agentes patógenos de ocurrencia razonablemente probable ante la ausencia de controles. Si bien éste no es el tema en el que se centra el presente documento, en el Apéndice se brinda material de referencia sobre riesgos químicos, físicos, etc. para la inocuidad de los alimentos, así como otros recursos que pueden ser de utilidad. 3 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 III. Producción en campo El desarrollo de buenas prácticas agrícolas para la producción de tomate en campo debe tener en cuenta todos los elementos de este sistema de producción, a saber: ubicación del campo, uso del suelo, utilización de las tierras colindantes, insumos, agrícolas (por ejemplo, agua de riego, fertilizantes), personal y métodos de producción. La contaminación microbiológica puede provenir de diversas fuentes. La evaluación y el manejo de riesgos son esenciales para establecer los procedimientos de inocuidad apropiados en la producción de tomate fresco.. 1. Prevención / minimización de riesgos en la producción a campo – Manejo de la plantación Los productores que cultivan a campo deben tener en cuenta el control de la contaminación microbiológica en la selección y el manejo de las parcelas. a. De ser posible, se debería averiguar el historial de uso del suelo y evaluar y mitigar las condiciones de los campos vecinos que entrañen un riesgo para la inocuidad de los alimentos. b. Es necesario llevar a cabo una evaluación ambiental que incluya aspectos tales como características topográficas, historial del suelo, riesgo de inundaciones, uso de las tierras vecinas y presencia de animales domésticos y silvestres. i. Se deberá realizar una revisión de rutina de la zona donde se halla situada la plantación y llevar un registro de las evaluaciones y de las tareas correctivas realizadas. ii. Deberá evaluarse el potencial de las inundaciones de crear condiciones de riesgo para la inocuidad de los alimentos. Por “inundación” se entiende la introducción incontrolada de grandes cantidades de agua al área de producción. En el apéndice puede hallarse mayor orientación relacionada con las inundaciones. c. Las plantaciones de tomate no deberían estar situadas en áreas que puedan ser receptoras de escurrimiento o drenaje procedentes de la producción animal o de cualquier otra fuente de contaminación. d. Se tomarán medidas para evitar, prevenir o mitigar el escurrimiento procedente de cualquier tipo de actividad de producción pecuaria u otras condiciones que puedan constituir un riesgo para la inocuidad de los alimentos. e. No se deberá cosechar para consumo en fresco entero o cortado el tomate de aquellos sectores del campo contaminados por el escurrimiento procedente de áreas donde se realizan actividades de producción pecuaria. f. Se deberán registrar por escrito los métodos utilizados para la mitigación de riesgos. 2. Exclusión de animales a. Se deberá impedir la presencia de animales domésticos y ganado en la plantación. b. Se deberán tomar las medidas necesarias para minimizar la intrusión de animales silvestres. Tales medidas pueden incluir el uso de barreras u otros elementos disuasorios, minimizar la presencia de aquello que pudiere atraer a los animales y de las oportunidades de que éstos busquen albergue en el 4 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, juliode 2008 campo redirigirlos a áreas no sensibles y/o utilizar otros métodos identificados por los expertos en vida silvestre. c. Si se detecta la presencia de animales, se deberá eliminar todo producto potencialmente contaminado o impedir su cosecha. 3. Uso de las tierras colindantes a. Se deberán evaluar las tierras colindantes al establecimiento para detectar actividades o condiciones que pudieren significar un riesgo para la inocuidad de los tomates. Tales riesgos pueden incluir, entre otros, ganado, vida silvestre, rellenos sanitarios, tratamiento de aguas servidas, plantas químicas u otros condiciones que representen un riesgo en tal sentido. b. Se tomarán las medidas correspondientes para mitigar todo riesgo para la inocuidad de los alimentos que se haya identificado. Estas medidas pueden incluir montículos de tierra, cercos, zanjas, áreas divisorias u otras estrategias eficaces. 4. Uso del agua en la plantación a. Fuente(s) de abastecimiento de agua i. Documentar la(s) fuente(s) de abastecimiento de agua de cada parcela y su uso agrícola (por ejemplo, riego, aplicación de agroquímicos mediante pulverización). ii. Identificar las fuentes potenciales de contaminación del agua para uso agrícola en su origen y durante su distribución y almacenamiento. iii. Asegurarse de que todo pozo que se utilice esté correctamente diseñado, ubicado y construido y en buen estado de mantenimiento, de manera de prevenir la contaminación. iv. Asegurarse de que el agua de riego no esté contaminada con heces animales o humanas y que cumpla con las normas referentes a E. coli para aguas para uso recreativo del CFR 40 (Código de Regulaciones Federales), Sección 131.41(c) u otras normas basadas en el conocimiento científico disponible. v. Considerar los métodos adecuados de tratamiento de aguas y/o identificar fuentes alternativas de suministro para asegurarse de que la calidad de la misma cumpla con los estándares correspondientes. vi. Evaluar el potencial de las instalaciones y equipo usados para el almacenamiento y/o distribución del agua de uso agrícola de ser un foco de contaminación b. Uso del agua i. Toda aplicación foliar de agua en tomate deberá cumplir con las normas referentes a agua potable del CFR 40, Sección 141.63. c. Control microbiológico i. Se analizará el agua para uso agrícola y se llevarán registros de los análisis. ii. Se establecerán y llevarán a cabo medidas correctivas si el agua no cumple con los estándares establecidos. iii. Se deberá fijar una frecuencia de monitoreo del agua, la cual dependerá de la fuente de abastecimiento y de otros factores pertinentes. 5 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 5. Prácticas de higiene en plantaciones de tomate Deberá asegurarse que las cuadrillas de trabajadores, los visitantes u otro personal afectado a la plantación conozcan los principios de reducción de riesgos para la inocuidad de los alimentos y que acuerden adherir a las prácticas y políticas de la compañía. a. Políticas establecidas por escrito y capacitación del personal i. Se crearán e implementarán GAP y prácticas de higiene del personal. ii. Todo el personal recibirá capacitación obligatoria en manejo seguro de los productos e higiene personal en el momento de ser contratado. Tal capacitación se reforzará periódicamente, al menos en forma estacional. iii. Se llevará un registro de las sesiones de capacitación, el que incluirá los temas tratados, fecha y nombre y firma de los asistentes. iv. Se realizarán supervisiones de rutina e inspecciones internas para verificar y registrar por escrito el cumplimiento de las políticas y prácticas en materia de higiene y sanidad del personal. b. Limpieza / Sanidad i. El establecimiento deberá contar con instalaciones sanitarias para todo el personal de la plantación y los visitantes durante la siembra, cosecha u otras actividades realizadas en la misma. Deberá haber al menos un cuarto de baño por cada 20 trabajadores, los cuales serán de fácil acceso y estarán situados a no más de 400 metros del personal que se halle más lejos de los mismos. ii. Los cuartos de baño estarán diseñados, situados, operados y atendidos de manera tal que no representen un foco de contaminación para la plantación. iii. Los cuartos de baño deberán contar con los correspondientes lavamanos y con tanque recolector de aguas residuales (excluyendo la de los retretes). iv. Las instalaciones sanitarias se deberán mantener limpias, en buenas condiciones sanitarias y provistas de jabón, agua para lavarse las manos que cumpla con los estándares para el agua potable, toallas descartables, papel higiénico, etc. Se deberá llevar un registro por escrito de las tareas de limpieza. v. El equipo de limpieza de los cuartos de baño deberá llevar etiquetas y mantenerse separado, de manera que no represente un riesgo de contaminación. vi. Las políticas de la compañía exigirán lavarse las manos con agua y jabón cuando corresponda, a saber, antes de empezar a trabajar, luego de los intervalos de descanso, después de utilizar el cuarto de baño, estornudar o toser. c. Salud i. Se deberá impedir trabajar con tomates o superficies en contacto con tomates o cerca de ambos al personal y los visitantes que presenten diarrea, fiebre, vómitos o síntomas de enfermedades potencialmente infecciosas. ii. Los empleados, visitantes y demás personal afectado a la plantación que presenten llagas abiertas, cortes, quemaduras, furúnculos, etc., deberán informar acerca de ello a un supervisor antes de empezar a trabajar o ingresar a la plantación. El supervisor determinará si el empleado será 6 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 autorizado a trabajar con tomates o superficies en contacto con tomates o cerca de ambos. d. Higiene i. Los empleados, visitantes y demás personal afectado a la plantación deberán tener áreas designadas para comer, beber, fumar, pasar los intervalos de descanso, guardar sus efectos personales, etc. ii. Deberá establecerse por escrito la prohibición de comer, beber, mascar chicle y fumar en la plantación, salvo en áreas claramente designadas para tales fines. iii. El agua potable será provista mediante bebederos o en envases individuales. Los recipientes serán manipulados de manera tal de evitar que sean una fuente de contaminación. iv. Deberá haber una política establecida por escrito que prohíba el uso de joyas y alhajas en la plantación. v. Los empleados, visitantes y demás personal afectado a la plantación deberán usar indumentaria limpia y adecuada. Deberá considerarse, cuando resulte apropiado para las operaciones a realizar, el uso de accesorios para sujetar el cabello y delantales y mangas de polietileno, así como la prohibición de uñas esmaltadas o artificiales o de bolsillos bolsillos (empty pockets)) por encima de la cintura. vi. Se establecerán otras técnicas de manipulación de alimentos en la medida en que las mismas sean apropiadas para la operación específica, de manera de prevenir la contaminación cruzada. 6. Guantes Se sigue debatiendo a nivel científico si la manipulación de tomates u otros alimentos sin guantes -lavándose las manos con frecuencia de la forma adecuada- es más segura que el uso de guantes. Si no se usan guantes, deberán establecerse por escritos las prácticas a seguir para el lavado de manos, tal como se lo indicó anteriormente. Si se los utiliza, deberá establecerse por escrito el modo de uso de los mismos. Las siguientes prescripciones son aplicables a todos los trabajadores que manipulan tomates a campo. a. Guantes descartables i. Se recomienda el uso de guantes descartables de un solo uso para manipular los tomates. ii.El personal deberá lavarse las manos antes de colocarse los guantes. iii. Pueden usarse desinfectantes de manos, pero éstos no deberán sustituir al lavado. iv. Los guantes descartables deberán reemplazarse luego de comer, fumar y usar el cuarto de baño, así como después de realizar toda actividad en la que se manipulen elementos que no sean tomates, o bien cuando los guantes se hayan roto, ensuciado o contaminado por alguna otra causa. b. Guantes reutilizables i. No se recomienda el uso de guantes reutilizables para el contacto manual con los tomates, pero si se los utilizare, deberán seguirse los siguientes requisitos: ii. Los guantes deberán ser de un material que pueda lavarse y desinfectarse fácilmente. 7 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 iii. Es responsabilidad de la compañía productora asegurar que los guantes se laven en agua caliente, a una temperatura mínima de 60 ºC, y se desinfecten diariamente mediante un método aprobado, de manera de eliminar toda contaminación potencial que sea motivo de preocupación para la salud pública. No se permitirá al personal llevarse los guantes a su casa para lavarlos y desinfectarlos. iv. Todos los días, y en el momento del día en que sea necesario, se proporcionarán al personal guantes adecuadamente lavados y desinfectados. Los guantes reutilizables deberán reemplazarse después de comer, fumar, utilizar el cuarto de baño o tener contacto manual con elementos que no sean tomates, así como cuando los guantes se hayan roto, ensuciado o contaminado por cualquier otra causa. v. Los guantes que no estén en uso deberían guardarse de la manera correspondiente. vi. Deberán reemplazarse los guantes que hayan tocado el suelo u otras superficies que no deben estar en contacto con los alimentos. 7. Prácticas de cultivo Se deberán evaluar los riesgos de todos los insumos para reducir el peligro de contaminación. a. Fertilizantes químicos i. Seguir las instrucciones de uso y almacenamiento del fabricante. b. Fertilizantes que contienen estiércol, abonos orgánicos o biosólidos i. Sólo se permite el uso en tomate de estiércol y biosólidos tratados adecuadamente. ii. Si se utilizan estiércol o biosólidos tratados, deberán llevarse registros por escrito de la composición de los mismos, fechas de tratamiento, fechas y modos de aplicación, métodos utilizados y resultados de todos los tests o datos de verificación de procesos que demuestren el cumplimiento con los estándares microbiológicos. c. Plaguicidas (Tratamientos de protección del cultivo) i. Los agroquímicos utilizados deberán cumplir con todos los requisitos en materia de registro de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y con todas las regulaciones federales, estaduales o locales. ii. Los plaguicidas deberán estar registrados para el uso al cual están destinados y serán utilizados siguiendo las instrucciones del marbete. Se llevará un registro por escrito de su uso. iii. Los plaguicidas serán aplicados por personal capacitado con licencia o certificación, según lo establezcan las normas. iv. Los plaguicidas de aplicación foliar sólo podrán mezclarse con agua que cumpla con los estándares microbiológicos para agua potable del CFR 40, Sección 141.63. d. Agroquímicos utilizados en el producto i. Los agroquímicos utilizados en el producto que no sean plaguicidas registrados podrán utilizarse si así lo autorizan las normas de la FDA. 8 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 8. Equipo y recipientes a. Toda superficie o equipo destinados al contacto con el producto fresco se considera “superficie en contacto con alimentos” y deberá limpiarse y desinfectarse con una frecuencia suficiente como para evitar que se convierta en foco de contaminación. b. Los recipientes reutilizables y el equipo y utensilios que se hallan en contacto con alimentos deberán ser de materiales que puedan lavarse y desinfectarse fácilmente. c. Los recipientes, cubos de basura, equipo y utensilios que estén en contacto con alimentos se deberán limpiar y desinfectar al menos diariamente para eliminar la arena, gravilla, tierra y otros residuos. d. Se establecerán procedimientos por escrito para la limpieza y desinfección de rutina. e. Todo el equipo y las superficies se mantendrán de manera tal de minimizar la contaminación de los tomates y que éstos sean dañados. f. En todos los recipientes se deberá indicar el uso al que están destinados (por ejemplo, para residuos). 9. Toma y mantenimiento de registros Llevar registros adecuadamente proporciona evidencias de las condiciones y prácticas operativas llevadas a cabo y facilita la revisión y evaluación periódica de las mismas. a. Deben llevarse registros –preparados en un tiempo razonable– del cumplimiento de prácticas tales como evaluaciones ambientales, capacitación del personal, uso del agua, control de plagas, métodos de cultivo y toda acción correctiva necesaria. b. Deberá llevarse un registro del origen de todos los insumos agrícolas utilizados en la producción del cultivo (por ejemplo, semillas, plántulas, fertilizantes, plaguicidas). c. Los registros se conservarán durante al menos dos años o durante el tiempo que estipulen las normas correspondientes. 9 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 IV. Métodos de cosecha Los tomates para cosecha deberán haber sido producidos según GAP y siguiendo las recomendaciones de la sección anterior (Producción a Campo). 1. Evaluación precosecha La evaluación precosecha proporciona una última oportunidad de evaluar cualquier riesgo en materia de inocuidad que pueda ser una potencial fuente de contaminación del tomate. El encargado, el administrador del establecimiento o la persona que éste a cargo deberán asegurar que se realice una evaluación tan exhaustiva como práctica antes del comienzo de la cosecha, por ejemplo, no más de 7 días antes de la misma. a. Se deberá realizar una evaluación ambiental que incluya aspectos topográficos, historial de la tierra, uso de las tierras colindantes y presencia de animales domésticos y silvestres. i. Deberán revisarse las áreas aledañas al campo y llevarse registros de las evaluaciones y medidas correctivas. b. Los campos de tomate no deberían estar situados en áreas que sean receptoras de escurrimiento o drenaje procedente de actividades pecuarias o de cualquier otra fuente de contaminación. c. La plantación deberá estar libre de animales domésticos y ganado. d. Deberá minimizarse la presencia de animales silvestres. e. Si se detecta la intrusión de animales, se eliminarán los productos que pudieren estar contaminados o se impedirá su cosecha. f. Debe evitarse el escurrimiento procedente de áreas dedicadas a la producción animal. g. Deberá llevarse un registro por escrito de la fuente de agua de riego, debiendo cumplirse con los criterios a este respecto. h. Deben documentarse, seguirse y revisarse los métodos de detección y mitigación de riesgos. i. Si los tomates se cosechan en forma escalonada, deberían evaluarse las plantaciones lo suficiente como para asegurarse de que no hayan aparecido nuevos factores de riesgo en el tiempo transcurrido entre cosechas. 2. Prácticas de higiene en plantaciones de tomate Se deberá asegurar que los contratistas a cargo de la cosecha y las cuadrillas hayan recibido capacitación en principios de reducción de riesgos en materia de inocuidad de los alimentos y que acuerden adherir a las prácticas de la compañía. . a. Políticas por escrito y capacitación del personal i. Se establecerán e implementaránpor escrito GAP y prácticas de higiene del personal. ii. Todo el personal recibirá capacitación obligatoria en manipulación segura de los productos e higiene personal al ser contratado, debiendo recibir capacitación periódica de refuerzo al menos estacionalmente. iii. Deberán documentarse las sesiones de capacitación, llevándose un registro de los temas tratados, fecha y nombre y firma de los asistentes. iv. Se realizarán inspecciones internas periódicas (por ejemplo, diarias, semanales, mensuales, trimestrales, según corresponda) para verificar y 10 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 documentar el cumplimiento de las políticas y prácticas en materia de higiene y sanidad del personal. b. Limpieza / Sanidad i. Durante la cosecha, deberá haber instalaciones sanitarias disponibles (retretes y lavamanos) para todo el personal de campo y los visitantes. La proporción será de al menos un cuarto de baño por cada veinte trabajadores. Los mismos serán de fácil acceso y estarán situados a no más de 400 metros del personal que se halle más alejado. ii. Los cuartos de baño estarán situados y atendidos de manera tal de no ser una fuente de contaminación de la plantación. iii. Los cuartos de baño deberán contar con los correspondientes lavamanos. iv. Los cuartos de baño se mantendrán limpios, en buenas condiciones sanitarias y adecuadamente provistas de jabón, agua para lavarse las manos que cumpla con los estándares microbiológicos para el agua potable, toallas descartables, papel higiénico, etc.. Se deberá llevar un registro por escrito de las tareas de limpieza. v. El equipo de limpieza de los baños deberá tener sus correspondientes etiquetas y guardarse por separado, de manera de no constituir un riesgo de contaminación. vi. Las políticas de la compañía exigirán que el personal se lave las manos con agua y jabón cuando corresponda, a saber, antes de comenzar trabajar, después de los intervalos de descanso, de utilizar los cuartos de baño, estornudar o toser. c. Salud i. Las políticas de salud del personal de la compañía no permitirán que los trabajadores con diarrea, fiebre, vómitos o síntomas de enfermedades potencialmente infecciosas trabajen con tomates, superficie en contacto con ellos o en las cercanías de ambos. ii. El personal que presente llagas abiertas, cortes, quemaduras, furúnculos, etc., deberá informar de ello a un supervisor antes de comenzar a trabajar. El supervisor determinará si se permitirá al empleado trabajar con los tomates o superficie en contacto con ellos o en las cercanías de ambos. d. Higiene i. El personal dispondrá de áreas designadas para comer, beber, fumar, pasar los intervalos de descanso, guardar sus efectos personales, etc. ii. La compañía deberá tener una política por escrito que prohíba comer, beber, mascar chicle y fumar en las plantaciones, salvo en las áreas claramente designadas para tal fin. iii. El agua potable será provista a través de bebederos o envases descartables. Los envases serán manipulados de manera tal de evitar que se conviertan en un foco de contaminación. iv. La compañía deberá tener una política por escrito que prohíba el uso de joyas o alhajas en la plantación. v. El personal deberá usar ropa limpia y adecuada. Se deberá considerar, según corresponda al tipo de actividad, el uso de accesorios para sujetar el cabello, delantales y mangas de polietileno y la prohibición del uso de uñas esmaltadas o artificiales y bolsillos (empty pockets)) por arriba de la cintura. 11 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 vi. Se deberán idear otras técnicas adecuadas de manipulación de alimentos en la medida en que las mismas resulten apropiadas para la operación en cuestión, de manera de evitar la contaminación cruzada. e. Las cuadrillas de cosecha estarán capacitadas para reconocer los riesgos para la inocuidad de los alimentos observados durante la misma y para informar acerca de ellos. 3. Guantes Continúa el debate a nivel científico acerca de si la manipulación de tomates u otros alimentos sin guantes –lavándose las manos con frecuencia siguiendo los procedimientos adecuados– es más segura que el uso de guantes. Si no se usan guantes, deberá haber procedimientos por escrito para el lavado de manos, tal como se lo indicó anteriormente. Si se usan guantes, habrá un procedimiento por escrito para el uso de los mismos. Los puntos siguientes son aplicables a todos los cosecheros que trabajan con tomates. a. Guantes descartables i. Se recomienda el uso de guantes descartables de un solo uso para la cosecha de tomate. ii. El personal deberá lavarse las manos antes de colocarse los guantes.. iii. Pueden usarse desinfectantes para las manos, pero esto no sustituirá al lavado de las mismas. iv. Los guantes descartables deberán ser reemplazados luego de comer, fumar, utilizar el cuarto de baño, y manipular elementos cualesquiera que no sea sean tomates, o bien cuando los guantes se rompan, ensucien o contaminen por otras causas. b. Guantes reutilizables i. No se recomienda el uso de guantes reutilizables para la cosecha, pero si se los utiliza, deberán cumplirse los siguientes requisitos: ii. Los guantes deberán ser de materiales que puedan lavarse y desinfectarse fácilmente. iii. Es responsabilidad de la compañía que realiza la cosecha asegurarse de que los guantes se laven en agua caliente a no menos de 60 ºC y se desinfecten diariamente mediante un procedimiento aprobado, de manera de eliminar cualquier contaminación potencial que sea motivo de preocupación para la salud pública. No se permitirá al personal llevarse los guantes a su casa para lavarlos y desinfectarlos. iv. Cada día, y en los momentos del día en que se lo requiera, se proporcionarán guantes limpios y desinfectados. Los guantes reutilizables deberán cambiarse luego de comer, fumar, utilizar el cuarto de baño o realizar cualquier actividad que involucre la manipulación de elementos que no sean tomates, o bien cuando los guantes se hayan roto, ensuciado o contaminado por alguna otra causa. v. Deberán cambiarse los guantes que hayan tocado el suelo o superficies que no se hallan en contacto con alimentos. 4. Equipo y recipientes a. Toda superficie o equipo destinados al contacto con productos frescos se considera “superficie en contacto con alimentos”, y deberá limpiarse y 12 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 desinfectarse con una frecuencia suficiente como para evitar que se convierta en una fuente de contaminación. b. Los recipientes reutilizables y el equipo y los utensilios que estén en contacto con los alimentos deberán estar hechos de materiales impermeables que puedan lavarse y desinfectarse. c. Deberán revisarse todos los recipientes que vuelven de la planta de empaque, de manera de controlar su estado de limpieza antes de volver a utilizarlos. d. Los recipientes de cosecha, cajones, equipo y utensilios que estén en contacto con los alimentos deberán limpiarse y desinfectarse al menos diariamente durante su uso, o con mayor frecuencia si fuere necesario, para eliminar la arena, gravilla, tierra y otros residuos. e. Deberán establecerse procedimientos por escrito para la limpieza y desinfección de rutina. f. Se mantendrán todo el equipo y todas las superficies de manera tal de minimizar la contaminación de los tomates y los daños sufridos por los mismos. g. Se deberán llevar registros de los procedimientos de limpieza y su implementación. 5. Agentes desinfectantes utilizados para el tomate y el equipo durante la cosechaa. La EPA considera plaguicida a todo producto químico del que se afirme que tiene acción antimicrobiana, incluyendo a aquellos para la desinfección del equipo y los tomates. b. Los desinfectantes químicos utilizados deberán cumplir con todos los requisitos de registro de la EPA y con todas las normas federales, estaduales o locales. c. Los desinfectantes químicos deberán estar registrados para tal uso y se utilizarán siguiendo las instrucciones del marbete. Se llevará un registro de los usos de estos productos. d. Puede permitirse el uso en alimentos de productos químicos que no sean plaguicidas registrados si los mismos están autorizados por la FDA. 6. Remoción de desechos Deberá quitarse la tierra, pedúnculos y hojas de los tomates hasta el punto en que resulte práctico hacerlo a campo, de manera que tales desechos no constituyan un riesgo de contaminación. 7. Tomates excluidos de la cosecha a. No serán cosechados los tomates que hayan caído de la planta al suelo. b. No serán cosechados los tomates que hayan estado en contacto con heces de cualquier tipo. c. Si se detecta intrusión de animales, deberá eliminarse todo producto potencialmente dañado o impedirse su cosecha. d. En la medida de los posible, deberían excluirse los tomates dañados, blandos o podridos. 8. Descarte selectivo, clasificación y eliminación de tomates dañados 13 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 Los tomates dañados o podridos constituyen una fuente potencial de contaminación. a. En la medida de lo posible, deberían eliminarse los tomates dañados, blandos o podridos, de manera de minimizar la contaminación microbiológica. 9. Toma y mantenimiento de registros y trazabilidad La toma y mantenimiento de registros proporciona evidencias de los controles y evaluaciones. Los registros también se llevarán para asegurar la trazabilidad de los tomates cosechados. a. Deberán llevarse registros –elaborados en un tiempo razonable– que documenten el cumplimiento de prácticas tales como las evaluaciones precosecha o la capacitación del personal. b. Las prácticas en materia de trazabilidad se utilizarán para poder rastrear el origen de todo el tomate al menos un eslabón hacia delante y uno hacia atrás en la cadena de suministro. c. Los registros se conservarán durante al menos dos años, o bien durante el tiempo que estipulen las normas. 14 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 V. Empaque a campo El empaque a campo incluye toda actividad de clasificación, selección, separación por tamaño, limpieza, envase o colocación de los tomates en pallets realizada en la misma plantación para su comercialización. El empaque a campo puede no incluir la limpieza o lavado. Los tomates empacados a campo no serán enviados a una planta de empaque para su posterior manipulación. Debe tenerse cuidado de asegurar que estas prácticas y condiciones de empaque no contribuyan a la contaminación. 1. Prerrequisitos para el empaque de tomate a campo El empaque a campo deberá cumplir con todas las GAP de la Sección III del presente documento (Producción a Campo), tales como las referentes a manejo a campo, uso de la parcela y de las tierras colindantes, procedimientos de cosecha y toma y mantenimiento de registros, además de los requisitos de esta sección. 2. Empaque de tomate a campo El personal que realiza el empaque a campo deberá ser supervisado, de manera de garantizar la inocuidad del producto. Los tomates empacados a campo pueden no pasar por una posterior limpieza o desinfección. Si se usan en forma repetida materiales tales como trapos para limpiar los tomates, deberán tomarse las medidas necesarias para asegurar que los mismos no se conviertan en una fuente de contaminación. Se seguirán las prácticas de higiene para el personal de empaque a campo, las cuales serán verificadas por supervisores. Tales prácticas incluirán el lavado de manos y la desinfección con la debida frecuencia. a. Descarte selectivo El empaque a campo generalmente se realiza cuando los tomates están maduros, por lo cual deberá tenerse especial cuidado en descartar y eliminar los tomates dañados. b. Procedimientos de higiene Los requisitos legales mínimos referentes a instalaciones y procedimientos de desinfección a campo son establecidos por la Ley de Inocuidad y Sanidad Laboral, CFR 29, Sección 1928.110. c. El empaque de tomates sin guantes requerirá lavarse las manos con una mayor frecuencia para evitar la contaminación. Tal frecuencia será establecida por escrito y se medirá en tiempo o cantidad de unidades empacadas, por ejemplo, “al menos cada treinta minutos o cada 20 cajones empacados, o más seguido, si fuere necesario.” d. Deberá haber un procedimiento por escrito que reglamente las prácticas de higiene para las operaciones de empaque a campo, así como registros que demuestren su cumplimiento. e. Se deberá conservar y tener disponible la documentación referente a capacitación del personal en procedimientos de higiene en empaque a campo. 3. Guantes Continúa habiendo debate a nivel científico acerca de si la manipulación de tomate u otros alimentos sin guantes –lavándose las manos de la manera correspondiente– es más segura que el uso de guantes. Si se utilizan guantes, deberá establecerse por escrito la forma de uso de los mismos. Las prescripciones 15 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 siguientes se aplicarán a todo el personal que realice empaque de tomate a campo, tanto al que lleva a cabo la cosecha como el empaque mismo. a. Guantes descartables i. Se recomienda el uso de guantes descartables de un solo uso para el empaque de tomates a campo. ii. El personal deberá lavarse las manos antes de colocarse los guantes. iii. Pueden usarse desinfectantes de manos, aunque el uso de los mismos no deberá sustituir al lavado de las mismas. iv. Los guantes descartables deberán reemplazarse luego de comer, fumar, usar el cuarto de baño o realizar cualquier actividad en la que se manipulen elementos que no sean tomates, o bien cuando los guantes se hayan roto, ensuciado o contaminado por cualquier motivo. b. Guantes reutilizables i. No se recomienda el uso de guantes reutilizables para el empaque a campo, pero si se los utilizare, deberán cumplirse los siguientes requisitos: ii. Los guantes deberán ser de un material que pueda lavarse y desinfectarse fácilmente. iii. Es responsabilidad de la compañía que realiza el empaque a campo asegurar que los guantes sean lavados en agua caliente a no menos de 60 ºC y desinfectados diariamente mediante un procedimiento aprobado, de manera de eliminar toda contaminación potencial que sea motivo de preocupación para la salud pública. No se permitirá al personal llevarse los guantes a su casa para su limpieza y desinfección. iv. Cada día -y en los momentos del día en que fuere necesario- se proporcionarán guantes adecuadamente higienizados y desinfectados. Los guantes reutilizables deberán reemplazarse después de comer, fumar, usar el cuarto de baño o realizar cualquier actividad en la que se manipulen elementos que no sean tomates, o bien cuando los guantes se hayan roto, ensuciado o contaminado por cualquier otro motivo. v. Deberán reemplazarse los guantes que hayan tocado el suelo o superficies que no deban estar en contacto con los alimentos. 4. Tomates excluidos de la cosecha a. No deberán cosecharse los tomates que hayan caído de la planta al suelo. b. No se cosecharán los tomates que hayan estado en contacto con heces. c. Si se detecta intrusión de animales, se deberán tomar medidas paraeliminar todo producto potencialmente contaminado o impedir su cosecha. d. En la medida de lo posible, deberán descartarse los tomates dañados, blandos o podridos. 5. Métodos de limpieza El mercado exige que al realizar el empaque final de tomate –y de toda fruta y hortaliza– se eliminen toda la tierra y los desechos. El procedimiento de limpieza de tomates empacados a campo es de gran importancia, ya que puede ser una fuente de contaminación directa o cruzada con microorganismos potencialmente nocivos. a. Materiales de limpieza, incluyendo trapos 16 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 i. Las compañías que realizan empaque a campo deberán contar con una política por escrito que reglamente el uso y la desinfección de los trapos utilizados para la limpieza. ii. Si los elementos de limpieza, tales como trapos, se usan en forma repetida, deberán tomarse medidas especiales para asegurarse de que los mismos no se conviertan en una fuente de contaminación directa o cruzada. iii. Si se mojan los trapos para facilitar la limpieza, sólo se utilizará agua potable, la cual será reemplazada cada vez que se la use. Los trapos no deberán mojarse sumergiéndolos repetidamente en un cubo de agua. iv. Los trapos deberían reemplazarse luego del empaque de cada cajón. v. Es responsabilidad de la compañía empacadora asegurar que los trapos hayan sido lavados en agua caliente a no menos de 60 ºC y desinfectados antes de volver a usárselos, siguiendo un procedimiento aprobado, de manera de eliminar toda potencial contaminación que sea motivo de preocupación para la salud pública. No se permitirá al personal llevarse los trapos a su casa para su limpieza y desinfección. vi. La compañía deberá contar con documentación referente a la capacitación del personal en el uso apropiado de los trapos de limpieza. b. Se deberán establecer por escrito todos los procedimientos de limpieza. 6. Recipientes para el empaque de tomates a campo Todos los recipientes deberán almacenarse de manera tal de evitar la contaminación. Se deberá prestar especial atención a los riesgos de contaminación ocasionada por roedores, aves y otras plagas. a. Todo el material de empaque deberá ser inspeccionado a su llegada y será almacenado en adecuadas condiciones de limpieza. b. Los recipientes utilizados para el empaque a campo no podrán almacenarse en la plantación, a menos que estén protegidos contra una potencial contaminación. c. Los recipientes de cosecha y empaque deberán diferenciarse de aquellos utilizados para otros fines. d. Está prohibida la reutilización de recipientes de un solo uso para el empaque de tomates a campo, como por ejemplo, los de cartón corrugado. e. Los recipientes reutilizables, tales como los de plástico (“RPC”) deberán limpiarse y desinfectarse mediante un procedimiento establecido por escrito antes de su reutilización y deberán tener la etiqueta correspondiente que indique su uso actual. f. Deberá evitarse que los recipientes entren en contacto directo con el suelo. g. Los recipientes deberán llevar su etiqueta correspondiente con información suficiente para la trazabilidad del producto, tal como los datos de la compañía empacadora. Deberán quitarse las etiquetas con información inexacta de los recipientes reutilizables antes de volver a utilizarlos. 7. Agentes desinfectantes utilizados para el tomate y el equipo durante la cosecha a. La EPA considera plaguicida a todo producto químico del que se afirme que tiene acción antimicrobiana, tales como los utilizados para la desinfección del tomate y el equipo. 17 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 b. Los productos químicos desinfectantes utilizados deben cumplir con todos los requisitos de registro de la EPA y con todas las normas federales, estaduales o locales. c. Los productos desinfectantes deberán estar registrados para el uso al que se los destina y serán utilizados siguiendo las instrucciones del marbete. Se llevará un registro de los usos de estos productos. d. Puede permitirse el uso de productos químicos de contacto con los alimentos que no sean plaguicidas registrados si los mismos están autorizados por la FDA. 8. Equipo y recipientes de cosecha a campo a. Toda superficie que toque los tomates en la plantación será considerada “superficie de contacto con alimentos”, y deberá estar limpia y en buenas condiciones sanitarias. Los recipientes de cosecha, las mencionadas superficies y los utensilios deberán limpiarse y desinfectarse al menos diariamente o con mayor frecuencia si fuere necesario, de manera de quitar la arena, gravilla tierra y otros residuos. 9. Reducción de los niveles de microorganismos en tomate cultivado a campo a. El tomate empacado a campo debería lavarse con desinfectante, siguiendo las instrucciones del marbete, de manera de reducir los niveles de microorganismos. i. Los envases listos para el consumo deberán llevar una etiqueta que indique si el producto fue cosechado sin lavar. b. Se establecerá un procedimiento por escrito para el lavado y la desinfección, así como registros de la implementación de dicho procedimiento. c. El agua utilizada para el lavado de los tomates será de una calidad microbiológica equivalente a la del agua potable y contendrá suficiente desinfectante como para impedir la contaminación cruzada. El agua para la desinfección será monitoreada con una frecuencia suficiente como para preservar las condiciones sanitarias adecuadas. d. Los productos utilizados para la desinfección deberán haber sido registrados por la EPA para tal uso y serán utilizados siguiendo las instrucciones del marbete referentes a concentración y tiempo de contacto. e. Entre los productos desinfectantes pueden incluirse los siguientes: i. Hipoclorito ii. Ozono gaseoso iii. Ozono acuoso (agua ozonizada) iv. Ácido peroxiacético v. Dióxido de cloro acuoso vi. Otros agentes registrados por la EPA que tengan su marbete correspondiente y que haya sido demostrado que reducen el nivel de patógenos tales como la Salmonella o la E. coli O157:H7 en tres logaritmos (99.9%) o más. f. No se utilizará la inmersión en agua fría como método de enfriamiento. g. La temperatura del agua se mantendrá al menos a 10ºF más que la de la pulpa del tomate, debiendo controlársela al menos cada hora. 18 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 10. Transporte de tomate empacado a campo a. Los vehículos para el transporte deberían estar lo suficientemente limpios como para no ser una fuente de contaminación. b. Antes de cargar el producto, deberán inspeccionarse los vehículos para verificar su estado de limpieza y la ausencia de olores, tierra y residuos. Si es necesario, deberá limpiarse el vehículo -o limpiarse y desinfectarse- antes de su carga siguiendo un procedimiento establecido por escrito. c. Si los vehículos no se usan exclusivamente para el transporte de tomate, se deberá chequear el registro de cargamentos anteriores transportados. Si hubiera alguna duda con respecto a los mismos o a riesgo potencial de contaminación microbiana, por ejemplo, por proteína animal cruda, residuos u otros desechos, deberá limpiarse y desinfectarse el vehículo antes de su uso siguiendo un procedimiento establecido por escrito. 11. Almacenamiento Toda área utilizada para la recolección o almacenamiento de tomate empacado a campo deberá mantenerse limpia y en buenas condiciones sanitarias. 12. Trazabilidad, etiquetado y toma y mantenimiento de registros Deberá asegurarse la trazabilidad de todo el tomate al menos un eslabónhacia adelante y uno hacia atrás en la cadena de suministro. Esto incluirá el correspondiente etiquetado de cada envase. a. La documentación del tomate empacado a campo deberá incluir suficiente información acerca de la cosecha (por ejemplo, ubicación e historial del campo, nombre del productor y personal/cuadrilla de cosecha y empaque) y del comprador que recibe el producto, de manera de permitir la trazabilidad del mismo. b. Los recipientes deberán tener una etiqueta que indique con exactitud el commodity que contienen, el nombre de la compañía que realizó el empaque a campo e información suficiente acerca de ubicación del productor, establecimiento agrícola y parcela, cuadrilla de cosecha y fecha de cosecha/empaque a campo. c. Las etiquetas con datos inexactos serán removidas antes del empaque. d. Se creará un programa documentado de retiro de productos ya entregados que incluya un sistema de trazabilidad para el seguimiento del producto hasta los clientes. Este programa será testeado anualmente, debiendo llevarse un registro de estos tests, el cual deberá estar disponible para su consulta. e. Los registros de trazabilidad deberán ser de fácil acceso. f. Todos los registros recomendados en esta sección se conservarán durante al menos dos años y serán de fácil acceso. 19 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 VI. Producción en invernadero A los fines de la presente guía, se entiende que el invernadero es una estructura cerrada. Debe advertirse que esta sección no incluye mallas sombra u otras estructuras abiertas, para las cuales se seguirán las recomendaciones para la producción a campo. La cosecha de tomate de invernadero seguirá las recomendaciones de la Sección IV: Prácticas de Cosecha. . 1. El invernadero a. El invernadero deberá ser cerrado. b. En la entrada del invernadero debería haber una cubeta para la desinfección del calzado o bien debería tomarse otra medida para impedir la introducción de microorganismos o agentes perjudiciales. Se deberá llevar un registro por escrito de las actividades en materia de sanidad y mantenimiento. c. El suelo o el soporte del cultivo utilizado deberán ser apropiados para su objetivo al que están destinados. d. Deberá haber lavamanos con toallas descartables, los cuales estarán diseñados para permitir el drenaje o la captación de todas las aguas residuales, de manera de no constituir un riesgo de contaminación para el invernadero. e. Se colocarán carteles bien visibles en las que se indiquen las políticas y los principios de inocuidad de los alimentos de la compañía en los idiomas que corresponda. f. Deberá haber botes de residuos en la cantidad y ubicación adecuadas. 2. Suelo a. El suelo del área que rodea al invernadero deberá mantenerse en condiciones tales como para preservar a los tomates de la contaminación. Las medidas adecuadas para su mantenimiento incluyen, entre otras, las siguientes: i. Guardar el equipo de la manera correspondiente; eliminar la basura y los residuos y cortar las malezas o el pasto de las inmediaciones que puedan atraer o albergar plagas. ii. Los caminos, patios y playas de estacionamiento deberán estar en buen estado de mantenimiento, de manera que los mismos no constituyan una fuente de contaminación para los tomates. iii. Deberán drenarse adecuadamente las áreas que puedan contribuir a la contaminación de los alimentos ocasionada por filtraciones o suciedad transportada a través del calzado o que proporcionen un lugar de cría para las plagas. iv. Se deberá contar con sistemas para un adecuado tratamiento y eliminación de residuos, de manera que los mismos no constituyan una fuente de contaminación para los tomates. b. Si el suelo que rodea al piso del invernadero no se halla bajo el control del operador del mismo y no presenta el estado de mantenimiento que se indica en el párrafo ((a)i a iii) de esta sección, se protegerá el invernadero mediante la inspección, exterminación u otros medios de control de plagas, tierra y suciedad que puedan ser una fuente de contaminación de los alimentos. 20 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 c. La tierra lindera al invernadero no debería constituir una fuente de contaminación. Pueden constituir focos de riesgo, entre otros, el ganado, la fauna silvestre, los rellenos sanitarios, las plantas químicas, etc. d. Se tomarán las medidas apropiadas para minimizar todo riesgo para la inocuidad de los alimentos procedente del uso de las tierras colindantes o del ambiente. Estas medidas pueden incluir el uso de montículos de tierra, cercos, zanjas, áreas divisorias u otras estrategias para mitigar eficazmente cualquier riesgo. Se deberán llevar registros de las medidas utilizadas. 3. Control de plagas a. Roedores, aves, aves, anfibios (por ejemplo, ranas arborícolas) reptiles y otras plagas. i. Se tomarán medidas eficaces para impedir la presencia de plagas en el invernadero y para proteger a los tomates de la contaminación ocasionada por las mismas. ii. Se permitirá el uso de insecticidas o rodenticidas sólo si se toman las debidas precauciones y si se imponen las restricciones necesarias para proteger de la contaminación a los tomates, superficies en contacto con alimentos y materiales de empaque. b. Plaguicidas (tratamientos de protección del cultivo) i. Estos productos sólo serán aplicados por personal capacitado o, cuando corresponda, que posea licencia. ii. Se crearán Procedimientos Operativos Estándar para aplicadores de herbicidas, equipo de aplicación, almacenamiento y uso de plaguicidas (manipulación, mezcla, dilución, etc.). iii. Deberán seguirse las instrucciones de aplicación que figuran en los marbetes de los plaguicidas, tales como, entre otras cosas, proporciones de dilución, intervalos, momentos de reaplicación, etc., y se llevarán registros actualizados de protección del cultivo. iv. La operación del invernadero deberá cumplir con todas las normas federales, estaduales y locales que rigen el uso de plaguicidas y la toma y mantenimiento de registros. v. Los plaguicidas deberán guardarse de manera adecuada y segura. Los recipientes vacíos se eliminarán siguiendo las instrucciones del marbete o las normas regulatorias. vi. El agua utilizada para la pulverización deberá cumplir con las normas microbiológicas para agua potable del CFR 40, Sección 141.63. vii. La carga, dilución, mezcla, etc., de plaguicidas se realizará de una manera tal que no pueda contaminar la fuente de agua. viii. La limpieza del equipo de aplicación de plaguicidas se realizará de una manera tal que no pueda contaminar la fuente de agua. c. No se permitirá la presencia de animales domésticos o silvestres en los lugares de empaque, manipulación o almacenamiento de tomate. 4. Agua para uso agrícola en precosecha a. Fuente de agua i. Se deberá llevar un registro de la fuente de agua de riego para cada cultivo. 21 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 ii. Deberán identificarse las fuentes potenciales de contaminación del agua de riego. iii. Cada pozo que se utilice deberá ser diseñado, construido y mantenido de manera tal de prevenir la contaminación. iv. La(s) fuente(s) de agua y los sistemas de almacenamiento y distribución deberán ser sometidos a mantenimiento en forma regular y protegidos de potenciales fuentes de contaminación. Se deberá quitar todo material que pueda entrañar riesgo de contaminación, como por ejemplo, basura, materia vegetal, etc. v. Se utilizarán los correspondientes dispositivos de prevención de reflujo (por ejemplo,espacios de aire, válvulas de retención) para preservar la calidad del agua en la fuente de origen y durante su distribución y uso. vi. Deberá asegurarse que el agua de riego no esté contaminada con heces animales o humanas. vii. El agua de riego no foliar deberá cumplir con la norma referente a E. coli en aguas para uso recreativo del CFR 40, Sección 131.41(c), o con otras normas basadas en el conocimiento científico disponible. viii. Toda aplicación foliar de agua en tomate, ya sea intencional o no, debería cumplir con las normas microbiológicas para agua potable del CFR 40, Sección 141.63. ix. Deberán utilizarse métodos adecuados de tratamiento del agua, de manera que la misma cumpla con los estándares obligatorios. b. Monitoreo microbiológico i. Se analizará el agua utilizada en la producción de tomate y se llevarán registros de tales análisis, de manera de minimizar las posibilidades de contaminación microbiológica. ii. En el caso de que no se esté cumpliendo con los estándares, deberán fijarse y llevarse a cabo las acciones correctivas necesarias. iii. Se deberá establecer una frecuencia de monitoreo del agua que resulte apropiada para la fuente de origen. c. La(s) fuente(s) de agua deberá(n) preservarse de la contaminación cruzada ocasionada por fertilizantes, plaguicidas, etc. 5. Fertilizantes Se evaluarán los riesgos de todos los insumos utilizados para la producción con la finalidad de reducir las posibilidades de contaminación. a. Fertilizantes químicos (inorgánicos) i. Se deberán seguir las instrucciones de uso y almacenamiento del fabricante. ii. Todos los fertilizantes se etiquetarán y almacenarán de la manera correspondiente. b. Fertilizantes que contienen estiércol, abonos orgánicos o biosólidos i. No utilizar estiércol sin tratar. Para la producción de tomate sólo se permite el uso de estiércol y biosólidos tratados. ii. Todo el estiércol debería ser adecuadamente transformado en abono e incorporado al suelo no menos de 60 días antes de la cosecha (Código de Regulaciones de California, Título 14, Sección 7, y Título 27, Sección 2.) 22 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 iii. Si se utilizan estiércol o biosólidos tratados, deberán llevarse registros de composición, fechas de tratamiento, métodos utilizados, fechas de aplicación y todos los resultados de los análisis o los datos de verificación de procesos que demuestren el cumplimiento con los estándares microbiológicos. c. La materia inerte del fertilizante se tratará de manera tal que la misma no entrañe riesgo de contaminación. d. Las áreas de mezcla de fertilizantes no deberán constituir un riesgo de contaminación para el tomate. 6. Agentes desinfectantes utilizados para el tomate y el equipo durante la cosecha a. La EPA considera plaguicida a todo producto químico del que se afirme que posee acción antimicrobiana, tales como los que se utilizan para la desinfección del equipo y los tomates. b. Los desinfectantes químicos deberán cumplir con todos los requisitos de registro de la EPA y con todas las normas federales, estaduales o locales. c. Los desinfectantes químicos deberán estar registrados para los usos a los que están destinados y serán utilizados siguiendo las instrucciones del marbete. El uso de estos productos deberá registrarse por escrito. d. Puede permitirse el uso de productos químicos que no sean plaguicidas registrados para el contacto con alimentos si así lo autorizan las normas de la FDA. 7. Equipo y recipientes a. Toda superficie o equipo destinados al contacto con el producto fresco se considerará “superficie de contacto con alimentos” y deberá limpiarse y desinfectarse con una frecuencia suficiente como para evitar que se convierta en fuente de contaminación. b. Los recipientes reutilizables y el equipo y utensilios en contacto con alimentos deberán estar hechos de materiales impermeables que puedan lavarse y desinfectarse fácilmente. c. Los recipientes, cajones y el equipo y utensilios en contacto con alimentos deberán limpiarse y desinfectarse al menos diariamente durante su uso, o con mayor frecuencia si fuere necesario, para quitar de ellos la arena, gravilla, tierra y otros residuos. d. Deberán establecerse procedimientos por escrito de limpieza y desinfección. e. Se deberá mantener todo el equipo y las superficies de manera tal de minimizar la contaminación y las lesiones de los tomates. f. Todos los recipientes deberán llevar una marca que indique el uso al que están destinados (residuos, etc.). 8. Higiene del personal – Políticas establecidas por escrito y capacitación a. Se establecerán por escrito y se implementarán prácticas de higiene del personal, Buenas Prácticas Agrícola (GAP) y Buenas Prácticas de Elaboración (GMP). 23 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008 b. Todos los empleados recibirán capacitación obligatoria en manejo seguro de los productos e higiene personal en el momento de ser contratados y al menos una vez al año. c. Las sesiones de capacitación serán documentadas, llevándose un registro de los temas tratados, fecha y nombre y firma de los asistentes. d. Se realizarán inspecciones internas periódicas (por ejemplo, diarias, semanales, semestrales, trimestrales, según corresponda) para verificar y documentar el cumplimiento con las políticas y prácticas de higiene y sanidad del personal. 9. Lavado de manos e instalaciones sanitarias a. Deberá haber cuartos de baño para todo el personal (al menos uno cada 20 empleados). Los mismos estarán situados cerca del invernadero, pero no deberían constituir un foco de contaminación. La entrada a los baños no deberá dar directamente a las áreas de producción del invernadero. Si así fuere, los baños deberán contar con cierrapuertas o con entrada/salida tipo laberinto. b. Los cuartos de baño deberán mantenerse limpios, en buenas condiciones sanitarias y adecuadamente provistos de jabón, agua para lavarse las manos que cumpla con los estándares microbiológicos para agua potable (incluyendo al agua caliente, donde la hubiere), toallas descartables, papel higiénico, etc. c. Se llevará un registro por escrito de las tareas de limpieza. d. En los cuartos de baño deberán haber carteles en los lavamanos. Los mismos deberán estar en varios idiomas o en forma de íconos, según sea más apropiado para el personal. e. Otras instalaciones para el lavado de manos Deberá haber una cantidad apropiada de instalaciones para lavarse las manos. Éstas estarán situadas en los lugares que corresponda y contarán con agua corriente a una temperatura adecuada. Este requisito puede cumplirse proporcionando al personal lo siguiente: i. Instalaciones para el lavado de manos y, donde correspondiere, para la desinfección de las mismas en cada lugar en que las buenas prácticas sanitarias requieran su uso. ii. Jabón y agua para el lavado de manos. Ésta deberá cumplir con los estándares microbiológicos para el agua potable (incluyendo al agua caliente, donde la hubiere). iii. Toallas descartables o secamanos de aire caliente. iv. En todos los lavamanos deberán haber carteles indicadores, ya sea en varios idiomas o en forma de íconos, según sea lo más adecuado para el personal. v. Recipientes para residuos fabricados construidos y mantenidos de manera tal de prevenir la contaminación de los tomates. f. Se implementarán medidas para la recolección, eliminación o drenaje de aguas residuales (exceptuando las de los retretes), de manera tal de prevenir la contaminación ambiental. 24 Documento de Guía para Tomate, 2ª edición, julio de 2008