Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
921Anatomía CA P ÍTU LO 3 8 superfi ciales tienen un trayecto diagonal hacia la cicatriz umbilical, similar al de los vasos epigástricos inferiores “profundos”. Correlación clínica. Durante las incisiones transversales infe- riores de la piel, casi siempre es posible identifi car los vasos epi- gástricos superfi ciales a la mitad de la distancia entre la piel y la aponeurosis del recto, a varios centímetros de la línea media. Durante los procedimientos laparoscópicos en las pacientes del- gadas, estos vasos pueden identifi carse mediante transiluminación (cap. 42, pág. 1116). Los vasos pudendos internos forman anastomosis abundantes con sus equivalentes del lado contrario y con otras ramas super- fi ciales. Estas anastomosis explican la hemorragia abundante que ocurre a veces cuando se realiza un corte en el área del monte de Venus, como las incisiones que se utilizan para formar un cabestri- llo uretral medio retropúbico. Ramas de la arteria iliaca externa Los vasos epigástricos inferiores “profundos” y los vasos iliacos circun- fl ejos profundos son ramas de los vasos iliacos externos (fi g. 38-3). Irrigan a los músculos y aponeurosis de la pared abdominal ante- rior. Al principio, los vasos epigástricos inferiores viajan en sentido lateral y luego posterior a los músculos rectos, a los que irrigan (fi gs. 38-2 y 38-3). Después pasan por delante de la vaina posterior del recto y transcurren entre ésta y los músculos rectos. Cerca de la cicatriz umbilical, los vasos epigástricos inferiores forman anasto- mosis con la arteria y las venas epigástricas superiores, ramas de las arterias torácicas internas. El triángulo de Hesselbach es la región de la pared abdominal anterior limitada por debajo por el ligamento inguinal, en medio por el borde lateral de los músculos rectos y en sentido lateral por los vasos epigástricos inferiores (fig. 38-4). Correlación clínica La sección de un uraco permeable causa salida de orina hacia la cavidad abdominal. Además, el diagnóstico diferencial de un quiste en la línea media de la pared abdominal anterior debe incluir quis- tes y senos y divertículos del uraco. Los ligamentos umbilicales sirven como referencias laparoscó- picas valiosas (fi g. 42-1.17, pág. 1109). Primero, los vasos epigás- tricos inferiores pueden dañarse durante la colocación del trocar (Hurd, 1994; Rahn, 2010). La visualización directa de los pliegues umbilicales laterales permite prevenir la lesión a estos vasos durante la colocación del puerto laparoscópico. Segundo, si se siguen los ligamentos umbilicales mediales en sentido proximal, el cirujano obtiene una guía hacia la arteria iliaca interna y las arterias uterinas. El ligamento umbilical medial también forma el borde interno del espacio paravesical, que se desarrolla durante la histerectomía radi- cal para aislar el parametrio (fi g. 44-3.2, pág. 1269). ■ Irrigación sanguínea La lesión de los vasos de la pared abdominal puede incrementar la pérdida de sangre y el riesgo de formación de un hematoma posoperatorio. Por consiguiente, es crucial conocer el origen y el trayecto de los vasos que irrigan las estructuras de la pared anterior del abdomen. Ramas femorales Las arterias epigástrica superfi cial, iliaca circunfl eja superfi cial y pudenda externa se originan en la arteria femoral, justo debajo del ligamento inguinal en la región del triángulo femoral (fi g. 38-3). Estos vasos irrigan la piel y los estratos subcutáneos de la pared abdominal anterior y el monte de Venus. Los vasos epigástricos FIGURA 38-4. Anatomía inguinal y de la parte superior del muslo. Espina iliaca anterosuperior Nervio iliohipogástrico Nervio ilioinguinal Triángulo de Hesselbach (línea punteada) Ligamento inguinal Anillo inguinal superficial Rama inguinal del nervio ilioinguinal Ligamento redondo Rama genital del nervio genitocrural Arteria pudenda externa 38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 92138_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 921 06/09/13 22:0506/09/13 22:05
Compartir