Logo Studenta

GINECOLOGIA (1097)

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

1076 Atlas de cirugía ginecológica
SECCIÓ
N
 6
se corta el rafe medio. El conducto único fi nal 
mide casi 10 a 12 cm de profundidad y tiene 
el ancho de tres dedos.
➏ Hemostasia. Como las colecciones de 
sangre pueden separar el injerto de piel del 
lecho del conducto, se requiere hemostasia 
antes de la inserción del molde.
❼ Preparación del molde. Ahora el 
molde vaginal se cubre con la piel del sitio 
donante. Un extremo del injerto se coloca con 
la cara externa queratinizada viendo hacia la 
base del molde. El eje longitudinal del injerto 
se ubica en forma paralela al correspondiente 
del molde. Después se cubre el molde con el 
injerto rodeando su punta (fig. 41-25.3). Los 
bordes laterales del injerto cutáneo se unen a 
cada lado del molde con puntos separados de 
catgut 3-0.
❽ Ajuste del molde. Es indispensable el 
ajuste del molde al tamaño de la neovagina 
creada. Si el ancho de un molde es muy grande 
puede causar necrosis por compresión o dre-
naje inadecuado, que como se señaló antes, 
puede causar maceración del tejido. Es más, 
en el momento del retiro del molde en el pos-
operatorio, uno muy grande y muy apretado 
dentro de la neovagina puede afl ojar el injerto. 
Una vez que se ajusta el tamaño del molde y 
se construye apropiadamente, se inserta (fig. 
41-25.4).
nes. De manera similar, la sonda de Foley 
puede servir como recurso de orientación en 
la cara anterior.
Para expandir el espacio se pueden colocar 
separadores en las paredes laterales de los con-
ductos en formación con tracción hacia afuera. 
Es más, la incisión de las fi bras internas de los 
músculos pubococcígeos puede brindar mayor 
amplitud. Estos músculos se cortan sobre la 
cara lateral de cada conducto y en un punto 
medio de su longitud anteroposterior.
El conducto se extiende en direc-
ción cefálica hasta 2 cm del fondo del 
saco de Douglas, lo que deja un plano 
de tejido conjuntivo fi jo al peritoneo. 
El injerto de piel se adhiere mejor a 
este tejido conjuntivo que a una super-
fi cie peritoneal lisa. Con esta técnica 
también es menor la frecuencia de un 
enterocele ulterior.
➎ Corte del rafe medio. Al con-
cluir los dos conductos más pequeños, 
la uretra y la vejiga por arriba del recto (fig. 
41-25.2). Esos conductos se forman inicial-
mente por disección al abrir la punta de unas 
tijeras de punta roma. Después se introducen 
los dedos en los conductos en formación. Se 
ejerce presión en dirección cefálica para pro-
fundizar cada conducto. Para ensanchar el 
conducto, se desplazan las yemas de los dedos 
hacia afuera y se aplica presión en dirección 
externa. Debe evitarse la compresión posterior, 
para evitar la perforación del recto. Cada canal 
debe tener una profundidad de 10 a 12 cm. 
También es importante evitar penetrar en el 
fondo de saco de Douglas.
Cabe hacer mención de varios aspectos de 
la disección. Primero, con la disección caudal 
inicial, el cirujano puede encontrar mayor 
resistencia que con los tejidos que se encuen-
tran en sentido más cefálico. En segundo 
término, puede ser difícil mantenerse dentro 
del plano de disección correcto. Un dedo del 
cirujano puede colocarse dentro del recto para 
identifi car su localización y evitar perforacio-
FIGURA 41-25.2 Disección de la neovagina.
FIGURA 41-25.3 Elaboración del molde.
FIGURA 41-25.4 Injerto cutáneo y molde colocados 
en su lugar.
41_Chapter_41_Hoffman_4R.indd 107641_Chapter_41_Hoffman_4R.indd 1076 06/09/13 22:1306/09/13 22:13

Continuar navegando