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FIGURA 6-8. Cavidades torácica y abdominopélvica. A y C) Cortes del tronco que muestran la relación de las cavidades torácica y abdominopélvica. Aunque la pelvis mayor y la cavidad pélvica son en realidad continuas, están delimitadas por el plano de la apertura superior de la pelvis (definido por la línea terminal). B) El diafragma pélvico es una barrera dinámica que separa la pelvis menor y el periné, formando el suelo de la primera y el techo del segundo. Los músculos piriformes se originan en el sacro superior, lateralmente a los forámenes pélvicos (figs. 6-9 A y 6-10 A); discurren lateralmente abandonando la pelvis menor a través del foramen isquiático mayor, para insertarse en el borde superior del trocánter mayor del fémur (fig. 6-10 B). Estos músculos ocupan gran parte del foramen isquiático mayor, formando las paredes posterolaterales de la cavidad pélvica (fig. 6-9 A). Inmediatamente profundos (anteromediales) a estos músculos (y a menudo incluidos en las fibras musculares) se encuentran los nervios que forman el plexo sacro (fig. 6-9 D). Una hendidura en el borde inferior del músculo piriforme permite el paso de estructuras vasculonerviosas entre la pelvis y el periné, por un lado, y el miembro inferior (región glútea) por el otro. SUELO DE LA PELVIS El suelo de la pelvis está constituido por el diafragma pélvico, en forma de embudo o cuenco, que consta de los músculos elevadores del ano y coccígeos, y las fascias que cubren las caras superior e inferior de estos músculos (figs. 6-9 A, 6-10 C y 6-11; tabla 6-2). El diafragma pélvico se sitúa en la pelvis menor, separando la cavidad pélvica del periné, cuyo techo o límite superior constituye. La inserción del diafragma en la fascia obturatriz divide al obturador interno en una porción pélvica superior y una porción perineal inferior (fig. 6-11 B). Los nervios 1044 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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