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1192 Atlas de cirugía ginecológica SECCIÓ N 6 y se concluye la inspección en busca de per- foraciones. En general, una perforación será obvia y se observará la aguja de TVT entrando y saliendo de la vejiga. En esos casos, se retira la aguja y se vuelve a colocar. Después de la cistoscopia se desensambla el introductor de la aguja y ésta se pasa a tra- vés de la pared abdominal. Se corta la aguja de la malla y ésta se sujeta con un hemóstato. A continuación, la otra aguja TVT se fi ja al introductor y se coloca en el otro lado de la uretra, igual que en el paso 5. Se repite la cis- toscopia. A continuación la segunda aguja se corta de la malla. ➐ Ajuste de la tensión de la malla. Se coloca un hemóstato y se abre entre la uretra y la malla para actuar como espaciador y lograr una distancia entre ambas (fig. 43-3.4). Ese espaciado evita la elevación excesiva de la ure- tra y aminora el riesgo de retención urinaria posoperatoria. ➑ Retiro de la vaina. Un ayudante retira la cubierta plástica de la malla mientras el ciru- jano la sujeta a la distancia deseada de la ure- tra con un hemóstato. La cubierta de plástico debe retirarse con mínima tensión para evitar distender la malla. Se recorta la malla en el sitio de incisión abdominal (fig. 43-3.5). ➒ Cierre de la herida. La incisión vaginal se cierra con surgete continuo con material absorbible calibre 2-0. Las incisiones abdo- vejiga si se aplica presión excesiva y si la aguja tiene dirección cefálica y no hacia la pared abdominal (fig. 43-3.3). Los pequeños cam- bios de posición de la mano que aplica pre- sión al mango pueden llevar a una perforación vesical. ➏ Cistoscopia. Después de que la aguja perfora la pared abdominal, se retiran la sonda de Foley y la guía de catéter. Se hace cistosco- pia con un instrumento de 70°, para lo cual se distiende la vejiga con 200 a 300 ml de líquido abdominal ipsolateral. La aguja siempre debe dirigirse detrás del pubis. Se aplica presión al mango del introductor con la otra mano, pero la colocada en la vagina siempre controla la dirección de la aguja. El mango del introduc- tor debe mantenerse paralelo al piso en todo momento para evitar el desplazamiento en dirección externa, hacia los vasos sanguíneos (fig. 43-3.2). Después de que se hace pasar la aguja alrededor de las ramas del pubis y detrás de la sínfi sis, su punta siempre debe dirigirse hacia la pared abdominal. Pudiese perforarse la FIGURA 43-3.1 Colocación de la aguja a través del conducto submucoso. A B FIGURA 43-3.2 Posición correcta e incorrecta del introductor. A. Introductor oscuro, posición correcta. La punta se dirige en la línea media a una posición detrás del pubis. El mango se encuentra paralelo al piso. B. Introductor blanco, posición incorrecta. La punta está dirigida a un lado. 43_Chapter_43_Hoffman_4R.indd 119243_Chapter_43_Hoffman_4R.indd 1192 06/09/13 22:2306/09/13 22:23
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