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Apunte_Radiologia_del_Abdomen

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DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN EL ABDOMEN 
 
Dra. Silvana F. Ciardullo 
 
 
INTRODUCCIÓN 
Debido a que los síntomas abdominales con frecuencia son 
inespecíficos, existen muchos casos clínicos en los que inicialmente no está 
clara la localización de la enfermedad primaria. La investigación radiológica 
se inicia a menudo con un estudio centrado en otro órgano o sistema corporal, 
pero que incluye la visualización en una radiografía simple de porciones del 
tracto gastrointestinal. Por consiguiente, la presencia de hallazgos anormales 
periféricos al área prevista de interés puede tener una importancia 
considerable para dirigir la atención inmediatamente a la verdadera 
localización primaria de la enfermedad. Estos diagnósticos casuales pueden 
aumentar con el conocimiento de los factores involucrados. 
 
ANATOMÍA NORMAL 
Desde el punto de vista del examen del abdomen, conviene tener 
presente las estructuras que están contenidas en él y la forma de 
reconocerlas: su ubicación, tamaño y las alteraciones que pueden presentar. 
En el abdomen se ubica gran parte del sistema digestivo, incluyendo el 
tubo digestivo, hígado, vesícula, páncreas; los riñones y estructuras 
urológicas; las glándulas suprarrenales, el bazo; y en la mujer, su sistema 
reproductivo, incluyendo ovarios, trompas y útero. Cada una de estas 
estructuras tiene una ubicación y tamaño, desempeña funciones y es fuente 
de alteraciones y enfermedades. 
 
Fig. 1: Anatomía de la Cavidad Abdominal 
 
Los límites internos de la cavidad abdominal son: por arriba, la cúpula 
diafragmática; por debajo, el estrecho superior de la pelvis; por detrás, la 
columna lumbar, y por delante y ambos lados, la pared abdominal 
propiamente dicha, la cual se encuentra integrada por músculos, aponeurosis, 
tejido celular subcutáneo y piel. La pared abdominal tiene su cara interna 
revestida por el peritoneo (parietal), serosa que reacciona fácilmente ante 
cualquier lesión visceral. 
 
Los límites externos del abdomen son: por arriba, el reborde costal, 
desde la base del apéndice xifoides hasta la séptima vértebra dorsal (D7), la 
llamada línea toracoabdominal; por debajo, se limita externamente por otra 
línea que se extiende desde las arcadas crurales, pasando por las crestas 
iliacas, hasta la cuarta vértebra lumbar (L4), llamada línea abdominopelviana. 
Este límite inferior es más bien artificial, ya que se debe considerar 
simultáneamente la cavidad abdominopelviana, la cuales un ovoide de polo 
mayor diafragmático y polo menor pelviano. Es una gran cavidad que se 
encuentra ocupando toda la región del abdomen, está rodeada por tejidos 
blancos musculares en casi todas su extensión a excepción de la parte dorsal 
media que está soportada por la columna vertebral. 
 
Para el estudio del abdomen existen dos corrientes y escuelas: la 
escuela francesa y la escuela anglosajona. 
 
La escuela francesa lo divide para su estudio por medio de líneas 
transversales y sagitales o verticales en varios cuadrantes en la siguiente 
forma: 
• Trazando dos líneas verticales, sagitales imaginarias paralelas a la 
línea media que partan de los puntos medios claviculares, pasando por 
los puntos mamilares y atravesando todo el abdomen. (líneas A y B) 
• Trazando una línea horizontal imaginaria paralela a la línea 
transversal media o umbilical que pase por los rebordes costales y otra 
línea que pase paralela a la anterior y por las dos espinas ilíacas 
antero-superiores. (líneas C y D) 
Se obtienen así nueve (9) cuadrantes cuya denominación: 
 
Fig. 2: División del abdomen en 9 regiones según la escuela francesa. 
1. Hipocondrio derecho 
2. Epigastrio 
3. Hipocondrio izquierdo 
4. Flanco derecho 
5. Región umbilical o mesogastrio 
6. Flanco izquierdo 
7. Fosa iliaca derecha 
8. Hipogastrio 
9. Fosa iliaca izquierda 
 
http://1.bp.blogspot.com/_QTzmGMU--Oo/S4vhRCuLniI/AAAAAAAAAFM/a7B-duOGuJw/s1600-h/Abdomen1.jpg
 
 
PROYECCIONES VISCERALES POR ZONAS 
Nos referiremos al contenido de las nueve zonas topográficas descritas 
por la escuela francesa (Fig. 2): 
 
El contenido de cada una de estas regiones lo podemos apreciar en la 
siguiente tabla: 
 
 
Cuadrantes Denominación Contenido 
Superior Epigastrio En donde se localizan el estómago, el 
duodeno, el páncreas y plexo solar. 
Hipocondrio derecho En donde se localizan el hígado, la 
vesícula biliar, el ángulo hepático del 
colon y profundamente el riñón derecho 
Hipocondrio izquierdo En donde se localizan la cola del 
páncreas, el bazo, el ángulo esplénico del 
colon y más profundamente el riñón 
izquierdo 
Intermedios Región umbilical o 
Mesogastrio. 
En donde se encuentran asas de intestino 
delgado 
Flanco derecho En donde se localizan el colon ascendente 
y asa de intestino delgado. 
Flanco izquierdo 
. 
En donde se encuentran el colon 
descendente y asas de intestino delgado. 
Inferiores Hipogastrio En donde se ubican el epiplón mayor, asas 
delgadas intestinales, vejiga y el útero en 
la mujer. 
Fosa ilíaca derecha En donde se ubican el ciego, el apéndice 
cecal y los anexos derechos en la mujer. 
Fosa ilíaca izquierda En donde se localizan el colon sigmoides y 
los anexos izquierdos en la mujer. 
 
1. Epigastrio. Lóbulo izquierdo del hígado; una porción de la cara 
anterior del estómago con parte del cuerpo, el antro y el píloro; epiplón 
gastrohepático con la arteria hepática, la vena porta y los conductos cístico y 
colédoco; hiatos de Winslow; segunda y tercera porciones del duodeno; 
páncreas; arteria mesentérica superior; plexo solar y columna vertebral con la 
aorta, la vena cava y el conducto torácico. 
2. Hipocondrio derecho. Lóbulo derecho del hígado; fondo de la 
vesícula biliar; parte del colon transverso y ángulo hepático; extremidad 
superior del riñón derecho y cápsula suprarrenal. 
3. Hipocondrio izquierdo. Lóbulo izquierdo del hígado; tuberosidad 
mayor gástrica; cardias; epiplón gastroesplénico; bazo; extremidad superior 
del riñón izquierdo y cápsula suprarrenal; pequeña porción del colon 
descendente y ángulo esplénico; asas del yeyuno y cola del páncreas. 
4. Mesogastrio o zona umbilical. Epiplón mayor; porción baja gástrica; 
colon transverso; asas del intestino delgado; mesenterio; cava y aorta. 
5. Vacío o flanco izquierdo. Parte del intestino delgado y colon 
izquierdo. 
6. Vacío derecho. Parte del intestino delgado y colon derecho. 
7. Hipogastrio. Epiplón mayor; parte del intestino delgado; vejiga y 
uréter, así como el útero en la mujer. 
8. Fosa iliaca izquierda. Sigmoides; porción baja del colon 
descendente; asas delgadas; genitales en la mujer; vasos iliacos y psoas. 
9. Fosa iliaca derecha. Ciego y apéndice; asas delgadas; psoas; 
genitales en la mujer; uréter; vasos iliacos. 
 
 
División por cuadrantes: 
 
La escuela anglosajona simplifica la anatomía clínica del abdomen 
utilizando solamente cuatro grandes zonas (Fig. 3), formadas por verdaderos 
cuadrantes, a expensas del trazado de dos líneas convencionales: una vertical 
media y otra horizontal, que se cruzan exactamente en el ombligo. De esta 
manera se forman los cuadrantes: superior derecho (CSD), superior izquierdo 
(CSI), inferior derecho (CID) e inferior izquierdo (CII). 
 
 
Fig. 3: División del abdomen en cuatro cuadrantes según la 
Escuela Anglosajona. 
 
 Cuadrante superior derecho: hígado y vesícula biliar; cabeza 
del páncreas, parte del riñón derecho, glándula suprarrenal derecha, partes 
del tubo digestivo (ángulo hepático del colon). 
 Cuadrante superior izquierdo: bazo, lóbulo izquierdo del 
hígado, cuerpo y cola del páncreas, parte del riñón izquierdo, glándula 
suprarrenal izquierda, partes del tubo digestivo (ángulo esplénico del colon). 
 Cuadrante inferior derecho: ciego y apéndice; ovario y trompa 
derecha; polo inferior del riñón y uréter derecho; otras partes del tubo 
digestivo (colon ascendente), canal inguinal. 
 Cuadrante inferior izquierdo: colon sigmoides y parte del colon 
descendente; ovario y trompa izquierda; poloinferior del riñón y uréter 
izquierdo, canal inguinal. 
http://1.bp.blogspot.com/_QTzmGMU--Oo/S4vEwj-lBXI/AAAAAAAAAE8/ayRg6N8cpB4/s1600-h/19578.jpg
 
 
Cavidad Peritoneal: 
Desde el punto de vista anatómico, la cavidad peritoneal puede 
dividirse en dos grandes regiones, divididas por el mesocolon transverso, la 
supramesocólica y la inframesocólica. La región supramesocólica incluye los 
espacios subfrénico derecho e izquierdo, el espacio subhepático, el saco 
menor y el espacio periesplénico. El espacio inframesocólico incluye las dos 
goteras paracólicas, derecha e izquierda, el espacio pélvico y la porción 
central del abdomen, dividida por la raíz del mesenterio en los espacios 
infracólicos derecho e izquierdo. La comunicación entre los diferentes 
espacios sigue unos patrones, comprobados por peritoneografía, de la máxima 
importancia, como más adelante se comentará. 
 
 
 
Fig. 4: Cavidad Peritoneal Tirkes T et al. Radiographics 2012; 32:437-451 
 
 
La reflexión del peritoneo parietal a ambos lados del recto, forma la 
fosa pararectal. Anterior al recto, se localiza la fosa rectovesical en el 
hombre y el fondo rectovaginal en la mujer. El peritoneo, tanto en el hombre 
como en la mujer, cubre la parte posterosuperior de la vejiga, y se continúa 
con el peritoneo parietal de la pared anterior, formando previamente el 
receso pélvico lateral. 
 
 
 
Fig. 5: Pared posterior del abdomen y órganos retroperitoneales. 
 
En la pared posterior del abdomen (Fig. 4) se reconocen 
fundamentalmente las regiones lumbares que son la continuación de los 
flancos y se extienden desde las 12as costillas hasta el tercio posterior de las 
crestas ilíacas. Los riñones son órganos ubicados en el retroperitoneo y su 
parte más superior queda a la altura de las dos costillas flotantes. En el 
ángulo costovertebral, que se localiza entre el borde inferior de la 12ª costilla 
y las apófisis transversas de las vértebras lumbares altas, se puede reflejar 
dolor proveniente de los riñones. 
 
Es posible que el paciente refiera dolores en el abdomen que se 
generan fuera de él. Por ejemplo, una neumonía basal puede doler en uno de 
los hipocondrios; un infarto agudo de la cara inferior del miocardio puede 
doler en el epigastrio; un herpes zóster intercostal, a veces se asocia a 
dolores referidos al abdomen. En otro sentido, un problema intraabdominal 
puede dar dolor en regiones distantes. Por ejemplo, un neumoperitoneo o un 
proceso anexial puede asociarse a dolor en un hombro. 
 
 
 
Cavidad pélvica y perineo 
El perineo es la zona del tronco comprendida entre los muslos y las 
nalgas; se extiende desde el cóccix por detrás hasta el pubis por delante. El 
perineo masculino contiene el pene, el escroto y el ano; el femenino contiene 
la vulva y el ano. Para su descripción se delimitan dos triángulos unidos por 
sus bases, cuyos vértices corresponden: el superior a la sínfisis pubiana; el 
inferior al extremo del cóccix; y los laterales a las tuberosidades isquiáticas. 
Con la persona en decúbito supino o dorsal, con las piernas flexionadas y 
abiertas, el triángulo superior se denomina urogenital y el inferior es el anal. 
El perineo es la base de la cavidad pélvica. Esta tiene forma de infundíbulo 
(embudo), y contiene a la vejiga urinaria, las porciones terminales de los 
uréteres, los órganos genitales de la pelvis, el recto, vasos sanguíneos, vasos 
linfáticos y nervios. La pelvis ósea (estructura ósea que delimita la cavidad 
pelviana), se divide en porciones superior e inferior, mediante un límite 
denominado borde del estrecho superior de la pelvis. Este borde se forma, 
desde atrás hacia delante, por el promontorio del sacro, las líneas arqueadas 
del ileon, las líneas ileopectíneas del pubis, y termina en la sínfisis del pubis. 
Se denomina pelvis falsa o mayor a la porción situada arriba del borde del 
estrecho pélvico superior. Esta cavidad está limitada por las vértebras 
lumbares en la parte superior, la porción superior del hueso coxal 
lateralmente, y la pared abdominal en la parte anterior. Este espacio es parte 
del abdomen y no contiene órganos pélvicos, salvo la vejiga urinaria cuando 
está llena o el útero en embarazadas. La porción que queda debajo del borde 
del estrecho superior, es la pelvis verdadera o menor. Está limitada por el 
sacro y el cóccix en la parte posterior, por las porciones inferiores del ileon e 
isquion hacia los lados, y por los huesos del pubis en la parte anterior. 
Comprende: la cavidad pélvica, el estrecho superior o entrada pélvica, y el 
estrecho interior o salida pélvica. El eje pélvico es una línea imaginaria que 
sigue la curva de la pelvis verdadera, y une los puntos centrales de los planos 
correspondientes a los estrechos superior e inferior. Durante el nacimiento, la 
cabeza del bebé sigue este eje durante su salida. 
 
 
Fig. 6: Anatomía de la pelvis femenina 
 
Comparación de la pelvis femenina y la masculina. 
La pelvis femenina se ha adaptado al embarazo y al parto. Es más 
ancha y menos profunda que la del varón; el estrecho superior es más grande 
y ovalado, el arco pubiano es mayor de 90º; el cóccix es más móvil y con 
mayor curva anterior; el sacro es más corto, ancho y con mayor curva 
anterior. Por los tanto, hay más espacio en la pelvis verdadera de la mujer 
para contener la cabeza del feto. La pelvis masculina tiene una estructura 
general más pesada y gruesa; la pelvis falsa es profunda; el estrecho superior 
es pequeño y en forma de corazón; el arco pubiano es menor de 90º; el cóccix 
es menos móvil y con menor curva anterior; y el sacro es largo, angosto y con 
menor curva anterior. 
 
Variaciones anatómicas 
Pueden deberse al sexo, o pueden aparecer por falta o por exceso de 
algún órgano, tejido o estructura. 
 
 
 
 
http://2.bp.blogspot.com/_QTzmGMU--Oo/S4w8Tgjpf-I/AAAAAAAAAF0/uHH7L9Wc-iY/s1600-h/reproductorfemenino.jpg
 
ESTUDIO IMAGENOLÓGICO DEL ABDOMEN 
 
En el estudio del abdomen es donde mejor se complementan todas las 
técnicas de diagnóstico imagenológico: 
 Radiología, 
 US, 
 Angiografía 
 Medicina Nuclear 
 TC 
 Resonancia Magnética.(2) 
 
 
RADIOLOGÍA CONVENCIONAL 
La importancia del diagnóstico mediante la radiografía simple en los 
trastornos abdominales agudos es incuestionable. El patrón gaseoso visceral se 
estudia rutinariamente en los pacientes que presentan signos clínicos de 
obstrucción intestinal, perforación de una víscera o masa intraabdominal. Sin 
embargo, las posibilidades diagnósticas de las placas abdominales son poco 
apreciadas y a menudo olvidadas en trastornos más crónicos y clínicamente 
ocultos. (2) 
 
La exploración radiográfica simple es útil en tres tipos de 
circunstancias: (7) 
 
1. En la exploración de un probable abdomen agudo 
2. En el seguimiento de enfermedades crónicas ya diagnosticadas del tubo 
digestivo, y 
3. Como radiografía previa a una exploración de contraste del tubo 
digestivo con sulfato de bario o yodo hidrosoluble. (7) 
 
1. Abdomen agudo: 
Al explorar un posible abdomen agudo mediante una radiografía simple, es 
preciso diagnosticar o excluir varias alteraciones agudas importantes: 
a. Obstrucción mecánica. 
b. Íleo adinámico. 
c. Perforación de víscera hueca: aire libre en cavidad peritoneal. 
d. Necrosis intestinal: gas en la pared intestinal o la vena porta. 
e. Enfermedades inflamatorias: como posibles apendicitis, 
colecistitis, peritonitis, megacolon tóxico, etc. (7) 
 
2. Radiografía simple en las enfermedades abdominales crónicas: 
El hallazgo en el abdomen de masas, aneurismas, calcificaciones 
vasculares avanzadas o indicios de estreñimiento crónico pueden, todos 
ellos, ofrecer la información necesaria para el tratamiento clínico del 
paciente. (7) 
 
3. Radiografía simple previa a una exploración con contraste del tubo 
digestivo: 
La necesidad de una radiografía simple preliminar o exploratoria, antes de 
un estudio con contraste es algo discutible ya que añade radiaciones 
ionizantes y gastos al procedimiento.Una placa preliminar, en particular 
antes de una exploración con bario del colon, suele tener algún valor, ya 
que pueden verse calcificaciones que el bario oscurecería y, además, 
permite obtener información sobre el estado de limpieza del colon antes 
de que se introduzca el bario. (7) 
Cuando se sospecha un cuerpo extraño, una obstrucción del conducto 
pilórico, una perforación o cualquier otra enfermedad abdominal aguda, 
una placa preliminar puede ayudar a determinar la forma en la que debe 
ser realizada la exploración gastrointestinal (GI) alta. (7) 
 
Es importante tener en cuenta que en las vías digestivas un examen 
normal no descarta la existencia de una perforación, una isquemia o una 
hemorragia. 
 
 
PROYECCIONES 
Aunque no están estandarizadas, típicamente se realizan tres 
proyecciones abdominales: 
 Decúbito supino. 
 Bipedestación. 
 Decúbito lateral derecho e izquierdo. 
 
Como mencionamos, habitualmente se incluye una radiografía de tórax, 
que puede llegar a ser muy útil pues un 8% de pacientes con abdomen agudo 
tienen asociadas causas o condiciones de origen torácico y hasta en un 30% de 
las radiografías de tórax son anormales. 
 
 
 
Fig. 7: Proyecciones radiográficas de abdomen. 
 
Actualmente la controversia se ha centrado sobre qué tipo de 
proyecciones son las oportunas para realizar en un servicio de urgencias; en 
este sentido Mirvis et al. realizaron un estudio donde demostraron que la 
eliminación de la radiografía de abdomen en bipedestación ocasiona una 
http://www.monografias.com/trabajos14/verific-servicios/verific-servicios.shtml
disminución del coste, tiempo y exposición radiológica, sin disminución del 
acierto diagnóstico. Esto no es admitido en forma universal. 
Igual controversia existe en relación con la proyección torácica a 
realizar en un abdomen agudo. Hace ya tiempo que fue planteado que es más 
sensible la realización de una radiografía de tórax lateral en bipedestación 
que una póstero–anterior para detectar un neumoperitoneo. Hoy en día se 
admite que cuando existe sospecha de perforación de víscera hueca es muy 
beneficioso indicar una radiografía de perfil de tórax en bipedestación, ya que 
en ocasiones existen neumoperitoneos que pasan desapercibidos en la 
posteroanterior de tórax y sin embargo se evidencian en una lateral. 
 
Respecto a las otras proyecciones, el decúbito lateral derecho no 
aporta información diferente y por lo tanto puede ser excluido de la rutina. 
Si se precisa de un estudio radiológico de urgencia las placas a solicitar 
deben ser: 
 Abdomen en decúbito supino y bipedestación. 
 Tórax en bipedestación (en caso de sospecha de neumoperitoneo se 
indicará el perfil de tórax en bipedestación). 
 Si existe mucha duda diagnóstica se puede recurrir a la proyección 
en decúbito lateral izquierdo con rayo horizontal (visualización de 
aire entre la pared abdominal y el borde hepático). 
 
RADIOLOGÍA CONTRASTADA 
 
Debido al escaso contraste de los tejidos blandos, la radiología simple 
de abdomen resulta muy difícil de interpretar, y representa un importante 
reto para el radiólogo. 
 
Para hacer radiológicamente visible un órgano, que en su estado 
natural no presenta diferencia de absorción con el medio que lo rodea, se lo 
debe llenar con alguna sustancia de número atómico diferente al de las zonas 
vecinas. Estas sustancias son los denominados medios de contraste, los cuales 
deben ser absolutamente inocuos para el organismo, metabolizados con 
facilidad y eliminados por completo del mismo. 
 
Medios de contraste positivos: son sustancias que tienen número 
atómico alto y se distinguen de las partes blandas por su mayor absorción a 
los rayos X. Los más utilizados actualmente son: 
El sulfato de bario: es inerte, no se absorbe, se elimina totalmente con 
la excreción, no altera el normal funcionamiento del órgano a estudiar. Es 
útil, sobre todo, en las exploraciones del tracto gastrointestinal. Su único 
riesgo durante la ingestión, es que podría pasar accidentalmente al pulmón, 
por broncoaspiración, o a la cavidad peritoneal por alguna perforación del 
tracto digestivo o cólico. 
Los productos yodados hidrosolubles son menos radiopacos, se utilizan 
eventualmente, en radiología gastrointestinal, en caso de sospecha de 
perforación de víscera hueca abdominal (en el pulmón produce alveolitis y 
edema agudo), ya que se reabsorbe rápidamente en caso de fuga y no da 
tiempo a producir daño en la cavidad peritoneal 
 
http://www.monografias.com/trabajos901/evolucion-historica-concepciones-tiempo/evolucion-historica-concepciones-tiempo.shtml
http://www.monografias.com/trabajos7/expo/expo.shtml
http://www.monografias.com/trabajos7/sisinf/sisinf.shtml
http://www.monografias.com/trabajos/aire/aire.shtml
Medios de contrastes negativos: Son sustancias como el oxigeno y el 
aire, que absorben menor cantidad de radiación que las partes blandas, 
aunque tengan un número atómico similar a las mismas, tienen una menor 
densidad. A estos contrastes se los llaman radiotransparentes. 
 
Doble Contraste: Si los medios de contraste se utilizan combinados, o 
sea, los positivos y negativos, nos encontramos ante una técnica muy utilizada 
llamada Doble Contraste. 
 
Por vía oral y rectal el contraste más usado es el sulfato de bario, el 
cual aparece en el mercado en forma de polvos, semilíquido y polvos de alta 
densidad, utilizados en soluciones de mayor o menor concentración en 
dependencia del área o enfermedad que se quiere estudiar. También es 
común realizar exámenes con doble contraste por vía oral mediante el uso de 
una bebida efervescente mezclada con el bario o por vía rectal insuflando 
aire; estos tipos de exámenes se indican cuando se buscan lesiones de la 
pared del órgano. (6) 
Asimismo, por estas vías se puede emplear contraste hidrosoluble en 
dilución para indicaciones, sobre lo cual se comentará más adelante. (6) 
El aire y el CO2 pueden utilizarse como productos contrastantes. (6) 
El contraste por vía intravenosa (IV) se usa para el estudio de la 
vesícula biliar y vías biliares, los más comunes son el endocistobil y la 
biligrafina, pero en realidad esta técnica ha sido sustituida por otros métodos 
de diagnóstico. (6) 
 
 Tracto Digestivo Superior: esófago, estómago, duodeno e intestino 
delgado 
 Esofagografía convencional 
 Técnica de “capa fina”, 
 Examen convencional del estómago y duodeno 
 Método de doble contraste 
 Tránsito gastrointestinal (TGI) 
 Tracto Digestivo Inferior 
 Examen de colon por enema convencional 
 Examen de doble contraste. 
 Examen con contraste yodado hidrosoluble 
 Estudio de la vesícula y vías biliares. 
 Colecistografía por vía oral. 
 Colecistocolangiografía por vía intravenosa 
 Colangiografía transoperatoria: 
 Colangiografía por sonda en “T”. 
 Colangiografía percutánea. 
 
El examen del abdomen se inicia por la radiografía simple del mismo, 
que habitualmente es obtenida en posición supino. Esta radiografía es de la 
máxima utilidad en numerosos problemas del abdomen y muchas veces es la 
única utilizada, realizándose proyecciones adicionales cuando son necesarias 
por motivos específicos. Así, por ejemplo, la radiografía AP en posición prono 
es muy utilizada en el diagnóstico de la obstrucción del recién nacido. (2) 
 
En la obstrucción intestinal, a la radiografía en supino se agrega la del 
abdomen en bipedestación, muy útil en la demostración de niveles 
hidroaéreos, inmovilización de asas, etc. Cuando es imposible efectuarla en 
bipedestación, se pueden realizar radiografías en decúbito lateral con rayo 
horizontal. (2) 
 
Comúnmente se incluye una radiografía de tórax, que puede llegar a 
ser muy útil pues un 8% de pacientes con abdomen agudo tienen asociadas 
causas o condiciones de origen torácico y hasta en un 30% de las radiografías 
de tórax son anormales. (4) Debe ser obtenida, si ello es posible, en 
bipedestación y es particularmente útil para descartar la presencia de 
lesionestorácicas relacionadas con problemas abdominales, de lesiones 
pulmonares que puedan inducir síntomas abdominales, como ocurre en el caso 
de la neumonía infantil, y también porque es el mejor estudio que puede 
realizarse en la demostración de aire intraperitoneal. Por otra parte, conocer 
la posición del diafragma es de gran utilidad en pacientes traumatizados, para 
descartar posteriormente la presencia de lesiones diafragmáticas. Por último, 
sigue siendo útil para demostrar las complicaciones torácicas de numerosas 
enfermedades abdominales agudas como la pancreatitis. (2) 
 
Aunque no están estandarizadas, típicamente se realizan tres 
proyecciones abdominales: 
 Decúbito supino. 
 Bipedestación. 
 Decúbitos laterales. (4) 
 
Actualmente la controversia se ha centrado sobre qué tipo de 
proyecciones son las oportunas para realizar en un servicio de urgencias; en 
este sentido Mirvis et al (5) realizaron un estudio donde demostraron que la 
eliminación de la radiografía de abdomen en bipedestación ocasiona una 
disminución del coste, tiempo y exposición radiológica, sin disminución del 
acierto diagnóstico. Esto no es admitido en forma universal. (4) 
 
Igual controversia existe en relación con la proyección torácica a 
realizar en un abdomen agudo. Hace ya tiempo que fue planteado que es más 
sensible la realización de una radiografía de tórax lateral en bipedestación 
que una postero–anterior para detectar un neumoperitoneo. Hoy en día se 
admite que cuando existe sospecha de perforación de víscera hueca es muy 
beneficioso indicar una radiografía de perfil de tórax en bipedestación, ya que 
en ocasiones existen neumoperitoneos que pasan desapercibidos en la 
posteroanterior de tórax y sin embargo se evidencian en una lateral. (4) 
 
Respecto a las otras proyecciones, el decúbito lateral derecho no 
aporta información diferente y por lo tanto puede ser excluido de la rutina. 
Si se precisa de un estudio radiológico de urgencia las placas a solicitar deben 
ser: 
 Abdomen en decúbito supino y bipedestación. 
 Tórax en bipedestación (en caso de sospecha de neumoperitoneo se 
indicará el perfil de tórax en bipedestación). 
http://www.monografias.com/trabajos14/verific-servicios/verific-servicios.shtml
http://www.monografias.com/trabajos901/evolucion-historica-concepciones-tiempo/evolucion-historica-concepciones-tiempo.shtml
http://www.monografias.com/trabajos7/expo/expo.shtml
http://www.monografias.com/trabajos7/sisinf/sisinf.shtml
 Si existe mucha duda diagnóstica se puede recurrir a la proyección 
en decúbito lateral izquierdo con rayo horizontal (visualización de 
aire entre la pared abdominal y el borde hepático). (4) 
 
INDICACIONES: 
1. Estudio del tracto digestivo superior (esófago, estómago, 
duodeno e intestino delgado) Las modalidades más empleadas en 
el estudio de enfermedades en esta región son las siguientes: 
a. Esofagografía convencional: indicadas ante la sospecha de 
masa intraluminales, divertículos, espasmos, trastornos de 
la motilidad, reflujo gastroesofágico, cuerpos extraños y 
otras lesiones endoluminales 
b. Técnica de “capa fina”, se usa para el diagnóstico de 
várices esofágicas; la técnica de doble contraste se aplica 
en especial para el diagnóstico del cáncer temprano. 
c. Examen convencional del estómago y duodeno. Es útil 
para la detección de las úlceras gástricas y duodenales, 
los pólipos y las masas de más de 1 cm, las masas 
submucosas, las obstrucciones del tracto de salida 
gastroduodenal y los trastornos de la motilidad. Está 
indicado en los sangramientos crónicos, las epigastralgias 
crónicas, los síndromes eméticos y la pérdida de peso de 
causa desconocida. 
d. Método de doble contraste: se emplea para detectar 
masas pequeñas que midan alrededor de 0,5 cm, las 
ulceraciones y neoplasias superficiales. 
e. Tránsito gastrointestinal (TGI): está indicado para el 
estudio de las afecciones del intestino delgado como con: 
síndrome de malabsorción, ileítis, tumores, linfomas y 
hemorragia digestiva alta. (6) 
2. Estudio del tracto digestivo inferior. Se recomiendan las pruebas 
siguientes: 
a. Examen de colon por enema convencional: se utiliza para 
en diagnóstico de masas de más de 1cm cuando se supone 
la presencia oclusiones, invaginaciones, vólvulos, 
diverticulosis, colitis ulcerativas de cualquier etiología y 
en la enfermedad de Crohn. Además, tiene indicación en 
anemias de causa desconocida y en el sangrado oculto en 
materia fecal. 
b. Examen de doble contraste. Se indica ante la sospecha de 
pequeñas lesiones de la pared, como en el caso de las 
colitis, en estadios precoces del cáncer y otras. 
c. Examen con contraste yodado hidrosoluble: se recomienda 
en especial cuando se sospecha la presencia de una 
perforación y hay duda sobre el diagnóstico del sitio de 
una oclusión.(6) 
3. Estudio de la vesícula y vías biliares. 
a. Colecistografía por vía oral. Esta modalidad nos permite: 
 Evaluar el funcionamiento de la concentración y 
el vaciamiento vesicular. 
http://www.monografias.com/trabajos/aire/aire.shtml
 Estudiar la litiasis de vesícula y vías biliares, 
adenomiomatosis o colesterolosis. 
 Evaluar colecistitis crónicas y otras enfermedades 
crónicas vesiculares. 
 Analizar anomalías vesiculares y de las vías 
biliares. 
b. Colecistocolangiografía por vía intravenosa: en general 
facilita una evaluación similar a la colecistografía oral, 
pero se utilizaba casi siempre cuando la colecistografía no 
había sido útil o cuando se quería puntualizar alguna 
afección canalicular, como por ejemplo: anomalías, 
quistes del colédoco, cálculos en la vías biliares y otras. 
c. Colangiografía transoperatoria: se usa durante la 
intervención quirúrgica para diagnosticar cálculos 
residuales en las vías biliares y para evaluar el paso sin 
dificultad del contraste al duodeno. 
d. Colangiografía en el curso de una duodenoscopía. Se 
realiza junto al endoscopista para la evaluación de las vías 
biliares y del conducto pancreático. 
e. Colangiografía por sonda en “T”. Se aplica para el estudio 
postoperatorio del hepatocolédoco y las vías biliares 
intrahepáticas . 
f. Colangiografía percutánea. Se usa en el diagnóstico de la 
ictericia obstructiva. (6) 
 
Otro aspecto de sumo interés es el uso de contraste radiológico (sulfato 
de bario) en el abdomen agudo. Tradicionalmente su uso ha sido muy 
limitado. Con la práctica se ha demostrado que en casos de obstrucción del 
intestino delgado no existe ningún inconveniente: en pacientes con dudas 
diagnósticas y que no requieren una intervención quirúrgica inmediata es muy 
útil. (4) 
 
Tras la introducción de los contrastes hidrosolubles yodados, este tipo 
de técnicas han alcanzado mayor difusión en urgencias. Su indicación 
fundamental es la diferenciación del íleo mecánico del adinámico. (4) 
 
En colon se prefiere la realización de un enema opaco. En general se 
admite que las indicaciones para la realización de un enema opaco de 
urgencia son: 
 Sospecha de invaginación intestinal. 
 Sospecha de vólvulo. 
 Obstrucción intestinal completa. 
 Apendicitis (ausencia de visualización del apéndice al rellenar el 
colon de contraste).(4) 
 
ULTRASONOGRAFÍA (US) O ECOGRAFÍA 
Es el examen de elección para iniciar la evaluación de las afecciones 
del hígado, la vesícula, las vías biliares y el páncreas. Tiene gran utilidad en 
el estudio de los dolores agudos y crónicos del abdomen. En la actualidad se 
le da cierto valor en el estudio del abdomen agudo en general, como parte de 
http://www.monografias.com/trabajos7/tain/tain.shtml
http://www.monografias.com/trabajos13/discurso/discurso.shtml
http://www.monografias.com/trabajos6/juti/juti.shtml
los exámenes que se deben indicar a un paciente con esta patología. Es de 
gran importancia en la evaluación de lesiones vasculares en las vísceras 
macizas utilizando Doppler color y Power Doppler. (6) 
Hoy se abren nuevos campos en el empleo del US diagnóstico con la 
aparición de nuevos transductorescomo: transoperatorios, transesofágicos, 
intracavitarios e intravasculares. Además, se dan nuevos pasos con el uso de 
los contrastes en US en las vísceras huecas e intravasculares. (6) 
 
TOMOGRAFÍA COMPUTADA: 
La administración de contraste iodado por vía EV permite la evaluación 
detallada de las estructuras vasculares. También pueden aplicarse contrastes 
hidrosolubles o algún tipo de contraste baritado especial por vía oral o rectal 
para estudiar las vísceras huecas y las estructuras adyacentes a éstas, como el 
páncreas y otras, en el análisis de lesiones tumorales y su extensión a 
estructuras vecinas. En el aparato digestivo es de gran beneficio para la 
investigación en casos de padecimientos del hígado y el páncreas. (6) 
En ocasiones este examen es provechoso para el estudio de todo tipo de 
proceso expansivo intraabdominal, procesos tumorales inflamatorios y para el 
estudio del abdomen agudo. (6) 
 
RESONANCIA MAGNÉTICA (RMI): 
Al igual que la TC, contribuye al estudio de las afecciones de las 
vísceras macizas, con indicaciones similares. 
 
ANGIOGRAFÍAS: 
Son de utilidad para: 
1. Diagnosticar: 
a. Hemorragias digestivas 
b. Pequeños tumores vascularizados, y localizarlos 
c. Enfermedades difusas sistémicas y obstructivas o 
estenóticas 
d. Traumatismos 
2. Evaluar el caso, antes de realizar una TIPS u otro PI 
3. Realizar estudios hemodinámicas y de hipertensión portal 
 
 
 
ANATOMÍA RADIOLÓGICA 
 
Rx simple de abdomen: 
La radiografía simple de abdomen en decúbito supino permite estudiar 
la forma y tamaño del hígado, del bazo y de ambos riñones. En el lado 
derecho puede verse: (2) 
 La sombra homogénea del hígado, cuyo borde superior está 
formado por el diafragma, mientras que el inferior está 
representado por una fina línea oblicua, de afuera a adentro y de 
abajo a arriba. 
 El bazo se sitúa en el lado izquierdo y tiene una longitud 
aproximada de 10 a 15 cm. 
 Ambos riñones se ven fácilmente. El izquierdo está situado un poco 
más alto que el derecho, y es un poco más grande e incluso, más 
ancho. El eje mayor de los riñones es discretamente oblicuo hacia 
abajo y hacia afuera. 
 A ambos lados de la columna y dirigiéndose oblicuamente hacia 
abajo, pueden verse las sombras producidas por ambos músculos 
psoas, que se pierden al llegar a la región de la cresta ilíaca. 
 En la zona de la pelvis se visualiza la vejiga urinaria, sobre todo si 
está distendida, debido a la grasa que la rodea. 
 Los vasos abdominales no se visualizan en condiciones normales, sin 
embargo en individuos mayores, pueden reconocerse calcificaciones 
intimales de la aorta o de sus ramas. 
 En la zona central del abdomen se puede ver frecuentemente gas, 
situado, situado en la región media del estómago. El individuo 
adulto normal suele tener gas en el estómago y en colon, donde se 
ve generalmente mezclado con materia fecal. Ocasionalmente, 
pueden verse mínimas cantidades de gas en el intestino delgado. (2) 
 
En radiografías efectuadas en bipedestación, suele existir una burbuja 
aérea por debajo del diafragma, al desplazarse todo el gas gástrico a la parte 
más alta. El espacio entre la cara inferior del diafragma y el fundus gástrico 
mide aproximadamente unos 5 mm. (2) 
 
 
 
Rx Simple de Abdomen en Decúbito Supino: 
 
 
 
Fig. 8: Rx simple de abdomen en decúbito supino: 1- Bazo; 2- Hígado; 3- Riñón izquierdo; 4- 
Riñón derecho; 5- Grasa subcutánea; 6- Músculos abdominales; 7- Grasa preperitoneal; 8- 
Psoas; 9- Cresta ilíaca; 10-Ilion; 11- Sacro; 12- Obturador Interno; 13- Vejiga urinaria. 
 
Imágenes normales: 
Las partes blandas observables tienen una imagen normal. No hay 
indicios de calcificaciones ni cuerpos extraños que produzcan sombra 
radiológica. Imagen del tracto gastrointestinal con contenido de aire y 
distribución adecuada del gas intestinal. Las sombras de partes blandas, bien 
delimitadas, correspondientes a hígado, bazo, riñones y vejiga urinaria no 
presentan alteraciones y reflejan una situación y un tamaño de los órganos 
normales. Sombras musculares lisas y bien delimitadas. Líneas de los flancos 
normales. Imagen del sistema esquelético observable sin alteraciones. 
 
Datos importantes: 
1. Riñones: 
a. Tamaño: aproximadamente 13 cm x 6 cm (diferencia 
derecho/izquierdo = máximo 2 cm) 
Situación: aproximadamente de D12 a L3 (el derecho 2 cm 
más bajo) 
Ejes renales convergentes en dirección craneal. 
b. Distancia polo superior/punto medio de la columna 
vertebral = 4-5 cm. 
c. Distancia polo inferior/punto medio de la columna 
vertebral = 6-9 cm 
2. Líneas musculares: 
a. Psoas 
b. Músculo obturador interno 
3. Signos de flancos: de dentro a fuera: grasa preperitoneal, 
musculatura abdominal, tejido adiposo subcutáneo 
 
 
 
Rx Simple de Abdomen en Bipedestación: 
 
Imágenes normales: 
Diafragma con un abombamiento normal, límites bien definidos y 
posición correcta. No hay indicios de aire libre por debajo de las cúpulas 
diafragmáticas. Imagen normal de las partes del tracto gastrointestinal que 
contienen aire, con una distribución adecuada del gas intestinal. No hay 
indicios de distensión de asas intestinales ni de niveles hidroaéreos. Las 
sombras de partes blandas, bien delimitadas: hígado, bazo, riñones y vejiga 
urinaria no presentan alteraciones. 
 
 
 
 
Fig.9: Rx simple de abdomen en bipedestación: 1-Diafragma; 2- Receso costodiafragmático; 
3- Espacio subfrénico; 4- Burbuja Gástrica; 5- Gas en la flexura esplénica del colon; 6- Borde 
inferior del bazo; 7- Gas en el colon transverso; 8- Borde inferior del hígado; 9- Borde del 
psoas; 10- Gas en el intestino delgado; 11- Cresta ilíaca; 12- Ilion; 13- Sacro; 14- Vejiga 
urinaria. 
 
 
Datos Importantes: 
Situación del diafragma: aproximadamente a nivel de los arcos 
posteriores de la 10ª -11ª costillas. 
1. Tamaño del bazo: distancia entre la cúpula diafragmática y el 
polo inferior del bazo hasta 15 cm. 
2. Situación de los riñones: aproximadamente de L1 a L4 (el 
derecho 2cm más bajo): los riñones se encuentran 
aproximadamente 1 ½ cuerpos vertebrales más bajos que en la 
radiografía en decúbito. Los ejes renales convergen en dirección 
craneal. 
Líneas musculares: 
3. Psoas 
Signos de los flancos: 
4. Grasa preperitoneal: 
5. Musculatura abdominal (cuando se aprecie) 
6. Tejido adiposo subcutáneo (cuando se aprecie) 
 
 
Anatomía del Flanco: 
Es importante conocer la anatomía del flanco. Habitualmente pueden 
verse cuatro bandas radiotransparentes, con espacios más densos entre ellas. 
La más ancha, larga e interna de las zonas claras es la banda que corresponde 
a la capa grasa extraperitoneal, también llamada properitoneal. El borde 
interno de esta capa está constituido por el peritoneo parietal, y el externo, 
por el músculo transverso del abdomen. Las otras capas, más exteriores, están 
constituidas por los músculos oblicuos, interno y externo y la grasa que los 
separa. Este espacio es de gran importancia en la demostración de la 
existencia de líquido en la cavidad peritoneal y en la zona retroperitoneal. 
 
 
 
Fig. 9: Anatomía del Flanco: en el esquema puede verse cómo el peritoneo 
(puntas de flecha) está limitado externamente por la grasa properitoneal (GP). Externos a la 
grasa properitoneal se encuentran los músculos de la pared abdominal: transverso (T); oblicuo 
interno (I) y el oblicuo externo (E). Un corte localizado de TC muestra cómo la grasa 
properitoneal (GP) avanza hacia adelante formando parte del flanco. Externos a ella pueden 
verse los 3 músculos de la pared abdominal (T, I, E). El peritoneo parietal (puntas de flecha) 
se une al peritoneo posterior (puntas de flecha para formar la fascia lateroconal, en íntima 
relación con el colon descendente (CD). La unión de ambos peritoneos hacia atrás constituye 
la fascia perirrenal (flechas largas). Los músculos de la región posterior son claramente 
visibles, psoas (PS), cuadrado lumbar (Q) y dorsal ancho (D). El recto anterior (R) es visible en 
la pared anteriordel abdomen. (2) 
 
 
SEMIOLOGÍA RADIOLÓGICA: 
 
Para leer una Rx de abdomen siempre hay que tener en cuenta: 
 Distribución de las estructuras anatómicas en los diferentes 
cuadrantes. 
 Identificación de los músculos psoas y presencia de aire en asas 
intestinales y colónicas. 
 Estructuras óseas (costillas, vértebras, huesos iliacos). 
 
Las radiografías simples de abdomen deben incluir una placa en 
decúbito supino, que abarque todo el abdomen y muestre tanto el diafragma 
como la pelvis (en pacientes de gran envergadura puede ser necesario hacer 
dos placas transversales, una de la parte superior y otra de la inferior del 
abdomen. 
Son esenciales las placas en posición erecta, que muestren el 
diafragma, pero también todo el abdomen, incluida la pelvis. 
 
Estructuras que se deben valorar: 
1. Elementos óseos: (densidad calcio) columna lumbar, pelvis ósea, 
caderas, últimas costillas. Son normales las calcificaciones de costillas en 
ambos hipocondrios y los flebolitos en pelvis. 
2. Paredes musculares: (densidad agua) se visualizan bien los músculos 
psoas, localizados a ambos lados de la columna lumbar, su localización es 
retroperitoneal. Pueden valorarse los músculos oblicuos o transversos de la 
pared abdominal o pélvica. 
3. Diafragmas. (Densidad agua) son músculos que separan el tórax del 
abdomen. 
4. Vísceras macizas. (Densidad agua) hígado, bazo, riñones, vejiga, 
páncreas, retroperitoneo. Si vemos sus bordes es debido a que están rodeados 
de otra densidad distinta, normalmente grasa (signo de la silueta.) 
5. Vísceras huecas. (Densidad agua y aire.) Estómago, intestino delgado 
y grueso; en función de la cantidad de aire que tienen somos capaces de 
visualizarlas. Cuando tienen contenido intestinal (agua) no vemos sus bordes, 
sólo cuando tienen aire lo conseguimos. Es normal una cantidad variable de 
gas en intestino delgado y colon. En el colon al mezclarse con las heces en 
ocasiones presenta un aspecto moteado. 
6. Áreas de densidad grasa. Las visualizamos en retroperitoneo 
rodeando riñones-psoas, en zonas laterales de la pared abdominal y en el 
fondo de la pelvis. 
 
 
ÁREAS DE DENSIDAD GRASA: 
Para nuestro propósito, el estómago, el intestino delgado y el colon, 
deben ser considerados como estructuras de densidad acuosa suspendidas y 
rodeadas de grasa. 
Una cantidad importante de grasa se encuentra en los epiplones mayor 
y menor, los mesenterios del intestino delgado, del colon y del bazo, los 
apéndices epiploicos del colon y en las áreas peritoneal y retroperitoneal. 
La grasa retroperitoneal incluye una cantidad considerablemente 
importante, la cual corresponde a las fosas lumbares e ilíacas. También se 
encuentra grasa en el fondo de la pelvis y en la región subdiafragmática. 
Cuando dos vísceras intraperitoneales están en contacto, una línea 
intermedia de grasa puede ser vista en la proyección apropiada. Esta misma 
situación, cuando se produce retroperitonealmente, permite la visualización 
de los contornos de los riñones. 
La presencia de grasa en la cavidad pélvica facilita la observación de 
estructuras anatómicas en las áreas peritoneal y retroperitoneal. 
Al existir un proceso expansivo (inflamatorio, tumoral) en contacto con 
una línea grasa, está desaparece o se deforma. 
 
 
 
Fig. 10: Densidades grasas en el abdomen 
 
PATRÓN GASEOSO NORMAL: 
El material de contraste más corriente en el conducto GI es el gas 
contenido en su interior. El gas tiene átomos con núcleos de pequeño tamaño 
lo que determina una baja absorción de fotones y por ello aparece más oscuro 
en las imágenes. Su distribución y cuantía es indicadora de variadas patologías 
con imágenes altamente diagnósticas. (8) 
La imagen precisa, negra, del gas, es fácil de diferenciar del gris de los 
estratos más densos y podemos reconocer pequeñas cantidades. Si la imagen 
aérea se sitúa fuera del lumen intestinal, debe investigarse siempre ya que 
habitualmente es indicadora de patologías relevantes, tales como perforación, 
abscesos, úlceras y fístulas. (8) 
 
El patrón gaseoso normal, observado en un examen simple no 
contrastado, está dado por el conjunto de vísceras huecas que van desde la 
faringe hasta el recto. (6) 
 
El gas del TD nos permite diferenciar sus segmentos. Si bien hay puntos 
fijos de referencia como el fondo gástrico, ángulo de Treitz, flexuras 
hepáticas y esplénicas del colon y el recto, hay evidentes variaciones en la 
distribución de los gases en individuos normales, que dependen de la edad, de 
la preparación, del estado ambulatorio y de otros factores desconocidos. 
Normalmente no se encuentran gases o fluidos en el esófago, mientras que en 
el estómago siempre hay alguna cantidad de gas. La total ausencia de gas en 
el estómago debe sugerir obstrucción del esófago. Es habitual observar gas en 
el bulbo duodenal, y en pequeñas cantidades, distribuidas irregularmente en 
el intestino delgado. No obstante, en individuos adultos no es corriente 
visualizar un asa completa. La total ausencia de gas en el intestino no es 
normal, especialmente en personas jóvenes y este trastorno permite 
sospechar una alteración electrolítica. En el trayecto del colon, hay siempre 
1. Línea del borde Postero-
Inferior Derecho del Hígado. 
2. Líneas properitoneales 
(líneas del flanco). 
3. Líneas Músculos de la Pelvis 
Menor (niños) 
4. Línea Vesical. 
5. Línea Esplénica (polo inferior 
del Bazo). 
6. Línea Renal (grasa 
perirrenal). 
7. Líneas del Psoas (grasa 
retroperitoneal). 
 
áreas que contienen gas en pequeñas localizaciones, y algunas veces puede 
visualizarse un largo segmento del colon. También se encuentran cantidades 
irregulares de gases en el recto y en el sigma. (8) 
 
Estando llenas o vacías, la forma de las diversas porciones del conducto 
GI es suficientemente constante como para ser totalmente característica. 
Aparte de su configuración exterior, cada porción del conducto GI tiene una 
configuración interior o superficie mucosa distinta. En el estómago colapsado 
los pliegues son prominentes en el cuerpo y se extienden en forma 
longitudinal casi hasta el píloro. Los pliegues que siguen la curvatura gástrica 
mayor son gruesos y circulan en dirección transversa dando un aspecto 
festoneado al contorno interno. Con la distensión los pliegues se separan unos 
de otros, ensanchándose y distendiéndose antes de desaparecer. (8) 
 
En el bulbo duodenal no existen válvulas conniventes y cuando el bulbo 
se llena de gas su superficie mucosa es completamente lisa. Esto contrasta 
con el resto del duodeno, donde numerosos pliegues transversos o tortuosos 
persisten durante las fases fisiológicas de llenado. (8) 
 
En el intestino delgado, las válvulas conniventes no son evidentes como 
estructuras muy discretas hasta que se produce distensión. La configuración 
característica del yeyuno y del íleon proximal es la de numerosos pliegues 
tortuosos. Los pliegues son menso prominentes en el íleon distal, donde una 
distensión moderada puede ya producir una superficie interior lisa con 
relativamente pocos pliegues transversos. (8) 
 
En el colon colapsado, las haustras están muy poco destacadas, y la 
superficie mucosa tiene unos pliegues muy finos. Con la distensión aparecen 
las típicas haustras septales. Cada septo es completamente liso y 
perfectamente delimitado. Estos septos son de naturaleza parcialmente 
funcional y pueden desaparecer o ser reemplazados por otros. Las haustras 
del colon derecho y el transverso están prácticamente siempre presentes y 
pueden ser mínimas en el colon izquierdo y el sigma. El aspecto interno del 
recto es completamente liso, sin haustras ni septos. Es típica la forma 
globular de la ampolla rectal en casos de gran distensión. (8) 
 
 
CONTORNO DE LOS ÓRGANOS: 
Una gran cantidad de grasa se encuentra en el interior del abdomen, 
fundamentalmente en la región de los epiplones mayor y menor, alrededor del 
intestino delgado, del colon y del bazo y, además, en las áreas peritoneal,retroperitoneal e intrapélvica. Esta ofrece una densidad propia que permite 
delimitar los órganos intraperitoneales, retroperitoneales y pelvianos como el 
hígado, los riñones, la vejiga el útero y otros órganos. (6) 
 Cuando la vejiga está llena, se proyecta como una imagen radiopaca 
y redondeada en el hueco pelviano. 
 Cuando la ampolla rectal está llena de gas, a veces se proyecta 
sobre la vejiga como una imagen radiolúcida, que puede confundirse 
con un tumor. 
 En condiciones normales, la próstata no se ve en Rx simple de 
abdomen. 
 El borde interno de los riñones sigue el contorno del borde externo 
de los músculos psoas. Con el fin de ubicar a los riñones en una Rx 
simple de abdomen, debemos buscar al nivel de la última costilla. (1) 
 
ESTRUCTURAS CÁLCICAS Y DE PARTES BLANDAS 
Compuesta por los huesos, músculos y el resto de las partes blandas 
que se sitúan en esa región anatómica. (6) 
Una gran cantidad de grasa se encuentra en el interior del abdomen, 
fundamentalmente en la región de los epiplones mayor y menor, alrededor del 
intestino delgado, del colon y del bazo y, además, en las áreas peritoneal, 
retroperitoneal e intrapélvica. Esta ofrece una densidad propia que permite 
delimitar los órganos intraperitoneales, retroperitoneales y pelvianos como el 
hígado, los riñones, la vejiga el útero y otros órganos. (6) 
Cuando la vejiga está llena, se proyecta como una imagen radiopaca y 
redondeada en el hueco pelviano. 
Cuando la ampolla rectal está llena de gas, a veces se proyecta sobre la 
vejiga como una imagen radiolúcida, que puede confundirse con un tumor. 
En condiciones normales, la próstata no se ve en Rx simple de 
abdomen. 
El borde interno de los riñones sigue el contorno del borde externo de 
los músculos psoas. Con el fin de ubicar a los riñones en una Rx simple de 
abdomen, debemos buscar al nivel de la última costilla. 
En circunstancias normales no debe esperarse observar niveles líquidos 
en ninguna zona del conducto GI. Con el paciente de pie es característico 
poder localizar un nivel líquido a poca distancia debajo del cardias, en 
topografía del estómago. 
 
 
 
 
Fig. 11: Rx de abdomen normal en decúbito supino: Densidades normales 
 
 
SEMIOLOGÍA RADIOLÓGICA 
 
La imagen precisa, negra, del gas, es fácil de diferenciar del gris de los 
estratos más densos y podemos reconocer pequeñas cantidades. Si la imagen 
aérea se sitúa fuera del lumen intestinal, debe investigarse siempre ya que 
habitualmente es indicadora de patologías relevantes, tales como perforación, 
abscesos, úlceras y fístulas. 
 
El diagnóstico de anormalidades del conducto gastrointestinal en las 
radiografías simples o directas del abdomen requiere un conocimiento 
 
 
1. Costillas 11. 
2. Cuerpo vertebral (T12). 
3. Aire en cámara gástrica. 
4. Gas en el colon (ángulo 
esplénico). 
5. Gas en el colon transverso. 
6. Gas en el colon sigmoide. 
7. Hueso sacro. 
8. Articulación sacroiliaca. 
9. Cabeza femoral. 
10. Moteado cecal 
11. Cresta iliaca 
12. Gas en el colon (ángulo 
hepático). 
13. Línea del Psoas. 
 
 
 
detallado de la localización normal, configuración y calibre de las diversas 
estructuras gastrointestinales. 
 
Ante una radiografía simple de abdomen, debemos evaluar: 
1. Alteraciones del patrón aéreo: 
o Aire intraluminal (luminograma): 
 Íleo mecánico u obstructivo. 
 Íleo paralítico o no obstructivo. 
o Luminograma patológico: Aire extraluminal 
 Abscesos. 
 Gas libre. 
 Presencia de gas en localizaciones anómalas 
(porta). 
2. Líquido libre intraperitoneal. 
3. Masas abdominales. 
4. Calcificaciones. 
 
 
1. ALTERACIONES DEL PATRÓN AÉREO 
 
1.1 ÍLEO MECÁNICO: 
La obstrucción intestinal mecánica se define como la interferencia en 
el transporte intestinal debido a un bloqueo de la luz por distintos obstáculos. 
La dificultad del transporte intestinal sin interrupción de la luz recibe el 
nombre de dilatación paralítica o refleja. Ambos procesos también se 
denominan íleo mecánico y adinámico o paralítico, respectivamente. 
En la obstrucción intestinal se produce una acumulación de líquido y 
electrolitos por encima del segmento intestinal ocluido, la mucosa intestinal 
reduce la absorción de líquidos y, además, aumenta la secreción hacia la luz 
intestinal. Esto, junto con el aire ingerido, contribuye a la distensión 
abdominal. 
Los signos radiológicos de una obstrucción intestinal simple son: 
 Asas distendidas proximales por retención de líquido y gas. 
 Niveles hidroaéreos. 
 Reducción o ausencia de gas y materia fecal en colon. 
 
 
http://www.monografias.com/trabajos10/gase/gase.shtml
http://www.monografias.com/trabajos36/signos-simbolos/signos-simbolos.shtml
http://www.monografias.com/trabajos10/lamateri/lamateri.shtml
 
Fig. 12: Niveles hidroaéreos en radiografías de abdomen, en decúbito lateral 
(izquierda) y en bipedestación (derecha). La topografía de las asas distendidas, su 
configuración interna y su calibre pueden orientar al sitio de la obstrucción. 
 
 
La radiografía simple de abdomen en decúbito supino permite estudiar 
correctamente las características y la existencia de aumentos de la densidad 
o de gas extraluminal. En bipedestación se puede demostrar la existencia de 
niveles hidroaéreos, un dato especialmente útil en aquellos casos en que al 
estar las asas dilatadas totalmente rellenas de líquido se visualiza un abdomen 
sin gas. 
 
En la valoración del patrón aéreo intestinal se debe hacer hincapié en 
la identificación del segmento intestinal que contiene gas. 
1. El calibre del segmento 
2. La evaluación de la mucosa dibujada por la columna aérea. 
 
En el adulto, las asas de yeyuno, íleon y colon tienen características 
anatómicas que las diferencian. El yeyuno dilatado presenta un patrón 
paralelo de sus válvulas conniventes en forma de muelle; en el colon de 
pueden reconocer las haustras que no llegan a juntarse en la línea media y el 
íleon tiene un patrón intermedio entre ambos, con pliegues paralelos, más 
separados que los del yeyuno, y muescas externas que recuerdan a las del 
colon. 
Las haustras del colon tienden a ser más anchas, de aproximadamente 
2-3 cm, y se ven con intervalos de 1cm. Las válvulas conniventes o plicas 
circulares del intestino delgado miden de 1 a 2mm de ancho y aparecen con 
intervalos de 1mm. Sin embargo, a veces es difícil diferenciar entre ID y colon 
y se requiere un estudio con contraste. 
 
 
 
YEYUNO 
 
 
 
 
ILEON 
 
 
 
 
COLON 
Fig. 13: La configuración interna de las asas intestinales orienta al nivel de la 
obstrucción. 
 
Cuando se produce una obstrucción intestinal simple, la acumulación 
del aire ingerido y las secreciones intestinales originan una dilatación 
proximal mayor de 3 cm del intestino delgado. El contenido distal a la 
obstrucción se elimina por la peristalsis en 12-24 hs, por lo que no se verá gas 
en el colon distal en obstrucciones completas con cierto tiempo de evolución. 
Esto no ocurre en las obstrucciones incompletas en las que existe cierto paso 
de gas y líquido a los segmentos intestinales dístales. 
 
Las asas intestinales proximales a la estenosis tienen forma de aro o de 
U invertida, en la Rx de pie o en decúbito lateral izquierdo. Los niveles 
líquidos se desarrollan uno en cada extremo del asa, y si los niveles están a 
diferentes alturas en la misma asa, es casi seguro que se trata de una 
obstrucción mecánica. (8) 
La estenosis está siempre más distal al asa dilatada más baja. El asa 
preestenótica o centinela es con frecuencia más alta y distendida que las 
otras. Debe intentarse localizar en nivel líquido más bajo; la estenosis estará 
siempre más baja. (8) 
El número de espirales es importante; en general, si hay muchas asas 
afectas sugiere una obstrucción baja. Cuando el enfermo está en decúbito 
supino puede producirse el aspecto llamado de escalera. (8) 
 
La estrangulación constituye una forma especial de obstrucción 
intestinal caracterizada por la existencia de un compromiso vasculardel asa 
afectada. Es muy difícil realizar un diagnóstico diferencial radiológico entre la 
estrangulación y la obstrucción simple, y éste se basa en signos muy 
inespecíficos, como la ausencia de válvulas conniventes en la estrangulación. 
 
Otro tipo especial de íleo mecánico es el íleo biliar, generado por el 
paso de un cálculo a la luz intestinal, generalmente por una fístula 
bilioentérica a nivel duodenal. El cálculo suele enclavarse y producir 
obstrucción intestinal a nivel del yeyuno o íleon. Este tipo de obstrucción se 
caracteriza por el hallazgo radiológico de aerobilia (presencia de aire en vía 
biliar) y la visualización del cálculo enclavado en la luz intestinal. 
 
http://www.monografias.com/trabajos11/valvus/valvus.shtml
http://www.monografias.com/trabajos7/caes/caes.shtml
http://www.monografias.com/trabajos5/natlu/natlu.shtml
 
 
Fig. 14: signos de Obstrucción del ID (izquierda) y del colon (derecha) 
 
A nivel del colon la obstrucción intestinal suele deberse a carcinomas, 
diverticulitis o vólvulos, predominando en el lado izquierdo. La semiología 
radiológica de la obstrucción colónica depende de la competencia o no de la 
válvula ileocecal: 
 Válvula competente: Dilatación de todo el colon en especial del 
ciego con ausencia de gas a nivel del intestino delgado. 
 Válvula incompetente: Distensión del colon e intestino delgado con 
escasa dilatación cecal. 
 
El vólvulo consiste en la rotación de un órgano sobre un pedículo en 
grado suficiente como para producir síntomas. Cuando la torsión es mayor de 
360° la resolución del proceso es muy poco probable y se produce un 
compromiso vascular grave que causa necrosis y perforación del intestino, e 
incluso la muerte del paciente. El vólvulo de sigmoides es el más frecuente de 
los del colon (90%); sin embargo únicamente representa el 0,8-3,4 % de las 
obstrucciones intestinales. Los hallazgos en la Rx simple de abdomen suelen 
ser diagnósticos en el 75% de los casos. Característicamente se ve un sigma 
muy dilatado con una configuración en U invertida y ausencia de la 
haustración normal. El asa dilatada se extiende generalmente al abdomen 
superior, localizándose en la línea media o el hipocondrio derecho o 
izquierdo. Se trata de una obstrucción en asa cerrada, con una considerable 
cantidad de gas en el colon proximal e incluso en el ID y ausencia del mismo 
del recto. La unión de las paredes de las asas del sigma determina la 
visualización de una línea blanca densa que termina en el punto de la 
obstrucción en la pelvis menor. Un enema de bario, a baja presión y sin inflar 
un balón en el recto puede mostrar una estenosis o afilamiento de bordes lisos 
con una terminación “en pico”, típica del punto de giro del sigmoides. (7) 
 
http://www.monografias.com/trabajos7/compro/compro.shtml
 
 
Fig. 15: Vólvulo de Sigma: la Rx de abdomen simple a la izquierda muestra la 
imagen típica del grano de café. A la derecha, enema de bario que evidencia el pie 
del vólvulo con la imagen característica en pico de ave. 
 
El vólvulo de ciego, menos frecuente que el de sigmoides, se desarrolla 
como consecuencia de una torsión y rotación del colon derecho sobre su eje, 
de tal forma que el ciego queda localizado en el mesogastrio en el cuadrante 
superior izquierdo. (7) 
 
La invaginación se define como el escape de un segmento del tubo 
digestivo en otro adyacente. Es la segunda causa más frecuente de dolor 
abdominal agudo en niños tras la apendicitis y constituye el 80-90% de las 
obstrucciones intestinales en niños; puede ocurrir en cualquier parte del 
intestino, aunque el lugar de máxima frecuencia es la región ileocecal. En los 
adultos es una entidad relativamente rara, en el 80% de los casos existe una 
etiología concreta; el carcinoma de colon en la invaginaciones ileocólicas y las 
tumoraciones benignas en el ID. (7) 
 
En las invaginaciones ileocólicas a veces se visualiza en la Rx simple de 
abdomen el “signo de la medialuna”, prácticamente patognomónico, que 
consiste en una semiluna de gas intraluminal que queda atrapado entre las 
dos superficies intestinales, y que suele rodear a una masa de partes blandas 
que representa el segmento proximal prolapsado. (7) 
 
 
 
Fig. 16: Invaginación: la figura de la izquierda muestra un esquema de la 
invaginación o intususcepción del ID. A la derecha enema de bario en un paciente 
pediátrico que evidencia la “cabeza” de la invaginación en el colon distal, señalizada 
mediante flecha. 
 
En los estudios con bario, el segmento proximal aparece como una 
estructura tubular estenosada con los pliegues retorcidos. Cuando el bario 
refluye retrógradamente hacia la luz del segmento distal se produce el “signo 
del muelle” o “del espiral” que representa la mucosa con los pliegues 
engrosados y edematosos por la obstrucción venosa y linfática en el segmento 
distal. (7) 
 
En la Rx de abdomen en decúbito dorsal, las diferencias entre una asa 
intestinal dilatada y una colónica dilatada son las siguientes: 
 Las asas colónicas se encuentran en la periferia abdominal mientras 
que las asas intestinales en el centro. 
 Las asas intestinales se las observa paralelas mientras que las 
colónicas a manera de arco periférico. 
 Las asas intestinales dilatadas tienen un borde más circunscrito (en 
diente de sierra) en cambio las asas colónicas tienen un contorno 
más amplio con formaciones redondeadas radiolúcidas que 
corresponden a las haustras. 
 Las válvulas conniventes en las asas intestinales se las ve pasando 
de un borde a otro, mientras que las válvulas conniventes de las 
asas colónicas no lo hacen. 
 En una Rx de pie las asas intestinales tienden a caer y la parte baja 
del abdomen se hace más radiopaca, apreciándose un ligero nivel 
hidroaéreo. También el aire que se encuentra en el estómago 
(cámara gástrica) se acerca más a la columna vertebral, mientras 
que el ángulo esplénico del colon se hace más periférico. 
 Edema interasas en el caso del intestino delgado. (1) 
 
 
 
Indicación de los estudios contrastados: 
 
Cuando se sospecha una obstrucción mecánica de intestino delgado, la 
realización de estudios con ingesta de contraste baritado ayuda a confirmar el 
diagnóstico y localizar exactamente el punto de la obstrucción y su posible 
causa. Ante la sospecha de obstrucción baja de ID se puede realizar una 
enema de bario, con el fin de sobrepasar la válvula ileocecal e identificar el 
punto de la obstrucción. 
 
Cuando se sospecha la obstrucción del colon o ante la duda de si existe 
un íleo paralítico o adinámico, el estudio indicado es el enema baritado, ya 
sea para realizar el diagnóstico diferencial o para determinar la localización y 
la causa de la obstrucción. No obstante, su uso está contraindicado cuando 
existen signos de perforación, peritonitis o estrangulación. En estos casos se 
emplea contraste hidrosoluble. 
 
La desventaja del sulfato de bario frente a los contrastes yodados 
hidrosolubles es la lenta propulsión en los estados hipodinámicos del ID. Sin 
embargo, los contrastes hidrosolubles ofrecen una escasa calidad de imagen 
por la propia dilución y, porque al ser hipertónicos e irritantes de la mucosa, 
atraen líquido de los tejidos a la luz intestinal, pudiendo además agravar la 
hipovolemia y conducir al shock y a la muerte. 
 
La enteroclisis también llamada enema del ID consiste básicamente en 
la introducción del bario a través de una sonda nasogástrica con el extremo 
distal en el duodeno. Esta prueba tiene gran valor predictivo negativo y 
debería ser el primer método de imagen en la exploración del ID. Está 
contraindicada: 
1. En pacientes con obstrucción aguda completa 
2. En pacientes con presunta obstrucción incarcerada con estrangulación 
3. En pacientes con sospecha de perforación 
 
 
 
Fig. 17: Enteroclisis. Imagen normal del ID. 
 
 
1.2 ÍLEO PARALÍTICO: 
Proceso obstructivo intestinal caracterizado por la ausencia de 
obstrucción mecánica a pesar de lo cual el contenido intestinalno progresa 
distalmente por una alteración de la actividad motora. 
 
Radiológicamente se caracteriza por la presencia de una gran cantidad 
de gas y líquido tanto a nivel del intestino delgado como del colon, con asas 
uniformemente dilatadas, siendo muy característica en este tipo de íleo la 
presencia de dilatación gástrica. 
 
Una forma especial de este íleo es la forma localizada caracterizada 
por la presencia de la denominada asa centinela, que consiste en una 
dilatación de un asa condicionada por un proceso inflamatorio de vecindad. A 
nivel del colon origina el denominado megacolon no obstructivo consistente 
en una distensión de colon derecho y transverso (en especial ciego) con poco 
aire a nivel de rectosigma. Generalmente este tipo requiere la realización de 
un enema opaco para su diferenciación de la obstrucción colónica. 
 
 
 
 
 
 
 
http://www.monografias.com/trabajos12/moviunid/moviunid.shtml
http://www.monografias.com/trabajos14/administ-procesos/administ-procesos.shtml#PROCE
 
1.3 LUMINOGRAMA PATOLÓGICO: 
 
 
 
En las radiografías abdominales es frecuente encontrar en lugar del 
patrón normal del tubo digestivo relleno de aire, alteraciones en la forma del 
luminograma que sugieren la presencia de úlceras, estenosis, tumores 
intraluminales, etc. 
 
1.4 NEUMOPERITONEO 
Las causas de aire libre intraluminal (neumoperitoneo) son muy 
numerosas, siendo, con mucho, las más frecuentes, la iatrogénica y la 
perforación de víscera hueca. La radiografía AP de tórax en bipedestación y el 
decúbito lateral izquierdo de abdomen con rayo horizontal han sido 
consideradas las proyecciones habituales para el diagnóstico de 
neumoperitoneo. Estudios recientes señalan que la proyección lateral de tórax 
en bipedestación es más sensible que la posteroanterior para la detección del 
neumoperitoneo. En la radiografía PA de tórax, el aire libre intraabdominal 
aparece como una colección lineal o semilunar de aire subdiafragmático 
derecho. 
 
 
 
Fig. 19: Neumoperitoneo: a la izquierda una Rx de tórax AP con el paciente de pie que 
muestra las áreas radiolúcidas subdiafragmáticas en forma de semilunar. A la derecha, la Rx 
de tórax de perfil en bipedestación. 
 
 
 
Fig. 18: Aire extraluminal 
 1: neumoperitoneo 
 Abscesos (4: apéndice; 3: 
subhepático/subfrénico) 
 Gas libre. 
 Presencia de gas en 
localizaciones anómalas (2: 
aerobilia; 6: pared intestinal 
por isquemia). 
 
 
 
El decúbito lateral izquierdo con rayo horizontal puede ser útil en el 
paciente que no puede mantenerse de pie. El aire libre intraperitoneal se 
dispone entre el borde lateral del hígado y la pared abdominal. 
 
 
 
Fig. 20: Neumoperitoneo: Rx de abdomen en decúbito supino. Signo de la doble 
pared de Riegler señalizado con “ +” 
 
El diagnóstico de neumoperitoneo en la radiografía de abdomen 
practicada en decúbito supino es algo más difícil. El hallazgo más 
demostrativo y frecuente consiste en la aparición de una acumulación 
anómala de aire en el hipocondrio derecho, generalmente a nivel del borde 
inferior hepático y con morfología triangular o lineal. 
 
El signo de la doble pared o signo de Rigler simboliza la presencia, 
normalmente en grandes cantidades de aire a ambos lados de la pared 
intestinal (intra y extraluminal) que permite su visualización. 
 
En niños el neumoperitoneo se manifiesta por una radiotransparencia 
generalizada en todo el abdomen, dato conocido como "signo de la pelota de 
rugby". 
 
Con relativa frecuencia algunos procesos pueden originar imágenes 
similares a las descriptas en ausencia de neumoperitoneo. Un ejemplo es el S. 
de Chilaiditi, como variante de la rotación del intestino, el ángulo hepático 
del colon se insinúa entre el hígado y el diafragma, simulando la presencia de 
un absceso subfrénico. Sin embargo, el hallazgo en un paciente asintomático y 
las características haustras establecen el diagnóstico diferencial. Otras causas 
de pseudoneumoperitoneo son: disposición anómala del aire intraluminal, ya 
http://www.monografias.com/trabajos16/espacio-tiempo/espacio-tiempo.shtml
sea por dilatación de asas o por la presencia de divertículos, los abscesos, el 
retroneumoperitoneo, algunas lesiones torácicas como las atelectasias basales 
paralelas al diafragma. 
 
 
 
Fig. 21: Síndrome de Chilaiditi: en una Rx de tórax PA en bipedestación la 
radiotransparencia debajo del hemidiafragma derecho muestra la imagen características de 
las haustras colónicas en un paciente asintomático. 
 
 
1.5 ABSCESOS 
El gas extraluminal puede estar situado en el interior de una colección 
purulenta. La mayoría de los abscesos son el resultado del paso de 
microorganismos a través de la pared intestinal. Las causas más frecuentes 
son las fugas anastomóticas (abscesos postquirúrgicos), procesos inflamatorios 
intestinales (enfermedad de Crohn, diverticulitis, apendicitis, etc.), 
perforaciones y neoplasias (carcinoma de colon). Las formas espontáneas son 
raras (peritonitis neumocócica) son raras. 
 
La visualización de burbujas de gas fuera de la localización normal del 
gas intraluminal debe sugerir la presencia de un absceso. Aunque la 
radiografía simple puede detectar colecciones purulentas con gas hasta en un 
70-80% de los casos, la TC es, en muchas ocasiones, indispensable para 
determinar su tamaño, afectación de estructuras adyacentes, 
multicentricidad y causa de las mismas. El gas puede disponerse en forma de 
múltiples burbujas aéreas de pequeño tamaño en un área mal definida o bien 
como una colección aérea única de mayor tamaño. 
 
La ecografía suele mostrar la presencia de una colección de 
ecogenicidad y morfología variables, que puede contener tabiques, residuos o 
burbujas aéreas, a veces puede verse un nivel en su interior. La ecografía 
puede considerarse superior a la TC en l detección de abscesos subfrénicos y 
perihepáticos. 
 
 
1.6 GAS EN EL ÁRBOL VASCULAR: 
Lo más importante es determinar la presencia de gas dentro del 
sistema portal. En lactantes su causa fundamental es la enterocolitis 
necrotizante. En adultos puede responder a una oclusión de los vasos 
mesentéricos o a una obstrucción intestinal, pero el denominador común es la 
sepsis. 
 
 
1.7 AEROBILIA: 
Con el término aerobilia o neumobilia se define la presencia de aire en 
el interior de la vía biliar. La etiología frecuente es la iatrogénica, con 
formación de una fístula bilioentérica por manipulación quirúrgica o 
endoscópica. En ausencia de tales antecedentes, la detección de aerobilia 
obliga a considerar la existencia de una fístula biliodigestiva espontánea., en 
general, secundarias a la erosión producida por un cálculo biliar en el 
duodeno, e infrecuentemente en el colon. En el 80% de los casos los cálculos 
progresan por el tubo digestivo sin causar síntomas obstructivos. En el resto 
de los casos aparece un cuadro de íleo biliar. 
 
La aerobilia adopta un aspecto radiológico característico en la 
radiografía de abdomen y en la TC en forma de imágenes aéreas ramificadas 
intrahepáticas localizadas sobre todo en la zona del hilio, donde se sitúan los 
conductos biliares de mayor tamaño. En la ecografía se ven múltiples focos 
ecogénicos, más o menos lineales, en el interior de la vía biliar. Dichos focos 
normalmente presentan sombra acústica intermitente en cola de cometa y 
tienden a localizarse en la porción menos dependiente del hígado, que 
corresponde al lóbulo izquierdo del hígado, cuando el paciente está en 
decúbito supino. 
 
La colecistitis enfisematosa es una forma de colecistitis aguda 
caracterizada por la presencia de gas en la pared de la vesícula, en su luz, y 
en ocasiones, en la vía biliar. El gas intramural suele presentar una morfología 
semicircular o arqueada. 
 
 
1.8 NEUMATOSIS INTESTINAL: 
Consiste en la presencia de gas en la pared del intestino en forma de 
múltiples burbujas o trazos lineales paralelos a la luz intestinal. Puede 
asociarse a neumoperitoneo. 
Aparte de las formas primarias, en generalsu presencia debe hacernos 
sospechar enterocolitis necrotizante en lactantes y enfermedades vasculares 
intestinales en adultos. 
 
 
 
 
 
 
http://www.monografias.com/trabajos11/teosis/teosis.shtml
http://www.monografias.com/Salud/Enfermedades/
2. LÍQUIDO LIBRE INTRAPERITONEAL 
 
La presencia de líquido libre intraabdominal se asocia a una gran 
variedad de procesos infecciosos, inflamatorios y neoplásicos en el abdomen y 
en la pelvis. 
 
En función de las características del líquido libre y del mecanismo de 
producción, el líquido libre puede ser exudado, trasudado, sangre 
(hemoperitoneo), linfa (quiloperitoneo), bilis (coleperitoneo), orina, líquido 
pancreático o LCR (portadores de derivación ventrículo-peritoneal). 
 
La radiografía de abdomen es una técnica de escasa sensibilidad para la 
detección de pequeñas acumulaciones de líquido intraperitoneal. Puede verse 
un aumento difuso de la densidad abdominal o de la pelvis cuando la ascitis es 
abundante. 
 
 
 
La pelvis es la parte más dependiente de la cavidad peritoneal y 
representa un tercio de su volumen total. En la pelvis femenina el líquido se 
acumula en el fondo de saco de Douglas y en los recesos laterales a la vejiga, 
en el varón, en la fosa vesico-rectal y en los recesos pélvicos laterales. La 
apariencia radiológica del líquido intrapélvico está alterada por el grado de 
distensión de la vejiga. Con una vejiga llena, el líquido solo puede acumularse 
en los recesos laterales pélvicos, simulando las "orejas de perro" (la vejiga es 
la cabeza y el líquido en los recesos, las orejas). 
 
El líquido desplaza las asas intestinales (íleon y colon sigmoide) 
produciendo una densidad homogénea en la pelvis en contra del patrón 
normal de asas con materia fecal y gas. 
 
Fig. 22: Liquido en Cavidad Peritoneal 
 Opacificación de las Zonas de Declives. 
o Fondo de Saco de Douglas 
o Recesos Paravesicales (Orejas 
de Perro) 
 Canales Parietocólicos 
 Receso Hepatorrenal (bolsa de Morrison) 
 Espacio Subfrénicos 
o Derrame Intraperitoneal. 
Opacidad de límite superior 
borroso con liquido situado en 
el espacio paracólico derecho, 
que separa el ciego de la 
pared. Rechazan hacia dentro 
las asas intestinales. 
http://www.monografias.com/trabajos5/volfi/volfi.shtml
http://www.monografias.com/trabajos5/estat/estat.shtml
A nivel del flanco el líquido se introduce entre el colon ascendente y 
descendente y la grasa extraperitoneal, oscureciendo las haustras y 
desplazando el colon hacia adentro (una separación superior a 3 mm puede 
considerarse anormal). La línea peritoneal se oblitera. Con pequeñas 
cantidades de ascitis aumenta la densidad de la cavidad peritoneal cuya 
interfase con la banda del flanco produce una línea vertical transparente 
sobre la cresta ilíaca (signo de la cresta ilíaca). 
 
El líquido puede borrar el borde hepático normalmente visible gracias a 
la grasa properitoneal (signo del ángulo hepático) y producir un 
desplazamiento hacia la línea media del borde hepático derecho y el lóbulo 
derecho (signo de Hellmer). Imágenes similares pueden producirse a nivel del 
bazo. El signo de Hellmer también ha sido descrito en colecciones 
retroperitoneales. El borramiento del ángulo hepático posiblemente sea el 
signo más fiable de ascitis. 
 
Cuando el intestino se distiende con gas pero no hay líquido libre (niño 
normal, algunas obstrucciones intestinales del adulto), las asas intestinales se 
adosan entre sí, separadas por líneas estrechas y adoptando contornos 
angulosos. El exudado modifica este aspecto, hace que la luz intestinal tome 
una forma redondeada y las imágenes gaseosas de las asas quedan separadas 
por gruesos cordones (en cuya constitución interviene, además del líquido 
libre, el edema de la pared intestinal), rombos de bordes cóncavos y cuñas de 
base parietal cuyas puntas se introducen entre las asas o entre las 
abollonaduras del colon. Estos detalles se ven en la placa en decúbito dorsal. 
Los signos de abultamiento de los flancos y la flotación de las asas en la 
región central del abdomen ocurren con grandes cantidades de líquido. 
 
Signos de líquido libre intraperitoneal (resumen): 
 Ángulo hepático borrado. 
 Desplazamiento del borde lateral del hígado. 
 Signo de la banda del flanco. 
 Signo de la cresta iliaca. 
 Líquido pélvico. 
 Centralización de las asas intestinales. 
 Distancia aumentada entre las asas. 
 Borrosidad general del abdomen. 
 
 
3. MASAS INTRABDOMINALES: 
 
Cada masa abdominal requiere un enfoque individualizado y la 
valoración de la misma debe ir unida a la exploración física, datos de 
laboratorio e historia clínica del paciente. No obstante, como norma general, 
el estudio debe comenzar con radiografía simple de abdomen obtenida con el 
paciente en decúbito supino. Debido a su bajo coste y su gran accesibilidad, 
este método sigue siendo una de las técnicas más utilizadas hoy en día. 
 
Los signos directos en la Rx simple de la presencia de una masa 
abdominal son: 
http://www.monografias.com/trabajos3/color/color.shtml
http://www.monografias.com/trabajos12/consti/consti.shtml
 la visualización de la masa propiamente dicha 
 la alteración en el tamaño, el contorno o densidad de un órgano 
abdominal o pelviano, 
 
Mientras que los signos indirectos serían: 
 el desplazamiento de estructuras normales, 
 el borramiento de planos grasos y 
 la desaparición de interfaces entre el contorno de un órgano y la 
grasa adyacente. 
 
Tanto la ecografía como la TC son, en la actualidad los métodos 
principales de estudio de las masas abdominales. 
 
El teratoma ovárico es una masa cuyo diagnóstico puede establecerse 
fácilmente en una placa simple pues nos aparece como una imagen de 
densidad grasa con calcificaciones en su interior. 
 
 
 
Fig. 23: Teratoma de ovario: a la izquierda, en el programa excretor de esta 
paciente se visualiza voluminosa masa de partes blandas que ocupa la pelvis y el 
abdomen inferior, comprimiendo el techo vesical. Se visualizan claramente 
calcificaciones focales en su interior. A la derecha la TC de la misma paciente 
muestra la imagen característica del teratoma de ovario donde se combinan las 
densidades de partes blandas, grasa y calcificaciones focales. 
 
 
Hay que recordar que estructuras normales como el fundus gástrico o la 
vejiga llenos de líquido pueden simular masas. 
 
No siempre la palpación de una masa abdominal se corresponde con la 
presencia de un proceso ocupante. Las masas del cuadrante superior derecho 
se pueden originar de estructuras intraperitoneales, como hígado, vesícula 
biliar, ángulo hepático del colon y de estructuras retroperitoneales como la 
glándula suprarrenal derecha, el riñón derecho y el duodeno. La 
hepatomegalia es la causa más frecuente de masa palpable en el cuadrante 
superior derecho, que puede estar causada por enfermedad hepática difusa o 
focal. La causa más frecuente de masa en el cuadrante superior izquierdo es 
la esplenomegalia. Las lesiones renales constituyen el grupo mayor de 
tumores retroperitoneales que se presentan como masas abdominales. Las 
lesiones suprarrenales son una causa menos frecuente de masa palpable en los 
cuadrantes superiores derecho o izquierdo. 
 
 
Fig. 25: Masa calcificada en hipogastrio: la imagen a la izquierda muestra la Rx simple de 
abdomen de una paciente de sexo femenino, de 45 años de edad. Se visualiza una masa en la 
cavidad pelviana con extensa calcificación. En el programa excretor de observó la situación 
supravesical de la formación, que comprime el techo de la vejiga y desplaza lateralmente el 
sector distal de ambos uréteres, correspondiente a un mioma uterino calcificado. 
 
4. CALCIFICACIONES: 
Son hallazgos muy frecuentes que la mayoría de las veces carecen de 
significación clínica, aunque en ocasiones pueden presentar importancia 
patológica, sobre todo si aparecen en órganos intrabdominales (hígado, bazo y 
páncreas). Generalmente suelen corresponder a granulomas

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