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LA RELIGIÓN DEL ANTIGUO EGIPTO 1.- CONCEPTO DE LA DIVINIDAD. - La antigua religión egipcia siempre tuvo un carácter politeísta. El hombre politeísta experimenta diversas hierofanías en los acontecimientos cósmicos, sin conjuntar estas experiencias religiosas en forma de unidad. El Sol, la vegetación y los animales. - El dios Sol es conocido bajo distintos nombres. El más común es Ra (el dios con cabeza de halcón). La diosa Ma-at, su hija, es el orden cósmico. En Heliópolis, el Sol recibía el nombre de Atum y es concebido como “creador”. En Tebas se le llamaba Amón-Ra. - El mito de Osiris y las creencias de ultratumba. Los dioses: Set, el malvado. Osiris, juez de los muertos, asesinado y devuelto a la vida por los cuidados de Isis, su amante esposa. El hijo fiel, Horus, su heredero. Tot, abogado ante los dioses. Anubis, el embalsamador. - El dios Pta es el señor de Menfis. En su mito de la creación se afirma que todo llegó a la existencia por su palabra. Pta actúa en el cosmos y en la cultura como un logos inmanente. Así el orden natural y el orden ético tienen en él su fundamento. Sekmet, su esposa, (la diosa con cabeza de león), es una diosa guerrera, con poderes mágicos, que utilizan sus sacerdotes para curar. - La diosa Hator, la diosa madre, se representa en figura de vaca, el animal materno por excelencia. Simboliza la procreación, protege el amor y la alegría, y es la diosa del destino. 2.- LA RELIGIOSIDAD. - El templo, fastuoso, es la casa de la divinidad. Sólo entraban en él el faraón y los sacerdotes. En el santuario se alzaba la imagen de la divinidad, en las tinieblas, símbolo del mysterium tremendum. - El faraón era considerado hijo de Ra. Era el lugarteniente de la divinidad sobre la tierra, el eslabón entre los dioses y los hombres. Aseguraba la benevolencia divina y ejercía como sumo sacerdote. La reina madre tiene carácter sagrado, por ser el vínculo con lo divino. - En el culto ordinario, el faraón era sustituido por los sacerdotes. Se agrupaban en colegios. Eran hombres prudentes que poseían grandes conocimientos sagrados y profanos. - Objetos sagrados: las imágenes de los dioses, muchas de ellas con cabeza de animal; las barcas sagradas de Osiris y de Amón; las pirámides y obeliscos, imágenes de la colina de la creación por el dios Sol y símbolo de la resurrección; la esfinge, león representativo de la vida triunfante, etc. - En Egipto había festividades de los dioses, festividades del rey y festividades de los muertos. Eran famosas las fiestas en honor de Amón-Ra, llevado en su barca por el Nilo desde Karnak a Luxor. Eran también importantes los ritos funerarios. Determinados actos de culto poseían para los egipcios una eficacia mágica (mito y rito sagrado). 3.- ÉTICA Y DESTINO DEL HOMBRE. - El hombre egipcio se tomaba muy en serio los ideales de justicia, amor, sinceridad, dominio de sí, etc. Su código ético lo conocemos por las preguntas a las que se somete al difunto en el juicio de Osiris después de la muerte. Conformidad de la vida con Ma-at, el orden cósmico. - En el “Libro de los Muertos” el corazón del hombre aparece como representativo del valor ético religioso del hombre. El juicio de los muertos por Osiris. Anubis presenta al difunto. El peso del corazón. La pluma, símbolo de Ma-at. Tot consigna el resultado. - El egipcio no tenía un concepto de alma invisible. Se creía que el difunto seguía existiendo en el más allá en una especie de condición física. De ahí que se embalsamara cuidadosamente el cuerpo, a fin de garantizarle una existencia permanente. - Durante el Imperio Antiguo sólo el faraón o sus cortesanos podían aspirar a una vida más allá de la muerte. De los escritos del “Libro de los muertos” se deduce que durante el Imperio Nuevo todo el mundo podía aspirar a este privilegio. - La creencia en que los difuntos reviven está primariamente asociada al resucitar diario del Sol por Oriente. El difunto aspiraba a acompañar a Ra en su barca solar. También influyó mucho el mito de Osiris. El egipcio creía tener una naturaleza emparentada con los dioses, que le podía proporcionar la inmortalidad. - La vida después de la muerte se representaba de diversas maneras, muchas veces excluyentes entre sí: el difunto sigue viviendo en la tumba, o en el mundo inferior lleno de peligros, en los “campos de Jaru y Hetep”, o bien en el cielo nocturno estrellado.
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