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En el 2011, la empresa Quechua Benefit fundó Casa Chapi. Este es un proyecto, su objetivo fue prevenir el bajo rendimiento en niños, niñas y adolescentes de la provincia de Chivay a través del desarrollo de programas educativos, como la lectura y escritura (Quechua Benefit, 2017). Aun así, aparece la siguiente interrogante: ¿este proyecto es un beneficio colectivo para nuestro país? En las siguientes líneas, sustentaré mi postura ante la pregunta planteada. 
Sí, el proyecto Casa Chapi es relevante socialmente, porque promueve la inclusión social al contribuir con el desarrollo educativo de la provincia de Chivay. Gracias a su ejecución, niños, niñas y jóvenes tienen la oportunidad de acceder a una educación básica regular. Esto se ve reflejado en que, la cantidad de ingresantes pasó de 40 a 75 alumnos de primaria (Quechua Benefit, 2018). Asimismo, el proyecto asegura que una mayor cantidad de niños gocen de una educación de calidad y culminen sus estudios; ya que, el 80% de los niños, niñas y estudiantes de Casa Chapi superaron los estándares de lectura del mundo (Quechua Benefit, 2016). Por otro lado, tenemos a Isaac, Ronald, Wilfredo y otros estudiantes de Casa Chapi que se graduaron de la escuela secundaria y comenzaron a estudiar en el Instituto Técnico SENATI (Stanley, 2021). En ese sentido, Quechua Benefit cree que una educación de calidad es la base a partir de la cual combate el ciclo de la pobreza; es decir, si evitamos el bajo rendimiento en niños, niñas y adolescentes de la provincia de Chivay podríamos reducir la tasa de pobreza. Además, esto ayudaría a que la economía local sea más estable y financieramente sostenible (Quechua Benefit, 2016). Por todo ello, la implementación del proyecto Casa Chapi, al contribuir con el desarrollo educativo, mejora la economía de la provincia de Chivay. 
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