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Estrategias_de_operativa_bursatil_Josef_Ajram_

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SINOPSIS
En 1999, Josef Ajram empezó a operar en bolsa
donde desarrolló su propio estilo y filosofía,
además de un método de operativa bursátil —el
Método Ajram— donde 9 operaciones son las
que aportan su operativa habitual destacando
tres sobre ellas: las medias móviles, los gaps y
el scalping de gran caída y gran subida.
En estas páginas encontrarás todas las
claves de este método con el que podrás
diversificar tu ahorro, obtener unos ingresos
extra o incluso convertirte en un profesional del
trading, dependiendo de tus disponibilidades
horarias y tus inquietudes personales. Un libro
eminentemente práctico en el que, a partir del
análisis de gráficos y de ejemplos reales,
podrás identificar patrones gráficos y
estadísticos que se repiten con el tiempo en
diferentes empresas y aprovecharlos para sacar
un beneficio.
Sin embargo, esta base técnica sería
imposible aplicarla sin el control mental
necesario y, por eso, Estrategias de operativa
bursátil cuenta también con la colaboración del
coach Salva Fernández; con sus consejos
descubrirás la parte emocional de operar en
bolsa y aprenderás a evitar que la emoción se
convierta en tu gran saboteadora.
Estrategias
de operativa bursátil
Claves, consejos y casos reales para obtener la
máxima rentabilidad con los menores recursos y
en el menor tiempo posible
JOSEF AJRAM
Primera parte
LA BASE TÉCNICA DEL TRADING
por Josef Ajram
Introducción
Mi objetivo principal al escribir este libro es que,
después de leerlo, seas capaz de operar bajo el
Método Ajram. «¿Y qué es el Método Ajram?»,
te preguntarás. Es un método de operativa
bursátil gracias al cual vas a poder diversificar tu
ahorro, obtener unos ingresos extra o incluso
convertirte en un profesional del trading; todo
dependiendo de cuál sea tu disponibilidad
horaria y, sobre todo, tus inquietudes
personales.
En mi camino a ese objetivo no estoy solo,
cuento también con la ayuda de Salva
Fernández, quien se encargará de enseñarte la
parte emocional de operar en bolsa. Salva se
formó a conciencia en una de las mejores
escuelas de coaching del mundo y cuenta con
una larga trayectoria acompañando a personas
relacionadas con el mundo de las inversiones
bursátiles. Así que, como verás, voy a estar muy
bien acompañado.
Una de las cosas más importantes que quiero
que aprendas a lo largo de estos capítulos es que
la bolsa no es un casino, y que, por tanto, no
tiene nada de azaroso; todo ocurre siempre por
un motivo.
Para que este libro cumpla con el objetivo
para el que fue creado y tú te quedes satisfecho
es muy importante que cumplas con dos
requisitos indispensables.
El primer requisito es que nos hagas caso a
Salva y a mí en absolutamente todo lo que te
vamos contando; es fundamental que respetes
cada porcentaje y que no intentes hacer por tu
cuenta algo que no sabes, pues lo único que
conseguirás con ello será perder dinero. Y sí,
estoy seguro de ello al cien por cien. En la bolsa
española se negocian 3.000 millones de euros al
día, mientras que en la bolsa estadounidense se
negocian cada día unos 300.000 millones de
dólares. Como ves, es mucho dinero, así que, por
precaución, te pido que al principio solo copies
lo que te enseñamos.
Por tanto, el primer punto es muy fácil de
recordar: haznos caso.
El segundo punto, y fundamental, es la
aplicación del stop loss. Es imprescindible que
la única obsesión que tengas en la cabeza sea
«¿cuánto voy a perder si la operación sale
mal?». Es lo único que te ha de preocupar cada
vez que haces una operación bursátil.
Por supuesto, en este libro voy a enseñarte a
conseguir que las operaciones vayan bien, pero
también a lograr que salgan incluso mejor,
siempre que el mercado te ofrezca la posibilidad.
Sin embargo, es importante que entiendas que
ninguna estrategia bursátil tendrá éxito si tu
primera pregunta no es: «¿Qué pasará si baja el
valor de la acción?»; debes tener la humildad de
aceptar que te puedes equivocar.
Ya he comentado que mi objetivo es que
acabes operando con el método que voy a
mostrarte a lo largo del libro, pero también
podría ser que, ya sea por carácter o por
disponibilidad horaria, acabes decidiendo
operar con otro método y que el sistema que voy
a describir solo sea tu puerta de entrada a la
renta variable. Pero, en cualquier caso, y sea
cual sea el método que decidas utilizar en el
futuro, estas dos variables son inalterables: si
no sigues nuestras indicaciones y no
tienes humildad para aceptar que puedes
equivocarte, ningún método de renta
variable será adecuado para ti.
Hay que entender todo esto como lo que es:
pura estadística. Nosotros no tenemos una bola
de cristal para ver el futuro; el cien por cien de lo
que te voy a explicar durante los próximos
capítulos es simplemente probabilidad. Por
tanto, tienes que olvidarte del «seguro que va a
subir», «seguro que va a bajar», «creo que...»; a
partir de ahora debes incorporar a tu
vocabulario la palabra «probablemente»: «Si
compro a 10 €, probablemente suba, pero si no
es así aplicaré el stop loss»; «Si vendo a 8,35 €
probablemente baje, y si no baja aplicaré el stop
loss».
Es muy importante que entiendas la renta
variable como estadística. Como te iré
mostrando más adelante en los cuadros de
precios, vamos a buscar operaciones en las que
las probabilidades de éxito sean mayores que las
de pérdida. Al final se trata de hacer siempre lo
mismo. Si aplicas la metodología cien veces, al
final el beneficio va a estar ahí. ¿Por qué? Pues
porque, cuando pierdas, estarás dispuesto a
perder solo un poco, pero, cuando ganes,
siempre estarás dispuesto a ganar más de lo que
estabas dispuesto a perder.
Al comienzo de la introducción he
mencionado tres objetivos distintos:
diversificación del ahorro, complemento salarial
o profesionalidad del trading. Me gustaría
también advertirte de que no es obligatorio
enmarcarse en solo una de estas categorías:
puedes empezar en una y acabar en otra, o
incluso complementar varias.
A lo largo de este libro, siempre voy a utilizar
para los ejemplos una base de 10.000 €. Es,
simplemente, una base tipo que sirve para que
entiendas mejor los conceptos, pero no es ni el
mínimo ni el máximo, ni tampoco lo
recomendado.
Supongamos que un inversor tiene 10.000 €.
Por lo general, lo que quiere un inversor es
obtener una rentabilidad con el tiempo; en este
caso, para lograrlo, podría comprar a principios
de año por 10.000 € y vender a finales por
10.800 €. Es decir, lo que este inversor ha
intentado en un año es obtener una rentabilidad
del 8 %; ha hecho una operación a principios de
año, esta operación ha ido evolucionando y al
final del ejercicio se ha convertido en una
rentabilidad. Aunque te parezca poco, este sería
un buen resultado, porque debes tener en cuenta
que hoy en día la rentabilidad que obtenemos
sin riesgo es del 0 %. Es decir, si ingresamos
10.000 € en nuestra cuenta bancaria, lo único
que ocurrirá es que, con suerte, al final del año
seguiremos teniendo esa misma cantidad.
Uso este ejemplo para que comprendas lo que
es la rentabilidad. Es muy importante que
tengas claro lo que significa ganar un 8 %: es una
cantidad muy grande, y todo lo que sea obtener
más dinero del que nos daría el banco cuenta
como un buen resultado. Piensa, además, que a
medida que avances irás obteniendo nuevos
conocimientos con los que, poco a poco, podrás
ir incrementando esa rentabilidad. Realmente,
esuna idea sencilla: el que quiera ganar más
dinero debe tener una base más amplia. Pero, y
esto es muy importante, en ningún caso ha de
asumir riesgo; un concepto que veremos más
adelante cuando hable del apalancamiento. Por
ahora, te diré que el apalancamiento consiste
en operar con un dinero que no tienes; una de
las herramientas básicas del trader. Es lo que te
va a permitir obtener beneficios interesantes
ganando solo unos céntimos por acción. Pero
hay que ir paso a paso; en ningún caso hay que
plantearse apalancarse de inicio. Un concepto
imprescindible que tienes que meterte en la
cabeza desde ahora mismo es que, a la hora de
invertir, está prohibido apalancarse. ¿La razón?
Que puede causarte pérdidas muy superiores a
las deseadas. Lo veremos en detalle un poco más
adelante.
Existe también otra opción, y es la de aquella
persona que decide operar intradía. Lo que
diferencia el trading de la inversión clásica es la
rotación de capital. Supongamos, por
ejemplo, que una persona que trabaja el intradía
ve la posibilidad de una operación con 10.000 €
y le sale bien. Al cabo de un rato decide llevar a
cabo otra estrategia, usa la mitad del capital y le
sale mal. Pero, poco tiempo después, ve otra
posibilidad de estrategia distinta, así que decide
comprar por la mitad de su capital y esta vez
vuelve a salirle bien.
Al final, lo que ha hecho este inversor es
marear su capital y aprovechar la posibilidad de
comprar y vender tantas veces como uno quiera
en un mismo día. Es decir, ha comprado en un
día por 20.000 € y ha vendido por 20.150 €.
¿Este inversor ha tenido en algún momento esos
20.000 € en cartera? No, lo que ha hecho es
simplemente coger sus 10.000 € e ir
moviéndolos, en parte o en su totalidad. En este
caso, la suma de operaciones de este inversor en
un solo día ha sido de 20.000 € de compra y
20.150 € de venta, pero si hiciese lo mismo cada
día que hay sesión bursátil, que son 240 días al
año, lo que ocurriría es que con sus 10.000 €
compraría por 4.800.000 €, con una cifra
similar de venta. Date cuenta de que, a pesar de
haber realizado una importante rotación de
capital, el trader no se ha apalancado en ningún
momento, puesto que la posición máxima que ha
tenido abierta equivale al capital que tiene en
cartera como garantía, en este caso 10.000 €. Si
en algún momento el total de las operaciones
abiertas superara los 10.000 €, entonces sí
hablaríamos de apalancamiento. En el ejemplo
propuesto solo podemos decir que el trader ha
realizado una importante rotación de capital, de
sus 10.000 €.
Esta es la gran diferencia entre la inversión y
el trading. El inversor compra a principios de
año y espera a ver qué ocurre; en cambio, el
objetivo del trader es rotar el capital. Rotar el
capital, claro está, teniendo controlados los
riesgos. Esta es la parte más importante, que
cualquier trader ha de tener interiorizada para
intentar aplicar la fórmula mágica: obtener la
mayor rentabilidad con los menores recursos, y
en el menor tiempo posible. ¿Por qué en el
menor tiempo posible? Pues porque, como ya he
comentado, todas estas operaciones se llevan a
cabo en un único día.
En este libro voy a intentar explicarte un
punto medio entre estas dos opciones, un
equilibrio entre esa fase inicial y la fase de
trading. No estoy hablando de hacer una única
operación anual, ni mucho menos, sino de
intentar aprovechar las tendencias que pueden ir
ofreciendo los valores a medida que realizan
movimientos estadísticos de relevancia.
Los veinte mandamientos del método
Todo parte de una premisa: si me haces caso,
ganarás dinero. Para ayudarte a recordarlo, y
como resumen de todo lo que he dicho en esta
introducción, te dejo a continuación los veinte
mandamientos del Método Ajram. Por favor,
grábate a fuego estos veinte puntos y léetelos
cada día para interiorizarlos; cuando te los hayas
aprendido, podrás a empezar a operar con una
mejor base.
1. Stop loss
Ya he hablado de él, pero merece la pena
repetirlo porque es lo más importante de todo; el
stop loss es imprescindible.
Por primera vez, voy a intentar enseñarte a
perder. Y eso es complicado, porque
normalmente nos educan para que busquemos
el éxito constantemente; y nuestro cuerpo
entiende que no hay que tomar decisiones para
perder un poco, sino que se gana o se pierde, sin
más.
Aquí la cosa no va así: la renta variable no va
de «gano o pierdo todo»; la renta variable va de
tener la humildad necesaria para aceptar que
nos podemos equivocar. Te repito que la única
pregunta que te ha de obsesionar siempre que
hagas una operación bursátil es: «¿Cuánto
quiero perder hoy?».
Evidentemente, todos estos parámetros
dependerán de las diferentes estrategias que
veamos; todo está establecido. Si digo «hay que
perder un máximo de un 1 %» es porque hay un
motivo. Además, un 1 % no es poco, porque
debes tener en cuenta que, desde el momento en
que empieces a operar, ya no vas a comprar
porque creas que va a subir, o a vender porque te
parezca que ha subido mucho: vas a hacer
operaciones con probabilidades de éxito a partir
de datos estadísticos. Así pues, los stop loss que
pondremos —que ya verás que es una mecánica
muy sencilla de introducir— vendrán bajo el
paraguas de una estrategia con probabilidades
de éxito. Así que ve interiorizando que vas a
perder, y que vas a perder muchas veces. Pero
vas a perder muy poca cantidad de dinero. Este
negocio trata de saber perder poco, y de ganar
más de lo que estás dispuesto a perder. Como he
dicho, habrá estrategias en las que, como
mínimo, el objetivo de beneficio sea el triple que
la posible pérdida, y eso es lo que hay que ir
haciendo una y otra vez; siempre con la
humildad de aceptar que nos podemos
equivocar, porque si no podemos sufrir un
varapalo.
Acuérdate, por ejemplo, del Banco Popular:
quien pensara que era un buen banco y que no
podía desaparecer se equivocó. Acuérdate
también de Lehman Brothers, quien pensara que
era una institución con más de cien años de
historia y que eso no podía desaparecer... se
equivocó. En el mercado estadounidense pasó lo
mismo con una compañía energética llamada
Enron. Hay infinidad de ejemplos de valores que
han desaparecido o que llevan pérdidas
estratosféricas.
Para que lo veas mejor voy a comentar
algunos ejemplos actuales.
Este gráfico pertenece a Colonial, una gran
empresa del sector inmobiliario. Quizá al ver
este gráfico pienses «vaya, lleva unos meses
subiendo» y, sí, es verdad que desde 2017 ha
estado subiendo, pero ampliemos un poco la
temporalidad del valor y verás cómo cambia la
historia:
El valor llegó a 1.300 € —o lo equivalente,
porque hizo una maniobra que se llama
contrasplit— y hoy vale tan solo 11 €. Todos los
inversores que no hubiesen puesto un stop loss
habrían perdido mucho. Hoy estarían en una
empresa solvente, pero que nunca podrá llegar a
los niveles anteriores a causa de la emisión de
las nuevas acciones en circulación. Para no
quebrar, esta empresa tuvo que recapitalizarse;
emitir acciones para dárselas a los bancos a
cambio de deuda. Y si, por ejemplo, esta
empresa tenía antes un millón de acciones, igual
ahora tiene 500 millones de acciones. Por cada
euro que suba la acción, el valor total de la
compañía subirá en 500 millones. Por eso es
imposible que llegue a los precios en los que
estaba anteriormente.
Otro caso aún más extremo es el que puedes
ver a continuación: se trata de Quabit, una
inmobiliaria, donde la acción pasó de 2.400 € a
0,82 €.
Sirvan estos ejemplos para entender que una
empresa que baja no tiene por qué subir.
2. No juzgues tus conocimientos solo por lo que
ganas. Piensa en todo lo que has dejado de
perder gracias a lo que has aprendido
Este segundo mandamiento está basado en una
cita del gran Tony Robbins sacada de su
documental de Netflix Yo no soy tu gurú —si no
lo has visto, te lo recomiendo—: «La mayoría de
las personas sobreestiman lo que pueden lograr
en un año y subestiman lo que pueden lograr en
dos o tres décadas».
Uno de los mayores problemas de aquellos
que empiezan en bolsa es la presióna la que se
someten. Debes ser consciente de lo que has
tardado en formarte para poder desempeñar tu
trabajo habitual (formaciones profesionales,
carreras universitarias, etcétera) y ser un poco
justo con la renta variable.
Lo que quiero decir con esto es que, si estás
empezando, no quieras operar lo antes posible,
ten precaución y opera al principio en modo
demo (o sea, sin dinero real); no te preocupes,
hay tiempo de sobra para poder operar con
tranquilidad.
3. No forzar operaciones
Estamos en un mercado donde básicamente
tenemos tres variables muy potentes:
Inversión controlada a tu alcance. Es
decir, partimos de un capital y lo debemos
controlar.
Control de los costes fijos. En bolsa el
único coste fijo que vas a tener es el precio
del Visual Chart, la plataforma de datos
bursátiles. Estarás de acuerdo conmigo en
que un negocio que solo necesita un coste
fijo de 58 a 150 € al mes —que es lo que
cuesta este programa— es un coste ridículo.
La movilidad que nos proporciona este
trabajo, la posibilidad de hacerlo desde
cualquier lugar del mundo.
El hecho de tener estas tres variables ayuda a
entender que no hay que forzar operaciones. Si
un día no haces una operación, no pasa nada; y
si durante dos días no haces una operación,
tampoco pasa nada.
4. Centrar claramente el horario de operativa
Un gran porcentaje de las personas que
empiezan en bolsa llegan a este mundo atraídas
por la productividad o la efectividad. En cambio,
cuando empiezan a conocerlo, la bolsa les atrapa
y no se retiran a la hora que deben.
Si llevas toda la vida diciendo que quieres
trabajar poco... ¿por qué ahora trabajas a horas
en las que no deberías? En bolsa, se trata de
estar delante de las pantallas el menor tiempo
posible. Este mandamiento va en contra de la
cultura del trabajo que nos han inculcado
durante toda nuestra vida: cuanto más trabajes,
mejor. Aquí, por el contrario, se trata de ser muy
eficiente y, como mucho, la jornada se reducirá a
dos horas de trabajo.
5. No apalancarse
«El ser humano no tiene paciencia para
enriquecerse lentamente, por eso decide
arruinarse rápidamente.»
Tú eliges. Las personas que se apalancan
siempre quieren enriquecerse rápidamente. Pero
la caída siempre puede aparecer, y la pérdida
sucederá en un instante. Por eso te pido que seas
muy cauteloso: tienes un capital y ese es el
dinero con el que debes trabajar. Si en el futuro
tienes más, ya lo añadirás en ese momento. Ya
empezarás a trabajar con él.
Yo entiendo a las personas a quienes les
ocurre esto, especialmente a las más jóvenes,
porque de repente se les pide una paciencia que
no tienen en su día a día. Y no la tienen porque
la tecnología nos ha educado a todos para vivir
en el mundo de la impaciencia: si queremos ver
una serie, lo hacemos a través de Netflix, una
plataforma sin anuncios y en la que no debemos
esperar a que salga el siguiente capítulo; si
queremos comprar algo, lo hacemos a través de
Amazon; y si queremos conocer a alguien,
utilizamos Tinder. ¿Qué tienen en común todas
estas aplicaciones? Que nos dan una
recompensa inmediata.
Ahora, por primera vez, vas a tener que
enfrentarte a aquello que quieres en tu vida
personal y a lo que quieres en tu vida
profesional. Siempre que te sientas tentado a
comprar con un dinero que no tienes, ahí tienes
el apalancamiento.
6. Usar plataformas de datos competitivas
En mi caso, suelo utilizar Activo Trade como
bróker, que desde el inicio de la nueva
formación ha confiado incondicionalmente en el
proyecto, y Visual Chart como plataforma de
datos. Como te puede resultar un poco elevado
el coste mensual, te recomiendo que mires
Trading View que está muy bien también y los
costes son muy inferiores.
7. Usar un bróker eficaz. Precaución con las
comisiones mínimas
Esto lo explicaré en profundidad más adelante.
8. No inventar variantes dentro de una
estrategia
Todo está testado y probado; si digo que hay que
comprar a 10 € y que el stop loss debe estar a
9,90 €, eso es lo que hay que hacer, y punto. Con
cualquier valor del mundo. Recuerda que, al
final, todo son patrones que se repiten con el
tiempo. Solo hay que copiar los patrones en
diferentes circunstancias.
9. No mezclar métodos
Este punto es vital. Quizá tengas experiencia con
otro tipo de formaciones. Igual has probado
Forex, LSP, commodities (materias primas),
criptomonedas... Cada método es para lo que es,
y es muy importante que no intentes coger lo
que yo explico y usarlo en el euro/dólar, o coger
lo del euro/dólar y probarlo en Inditex, porque
ya te digo que no va a funcionar.
El ejemplo que mejor ilustra este
mandamiento, y yo creo que el mejor ejemplo
que podemos tener en la vida, es el de la
especialización.
Los hermanos Roca son los propietarios del
restaurante Can Roca. Y son los mejores del
mundo porque cada uno sabe hacer
brillantemente una cosa: Jordi Roca es el mejor
repostero, Josep Roca el mejor somelier y Joan
Roca es el mejor cocinero. Y la razón por la que
son los mejores del mundo es porque confían en
sus capacidades y no meten la cabeza en las
cosas que desconocen.
¿Qué quieres ser, Jordi, Josep o Joan? ¿Qué
quieres ser, acciones y CFD, Forex o
commodities? Puedes hacer lo que quieras, pero
elige en qué quieres ser excelente.
Porque, seguramente, si Joan Roca intentase
hacerse cargo del vino, Can Roca no sería el
mejor restaurante del mundo.
10. No saltarse etapas de aprendizaje
Imagina que te doy unas zapatillas para correr.
Si nunca has hecho running, por mucho que te
dé unas zapatillas, es imposible que mañana
corras 84 kilómetros. Lo normal sería que el
primer día hicieses uno, dos o tres kilómetros y
que, poco a poco, fueras incrementando el
entrenamiento para llegar a correr los 84
kilómetros.
Así que, ya sabes, poco a poco, no te quieras
saltar etapas.
11. Si quiero perder menos reduzco la cantidad
de títulos, pero no me invento el porcentaje del
stop loss
Los porcentajes del stop loss que daré en este
libro siempre serán inamovibles. Si compras
1.000 acciones a 10 € y la cotización baja un 1 %
hasta 9,90 €, perderás 100 €. Si lo que quieres es
perder menos dinero, en lugar de comprar 1.000
acciones, comprarás 500 y así perderás solo
50 €. Lo que no debes hacer, pues sería
incorrecto, es comprar 1.000 acciones para
perder solo un 0,5 % del capital.
12. Si quiero ganar más aporto más capital, no
me apalanco
Como en el punto anterior, si quieres ganar más,
lo que debes hacer es aportar más capital a tu
negocio, no apalancarte.
13. Sé consciente de lo que supone ganar.
¿Cuánto te daría el banco por tu capital?
Recuerdo un día en que uno de mis alumnos
hizo una estrategia con las bandas de Bollinger y
ganó un 1,1 % en apenas veinte minutos. Yo le
pregunté si estaba contento y él no estaba muy
emocionado, hasta que intenté hacerle entender
qué supone realmente ese 1,1 %, teniendo en
cuenta que dos meses antes no tenía ni idea de
operar en bolsa.
Al final, tenemos inculcada la cultura del
pelotazo y las cosas no son así. Este alumno, que
hace dos meses no tenía ni idea de nada, ha
conseguido en veinte minutos obtener lo que su
banco le daría por ese capital en un año o más.
Seamos conscientes del verdadero logro que
representa. Hay que estar muy satisfechos de los
logros conseguidos y entender que hacer las
cosas bien no es lo normal, que tiene mucho
mérito y debemos valorarlo.
14. No tienes costes fijos, por lo que si no hay
nada claro, no se hace nada
Lo mismo que he comentado en el tercer punto.
15. Estamos en un mercado perfecto, todo lo
que vas a comprar lo vas a poder vender, y
viceversa. Centrarse en activos líquidos, como
comentaremos más adelante
Si quieres abrir un negocio puedes, por ejemplo,
alquilar un local, llenarlo de bicicletas e intentar
venderlas de una en una. Si ese mismo capital lo
inviertes en adquirir acciones del Banco
Santander y, de repente, necesitas ese capital
para algo, puedes venderlo y obtener el retorno
directamente.
Lo que quiero decir con esto es que debes
estar muy tranquilo cada vez que hagas
operaciones, mástranquilo incluso que en tu día
a día, pues los valores que vas a conocer en este
libro y con los que vas a trabajar tienen mucha
liquidez.
16. Cuantas menos operaciones hagamos en
un futuro, mejor. Se trata de ganar dinero, no de
generar comisiones para el bróker
Lo que he comentado antes. Al final, se trata de
ser eficiente, eficaz y productivo; cuantas menos
cosas hagamos, mucho mejor.
17. Debes estar abierto al constante
aprendizaje. Tu mejor maestro puede ser tu
último error
Es muy importante en cada fase de la vida:
siempre que cometas un error, analiza qué es lo
que puede haber salido mal. De esa manera,
podrás aprender de ello.
18. Si has comprado este libro es porque
quieres hacerme caso, así que hazme caso
Has hecho una inversión en este libro y también
vas a invertir tu tiempo en él, por lo que te pido
que me hagas caso para que aprendas a aplicar
bien el método y puedas obtener un beneficio.
El 95 % de los alumnos de mis cursos que
tienen éxito consiguen las metas que se han
propuesto porque hacen caso de lo que les digo,
no porque tengan una habilidad especial. Y el
80 % de la gente que lo hace mal fracasa porque
se inventa el método o intenta cambiarlo.
En este caso, esa cualidad tan propia del ser
humano, y que consiste en hacer precisamente
aquello que nos han dicho que no hagamos,
puede salirte muy cara.
19. Cada vez que inventes, perderás dinero y, lo
que es más grave, perderás confianza
Cada vez que intentes inventarte el método, vas
a perder confianza en tus capacidades. Esto es
muy importante, sobre todo, si eres principiante,
porque en los inicios es cuando uno es más
vulnerable. No quieras creer que llevas más
razón que los demás. A medida que vayas
aprendiendo podrás ajustar el método a tus
necesidades.
En este libro te ofrezco diferentes estrategias
que podrás aplicar a horas distintas. Son
estrategias aplicables a diferentes mercados, por
lo que vas a poder decidir qué es lo que más se
ajusta a tu perfil. Ya te digo que, al menos, hay
una estrategia de uso muy frecuente que vas a
poder utilizar en cualquier momento del día. De
esta manera, rápidamente verás si te gusta más
el trading, la inversión, el gap... y, a partir de
tus experiencias, ya irás ajustando a tu perfil.
20. Ten paciencia. El ser humano no tiene
paciencia para enriquecerse lentamente, por
eso decide arruinarse rápidamente
Ya he comentado esta frase en el quinto
mandamiento, porque está muy relacionada con
el apalancamiento; pero, desde mi punto de
vista, es tan importante que merece una
mención aparte.
Todo lo que voy a comentar en la primera
parte es la base técnica, lo que sería la base
numérica. Pero va a ser imposible que puedas
aplicarlo sin el control mental necesario. Salva
Fernández profundizará en esta cuestión en la
segunda parte del libro, que trata de la parte
emocional de operar en bolsa. Esta parte es vital:
debes tener un gran control emocional, porque
los sentimientos pueden convertirse en tus
grandes saboteadores. Si consigues controlar
esta parte, tendrás el 80 % del método en el
bolsillo.
Ahora que ya tienes unas bases sólidas y has
entendido la diferencia entre inversión y trading
a nivel operativo, estás preparado para
enfrentarte a todo lo que Salva y yo vamos a
explicarte en el libro y, por supuesto, para
aplicar todos estos conocimientos de manera
práctica. Así que, solo me queda desearte mucha
suerte y ¡a por ello!
Preguntas y respuestas
Para ayudarte a repasar los conceptos que van
apareciendo en el libro, en todos los capítulos de
esta primera parte he decidido incluir un
apartado final de preguntas y respuestas, con las
dudas más comunes que suelen tener los
alumnos de mis cursos de bolsa. Tómatelo como
un repaso de los contenidos que he ido
desarrollando en las páginas previas.
1. ¿Qué diferencia existe entre el Ibex 35 y el
mercado continuo?
Ibex 35 (blue chips y medium caps): aúna
los 35 valores con mayor capitalización
bursátil.
Mercado continuo (small caps): lo
componen todas las empresas cotizadas
que se negocian en la bolsa española, tanto
los valores del Ibex 35 como los valores que
por su liquidez y tamaño no llegan a cotizar
en él. Es importante entender que las
empresas del Ibex 35 no son mejores
empresas ni tienen por qué tener un mejor
comportamiento que las del mercado
continuo. Simplemente, el hándicap del
mercado continuo es que tiene una escasez
de volumen que, en algunas empresas,
provoca que no podamos operar en ellas.
2. ¿Qué es el apalancamiento? ¿Es
recomendable?
El apalancamiento es un mecanismo
financiero que permite operar por más dinero
del que tienes realmente en el bolsillo; podría
decirse que es un préstamo monetario que te
hace el bróker con el aval de tu capital real. El
porcentaje de apalancamiento es la relación
entre el capital propio y el que utilizas realmente
en una operación financiera.
No es recomendable para ninguna de las
estrategias. Utilizarlo puede dar lugar a pérdidas
importantes de capital.
3. ¿Siempre habrá un comprador/vendedor que
nos dé la contrapartida?
En valores muy líquidos, sí. Por eso es
importante centrarse en los valores que te
aconsejo y evitar aquellos que negocian con muy
poco volumen (o sea, con muy pocos títulos cada
día), porque será muy difícil cerrar la operación
en el momento y al precio que quieras. Tienes
que tener muy presente que, si quieres vender
unas acciones, no te las va a comprar «el
mercado» por arte de magia; te las comprará
una persona, ya sea un inversor individual o un
profesional que trabaja para una agencia. Y,
claro, hay valores que atraen a los inversores y
otros, en cambio, que casi siempre están muy
tranquilos, porque ofrecen pocas oportunidades
y no atraen a demasiados inversores. Así que
mucho ojo con meterte en valores con muy poco
volumen, porque podría ocurrir que vieras una
oportunidad, decidieras la operación (correcta)
… pero no encontraras a nadie en el otro lado
que quiera darte la contrapartida.
4. ¿Podemos usar a nuestro bróker como
plataforma de datos?
No. Normalmente lo que ocurre es que los
datos no coinciden por diferentes temas, como
los dividendos o las ampliaciones de capital. Por
eso, lo mejor es utilizar Visual Chart o Trading
View. Es imprescindible que entiendas que
ninguna estrategia tendrá éxito si no operas
sobre los datos correctos. Y los brókeres no están
preparados para suministrarnos los datos
correctos; tienen errores en sus gráficos en el
momento que las empresas pagan dividendos o
realizan ampliaciones de capital. Es importante
que entiendas que has de invertir en una
plataforma de datos que te dé toda la
información de una manera impecable. Trading
View es una excelente plataforma de acceso, ya
que por solo 17 euros al mes tendrás datos muy
fiables. Visual Chart es mi favorita, pero los
costes se elevan a no menos de 100 euros al mes.
Tú decides, pero para empezar Trading View
está genial.
5. ¿Cuál es el mejor espacio temporal para
trabajar?
Todas las estrategias que vas a ver en este
libro parten de una temporalidad diaria. Es
muy importante que no cambies la
temporalidad, pues todos los estadísticos y
gráficos se modifican en consecuencia. A pesar
de que te encontrarás las mismas líneas que se
usan para un gráfico diario, la fiabilidad es
totalmente diferente. No es lo mismo una media
de 70 sesiones diarias que una media de 70
periodos de 5 minutos.
6. ¿Se puede aplicar el método en el resto de
índices mundiales?
Sí, por ejemplo, DAX, CAC, DJ, Nasdaq...
Cualquier valor que tenga volatilidad y volumen
es interesante, pero, lógicamente, requerirá de
un aprendizaje específico sobre las
características de cada mercado. Es importante
tener muy claro que nada de lo que vas a
aprender aquí te servirá para operar en el Forex,
el mercado de divisas.
7. En un caso excepcional, ¿podré operar a
través del móvil?
Nunca es recomendable operar a través del
móvil, pero, evidentemente, si estás en una
urgencia, se puede poner una orden a través del
móvil. Sin embargo, siempre es recomendable
operar sentado delante delordenador con calma
y concentrado, será más fácil y es lo que te
recomiendo.
8. ¿Cómo aprenderé si me dicen exactamente
qué hacer en todo momento? ¿En qué momento
utilizaré mi propio juicio y mis planteamientos?
Te iré dando las pautas de trabajo diarias para
que, cuando termines el libro, seas capaz de
elegir la mejor estrategia posible dentro de las
opciones que tengas.
9. ¿Se puede operar el mercado español desde
fuera de España?
Por supuesto. Simplemente debes llevarte el
ordenador.
10. ¿Para tener un mejor conocimiento de la
bolsa debo leer la prensa económica, la que
habla de bolsa, negocios y bancos?
Es una rutina que te puede resultar muy útil.
Así pues, ya puedes irte familiarizando con el
Expansión —que puedes leer tanto en formato
físico como a través del móvil— como con
<Bolsamanía.com/capitalbolsa> e
<investing.com>, dos páginas web que también
te van a ayudar mucho.
http://bolsamania.com/capitalbolsa
http://investing.com/
1
Conceptos básicos y el scalping en el
cuadro de precios
Si con la introducción quería que asentaras unas
bases muy sólidas, en este capítulo voy a
comenzar con la parte más teórica de la materia.
Es un capítulo muy importante, por lo que debes
ser cuidadoso al leerlo y asegurarte de haberlo
interiorizado bien antes de seguir avanzando; a
partir de aquí la dificultad se irá incrementando
y, si hay un concepto que no entiendes, será
imposible que sigas el hilo del resto del libro
correctamente.
Si has leído mi anterior libro, Bolsa para
Dummies, es muy probable que estos aspectos te
suenen y te parezcan sencillos. Sin embargo, no
está de más repasarlos, porque son vitales para
entender el funcionamiento de la renta variable
y la aplicación correcta de cualquier estrategia (y
en este libro voy a enseñarte seis estrategias
diferentes).
Si este libro representa tu primera
aproximación a la bolsa, entiendo que algunos
pasajes puedan resultarte algo enigmáticos; no
porque no te vaya a explicar lo que está
ocurriendo, sino más bien porque no me
entretengo largo y tendido en cada idea, como sí
hacía en Bolsa para Dummies. Así que, si nunca
te has metido a fondo en el mundo de la bolsa, te
recomiendo que primero asientes los conceptos
que aparecen en Bolsa para Dummies, y que
luego te sumerjas en el libro que ahora sostienes
entre las manos. Así todo fluirá de la manera
más fácil y lógica.
Los cuadros de precios
Como puedes ver en el ejemplo siguiente, la
herramienta básica para trabajar en bolsa es el
cuadro de precios. Todos los valores del
mundo, sean cuales sean, tienen la misma
estructura.
En el cuadro, hay una columna de
ordenantes (3) que quieren comprar una
cantidad de títulos (4.379) a un precio de
compra concreto (3,7120 €) y, en el lado
contrario, hay una columna con el precio de
venta (3,7125 €). El cuadro de precios agrupa
una cantidad de títulos (4.142) y los ordenantes
interesados (2). Esta es la estructura de
cualquier cuadro de precios del mundo. Siempre
va a haber un número de personas, bancos,
agencias de valores... que quieren comprar una
cantidad concreta de títulos a un precio
determinado; y lo mismo pasará con la venta.
La columna de compra continúa hasta cero y
la columna de venta continúa hasta el infinito.
Es decir, por un lado habrá gente que quiera
comprar a un precio muy bajo y, por otro,
siempre habrá gente que quiera vender a un
precio muy alto.
Lógicamente, cuanto más lejos esté nuestro
objetivo de compra de la demanda real, menos
probabilidades de comprar con éxito. Y, cuanto
más cerca esté, más probable que podamos
cerrar la compra. Al final, es el mercado
perfecto: el lado izquierdo siempre se
corresponde con la demanda y el derecho, con la
oferta.
En el argot bursátil, a la demanda se le llama
«dinero» y a la oferta «papel»; por eso, si
escuchas a alguien de la vieja escuela hablando,
puede que le oigas decir: «¡Cuánto papel tiene
esta acción!». Con eso querrá decir que hay
mucha oferta. Sin embargo, si lo que dice es
«¡cuánto dinero tiene esta acción!», lo que está
tratando de expresar es que existe una gran
demanda.
Para comprar o vender títulos vas a tener que
introducir una orden de entrada, que puede
ser de compra o de venta. Existen dos tipos de
orden de entrada: la orden a mercado y la
orden limitada. De manera resumida, podría
decirse que en el primer caso estás dispuesto a
comprar o vender a cualquier precio —en
concreto, al que marca el mercado en ese preciso
momento—, mientras que en el segundo lo haces
a un precio exacto: el que tú has escogido para
que te cuadre la operación.
En el fondo, la bolsa es aplicar sentido común.
Supongamos que vas a comer a un restaurante y
cuando te sientas ves que el menú cuesta 9,90 €.
Si quieres comer, ¿qué vas a tener que hacer?
Seguramente pensarás: «Pues ¿qué voy a hacer?
Pagar los 9,90 €, claro». Pero, en realidad, no es
la única opción que tienes; aunque seguramente
ni se te pase por la cabeza, también puedes
decirle al camarero: «Yo quiero comer aquí, pero
en lugar de 9,90 € te ofrezco 9,80 € por el
menú». Entiendo que la reacción inicial del
camarero será de sorpresa, pero la opción es real
y está a tu disposición, tanto a la hora de comer
como a la hora de comprar acciones.
Fíjate en el ejemplo de cuadro de precios que
te dejo más abajo: en la columna de la izquierda
hay dos ordenantes que quieren comprar 4.000
acciones a 8,62 € y hay tres que quieren vender a
8,63 €. ¿Por qué no compran todos a 8,63 € o
venden todos a 8,62 €? Pues bueno, por la
propia definición de renta variable, porque no
hay un precio fijo. Es decir, lo importante es
encontrar el punto de equilibro en el que
demandantes y ofertantes se ponen de acuerdo.
Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V.
2 4.000 8,62 8,63 2.000 3
Voy a hacerte una pregunta que te parecerá
obvia, pero, para mí, es muy importante para
que entiendas de lo que hablo: si la demanda es
8,62 € y la oferta es 8,63 €, y yo quiero comprar
mil acciones inmediatamente, ¿a qué precio
debería comprarlas?
La respuesta es a 8,63 €.
Es de sentido común, ¿no? Si yo quiero tener
algo inmediatamente, pago lo que vale. Si quiero
ir al restaurante y comer el menú, pago los
9,90 € que cuesta. Pero, como quizá estés
pensando ahora, uno no siempre está dispuesto
a pagar por algo lo que vale en un momento
concreto. Esto es muy importante, y tienes que
contemplarlo en tu operativa bursátil.
Probablemente, hasta la fecha, siempre que has
querido introducir una orden de compra o de
venta lo has hecho a mercado, pero no es la
opción más correcta.
Te voy a poner un ejemplo para explicarme
mejor. Supongamos que quieres comprarte un
móvil, ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por él?
¿100 €? ¿200 €? ¿300 €? Lo que seguro que no
me dirás es «lo que sea, te pago lo que sea»,
porque entonces yo te podría decir «¿Ah, sí?
Pues te lo vendo por 3.000 €», y seguramente
esa cantidad sea mucho más alta de la que tú
tenías en mente.
Pues eso mismo es lo que ocurre cuando
compras y vendes a mercado. Si compras a
mercado, le estás diciendo a la bolsa: «Mira,
estoy dispuesto a pagar lo que sea por estas
acciones de Atresmedia, el precio que sea». Y, a
veces, eso puede llevar a sorpresas
desagradables y a que el precio que pagues sea
mucho mayor del que tú pensabas pagar.
Para evitar sorpresas, lo mejor es utilizar
siempre las órdenes limitadas. Vas a tener la
oportunidad de comprar/vender a mercado,
comprar/vender de manera limitada y
comprar/vender con una orden de stop loss; mi
consejo es que siempre que quieras abrir una
operación utilices órdenes limitadas. De esta
manera, vas a decidir el precio máximo que estás
dispuesto a pagar y el precio mínimo al que estás
dispuesto a vender. Es decir, en el ejemplo del
cuadro de precios anterior, lo que hemos hecho
es limitar nuestra orden de compra; hemos
dicho que queremos comprar 1.000 acciones a
un precio concreto: 8,63 €.
Usando los mismos números del ejemplo
anterior, analicemos el siguiente cuadro de
precios:
Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V.
4.0008,62 8,63 600
2.500 8,615 8,64 600
1.500 8,61 8,645 1.200
Supongamos que quieres comprar 1.000
acciones. Seguramente estés pensando que lo
más natural sería comprarlas inmediatamente,
pero, en realidad, tienes hasta tres opciones
distintas a tu disposición: comprar
inmediatamente, esperar o comprar solo una
parte.
Para comprar 1.000 acciones y que la orden se
ejecute totalmente de manera inmediata,
tengo que introducir un precio. Si observas el
cuadro, puedes comprobar que, si introduces
como precio 8,63 €, la oferta sería insuficiente
(solo hay 600 disponibles), por lo que lo
correcto sería introducir el precio
inmediatamente posterior: 8,64 €. El sistema, de
manera automática, va a comprar siempre al
precio más barato posible y va a vender al más
caro; por tanto, si yo introduzco una orden de
compra de 1.000 acciones a 8,64 €, el sistema
comprará las 600 acciones disponibles a 8,63 € y
las 400 restantes a 8,64 €. Recuerda, esto es
muy importante: no es necesario introducir dos
órdenes, si pones una única orden de compra de
1.000 acciones a 8,64 €, la bolsa hará el resto
automáticamente.
La compra parcial sería aquella en la que se
ejecuta solo una parte de las 1.000 acciones.
Utilizando el ejemplo del cuadro, tendríamos
que introducir una orden de 8,63 €. Al lanzar
esta orden se negociarían 600 acciones, y las
400 restantes pasarían automáticamente a la
columna de la demanda. La orden de estas 400
acciones pendientes es dinámica; esto quiere
decir que, en cualquier momento, podemos
anularla o modificar su precio o cantidad sin que
el sistema nos penalice.
Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V.
400 8,63 8,63 600
4.000 8,62 8,64 600
2.500 8,615 8,645 1.200
1.500 8,61
La tercera opción es introducir una orden
pendiente de ejecución. Por ejemplo, en este
caso pongamos que introducimos una orden de
8,60 €. Al hacer esto, nuestras 1.000 acciones
aparecerían al final de la columna izquierda, la
de la demanda. En este caso, si la orden no se
ejecuta, no nos cobrarán ninguna comisión;
solo se cobra comisión por aquellas
órdenes que se ejecuten.
Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V.
400 8,63 8,63 600
4.000 8,62 8,64 600
2.500 8,615 8,645 1.200
1.500 8,61
1.000 8,60
Esto sería en cuanto a la compra, pero a
continuación vamos a hacer un ejercicio de
venta para consolidar los conceptos y que te des
cuenta de que se trata del mismo mecanismo.
Supongamos en este caso que tenemos el
siguiente cuadro de precios:
Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V.
980 14,215 14,23 900
880 14,21 14,235 900
1.450 14,205 14,24 1.150
En este caso vamos a vender 1.000 acciones.
Como hay que hacer siempre, cada vez que te
plantees una operación debes tener en cuenta el
movimiento del cuadro de precios. Veamos
entonces de nuevo las tres opciones:
¿Qué precio he de introducir si quiero
vender 1.000 acciones y que la venta se
ejecute en su totalidad?
¿Qué precio he de introducir si quiero
vender 1.000 acciones y que la venta se
realice parcialmente?
¿Qué precio he de introducir si quiero
vender 1.000 acciones y que la venta quede
pendiente de ejecución?
Si queremos vender 1.000 acciones y que se
ejecuten totalmente, el precio que debes
introducir es de 14,210 €. De esta manera, 980
acciones se ejecutarán a 14,215 € y las 20
acciones restantes se ejecutarán a 14,210 €. Una
vez más, a pesar de poner un precio inferior, la
bolsa es noble y venderá automáticamente al
precio más caro posible; esto siempre ocurre así.
Sin embargo, a diferencia del ejercicio anterior,
el cuadro de precios cambiará de la siguiente
manera:
Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V.
980 14,215 14,23 900
880 860 14,21 14,235 900
1.450 14,205 14,24 1.150
Ahora, hay que introducir la próxima venta
sobre este nuevo cuadro; si quieres vender 1.000
acciones y que queden pendientes de ejecución,
pondrás, por ejemplo, un precio de 14,22 €.
Automáticamente aparecerán en el cuadro las
1.000 acciones pendientes a este precio.
Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V.
14,22 1.000
980 14,215 14,23 900
880 860 14,21 14,235 900
1.450 14,205 14,24 1.150
Por último, la venta parcial será en este caso a
un precio de 14,21 €. Se venden las 860 acciones
que estaban a este precio, y quedan 140 acciones
pendientes de venta que pasan al otro lado del
cuadro. Te recuerdo que se trata de una orden
dinámica: en cualquier momento puedes
cancelar, modificar el precio o la cantidad de
estas 140 acciones, y solo se ejecutará la
comisión sobre la cantidad negociada.
Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V.
14,21 140
14,22 1.000
980 14,215 14,23 900
880 860 14,21 14,235 900
1.450 14,205 14,24 1.150
A continuación, los 14,205 € pasarían a la
primera posición y en esa columna seguirían
apareciendo más precios de demanda y más
cantidades de títulos. Es un ciclo sin fin;
recuerda que el lado de la demanda continúa
hasta cero y el de la oferta hasta el infinito.
En resumen, ¿qué tipo de órdenes de
entrada existen?
Orden a mercado: significa que
estás dispuesto a comprar o vender a
cualquier precio.
Orden limitada: compras o vendes a
un precio concreto.
Orden limitada total: Se negocian
la totalidad de las acciones.
Orden limitada parcial: Se
ejecutarán solo una parte de las
acciones y el resto quedan
pendientes. Esta orden
(pendiente aún) se puede anular
sin ser penalizada por el sistema.
Orden limitada pendiente: No se
ejecuta y, por lo tanto, no hay
cobro de comisión.
Es muy importante que entiendas todo esto
perfectamente; si crees que hay cosas que se te
escapan, te aconsejo que repases de nuevo el
apartado y que no continúes leyendo hasta que
no sientas que lo tienes dominado.
Operar con brókeres
Antes te comentaba que siempre debes
introducir una única orden y no desglosarla en
dos o más. Una de las razones por las que debes
actuar así es que, en prácticamente todos los
brókeres, hay unos valores nominales, unos
importes de operación, y si operas por debajo de
ellos siempre te cobran un mínimo de comisión.
Si en el ejemplo anterior vendiésemos 1.000
acciones a 14,21 €, el bróker nos cobraría la
comisión estándar de 0,08 % —la plataforma con
la que yo opero es Activo Trade y es la que voy a
utilizar como referencia a lo largo del libro—.
Pero si introdujéramos dos órdenes distintas:
una venta de 980 y otra de 20, nos cobrarían
una comisión estándar en la primera y en la
segunda; un mínimo de 6 a 8 € de comisión
dependiendo del tipo de valor. Como podrás
deducir, el porcentaje de comisión aplicado a
esta operación sería desproporcionado.
A la hora de escoger a tu bróker, es importante
que tengas en cuenta dos variables: la primera es
que el bróker te cobre por la orden fija, no por
los diferentes lotes que se hacen, porque si te
cobra por diferentes precios la comisión puede
llegar a desfasarse; la segunda es que el bróker
sea DMA.
¿Qué quiere decir DMA? Son las siglas de
Direct Market Access y describen a aquellos
brókeres que se limitan a hacer dinero
exclusivamente con la comisión; es decir, la
contrapartida de la operación te la da el
mercado, y no el bróker. Esto te garantiza
liquidez, precio real del mercado y, por lo tanto,
transparencia.
Por el contrario, existe otro tipo de bróker
llamado Market Maker, que lo que hace es dar
contrapartida a la operación que tú realizas. O
sea, tu orden iría a un mercado secundario en el
que tú vas contra el bróker; es decir, si tú ganas
el bróker pierde, y viceversa. Si compras unos
CFD de Telefónica, por ejemplo, y los vendes
pasados unos minutos cuando has cumplido con
tus objetivos de precio, tú ganarás y el bróker
market maker perderá. Ante esta posibilidad,
podría ocurrir que, a veces, la transparencia del
bróker market maker no fuera la deseada, o
incluso que te obligue a cerrar operaciones con
beneficios en un momento no deseado.
Como los datos han demostrado que el 90 %
de los inversores pierden dinero en sus
operaciones, el bróker hace un negocio redondo:
te cobra la comisión de tuoperación y también
el dinero que puedas perder (porque él ha
abierto la operación opuesta). Por el contrario, el
bróker DMA siempre deseará que obtengas la
mayor plusvalía posible, puesto que, cuanto más
beneficio tengas, mayores probabilidades de que
seas su cliente durante mucho tiempo. Por esta
razón, es fundamental que el bróker sea DMA.
En resumen, el bróker DMA ganará solo por la
comisión de tu operación, mientras que el
bróker market maker ganará por la comisión y
por tu pérdida en la operación.
En cuanto a las órdenes que quedan
pendientes o que se ejecutan parcialmente,
recuerda siempre que debes anularlas «a mano»
si quieres hacer una operación intradía, o sea,
que no pase de un día a otro; no se anulan
automáticamente aunque apagues el ordenador.
En la temporalidad de la orden hay que tener
en cuenta dos parámetros: vigencia/día y
vigencia/GTC. Las siglas GTC provienen de la
expresión inglesa Good Till Cancelled, que
quiere decir que la orden es válida hasta que se
cancele. Si, por ejemplo, habías introducido una
orden para una estrategia de intradía y cuando
vas a apagar el ordenador no se ha ejecutado
todavía, entonces tendrás que cancelarla tú; el
ordenador no lo hará de manera automática.
El stop loss: tu mejor amigo
Voy a hablar ahora del que será tu mejor amigo
en la bolsa. De hecho, diría que es tu único
amigo bursátil, el que te va a ser sincero y te va a
ahorrar muchísimo dinero a lo largo de tu vida:
el stop loss.
Si lo recuerdas, al principio del libro tú y yo
llegamos a un acuerdo: yo te transmitía mis
conocimientos y a cambio tú te comprometías a
hacer caso al stop loss. Pues ahora ha llegado el
momento de que empieces a conocerlo y a
entender su importancia.
Quiero que te pares a pensar de verdad en la
dificultad de lo que intentas hacer: estás
tratando de adivinar constantemente el futuro,
lo que va a pasar. Compras un valor esperando
que dentro de unos minutos, horas, semanas o
meses alcance un precio superior al que tenía
cuando lo has adquirido. Esto es muy difícil,
pero mi objetivo es que, tras leer este libro, te
resulte un poco más fácil. La clave es que ya no
comprarás al azar, sino que vas a hacerlo en el
punto que a ti te interesa, al precio en el que las
probabilidades de beneficio son superiores a las
de pérdida. Aun así, cuando nos salgan mal las
cosas, siempre hemos de tener la humildad
necesaria para aceptar que podemos
equivocarnos.
El stop marca el precio al que tus acciones se
venderán automáticamente. En cuanto la
cotización toque el precio que tú has marcado en
el stop, se ejecutará una orden de venta y te
sacarás las acciones de encima. Vas a limitar tus
pérdidas: vas a decidir de antemano cuánto
estás dispuesto a perder y el stop se va a
encargar de que eso ocurra.
El stop puede colocarse de cuatro formas
distintas. Puedes elegir cuál quieres poner en el
momento en que introduzcas la orden en tu
intermediario:
Stop a mercado.
Stop móvil.
Stop a un precio.
Stop limitado con rango.
Este último va a ser el que siempre tienes que
poner. Con él le das al programa un margen de
precio para que te venda las acciones, por
ejemplo, entre 10,10 € y 10,30 €. Coloca siempre
los stop con un rango amplio para asegurarte de
que, pase lo que pase, la orden se ejecuta y
puedes deshacerte de las acciones. Puede ser que
el bróker con el que operes no te ofrezca esta
posibilidad; en ese caso, la opción de stop que
has de seleccionar es la de «stop a mercado»,
puesto que lo que quieres es perder sí o sí. ¿Por
qué no te recomiendo que hagas esto desde el
principio? Simplemente para que elimines la
expresión «a mercado» de tu vocabulario: abrir
una posición de compra/venta a mercado te
puede traer problemas en algunas ocasiones,
especialmente en las preaperturas, como
veremos más adelante.
Si colocas un stop a un precio exacto, que
representa la cantidad máxima de dinero que
estás dispuesto a perder, con la idea de que las
acciones se vendan si las cosas van mal, estarás
poniendo un stop loss para limitar las pérdidas.
El problema es que, al ceñirlo a un precio
concreto, estás corriendo muchos riesgos. Podría
ocurrir que, en el momento en el que debería
saltar el stop de venta, por ejemplo, no haya la
demanda suficiente al precio requerido y,
entonces, pese a haber puesto el stop, no se nos
ejecute al precio deseado. ¿Por qué? Pues
porque no hay demanda suficiente, por lo que
automáticamente se transformaría en una orden
limitada de venta, cosa que no deseas.
También puedes usar el stop para obtener
ganancias ilimitadas, entendiendo por
«ilimitada» el hecho de ganar más de lo que
estabas dispuesto a perder; en ese caso, se
trataría de un stop win. Es un stop que vas
moviendo a medida que el valor te genera
beneficios. Así te garantizas que vas a ganar
dinero hasta que el valor se decida a bajar.
Antes de operar, siempre tienes que hacer un
análisis del valor. A medida que transcurran los
capítulos, te iré definiendo qué tipo de análisis
has de realizar. En todas las operaciones vas a
tener un objetivo de venta. Supongamos que tu
análisis te dice que el objetivo de venta de esta
operación es 10,32 €, y haces una compra
limitada de 500 títulos a 10 €. Es decir, que tu
precio de entrada son 10 €. Lo único que te ha de
preocupar es: «¿A qué precio quiero perder? ¿A
qué precio asumo realmente que me he
equivocado?». Te recuerdo que lo máximo que
has de estar dispuesto a perder en una operación
en intradía es un 1 %. Es decir, en este caso
concreto, si el valor bajase a 9,90 € habrías
perdido.
Quizá estés pensando: «Hombre, un 1 % es
muy poco...». Pues estás equivocado; es mucho,
y lo es por dos motivos. El primero, porque, a
partir de ahora, cada vez que lances una
operación lo harás porque tiene probabilidades
reales de éxito. Si esta probabilidad no se
cumple, hay que aceptar que te has equivocado.
Un gran porcentaje de las personas que
empiezan en bolsa compran unas acciones
determinadas simplemente porque creen que
están baratas. Cuántas veces has oído la frase…
«compro porque creo que va a subir». Eso se
acabó desde ya. A partir de ahora compras
porque probablemente va a subir o vendes
porque probablemente va a bajar.
Para entender el segundo motivo, tienes que
ser consciente de lo que significa la idea de
rentabilidad: a lo largo de un año, el banco
prácticamente no te da nada de dinero; entonces
¿por qué estás dispuesto a perder en un día más
de lo que el banco te da en uno, dos o hasta tres
años de rentabilidad?
Si, por ejemplo, compras a 10 € y pones un
stop loss de venta de 9,90 €, aquí sí que tienes
que vender a mercado, porque lo que estás
buscando es cerrar la operación como sea. Es
decir, si llegado el precio de 9,90 € no hubiese
suficiente demanda para cerrar la operación, al
poner la orden «stop a mercado» te aseguras de
que se venderá lo más cerca posible de esta cifra.
Recuerda que la bolsa es noble y, si no puede
vender al precio que has establecido, lo hará al
más cercano. De todas maneras, en la actualidad
los valores cotizan a intervalos de milésimas, por
lo que es muy probable que, en este caso, el
precio de cierre fuese muy próximo al 9,90 € que
habías establecido.
Lo primero que debes decidir es la pérdida.
Cuando compres unas acciones, pueden tener
una oscilación positiva o negativa. Vamos a
suponer que el valor tiene una oscilación
positiva y que, en lugar de ir al stop loss, sube.
Siempre que consigas un beneficio equivalente
a lo que estabas dispuesto a perder, has de
preguntarte qué quieres hacer: si cerrar la
operación por completo, cerrar solo la mitad de
la operación o no cerrarla en absoluto. En este
punto, sobre todo cuando eres un principiante,
cualquiera de las tres opciones sería correcta. O
sea, tanto si decides cerrar la operación como si
decides vender la mitad y prolongar el beneficio
con la otra mitad, o también si tienes más
confianza y decides no cerrar la operación para
prolongar el beneficio.
En este caso, cuando el valor llegue a 10,10 €
tienes tres opciones: lanzar una orden de ventalimitada de 500 acciones a 10,10 €; lanzar una
orden de venta limitada de la mitad de la
posición a 10,10 €; o no vender ninguna acción y
modificar el stop loss, es decir, el stop que era de
pérdida ahora pasa a ser de beneficio (un stop
win).
En este caso, yo modificaría el stop a 10,03 €,
porque hay una distancia suficiente sobre el
precio actual en el caso de que el valor tenga una
oscilación. Y, además, es un precio con el que ya
cubro las comisiones. De esta manera, lo peor
que podría pasar es ganar solo un poco de
dinero. Sería un error poner un stop pegado al
precio de cotización porque, de ese modo, el stop
de beneficios saltaría a la mínima fluctuación del
valor. Por lo tanto, no cumpliría su verdadera
función, que no es otra que intentar prologar el
beneficio lo máximo posible a partir de la
estrategia que has decidido aplicar.
Supongamos ahora que el valor sube otro 1 %,
hasta llegar a 10,20 €. ¿Qué harías entonces?
Pues plantearte la misma pregunta que antes. Si
decides vender la mitad o no vender nada en
absoluto, pasarías el stop de 10,03 € a 10,13 €.
Estás en beneficios, por lo que cualquier
decisión que tomes será buena.
Solo hay una decisión inamovible e
innegociable. Es la que deberías tomar si el valor
volviera a subir otro 1 %, hasta llegar a 10,30 €,
que es prácticamente la totalidad del objetivo de
beneficio, que era de 10,32 €. En ese momento
debes anular el stop y vender la totalidad de las
acciones a 10,30 €. No es bueno intentar alargar
demasiado el beneficio, cuando, de por sí,
obtener una ganancia de un 3 % en unas horas
conlleva una gran dificultad; lo mejor es asumir
el beneficio y apagar el ordenador. Con esto te
quiero decir que es imprescindible tener un
límite de pérdida, y por eso repito que hay que
utilizar el stop loss, pero también es muy
importante tener un objetivo de beneficio con el
que te sientas satisfecho. Recuerda que es
imposible vender siempre en la punta de la
pirámide, cuando el valor llega a su precio
máximo. Por eso tienes que entender muy bien
lo que significa realizar correctamente una
estrategia: no solo en lo que respecta al beneficio
monetario, sino también por la inyección de
confianza que vas a recibir. Plantear
correctamente una estrategia tiene muchísimo
mérito.
Hasta ahora he hablado de comprar. Ahora
voy a hablar de vender para introducir el
concepto de la venta en corto.
Una parte fundamental de la negociación
intradía es poder ganar dinero no solo cuando la
bolsa sube, sino también cuando baja. Por regla
general, lo que has ido haciendo a lo largo de tu
vida habrá sido partir de cero acciones, comprar
mil, vender mil, obtener un beneficio o una
pérdida y volver a las cero acciones. Ahora, sin
embargo, vas a aprender algo fundamental para
la operativa bursátil —ya sea como inversor o
como trader—, que es empezar con cero, vender
mil para luego comprar mil y quedarte a cero de
nuevo. Para poder vender mil acciones que no
tienes, alguien tiene que prestártelas. Ese
alguien va a ser tu bróker, a través de un sistema
mundial de crédito de acciones: el CFD.
CFD son las siglas de Contract for Difference,
que quiere decir «contrato por diferencia». Es
un producto financiero que te va a permitir
interpretar el mercado en las dos direcciones.
Siempre debes tener en mente este objetivo:
entender que da igual si la bolsa sube o baja, lo
importante es que se mueva. A partir de ahora
dejarás de ver las grandes caídas de valores
como una amenaza y sabrás que pueden llegar a
convertirse en una muy buena oportunidad.
Los CFD aparecieron a principios de los años
noventa del siglo pasado y se popularizaron
bastante a partir de la crisis de Lehman
Brothers, que tuvo lugar en el año 2008.
Después de la quiebra, todos los órganos
regulatorios prohibieron vender acciones
directamente y los brókeres echaron mano a este
producto para que el usuario pudiera hacer
operaciones en las dos direcciones, y así tener la
posibilidad de generar más comisiones. Si tienes
una mínima experiencia en bolsa, es posible que
tengas la percepción de que los CFD son muy
peligrosos; más que nada, porque tienen muy
mala fama. Esta idea es totalmente errónea. Te
invito a que revises bien el argumento que lleva
a la gente a tener esa percepción. El problema de
los CFD es que la gente no les da buen uso; va a
saco. Automáticamente, cualquier persona que
tenga una cartera de 10.000 € va a poder operar
con CFD hasta por 50.000 €, por lo que quien no
posea los conocimientos adecuados tiene en sus
manos un arma de destrucción masiva: el
apalancamiento inmediato. Sin ningún filtro ni
examen previo, el bróker presta a sus clientes
hasta cinco veces su capital y, claro, eso es muy
goloso para los inversores que tienen prisa. ¿Por
qué comprar por 10.000 € si mi bróker me deja
hacerlo por 50.000 €? Muy fácil. En el caso de
que la operación salga mal perderé 500 €, el 1 %
de 50.000 €, y como mi cartera es de 10.000 €,
eso repercutirá en una pérdida del 5 % de mi
capital, lo cual es una salvajada para un solo día.
También quiero que entiendas que el riesgo es
el mismo en ambas situaciones: da igual
comprar para luego vender o vender para luego
comprar, porque en ambos casos vas a poner un
stop loss. Es decir, vamos a suponer que crees
que una empresa va a bajar: lo que harás será
vender 500 CFD a 10 €. En este caso, si quieres
perder un máximo del 1 %, pondrías el stop loss
a 10,10 €, ya que, si vendes las acciones a 10 €,
vas a perder dinero si la acción sube. Recuerda
que vendes primero y compras después, por lo
que, en este caso, el precio que te daría un
beneficio sería cualquiera que estuviera por
debajo de esos 10 €, por ejemplo, 9,90 €.
Comprarías a 9,90 € y venderías 10 €, o sea,
compras barato y vendes caro, solo que aquí has
invertido el orden «lógico» de la operación.
Es decir, como has vendido algo que no tienes,
lo que quieres es que la acción corrija: si el valor
llega a 9,90 €, el stop loss que era perdedor
pasará a ser ganador; por ejemplo, podrías
ponerlo a 9,97 €. Y, como en el ejercicio anterior,
irás modificando el stop loss sucesivamente cada
1 %.
Cuando tu estrategia así te lo dicte, comprarás
500 CFD, por ejemplo, a 9,80 €. Estos CFD
anularán los que habías vendido antes, por lo
que el saldo será cero. Lo que has comprado en
este momento no tienes que volverlo a vender,
porque en realidad ya lo habías vendido
anteriormente.
Esta operativa es vital para poder ganar en
mercados bajistas, intentar beneficiarte de un
recorte o aprovechar bajadas. De esta forma, el
universo de operativas se multiplica: ya no vas a
tener solo la opción de ganar si la bolsa sube,
sino que también tendrás la opción de ganar si la
bolsa baja o corrige.
El concepto léxico que contiene el término
«corregir» es muy interesante, ya que te está
diciendo que puedes ganar dinero cuando un
valor sube en menor porcentaje del previsto. Es
decir, puede ser que un valor suba un 5 % y que,
en ese momento, la cotización llegue a una
resistencia, o sea, a un nivel de precios donde,
como verás más adelante, existe la probabilidad
de que el valor se detenga y deje de subir. Si hay
una resistencia, la opción de la operativa será la
de venta, puesto que el valor va a «corregir».
Así, venderás un valor que ha subido un 5 %
esperando que, pasados unos minutos, la
cotización frene su ascenso. No necesariamente
la operativa en corto será beneficiosa solo con
grandes bajadas, sino que también puede ser
muy beneficiosa con correcciones de subidas.
Más adelante podrás ver todo esto con mayor
detalle: cómo ganar para aprovechar recortes, es
decir, cuando un valor que está subiendo mucho
llega a un punto estadístico y vendes con la
esperanza de que suba menos.
Es fundamental que empieces a interiorizar
las diferencias léxicas: no es lo mismo que un
valor «baje» a que «corrija» y no es lo
mismo que «suba» a que «rebote». Si vas
interiorizando estas diferencias, ya verás que te
costará menos entender las próximas estrategias
que voy a ir explicando.
El scalping en el cuadro de preciosHasta ahora te he explicado las órdenes de
compra y venta limitadas y el funcionamiento
del stop loss. También has visto cómo puedes
aplicar esa frase que quizá ya has leído en mi
anterior libro, Bolsa para Dummies: «Pérdida
limitada, beneficio ilimitado». ¿A qué me refiero
con beneficio ilimitado? Pues a estar dispuesto a
ganar más de lo que estás dispuesto a perder y,
como ya has visto, esto se hace modificando el
stop loss. Cuando cumples esta máxima, el stop,
que inicialmente es de pérdida, pasa a ser de
beneficio.
Ahora te voy a explicar la primera estrategia
de las seis que contiene este libro. Ya te anticipo
que es la más difícil de encontrar, porque las
condiciones necesarias para ponerla en práctica
no se dan todos los días. Si al terminar de leer el
libro decides continuar tu formación en bolsa,
seguro que aprenderás nuevas estrategias y, aun
así, la que ahora te cuento seguirá siendo la más
difícil de encontrar. Pero, como a veces sí es
posible dar con ella, y cuando ocurre la
probabilidad de éxito es muy elevada, voy a
explicarte de qué trata. Además, es una
estrategia muy interesante porque la pérdida
está muy limitada. Se llama scalping en el
cuadro de precios.
El scalping en el cuadro de precios es una
estrategia que busca encontrar situaciones en las
que claramente —y repito el «claramente»—
haya mucha demanda u oferta a un precio
determinado. Si tu objetivo es operar en el
mercado estadounidense, no vas a encontrarte
con esta situación; pero si vas a operar en el
mercado español, sí.
En el mercado español esta estrategia se
concentra en los bancos. ¿Y por qué en los
bancos? Porque son las empresas favoritas del
pequeño inversor para realizar sus operaciones:
de los nueve millones de españoles que, según el
censo, tienen acciones en la bolsa,
aproximadamente cinco millones las tienen en
bancos.
Este pequeño accionista, que no tiene en
términos generales un método de operativa, a
veces utiliza razonamientos algo perezosos,
como simplemente comprar a 4 € y vender a 6 €,
sin pensar más allá. Por ejemplo, introduce una
orden GTC de comprar a 4 € y después utiliza
una orden de venta GTC para vender a 6 euros.
Esta orden de venta puede estar vigente durante
meses mientras él espera pacientemente a que la
cotización alcance el precio deseado. Como hay
nueve millones de españoles que cotizan en
bolsa, puede pasar que esto se repita pocas
veces, lo que da lugar a una situación como la
que te muestro a continuación, un caso real
perteneciente al Banco Santander:
Ord. C Volumen C Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V
1 2.463 5,997 5,998 5.423 3
3 4.851 5,996 5,999 34.431 11
5 11.507 5,995 6,000 4.744.956 1.171
6 15.356 5,994 6,001 42.591 17
5 13.634 5,993 6,002 40.061 10
5 12.220 5,992 6,003 21.779 7
4 9.878 5,991 6,004 8.243 4
Si te fijas en el cuadro de precios, puedes ver
que 1.171 inversores quieren vender a 6 € un
total de 4.744.956 acciones. Y, sin saberlo, lo que
están generando es una resistencia en el valor;
si miras el resto de posiciones de venta los
valores son mucho más bajos. En esto consiste el
scalping en el cuadro de precios; en encontrar
una posición que:
Tiene que ser de un valor bancario.
Tiene que ser a un precio redondo: 5 €,
5,5 €, 6 €... (Cada 0,5 consideramos precio
redondo.)
Tiene que haber más de un millón de
acciones para que pueda ser considerado
como posible resistencia.
Si te encuentras con esta situación, debes
saber que lo más probable es que la primera
reacción del valor cuando llegue a ese precio y
vea una cantidad tan alta de venta sea corregir,
por lo que vamos a intentar aprovecharnos de
ello. Este movimiento puede ocurrir tanto con
una resistencia como con un soporte. En este
caso concreto, lo que tendríamos que hacer es
vender: si tenemos 10.000 € en la cuenta,
haríamos una operación de venta por un valor
total de esos 10.000 €. ¿A qué precio queremos
vender? Pues al precio de venta que queda justo
debajo de la resistencia (5,999 €), lo que nos
daría un total de 1.667 CFD. ¿Y por qué CFD?
Pues porque lo que estamos haciendo es vender
algo que no tenemos; hacemos una operación en
corto.
Esta estrategia tiene una gran virtud: que el
stop loss —que, en este caso, como he vendido,
ha de ser de compra— no será del 1 %. Si este
valor tiene una resistencia de 4.700.000
acciones a 6 €, y la cotización sigue subiendo,
aplicamos automáticamente el stop loss. Por lo
tanto, en este caso el stop loss sería de 6,001 € a
mercado. Es decir, la pérdida está muy limitada
y, como la pérdida está tan limitada, mi objetivo
de venta será el 1 %. De esta manera, sin
modificar el stop loss, si la cotización baja a
5,94 € —que sería el +1 % de beneficio—
comprarás los 1.667 CFD para cerrar lo que ya
has vendido anteriormente. De esta manera,
tienes dos milésimas de posible pérdida, contra
6 céntimos de posible beneficio. Como ves, aquí
la proporción pérdida/beneficio es gigantesca.
Esto sería un ejemplo de operación en corto.
Un ejemplo de compra sería a la inversa.
Supongamos que hay 2.880.320 acciones a
5 €. En este caso, lo que queremos es que el valor
toque y rebote. Por lo tanto, con una base de
capital de 10.000 €, ¿cuántas acciones o CFD
comprarías, a qué precio y dónde pondrías el
stop loss en este caso de venta?
Lo que buscamos es que el valor rebote,
porque en el lado de la demanda encontramos
una cantidad muy alta a un precio que es un
número redondo. Por eso, lo que habrá que
hacer es intentar aprovechar el rebote de la
cotización. Como tienes 10.000 € en la cuenta,
vas a comprar 2.000 CFD o acciones a un precio
de 5,001 €. Vas a poner un stop loss de venta de
los 2.000 CFD a 4,999 €. Y la proyección de
venta, es decir, el objetivo de venta de los CFD,
será de 5,05 €. De esta manera, intentarás ganar
el +1 %. Tienes dos milésimas a perder, por lo
que la proporción beneficio/pérdida es enorme,
así que, si se diera el caso, tendrías delante una
gran estrategia.
¿Cuáles son las condiciones que deben
existir para poder hacer scalping en el
cuadro de precios?
Solo bancos del Ibex 35.
Volumen ≥ 1.000.000 títulos en
oferta o demanda.
Aparece en contadas ocasiones y se da
a un determinado precio (redondo).
Objetivo beneficio 1 % - 1,5 %
Stop loss a una milésima (un tick, la
unidad mínima) por debajo o por
encima de la posición de gran
demanda/oferta.
Un vez alcanzado el beneficio NO se
modifica el stop loss.
Se puede realizar la misma operación
varias veces al día sin restricciones
horarias, y durante varios días.
Te repito que esta estrategia es la más difícil
de encontrar. Tienen que coincidir un conjunto
de factores para que se agrupen tantos
ordenantes a un precio concreto; suele ocurrir
cuando los valores, los bancos en este caso, caen
a unos precios muy bajos, a los que hacía años
que no llegaban. En este caso, el precio
encontraría un soporte en el cuadro. En cuanto a
las resistencias, podrías verlas si los bancos
suben hasta tocar un precio al que hacía mucho
que no llegaban. Las resistencias se generan por
los inversores que han comprado muy abajo y
están vendiendo muy arriba.
Ahora ya sabes qué son las órdenes de compra
y de venta, el stop loss, cómo intentar prolongar
los beneficios y cómo hacer scalping en el
cuadro de precios; con esto doy por finalizado el
capítulo. Si quieres más ejemplos de la
estrategia de scalping en el cuadro de precios, te
aconsejo que entres en YouTube y busques
«Banco Santander ante un soporte» y «Banco
Santander ante una resistencia». Ahí podrás ver
con tus propios ojos lo que estoy explicando (¡y
que el cuadro se mueve a toda velocidad!).
Preguntas y respuestas
1. ¿Todas las órdenes limitadas que lanzo al
mercado se ejecutan totalmente?
No, las órdenes pueden no ejecutarse o
quedar pendientes de ejecución si la cotización
no llega al precio al que se quiere comprar o
vender, o bien si no hay títulos suficientes para
que se ejecute la orden por completo.
2. ¿Existe la posibilidad de ver mi orden en el
cuadro de precios sabiendo la posición que
ocupo?
No. Puedes visualizar en qué precio estás,pero no la posición dentro de los ordenantes que
haya a ese mismo precio. Esta opción era posible
hace unos años, pero la CNMV (la Comisión
Nacional del Mercado de Valores) eliminó esta
posibilidad y ya no se puede ver la profundidad
por ordenantes. Sea como sea, es irrelevante
para que la operativa tenga probabilidades de
éxito.
3. ¿Siempre debo lanzar el stop loss (SL)?
Sí, el stop loss es la mejor manera que tienes
de limitar las pérdidas y asegurar tu capital. Es
fundamental visualizar cuánto estás dispuesto a
perder antes de pensar en el posible beneficio.
Los porcentajes de stop loss ya están definidos
para cada estrategia y nunca deben
modificarse. Si ya has operado en bolsa,
recuerda las veces que has perdido un gran
capital por no poner el stop loss. Perder es
doloroso, pero en nuestro día a día es inevitable
cometer errores. Mi misión es enseñarte a
perder, puesto que, si tienes interiorizada la
pérdida, ganar será muy sencillo… ¡y bonito!
4. ¿Se puede elegir la validez temporal de las
órdenes que lanzamos en nuestro bróker?
Sí, existen dos opciones en el momento de
poner la orden:
DAY (Día): para aquellas órdenes que
quieres que se cancelen en el mismo día (si
no han sido ejecutadas) o que se cierren
automáticamente al finalizar el mercado (si
se han ejecutado).
GTC (Good Till Canceled): orden que
permanecerá abierta hasta que la cierres
personalmente. No hay un tiempo límite
establecido.
5. ¿Cuáles son los factores más importantes a
tener en cuenta a la hora de elegir el bróker?
Por un lado, que sea DMA (Direct Market
Access), pues la contrapartida nos la da el
mercado y no el bróker. Con un bróker DMA, la
orden va directamente al mercado real. Por otro
lado, el cobro de comisiones, ya que es
importante que no te carguen comisiones por
lotes de órdenes ejecutadas, sino por orden fija.
Es importante también que el bróker esté
registrado en la CNMV y sería óptimo que
formara parte del FOGAIN (el Fondo General de
Garantía de Inversiones), ya que, de esta
manera, cubriría los 100.000 primeros euros
que tuvieras en la cuenta en el caso de que el
bróker quebrara. Mucha precaución con fijarnos
solo en el porcentaje de la comisión; que no te
vendan la moto.
6. ¿Cuáles son las diferencias entre acciones y
CFD?
Acciones: solo te permiten comprar para
después vender (únicamente en ese orden)
y no te dejan apalancarte.
CFD (Contract for Difference): Es un
producto financiero que te permite vender
unas acciones que no tienes para
comprarlas más tarde. También se pueden
comprar para vender después, como las
acciones. Además, los CFD sí te permiten el
apalancamiento.
Por este motivo siempre recomiendo operar
con CFD, ya que puedes operar en ambos
sentidos (en corto y en largo), lo que te permite
ganar dinero cuando la bolsa baja y te da la
opción de apalancarte cuando el momento sea el
adecuado. Es imprescindible que vayas
interiorizando los conceptos de operar en corto y
en largo, ya que tu verdadero éxito en renta
variable, sea cual sea tu perfil de operativa, se
optimizará si entiendes que da igual comprar
primero para vender después (y a la inversa). Si
pienso que algo puede bajar, vendo primero para
luego comprarlo más barato.
7. ¿Cómo debo calcular el stop loss?
Ya están definidos para cada estrategia. Si es
una operación en intradía, por ejemplo, lo
máximo que vas a estar dispuesto a perder es el
1 % sobre el estadístico. Es importante que
entiendas que los porcentajes del stop loss son
inalterables. Si quieres perder menos cantidad,
reduce la cantidad de títulos; no bajes el
porcentaje del stop loss.
8. ¿Cuál es el porcentaje de beneficio en una
operación de intradía?
Cuando el porcentaje del beneficio sea igual o
superior a la cantidad que estabas dispuesto a
perder, puedes decidir entre tres opciones:
Cerrar la operación completamente con
una orden limitada.
Mantener la mitad de los títulos abiertos y
deshacerte de la otra mitad de la operación.
No cerrar la operación e intentar aumentar
el beneficio modificando y moviendo el
stop (en consecuencia, el stop de pérdidas
se convertirá entonces en stop de
beneficios).
Cualquiera de estas opciones podría ser la
correcta; todo dependerá de tu nivel de
conocimientos, experiencia y confianza. Es
importantísimo haber definido el stop loss, pero
también resulta fundamental tener un objetivo
de beneficio en la operación. Como irás viendo
en las distintas estrategias, cada una tiene sus
propios objetivos. Si cumples con dicho objetivo,
estás obligado a cerrar la posición.
Una vez alcanzado ese objetivo de beneficio,
anularás la orden de stop loss (que obviamente
no se ha ejecutado) para evitar que pudiera
quedar pendiente al cerrar el mercado. Este
punto es muy importante ya que el sistema no la
anula por defecto; hemos de ser nosotros
quienes anulemos dicha orden.
9. ¿Cuáles son las ventajas de los CFD frente a
las acciones?
Los CFD son un instrumento que te permite
vender aquello que aún no tienes. Es decir,
puedes aprovechar oportunidades bajistas o
correcciones en el mercado que, en cambio,
las acciones no permiten. Sin embargo, el riesgo
en ambos casos es el mismo porque controlas las
pérdidas con el stop loss. Además, las acciones
tienen cánones y comisiones que se cobran por
tramos, por lo que al final los CFD resultan más
económicos.
10. ¿Qué es la horquilla en el cuadro de precios?
Es la diferencia de precios entre la oferta y
demanda. Cuando el valor es muy líquido (se
negocia un gran volumen de títulos), la horquilla
se estrecha, lo que nos beneficia. Detectar
valores con una horquilla muy amplia es
indicativo de que ese valor no tiene volumen;
una señal para no operar con ese valor durante
el día.
11. ¿Visual Chart y el bróker ofrecen el mismo
cuadro de precios?
Puede ocurrir que en algunas ocasiones no
coincidan. Esto podría suceder si tu bróker es
DMA, porque siempre busca los mejores precios
en diferentes mercados ofreciendo la mejor
horquilla posible. Visual Chart, sin embargo,
solo ofrece la horquilla de Bolsas y Mercados
Españoles (BME, la empresa que gestiona los
mercados de renta variable en España).
Este fenómeno puede verse, por ejemplo,
cuando los volúmenes no coinciden en la
primera posición de demanda/oferta. Sin
embargo, no te preocupes, porque la diferencia
nunca será lo suficientemente relevante como
para que pueda condicionar la operación.
12. ¿Todas las operaciones de intradía deben
cerrarse en el mismo día?
Sí, es obligatorio. La razón es que los
valores no tienen por qué abrir (al día siguiente)
al mismo precio al que cerraron en la sesión
anterior. Se deben cerrar sí o sí, aunque no haya
saltado el stop loss o no se haya obtenido el
beneficio previsto. Piensa que, si en un día abres
una estrategia de compra intradía y no cierras la
operación, podría ocurrir que, por la noche, el
valor genere una noticia que pueda afectarlo
muy negativamente. En ese caso, la mala noticia
provocará, como verás un poco más adelante,
que el valor abra a un precio inferior al stop loss
que tenías en mente, lo cual te produciría unas
pérdidas superiores a las esperadas.
13. ¿Las órdenes intradía que no se han
ejecutado se anulan automáticamente?
No. Por ello es importante seleccionar «DAY»
cuando lanzas la orden en tu bróker. Si no lo
haces, podría ejecutarse al día siguiente o
incluso días después si se alcanza el precio al que
quieres entrar.
14. ¿Cuál es la franja horaria más efectiva en el
mercado español?
De 9.00 a 11.00 de la mañana. Esas dos
primeras horas son las más importantes debido
al volumen negociado y la volatilidad que
presenta el mercado.
Más allá de este horario no es productivo
mantenerse frente al ordenador buscando
oportunidades en intradía o mirando cuadros de
precios. Históricamente, de 11 a 15.30 domina la
lateralidad —los precios no se mueven—, por lo
que una de las dos variables para operar en
bolsa, la volatilidad y volumen, desaparece del
mapa. Si por motivos de trabajo o por cualquier
otra razón solo puedes operar a partir de las
15.30, te aconsejo que te especialices

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