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Gracias por adquirir este eBook Visita Planetadelibros.com y descubre una nueva forma de disfrutar de la lectura ¡Regístrate y accede a contenidos exclusivos! Primeros capítulos Fragmentos de próximas publicaciones Clubs de lectura con los autores Concursos, sorteos y promociones Participa en presentaciones de libros Comparte tu opinión en la ficha del libro y en nuestras redes sociales: http://goo.gl/1OP6I6 http://goo.gl/v0wG2A http://goo.gl/JYqUxR http://goo.gl/IoPlU0 http://goo.gl/s0nYNA http://goo.gl/HjpKFD http://goo.gl/FKoB61 http://goo.gl/2VT2zx https://www.instagram.com/planetadelibros/ Explora Descubre Comparte SINOPSIS En 1999, Josef Ajram empezó a operar en bolsa donde desarrolló su propio estilo y filosofía, además de un método de operativa bursátil —el Método Ajram— donde 9 operaciones son las que aportan su operativa habitual destacando tres sobre ellas: las medias móviles, los gaps y el scalping de gran caída y gran subida. En estas páginas encontrarás todas las claves de este método con el que podrás diversificar tu ahorro, obtener unos ingresos extra o incluso convertirte en un profesional del trading, dependiendo de tus disponibilidades horarias y tus inquietudes personales. Un libro eminentemente práctico en el que, a partir del análisis de gráficos y de ejemplos reales, podrás identificar patrones gráficos y estadísticos que se repiten con el tiempo en diferentes empresas y aprovecharlos para sacar un beneficio. Sin embargo, esta base técnica sería imposible aplicarla sin el control mental necesario y, por eso, Estrategias de operativa bursátil cuenta también con la colaboración del coach Salva Fernández; con sus consejos descubrirás la parte emocional de operar en bolsa y aprenderás a evitar que la emoción se convierta en tu gran saboteadora. Estrategias de operativa bursátil Claves, consejos y casos reales para obtener la máxima rentabilidad con los menores recursos y en el menor tiempo posible JOSEF AJRAM Primera parte LA BASE TÉCNICA DEL TRADING por Josef Ajram Introducción Mi objetivo principal al escribir este libro es que, después de leerlo, seas capaz de operar bajo el Método Ajram. «¿Y qué es el Método Ajram?», te preguntarás. Es un método de operativa bursátil gracias al cual vas a poder diversificar tu ahorro, obtener unos ingresos extra o incluso convertirte en un profesional del trading; todo dependiendo de cuál sea tu disponibilidad horaria y, sobre todo, tus inquietudes personales. En mi camino a ese objetivo no estoy solo, cuento también con la ayuda de Salva Fernández, quien se encargará de enseñarte la parte emocional de operar en bolsa. Salva se formó a conciencia en una de las mejores escuelas de coaching del mundo y cuenta con una larga trayectoria acompañando a personas relacionadas con el mundo de las inversiones bursátiles. Así que, como verás, voy a estar muy bien acompañado. Una de las cosas más importantes que quiero que aprendas a lo largo de estos capítulos es que la bolsa no es un casino, y que, por tanto, no tiene nada de azaroso; todo ocurre siempre por un motivo. Para que este libro cumpla con el objetivo para el que fue creado y tú te quedes satisfecho es muy importante que cumplas con dos requisitos indispensables. El primer requisito es que nos hagas caso a Salva y a mí en absolutamente todo lo que te vamos contando; es fundamental que respetes cada porcentaje y que no intentes hacer por tu cuenta algo que no sabes, pues lo único que conseguirás con ello será perder dinero. Y sí, estoy seguro de ello al cien por cien. En la bolsa española se negocian 3.000 millones de euros al día, mientras que en la bolsa estadounidense se negocian cada día unos 300.000 millones de dólares. Como ves, es mucho dinero, así que, por precaución, te pido que al principio solo copies lo que te enseñamos. Por tanto, el primer punto es muy fácil de recordar: haznos caso. El segundo punto, y fundamental, es la aplicación del stop loss. Es imprescindible que la única obsesión que tengas en la cabeza sea «¿cuánto voy a perder si la operación sale mal?». Es lo único que te ha de preocupar cada vez que haces una operación bursátil. Por supuesto, en este libro voy a enseñarte a conseguir que las operaciones vayan bien, pero también a lograr que salgan incluso mejor, siempre que el mercado te ofrezca la posibilidad. Sin embargo, es importante que entiendas que ninguna estrategia bursátil tendrá éxito si tu primera pregunta no es: «¿Qué pasará si baja el valor de la acción?»; debes tener la humildad de aceptar que te puedes equivocar. Ya he comentado que mi objetivo es que acabes operando con el método que voy a mostrarte a lo largo del libro, pero también podría ser que, ya sea por carácter o por disponibilidad horaria, acabes decidiendo operar con otro método y que el sistema que voy a describir solo sea tu puerta de entrada a la renta variable. Pero, en cualquier caso, y sea cual sea el método que decidas utilizar en el futuro, estas dos variables son inalterables: si no sigues nuestras indicaciones y no tienes humildad para aceptar que puedes equivocarte, ningún método de renta variable será adecuado para ti. Hay que entender todo esto como lo que es: pura estadística. Nosotros no tenemos una bola de cristal para ver el futuro; el cien por cien de lo que te voy a explicar durante los próximos capítulos es simplemente probabilidad. Por tanto, tienes que olvidarte del «seguro que va a subir», «seguro que va a bajar», «creo que...»; a partir de ahora debes incorporar a tu vocabulario la palabra «probablemente»: «Si compro a 10 €, probablemente suba, pero si no es así aplicaré el stop loss»; «Si vendo a 8,35 € probablemente baje, y si no baja aplicaré el stop loss». Es muy importante que entiendas la renta variable como estadística. Como te iré mostrando más adelante en los cuadros de precios, vamos a buscar operaciones en las que las probabilidades de éxito sean mayores que las de pérdida. Al final se trata de hacer siempre lo mismo. Si aplicas la metodología cien veces, al final el beneficio va a estar ahí. ¿Por qué? Pues porque, cuando pierdas, estarás dispuesto a perder solo un poco, pero, cuando ganes, siempre estarás dispuesto a ganar más de lo que estabas dispuesto a perder. Al comienzo de la introducción he mencionado tres objetivos distintos: diversificación del ahorro, complemento salarial o profesionalidad del trading. Me gustaría también advertirte de que no es obligatorio enmarcarse en solo una de estas categorías: puedes empezar en una y acabar en otra, o incluso complementar varias. A lo largo de este libro, siempre voy a utilizar para los ejemplos una base de 10.000 €. Es, simplemente, una base tipo que sirve para que entiendas mejor los conceptos, pero no es ni el mínimo ni el máximo, ni tampoco lo recomendado. Supongamos que un inversor tiene 10.000 €. Por lo general, lo que quiere un inversor es obtener una rentabilidad con el tiempo; en este caso, para lograrlo, podría comprar a principios de año por 10.000 € y vender a finales por 10.800 €. Es decir, lo que este inversor ha intentado en un año es obtener una rentabilidad del 8 %; ha hecho una operación a principios de año, esta operación ha ido evolucionando y al final del ejercicio se ha convertido en una rentabilidad. Aunque te parezca poco, este sería un buen resultado, porque debes tener en cuenta que hoy en día la rentabilidad que obtenemos sin riesgo es del 0 %. Es decir, si ingresamos 10.000 € en nuestra cuenta bancaria, lo único que ocurrirá es que, con suerte, al final del año seguiremos teniendo esa misma cantidad. Uso este ejemplo para que comprendas lo que es la rentabilidad. Es muy importante que tengas claro lo que significa ganar un 8 %: es una cantidad muy grande, y todo lo que sea obtener más dinero del que nos daría el banco cuenta como un buen resultado. Piensa, además, que a medida que avances irás obteniendo nuevos conocimientos con los que, poco a poco, podrás ir incrementando esa rentabilidad. Realmente, esuna idea sencilla: el que quiera ganar más dinero debe tener una base más amplia. Pero, y esto es muy importante, en ningún caso ha de asumir riesgo; un concepto que veremos más adelante cuando hable del apalancamiento. Por ahora, te diré que el apalancamiento consiste en operar con un dinero que no tienes; una de las herramientas básicas del trader. Es lo que te va a permitir obtener beneficios interesantes ganando solo unos céntimos por acción. Pero hay que ir paso a paso; en ningún caso hay que plantearse apalancarse de inicio. Un concepto imprescindible que tienes que meterte en la cabeza desde ahora mismo es que, a la hora de invertir, está prohibido apalancarse. ¿La razón? Que puede causarte pérdidas muy superiores a las deseadas. Lo veremos en detalle un poco más adelante. Existe también otra opción, y es la de aquella persona que decide operar intradía. Lo que diferencia el trading de la inversión clásica es la rotación de capital. Supongamos, por ejemplo, que una persona que trabaja el intradía ve la posibilidad de una operación con 10.000 € y le sale bien. Al cabo de un rato decide llevar a cabo otra estrategia, usa la mitad del capital y le sale mal. Pero, poco tiempo después, ve otra posibilidad de estrategia distinta, así que decide comprar por la mitad de su capital y esta vez vuelve a salirle bien. Al final, lo que ha hecho este inversor es marear su capital y aprovechar la posibilidad de comprar y vender tantas veces como uno quiera en un mismo día. Es decir, ha comprado en un día por 20.000 € y ha vendido por 20.150 €. ¿Este inversor ha tenido en algún momento esos 20.000 € en cartera? No, lo que ha hecho es simplemente coger sus 10.000 € e ir moviéndolos, en parte o en su totalidad. En este caso, la suma de operaciones de este inversor en un solo día ha sido de 20.000 € de compra y 20.150 € de venta, pero si hiciese lo mismo cada día que hay sesión bursátil, que son 240 días al año, lo que ocurriría es que con sus 10.000 € compraría por 4.800.000 €, con una cifra similar de venta. Date cuenta de que, a pesar de haber realizado una importante rotación de capital, el trader no se ha apalancado en ningún momento, puesto que la posición máxima que ha tenido abierta equivale al capital que tiene en cartera como garantía, en este caso 10.000 €. Si en algún momento el total de las operaciones abiertas superara los 10.000 €, entonces sí hablaríamos de apalancamiento. En el ejemplo propuesto solo podemos decir que el trader ha realizado una importante rotación de capital, de sus 10.000 €. Esta es la gran diferencia entre la inversión y el trading. El inversor compra a principios de año y espera a ver qué ocurre; en cambio, el objetivo del trader es rotar el capital. Rotar el capital, claro está, teniendo controlados los riesgos. Esta es la parte más importante, que cualquier trader ha de tener interiorizada para intentar aplicar la fórmula mágica: obtener la mayor rentabilidad con los menores recursos, y en el menor tiempo posible. ¿Por qué en el menor tiempo posible? Pues porque, como ya he comentado, todas estas operaciones se llevan a cabo en un único día. En este libro voy a intentar explicarte un punto medio entre estas dos opciones, un equilibrio entre esa fase inicial y la fase de trading. No estoy hablando de hacer una única operación anual, ni mucho menos, sino de intentar aprovechar las tendencias que pueden ir ofreciendo los valores a medida que realizan movimientos estadísticos de relevancia. Los veinte mandamientos del método Todo parte de una premisa: si me haces caso, ganarás dinero. Para ayudarte a recordarlo, y como resumen de todo lo que he dicho en esta introducción, te dejo a continuación los veinte mandamientos del Método Ajram. Por favor, grábate a fuego estos veinte puntos y léetelos cada día para interiorizarlos; cuando te los hayas aprendido, podrás a empezar a operar con una mejor base. 1. Stop loss Ya he hablado de él, pero merece la pena repetirlo porque es lo más importante de todo; el stop loss es imprescindible. Por primera vez, voy a intentar enseñarte a perder. Y eso es complicado, porque normalmente nos educan para que busquemos el éxito constantemente; y nuestro cuerpo entiende que no hay que tomar decisiones para perder un poco, sino que se gana o se pierde, sin más. Aquí la cosa no va así: la renta variable no va de «gano o pierdo todo»; la renta variable va de tener la humildad necesaria para aceptar que nos podemos equivocar. Te repito que la única pregunta que te ha de obsesionar siempre que hagas una operación bursátil es: «¿Cuánto quiero perder hoy?». Evidentemente, todos estos parámetros dependerán de las diferentes estrategias que veamos; todo está establecido. Si digo «hay que perder un máximo de un 1 %» es porque hay un motivo. Además, un 1 % no es poco, porque debes tener en cuenta que, desde el momento en que empieces a operar, ya no vas a comprar porque creas que va a subir, o a vender porque te parezca que ha subido mucho: vas a hacer operaciones con probabilidades de éxito a partir de datos estadísticos. Así pues, los stop loss que pondremos —que ya verás que es una mecánica muy sencilla de introducir— vendrán bajo el paraguas de una estrategia con probabilidades de éxito. Así que ve interiorizando que vas a perder, y que vas a perder muchas veces. Pero vas a perder muy poca cantidad de dinero. Este negocio trata de saber perder poco, y de ganar más de lo que estás dispuesto a perder. Como he dicho, habrá estrategias en las que, como mínimo, el objetivo de beneficio sea el triple que la posible pérdida, y eso es lo que hay que ir haciendo una y otra vez; siempre con la humildad de aceptar que nos podemos equivocar, porque si no podemos sufrir un varapalo. Acuérdate, por ejemplo, del Banco Popular: quien pensara que era un buen banco y que no podía desaparecer se equivocó. Acuérdate también de Lehman Brothers, quien pensara que era una institución con más de cien años de historia y que eso no podía desaparecer... se equivocó. En el mercado estadounidense pasó lo mismo con una compañía energética llamada Enron. Hay infinidad de ejemplos de valores que han desaparecido o que llevan pérdidas estratosféricas. Para que lo veas mejor voy a comentar algunos ejemplos actuales. Este gráfico pertenece a Colonial, una gran empresa del sector inmobiliario. Quizá al ver este gráfico pienses «vaya, lleva unos meses subiendo» y, sí, es verdad que desde 2017 ha estado subiendo, pero ampliemos un poco la temporalidad del valor y verás cómo cambia la historia: El valor llegó a 1.300 € —o lo equivalente, porque hizo una maniobra que se llama contrasplit— y hoy vale tan solo 11 €. Todos los inversores que no hubiesen puesto un stop loss habrían perdido mucho. Hoy estarían en una empresa solvente, pero que nunca podrá llegar a los niveles anteriores a causa de la emisión de las nuevas acciones en circulación. Para no quebrar, esta empresa tuvo que recapitalizarse; emitir acciones para dárselas a los bancos a cambio de deuda. Y si, por ejemplo, esta empresa tenía antes un millón de acciones, igual ahora tiene 500 millones de acciones. Por cada euro que suba la acción, el valor total de la compañía subirá en 500 millones. Por eso es imposible que llegue a los precios en los que estaba anteriormente. Otro caso aún más extremo es el que puedes ver a continuación: se trata de Quabit, una inmobiliaria, donde la acción pasó de 2.400 € a 0,82 €. Sirvan estos ejemplos para entender que una empresa que baja no tiene por qué subir. 2. No juzgues tus conocimientos solo por lo que ganas. Piensa en todo lo que has dejado de perder gracias a lo que has aprendido Este segundo mandamiento está basado en una cita del gran Tony Robbins sacada de su documental de Netflix Yo no soy tu gurú —si no lo has visto, te lo recomiendo—: «La mayoría de las personas sobreestiman lo que pueden lograr en un año y subestiman lo que pueden lograr en dos o tres décadas». Uno de los mayores problemas de aquellos que empiezan en bolsa es la presióna la que se someten. Debes ser consciente de lo que has tardado en formarte para poder desempeñar tu trabajo habitual (formaciones profesionales, carreras universitarias, etcétera) y ser un poco justo con la renta variable. Lo que quiero decir con esto es que, si estás empezando, no quieras operar lo antes posible, ten precaución y opera al principio en modo demo (o sea, sin dinero real); no te preocupes, hay tiempo de sobra para poder operar con tranquilidad. 3. No forzar operaciones Estamos en un mercado donde básicamente tenemos tres variables muy potentes: Inversión controlada a tu alcance. Es decir, partimos de un capital y lo debemos controlar. Control de los costes fijos. En bolsa el único coste fijo que vas a tener es el precio del Visual Chart, la plataforma de datos bursátiles. Estarás de acuerdo conmigo en que un negocio que solo necesita un coste fijo de 58 a 150 € al mes —que es lo que cuesta este programa— es un coste ridículo. La movilidad que nos proporciona este trabajo, la posibilidad de hacerlo desde cualquier lugar del mundo. El hecho de tener estas tres variables ayuda a entender que no hay que forzar operaciones. Si un día no haces una operación, no pasa nada; y si durante dos días no haces una operación, tampoco pasa nada. 4. Centrar claramente el horario de operativa Un gran porcentaje de las personas que empiezan en bolsa llegan a este mundo atraídas por la productividad o la efectividad. En cambio, cuando empiezan a conocerlo, la bolsa les atrapa y no se retiran a la hora que deben. Si llevas toda la vida diciendo que quieres trabajar poco... ¿por qué ahora trabajas a horas en las que no deberías? En bolsa, se trata de estar delante de las pantallas el menor tiempo posible. Este mandamiento va en contra de la cultura del trabajo que nos han inculcado durante toda nuestra vida: cuanto más trabajes, mejor. Aquí, por el contrario, se trata de ser muy eficiente y, como mucho, la jornada se reducirá a dos horas de trabajo. 5. No apalancarse «El ser humano no tiene paciencia para enriquecerse lentamente, por eso decide arruinarse rápidamente.» Tú eliges. Las personas que se apalancan siempre quieren enriquecerse rápidamente. Pero la caída siempre puede aparecer, y la pérdida sucederá en un instante. Por eso te pido que seas muy cauteloso: tienes un capital y ese es el dinero con el que debes trabajar. Si en el futuro tienes más, ya lo añadirás en ese momento. Ya empezarás a trabajar con él. Yo entiendo a las personas a quienes les ocurre esto, especialmente a las más jóvenes, porque de repente se les pide una paciencia que no tienen en su día a día. Y no la tienen porque la tecnología nos ha educado a todos para vivir en el mundo de la impaciencia: si queremos ver una serie, lo hacemos a través de Netflix, una plataforma sin anuncios y en la que no debemos esperar a que salga el siguiente capítulo; si queremos comprar algo, lo hacemos a través de Amazon; y si queremos conocer a alguien, utilizamos Tinder. ¿Qué tienen en común todas estas aplicaciones? Que nos dan una recompensa inmediata. Ahora, por primera vez, vas a tener que enfrentarte a aquello que quieres en tu vida personal y a lo que quieres en tu vida profesional. Siempre que te sientas tentado a comprar con un dinero que no tienes, ahí tienes el apalancamiento. 6. Usar plataformas de datos competitivas En mi caso, suelo utilizar Activo Trade como bróker, que desde el inicio de la nueva formación ha confiado incondicionalmente en el proyecto, y Visual Chart como plataforma de datos. Como te puede resultar un poco elevado el coste mensual, te recomiendo que mires Trading View que está muy bien también y los costes son muy inferiores. 7. Usar un bróker eficaz. Precaución con las comisiones mínimas Esto lo explicaré en profundidad más adelante. 8. No inventar variantes dentro de una estrategia Todo está testado y probado; si digo que hay que comprar a 10 € y que el stop loss debe estar a 9,90 €, eso es lo que hay que hacer, y punto. Con cualquier valor del mundo. Recuerda que, al final, todo son patrones que se repiten con el tiempo. Solo hay que copiar los patrones en diferentes circunstancias. 9. No mezclar métodos Este punto es vital. Quizá tengas experiencia con otro tipo de formaciones. Igual has probado Forex, LSP, commodities (materias primas), criptomonedas... Cada método es para lo que es, y es muy importante que no intentes coger lo que yo explico y usarlo en el euro/dólar, o coger lo del euro/dólar y probarlo en Inditex, porque ya te digo que no va a funcionar. El ejemplo que mejor ilustra este mandamiento, y yo creo que el mejor ejemplo que podemos tener en la vida, es el de la especialización. Los hermanos Roca son los propietarios del restaurante Can Roca. Y son los mejores del mundo porque cada uno sabe hacer brillantemente una cosa: Jordi Roca es el mejor repostero, Josep Roca el mejor somelier y Joan Roca es el mejor cocinero. Y la razón por la que son los mejores del mundo es porque confían en sus capacidades y no meten la cabeza en las cosas que desconocen. ¿Qué quieres ser, Jordi, Josep o Joan? ¿Qué quieres ser, acciones y CFD, Forex o commodities? Puedes hacer lo que quieras, pero elige en qué quieres ser excelente. Porque, seguramente, si Joan Roca intentase hacerse cargo del vino, Can Roca no sería el mejor restaurante del mundo. 10. No saltarse etapas de aprendizaje Imagina que te doy unas zapatillas para correr. Si nunca has hecho running, por mucho que te dé unas zapatillas, es imposible que mañana corras 84 kilómetros. Lo normal sería que el primer día hicieses uno, dos o tres kilómetros y que, poco a poco, fueras incrementando el entrenamiento para llegar a correr los 84 kilómetros. Así que, ya sabes, poco a poco, no te quieras saltar etapas. 11. Si quiero perder menos reduzco la cantidad de títulos, pero no me invento el porcentaje del stop loss Los porcentajes del stop loss que daré en este libro siempre serán inamovibles. Si compras 1.000 acciones a 10 € y la cotización baja un 1 % hasta 9,90 €, perderás 100 €. Si lo que quieres es perder menos dinero, en lugar de comprar 1.000 acciones, comprarás 500 y así perderás solo 50 €. Lo que no debes hacer, pues sería incorrecto, es comprar 1.000 acciones para perder solo un 0,5 % del capital. 12. Si quiero ganar más aporto más capital, no me apalanco Como en el punto anterior, si quieres ganar más, lo que debes hacer es aportar más capital a tu negocio, no apalancarte. 13. Sé consciente de lo que supone ganar. ¿Cuánto te daría el banco por tu capital? Recuerdo un día en que uno de mis alumnos hizo una estrategia con las bandas de Bollinger y ganó un 1,1 % en apenas veinte minutos. Yo le pregunté si estaba contento y él no estaba muy emocionado, hasta que intenté hacerle entender qué supone realmente ese 1,1 %, teniendo en cuenta que dos meses antes no tenía ni idea de operar en bolsa. Al final, tenemos inculcada la cultura del pelotazo y las cosas no son así. Este alumno, que hace dos meses no tenía ni idea de nada, ha conseguido en veinte minutos obtener lo que su banco le daría por ese capital en un año o más. Seamos conscientes del verdadero logro que representa. Hay que estar muy satisfechos de los logros conseguidos y entender que hacer las cosas bien no es lo normal, que tiene mucho mérito y debemos valorarlo. 14. No tienes costes fijos, por lo que si no hay nada claro, no se hace nada Lo mismo que he comentado en el tercer punto. 15. Estamos en un mercado perfecto, todo lo que vas a comprar lo vas a poder vender, y viceversa. Centrarse en activos líquidos, como comentaremos más adelante Si quieres abrir un negocio puedes, por ejemplo, alquilar un local, llenarlo de bicicletas e intentar venderlas de una en una. Si ese mismo capital lo inviertes en adquirir acciones del Banco Santander y, de repente, necesitas ese capital para algo, puedes venderlo y obtener el retorno directamente. Lo que quiero decir con esto es que debes estar muy tranquilo cada vez que hagas operaciones, mástranquilo incluso que en tu día a día, pues los valores que vas a conocer en este libro y con los que vas a trabajar tienen mucha liquidez. 16. Cuantas menos operaciones hagamos en un futuro, mejor. Se trata de ganar dinero, no de generar comisiones para el bróker Lo que he comentado antes. Al final, se trata de ser eficiente, eficaz y productivo; cuantas menos cosas hagamos, mucho mejor. 17. Debes estar abierto al constante aprendizaje. Tu mejor maestro puede ser tu último error Es muy importante en cada fase de la vida: siempre que cometas un error, analiza qué es lo que puede haber salido mal. De esa manera, podrás aprender de ello. 18. Si has comprado este libro es porque quieres hacerme caso, así que hazme caso Has hecho una inversión en este libro y también vas a invertir tu tiempo en él, por lo que te pido que me hagas caso para que aprendas a aplicar bien el método y puedas obtener un beneficio. El 95 % de los alumnos de mis cursos que tienen éxito consiguen las metas que se han propuesto porque hacen caso de lo que les digo, no porque tengan una habilidad especial. Y el 80 % de la gente que lo hace mal fracasa porque se inventa el método o intenta cambiarlo. En este caso, esa cualidad tan propia del ser humano, y que consiste en hacer precisamente aquello que nos han dicho que no hagamos, puede salirte muy cara. 19. Cada vez que inventes, perderás dinero y, lo que es más grave, perderás confianza Cada vez que intentes inventarte el método, vas a perder confianza en tus capacidades. Esto es muy importante, sobre todo, si eres principiante, porque en los inicios es cuando uno es más vulnerable. No quieras creer que llevas más razón que los demás. A medida que vayas aprendiendo podrás ajustar el método a tus necesidades. En este libro te ofrezco diferentes estrategias que podrás aplicar a horas distintas. Son estrategias aplicables a diferentes mercados, por lo que vas a poder decidir qué es lo que más se ajusta a tu perfil. Ya te digo que, al menos, hay una estrategia de uso muy frecuente que vas a poder utilizar en cualquier momento del día. De esta manera, rápidamente verás si te gusta más el trading, la inversión, el gap... y, a partir de tus experiencias, ya irás ajustando a tu perfil. 20. Ten paciencia. El ser humano no tiene paciencia para enriquecerse lentamente, por eso decide arruinarse rápidamente Ya he comentado esta frase en el quinto mandamiento, porque está muy relacionada con el apalancamiento; pero, desde mi punto de vista, es tan importante que merece una mención aparte. Todo lo que voy a comentar en la primera parte es la base técnica, lo que sería la base numérica. Pero va a ser imposible que puedas aplicarlo sin el control mental necesario. Salva Fernández profundizará en esta cuestión en la segunda parte del libro, que trata de la parte emocional de operar en bolsa. Esta parte es vital: debes tener un gran control emocional, porque los sentimientos pueden convertirse en tus grandes saboteadores. Si consigues controlar esta parte, tendrás el 80 % del método en el bolsillo. Ahora que ya tienes unas bases sólidas y has entendido la diferencia entre inversión y trading a nivel operativo, estás preparado para enfrentarte a todo lo que Salva y yo vamos a explicarte en el libro y, por supuesto, para aplicar todos estos conocimientos de manera práctica. Así que, solo me queda desearte mucha suerte y ¡a por ello! Preguntas y respuestas Para ayudarte a repasar los conceptos que van apareciendo en el libro, en todos los capítulos de esta primera parte he decidido incluir un apartado final de preguntas y respuestas, con las dudas más comunes que suelen tener los alumnos de mis cursos de bolsa. Tómatelo como un repaso de los contenidos que he ido desarrollando en las páginas previas. 1. ¿Qué diferencia existe entre el Ibex 35 y el mercado continuo? Ibex 35 (blue chips y medium caps): aúna los 35 valores con mayor capitalización bursátil. Mercado continuo (small caps): lo componen todas las empresas cotizadas que se negocian en la bolsa española, tanto los valores del Ibex 35 como los valores que por su liquidez y tamaño no llegan a cotizar en él. Es importante entender que las empresas del Ibex 35 no son mejores empresas ni tienen por qué tener un mejor comportamiento que las del mercado continuo. Simplemente, el hándicap del mercado continuo es que tiene una escasez de volumen que, en algunas empresas, provoca que no podamos operar en ellas. 2. ¿Qué es el apalancamiento? ¿Es recomendable? El apalancamiento es un mecanismo financiero que permite operar por más dinero del que tienes realmente en el bolsillo; podría decirse que es un préstamo monetario que te hace el bróker con el aval de tu capital real. El porcentaje de apalancamiento es la relación entre el capital propio y el que utilizas realmente en una operación financiera. No es recomendable para ninguna de las estrategias. Utilizarlo puede dar lugar a pérdidas importantes de capital. 3. ¿Siempre habrá un comprador/vendedor que nos dé la contrapartida? En valores muy líquidos, sí. Por eso es importante centrarse en los valores que te aconsejo y evitar aquellos que negocian con muy poco volumen (o sea, con muy pocos títulos cada día), porque será muy difícil cerrar la operación en el momento y al precio que quieras. Tienes que tener muy presente que, si quieres vender unas acciones, no te las va a comprar «el mercado» por arte de magia; te las comprará una persona, ya sea un inversor individual o un profesional que trabaja para una agencia. Y, claro, hay valores que atraen a los inversores y otros, en cambio, que casi siempre están muy tranquilos, porque ofrecen pocas oportunidades y no atraen a demasiados inversores. Así que mucho ojo con meterte en valores con muy poco volumen, porque podría ocurrir que vieras una oportunidad, decidieras la operación (correcta) … pero no encontraras a nadie en el otro lado que quiera darte la contrapartida. 4. ¿Podemos usar a nuestro bróker como plataforma de datos? No. Normalmente lo que ocurre es que los datos no coinciden por diferentes temas, como los dividendos o las ampliaciones de capital. Por eso, lo mejor es utilizar Visual Chart o Trading View. Es imprescindible que entiendas que ninguna estrategia tendrá éxito si no operas sobre los datos correctos. Y los brókeres no están preparados para suministrarnos los datos correctos; tienen errores en sus gráficos en el momento que las empresas pagan dividendos o realizan ampliaciones de capital. Es importante que entiendas que has de invertir en una plataforma de datos que te dé toda la información de una manera impecable. Trading View es una excelente plataforma de acceso, ya que por solo 17 euros al mes tendrás datos muy fiables. Visual Chart es mi favorita, pero los costes se elevan a no menos de 100 euros al mes. Tú decides, pero para empezar Trading View está genial. 5. ¿Cuál es el mejor espacio temporal para trabajar? Todas las estrategias que vas a ver en este libro parten de una temporalidad diaria. Es muy importante que no cambies la temporalidad, pues todos los estadísticos y gráficos se modifican en consecuencia. A pesar de que te encontrarás las mismas líneas que se usan para un gráfico diario, la fiabilidad es totalmente diferente. No es lo mismo una media de 70 sesiones diarias que una media de 70 periodos de 5 minutos. 6. ¿Se puede aplicar el método en el resto de índices mundiales? Sí, por ejemplo, DAX, CAC, DJ, Nasdaq... Cualquier valor que tenga volatilidad y volumen es interesante, pero, lógicamente, requerirá de un aprendizaje específico sobre las características de cada mercado. Es importante tener muy claro que nada de lo que vas a aprender aquí te servirá para operar en el Forex, el mercado de divisas. 7. En un caso excepcional, ¿podré operar a través del móvil? Nunca es recomendable operar a través del móvil, pero, evidentemente, si estás en una urgencia, se puede poner una orden a través del móvil. Sin embargo, siempre es recomendable operar sentado delante delordenador con calma y concentrado, será más fácil y es lo que te recomiendo. 8. ¿Cómo aprenderé si me dicen exactamente qué hacer en todo momento? ¿En qué momento utilizaré mi propio juicio y mis planteamientos? Te iré dando las pautas de trabajo diarias para que, cuando termines el libro, seas capaz de elegir la mejor estrategia posible dentro de las opciones que tengas. 9. ¿Se puede operar el mercado español desde fuera de España? Por supuesto. Simplemente debes llevarte el ordenador. 10. ¿Para tener un mejor conocimiento de la bolsa debo leer la prensa económica, la que habla de bolsa, negocios y bancos? Es una rutina que te puede resultar muy útil. Así pues, ya puedes irte familiarizando con el Expansión —que puedes leer tanto en formato físico como a través del móvil— como con <Bolsamanía.com/capitalbolsa> e <investing.com>, dos páginas web que también te van a ayudar mucho. http://bolsamania.com/capitalbolsa http://investing.com/ 1 Conceptos básicos y el scalping en el cuadro de precios Si con la introducción quería que asentaras unas bases muy sólidas, en este capítulo voy a comenzar con la parte más teórica de la materia. Es un capítulo muy importante, por lo que debes ser cuidadoso al leerlo y asegurarte de haberlo interiorizado bien antes de seguir avanzando; a partir de aquí la dificultad se irá incrementando y, si hay un concepto que no entiendes, será imposible que sigas el hilo del resto del libro correctamente. Si has leído mi anterior libro, Bolsa para Dummies, es muy probable que estos aspectos te suenen y te parezcan sencillos. Sin embargo, no está de más repasarlos, porque son vitales para entender el funcionamiento de la renta variable y la aplicación correcta de cualquier estrategia (y en este libro voy a enseñarte seis estrategias diferentes). Si este libro representa tu primera aproximación a la bolsa, entiendo que algunos pasajes puedan resultarte algo enigmáticos; no porque no te vaya a explicar lo que está ocurriendo, sino más bien porque no me entretengo largo y tendido en cada idea, como sí hacía en Bolsa para Dummies. Así que, si nunca te has metido a fondo en el mundo de la bolsa, te recomiendo que primero asientes los conceptos que aparecen en Bolsa para Dummies, y que luego te sumerjas en el libro que ahora sostienes entre las manos. Así todo fluirá de la manera más fácil y lógica. Los cuadros de precios Como puedes ver en el ejemplo siguiente, la herramienta básica para trabajar en bolsa es el cuadro de precios. Todos los valores del mundo, sean cuales sean, tienen la misma estructura. En el cuadro, hay una columna de ordenantes (3) que quieren comprar una cantidad de títulos (4.379) a un precio de compra concreto (3,7120 €) y, en el lado contrario, hay una columna con el precio de venta (3,7125 €). El cuadro de precios agrupa una cantidad de títulos (4.142) y los ordenantes interesados (2). Esta es la estructura de cualquier cuadro de precios del mundo. Siempre va a haber un número de personas, bancos, agencias de valores... que quieren comprar una cantidad concreta de títulos a un precio determinado; y lo mismo pasará con la venta. La columna de compra continúa hasta cero y la columna de venta continúa hasta el infinito. Es decir, por un lado habrá gente que quiera comprar a un precio muy bajo y, por otro, siempre habrá gente que quiera vender a un precio muy alto. Lógicamente, cuanto más lejos esté nuestro objetivo de compra de la demanda real, menos probabilidades de comprar con éxito. Y, cuanto más cerca esté, más probable que podamos cerrar la compra. Al final, es el mercado perfecto: el lado izquierdo siempre se corresponde con la demanda y el derecho, con la oferta. En el argot bursátil, a la demanda se le llama «dinero» y a la oferta «papel»; por eso, si escuchas a alguien de la vieja escuela hablando, puede que le oigas decir: «¡Cuánto papel tiene esta acción!». Con eso querrá decir que hay mucha oferta. Sin embargo, si lo que dice es «¡cuánto dinero tiene esta acción!», lo que está tratando de expresar es que existe una gran demanda. Para comprar o vender títulos vas a tener que introducir una orden de entrada, que puede ser de compra o de venta. Existen dos tipos de orden de entrada: la orden a mercado y la orden limitada. De manera resumida, podría decirse que en el primer caso estás dispuesto a comprar o vender a cualquier precio —en concreto, al que marca el mercado en ese preciso momento—, mientras que en el segundo lo haces a un precio exacto: el que tú has escogido para que te cuadre la operación. En el fondo, la bolsa es aplicar sentido común. Supongamos que vas a comer a un restaurante y cuando te sientas ves que el menú cuesta 9,90 €. Si quieres comer, ¿qué vas a tener que hacer? Seguramente pensarás: «Pues ¿qué voy a hacer? Pagar los 9,90 €, claro». Pero, en realidad, no es la única opción que tienes; aunque seguramente ni se te pase por la cabeza, también puedes decirle al camarero: «Yo quiero comer aquí, pero en lugar de 9,90 € te ofrezco 9,80 € por el menú». Entiendo que la reacción inicial del camarero será de sorpresa, pero la opción es real y está a tu disposición, tanto a la hora de comer como a la hora de comprar acciones. Fíjate en el ejemplo de cuadro de precios que te dejo más abajo: en la columna de la izquierda hay dos ordenantes que quieren comprar 4.000 acciones a 8,62 € y hay tres que quieren vender a 8,63 €. ¿Por qué no compran todos a 8,63 € o venden todos a 8,62 €? Pues bueno, por la propia definición de renta variable, porque no hay un precio fijo. Es decir, lo importante es encontrar el punto de equilibro en el que demandantes y ofertantes se ponen de acuerdo. Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V. 2 4.000 8,62 8,63 2.000 3 Voy a hacerte una pregunta que te parecerá obvia, pero, para mí, es muy importante para que entiendas de lo que hablo: si la demanda es 8,62 € y la oferta es 8,63 €, y yo quiero comprar mil acciones inmediatamente, ¿a qué precio debería comprarlas? La respuesta es a 8,63 €. Es de sentido común, ¿no? Si yo quiero tener algo inmediatamente, pago lo que vale. Si quiero ir al restaurante y comer el menú, pago los 9,90 € que cuesta. Pero, como quizá estés pensando ahora, uno no siempre está dispuesto a pagar por algo lo que vale en un momento concreto. Esto es muy importante, y tienes que contemplarlo en tu operativa bursátil. Probablemente, hasta la fecha, siempre que has querido introducir una orden de compra o de venta lo has hecho a mercado, pero no es la opción más correcta. Te voy a poner un ejemplo para explicarme mejor. Supongamos que quieres comprarte un móvil, ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por él? ¿100 €? ¿200 €? ¿300 €? Lo que seguro que no me dirás es «lo que sea, te pago lo que sea», porque entonces yo te podría decir «¿Ah, sí? Pues te lo vendo por 3.000 €», y seguramente esa cantidad sea mucho más alta de la que tú tenías en mente. Pues eso mismo es lo que ocurre cuando compras y vendes a mercado. Si compras a mercado, le estás diciendo a la bolsa: «Mira, estoy dispuesto a pagar lo que sea por estas acciones de Atresmedia, el precio que sea». Y, a veces, eso puede llevar a sorpresas desagradables y a que el precio que pagues sea mucho mayor del que tú pensabas pagar. Para evitar sorpresas, lo mejor es utilizar siempre las órdenes limitadas. Vas a tener la oportunidad de comprar/vender a mercado, comprar/vender de manera limitada y comprar/vender con una orden de stop loss; mi consejo es que siempre que quieras abrir una operación utilices órdenes limitadas. De esta manera, vas a decidir el precio máximo que estás dispuesto a pagar y el precio mínimo al que estás dispuesto a vender. Es decir, en el ejemplo del cuadro de precios anterior, lo que hemos hecho es limitar nuestra orden de compra; hemos dicho que queremos comprar 1.000 acciones a un precio concreto: 8,63 €. Usando los mismos números del ejemplo anterior, analicemos el siguiente cuadro de precios: Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V. 4.0008,62 8,63 600 2.500 8,615 8,64 600 1.500 8,61 8,645 1.200 Supongamos que quieres comprar 1.000 acciones. Seguramente estés pensando que lo más natural sería comprarlas inmediatamente, pero, en realidad, tienes hasta tres opciones distintas a tu disposición: comprar inmediatamente, esperar o comprar solo una parte. Para comprar 1.000 acciones y que la orden se ejecute totalmente de manera inmediata, tengo que introducir un precio. Si observas el cuadro, puedes comprobar que, si introduces como precio 8,63 €, la oferta sería insuficiente (solo hay 600 disponibles), por lo que lo correcto sería introducir el precio inmediatamente posterior: 8,64 €. El sistema, de manera automática, va a comprar siempre al precio más barato posible y va a vender al más caro; por tanto, si yo introduzco una orden de compra de 1.000 acciones a 8,64 €, el sistema comprará las 600 acciones disponibles a 8,63 € y las 400 restantes a 8,64 €. Recuerda, esto es muy importante: no es necesario introducir dos órdenes, si pones una única orden de compra de 1.000 acciones a 8,64 €, la bolsa hará el resto automáticamente. La compra parcial sería aquella en la que se ejecuta solo una parte de las 1.000 acciones. Utilizando el ejemplo del cuadro, tendríamos que introducir una orden de 8,63 €. Al lanzar esta orden se negociarían 600 acciones, y las 400 restantes pasarían automáticamente a la columna de la demanda. La orden de estas 400 acciones pendientes es dinámica; esto quiere decir que, en cualquier momento, podemos anularla o modificar su precio o cantidad sin que el sistema nos penalice. Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V. 400 8,63 8,63 600 4.000 8,62 8,64 600 2.500 8,615 8,645 1.200 1.500 8,61 La tercera opción es introducir una orden pendiente de ejecución. Por ejemplo, en este caso pongamos que introducimos una orden de 8,60 €. Al hacer esto, nuestras 1.000 acciones aparecerían al final de la columna izquierda, la de la demanda. En este caso, si la orden no se ejecuta, no nos cobrarán ninguna comisión; solo se cobra comisión por aquellas órdenes que se ejecuten. Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V. 400 8,63 8,63 600 4.000 8,62 8,64 600 2.500 8,615 8,645 1.200 1.500 8,61 1.000 8,60 Esto sería en cuanto a la compra, pero a continuación vamos a hacer un ejercicio de venta para consolidar los conceptos y que te des cuenta de que se trata del mismo mecanismo. Supongamos en este caso que tenemos el siguiente cuadro de precios: Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V. 980 14,215 14,23 900 880 14,21 14,235 900 1.450 14,205 14,24 1.150 En este caso vamos a vender 1.000 acciones. Como hay que hacer siempre, cada vez que te plantees una operación debes tener en cuenta el movimiento del cuadro de precios. Veamos entonces de nuevo las tres opciones: ¿Qué precio he de introducir si quiero vender 1.000 acciones y que la venta se ejecute en su totalidad? ¿Qué precio he de introducir si quiero vender 1.000 acciones y que la venta se realice parcialmente? ¿Qué precio he de introducir si quiero vender 1.000 acciones y que la venta quede pendiente de ejecución? Si queremos vender 1.000 acciones y que se ejecuten totalmente, el precio que debes introducir es de 14,210 €. De esta manera, 980 acciones se ejecutarán a 14,215 € y las 20 acciones restantes se ejecutarán a 14,210 €. Una vez más, a pesar de poner un precio inferior, la bolsa es noble y venderá automáticamente al precio más caro posible; esto siempre ocurre así. Sin embargo, a diferencia del ejercicio anterior, el cuadro de precios cambiará de la siguiente manera: Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V. 980 14,215 14,23 900 880 860 14,21 14,235 900 1.450 14,205 14,24 1.150 Ahora, hay que introducir la próxima venta sobre este nuevo cuadro; si quieres vender 1.000 acciones y que queden pendientes de ejecución, pondrás, por ejemplo, un precio de 14,22 €. Automáticamente aparecerán en el cuadro las 1.000 acciones pendientes a este precio. Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V. 14,22 1.000 980 14,215 14,23 900 880 860 14,21 14,235 900 1.450 14,205 14,24 1.150 Por último, la venta parcial será en este caso a un precio de 14,21 €. Se venden las 860 acciones que estaban a este precio, y quedan 140 acciones pendientes de venta que pasan al otro lado del cuadro. Te recuerdo que se trata de una orden dinámica: en cualquier momento puedes cancelar, modificar el precio o la cantidad de estas 140 acciones, y solo se ejecutará la comisión sobre la cantidad negociada. Ord. C. Volumen C. Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V. 14,21 140 14,22 1.000 980 14,215 14,23 900 880 860 14,21 14,235 900 1.450 14,205 14,24 1.150 A continuación, los 14,205 € pasarían a la primera posición y en esa columna seguirían apareciendo más precios de demanda y más cantidades de títulos. Es un ciclo sin fin; recuerda que el lado de la demanda continúa hasta cero y el de la oferta hasta el infinito. En resumen, ¿qué tipo de órdenes de entrada existen? Orden a mercado: significa que estás dispuesto a comprar o vender a cualquier precio. Orden limitada: compras o vendes a un precio concreto. Orden limitada total: Se negocian la totalidad de las acciones. Orden limitada parcial: Se ejecutarán solo una parte de las acciones y el resto quedan pendientes. Esta orden (pendiente aún) se puede anular sin ser penalizada por el sistema. Orden limitada pendiente: No se ejecuta y, por lo tanto, no hay cobro de comisión. Es muy importante que entiendas todo esto perfectamente; si crees que hay cosas que se te escapan, te aconsejo que repases de nuevo el apartado y que no continúes leyendo hasta que no sientas que lo tienes dominado. Operar con brókeres Antes te comentaba que siempre debes introducir una única orden y no desglosarla en dos o más. Una de las razones por las que debes actuar así es que, en prácticamente todos los brókeres, hay unos valores nominales, unos importes de operación, y si operas por debajo de ellos siempre te cobran un mínimo de comisión. Si en el ejemplo anterior vendiésemos 1.000 acciones a 14,21 €, el bróker nos cobraría la comisión estándar de 0,08 % —la plataforma con la que yo opero es Activo Trade y es la que voy a utilizar como referencia a lo largo del libro—. Pero si introdujéramos dos órdenes distintas: una venta de 980 y otra de 20, nos cobrarían una comisión estándar en la primera y en la segunda; un mínimo de 6 a 8 € de comisión dependiendo del tipo de valor. Como podrás deducir, el porcentaje de comisión aplicado a esta operación sería desproporcionado. A la hora de escoger a tu bróker, es importante que tengas en cuenta dos variables: la primera es que el bróker te cobre por la orden fija, no por los diferentes lotes que se hacen, porque si te cobra por diferentes precios la comisión puede llegar a desfasarse; la segunda es que el bróker sea DMA. ¿Qué quiere decir DMA? Son las siglas de Direct Market Access y describen a aquellos brókeres que se limitan a hacer dinero exclusivamente con la comisión; es decir, la contrapartida de la operación te la da el mercado, y no el bróker. Esto te garantiza liquidez, precio real del mercado y, por lo tanto, transparencia. Por el contrario, existe otro tipo de bróker llamado Market Maker, que lo que hace es dar contrapartida a la operación que tú realizas. O sea, tu orden iría a un mercado secundario en el que tú vas contra el bróker; es decir, si tú ganas el bróker pierde, y viceversa. Si compras unos CFD de Telefónica, por ejemplo, y los vendes pasados unos minutos cuando has cumplido con tus objetivos de precio, tú ganarás y el bróker market maker perderá. Ante esta posibilidad, podría ocurrir que, a veces, la transparencia del bróker market maker no fuera la deseada, o incluso que te obligue a cerrar operaciones con beneficios en un momento no deseado. Como los datos han demostrado que el 90 % de los inversores pierden dinero en sus operaciones, el bróker hace un negocio redondo: te cobra la comisión de tuoperación y también el dinero que puedas perder (porque él ha abierto la operación opuesta). Por el contrario, el bróker DMA siempre deseará que obtengas la mayor plusvalía posible, puesto que, cuanto más beneficio tengas, mayores probabilidades de que seas su cliente durante mucho tiempo. Por esta razón, es fundamental que el bróker sea DMA. En resumen, el bróker DMA ganará solo por la comisión de tu operación, mientras que el bróker market maker ganará por la comisión y por tu pérdida en la operación. En cuanto a las órdenes que quedan pendientes o que se ejecutan parcialmente, recuerda siempre que debes anularlas «a mano» si quieres hacer una operación intradía, o sea, que no pase de un día a otro; no se anulan automáticamente aunque apagues el ordenador. En la temporalidad de la orden hay que tener en cuenta dos parámetros: vigencia/día y vigencia/GTC. Las siglas GTC provienen de la expresión inglesa Good Till Cancelled, que quiere decir que la orden es válida hasta que se cancele. Si, por ejemplo, habías introducido una orden para una estrategia de intradía y cuando vas a apagar el ordenador no se ha ejecutado todavía, entonces tendrás que cancelarla tú; el ordenador no lo hará de manera automática. El stop loss: tu mejor amigo Voy a hablar ahora del que será tu mejor amigo en la bolsa. De hecho, diría que es tu único amigo bursátil, el que te va a ser sincero y te va a ahorrar muchísimo dinero a lo largo de tu vida: el stop loss. Si lo recuerdas, al principio del libro tú y yo llegamos a un acuerdo: yo te transmitía mis conocimientos y a cambio tú te comprometías a hacer caso al stop loss. Pues ahora ha llegado el momento de que empieces a conocerlo y a entender su importancia. Quiero que te pares a pensar de verdad en la dificultad de lo que intentas hacer: estás tratando de adivinar constantemente el futuro, lo que va a pasar. Compras un valor esperando que dentro de unos minutos, horas, semanas o meses alcance un precio superior al que tenía cuando lo has adquirido. Esto es muy difícil, pero mi objetivo es que, tras leer este libro, te resulte un poco más fácil. La clave es que ya no comprarás al azar, sino que vas a hacerlo en el punto que a ti te interesa, al precio en el que las probabilidades de beneficio son superiores a las de pérdida. Aun así, cuando nos salgan mal las cosas, siempre hemos de tener la humildad necesaria para aceptar que podemos equivocarnos. El stop marca el precio al que tus acciones se venderán automáticamente. En cuanto la cotización toque el precio que tú has marcado en el stop, se ejecutará una orden de venta y te sacarás las acciones de encima. Vas a limitar tus pérdidas: vas a decidir de antemano cuánto estás dispuesto a perder y el stop se va a encargar de que eso ocurra. El stop puede colocarse de cuatro formas distintas. Puedes elegir cuál quieres poner en el momento en que introduzcas la orden en tu intermediario: Stop a mercado. Stop móvil. Stop a un precio. Stop limitado con rango. Este último va a ser el que siempre tienes que poner. Con él le das al programa un margen de precio para que te venda las acciones, por ejemplo, entre 10,10 € y 10,30 €. Coloca siempre los stop con un rango amplio para asegurarte de que, pase lo que pase, la orden se ejecuta y puedes deshacerte de las acciones. Puede ser que el bróker con el que operes no te ofrezca esta posibilidad; en ese caso, la opción de stop que has de seleccionar es la de «stop a mercado», puesto que lo que quieres es perder sí o sí. ¿Por qué no te recomiendo que hagas esto desde el principio? Simplemente para que elimines la expresión «a mercado» de tu vocabulario: abrir una posición de compra/venta a mercado te puede traer problemas en algunas ocasiones, especialmente en las preaperturas, como veremos más adelante. Si colocas un stop a un precio exacto, que representa la cantidad máxima de dinero que estás dispuesto a perder, con la idea de que las acciones se vendan si las cosas van mal, estarás poniendo un stop loss para limitar las pérdidas. El problema es que, al ceñirlo a un precio concreto, estás corriendo muchos riesgos. Podría ocurrir que, en el momento en el que debería saltar el stop de venta, por ejemplo, no haya la demanda suficiente al precio requerido y, entonces, pese a haber puesto el stop, no se nos ejecute al precio deseado. ¿Por qué? Pues porque no hay demanda suficiente, por lo que automáticamente se transformaría en una orden limitada de venta, cosa que no deseas. También puedes usar el stop para obtener ganancias ilimitadas, entendiendo por «ilimitada» el hecho de ganar más de lo que estabas dispuesto a perder; en ese caso, se trataría de un stop win. Es un stop que vas moviendo a medida que el valor te genera beneficios. Así te garantizas que vas a ganar dinero hasta que el valor se decida a bajar. Antes de operar, siempre tienes que hacer un análisis del valor. A medida que transcurran los capítulos, te iré definiendo qué tipo de análisis has de realizar. En todas las operaciones vas a tener un objetivo de venta. Supongamos que tu análisis te dice que el objetivo de venta de esta operación es 10,32 €, y haces una compra limitada de 500 títulos a 10 €. Es decir, que tu precio de entrada son 10 €. Lo único que te ha de preocupar es: «¿A qué precio quiero perder? ¿A qué precio asumo realmente que me he equivocado?». Te recuerdo que lo máximo que has de estar dispuesto a perder en una operación en intradía es un 1 %. Es decir, en este caso concreto, si el valor bajase a 9,90 € habrías perdido. Quizá estés pensando: «Hombre, un 1 % es muy poco...». Pues estás equivocado; es mucho, y lo es por dos motivos. El primero, porque, a partir de ahora, cada vez que lances una operación lo harás porque tiene probabilidades reales de éxito. Si esta probabilidad no se cumple, hay que aceptar que te has equivocado. Un gran porcentaje de las personas que empiezan en bolsa compran unas acciones determinadas simplemente porque creen que están baratas. Cuántas veces has oído la frase… «compro porque creo que va a subir». Eso se acabó desde ya. A partir de ahora compras porque probablemente va a subir o vendes porque probablemente va a bajar. Para entender el segundo motivo, tienes que ser consciente de lo que significa la idea de rentabilidad: a lo largo de un año, el banco prácticamente no te da nada de dinero; entonces ¿por qué estás dispuesto a perder en un día más de lo que el banco te da en uno, dos o hasta tres años de rentabilidad? Si, por ejemplo, compras a 10 € y pones un stop loss de venta de 9,90 €, aquí sí que tienes que vender a mercado, porque lo que estás buscando es cerrar la operación como sea. Es decir, si llegado el precio de 9,90 € no hubiese suficiente demanda para cerrar la operación, al poner la orden «stop a mercado» te aseguras de que se venderá lo más cerca posible de esta cifra. Recuerda que la bolsa es noble y, si no puede vender al precio que has establecido, lo hará al más cercano. De todas maneras, en la actualidad los valores cotizan a intervalos de milésimas, por lo que es muy probable que, en este caso, el precio de cierre fuese muy próximo al 9,90 € que habías establecido. Lo primero que debes decidir es la pérdida. Cuando compres unas acciones, pueden tener una oscilación positiva o negativa. Vamos a suponer que el valor tiene una oscilación positiva y que, en lugar de ir al stop loss, sube. Siempre que consigas un beneficio equivalente a lo que estabas dispuesto a perder, has de preguntarte qué quieres hacer: si cerrar la operación por completo, cerrar solo la mitad de la operación o no cerrarla en absoluto. En este punto, sobre todo cuando eres un principiante, cualquiera de las tres opciones sería correcta. O sea, tanto si decides cerrar la operación como si decides vender la mitad y prolongar el beneficio con la otra mitad, o también si tienes más confianza y decides no cerrar la operación para prolongar el beneficio. En este caso, cuando el valor llegue a 10,10 € tienes tres opciones: lanzar una orden de ventalimitada de 500 acciones a 10,10 €; lanzar una orden de venta limitada de la mitad de la posición a 10,10 €; o no vender ninguna acción y modificar el stop loss, es decir, el stop que era de pérdida ahora pasa a ser de beneficio (un stop win). En este caso, yo modificaría el stop a 10,03 €, porque hay una distancia suficiente sobre el precio actual en el caso de que el valor tenga una oscilación. Y, además, es un precio con el que ya cubro las comisiones. De esta manera, lo peor que podría pasar es ganar solo un poco de dinero. Sería un error poner un stop pegado al precio de cotización porque, de ese modo, el stop de beneficios saltaría a la mínima fluctuación del valor. Por lo tanto, no cumpliría su verdadera función, que no es otra que intentar prologar el beneficio lo máximo posible a partir de la estrategia que has decidido aplicar. Supongamos ahora que el valor sube otro 1 %, hasta llegar a 10,20 €. ¿Qué harías entonces? Pues plantearte la misma pregunta que antes. Si decides vender la mitad o no vender nada en absoluto, pasarías el stop de 10,03 € a 10,13 €. Estás en beneficios, por lo que cualquier decisión que tomes será buena. Solo hay una decisión inamovible e innegociable. Es la que deberías tomar si el valor volviera a subir otro 1 %, hasta llegar a 10,30 €, que es prácticamente la totalidad del objetivo de beneficio, que era de 10,32 €. En ese momento debes anular el stop y vender la totalidad de las acciones a 10,30 €. No es bueno intentar alargar demasiado el beneficio, cuando, de por sí, obtener una ganancia de un 3 % en unas horas conlleva una gran dificultad; lo mejor es asumir el beneficio y apagar el ordenador. Con esto te quiero decir que es imprescindible tener un límite de pérdida, y por eso repito que hay que utilizar el stop loss, pero también es muy importante tener un objetivo de beneficio con el que te sientas satisfecho. Recuerda que es imposible vender siempre en la punta de la pirámide, cuando el valor llega a su precio máximo. Por eso tienes que entender muy bien lo que significa realizar correctamente una estrategia: no solo en lo que respecta al beneficio monetario, sino también por la inyección de confianza que vas a recibir. Plantear correctamente una estrategia tiene muchísimo mérito. Hasta ahora he hablado de comprar. Ahora voy a hablar de vender para introducir el concepto de la venta en corto. Una parte fundamental de la negociación intradía es poder ganar dinero no solo cuando la bolsa sube, sino también cuando baja. Por regla general, lo que has ido haciendo a lo largo de tu vida habrá sido partir de cero acciones, comprar mil, vender mil, obtener un beneficio o una pérdida y volver a las cero acciones. Ahora, sin embargo, vas a aprender algo fundamental para la operativa bursátil —ya sea como inversor o como trader—, que es empezar con cero, vender mil para luego comprar mil y quedarte a cero de nuevo. Para poder vender mil acciones que no tienes, alguien tiene que prestártelas. Ese alguien va a ser tu bróker, a través de un sistema mundial de crédito de acciones: el CFD. CFD son las siglas de Contract for Difference, que quiere decir «contrato por diferencia». Es un producto financiero que te va a permitir interpretar el mercado en las dos direcciones. Siempre debes tener en mente este objetivo: entender que da igual si la bolsa sube o baja, lo importante es que se mueva. A partir de ahora dejarás de ver las grandes caídas de valores como una amenaza y sabrás que pueden llegar a convertirse en una muy buena oportunidad. Los CFD aparecieron a principios de los años noventa del siglo pasado y se popularizaron bastante a partir de la crisis de Lehman Brothers, que tuvo lugar en el año 2008. Después de la quiebra, todos los órganos regulatorios prohibieron vender acciones directamente y los brókeres echaron mano a este producto para que el usuario pudiera hacer operaciones en las dos direcciones, y así tener la posibilidad de generar más comisiones. Si tienes una mínima experiencia en bolsa, es posible que tengas la percepción de que los CFD son muy peligrosos; más que nada, porque tienen muy mala fama. Esta idea es totalmente errónea. Te invito a que revises bien el argumento que lleva a la gente a tener esa percepción. El problema de los CFD es que la gente no les da buen uso; va a saco. Automáticamente, cualquier persona que tenga una cartera de 10.000 € va a poder operar con CFD hasta por 50.000 €, por lo que quien no posea los conocimientos adecuados tiene en sus manos un arma de destrucción masiva: el apalancamiento inmediato. Sin ningún filtro ni examen previo, el bróker presta a sus clientes hasta cinco veces su capital y, claro, eso es muy goloso para los inversores que tienen prisa. ¿Por qué comprar por 10.000 € si mi bróker me deja hacerlo por 50.000 €? Muy fácil. En el caso de que la operación salga mal perderé 500 €, el 1 % de 50.000 €, y como mi cartera es de 10.000 €, eso repercutirá en una pérdida del 5 % de mi capital, lo cual es una salvajada para un solo día. También quiero que entiendas que el riesgo es el mismo en ambas situaciones: da igual comprar para luego vender o vender para luego comprar, porque en ambos casos vas a poner un stop loss. Es decir, vamos a suponer que crees que una empresa va a bajar: lo que harás será vender 500 CFD a 10 €. En este caso, si quieres perder un máximo del 1 %, pondrías el stop loss a 10,10 €, ya que, si vendes las acciones a 10 €, vas a perder dinero si la acción sube. Recuerda que vendes primero y compras después, por lo que, en este caso, el precio que te daría un beneficio sería cualquiera que estuviera por debajo de esos 10 €, por ejemplo, 9,90 €. Comprarías a 9,90 € y venderías 10 €, o sea, compras barato y vendes caro, solo que aquí has invertido el orden «lógico» de la operación. Es decir, como has vendido algo que no tienes, lo que quieres es que la acción corrija: si el valor llega a 9,90 €, el stop loss que era perdedor pasará a ser ganador; por ejemplo, podrías ponerlo a 9,97 €. Y, como en el ejercicio anterior, irás modificando el stop loss sucesivamente cada 1 %. Cuando tu estrategia así te lo dicte, comprarás 500 CFD, por ejemplo, a 9,80 €. Estos CFD anularán los que habías vendido antes, por lo que el saldo será cero. Lo que has comprado en este momento no tienes que volverlo a vender, porque en realidad ya lo habías vendido anteriormente. Esta operativa es vital para poder ganar en mercados bajistas, intentar beneficiarte de un recorte o aprovechar bajadas. De esta forma, el universo de operativas se multiplica: ya no vas a tener solo la opción de ganar si la bolsa sube, sino que también tendrás la opción de ganar si la bolsa baja o corrige. El concepto léxico que contiene el término «corregir» es muy interesante, ya que te está diciendo que puedes ganar dinero cuando un valor sube en menor porcentaje del previsto. Es decir, puede ser que un valor suba un 5 % y que, en ese momento, la cotización llegue a una resistencia, o sea, a un nivel de precios donde, como verás más adelante, existe la probabilidad de que el valor se detenga y deje de subir. Si hay una resistencia, la opción de la operativa será la de venta, puesto que el valor va a «corregir». Así, venderás un valor que ha subido un 5 % esperando que, pasados unos minutos, la cotización frene su ascenso. No necesariamente la operativa en corto será beneficiosa solo con grandes bajadas, sino que también puede ser muy beneficiosa con correcciones de subidas. Más adelante podrás ver todo esto con mayor detalle: cómo ganar para aprovechar recortes, es decir, cuando un valor que está subiendo mucho llega a un punto estadístico y vendes con la esperanza de que suba menos. Es fundamental que empieces a interiorizar las diferencias léxicas: no es lo mismo que un valor «baje» a que «corrija» y no es lo mismo que «suba» a que «rebote». Si vas interiorizando estas diferencias, ya verás que te costará menos entender las próximas estrategias que voy a ir explicando. El scalping en el cuadro de preciosHasta ahora te he explicado las órdenes de compra y venta limitadas y el funcionamiento del stop loss. También has visto cómo puedes aplicar esa frase que quizá ya has leído en mi anterior libro, Bolsa para Dummies: «Pérdida limitada, beneficio ilimitado». ¿A qué me refiero con beneficio ilimitado? Pues a estar dispuesto a ganar más de lo que estás dispuesto a perder y, como ya has visto, esto se hace modificando el stop loss. Cuando cumples esta máxima, el stop, que inicialmente es de pérdida, pasa a ser de beneficio. Ahora te voy a explicar la primera estrategia de las seis que contiene este libro. Ya te anticipo que es la más difícil de encontrar, porque las condiciones necesarias para ponerla en práctica no se dan todos los días. Si al terminar de leer el libro decides continuar tu formación en bolsa, seguro que aprenderás nuevas estrategias y, aun así, la que ahora te cuento seguirá siendo la más difícil de encontrar. Pero, como a veces sí es posible dar con ella, y cuando ocurre la probabilidad de éxito es muy elevada, voy a explicarte de qué trata. Además, es una estrategia muy interesante porque la pérdida está muy limitada. Se llama scalping en el cuadro de precios. El scalping en el cuadro de precios es una estrategia que busca encontrar situaciones en las que claramente —y repito el «claramente»— haya mucha demanda u oferta a un precio determinado. Si tu objetivo es operar en el mercado estadounidense, no vas a encontrarte con esta situación; pero si vas a operar en el mercado español, sí. En el mercado español esta estrategia se concentra en los bancos. ¿Y por qué en los bancos? Porque son las empresas favoritas del pequeño inversor para realizar sus operaciones: de los nueve millones de españoles que, según el censo, tienen acciones en la bolsa, aproximadamente cinco millones las tienen en bancos. Este pequeño accionista, que no tiene en términos generales un método de operativa, a veces utiliza razonamientos algo perezosos, como simplemente comprar a 4 € y vender a 6 €, sin pensar más allá. Por ejemplo, introduce una orden GTC de comprar a 4 € y después utiliza una orden de venta GTC para vender a 6 euros. Esta orden de venta puede estar vigente durante meses mientras él espera pacientemente a que la cotización alcance el precio deseado. Como hay nueve millones de españoles que cotizan en bolsa, puede pasar que esto se repita pocas veces, lo que da lugar a una situación como la que te muestro a continuación, un caso real perteneciente al Banco Santander: Ord. C Volumen C Precio C. Precio V. Volumen V. Ord. V 1 2.463 5,997 5,998 5.423 3 3 4.851 5,996 5,999 34.431 11 5 11.507 5,995 6,000 4.744.956 1.171 6 15.356 5,994 6,001 42.591 17 5 13.634 5,993 6,002 40.061 10 5 12.220 5,992 6,003 21.779 7 4 9.878 5,991 6,004 8.243 4 Si te fijas en el cuadro de precios, puedes ver que 1.171 inversores quieren vender a 6 € un total de 4.744.956 acciones. Y, sin saberlo, lo que están generando es una resistencia en el valor; si miras el resto de posiciones de venta los valores son mucho más bajos. En esto consiste el scalping en el cuadro de precios; en encontrar una posición que: Tiene que ser de un valor bancario. Tiene que ser a un precio redondo: 5 €, 5,5 €, 6 €... (Cada 0,5 consideramos precio redondo.) Tiene que haber más de un millón de acciones para que pueda ser considerado como posible resistencia. Si te encuentras con esta situación, debes saber que lo más probable es que la primera reacción del valor cuando llegue a ese precio y vea una cantidad tan alta de venta sea corregir, por lo que vamos a intentar aprovecharnos de ello. Este movimiento puede ocurrir tanto con una resistencia como con un soporte. En este caso concreto, lo que tendríamos que hacer es vender: si tenemos 10.000 € en la cuenta, haríamos una operación de venta por un valor total de esos 10.000 €. ¿A qué precio queremos vender? Pues al precio de venta que queda justo debajo de la resistencia (5,999 €), lo que nos daría un total de 1.667 CFD. ¿Y por qué CFD? Pues porque lo que estamos haciendo es vender algo que no tenemos; hacemos una operación en corto. Esta estrategia tiene una gran virtud: que el stop loss —que, en este caso, como he vendido, ha de ser de compra— no será del 1 %. Si este valor tiene una resistencia de 4.700.000 acciones a 6 €, y la cotización sigue subiendo, aplicamos automáticamente el stop loss. Por lo tanto, en este caso el stop loss sería de 6,001 € a mercado. Es decir, la pérdida está muy limitada y, como la pérdida está tan limitada, mi objetivo de venta será el 1 %. De esta manera, sin modificar el stop loss, si la cotización baja a 5,94 € —que sería el +1 % de beneficio— comprarás los 1.667 CFD para cerrar lo que ya has vendido anteriormente. De esta manera, tienes dos milésimas de posible pérdida, contra 6 céntimos de posible beneficio. Como ves, aquí la proporción pérdida/beneficio es gigantesca. Esto sería un ejemplo de operación en corto. Un ejemplo de compra sería a la inversa. Supongamos que hay 2.880.320 acciones a 5 €. En este caso, lo que queremos es que el valor toque y rebote. Por lo tanto, con una base de capital de 10.000 €, ¿cuántas acciones o CFD comprarías, a qué precio y dónde pondrías el stop loss en este caso de venta? Lo que buscamos es que el valor rebote, porque en el lado de la demanda encontramos una cantidad muy alta a un precio que es un número redondo. Por eso, lo que habrá que hacer es intentar aprovechar el rebote de la cotización. Como tienes 10.000 € en la cuenta, vas a comprar 2.000 CFD o acciones a un precio de 5,001 €. Vas a poner un stop loss de venta de los 2.000 CFD a 4,999 €. Y la proyección de venta, es decir, el objetivo de venta de los CFD, será de 5,05 €. De esta manera, intentarás ganar el +1 %. Tienes dos milésimas a perder, por lo que la proporción beneficio/pérdida es enorme, así que, si se diera el caso, tendrías delante una gran estrategia. ¿Cuáles son las condiciones que deben existir para poder hacer scalping en el cuadro de precios? Solo bancos del Ibex 35. Volumen ≥ 1.000.000 títulos en oferta o demanda. Aparece en contadas ocasiones y se da a un determinado precio (redondo). Objetivo beneficio 1 % - 1,5 % Stop loss a una milésima (un tick, la unidad mínima) por debajo o por encima de la posición de gran demanda/oferta. Un vez alcanzado el beneficio NO se modifica el stop loss. Se puede realizar la misma operación varias veces al día sin restricciones horarias, y durante varios días. Te repito que esta estrategia es la más difícil de encontrar. Tienen que coincidir un conjunto de factores para que se agrupen tantos ordenantes a un precio concreto; suele ocurrir cuando los valores, los bancos en este caso, caen a unos precios muy bajos, a los que hacía años que no llegaban. En este caso, el precio encontraría un soporte en el cuadro. En cuanto a las resistencias, podrías verlas si los bancos suben hasta tocar un precio al que hacía mucho que no llegaban. Las resistencias se generan por los inversores que han comprado muy abajo y están vendiendo muy arriba. Ahora ya sabes qué son las órdenes de compra y de venta, el stop loss, cómo intentar prolongar los beneficios y cómo hacer scalping en el cuadro de precios; con esto doy por finalizado el capítulo. Si quieres más ejemplos de la estrategia de scalping en el cuadro de precios, te aconsejo que entres en YouTube y busques «Banco Santander ante un soporte» y «Banco Santander ante una resistencia». Ahí podrás ver con tus propios ojos lo que estoy explicando (¡y que el cuadro se mueve a toda velocidad!). Preguntas y respuestas 1. ¿Todas las órdenes limitadas que lanzo al mercado se ejecutan totalmente? No, las órdenes pueden no ejecutarse o quedar pendientes de ejecución si la cotización no llega al precio al que se quiere comprar o vender, o bien si no hay títulos suficientes para que se ejecute la orden por completo. 2. ¿Existe la posibilidad de ver mi orden en el cuadro de precios sabiendo la posición que ocupo? No. Puedes visualizar en qué precio estás,pero no la posición dentro de los ordenantes que haya a ese mismo precio. Esta opción era posible hace unos años, pero la CNMV (la Comisión Nacional del Mercado de Valores) eliminó esta posibilidad y ya no se puede ver la profundidad por ordenantes. Sea como sea, es irrelevante para que la operativa tenga probabilidades de éxito. 3. ¿Siempre debo lanzar el stop loss (SL)? Sí, el stop loss es la mejor manera que tienes de limitar las pérdidas y asegurar tu capital. Es fundamental visualizar cuánto estás dispuesto a perder antes de pensar en el posible beneficio. Los porcentajes de stop loss ya están definidos para cada estrategia y nunca deben modificarse. Si ya has operado en bolsa, recuerda las veces que has perdido un gran capital por no poner el stop loss. Perder es doloroso, pero en nuestro día a día es inevitable cometer errores. Mi misión es enseñarte a perder, puesto que, si tienes interiorizada la pérdida, ganar será muy sencillo… ¡y bonito! 4. ¿Se puede elegir la validez temporal de las órdenes que lanzamos en nuestro bróker? Sí, existen dos opciones en el momento de poner la orden: DAY (Día): para aquellas órdenes que quieres que se cancelen en el mismo día (si no han sido ejecutadas) o que se cierren automáticamente al finalizar el mercado (si se han ejecutado). GTC (Good Till Canceled): orden que permanecerá abierta hasta que la cierres personalmente. No hay un tiempo límite establecido. 5. ¿Cuáles son los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir el bróker? Por un lado, que sea DMA (Direct Market Access), pues la contrapartida nos la da el mercado y no el bróker. Con un bróker DMA, la orden va directamente al mercado real. Por otro lado, el cobro de comisiones, ya que es importante que no te carguen comisiones por lotes de órdenes ejecutadas, sino por orden fija. Es importante también que el bróker esté registrado en la CNMV y sería óptimo que formara parte del FOGAIN (el Fondo General de Garantía de Inversiones), ya que, de esta manera, cubriría los 100.000 primeros euros que tuvieras en la cuenta en el caso de que el bróker quebrara. Mucha precaución con fijarnos solo en el porcentaje de la comisión; que no te vendan la moto. 6. ¿Cuáles son las diferencias entre acciones y CFD? Acciones: solo te permiten comprar para después vender (únicamente en ese orden) y no te dejan apalancarte. CFD (Contract for Difference): Es un producto financiero que te permite vender unas acciones que no tienes para comprarlas más tarde. También se pueden comprar para vender después, como las acciones. Además, los CFD sí te permiten el apalancamiento. Por este motivo siempre recomiendo operar con CFD, ya que puedes operar en ambos sentidos (en corto y en largo), lo que te permite ganar dinero cuando la bolsa baja y te da la opción de apalancarte cuando el momento sea el adecuado. Es imprescindible que vayas interiorizando los conceptos de operar en corto y en largo, ya que tu verdadero éxito en renta variable, sea cual sea tu perfil de operativa, se optimizará si entiendes que da igual comprar primero para vender después (y a la inversa). Si pienso que algo puede bajar, vendo primero para luego comprarlo más barato. 7. ¿Cómo debo calcular el stop loss? Ya están definidos para cada estrategia. Si es una operación en intradía, por ejemplo, lo máximo que vas a estar dispuesto a perder es el 1 % sobre el estadístico. Es importante que entiendas que los porcentajes del stop loss son inalterables. Si quieres perder menos cantidad, reduce la cantidad de títulos; no bajes el porcentaje del stop loss. 8. ¿Cuál es el porcentaje de beneficio en una operación de intradía? Cuando el porcentaje del beneficio sea igual o superior a la cantidad que estabas dispuesto a perder, puedes decidir entre tres opciones: Cerrar la operación completamente con una orden limitada. Mantener la mitad de los títulos abiertos y deshacerte de la otra mitad de la operación. No cerrar la operación e intentar aumentar el beneficio modificando y moviendo el stop (en consecuencia, el stop de pérdidas se convertirá entonces en stop de beneficios). Cualquiera de estas opciones podría ser la correcta; todo dependerá de tu nivel de conocimientos, experiencia y confianza. Es importantísimo haber definido el stop loss, pero también resulta fundamental tener un objetivo de beneficio en la operación. Como irás viendo en las distintas estrategias, cada una tiene sus propios objetivos. Si cumples con dicho objetivo, estás obligado a cerrar la posición. Una vez alcanzado ese objetivo de beneficio, anularás la orden de stop loss (que obviamente no se ha ejecutado) para evitar que pudiera quedar pendiente al cerrar el mercado. Este punto es muy importante ya que el sistema no la anula por defecto; hemos de ser nosotros quienes anulemos dicha orden. 9. ¿Cuáles son las ventajas de los CFD frente a las acciones? Los CFD son un instrumento que te permite vender aquello que aún no tienes. Es decir, puedes aprovechar oportunidades bajistas o correcciones en el mercado que, en cambio, las acciones no permiten. Sin embargo, el riesgo en ambos casos es el mismo porque controlas las pérdidas con el stop loss. Además, las acciones tienen cánones y comisiones que se cobran por tramos, por lo que al final los CFD resultan más económicos. 10. ¿Qué es la horquilla en el cuadro de precios? Es la diferencia de precios entre la oferta y demanda. Cuando el valor es muy líquido (se negocia un gran volumen de títulos), la horquilla se estrecha, lo que nos beneficia. Detectar valores con una horquilla muy amplia es indicativo de que ese valor no tiene volumen; una señal para no operar con ese valor durante el día. 11. ¿Visual Chart y el bróker ofrecen el mismo cuadro de precios? Puede ocurrir que en algunas ocasiones no coincidan. Esto podría suceder si tu bróker es DMA, porque siempre busca los mejores precios en diferentes mercados ofreciendo la mejor horquilla posible. Visual Chart, sin embargo, solo ofrece la horquilla de Bolsas y Mercados Españoles (BME, la empresa que gestiona los mercados de renta variable en España). Este fenómeno puede verse, por ejemplo, cuando los volúmenes no coinciden en la primera posición de demanda/oferta. Sin embargo, no te preocupes, porque la diferencia nunca será lo suficientemente relevante como para que pueda condicionar la operación. 12. ¿Todas las operaciones de intradía deben cerrarse en el mismo día? Sí, es obligatorio. La razón es que los valores no tienen por qué abrir (al día siguiente) al mismo precio al que cerraron en la sesión anterior. Se deben cerrar sí o sí, aunque no haya saltado el stop loss o no se haya obtenido el beneficio previsto. Piensa que, si en un día abres una estrategia de compra intradía y no cierras la operación, podría ocurrir que, por la noche, el valor genere una noticia que pueda afectarlo muy negativamente. En ese caso, la mala noticia provocará, como verás un poco más adelante, que el valor abra a un precio inferior al stop loss que tenías en mente, lo cual te produciría unas pérdidas superiores a las esperadas. 13. ¿Las órdenes intradía que no se han ejecutado se anulan automáticamente? No. Por ello es importante seleccionar «DAY» cuando lanzas la orden en tu bróker. Si no lo haces, podría ejecutarse al día siguiente o incluso días después si se alcanza el precio al que quieres entrar. 14. ¿Cuál es la franja horaria más efectiva en el mercado español? De 9.00 a 11.00 de la mañana. Esas dos primeras horas son las más importantes debido al volumen negociado y la volatilidad que presenta el mercado. Más allá de este horario no es productivo mantenerse frente al ordenador buscando oportunidades en intradía o mirando cuadros de precios. Históricamente, de 11 a 15.30 domina la lateralidad —los precios no se mueven—, por lo que una de las dos variables para operar en bolsa, la volatilidad y volumen, desaparece del mapa. Si por motivos de trabajo o por cualquier otra razón solo puedes operar a partir de las 15.30, te aconsejo que te especialices
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